Sei sulla pagina 1di 7

LUCES Y SOMBRAS DEL TRADICIONALISMO ESPIRITUAL: GUENON,

SCHUON Y EVOLA.
JOSÉ ANTONIO VÁZQUEZ MOSQUERA·JUEVES, 12 DE ABRIL DE 2018
Durante el primer tercio del siglo XX, y a lo largo de él, se fue dando a
conocer en el ámbito de la espiritualidad de Occidente el llamado
pensamiento tradicionalista o perennialista, llamado así por defender la
existencia de una tradición espiritual común y perenne ( la espiritualidad
nodualista), más allá de las diferencias que manifiestan aparentemente las
diversas tradiciones religiosas o espirituales.

El primer expositor de esta perspectiva fue Rene Guenon con la


publicación de su libro: “Introducción General al estudio de las doctrinas
hindúes”. Este libro supuso para muchos intelectuales una sorpresa
deslumbradora. En poco tiempo, sus puntos de vista atrayeron y
sorprendieron positivamente a muchos buscadores espirituales.

Guenon da a conocer, de forma seria y rigurosa (si bien no académica ni


científica), la perspectiva nodualista del hinduismo y la profundidad que
esta perspectiva conlleva; recupera el término esoterismo y lo libera de
connotaciones ocultistas y espiritistas, descubriendo, en las propias vías
espirituales tradicionales (religiones), la existencia de una dimensión más
profunda, en la que éstas se encuentran más allá de las diferencias (sin
mezclarse)- la dimensión esotérica- y que aporta una sabiduría nodual que
la modernidad positivista desconocía, a la cual solo se accede a través de
la praxis iniciática ; hace una crítica a los aspectos materialistas y
deshumanizadores de la modernidad, que adelanta, si bien desde otro
punto de vista (mucho más profundo), las críticas que la postmodernidad
generalizará.

Y en este camino, si bien con sus propios puntos de vista - a veces


enfrentados a él-, lo acompañarán Schuon y Evola, los más conocidos
seguidores de esta vía abierta por Guenon. Junto a ellos, otros muchos y
muchas se han ido aventurando por estas veredas. Hoy podríamos hablar
claramente de tres escuelas o caminos espirituales que derivan de cada
uno de estos autores, así hablaríamos de guenonianos, schuonianos y
evolianos… entre otros.

Como en otros posts ya señalé, creo que además de las luces y elementos
interesantes que estos autores tienen, hay que mantener una capacidad
crítica frente a ellos y a algunas de sus aseveraciones demasiado rígidas y
sus perspectivas limitadas. Y por ello, creo necesario avisar también a los
buscadores de los peligros de estas vías.

Por sintetizar mucho, diría que el mayor peligro es sin duda la tendencia
gnosticista que se da en su visión; en realidad, más que de nodualismo
habría que hablar de monismo. La historia, lo humano, la razón, lo
pequeño y humilde, la pluralidad quedan rebajados a ser meras
expresiones de la Unidad transpersonal, en la que residiría lo
verdaderamente real que las transciende (la sustancia de lo real).

Y acompañando a esta vieja desviación se da también, en estas vías, el


peligro del pelagianismo, en especial, en Guenon y Evola; es decir, un
cierto voluntarismo espiritual, que se manifiesta de diversas formas y que
pretende poner igual o más peso en el esfuerzo espiritual humano que en
la apertura a la Gracia (Guenon o Evola señalarán cómo el esoterismo es
activo, frente a la mística que según ellos sería pasiva).

El pelagianismo conduce sin duda a una mentalidad social y


espiritualmente elitista, de ahí, que estás corrientes sean defensoras
mayoritariamente de modelos políticos ultraconservadores muy
autoritarios: teocracias e imperios diversos… y crean que el esoterismo
(una espiritualidad cerrada para una minoría) es la dimensión más
profunda de una tradición espiritual.

