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IGNORANCIA

“La Historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: Por lo que fue, y contra lo que fue,
anuncia lo que será.
Eduardo Galeano

Alguna vez Fidel Castro dijo que es peor ser ignorante que analfabeto.
La ignorancia es un virus instalado en la gran mayoría de la sociedad latinoamericana.
Este virus es el medio que utilizan quienes nos explotan desde siempre, para lograr un
fin: Poner a su servicio nuestro suelo, recursos naturales y mano de obra para seguir
enriqueciéndose.
Este virus fue transmitido de generación en generación, firmemente vigilada por quienes
nos oprimen desde hace más de 500 años.
Cada tanto aparecen algunos que por no ser ignorantes, ejercitan la memoria, y se
alzan en contra del “orden establecido”. A la reacción lógica viene la respuesta:
Dictaduras represivas o democracias obsecuentes, cuya misión es silenciar las quejas
poniendo terror y balas a la agonía de los oprimidos.
Los ignorantes aceptan, sumisos, el destino impuesto. Se desentienden de cualquier
reacción en contra de ese destino.
América Latina acepta, desde hace varios siglos, la misión impuesta: Ser abastecedores
de materia prima y mano de obra barata, para que los demás se enriquezcan con
nuestra pobreza.
Nosotros somos tan culpables como ellos de nuestra desdicha. La ignorancia y la desidia
dominan nuestras acciones.
Tan solo conocer, entender nuestro pasado y tenerlo siempre presente, nos ayudaría a
decidir que lo que fue, ya no será.
Civilizaciones indígenas enteras, asesinadas por arcabuces, epidemias y trabajos
forzados, miran en silencio nuestro desinterés y nos suplican los honremos.
Las víctimas del saqueo: indios, negros y campesinos, nos ruegan que su muerte no
haya sido en vano.
Los pobres de hoy son la herencia del despojo, la opresión y el trato salvaje de quienes
nos dominan.
Millones murieron y mueren por su desmedido afán explotador. Víctimas del oro, plata,
cobre, hierro, azúcar, cacao, cueros, carnes, petróleo, etc, etc, etc, miran azorados
nuestra ignorancia y desidia.
Debemos honrarlos y dejar de ser ignorantes. Buscar en nuestro pasado las
explicaciones del presente. Enfrentar nuestra historia nos permite pensar qué futuro
desearíamos para nosotros y para las generaciones venideras.
Actuemos entonces, en función de ese deseo. Unamos nuestras voces con la de aquellos
que, aisladamente, no se callan, para que América Latina sea un solo grito de Libertad,
Igualdad y Justicia.

Fernando Alessio
Abril 2 de 2008

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