La empresa Automatismos Industriales trabaja bajo pedido y considera que todo el proceso de fabricación es un único centro de costes. Durante el mes de enero tuvo las siguientes actividades relacionadas con la producción. Se terminó el pedido 530 consistente en 100 herramientas automáticas de envasado. El pedido tenía a primero de mes los siguientes costes incorporados: Materias primas: 10.000 euros Mano de obra directa: 20.000 euros Gastos generales de fabricación: 70.000 euros Los costes directos del pedido 530 durante el mes en curso fueron (obtenidos de la orden de producción): Mano de obra directa: 30.000 euros (200 horas) Materia prima: 5.000 euros Se fabricó íntegramente el pedido 630 consistente en una unidad automática de elevación de mercancía. Sus costes fueron: Mano de obra directa: 50.000 euros (180 horas) Materia prima: 60.000 euros Se fabricó íntegramente el pedido 630 consistente en una unidad automática de elevación de mercancía. Sus costes fueron: Mano de obra directa: 50.000 euros (180 horas) Materia prima: 60.000 euros Los gastos generales del mes en curso fueron de 83.000 euros y se considera como una buena tasa de reparto las horas de mano de obra directa. Por otra parte, el Gerente Juan López había presupuestado unos gastos generales anuales de 1.000.000 de euros y un total de horas de mano de obra directa de 4.000. Juan López se efectuaba las siguientes preguntas: 1. ¿Cuánto valía la tasa de reparto de los gastos generales de fabricación? 2. ¿A cuánto ascendía el coste de cada pedido? 3. ¿Coinciden los gastos generales de fabricación imputados con los reales?