Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
PROFESOR:
Dr. YATTENCIY BONILLA
IGLESIA DE DIOS
CET CENTROS DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS
YOPAL – 10 DE ABRIL DE 2015
LA TRADICIÓN DE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO
1 CARTA A LOS CORINTIOS 15:1-11
PRESENTADO A:
Dr. YATTENCIY BONILLA
POR:
RAFAEL MOLANO ÁLVAREZ
IGLESIA DE DIOS
CET CENTROS DE ESTUDIOS TEOLÓGICOS
YOPAL – 10 DE ABRIL DE 2015
TABLA DE CONTENIDO
Página
INTRODUCCIÓN 4
1. ANÁLISIS DEL CONTEXTO ORIGINAL 5
1.1. Contexto Histórico cultural 5
1.2. Contexto literario 10
2. CRITICA LITERARIA
3. PALABRAS CLAVES DEL TEXTO ORIGINAL 11
4. SÍNTESIS DEL TEXTO 14
5. CONTEXTUALIZACIÓN DEL TEXTO 23
6. CONCLUSIÓN 25
7. BIBLIOGRAFÍA 26
4
INTRODUCCIÓN
En este trabajo basado en el texto de la carta de Pablo escrita a la iglesia de Corinto, donde el
autor expone los fundamentos teológicos de la cristología, pero es necesario indagar los relatos
de los evangelios sinópticos para observar como estos relatan los hechos de la resurrección,
teniendo en cuenta que apóstol Pablo evidencia de que el credo era una tradición palestinense
la cual fue transmitida entre los primeros seguidores de Jesús.
La tradición acerca de la resurrección está marcada por cuatro palabras importantes: Muerte,
sepultura, resurrección y aparición, esta tradición la preservaron la primera generación de
discípulos testigos oculares los cuales se encargaron de enseñar a los creyentes para afirmar la fe
en Cristo Jesús.
La motivación de llevar a cabo este trabajo es que la fe de la iglesia está siendo menoscabada,
hay más certeza en la muerte Cristo que en la de su resurrección, la ciencia y la historia secular
investiga y documenta al Jesús Histórico (terreno) pero colocan en duda al Jesús resucitado, por
tal motivo procurare profundizar en mostrar la certeza e importancia del resucitado (Cristo), ya
que como seguidores de él somos llamados a ser testigos por todo el mundo.
5
Pablo afirmó provenir de la tribu de Benjamín (Rom. 11,1; Fil. 3,5) perteneció a los
Fariseos un grupo religioso judío y confiesa haber sido un fanático y partidario de
las tradiciones de sus antepasados (Gal. 1,14) además de considerarse irreprochable
en cuanto al cumplimiento de la ley (Fil. 3,6). Segú Hechos 22,3 el maestro de
Pablo en Jerusalén fue Gamaliel el viejo, maestro, rabino perteneciente a la escuela
de Hilell. Pablo es un judío con estatuto de ciudadano romano. Al parecer Pablo
pertenecía a una familia de cierta categoría social, se dedicaban a la fabricación y
1 Comentario al nuevo Testamento, ”Miguel Salvador García”, Casa de la Biblia, Madrid 1995, 394
6
comercialización de tiendas de campaña (Hec. 18,3). Tarso era una ciudad que
contaba con escuelas de retórica y filosofía, pero no es posible saber si Pablo asistió
a algunas de ellas, pero con seguridad podemos afirmar que la cultura helenística
influyo en sus escritos, además de haber sido un privilegiado en hablar la lengua
griega.
Pablo fue un fanático perseguidor de los seguidores de Jesús (Gal. 1,13, 1Cor 15,8,
Fil 3,6, Hechos 8,3, 9,1-2; 22,3-5), hasta cuando tuvo una revelación con Jesús (Hec.
9) se considera que este evento sucedió en año 36 dC, fecha tradicional. Después
de su conversión Pablo se enamora de Cristo y todos sus discursos son
centralizados en Cristo, el reconoce su llamado a los gentiles.
