Sei sulla pagina 1di 2

c 


     www.mirad.cl ʹ contacto@mirad.cl

x  c  
    
 

x c 18:35 Aconteció q e acercándose Jesús a Jericó, n ciego estaba sentado j nto al camino mendigando;
El Señor va camino a Jer salén y pasa por Jericó porq e debía encontrarse con na persona q e esperaba s llegada, no era alg ien
de la realeza, no era n noble, no era n religioso, no era nadie importante para las personas pero si importante para Dios.
En s caminar se enc entra en el s elo n mendigo, q e no solo era pobre sino q e también ciego.
C án difícil s vida q e dependía de sí mismo para s s stento, dependía de la amabilidad de las personas para poder caminar,
dependía de la limosna de personas con dinero para comer, era n hombre q e era ignorado y despreciado por los demás. Vivía en
osc ridad si poder conseg ir tener confianza de donde iba, no podía dar ni n paso seg ro de q e iba a pisar bien, no podía dar
certeza de q e estaba donde imaginaba q e estaba, no podía saber si estaba en n b en o mal l gar.
Un hombre q e vivía en n constante s frimiento sicológico y con m chas necesidades.

x c 18:36 y al oír a la m ltit d q e pasaba, preg ntó q é era aq ello.


As stado el hombre al oír tanta gente, q e dist rbio estaba pasando y el sin poder ver. Poder esc char pero no poder act ar como
corresponde. xa c riosidad invadía s alma, q e era aq ello q e cambiaba s vida monótona a n estado tan alterado y preg nta
por saber q e s cede.

x c 18:37 Y le dijeron q e pasaba Jesús nazareno.


Y le responde algo tan sencillo, q e era Jesús nazareno. Q e significa q e sea Jesús nazareno, q e era Jesús q e venía (s origen era)
de la ci dad de Nazaret.

x c 18:38 Entonces dio voces, diciendo: !!Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!
Este hombre al esc char comienza a dar voces, comienza a gritar, Jesús Hijo de David. Pero acá hay algo q e no conc erda, a este
hombre ciego y mendigo le dijeron q e era Jesús de Nazaret, entonces ¿porq e le dice Hijo de David?
¿Q é sabia este hombre q e le llama por este nombre?
Mat 1:1 xibro de la genealogía de Jes cristo, hijo de David, hijo de Abraham.
Mat 1:2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a J dá y a s s hermanos.
Mat 1:3 J dá engendró de Tamar a Fares y a Zara, Fares a Esrom, y Esrom a Aram.
Mat 1:4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón.
Mat 1:5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de R t a Obed, y Obed a Isaí.
Mat 1:6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la q e f e m jer de Urías.
Mat 1:7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa.
Mat 1:8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías.
Mat 1:9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezeq ías.
Mat 1:10 Ezeq ías engendró a Manasés, Manasés a Amón, y Amón a Josías.
Mat 1:11 Josías engendró a Jeconías y a s s hermanos, en el tiempo de la deportación a Babilonia.
Mat 1:12 Desp és de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.
Mat 1:13 Zorobabel engendró a Abi d, Abi d a Eliaq im, y Eliaq im a Azor.
Mat 1:14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aq im, y Aq im a Eli d.
Mat 1:15 Eli d engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán a Jacob;
Mat 1:16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la c al nació Jesús, llamado el Cristo.
Mat 1:17 De manera q e todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce; desde David hasta la deportación a
Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo, catorce.

Cristo es n descendiente directo del Rey David pero y ¿Cómo lo sabia este hombre? ¿Había esc chado antes de Cristo?
No sabemos cómo, pero él tenía ese conocimiento.
Así también hoy en día m chas personas han esc cha de Dios, saben q ién es, conocen s nombre, s historia, s procedencia e
incl so como m rió, pero no le conocen personalmente. Este hombre ciego sabia de Cristo, y reconocía s grandeza, s
descendencia de la realeza, entendía q e no era como c alq ier hombre y le reconocía como alg ien s perior.
Entonces este hombre le llama por n nombre más importante q e solo Jesús nazareno, le compara a n Rey, Jesús, Hijo de David. Y
continúa, ten misericordia de mí.
Un hombre s plicando por misericordia. Un hombre q e no tenía nada q e entregar pide q e le ofrezcan algo, no pide nada
específico, sino q e grita por misericordia.

