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LOS TRASTORNOS EMOCIONALES

La mayoría de la gente tiene cambios de humor de vez en cuando. Un día se


sienten irritables y al día siguiente están perfectamente contentos. Pero
cuando hay un trastorno emocional, los cambios de humor no son tan simples.
Estos trastornos pueden ser muy penosos y causar mucho daño, pero tienen
tratamiento.

Los trastornos emocionales son enfermedades que afectan la manera en que


uno piensa y se siente. Los síntomas pueden ser muy severos y en la mayoría de
los casos no desaparecen por sí solos.

CAUSAS

- No se conoce la causa exacta de los trastornos emocionales, aunque se


sabe que son hereditarios.

- Los cambios en los niveles de ciertas sustancias químicas en el cerebro


también pueden desempeñar un papel importante.

- Estos trastornos afectan tanto a los hombres como a las mujeres de


cualquier edad, raza y nivel económico.

TIPOS COMUNES DE TRASTORNOS EMOCIONALES EN NIÑOS Y


ADOLESCENTES

Depresión grave: estado de ánimo deprimido o irritable o una marcada


disminución en el interés o placer por las actividades habituales, junto con
otros signos, que se prolonga, al menos, por dos semanas

Trastorno distímico (distimia): estado de ánimo crónico, de bajo grado,


deprimido o irritable que perdura por lo menos durante un año

Trastorno bipolar (síndrome maníaco depresivo): episodios maníacos (período


de euforia), generalmente intercalados con períodos de depresión
SÍNTOMAS DE LOS TRASTORNOS DEL ESTADO DE ÁNIMO

Según la edad y el tipo de trastorno del estado de ánimo presente, una persona
puede mostrar diferentes síntomas de depresión. A continuación, se enumeran
los síntomas más comunes de un trastorno del estado de ánimo. Sin embargo,
cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas
pueden incluir:

• Sentimientos persistentes de tristeza.

• Sentimiento de desesperanza o desamparo.

• Baja autoestima.

• Sensación de ineptitud.

• Culpabilidad excesiva.

• Deseos de morir.

• Pérdida de interés en actividades habituales o actividades que antes se


disfrutaban.

• Dificultad en las relaciones.

• Perturbación del sueño (por ejemplo, insomnio, hipersomnio)

• Cambios del apetito o del peso.

• Disminución del movimiento.

• Dificultad para concentrarse.

• Disminución de la capacidad de tomar decisiones.

• Pensamientos suicidas o intentos de suicidio.

• Molestias físicas frecuentes (por ejemplo, dolor de cabeza, dolor de


estómago, fatiga).

• Intentos o amenazas de escaparse del hogar.

• Hipersensibilidad ante el fracaso o el rechazo.

• Irritabilidad, hostilidad, agresión.


En los trastornos del estado de ánimo, estos sentimientos son más intensos de
lo que un individuo normalmente puede sentir de vez en cuando. También es
preocupante si estos sentimientos se prolongan por un largo período o si
interfieren con el interés del individuo en la familia, los amigos, la comunidad o
el trabajo. Toda persona que exprese ideas de suicidio debe ser sometida a una
evaluación inmediatamente.

Los síntomas de los trastornos del estado de ánimo pueden parecerse a los de
otras condiciones o problemas psiquiátricos.

MANIA

"Especie de locura, caracterizada por delirio general, agitación y tendencia al


furor".

"Extravagancia o preocupación caprichosa por un tema o cosa determinada".

Llevados al extremo, ambos problemas pueden ocasionar deterioro en la


convivencia de una persona e interferir en la realización de sus actividades
cotidianas; sin embargo, sólo la primera es considerada propiamente como
manía, aunque la opinión popular se suele inclinar por darle tal nombre a la
segunda. Por ello, bien vale ahondar sobre este tema para evitar confusiones y,
ante todo, destacar que cada padecimiento tiene origen particular y
tratamiento específico.