2 Brow Raymond, Introducción al Nuevo Testamento, editorial Trotta, Madrid 2002, 557
3 Santiago Guijarro Oporto, Los cuatro evangelios, Salamanca 2010, 103,
7
1.1.3. Destinatarios
Pablo le escribió a la Iglesia de Dios en Corinto, la cual el mismo había fundado
cerca del año 50/51 dC, en su primer viaje misionero; esta iglesia estaba compuesta
por una mezcla de judíos y gentiles. Vamos hacer un acercamiento al trasfondo
histórico de esta ciudad.
Pero como líder de la Liga Aquea a mediados del siglo II a.C., entró en conflicto
con Roma y fue destruida por el cónsul romano Lucio Mumio en 146 a.C. La
localidad quedó dormida por cien años, hasta que Julio César la volvió a fundar en
44 a.C. como colonia romana. La razón para volverla a fundar fue probablemente
doble. Primero, su ubicación estratégica para el comercio (tal como la describe
Estrabón) hacía que fuera casi inevitable fundarla de nuevo. Todos los ingredientes
necesarios para el auge económico se hallaban allí disponibles: una defensa natural
en el Acrocorinto; suficiente abastecimiento de agua de las fuentes; la relación con
Roma; el ser señora de dos puertos para el comercio entre Oriente y Occidente; y
el dominio de los Juegos Istmicos, cuya importancia sólo era sobrepasada por los
Olímpicos (ver bajo 9:24–27). En segundo lugar, según Estrabón (8:6:23c), Corinto
fue repoblada por libertos de Roma. Dado que la condición de éstos era apenas
superior a la de los esclavos, y dado que Roma con frecuencia tendía a
sobrepoblarse de libertos, ésta era, por una parte, para Roma una forma cómoda
4 A.T. Robertson, Comentario al Texto Griego de nuevo testamento, CLIE, Barcelona 2002, 415
8
5
Fee, G. D. (1994). Primera Epístola a los Corintios (pp. 3–4). Grand Rapids, MI: Nueva Creación.
9
sus discípulos era uno de los edificios mayores de todo el Imperio –quizá el mayor
fuera de la Roma imperial– y había sido
iniciado por Herodes el Grande el año 20 a. de C, en un intento de congraciarse
con los judíos. La obra de construcción duró décadas. Jesús no llegó a verlo
terminado porque, de hecho, los trabajos –que daban empleo a multitud de
personas– sólo concluyeron el año 64 d. de C, poco más de un lustro antes de ser
destruido por los romanos.” 7
7
Cesar Vidal Manzanares, El primer evangelio: el documento Q, Planeta, Barcelona 1993, 78
11
2. CRÍTICA LITERARIA
El texto de 1ª Corintios 15 es fuertemente estable. Esto no niega que existen variantes en los
manuscritos, pero ninguna de estas afecta significativamente nuestra área de estudio.
NAT28
ΠΡΟΣ ΚΟΡΙΝΘΙΟΥΣ Αʹ
5καὶ ὅτι ὤφθη Κηφᾷ εἶτα τοῖς δώδεκα· 6ἔπειτα ὤφθη ἐπάνω πεντακοσίοις ἀδελφοῖς ἐφάπαξ,
ἐξ ὧν οἱ πλείονες μένουσιν ἕως ἄρτι, τινὲς δὲ ἐκοιμήθησαν· 7ἔπειτα ὤφθη Ἰακώβῳ εἶτα τοῖς
ἀποστόλοις πᾶσιν· 8ἔσχατον δὲ πάντων ὡσπερεὶ τῷ ἐκτρώματι ὤφθη κἀμοί. 9Ἐγὼ γάρ
εἰμι ὁ ἐλάχιστος τῶν ἀποστόλων ὃς οὐκ εἰμὶ ἱκανὸς καλεῖσθαι ἀπόστολος, διότι ἐδίωξα τὴν
ἐκκλησίαν τοῦ θεοῦ· 10χάριτι δὲ θεοῦ εἰμι ὅ εἰμι, καὶ ἡ χάρις αὐτοῦ ἡ εἰς ἐμὲ οὐ κενὴ
ἐγενήθη, ἀλλὰ περισσότερον αὐτῶν πάντων ἐκοπίασα, οὐκ ἐγὼ δὲ ἀλλ’ ἡ χάρις τοῦ θεοῦ [ἡ]
σὺν ἐμοί. 11εἴτε οὖν ἐγὼ εἴτε ἐκεῖνοι, οὕτως κηρύσσομεν καὶ οὕτως ἐπιστεύσατε.10
Recibiste
La palabra griega: παραλαμβάνω – paralambáno (Recibiste)
de G3844 y G2983; recibir cerca, i.e. asociarse con uno mismo (en cualquier acto o relación
familiar o íntima); por analogía asumir un cargo; figurativamente aprender: aprender, recibir,
tomar.
