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Metalogénesis asociada al magmatismo Carbonífero del centro sur de Chile

Conference Paper · December 2017

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Enrique Esteban Crisóstomo Toledo

University of Concepción
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 “Metalogénesis asociada al magmatismo
Carbonífero del centro sur de Chile”
Enrique Crisóstomo Toledo
Ecrisostomo@udec.cl
Facultad Ciencias Químicas, Departamento Ciencias de la Tierra, Universidad de Concepción

Profesor guía: Osvaldo Rabbia Dalmasso

Instituto de Geología Económica Aplicada, Universidad de Concepción

Resumen: La cordillera de la costa, entre las latitudes 33°- 40°S, está constituida por rocas que testimonian el magmatismo
ocurrido durante el Carbonífero superior. Estos cuerpos principalmente graníticos de dimensiones batolíticas intruyen a la
Serie Oriental del Basamento Metamórfico de edad Paleozoica Superior. En este contexto, se ha estudiado las
consecuencias, en términos de la metalogénesis, ocurrida en este periodo.
Se han identificado principalmente tres ocurrencias de minerales: El grupo de las tierras raras (REE), minerales
radioactivos, y el oro, además de minerales aluminosilicatados que fueron formados por un metamorfismo de contacto del
intrusivo. Los grupos de minerales mencionados están ligados esencialmente a los cuerpos pegmatíticos de la Región del
Biobío, ubicado en los Granitoides de Concepción. El oro se manifiesta en placeres auríferos, que están asociados al
Batolito Costero y al Basamento Metamórfico según varios autores (Stange, 2011; Collao et. al., 2000; Pincheira et al.,
1991). Sin embargo, no hay estudios contundentes que acredite la relación genética con el intrusivo.
Comprender la génesis de las pegmatitas y el magmatismo es fundamental para entender las concentraciones anómalas
de minerales y elementos de la zona de estudio, es por esto, que para el desarrollo del presente trabajo es necesario tener
en consideración una serie factores que hacen, que estas rocas, sean muy especiales:
• Existe un magmatismo casi sintectónico a la conformación de la Serie Oriental del Basamento Metamórfico.
• El magmatismo tiene una firma calcoalcalina por estar asociado a un sistema de subducción (margen activo).
• Se tienen cuerpos graníticos del tipo S e I.
• Existió una incorporación de sedimentos a la fosa + la fusión parcial de rocas metapelíticas, lo que le entregó un
carácter peralumínico al magma.
• Las ocurrencias de minerales metálicos es muy poca. Están asociados principalmente a facies terminales del
magmatismo como pegmatitas ricas en REE, uranio, torio ± oro.
• El arco magmático carbonífero está constituido esencialmente por rocas intrusivas
De estos factores y del contexto general surgen una serie de interrogantes o preguntas que se intentarán solucionar o
aproximarse:
• ¿Qué factores son fundamentales para generar mineralización en un contexto de subducción?
• ¿Por qué no encontramos grandes sistemas porfídicos (Cu) como en el resto del país?
• ¿Cómo afectó la roca caja metapelítica a la fertilidad metalogenética del magma?
• El batolito costero está conformado esencialmente por rocas intrusivas. ¿Dónde están las rocas volcánicas?
¿Estamos viendo las raíces del arco? ¿Se erosionó el resto?
• ¿Existen más afloramientos de pegmatitas en el batolito?
• ¿Siempre se generan pegmatitas ricas en REE en magmas que intruyen rocas metapelíticas?
• ¿Existen casos similares de pegmatitas ricas en REE en el resto del mundo? ¿Cómo ha sido la mineralización en
otras partes del mundo en contextos similares?
• ¿Por qué los autores asocian el oro al Batolito Costero? ¿Qué relación tienen con las rocas metamórficas?
Los blancos exploratorios para la región constituyen principalmente cuerpos graníticos del tipo S, pegmatitas, depósitos
tipo placer y de caolín, los cuales el último se encontró que tienen una estrecha relación a concentraciones altas de REE.
Los estudios metalogenéticos vinculados al Batolito Costero son muy escasos, se concentran en la Región del Biobío,
gracias a los aportes del Departamento Ciencias de la Tierra y el GEA.
El presente trabajo se realizó en el marco de la asignatura electiva “Tópicos Avanzados de Geología” de la Universidad de
Concepción y viene constituir un aporte a la metalogénesis del centro sur de Chile. Cabe destacar que el estudio es
preliminar y fue basado en una revisión bibliográfica.