En realidad, el esoterismo es una visión también limitada, precisamente


por su carácter elitista y tendencia al monismo espiritual. La
espiritualidad no dual más plena es la mística, que supera esa división
entre exotérico y esotérico, que no cae en el monismo pues no niega el
valor de la historia y lo humano en el camino espiritual y, a la vez, va más
allá del dualismo, pues es una experiencia de superación de la separación
entre Dios y ser humano. El cristianismo es una tradición esencialmente
mística, que rompe ese elitismo del esoterismo.

El nodualismo realmente no es un monismo (negación de la dualidad) sino


un trinitarismo (nodualismo relacional) podríamos decir; supone descubrir
la unidad y la pluralidad como las dos caras de lo real, descubrir que la
sustancia de lo real es la relación, el Amor. Sin dualidad integrada (no
fusionada ni disminuida) en la Unidad no hay nodualidad. El Ser en
último término es Amor. De ahí, que el nodualismo verdadero lleve a
cuidar lo pequeño, lo pobre, lo histórico, que es muy real (y es la prueba
para ver si realmente vivimos la compasión o somos mínimamente
humanos al menos) y promueve modelos sociales democráticos y
humanistas.

Curiosamente ninguno de estos autores tradicionalistas es cristiano (ni


judío), quizá porque el cristianismo y el judaísmo verdaderos vacunan
contra esas viejas enfermedades al poner el énfasis en los pobres y en
humanizar la vida.

En realidad, es característica de estas vías su incapacidad para incluir en


sus esquemas el cristianismo: para Evola el cristianismo era una tradición
“subversiva” o desviada (pues ponía en cuestión su visión autoritaria y
jerárquica de la tradición espiritual), Guenon creía que había perdido su
núcleo espiritual (pues el cristianismo no cumple con sus esquemas que
dividen la espiritualidad en exotérica o externa- para todos- e interna o
esotérica -para una minoría de elegidos-, al estar abierto a todos, algo que
molestaba su visión elitista) y Schuon pretendía que el cristianismo era
una especie de esoterismo extendido, sin entender que el cristianismo
supera esa división entre esotérico e iniciático y exotérico y religioso (que
defienden estos autores), pues es una mística que transciende esas
divisiones limitantes y los conceptos un tanto burocráticos de la iniciación.

La mística es una experiencia que está abierta a todos, a la vez que se


sitúa por encima de la percepción dualista de la espiritualidad. Es
activamente pasiva, busca abrirse activamente a la Gracia, a la vez que
sabe que sin la Gracia no puede abrirse a nada. El modo de iniciarse en la
mística es mucho más sencillo que los ritos religiosos o esotéricos, supone
el encuentro con un otro transmisor del Espíritu. Por eso, la discusión que
separó a Guenon y a Schuon sobre el carácter iniciático o no de los
sacramentos cristianos, carece de todo sentido desde el punto de vista
cristiano, dado que los sacramentos ni son meros ritos religiosos para
hacer a Dios propicio- nivel dualista de la fe-creencia- (otra cosa es que
habitualmente se ritualicen y se vivan así) ni son la puerta como se accede
a la fe-experiencia (no son “iniciáticos”), pues está iniciación se realiza en
el encuentro con Cristo, el sacramento original, y con la Iglesia,
sacramento de salvación, que hace nacer en nosotros la fe, más allá de que
se celebre uno de los siete sacramentos conocidos. Podemos encontrarnos
con Cristo en el encuentro con la Palabra predicada, con algún hermano o
hermana portador del Espíritu o en una celebración litúrgica, pero no
únicamente en ella.

Los sacramentos no son meros ritos religiosos (celebración desde la mera


fe-creencia abierta a todos) ni son ritos esotéricos iniciáticos (iniciación al
nivel de la fe-experiencia pero solo para unos pocos), son ritos místicos (de
ahí que se les llame Misterios), suponen ya una iniciación previa (fe-
experiencia) pues producen la Gracia que significan en la medida que
expresan simbólicamente lo que ya se vive por la fe-experiencia en la vida y
están abiertos a todos. Son celebraciones de la fe que ya se tiene. No son la
iniciación a la fe. Ésta nace de la predicación, del encuentro con Cristo, la
verdadera iniciación. La Escritura está llena de ejemplos de estas
iniciaciones en la fe, al margen de los sacramentos, y la historia cristiana
también; la iniciación a la fe y la conversión, solía concluir con la
celebración de los sacramentos, no se producía a través de ellos; los
primeros cristianos, a veces, celebraban el bautismo mucho después de
haberse convertido o iniciado a la fe.