Evangelizar
εὐανγελίζω - euangelízo
de G2095 y G32; anunciar buenas nuevas («evangelizar») específicamente el evangelio:
noticia, nueva, predicar, evangelio, anunciar, bueno.
En Vano
εἰκῆ -eiké
probablemente de G1502 (mediante la idea de fracaso); ociosamente, i.e. sin razón (o efecto):
vanamente, vano.
10 http://www.nestle-aland.com/en/read-na28-online/text/bibeltext/lesen/stelle/56/150001/159999/
15
Entregué
παραδίδωμι
paradídomi
de G3844 y G1325; rendirse, i.e. ceder, confiar, transmitir: dar, encarcelar, encomendar,
enseñar, entregar, exponer, maduro, poner, preso, transmitir.
Palabra
Λόγος - lógos
de G3004; algo dicho (incluído el pensamiento) ; por implicación tema (sujeto del discurso),
también razonamiento (facultad mental) o motivo; por extensión cálculo; específicamente
(con el artículo en Juan) la Expresión Divina (i.e. Cristo) : noticia, palabra, plática, pleito,
predicar, pregunta, propuesta, razón, sentencia, tratado, verbo, arreglar, asunto, cosa, cuenta,
decir, derecho, dicho, discurso, doctrina, evangelio, exhortar, fama, frase, hablar, hecho,
mensaje.
Escrito
Γραφή - grafé
de G1125; documento, i.e. santo Escrito (o su contenido o declaración en él): escritura.
Confiaron
πιστεύω - pisteúo
de G4102; tener fe (en, o con respecto a, persona o cosa), i.e. crédito; por implicación confiar
(específicamente a Cristo el bienestar espiritual de uno): encomendar, fiar, guardar, confiar,
creer, creyente.
16
Primeras
πρῶτος - prótos
contracción superlativo de G4253; el primero (en tiempo, lugar, orden o importancia): noble,
primero, primeramente, principal, influyente, mejor.
Recibí completamente
παραλαμβάνω - paralambáno
de G3844 y G2983; recibir cerca, i.e. asociarse con uno mismo (en cualquier acto o relación
familiar o íntima); por analogía asumir un cargo; figurativamente aprender: aprender, recibir,
tomar.
Según
κατά - katá
partícula primaria; (preposición) abajo (en lugar o tiempo), en variadas relaciones (de acuerdo
al caso [genitivo dativo o acusativo] con el cual va unido): acerca (de), así, contra, contrario,
entre, como, abajo, hacia abajo, debajo, en (todo), a la manera (de), según, con, por (eso). En
composición retiene muchas de estas aplicaciones, y frecuentemente denota oposición,
distribución o intensidad.
Sepultado
θάπτω - dsápto
verbo primario; celebrar ritos fúnebres, i.e. enterrar: enterrar, sepultar.
Ungido
Χριστός - Jristós
de G5548; ungido, i.e. el Mesías, epíteto de Jesús: Cristo, Jesucristo, Mesías.
Murió
ἀποθνήσκω - apodsnésko
de G575 y G2348; morir (literalmente o figurativamente): matar, moribundo, morir, mortal,
muerto, perecer.
17
Pecados
ἁμαρτία - jamartía
de G264; pecar (propiamente abstractamente): pecado, pecaminoso, pecar.
Levantar
ἐγείρω - egéiro
probablemente similar a la base de G58 (mediante la idea de hacer acopio de las facultades
de uno); despertar (transitivamente o intransitivo), i.e. levantarse (literalmente del sueño, de
estar sentado o acostado, de la enfermedad, de la muerte; o figurativamente de la oscuridad,
inactividad, ruina, no existencia): enderezar, levantar, despertar, resucitar.