Orden y repetición

Comprobar en decenas de ocasiones que los objetos del escritorio se


encuentran en orden, contar una y otra vez los automóviles estacionados en la
calle, cerciorarse cada determinado lapso de que la puerta de la casa tiene
puesto el seguro o verificar constantemente que la llave del gas y del agua
están cerradas, son algunas de las conductas a las que llamamos manías, las
cuales, en caso de ser muy frecuentes y numerosas, dejan de ser
manifestaciones de extravagancia para convertirse en auténticos dictadores
de la voluntad.

Los especialistas en salud mental definen a estas actitudes como rituales, y nos
dicen que son característicos de personas que padecen trastornos obsesivos
compulsivos, es decir, aquel trastorno en que el paciente experimenta estados
de ansiedad o nerviosismo que a su vez desencadenan pensamientos,
sentimientos, sensaciones e ideas recurrentes (obsesiones), así como
comportamientos que "deben efectuarse" sin que exista razón aparente
(compulsiones).

En estos casos es común que se experimente alto grado de rigidez en la


estructura de la personalidad, misma que atormenta al paciente y dificulta sus
relaciones sociales, ya que en la ruptura del orden que desea mantener le
genera incertidumbre, tensión interna y enojo.

Algunos de los rituales o manías más frecuentes son:

 Necesidad de que todas las cosas de la casa estén en su sitio.


 Tendencia a colocar los objetos de manera simétrica y alineada.
 Dedicación excesiva al trabajo y productividad (sin necesidad económica
de ello), con lo que se excluyen actividades de ocio y amistades.
 Hacer recuentos, una y otra vez, por la necesidad de numerar y
clasificar.
 Rigidez extrema con la puntualidad propia y ajena.
 Miedo irracional a enfermar que conduce a tomar precauciones
exageradas, visitar médicos por síntomas leves, usar amuletos, consultar
curanderos, protegerse con temor de las corrientes de aire, los
contagios y todo lo que se percibe como un peligro.
 Necesidad de lavarse las manos constantemente, puede ser también la
boca.
 Miedo a tocar cosas que hayan entrado en contacto con otras personas o
a saludar de mano.
 Manías más frecuentes, Miedo a tocar cosas
 Miedo exagerado a contaminarse con productos alimenticios y sus
componentes.
 Asco de las secreciones corporales propias.
 Tendencia a comprobar en varias ocasiones que puertas, ventanas, llaves
y luces están debidamente cerradas y/o apagadas.
 Ahorro excesivo en gastos propios y ajenos, pues el dinero se considera
como "algo que hay que acumular en previsión de catástrofes futuras".
 Incapacidad para deshacerse de objetos gastados o inútiles, incluso
cuando no tienen valor sentimental.

DEPRESION

La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la


presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o
falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio
y falta de concentración.

La depresión puede llegar a hacerse crónica o recurrente, y dificultar


sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para
afrontar la vida diaria. En su forma más grave, puede conducir al suicidio. Si es
leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos, pero cuando tiene
carácter moderado o grave se pueden necesitar medicamentos y psicoterapia
profesional.

La depresión es un trastorno que se puede diagnosticar de forma fiable y que


puede ser tratado por no especialistas en el ámbito de la atención primaria.

De forma general, deben existir al menos dos de estos tres síntomas


típicos de la depresión:

 Ánimo o humor depresivo no habitual en el paciente, constante durante


todo el día y mantenido en el tiempo de forma casi constante.
 Pérdida o ausencia de interés por actividades anteriormente
placenteras.
 Aumento de la capacidad de fatiga, o pérdida de la vitalidad habitual.

Por regla general, y en base a determinadas escalas o cuestionarios a los que se


somete a los pacientes, estos suelen referir síntomas relativos a un ánimo
depresivo, con tristeza y desesperanza, sin interés por sus actividades
habituales, con menor energía o ninguna para desenvolverse en su día a día. El
sentimiento de culpabilidad también puede aparecen en algunos casos reactivos
a determinadas situaciones que han originado el cuadro.

