El rol de la música en 

la iglesia 
 
Esta serie de tres artículos fue publicado en la revista LA FUENTE en las 
ediciones #112, #113, #114. 
 
 
 
 
 
Estos son los temas desarrollados: 
 
1. CÓMO TRANSFORMAR MÚSICOS EN MINISTROS. 
Privilegios y desafíos de servir con la música. 
 
2. TRANSFORME SUS MÚSICOS EN COLABORADORES. 
El líder de alabanza y su relación con el liderazgo de la iglesia. 
 
3. ¡QUE TUS MÚSICOS ESTUDIEN! 
La importancia de la capacitación musical. 
 
 
 
 
 

 
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MÚSICA Y ADORACIÓN
SERIE: EL ROL DE LA MÚSICA
EN LA IGLESIA (1/3)
Cómo transformar
músicos en ministros
Privilegios y desafíos de servir con la música
Tanto ya se ha hablado de la música
en la iglesia, y por años se ha dis-
cutido cómo hacerlo correctamente.
Gran parte de la discusión tiene que
ver con los estilos musicales, los ins-
trumentos, las formas y propósitos.
Invito a cada pastor, a cada músico,
a cada líder, a fijarse en la necesi-
dad de formar corazones sanos,
fuertes en el Señor, para servir en
cualquier área en la iglesia, incluso
en la música.
Después de muchos años sirviendo
en varias iglesias y en varios países,
he entendido que servir con la mú-
sica en la iglesia es un “ministerio”
y no tan solamente un “equipo de
alabanza”, como se lo llama común-
mente.
El ministerio de la música es un mi-
nisterio más con el cual podemos
servir y adorar a nuestro Dios, como
lo hace el ministerio de jóvenes, el
de parejas, el de mujeres, el de in-
tercesión, etc. Cada uno, con los
dones que el Señor le ha dado, con
un propósito específico.
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¿Para qué un ministerio de
música?
Primeramente, ¿qué significa “minis-
terio”? Es un cargo de servicio en un
área específica. Los propósitos del
ministerio de música en la iglesia
son:
Usar la música como un medio
para glorificar el nombre de Dios y
sus maravillas (1 Cr 16.4).
Ser un instrumento para la revela-
ción del Espíritu Santo (2 R 3.15).
Obtener victoria en la guerra espi-
ritual (2 Cr 20).
Disciplinas del ministerio
Para llegar a cumplir con estos pro-
pósitos, indefectiblemente se tendrá
que considerar algunas disciplinas
básicas de cada siervo en el minis-
terio.
A. Buscar el rostro de Dios y su
santidad (Salmo 24)
Como ministros en la música, es
primordial estar en una comunión
permanente con el Señor, vivir cons-
cientemente en su presencia. ¡No
hay manera de que nosotros, como
ministerio, llevemos a nuestra con-
gregación a su presencia si noso-
tros mismos no estamos allí!
Cuando estaba reflexionando sobre
esto, varios años atrás, el Señor me
mostró esta ilustración: Si no estoy
en su presencia y trato de llevar a la
congregación allí, es como describir
y “vender” unas vacaciones muy bo-
nitas en un lugar hermoso, donde yo
mismo nunca he estado.
B. Permanecer en Cristo
Como todos sabemos, no pode-
mos permanecer en Él sin hacer un
esfuerzo. Para que nosotros “per-
manezcamos” en Él, necesitamos
permitir que su vida fluya hacia la
nuestra (Juan 15).
Esto sucede cuando pasamos tiem-
po con Él. La única forma de que
nuestro espíritu esté conectado con
el suyo es a través de la oración y la
meditación en su Palabra.
 “Es primordial estar en
una comunión perma-
nente con el Señor.
¡No hay manera de que
llevemos a nuestra con-
gregación a su presen-
cia si nosotros mismos
no estamos allí!”
C. Recibir para dar
La buena intención de hacerlo no
basta. Los famosos devocionales no
sirven si no nos tomamos el tiempo
para callarnos delante del Dios so-
berano y meditamos en su Palabra,
hasta oír su voz. ¿Qué podemos dar
de nosotros mismos? ¡Nada! Sola-
mente de lo que el Señor nos da. Es
nuestra “obligación” como ministros
ir a la fuente a llenarnos, para luego
ser canales a ser usados por Él.
Las marcas de los siervos
fructíferos
Si realmente nos alimentáramos
como ministros, disciplinada y cons-
tantemente, tendríamos siervos con
las siguientes características:
A. Espiritualmente sanos y fuertes:
Han podido reconocer sus erro-
res, sus fracasos, han buscado
ayuda y son libres de cadenas de
pecados del pasado (Sal 139.23-
24, Sal 24).
Tienen dominio propio, no se de-
jan llevar por sentimientos o emo-
ciones. Tampoco por la corriente
general del mundo. Permanecen
firmes en sus convicciones y valo-
res bíblicos (2 Ti 1.7).
Su identidad está firme en Jesús.
Reconocen su valor por lo que
“son” en Cristo y no en lo que “ha-
cen” por Cristo (Ro 8.37). Saben
que el hacer es resultado del ser.
B. Humildes:
No se lucen en la tarima para tocar
el domingo en el culto principal.
Ayudan al nuevo miembro del gru-
po a sentirse aceptado.
Sirven colocando las sillas, sacan-
do la basura, etc., cuando hace
falta. No se dedican solamente al
equipo de sonido, los micrófonos
y los parlantes.
Saludan y abrazan al abuelito o la
abuelita que viene solo/a al culto.
¡Aman a la gente! (Segundo man-
damiento más importante, Mt
22.39).
Alientan a los demás, no se pasan
criticando o quejándose.
Saben recibir exhortación y con-
sejos.
C. Sumisos:
Se someten a la voluntad de Dios
en todo. No hacen excepciones
de acuerdo a lo que a ellos les pa-
rezca mejor.
Se someten a su pastor. No se
quejan a sus espaldas, no chis-
mean, sino que más bien levantan
a sus pastores y líderes en oración
ante el trono de la gracia (Ro 13).
D. Santos:
Saben por quién viven: por el Es-
píritu Santo. Son guiados por el
Espíritu y no por su carne (Ro 6 y
7).
Estos son los requisitos fundamen-
tales, y solo algunos de los muchos
resultados que impactarán a tu igle-
sia al cumplirlos.
Por Sigrid Enns
Sigrid es de Paraguay
y posee licenciatura en
Música Sacra y profe-
sorado de Piano. Se de-
dica a la enseñanza de
piano y el mentoreo a jóvenes y mujeres.
Su esposo, Arnold Enns, es presidente
ejecutivo de COICOM. Llevan 20 años
de casados y tienen dos hijos.
MAYO 2015 | 21