Día
ἡμέρα - jeméra
femenino (con G5610 implicación) de un derivado de ἧμαι jémai (sentarse; similar a la base
de G1476) significa manso, i.e. gentil; día, i.e. (literalmente) espacio de tiempo entre el
amanecer y la noche, o las H24 horas enteras (pero los judíos por lo general consideraban
varios días como incluyendo parte de ambos extremos); figurativamente período (siempre
definido más o menos claramente por el contexto): edad, fiesta, hoy, mediodía, amanecer,
día, tiempo, tribunal.
Tercer
τρίτος - trítos
ordinal de G5140; tercero; neutro (como sustantivo) una tercera parte, o (como adverbio) a
la (o la) tercera vez, en tercer lugar: tercer, tercero.
τρίχες tríjes, etc.
Visto
ὁράω - joráo
18
Cefas
Κηφᾶς Kefás
de origen caldeo [Compare H3710]; Roca; Cefas, sobrenombre de Pedro: Cefas.
Emisarios
ἀπόστολος - apóstolos
de G649; delegado; específicamente embajador del evangelio; oficialmente comisionado de
Cristo [«apóstol»] (con poderes milagrosos): apóstol, enviado, enviar, mensajero.
“Aquí, la relación directa con lo entregado en el v. 3 señala una cadena de tradición: Pablo
recibió los hechos que está relatando de cristianos que fueron antes que él y a su vez, los
transmitió a las personas de sus iglesia.” Orr y Walther
19
1ª Corintios 11 contiene un ejemplo similar que usa las mismas palabras: “recibisteis” y
“entregado”. Esto indica que 1ª Corintios 15 no es el único ejemplo donde Pablo usa material
de la tradición en sus epístolas.
Segundo: Las tres veces que se repite la palabra griega “jóti”, traducida “que”, indica un
modelo formulado simplificado de información de credo (“…Que Cristo murió por nuestros
pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día…”). Los
eruditos han notado que “jóti” (o, “kaí jóti”, traducido “y que”) funciona como comillas para
enlazar todas las secciones. De hecho, si se quitan las palabras “jóti”, el material sería todavía
gramatical y sintácticamente (con relación a la construcción de oraciones) correcto en el
griego: Sin “kaí jóti” el texto se leería: “Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las
Escrituras; fue sepultado, resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a
Cefas, y después a los doce.” Es probable que Pablo haya agregado “kaí jóti” para darle
énfasis.
Tercero: En el texto, no hay palabras paulinas como, por nuestros pecados, de acuerdo a las
Escrituras, el número ordinal después del sustantivo en la referencia al tercer día y a los doce.
Finalmente: El credo muestra un modelo cuádruple de muerte-sepultura-resurrección-
apariciones. La sepultura refuerza la muerte, mientras que las apariciones refuerzan la
resurrección.
(1) Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Mientras que otros proponen que el credo es de origen helenístico, en lo que todos
concuerdan es que el credo nació en la iglesia palestinense sin importar si fue dado en
lengua semítica o helenística.
Los eruditos promueven tres lugares donde posiblemente Pablo recibió el credo: Damasco
Antioquía, Jerusalén,
Damasco: Se tiene en cuenta esta ciudad porque fue donde Pablo experimento su
conversión al Cristianismo y al parecer paso tres años en ese lugar.
Antioquía: pues el libro de los Hechos narra la gran actividad misionera de Pablo en esa
ciudad la cual tenía gran influencia griega.
Jerusalén: El lugar más probable para que Pablo hubiera recibido este credo, ya que en
Gálatas Pablo menciona que viajo a Jerusalén para reunirse con los apóstoles y además el
creo tiene dos nombres propios, Cefas y Jacobo.
PROPÓSITO
Este relato ya no es una repuesta de Pablo a las inquietudes de la Iglesia en Corinto, sino
más bien una declaración doctrinal acerca de la resurrección primeramente de Cristo y
también de los creyentes; ya que al parecer algunos creyentes de Corinto creían en la muerte
y resurrección de Cristo, pero dudaban en la resurrección de ellos mismos. Posiblemente
21
había una corriente doctrinal que la daban más énfasis a lo espiritual (pneumatikos) que al
cuerpo, es por esta razón que Pablo tiene que reafirmar lo que él ya había enseñado.