La Mística es mucho más flexible en su transmisión que la rígida visión


que estos autores esoteristas dan de la iniciación (como si fuera una
ceremonia ritualmente establecida), un encuentro celebrado de múltiples
formas es la base de la transmisión de la bendición de la Gracia para
recorrer el camino. Los sacramentos son la celebración simbólica de esa fe
que ya se vive, no la puerta a ella. La iniciación a la fe estaría más en el
orden de los sacramentales que de los sacramentos y ahí (sacramentales
diversos) es donde podríamos encontrar la dimensión iniciática, pues los
sacramentos superan esta dimensión y se sitúan más allá de la división
entre esotérico y exotérico, iniciático y religioso.

El gnosticismo y pelagianismo, peligros que se dan en estas vías


tradicionalistas, si no se corrigen por la acción de un discernimiento crítico
de estos autores, terminarán llevando a sus seguidores a limitaciones
características, que ya se manifestaron en los propios fundadores. Y las
consecuencias prácticas a nivel personal y social pueden ser desastrosas.
A nivel personal el narcisismo espiritual está asegurado, a nivel social
puede llegar a promoverse una especie de fascismo espiritual. No son
peligros menores.

San Bernardo nos habla de los tres grandes vicios en que pueden
resumirse todos los demás: la avaricia, la lujuria y la soberbia. Todos nos
vemos tentados por ellos.

Desconozco en qué medida afectaron estos vicios a estos autores pero me


parece que, en las vías que cada uno de ellos abrieron, se reflejan estos
vicios espirituales como posibles tendencias o tentaciones que se
constituyen en el peligro propio que puede aquejar a quien sigue estos
caminos.

a) Guenon y el peligro de avaricia espiritual

La avaricia espiritual pone mucho más peso en acumular y formular un


adecuado conocimiento metafísico que en la ortopraxis. Si hay una
tentación propia del camino guenoniano es el dogmatismo y rigidez
intelectuales. La avaricia de conocimiento espiritual daña nuestra
capacidad de abrirnos a la verdad, que está más allá de nuestras
escolásticas metafísicas. Nos cierra en gran medida a la generosidad
espiritual que sabe ver otras verdades en otras perspectivas y comparte su
propia verdad sin apropiársela. Lleva a una gran esterilidad espiritual. El
antídoto es la pobreza fecunda de quien es siempre un novicio o discípulo
con mente de principiante.

b) Schuon y el peligro de lujuria espiritual.

La lujuria espiritual tiene que ver con el deseo del Gozo espiritual, el
disfrute de la belleza espiritual. Schuon es un artista, cree ser un “fiel de
amor”, un seguidor de la vía de la belleza. Como nos recuerda San
Bernardo, el último grado de la libertad es alcanzar la libertad de
complacencia (el Gozo). Pero para llegar a ella es necesario un camino en el
que vamos recuperando nuestra libertad y respetando adecuadamente la
libertad de los otros (autolimitando nuestro deseo). Si reduzco al otro a ser
un mero arquetipo (y el monismo subyacente en esta escuela puede llevar
a ello) no lo trato como persona sino como expresión arquetípica de la
belleza de la que aspiro a disfrutar y puedo cometer todo tipo de
inmoralidades con él (pues no lo respeto al reducirlo a arquetipo), creyendo
que soy muy espiritual. El camino del deseo de omnipotencia del gozo,
debe verse frustrado por el respeto al otro como persona (no como
arquetipo), para poder convertirse en verdadera libertad y Amor y no en
pasión espiritual. La templanza (respeto a uno mismo y a los demás y a
nuestras legítimas necesidades humanas) sería el antídoto frente a esta
lujuria espiritual que no ve al otro, ni a uno mismo, como ser humano
limitado y pequeño, que debe ser respetado y contenido en su humanidad
vulnerable.

