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1.3 Calvino y la reforma cristiana.

A lo largo del siglo XVI, en lo que llamamos segunda fase de la Reforma, el


luteranismo cede protagonismo a una nueva Iglesia, que se denomina reformada, y que se
convierte en la principal corriente protestante en el mundo cristiano.
Es muy difícil establecer un origen preciso para este movimiento. En Zurich
ZWINGLIO declara a la Biblia única autoridad, organiza la Iglesia como reunión
ecuménica de los fieles, sin función mediadora entre el hombre y su Creador, con una
eucaristía meramente conmemorativa de la ultima cena; y con una rígida moral sexual y
social, controlada mediante el Consistorio1. En sentido parecido se produce la Reforma de
BUCERO en Estrasburgo, y en diversos lugares, y de modo casi coetáneo, otros
reformadores se esfuerzan en restaurar, desde los principios de la sola fe y la sola escritura,
la auténtica Iglesia de Cristo, como BULLINGUER, MARTYR VERMIGLI,
MUSCULUS, etc.
Esta segunda fase de la Reforma esta presidida por la destacada personalidad de
CALVINO2. La particular influencia de CALVINO no solo se debe a su enérgica dirección

1
Tribunal eclesiástico nacido para discernir asuntos matrimoniales, pero que extiende luego su autoridad la
vida moral y social de los creyentes. El tribunal se constituye en 1525, se discute el ámbito de su facultad de
excomulgar a los pecadores, y la participación en sus procedimientos de excomunión de las autoridades
civiles, en todo caso su fin es instrumento para la radical trasformación de las costumbres, y garantía de una
austera vida cristiana, sin imágenes, ni música (BENEDICT, Christ’s churches purely reformed, a social
history of Calvinism, New Haven, London, 2002, Pág. 30 y sigs). y ambos son precedentes inmediatos e
inspiradores de la Reforma de CALVINO en Ginebra. La nomenclatura “Iglesia calvinista” seguramente tenía
en su origen un sentido despectivo, identificando a Calvino como la cabeza de un nuevo “papismo”. La
historiografía mas moderna subraya que las nuevas ideas no pueden atribuirse exclusiva ni principalmente a
Calvino, y abundan los estudios destacando la importancia de, etc…, subrayando la naturaleza de la Reforma
como un inspirado esfuerzo colectivo en restaurar la Iglesia de Cristo (BENEDICT, Pág.. 50 y sigs). Algunos
autores destacan también que si en la primera fase de la reforma es decisiva la influencia de ex curas y ex
religiosos, en la segunda fase es mas importante la obra institucionalizadora de laicos, especialmente de
juristas, como CALVINO.
2
CALVINO nace en una familia de la alta burguesía francesa estrechamente ligada a la nobleza. Recibe de
niño una educación esmerada, donde destaca por su inteligencia; estudia bachiller en artes en el colegio de
MONTAIGU de París, célebre por su rigor; y Derecho en Orleáns, donde enseñaba ALCIATO, célebre jurista
humanista del Renacimiento. A partir de su conversión huye de la Francia Católica y se asienta en
Estrasburgo. Llamado a Ginebra como pastor, culmina la más ambiciosa y prestigiosa de las reformas
cristianas. Sobre los estudios teológicos de Calvino en Montaigu, véase GANOCZY (Calvin, théologie de
l’Eglise et du ministère, París, 1964). CALVINO, aparte de una somera formación teológica escolástica
durante su bachiller en artes, empieza a estudiar teología en 1535, y ya en 1536 completa, con sólo veintisiete
años, la primera edición de su Institución cristiana. Ello se explica, desde luego, por la extraordinaria
inteligencia, capacidad de trabajo y personalidad de CALVINO, pero también porque su teología esta
estrechamente inspirada por LUTERO, que adapta a través de sus ojos de jurista. En la institución Cristiana,
en términos generales, CALVINO parte de los principios de la teología luterana. De los seis capítulos de la
institución cristiana de 1536, tres (la ley, la fe, la oración) siguen muy de cerca el catecismo luterano; el
capítulo que se refiere a los sacramentos parece seguir los lugares teológicos de MELANCHTON, y toma
también importantes elementos de la cautividad de Babilonia; por último, el capítulo que trata de la libertad
cristiana, no sólo toma el título del célebre escrito luterano, sino que se inspira directamente en él
(GANOCZY, op. cit., Pág. 44). CALVINO es un jurista cuyos principios teológicos primeros están tomados
de la Reforma Cristiana en Ginebra, sino principalmente a que su doctrina se expone de una
forma clara y sistemática en la Institución cristiana, el escrito más influyente de la
Reforma. CALVINO estuvo toda la vida reeditándola y perfeccionándola3.
Desde los principios luteranos de sola fe y sola escritura, el suceso decisivo para la
institucionalización de la Iglesia reformada es la ruptura con LUTERO, que se produce en
el coloquio de Marburgo, en 1529, porque CALVINO se niega a aceptar de modo literal las
palabras “esto es mi cuerpo”, que fundamentan el sacramento de la eucaristía, signo de la
Iglesia. CALVINO no pone el acento en la Iglesia como presencia del cuerpo de Cristo en
la historia, su Iglesia se pretende mas apegada a la escritura, y sostiene que el sacrificio de
Cristo es un suceso histórico único e irrepetible; Cristo se encuentra sentado a la derecha
del Padre y no en la Eucaristía, como presencia corporal. La Eucaristía, realidad de la
Iglesia, no es una participación material del cuerpo de Cristo, sino una unión mística (por la
elevación del corazón, sursum corda). CALVINO admite la presencia verdadera de Cristo
en la Eucaristía, con su materia y sustancia, con su muerte y resurrección, pero como
presencia espiritual, no como presencia corporal; para explicar el sacramento de la
Eucaristía, como para explicar la dogmática de la Iglesia, la supremacía de la escritura
sobre la carne le lleva a CALVINO a negar la transubstanciación católica o
consubstanciación luterana4.