Vr.1 Pablo inicia hablando de la verdad del Evangelio (εὐανγελίζω – euangelízo) el cual
estaba fundamentado en la resurrección de Cristo. Vr.2 El apóstol pide que guarden el
mensaje que le fue predicado, el cual es:
Vr. 3 os transmití: Introducción al credo que Pablo recibió y que a su vez comunicó. Pablo
insertó el triple kai hoti, «y que». Murió por nuestros pecados según las Escrituras: La
interpretación de la muerte de Jesús a la luz de Is 53,5 puede remontarse a Jesús mismo. Vr.
4 fue sepultado: Esto garantizaba el carácter real de su muerte, resucitó al tercer día según
las Escrituras: La única referencia precisa es Os 6,2, pero la tradición judía posterior
consideró el tercer día el día de la salvación (Gen. Rah. 5b sobre Gn 22,4-5; H. Friedman y
M. Simón, Midrash Rabbah [Londres 1939] 1. 491). Vr. 5 se apareció: El vb. óphthé no se
debe entender como voz pasiva, sino media Lo que se subraya es la iniciativa de Jesús, no la
experiencia subjetiva de los beneficiarios. Vr. 6 La intención de este añadido de Pablo es
subrayar que todavía vivían testigos oculares a los que se podía preguntar. No es un
duplicado del acontecimiento de Pentecostés. Vr. 7 a Santiago, y más tarde a todos los
apóstoles: Fragmento tradicional insertado por Pablo para servir de transición a su propia
experiencia. Como Pablo, Santiago, «el hermano del Señor» (Gál 1,19), no había sido
discípulo de Jesús (cf. Hch 1,21-22). Una aparición a Santiago se cuenta en EvHeb 1
(HSNTA 1. 165). Vr.8 como a un aborto: Posiblemente un insulto utilizado por los
adversarios de Pablo, que se burlaban de su apariencia física (2 Cor 10,10) y negaban su
condición de apóstol (1 Cor 9,1-18). Vr. 10. he trabajado más que todos ellos: Esta nota
polémica hace alusión a la situación tratada en 9,1-18.
Los evangelios no tienen una unificación de relatos con respecto a la pascua, en ellos
encontramos las diferentes Cristofanías (apariciones el Cristo Resucitado) algunas de ellas
ocurrieron al aire libre, otras en casa, dentro de Jerusalén, en una aldea en Judea, algunas a la
orilla del lago Genesaret, en las montañas de Galilea y una fuera de Palestina. ii
La confesión de fe más antigua en 1 Corintios 15,4 está en total acuerdo con el relato de los
evangelios en que la resurrección de Cristo se produjo al tercer día después de la crucifixión,
además los cuatro evangelios también coinciden en que fue en la mañana del día de pascua
que las mujeres visitaron la tumba y es el punto de partida de todos los acontecimientos
acerca de la aparición (parusía) de Jesús. Es María Magdalena la que se encuentra presente
en todos los relatos de los evangelios, a pesar de saber que para la época las mujeres no eran
testigos validos. (Lucas 24, 22; Juan 20, 3-10, Marcos 16,10 ).
Pablo usa el verbo en pasivo perfecto («él ha sido resucitado»), lo cual da a entender que fue
resucitado pero también que todavía vive.iii
Así como Jesús por su gracia y misericordia se le apareció a Pablo, también lo ha hecho con
nosotros, para mostrarnos su poder capaz de transforma vidas, fuimos elegidos para ser
testigos de su resurrección y por lo tanto no podemos quedarnos callados, tenemos que
anunciar el mensaje de salvación al mundo entero, seguir transmitiendo este legado de fe,
pues una de las preguntas de Jesús era que si al volver ¿Habrá fe en la tierra?. Los evangelios
relatan cómo los religiosos intentaron ocultar la resurrección de Cristo, pues hoy los tiempos
no son diferentes, muchos intentar negar la resurrección de Cristo y su divinidad, por lo
tanto es nuestra responsabilidad proteger la sana doctrina, y estar preparados para hacer
defensa de nuestra fe, ayudar a la gente a alcanzar el regalo de la salvación provista por Jesús
en la cruz para todo aquel que se acerca a él.