Por: Iván Pablo Yáñez Fica 




    
c  
     www.mirad.cl ʹ contacto@mirad.cl

xa palabra misericordia viene del latín misericordia formado de `  (miserable, desdichado),  ,   (corazón) y el s fijo -ia.
Esta palabra se refiere a la capacidad de sentir la desdicha de los demás.

x c 18:39 Y los q e iban delante le reprendían para q e callase; pero él clamaba m cho más: !!Hijo de David, ten misericordia de
mí!
M chas veces c ando no intenta b scar a Dios las personas intentan callarnos, intentan opacarnos, intentan silenciarnos para q e
no q edemos tal c al estamos, pero este hombre no podía seg ir en ese estado, este hombre q ería cambiar s condición y con esa
intensión gritaba a n más f erte.
Como se ve la ang stia de este hombre desdichado, b scando la atención de aq el Salvador. El en s estado no merecía el estar en
presencia de n Rey como él lo llamaba pero a n así se esforzaba por llegar a Cristo sin importar los obstác los q e t viera en s
camino.

x c 18:40 Jesús entonces, deteniéndose, mandó traerle a s presencia; y c ando llegó, le preg ntó,
Y Cristo le toma atención, y se detiene para esc charle, y manda a personas a traerlos a s presencia. Acá vemos la gente enviada
por Cristo para llevarlos a s presencia, acá se enc entra c alq ier persona q e conociendo de Dios an ncia s mensaje, q e llega a
las personas, q e las atrae a esc char de s palabra, acá encontramos a los creyentes, a los predicadores, a los ancianos enviados
por Dios para dif ndir s mensaje.

x c 18:41 diciendo: ¿Q é q ieres q e te haga? Y él dijo: Señor, q e reciba la vista.


Cristo le preg nta q é es lo q e necesita, y este hombre con s n la visión de las cosas, dice q e lo q e necesita es recibir la vista.
¿Era eso algo real? P es sí, era na necesidad q e tenia este hombre, ¿pero era lo más importante? P es no, el tenia na necesidad
m cho mas grande.
M cha veces se llega delante de Cristo con necesidades físicas, necesidades materiales, con necesidades monetarias, pero cada no
de nosotros tenemos na necesidad a n mayor, q e es la necesidad Espirit al.
Este hombre responde lo q e creía q e necesitaba pero por s fe obt vo a n algo mejor, b scaba a Jesús por solo tener na vista
física pero se va con algo a n mayor.

x c 18:42 Jesús le dijo: Recíbela, t fe te ha salvado.


Cristo le da la vista y le dice Recibe, pero no solo eso sino q e también le dice, t fe te ha salvado. El necesitaba algo mayor q e vista
pero no lo sabía, a nq e se b sq e a Jes cristo por motivos eq ivocados se p ede llegar a la única verdad q e es q e necesitamos a
Dios para ser salvados. Este hombre en s ceg era no se daba c enta q e estaba condenado a m erte eterna, no se daba c enta
q e s estado de osc ridad era en todo sentido, tanto física como espirit al, este hombre con el Señor se da c enta q e necesita ser
salvado y es eso lo q e le regala a este ciego, y es eso también lo q e q iere regalar ahora a c alq ier persona q e hay no ha creído
en Él. Dios nos q iere dar la vista para q e nos demos c enta q e necesitamos n Salvador, y ese Salvador ya vino a este m ndo y
c mplió con lo prometido, y nos regala na hermosa salvación. Pero debemos darnos c enta q e la necesitamos, y si sted se da
c enta q e está perdido, q e está caminando por el camino ancho, pida a Dios por s salvación, pida a Cristo q e ren eve s vida,
q e le trasforme en na n eva criat ra, q e p eda tener vida eterna y vida en ab ndancia.

x c 18:43 Y l ego vio, y le seg ía, glorificando a Dios; y todo el p eblo, c ando vio aq ello, dio alabanza a Dios.
Q é maravilla ver el milagro realizado a vista de todos, n hombre ciego ahora p ede ver, pero q e más glorioso es ver c ando n
hombre q e estaba perdido ahora es hallado, q e n hombre q e estaba m erto ahora es vivificado.
Deseamos q e Dios p eda ay darle a comprender este mensaje y p eda verse reflejado en aq el hombre mendigo y ciego, y p eda
comprender de la necesidad rgente de s salvación, Dios se la ofrece aq í y ahora, hágala s ya y disfr te de na n eva vida con
Cristo.

Por: Iván Pablo Yáñez Fica 




    

Potrebbero piacerti anche