1. CONTEXTO GEOLÓGICO territorio norpatagónico argentino, donde son agrupadas

1.1. Batolito costero
El Batolito Costero del Sur es una unidad que aflora en
forma continua en la Cordillera de la Costa del Centro-
Sur de Chile desde los 32°30’ hasta los 38º S, en una
franja NNE-SSW, siempre al Este de las rocas
metamórficas paleozoicas (Hervé et al., 1987 en
Vásquez, 2001). Al Sur de los 38° S, las rocas intrusivas
paleozoicas afloran esporádicamente en la Región de Los
Lagos, entre los 39° y 41°S (Martin et al., 1999) y en
dentro del Dominio Magmático Norpatagónico (Hervé et
al., 1987). Dataciones radiométricas permiten determinar
que la mayor parte de las rocas del Batolito Costero del
Sur tiene una edad que fluctúa entre Carbonífero y
Pérmico.
Para efectos descriptivos Creixell (2001) divide las rocas
intrusivas del Paleozoico de la Región del Biobío en tres
sub-unidades denominadas, de norte a sur: Granitoides
de Concepción (GC), Tonalitas de Santa Juana (TSJ) y
Granitoides de Nahuelbuta (GNA) (Figura 1).
 Figura 1: Mapa geológico de la cordillera de la costa entre los 36°30’ y 38°00’S. Modificado de Creixell, 2001.

Estos intrusivos cristalizaron a temperaturas entre 600 y Caramávida, más saturadas en Al que aquellos del sector
800° C, bajo presiones cercanas a los 5 kbar, lo que del Parque Nacional Nahuelbuta.
indica que son mesozonales y se emplazaron a nivel de
la corteza media, a profundidades entre 15 y 19 En cuanto al ambiente geotectónico, las rocas intrusivas
kilómetros. Las menores temperaturas se registran en las paleozoicas se generaron a partir de magmas
facies marginales, tanto de los GNA como de las TSJ, calcoalcalinos producidos en un ambiente de margen
producto, probablemente, de un aporte adicional de H2O continental activo, debido a la subducción de la placa
a los magmas, generado por reacciones de deshidratación oceánica bajo el margen suroccidental del Gondwana
en la roca de caja, que deprime la temperatura de
cristalización. En las TSJ se registran presiones
extremadamente elevadas (cercanas a 10 kbar), lo que
puede ser efecto de un stress lateral por emplazamiento
forzado del intrusivo y por un cierto grado de
contaminación en las tonalitas (Creixell, 2001).