Finalmente puedo decir que nuestra vida solo es significativa cuando vivimos para Jesús, que
no importa las circunstancias difíciles que tengamos que afrontar es necesario permanecer
firmes en él, Cristo en nosotros la esperanza de gloria, él es fiel y justo y cumplirá su promesa,
no es en vano todo lo que hagamos a favor de establecer su reino en la tierra, Cristo volverá
pronto para salvar a los que han colocado su fe en él.
25
CONCLUSIÓN
Este trabajo fue de gran importancia para mí, ya que me permitió explorar estudios de diferentes
eruditos y descubrir una mayor riqueza del texto bíblico, además de despertar una pasión por
seguir profundizando en aprender a encontrar el sentido primario de las escrituras.
A Dios gracias por darme el direccionamiento y guía para poder intentar abordar esta breve
investigación.
26
BIBLIOGRAFÍA
A.T. ROBERTSON, Comentario al Texto Griego de nuevo testamento, CLIE, Barcelona 2002
FEE, G. D. (1994). Primera Epístola a los Corintios, Grand Rapids, MI: Nueva Creación
GERD Theissen, Colorido Local Contexto Histórico en los Evangelios, Ediciones Sígueme,
Salamanca, 1997.
GORDON D. Fee, Exegesis del Nuevo Testamento, editorial vida, Miami, 1992
MIGUEL Salvador García , Comentario al nuevo Testamento, Casa de la Biblia, Madrid 1995.
RUDOLF Bultmann, Teología del Nuevo Testamento, Ediciones Sigueme, Salamanca 1981.
http://www.nestle-aland.com/en/read-na28-
online/text/bibeltext/lesen/stelle/56/150001/159999/
http://nttranscripts.uni-muenster.de/AnaServer?NTtranscripts+0+start.anv
i Estrabón, Geografía VIII 6,20, habla de la «dueña de dos puertos» por el modo como está combado
este istmo, el Céncreas, el puerto que daba acceso al mar oriental en el golfo Sarónico, distaba unos diez
km de Corinto, hacia el este; el Lequeo, el muelle que daba acceso al mar occidental en el golfo de
Corinto, estaba situado a unos tres km al norte de la ciudad en la antigüedad había una calzada
pavimentada, el diolkos, a través del istmo, que facilitaba el comercio entre los mares, Además del
transporte de mercancía de unos barcos a otros, unas entalladuras en la roca permitían que se pudiera
arrastrar pequeñas embarcaciones de un mar a otro, evitándose así un viaje peligroso de unas doscientas
millas en torno a la traicionera punta de la península. Aunque Nerón comenzó a excavar un canal, fue
solo en 1893 cuando quedaron unidos los dos mares por el canal de Corinto.
ii La cristofanía de que fue objeto Pedro desencadenó una avalancha. De los numerosos
acontecimientos que vinieron a continuación, hablaremos sólo especialmente de la aparición «(antes
más de quinientos hermanos reunidos» (1 Cor 15, 6). El problema ante el que nos sitúa este
acontecimiento es que falta en todos los relatos de pascua, aunque se enumera en tercer lugar en el
catalogo de apariciones de 1 Cor 15, 5-8. Un suceso tan espectacular, del que vivían todavía cientos
de testigos, ¿iba a quedar sin sedimento alguno en las fuentes? Ahora bien, en el nuevo testamento
tenemos también otro relato sobre otro acontecimiento que se desarrolló también ante muchos
cientos de espectadores: la historia de pentecostés (Hech 2, 1-13). Ambos sucesos no sólo están
ligados entre sí por el gran número de testigos, sino también por haber ocurrido en el mismo
escenario. En efecto, cuando Pablo dice (1 Cor 15, 6) que, de los quinientos, «la mayor parte viven
todavía, aunque algunos han muerto», esta observación, que pretende acentuar la veracidad de la
noticia, nos está indicando también indirectamente el lugar de la aparición. Porque la posibilidad de
verificar quiénes Vivían aún, entre los testigos oculares de esa aparición, un cuarto de Siglo más tarde,
presupone que la mayoría de los quinientos residían en un mismo lugar. Y este lugar sólo puede ser
Jerusalén. De ahí que, desde los días de la escuela de Tubinga, haya ganado muchos adeptos la
hipótesis de que la aparición
ante quinientos hermanos y el acontecimiento de pentecostés no son más que dos tradiciones
distintas de un mismo y único acontecimiento 33. Desde luego, en favor de esta combinación
puede apelarse a Jn 20, 23, donde vemos asociadas una Cristofanía y una recepción del Espíritu. La
extraña bifurcación de la tradición podría explicarse en el sentido de que, con ocasión de una
Cristofanía ante una gran multitud de personas, habría hecho aparición la glosolalia. Y, entonces, la
tradición habría hecho resaltar unas veces una faceta, y otras veces otra. Esta yuxtaposición sería un
importante ejemplo de lo lejos que estaba de los relatos más antiguos cualquier materialización de las
cristofanías.