Transforme sus músicos
en colaboradores
El líder de alabanza y su relación con el liderazgo de la iglesia
La relación personal del ministro de
alabanza con Dios es vital, ya que
su ministerio debe ser el resultado
de una comunión real con su Señor.
Pero también es de vital importancia
la relación del ministro con su pastor
y los demás líderes de la iglesia.
1. Se sujeta a la autoridad y
visión de su pastor (Ro 13; Tit
3.1; 1 P 1.13-15; Dt 28.1-20)
El líder del ministerio de música
debe de estar seguro hacia dónde
está el pastor llevando a la iglesia,
cuál es la visión de la iglesia. Aun-
que los pastores no siempre son
muy claros en transmitir la visión
a sus líderes, es importante que el
pastor tenga expectativas claras de
cada líder de los ministerios de la
iglesia. Esta es su responsabilidad.
La responsabilidad del ministro de
música es sujetarse a esta visión
y hacer todo lo posible en caminar
hacia esa visión, llevando a todo el
grupo musical hacia el cumplimien-
to de esa visión.
2. Es discipulado por su
pastor (Tit 1.5-11)
El líder del ministerio de música y
los demás líderes deberían estar en
discipulado constante con su pas-
tor. La forma y método para hacerlo
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tendrá que ser de acuerdo a la guía
del Espíritu Santo para cada iglesia.
Pero el hecho de reunirse para es-
tudiar la Palabra, orar y abrir sus
corazones es de gran importancia
para la unidad de equipo. Los resul-
tados de unidad entre el pastor y los
líderes de cada uno de los ministerio
(incluyendo el de la música) son:
Apoyo y lealtad al pastor de parte
de los líderes.
Cobertura espiritual y cuidado de
parte del pastor a sus líderes.
3. Estudia la Palabra de Dios
y la enseña a otros (1 Ti 5.17)
Como ya hemos mencionado arriba,
es importante e imprescindible que
el líder del Ministerio de Música es-
tudie la Palabra de Dios. El líder no
solamente es responsable de tener
una relación estrecha con el Señor
y estudiar la Palabra de Dios, sino
también de enseñar a los miembros
de su equipo. Él es responsable de
discipular, ser mentor a su equipo.
Si los músicos no estudian la Pala-
bra de Dios en forma regular, me-
tódicamente, disciplinadamente, el
ministerio de música puede alcan-
zar cierto nivel musical, pero no va
a poder alcanzar un nivel alto de im-
pacto espiritual.
MÚSICA Y ADORACIÓN
SERIE: EL ROL DE LA MÚSICA
EN LA IGLESIA (2/3)
Hay muchísimos grupos musicales
en iglesias que son buenos musi-
calmente, pero de poco impacto
espiritual. En mi experiencia este
desafío es uno de los más difíciles
de superar.
El líder del ministerio es responsable
de tener una buena base teológica
para poder enseñar a su equipo a
vivir una vida santa, de acuerdo a
la Palabra de Dios. Pero mucho más
que eso, el ministerio de música es
llamado a enseñar a la congrega-
ción la Palabra a través de la mú-
sica.
El líder que conoce la Palabra de
Dios y su importancia va a ser sa-
bio para aprovechar el tiempo para
enseñar a su equipo y también a la
congregación, ¡apoyando así el for-
talecimiento del Cuerpo para cum-
plir su propósito en este mundo!
Por Sigrid Enns
Sigrid es de Paraguay
y posee licenciatura en
Música Sacra y profe-
sorado de Piano. Se de-
dica a la enseñanza de
piano y el mentoreo a jóvenes y mujeres.
Su esposo, Arnold Enns, es presidente
ejecutivo de COICOM. Llevan 21 años
de casados y tienen dos hijos.
JUNIO 2015 | 13