Existe una disminución de los contenidos en elementos

compatibles con la diferenciación, sin embargo, se Figura 2: Diagrama TAS para rocas intrusivas paleozoicas y
registran facies de borde que documentan un mesozoicas (Plutón Hualpén-PH). Extraído de Creixell, 2001.
comportamiento geoquímico diferente, en comparación
a las facies centrales, lo que sugiere que simultáneamente
a la cristalización fraccionada ocurrió una
contaminación. Éste proceso está evidenciado en Santa
Juana por la presencia de granates en las tonalitas y por
una mayor saturación en alumina, predominantemente en
las facies marginales. En los GNA, la contaminación en
las facies de borde sólo es apreciable por la disminución
de los elementos traza compatibles y tierras raras pesadas
y un leve aumento en el índice de saturación en alumina
en las granodioritas de Caramávida.
Figura 3: Índice de saturación en alumina para granitoides. □
son muestras del TSJ, × son muestras del GNA, + son muestras
Las rocas intrusivas paleozoicas son todas subalcalinas del GC y ○ son muestras del Plutón Hualpén. Extraído de
(Figura 2). Específicamente los granitoides de Sta. Juana Creixell, 2001.
son metalumínicos (Figura 3), no obstante, en los bordes
son peraluminosos. Los demás varían de meta- a
peraluminoso con muestras ubicadas en el sector de
1.2. Pegm atitas
En la Region del Biobío se han distinguido tres
afloramientos de cuerpos pegmatíticos, nombrados por
su localidad: Poñen, Coyanmahuida y Vertientes. Estos
cuerpos se ubican en los Granitoides de Concepción
(GA).
El conjunto de afloramientos pegmatíticos habría sido
formado por fraccionamiento magmático desde
granitoides calcoalcalinos, en particular, de granodioritas
a leucogranitos pertenecientes al Batolito Costero del
Sur. Basado en la edad obtenida a través del método U/Pb
en circones hospedados en biotitas del afloramiento
Poñen, se afirma que la cristalización ocurrió hace
310.8±1.8 Ma. Existe además una diferencia importante
en la velocidad de cristalización entre el intrusivo y las
pegmatitas (Velásquez, 2012). La génesis pegmatítica ha
sido muy bien estudiada en el cuerpo de Poñen, cuya
estructura interna fue originada por una serie de pulsos
magmáticos determinando la cristalización de las
distintas zonas. Evidencias de campo y mineralógicas
sugieren que habría cristalizado desde los márgenes
(zona aplítica) hasta el centro del sistema: aplita-zona
pared-zona intermedia exterior-zona intermedia interior-
zona núcleo. Es decir, se puede clasificar en una
pegmatita zonada (Figura 4), no así, las de Vertientes y
Coyanmahuida (Su grado de conservación dificulta su
estudio).
Velásquez (2012) menciona que existe una variación
textural desde la zona exterior con cristales relativamente
finos hasta la porción más interna, en que la textura es
mucho más gruesa. La mineralogía de las pegmatitas
consta principalmente en tectosilicatos (cuarzo (cristal de
roca, lechoso, ahumado), microclina, feldespato sódico)
y filosilicatos (muscovita, biotita). Además de: Granate
almandino, espesartina, andalucita, turmalina (silicatos
ricos en aluminio) y corindón (óxidos). Asociados a estos
minerales ricos en Al se encuentran los minerales con
alto contenido de Uranio (Collao et al., 2009), los que
configuran un patrón importante para la guía y
exploración de minerales radioactivos. La pegmatita de
poñen es clasificada como del tipo Muscovítica-
Elementos raros de acuerdo a la nomenclatura de Cerný
y Ercit (2005), en la cual se caracteriza por poseer alta
muscovita y alto REE emplazadas en basamento
metamórfico de moderado a alto P-T. Es importante
mencionar que la abundancia de microclina sirve para
determinar que la pegmatita es del tipo syn-orogénica de
acuerdo a la clasificación de Sanchez-Muñoz et al.
(2011).
Velásquez (2012) propone un modelo genético para la
pegmatita de Poñen, el cual consiste en: Un magma
peraluminoso comienza a cristalizar en contacto con la
granodiorita hospedante, formando la zona de pared con
minerales como microclina y biotita, con notoria
ausencia de muscovita y aparición de circón, apatito y
turmalina como fases accesorias. El residuo magmático
se hace más rico en plagioclasas sódicas hacia la zona
intermedia exterior, con dominio de biotitas por sobre
feldespatos potásicos.
Figura 4: Mapeo de pegmatita de Poñen, en donde se distingue
su zonación. Extraído de Velázquez, 2012.
El magma residual acumula aún más elementos
incompatibles y recibe además un nuevo pulso hipotético
desde la cámara parental rica en aluminio, factor que
junto al déficit progresivo de la sílice (ocupada en etapas
anteriores), permitiría formar andalucita (posteriormente
alterada a corindón). Además, producto de lo anterior,
aparece en grandes cantidades muscovita y el granate. En
esta zona también se formarían las distintas variedades
de cuarzo, correspondientes a cuarzo lechoso, cristal de