Sea como sea, la aparición de Cristo a Pablo, que se menciona como la última en 1 Cor 15, 3 ss, y
que consistió en la visión de la luz resplandeciente (2 Cor 4, 6; Hech 9, 3; 26, 13), atestigua claramente
el carácter pneumático de las cristofanías; esta cristofanía puede considerarse como típica de todas.
28
iii La resurrección de Cristo se afirma mediante una palabra que significa originalmente «despertar,
despertarse» (egeirein): Cristo fue despertado (se sobreentiende de la muerte, que acaba de mencionarse).
En otras fórmulas se prefiere utilizar otro verbo «hacer que uno se levante, levantarse, resucitar» (anistémi,
anasténai). Según especialistas en lenguas semíticas10 la palabra «despertar » serviría para traducir el otro
término más antiguo, «levantarse »; uno y otro, sin embargo, pueden indicar el acto inicial y el resultado
de la resurrección. No obstante, al no poder apenas expresarse el resultado mediante la palabra «el
Despertado», ciertos críticos preferirían reservar la palabra «despertar» para la acción misma de Dios que
resucita a su Hijo, tanto más cuanto que ésta de suyo está más abierta a otro aspecto: el de la exaltación.
Nada se impone en este ámbito. Es igualmente difícil precisar cuál es el papel de Cristo en el
acto de su resurrección. Se pensa ría a primera vista que al ser pasiva la forma del verbo (egegertai), la
fórmula de fe sugiere, a la manera semítica, que el autor de la resurrección es Dios en persona: «Cristo ha
sido despertado». Pero la forma pasiva también puede entenderse igualmente en sentido medio: «Cristo
se ha despertado». En tal caso Cristo habría estado activo en su resurrección, como Juan el teólogo lo
dirá más tarde al presentar a Jesús como capaz de «recuperar su vida» (Jn 10,17). Se impondría el sentido
medio si el tiempo del verbo fuese un aoristo que se encontrase al lado de otro aoristo, como por ejemplo
en Le
24,34: «Sí, Cristo se ha despertado (egérthé) y se ha hecho ver (óphthé) de Simón», o también a propósito
del niño epiléptico que Jesús «hizo levantar» (egeiren): «se puso en pie» (atieste: Me 9,27; cf. 1 Tes 4,14).
Pero no es éste el caso, ya que el verbo está en perfecto (egegertai) y sigue a un aoristo: «murió»
(apethanen).
No se puede, pues, demostrar si la fórmula se refiere a Dios o a Cristo como autor de la resurrección.
Por el contrario se puede llegar a una certeza sobre otro punto, precisamente a partir de la consideración
de los tiempos de los verbos. En 1 Cor 15 el tiempo perfecto del verbo significa que el interés se dirige,
no hacia la acción pasada, sino sobre el efecto que ésta tiene en el tiempo presente. Cristo ha muerto de
una vez para siempre (aoristo), está vivo hoy (perfecto). El contraste parece intencionado, tanto más
cuanto que Pablo utiliza en seis ocasiones el mismo perfecto en nuestro contexto (1 Cor 15, 12-20)n. Al
utilizar el tiempo perfecto el autor proclama que Cristo está hoy resucitado; a lo que se apunta es al nuevo
estado de Cristo. Lo que interesa no es propiamente el acto pasado, sea de Cristo o de Dios, sino Cristo
presente.