de LUTERO (Véase BIELER, La pensée économique et sociale de Calvin, Genève, 1959, Pág. 130 y sigs). A
mí me parece que desde la primera edición de la Institución Cristiana CALVINO intenta conciliar la teología
luterana con la razón usando “el sentido común”, frente al desorden y dogmatismo del primer reformador. No
es CALVINO un monje torturado por la presencia de Dios, sino que podemos describirlo, como un jurista,
que atiende no solo a principios dogmáticos sino también a problemas prácticos de identidad social del dogma
y de organización de la Iglesia. Como explica LEONARD, CALVINO, veinte años más joven que LUTERO,
pertenece a la segunda generación de la Reforma, la cual no tiene que crear el Protestantismo, sino
consolidarlo y organizarlo (Historia general del Protestantismo, 1, 1967, Pág. 294).
3
La Institución cristiana es llamada la suma del protestantismo: C. HUNT, Calvin, London 1933, Pág., 177.
La obra de CALVINO contribuye a formar el idioma francés, igual que la traducción luterana de la Biblia
contribuye a formar el moderno idioma alemán. La obra conoció distintas ediciones, cada una de las cuales
amplia la anterior. En 1536 aparece la primera edición latina en seis capítulos; en 1539 la segunda edición
latina en diecisiete capítulos; en 1541 la primera edición francesa, traducida directamente por CALVINO de
la segunda edición latina (escrito en un lenguaje característico, con resonancias clásicas, especialmente de
CICERÓN, claro, breve, sencillo, que influye poderosamente en la formación del francés moderno: MC
NEILL, Calvin, on the Christian faith, Indianápolis, 1957, página XVII de la introducción). En 1543 aparece
una nueva edición latina en veintiún capítulos traducida en 1545; después las ediciones latinas de 1553 y
1554, traducidas el mismo año, y por último, la edición de 1559, traducida al año siguiente, que será la última
y definitiva, y a cuya edición francesa se refieren las citas de este libro (AUTIN, L’institution chrétienne de
Calvin, París, 1929, estudia las sucesivas ediciones y sus particulares avatares históricos. También,
GILMONT, Jean Calvin et le livre imprime, Genève 1997, Pág. 63 y sigs). A.M MC GRATH, Reformation
thought, 3 ed Malden 1999, Pág. 247, después de alabar la maestría de esta edición atribuye a esta obra la
supremacía posterior de la Reforma calvinista respecto de la evangélica. En general, CALVINO no se
retractó de ninguna de sus opiniones originales y su esquema teológico estaba ya perfilado en 1536. En las
ediciones posteriores se ha limitado a reelaborarlo y fundamentarlo (MC NEILL, ibidem, Pág. XIV de la
introducción. CALVINO es un tímido dotado de una energía indomable CADIER, Calvin, París, 1967, Pág.
1). El texto íntegro en Ingles en http://www.ccel.org/ccel/calvin/institutes.html. En dicha página web se
encuentran las principales obras de Calvino, en Ingles, latín y francés.
4
Los debates sobre la eucaristía manifiestan la postura de CALVINO sobre la Iglesia, distanciado tanto del
simbolismo meramente conmemorativo anabaptista, como del realismo luterano o católico. CALVINO desde
la primera edición de la Institución Cristiana critica la doctrina luterana de la ubicuidad de Cristo; Cristo se
encarna con una humanidad finita y ello le impide estar presente corporalmente en la eucaristía (D.
Su celo por la Iglesia como vivencia de la palabra, mas que como presencia
inmediata de Cristo, le conduce entonces a subrayar el estudio y la predicación de la
palabra como fundamento de la Iglesia, y por ello a simplificar la liturgia, con supresión de
imágenes, con condena del santoral, la pompa, vestimenta, incienso e imaginería
tradicional5; con una preocupación peculiar en la disciplina eclesial, que pone el acento en
la introspección y el control social de la moral y las costumbres6.