roca y cuarzo ahumado; el último de estos estaría
asociado a elementos radiactivos y posiblemente a
mineralización de uranio y torio. Es también en esta zona
donde desaparece la biotita y aparece la textura gráfica
entre microclina y cuarzo como consecuencia de un
desequilibrio entre la tasa de crecimiento y la difusión de
sílice ocurrido en las etapas anteriores. Finalmente, el
remanente magmático da lugar a la zona de núcleo con
abundantes intercrecimientos de cuarzo-feldespato y
núcleos de cuarzo masivo con halos muscovíticos.
El fluido hidrotermal que se desarrolló en las diferentes
variedades de cuarzo del afloramiento pegmatìtico de
Poñén, pertenece a un sistema complejo de mezcla de
H2O, CO2 y NaCl, que evolucionó desde rango
mesotermal (330°C) a epitermal tardío (130°C), asociado
a la mineralización primaria de uranio (Collao et al., s/f).
2. METALOGÉNESIS
2.1. Tierras raras y elem entos radiactivos
Los elementos de tierras raras y radiactivos se encuentran
fuertemente ligados a las pegmatitas de Poñen,
Coyanmahuida y Vertientes. A nivel mundial las
pegmatitas ricas en REE y económicamente rentables
son mayorías precámbricas, y son localizadas en
basamentos metamórficos de alta T y baja P,
predominantemente en facies de andalusita-cordierita-
muscovita. Además, están asociadas espacialmente a
granitos peraluminosos o plutones graníticos
catazonales.
Los cuerpos pegmatíticos de la Región del Biobío están
clasificados, como se mencionó anteriormente, en ricas
en Mv-REE (clasificación de Cerný y Ercit, 2005). Es
curioso que estos tipos de cuerpos, a nivel mundial
(Mattawa, ON; Karelia, Rusia; Montes Urales, Rusia) se
encuentran generalmente emplazados en basamentos
metamórficos de moderado a alto P-T, en facies de
anfibolita (3-7kbar / 650-520°C). Lo que se ajusta muy
bien con las características de la serie oriental del
basamento metamórfico. Igualmente, se encuentran de
manera discordante a la foliación del basamento y
muestran zonación.
Estudios de Cerný (1991) y Cerný y Ercit (2005)
mencionan que la mayoría de las familias de pegmatitas
tienen una relación con granitos tipo S, asociado a
magmas peraluminosos, sin embargo, también se
documentan pegmatitas relacionadas a granitos tipo I o
combinaciones de I-S.
Yacimientos de clase mundial de estos elementos, como
el yacimiento de Rossing, Namibia o el de Fraser Lakes,
Canadá, muestran similitudes con los cuerpos de la
región, como, por ejemplo:
• Rocas altamente diferenciadas
• Texturas pegmatíticas
• Altos contenidos de U, Th, Y y REE
• Las mayores concetraciones de U se encuentra
asociada a las zonas ricas en biotita, feldespato
potásico, y cuarzo ahumado (coloración se
produce por la radiación).
• Asociados a cinturones metasedimentario (serie
oriental/Super grupo Damara)
• Magmas generados en parte por fusión parcial de
los metasedimentos --> firma peralumínica.
• Los intrusivos a los que se relacionan son
mesozonales y se emplazaron a nivel de corteza
media.
Sin embargo, también muestran diferencias.
• El ambiente tectónico: Rössing y el de Fraser
Lakes se emplaza en un cinturón metamórfico
generado por un ambiente colisional, mientras que
el área de estudio se emplaza en un ambiente de
subducción paleozoico con acreción
• Las intrusiones en Rössing son post-orogénicas,
mientras que las del área de estudio son syn-
orogénicas.
• Las razones 87Sr/86Sr en las rocas del área de
estudio son menores a las de Rössing, donde las
primeras varían entre 0.705 a 0.715 y las segundas
0,734. Esto se debe principalmente a que los
magmas de Rössing se han generado por fusión
parcial debido a metamorfismo de alto grado,
mientras que los magmas del área de estudio se
generaron por deshidratación de una placa
oceánica y posterior contaminación debido a la
fusión parcial de rocas metamórficas.
• Las razones de U/Th de Rössing son bajas (≤1),
por el contrario, estas razones son iguales o
mayores a 2 en las rocas estudiadas.
• Gran parte de la mineralización Rössing es
primaria, alcanzando el 60%, mientras que la del
área de estudio, al menos en superficie, es
secundaria.
• Presencia de fluorita, ausente en las pegmatitas del
área de estudio.
El origen del enriquecimiento de las pegmatitas del
Biobío sucedió por varios eventos de reciclaje y
engrosamiento desde el Paleoproterozoico (Jil, 2014).
Previo a la intrusión del Batolito Costero del Sur la
corteza Paleozoica del área de Nahuelbuta estaba
compuesta por rocas sedimentarias clásticas
correspondientes a una secuencia turbidítica que incluía
pelitas, arenitas y rocas calcosilicatadas, y por cuerpos
intrusivos poco diferenciados de composición diorítica,
cuyos vestigios se encuentran actualmente como
xenolitos de anfibolita en los márgenes del plutón central
(Hervé,1977). Los sedimentos provenientes de la erosión
de estas litologías, fueron transportados y depositados en