¡Que tus músicos estudien!
La importancia de la capacitación musical
Hablemos de la importancia de la
preparación musical —teórica y
práctica. En los tiempos que vivi-
mos, en este siglo tecnológico, no
hay casi excusas de no poder acce-
der a clases de música. Si uno real-
mente quiere aprender, solo necesi-
ta tener el instrumento y ponerse a
buscar clases en el internet, tomar-
se el tiempo de sentarse y practicar.
El líder del Ministerio de Música en
cada iglesia es responsable de in-
centivar y alentar a sus miembros a
estar en constante capacitación y
aprendizaje —incluyendo todos los
instrumentos, voces y sonido. Las-
timosamente, no todos los pastores
ven la importancia del mucho ensa-
yo, muchas clases o inversión en se-
minarios para músicos.
El talento no lo es todo
Hay pastores que tienen el concep-
to que lo único importante es que el
músico esté estudiando la Palabra
de Dios. ¡Y es cierto! Es lo más im-
portante, pero si quiere ser un líder
capacitado a llevar a su congrega-
ción a la adoración, necesita estar
preparado musicalmente también.
Tiene que practicar, necesita saber
técnicas musicales, entender pro-
gresión de acordes, leer notas, sa-
ber enseñar a sus discípulos.
Tener talento no es suficiente. Es
importante buscar capacitación y
mejorarse en su área de servicio (1
www.revistalafuente.com
Cr 25.1). Sin embargo muchos ven
obstáculos a la capacitación y la
profesionalización en la preparación
musical en la iglesia.
Cuatro obstáculos a vencer
en esta área:
1.El Pastor o el liderazgo de la igle-
sia que no entiende la necesidad
de invertir dinero y tiempo en cla-
ses de música. Si el pastor de la
iglesia no cree que sus músicos
necesitan capacitación constan-
te, este ministerio se deteriorará
muy rápido. En cambio, si el pas-
tor incentiva e inclusive fomenta el
estudio, las clases teóricas y las
prácticas en la iglesia el ministerio
crecerá e inclusive podría impac-
tar a su vecindario, abriendo una
escuela de música.
2.Espacio físico y fondos. Muchos
grupos de música en la iglesia no
tienen una sala de ensayo (¡los
que la tienen son muy afortuna-
dos!). Entendemos que es muy
costoso adquirir equipos e instru-
mentos. Pero vale la pena invertir
en tener instrumentos de buena
calidad! No es necesario empezar
a comprar todo al mismo tiempo.
Con la ayuda de Dios, la guía del
Espíritu Santo se puede llegar a
armar una banda completa con
el tiempo. Se necesita visión, pa-
ciencia y mucha sabiduría del Se-
ñor para ir formando y armando
esto.
MÚSICA Y ADORACIÓN
SERIE: EL ROL DE LA MÚSICA
EN LA IGLESIA (3/3)
3.Creer en la excusa “Dios mira solo
el corazón”. Hay músicos en igle-
sias que dicen que para Dios es
más importante la intención del
corazón por lo tanto no es tan
importante ensayar y tocar con
excelencia. Al solamente concen-
trarse en la parte espiritual, trae
desequilibrio.
4.El “súper músico”. Esta es la per-
sona que cree saberlo todo y no
hay muchos quienes le puedan
enseñar algo nuevo. No estamos
juzgando aquí, sino alentando a
TODOS a ser humildes y ense-
ñables (¡incluyendo a aquellos
que saben mucho musicalmen-
te!). También todos necesitamos
aprender a ser pacientes con
otros y saber enseñarles. Los mú-
sicos que ya tienen más experien-
cia tendrán que saber enseñar a
los principiantes e incluirlos en los
ensayos. Nadie es imprescindible
en la obra del Señor. ¡El que más
enseña en amor, es quien más
aprende! (1 Cr 25.8; 2 Ti 2.2, 24).
Por Sigrid Enns
Sigrid es de Paraguay
y posee licenciatura en
Música Sacra y profe-
sorado de Piano. Se de-
dica a la enseñanza de
piano y el mentoreo a jóvenes y mujeres.
Su esposo, Arnold Enns, es presidente
ejecutivo de COICOM. Llevan 21 años
de casados y tienen dos hijos.
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