2. La instauración de la reforma
La Reforma se instaura por la autoridad civil constituida en un territorio. El
primer paso se da por los concejos municipales o por el príncipe o señor de un territorio,
que impone una nueva ortodoxia, adapta el culto a las creencias reformadas, ejerce
autoridad jurisdiccional sobre todos los bienes de la Iglesia y suprime los monasterios,

STEINMETZ, Calvin in context, New York-Oxford, 1995, Pág. 172 y sigs.). Desarrolla una explicación
Trinitaria de la eucaristía: Cristo esta presente en la eucaristía en su naturaleza divina, como participación del
Espíritu Santo, pero no en su naturaleza humana. En 1549 se firma el consensus Tigurinus, que unifica las
Iglesias calvinista y zwingliana. Sobre el acuerdo de Zurich de unión de calvinistas y zwingliainos, y sobre las
discusiones entre los protestantes sobre la naturaleza de los sacramentos y en particular la eucaristía, puede
verse BOYER, (Calvin et Luther, accords et différences, Roma, 1973, Pág. 168 y sigs), E. ISERLOH
(Compendio di storia e teologia della riforma, trad. it., Brescia 1990, Pág. 191). Algún teólogo católico acusa
a CALVINO de que al otorgar la supremacía de la palabra sobre la carne está cayendo en el mismo error
seudomaniqueo del nestorianismo. Por su parte, Calvinistas y luteranos se acusan recíprocamente de
catolicismo. Por ejemplo, el famoso jurista Rudolph SOHM, Kirchenrecht, Berlín, reedición 1970, interpreta
esta Iglesia calvinista y su énfasis, especialmente después de 1541, en una Iglesia visible, jurídicamente
organizada, como una vuelta al modelo católico romano (frente a la afirmación luterana de una Iglesia
invisible que superaba tanto el paganismo, como los defectos de la Iglesia medieval). Sin embargo desde una
perspectiva contraria, por sostener la presencia real de Cristo en la eucaristía, y otras ceremonias y ritos de la
Iglesia tradicional, desde filas reformadas se acusa también a Lutero de perdurar en los errores del catolicismo
romano y no haber llevado a sus ultimas consecuencias la doctrina de la sola fe y la supremacía de la escritura
(MUELLER, Church and State in Luther and Calvin, New York 1954).
5
El bautismo y la eucaristía son signos de la Iglesia admitidos en la Iglesia reformada, aunque reinterpretados
desde presupuestos escriturarios. La relación entre teología y liturgia, referida especialmente a la Eucaristía,
se examina recientemente por L. P. WANDEL. The Eucharist in the Reformation: Incarnation and Liturgy.
Cambridge, 2006. La liturgia calvinista ya no esta fundada en resaltar la transubstanciación sino su carácter
conmemorativo, y las vestimentas del pastor ya no resaltan su especial misión. La variedad de la liturgia se
explica por otra parte por las muy diferentes interpretaciones teológicas de la eucaristía dentro del
movimiento Reformado.
6
La afectividad como vivencia religiosa no forma parte de los planteamientos calvinistas originarios. En las
severas congregaciones puritanas, salvo el canto de los salmos, la música apenas forma parte del culto
cristiano, y tampoco la exaltación de la vivencia de la presencia del señor. Tras destacar la severidad de las
sociedades calvinistas y ponderar el clásico estudio de E. Durkheim, que afirma que el suicidio es mucho mas
frecuente en los países protestantes que en los católicos, R. POCHIA HSIA (Social Discipline in the
Reformation, London-New York, 1992, Pág. 162) subraya los recientes estudios del cantón de Zurcí en
tiempos de la Reforma, en donde la tasa de criminalidad descendió con la implantación del Estado calvinista
pero ascendió dramáticamente la de suicidios, lo que achaca a la continua exigencia de la conciencia
individual, culpabilidad, disciplina, auto-examen y la ascética de la auto-negación (Pág. 164). El estudio de
las averiguaciones o expedientes eclesiales sobre los suicidas (para determinar su derecho a ser enterrados en
cementerio cristiano) muestra que la gran mayoría de ellos eran personajes honorables, estudiosos de la
Biblia, diligentes y cumplidores en la vida cotidiana de las exigencias de la vida cristiana. Y de hecho el
incremento exponencial de los suicidios hacia 1680 planteó una crisis de conciencia a las propias autoridades
eclesiales, que en términos generales admiten la sepultura cristiana de los suicidas (Pág. 166).
apropiándose de sus bienes. La abolición de la misa católica es normalmente el acto formal
que implica la adopción de la Reforma, imponiendo la liturgia simplificada y en lengua
vernácula.
El culto evangélico triunfa en las áreas de Europa occidental menos romanizadas,
más tardíamente cristianizadas, y, en aquella época, más atrasadas. Se establece firmemente
en Dinamarca, Suecia y el norte de Alemania7. Sin embargo, tras la explosión inicial, la
Reforma se va diluyendo en muchas ramificaciones y disputas; y ante el insólito empuje del
calvinismo, el culto evangélico adquiere un matiz predominantemente germánico 8. Puede
decirse que Prusia se constituye en el reino luterano por excelencia, y sobre bases luteranas
se realiza la reunificación alemana, y se instaura la libertad religiosa, lo que estudiamos
mas en detalle en el capitulo II9.