c) Evola y la Soberbia espiritual

Si algo caracteriza a los peligros que puede tener esta escuela evoliana es
su búsqueda exagerada de un Yo absoluto: todo queda reducido a esa
realidad del propio Yo. Un camino heróico y ascético para alcanzar el poder
y la libertad personal es el que promueve Evola, un autor demasiado
cercano al fascismo político y al nazismo. Sin duda, éste es el más
peligroso de estos caminos, pues la reducción del otro a ser un objeto, la
exaltación de uno mismo, el desprecio a los pequeños y humildes y el
cerrarse a la Gracia son los peligros que acechan con más facilidad en una
vía como ésta. Lo contrario de la soberbia es la humildad y solo la
humildad permite superar el temor (que subyace en lo profundo de quien
busca poder). Como nos recuerda San Benito en su Regla: por el camino
de la humildad “llegarás al amor de Dios, que expulsa el temor”

Comentarios
Giorgio Dandria Esta es una perspectiva completamente degenerada,
fruto de un arrodillamiento frente a los dogmas modernos y 'humanos,
demasiado humanos' de un pobre exponente temoroso de esta anti-
civilizacion (Zivilisation), ansioso de aderir a ella y de pintar esa adesion
con un barniz de 'espiritualidad' lateral y gastronomica, completamente
priva de sentido, y que no tiene ni idea de que signifiquen las expresiones
'camino espiritual' o 'espiritu'. Digamos que eres un producto perfecto de
la odierna Espana castrada y miserable, que quiere deformar la sabiduria
tradicional para el uso de esa decadente sociedad.
Giorgio Dandria 1. Dios no es esencialmente 'amor', esa es una
deformacion antropocentrica fruto de gente decadente petrificada por el
temor del 'dolor' ( = Moral de los Esclavos, cuya esencia humanista y
miserable es el temor del dolor), si Dios o el Ser tendrian caracteristicas
catafaticas serian simples entes entre los otros, subjectos a las mismas
limitaciones esenciales: esto Heidegger lo explica perfectamente. Dios es
Shunya, es decir Vacio lleno, libre de todas las formas de dependencia del
los entes (amor etc.). Tambien el cristiano Meister Eckart explica bien este
principio fundamental. Es el ABC de la ontologia y metafisica tradicional
(Taoismo, Vedismo etc.), que no es humanista (ontica: Heidegger). 2. Como
explica Schuon el Cristianismo es una forma bhaktica que tuvo algunos
elementos jnanicos, que lamentablemente hoy en dia en la forma catolica
oficial no es una religion (bhaktica, karmica, jnanica etc.) sino una
organizacion politico-social mondana sin algun contacto o interes con lo
sagrado. El catolicismo en razon de su humanismo perseguiò toda mistica
residua que tenia (San Juan de la Cruz, los Alumbrados etc.), y rumpiò por
su interes social toda esencia del monaquismo. El protestantismo igual: la
unica forma de Cristianismo con residuos religiosos autenticos es la
Ortodoxia.
Giorgio Dandria 3. Esto no significa que los principios axiologicos sean
olvidados (todas la Tradiciones autenticas tienen esos elementos, come
explica Guénon una religion es: Dogma - Moral - Culto), sino que estan
subordinados por la eternidad a la Posilibilidad infinita de Dios ( =
Brahman, Tao, Allah, Shunya etc.), que en su esencia no es ni bueno ni
malo, ni consciente ni inconsciente: el pecado de la modernidad es haber
subordinado la Omniposibilidad y Libertad de Dios al hombre, y a una
forma muy vulgar de hombre: es decir el humanista progresista
materialista odierno.
José Antonio Vázquez Mosquera Querido Giorgio: entiendo que desde tu
perspectiva, que parece asume la perspectiva tradicionalista, te pueda
producir una emoción difícil leer otras perspectivas que son críticas con la
tradicionalista. Mis razones para hacer una crítica a esos autores y sus
perspectivas está expresada en este y en otros varios textos.