Desde el punto de vista orgánico, la persona con depresión se siente lenta en


sus movimientos, a veces con dificultad para concentrarse, con una pérdida de
apetito que puede generar trastornos de la alimentación, y con afectación en el
descanso nocturno.

Y el dato crucial en la sintomatología del individuo depresivo suele ser la


ideación suicida, es decir, la elaboración de un pensamiento con el que terminar
con su vida, e incluso intentarlo. Hablar de esta idea no promueve el acto en sí,
por lo que sus familiares o los médicos que aborden el problema no deben huir
de esta pregunta. Es de vital importancia reconocer factores que puedan
favorecer la idea de suicidio en la persona deprimida, tales como vivir solo,
tener antecedentes familiares de suicidio, tener intentos previos, síntomas
delirantes, etcétera.

TRASTORNO BIPOLAR

El trastorno bipolar, también conocido como trastorno maníaco depresivo, es


una enfermedad mental que se caracteriza por la alternancia de fases
depresivas y de euforia (manía), y que tiene tendencia a volverse crónica.
Cuando un paciente pasa de un trastorno a otro, se dice que vira, y los
episodios también pueden precipitarse por medicación, cambios climatológicos,
alteraciones sociales…

La tristeza y la alegría se consideran reacciones normales en las personas ante


determinadas situaciones de la vida. En el primer caso es natural sentirse
afligido ante una pérdida o privación (muerte o separación de un ser querido,
despido laboral, enfermedad, desengaño...); al igual que los éxitos, los deseos
cumplidos y cualquier acontecimiento agradable, nos provocan alegría.
Sin embargo, cuando los trastornos afectivos resultan excesivos, o se
prolongan demasiado en el tiempo, pueden llegar a ser patológicos y requerir
atención médica.

El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, a diferencia de la


depresión que es más frecuente en mujeres. Lo más frecuente es que la
enfermedad se manifieste por primera vez entre los 10 y los 24 años, y se ha
observado una mayor incidencia de trastornos afectivos entre las personas
separadas y divorciadas, así como en aquellos que poseen un mayor nivel
socioeconómico.

Síntomas

 Los “episodios anímicos” del trastorno bipolar incluyen cambios inusuales


en el estado de ánimo conjuntamente con cambios inusuales en los
hábitos de dormir, niveles de actividad, pensamientos o comportamiento.
 Las personas con trastorno bipolar pueden tener episodios maníacos,
episodios depresivos o episodios "mixtos".
 Un episodio mixto incluye síntomas maníacos y síntomas depresivos.
 Los síntomas de un episodio anímico duran una o dos semanas y, a veces,
hasta más.
 Cuando una persona está pasando por uno de estos episodios, los
síntomas se le presentan todos los días y dura la mayor parte del día.

CICLOTIMIA

La Ciclotimia es un trastorno del estado de ánimo que presenta características


similares al Trastorno Bipolar, pero en una forma más “suave” en cuanto a
sintomatología, aunque tiende a ser más crónica.

Las personas con Trastorno Ciclotímico cuando se encuentran en sus momentos


más “bajos”, presentan síntomas como los de una depresión leve, pero no llegan
a ser tan severos como los de una depresión mayor. Cuando cambian su estado
de ánimo de la tristeza a la euforia, éste no llega a ser tan intenso como en los
que se observa en la fase maníaca de los Trastornos Bipolares, por eso se
clasifican como “hipomanía”, una forma menos severa de manía. Entre ambos
estados de ánimo, es probable que las personas que lo padecen se sientan
estables emocionalmente hablando, incluso sienten que es el único momento en
que “son ellas mismas”.

Síntomas

 Los síntomas de la ciclotimia son los altibajos emocionales. Los puntos


altos de la ciclotimia se caracterizan por presentar un estado de ánimo
alto (síntomas hipomaníacos), que se asemeja a los de la manía, pero son
menos graves. Los bajos consisten en síntomas depresivos leves o
moderados.