7
Una diferencia fundamental entre los evangélicos nórdicos y los evangélicos alemanes es la pretensión de
los primeros de no haber perdido la sucesión apostólica. Por ello en el acuerdo de Porvoo de 1995 se
establece, con ciertas limitaciones, la comunión de la Iglesia de Inglaterra, ya claramente identificada con el
episcopalismo, y las Iglesias luteranas de Estonia, Finlandia, Islandia, Lituania, Noruega y Suecia. Fuera de
los países escandinavos, la mayor parte de las Iglesias luteranas interrumpen conscientemente la sucesión
apostólica, y traducen los textos griegos de los evangelios que se refieren a los episcopoi, de donde procede la
palabra moderna obispo, como superintendentes o inspectores, para subrayar la falta de sentido sacramental
del cargo, que adquiere un sentido puramente funcional o funcionarial; justificando el episcopado no en la
tradición, sino en el servicio de la comunidad cristiana. El siglo XX asiste sin embargo a un renacimiento de
la función pastoral del cargo dentro de la Iglesia evangélica (B. REYMOND. Entre la grâce et la loi.
Introduction au droit ecclésial protestant, Genève, 1992, pag.152), y veremos después que se insiste en la
necesaria independencia de la Iglesia frente al Estado, como reacción frente a los excesos de los llamados
cristianos alemanes, en la época nacional-socialista.
8
En las doctrinas de LUTERO se ha querido ver el despertar de la identidad germánica. El nacimiento del
espíritu germano frente a la doblez y matices de lo latino, representado en el refinamiento de la corte romana,
y en las sutilezas de la escolástica. LUTERO ha sido presentado frecuentemente como el héroe del
nacionalismo alemán, acomplejado frente al mundo latino y romano (presentación común de Lutero antes de
la catástrofe nazi, ver en particular R. SEEBERG, Textbook of the history of doctrines, trad. Ing. Grand
Rapids, 1952, también ALVAREZ GUTIERREZ, Lutero en la Historia, «Revista Agustiniana», 75, 1983,
Pág. 306). La exaltación germanista de LUTERO fue llevada al paroxismo por Adolfo HITLER, que
consideraba a LUTERO antecesor de su movimiento. Las fanfarrias del himno de la Reforma (letra y música
de LUTERO: nuestro Dios es una sólida fortaleza), en su versión de BACH, eran el indicativo de los
comunicados especiales alemanes en la segunda guerra mundial. Antes de la reunificación la República
democrática alemana, que le había considerado oficialmente como reaccionario por su postura en las guerras
de campesinos, cambió de postura oficial, con ocasión del quinientos aniversario de su nacimiento, y le
considera progresista (por su lucha contra el papado); la Reforma es entonces presentada por las autoridades
democráticas como la primera batalla de la burguesía contra el feudalismo (véase, T. EGIDO, Lutero desde la
Historia, «Revista de Espiritualidad», 42, 1983, Pág. 383; SUBILLA, Interpretationi di Lutero,
«Protestantesimo» 1, 1983, Pág. 17 y sigs).
9
El pietismo, la herejía más característica dentro del luteranismo, se origina en el siglo XVIII, y propugna