Comprendiendo que puedas sentirte enfadado con esas visiones, me
sorprende que sea hasta el punto de decir que afirmar que Dios es amor es
un antropocentrismo de gente decadente, es decir que el Apostol San Juan
era eso; algo que resulta difícil de decir incluso para los más dogmáticos
tradicionalistas. En fin, quizá para poder dialogar con otro debe uno dejar
a un lado sus prejuicios iniciales y aprender a manejar mejor las
emociones para no llegar a decir cosas un tanto chocantes ( parece en
alguna expresión que consideras que los demás somos una especie inferior
a ti mismo, no sé si tienes alguna prueba de ello ) y abrirse a lo que quizá
Dios te está enseñando a través de quienes tanto desprecias (los católicos
parece). Guenon y Schuon quizá te enseñaron cosas valiosas y también
puede que otros lo puedan hacer e incluso corregirlos (cabe incluso la
posibilidad de que se equivocaran en algo).Bendiciones.
Sofía Tudela Gastañeta Los defensores de la “tradición” no le hacen
ningún favor a esta defendiéndola en base a ofensas. Al contrario, con su
actitud hostil la desacreditan a los ojos de los demás y sobre todo de las
personas que evaluamos una doctrina también en función de sus frutos o
de lo que obra en el alma de las personas que a ella se adhieren.
José Antonio Vázquez Mosquera Así es, la descalificación retrata a quien
la emite, por desgracia aquí mi experiencia con los seguidores de estos
autores ha sido de agresividad a la menor crítica.
Sofía Tudela Gastañeta La mía también. Una de las razones por las
cuales me distancié.
Calixto Pletón Muy buen artículo, José. Me quedo con lo de "narcisimo
espiritual", muy común en nuestra época. ¿Cómo superarlo? Esa es la
cuestión... Saludos!
José Antonio Vázquez Mosquera Muchas gracias, creo que el mantener
una mente de novicio o aprendiz y la humildad pueden ayudar a combatir
ese peligro.
Joshua Adonai Calderón Marmolejo Coincido que el Perennialismo fue
una corriente que profundizó en reconocer lo valioso de cada tradición en
si misma, procurando no llegar a un sincretismo desordenado. Asimsimo,
quiérase o no, llego a desarrollar una suerte de elitismo espiritual por las
personas que se involucraron en estos aspectos. (Eliade, Heidegger,
Guennon, Cattiaux, Evola, Jung, Coomaraswamy) y en tiempos posteriores
Panikkar (investigador) y Campbell obviamente no podemos negar las
características excepcionales y singulares de estos buscadores de la verdad
y espiritualidad. Si bien el artículo aborda los fenomenos de Guenon y
Évola, Es necesario decir que el perennialismo no se agota en ellos sino en
la evolución conceptual de los otros estudiantes, el perennialismo no es
institucional sino una corriente que ha contribuido al estudio de la
tradiciones religiosas y su difusión de formas mas serias y su literatura
siguen siendo ineludibles texto de consulta. El artíuclo me agradó y lo
compartí pues si considero que es necesario tener siempre posturas
críticas ya que nos permite madurar y desapegarnos de las formas e
ismos...
José Antonio Vázquez Mosquera Me alegra que te interesara y comparto
tu opinión sobre la necesidad de ser criticos. Como dices no sólo estos
autores forman parte del perennialismo, son los que más conozco y los que
me parece que han producido a veces frutos más dogmáticos. A Panikkar
no lo consideraría un perennalista, si bien comparta elementos de ese
perennialismo. Un saludo.
Ricardo Vicente Ricardo Vicente Te felicito cordialmente, José Antonio,
por tu finura en la distinción entre la inmanencia y transcendencia de
Dios en el hombre entre nosotros, los católicos, y cómo has sabido ver en
su confusión en estos autores el viejo gnosticismo y pelagianismo actual,
puesto de manifiesto por el Papa Francisco en Gaudete et Exultate.Muchas
gracias.Un abrazo.

Potrebbero piacerti anche