 Los síntomas de la ciclotimia son similares a los del trastorno bipolar I o


II, pero son menos severos. Cuando tiene ciclotimia, normalmente puede
llevar una vida diaria normal, aunque no siempre bien.

 La naturaleza impredecible de los cambios de estado de ánimo pueden


alterar significativamente la vida, porque nunca se sabe cómo se va a
sentir.
TRATAMIENTOS PARA LA ENFERMEDAD MANÍACO-DEPRESIVA

Hay cosas que uno puede intentar para evitar que sus cambios de estado de
ánimo se conviertan en episodios completos de manía o depresión. Los
mencionaremos más abajo, pero a menudo la medicación todavía es necesaria
para: mantener el estado de ánimo estable (profilaxis) y tratar una fase
maníaca o depresiva.

Medicamentos para estabilizar el estado de ánimo: el litio

Hay varios estabilizadores del estado de ánimo, muchos de los cuales también
se usan para tratar la epilepsia. El litio (una sal que existe en la naturaleza) fue
el primer estabilizador del estado de ánimo eficaz.

El litio se ha usado como estabilizador del estado de ánimo durante más de 50


años – pero no está claro cómo funciona. Se puede usar tanto para tratar fases
maníacas como fases depresivas.

El tratamiento con litio debe ser iniciado por un psiquiatra. Lo complicado es


conseguir el nivel de litio correcto en el cuerpo – demasiado bajo no funciona,
demasiado alto es tóxico. Por eso, se necesitan análisis de sangre a intervalos
regulares durante las primeras semanas para asegurarse de que la dosis es la
adecuada. Una vez la dosis es estable, el médico de cabecera puede recetar
litio y organizar los análisis de sangre periódicos.

Efectos secundarios: Pueden empezar a las primeras semanas de comenzar el

tratamiento con litio. Pueden ser molestos y desagradables, pero a menudo

desaparecen o mejoran con el tiempo.

Otros estabilizantes del estado de ánimo

Aunque el litio todavía es, con toda probabilidad, el estabilizante de estado de


ánimo más eficaz, haz otros medicamentos que se pueden discutir con el
psiquiatra.

‐Es posible que el valproato de sodio, un antiepiléptico, actúe con la misma

eficacia, pero no tenemos aún suficiente evidencia para estar seguros.


‐La carbamacepina es algo menos eficaz. Su uso no está normalmente

recomendado en el trastorno bipolar, pero si funciona no se necesita cambiarla.

‐Medicamentos antipsicóticos atípicos (como la olanzapina) también pueden

actuar como estabilizantes del estado de ánimo.

Tratamientos psicológicos

Entre fases maníacas o depresivas el tratamiento psicológico puede ayudar.


Este debería constar de 16 sesiones de una hora de duración por un período de
6 a 9 meses.

El tratamiento psicológico debería incluir:

• Psicoeducación – aprender más sobre el trastorno bipolar.

• Seguimiento del estado de ánimo – para ayudar a detectar cuando el estado


de ánimo empieza a cambiar.

• Estrategias para la identificación de diferentes estados de ánimo – para


ayudar a evitar que los cambios de humor se conviertan en verdaderos
episodios maníacos o depresivos.

• Ayuda para aumentar la capacidad de afrontar problemas en la vida diaria.

• Terapia conductivo conductual (TCC) para la depresión.

CONCLUSION

Los trastornos emocionales no se presentan de la misma manera en todas las


personas, de hecho, se confirma que la conducta de un individuo en particular
depende directamente del contexto en el que se encuentra, puede ser en
algunos casos que el comportamiento, por ejemplo, en el colegio, no sea el
mismo en la casa.
Trastornos emocionales
BIBLIOGRAFIA

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https://es.slideshare.net/dulcita1807/trastornos-emocionales-8382759

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