una religión más emotiva y una vuelta a los orígenes, frente a una Iglesia evangélica institucional, que se
considera corrompida. Por su parte, la ortodoxia luterana se defiende (como antaño la Iglesia católica)
destacando y subrayando que el antidogmatismo está destinado a terminar en seudo misticismo milenarista y
en indiferentismo. El movimiento pietista está fuertemente influido por la mística española del siglo de oro e
influye después en el movimiento romántico y en el despertar poético, literario y cultural del siglo XIX
alemán. Y luego inspira de un modo decisivo el metodismo en la Iglesia de Inglaterra. El pietismo, frente al
escepticismo de la teología clásica luterana respecto de la mística, pone todo el acento en la experiencia
espiritual y no en las fórmulas teológicas abstractas, áridas e incomprensibles. Alcanza fundamentalmente a
Dios por la emoción (Cf. SUMBILIA, il pietismo, «Protestantesimo», 1, 1963). Por aquel extraño principio de
que la afirmación de una cosa es también la afirmación de su contraria, existen unas afinidades chocantes
Pero como hemos dicho, el empuje del luteranismo queda radicalmente frenado
por el calvinismo. En términos generales puede decirse que la corriente calvinista de la
reforma cristiana resulta mucho mas simple, comprensible y aceptable para la nobleza
cristiana y el pueblo en general. Resumiendo brevemente la historia del calvinismo, puede
decirse que se extiende por Suiza, Escocia, Holanda, Inglaterra y Francia, y luego influye
decisivamente en la formación de la identidad nacional estadounidense; en el XIX
desarrolla una importante actividad misional, y actualmente se extiende de una forma
significativa por América latina:
a) SUIZA, CALVINO durante su exilio en Estrasburgo concibe su sistema
presbiteriano de gobierno para la Iglesia, y lo introduce después en Ginebra. Tras el
consensus Tigurinus, el sistema presbiterial se introduce o acepta por la mayoría de las
iglesias protestantes suizas.
b) ESCOCIA. KNOX, huyendo de las persecuciones, estudia el calvinismo en
Ginebra y lo implanta a su regreso en Escocia, desde donde influye decisivamente en la
evolución de la Iglesia anglicana.
c) HOLANDA. Encuentra su identidad nacional frente a España en el calvinismo
(Confessio Belgica, que se adopta en Amberes en 1566), y por su influencia se extiende
luego a África del Sur y a las indias holandesas.

entre el pietismo y el desarrollo de la divinización de lo filosófico por el trío de Wurttemberg: Holdering,


Hegel y Shelling. El pietismo, en insólita contradicción, coincide históricamente con el desarrollo de los
principios de la institucionalización racionalista del gran Estado alemán, fuerte y reunificado, nacional y
xenófobo, a cuyo nacimiento y desarrollo vamos a asistir, fascinados, en este libro. Las religiones se
encuentran periódicamente contestadas por experiencias místicas o religiosas primarias, que por su
radicalidad son extraordinariamente difíciles de encauzar por la autoridad religiosa constituida.

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