Comentario de Kant: Fundamentación de la metafísica y de las costumbres.

AUTOR:
Kant es uno de los representante de la filosofía ilustrada alemana del siglo XVIII. Su filosofía
pretende superar la oposición entre racionalismo y empirismo.

TEMA:
Los seres racionales son fines en sí mismos, no se deben utilizar como medios.

IDEAS:
1) Los seres racionales se deben considerar como fines en sí mismos y no como medios.
2) El valor es relativo y los objetos no, es decir, los objetos dependen de las inclinaciones que
despiertan en cada ser.
3)"El deseo general de todo ser racional sería librase" de inclinaciones
4) Los objetos, cuyo valor es relativo, pueden usarse como medios; las personas tienen valor
por sí mismas, son fines.

RELACIÓN DE IDEAS:
El texto es circular (expresa la misma tesis al principio y al final) y trata uno de los rasgos
fundamentales de los seres humanos: Son fines y no deben ser utilizados como medios.
Se diferencian los objetos, con valor relativo a nuestras inclinaciones, y las personas que
poseen valor absoluto. Esto se debe a que las cosas son irracionales, mientras que los seres
humanos, racionales.

EXPLICACIÓN DE IDEAS:
La tercera formulación del imperativo categórico nos obliga a tratar a la humanidad, en
nuestra propia persona o en la persona de cualquier otro, nunca simplemente como un medio
sino siempre al mismo tiempo como un fin, es una versión muy solemnemente expresada de la
exigencia de respeto a las personas.
La fórmula del fin en sí también se utiliza para establecer cierta falta moral, ya que utilizar a
otro es tratarle como cosa o instrumento y no como agente. Según la formulación de Kant, el
utilizar a otro no es simplemente cuestión de hacer algo que el otro en realidad no quiere o
consiente, sino de hacer algo a lo cual el otro no puede dar su consentimiento.
Debemos respetar la posibilidad de cualquier otro proyecto de existencia y esa es la condición
que limita nuestros fines subjetivos. Si nos tratamos a nosotros mismos y a los demás como
fines objetivos, como voluntades libres que se proponen sus proyectos de felicidad, lo que
universalizamos es el propio estatus y condición de sujeto y de voluntad soberana, de tal
manera que interiorizamos en nosotros la voluntad de los demás. Si limitamos nuestra
búsqueda de felicidad de tal manera que no destruimos la soberanía de otros proyectos,
entonces no usamos a alguien como mero medio.
El amor universal no es amar los objetos que los demás aman, sino amar la forma de ser
hombre, amar la existencia de la voluntad sobre la tierra.
Para luchar por nuestra felicidad debemos antes asegurarnos que no hacemos del hombre un
mero medio. Así pues hay que tratar a cualquier otro como fin en sí mismo, y no sólo eso, sino
tratarse a uno mismo como fin en sí mismo y por ello no debemos tratar a nadie como medio
ni dejar utilizarnos a nosotros mismos. El hombre siempre debe ganar dignidad y ganar
respeto.