el sistema acrecionario paleozoico constituyendo una
importante fuente ya enriquecida en elementos
incompatibles como U, Th, Y, y REE por antiguos
procesos de diferenciación.
Durante el carbonífero-pérmicos intruye el Batolito
Costero del Sur, a través de estructuras del basamento
metamórfico de la serie oriental y la antigua corteza
continental de diorita, generando un magma
peralumínico. Cabe destacar que existe un aporte
importante de material de la serie oriental en el canal de
subducción por erosión tectónica que contribuye al
magmatismo
El enriquecimiento final de U, Th, Y y REE en las
pegmatitas es el resultado de la concentración de estos
elementos, por un proceso de diferenciación magmática,
en los magmas residuales, producto de su
incompatibilidad (Jil, 2014).
Los elementos no se distribuyen de manera aleatoria.
Existen controles químicos, litológicos y mineralógicos.
• Los factores químicos son: Las REE tienen radios
iónicos grandes (+3) y estados de oxidación que
varía entre +2 y +4 (Eu y Ce respectivamente)
haciéndolos incompatibles, quedando relegados al
liquido residual,
• Control por diferenciación magmática: Rocas más
félsicas tendrían elementos más incompatibles.
• Control mineralógico: Ciertos minerales son
capaces de incorporar dentro de su estructura
cristalina elementos como U, Th, Y, y REE. Este
factor mineralógico hace que varíen las
concentraciones de estos elementos en diferentes
pegmatitas.
A pesar que los cuerpos presentan una génesis común,
estos controles han caracterizado a cada una. De la Figura
5 se puede concluir que la roca caja se encuentra
deprimida en estos elementos, además de:
• Las pegmatitas del parque Coyanmahuida
presenta los valores más altos de Th, Y, REE
(tanto livianas como pesadas).
• La pegmatita de Vertientes tiene concentraciones
medias de los distintos elementos, sin embargo,
 los valores de LREE son ligeramente mayor que
las HREE.
• La pegmatita del sector Poñen presenta los valores
de U, Rb y Sn más alto, superando los de
Coyanmahuida, pero en general presenta las
menores concentraciones de HREE.
Figura 5: Valores promedio roca caja v/s pegmatitas Poñen,
Vertientes y Coyanmahuida. Extraído de Jil, 2014.
Si caracterizamos mineralógicamente a cada una de las
pegmatitas podemos entender el control mineralógico y
la causa de las diferencias.
La pegmatita de Coyanmahuida está compuesta
principalmente por:
• Cuarzo y feldespato potásico altamente
meteorizado a caolín y otras arcillas.
Y en menor medida de:
• Plagioclasas sódicas (albitas ± oligoclasa)
(vistas al microscopio)
• Uranopolycrasa (grupo de la euxinita (óxido))
• Caolinita
• Monacita (fosfato)
• Xenotima (fosfato)
Las altas concentraciones de U, Th, HREE, Nb, Ta se
explican por la presencia del mineral uranopolycrasa y
caolinita que son muy buenas concentradoras de REE
(Thair Al-Ani and Olli Sarapää 2009; Yang et
al.,1981;Galan et al.,2007). La baja concentración de Rb
y Sr, en comparación con la roca caja, se explica según
Jil (2014) por la ausencia de granates, biotita y
muscovita. Sin embargo, esto es contradictorio a la
génesis de las pegmatitas por cristalización fraccionada.
Tener concentraciones menores en Rb-Sr que la roca caja
implica más bien un posible error análitico o de
muestreo, ya que, la ausencia de estos minerales (granate,
biotita y muscovita) es reemplazada por feldespatos
potásicos, que pueden captar Rb. Es importante
mencionar que monacita y xenotima igual pueden
contener LREE, al igual que, óxidos de titanio ricos en
Y+REE, con contenidos menores de U y Th (Collao et
al., 2015).
La pegmatita de Poñen está compuesta principalmente
por:
• Cuarzo (cristal de roca, lechoso y ahumado) y
feldespato potásico (principalmente microclina)
• Granates (Almandino)
• Muscovita y biotita
Y en menor medida de:
• Plagioclasas sódicas (vistas al microscopio)
• Andalucita
• Corindón (reemplazando andalucita)
• Turmalina (variedad schorlo)
• Metaautunita
• Cheralita
La presencia de granates y muscovita explica las altas
concentraciones de Rb y Sr, además del dominio de
HREE por sobre LREE. El uranio proviene de la
metaautunita y de la cheralita. Los minerales que aportan
Uranio no son los mismo que aportan las REE a
diferencia de Coyanmahuida.
La mineralogía principal del afloramiento pegmatítico de
Vertientes consiste en:
• Cuarzo (Ahumado) y feldespatos potásicos
(principalmente ortoclasa)
Y en menor medida de:
• Granates (Almandino)
• Plagioclasas sódicas (vistas al microscopio)
• Biotita (alteradas levemente a óxidos de hierro)
Los contenidos de U y Th son bajos (menores a 100 ppm)
si se le compara con Poñen y Parque Coyanmahuida,
resaltando solo por la presencia de Y (Jil, 2014).
Basado en análisis de muestras de Poñen y Parque
Coyanmahuida a través de microsonda electrónica se ha
determinado, en forma preliminar, que los minerales que
contienen U, Th, Y y REE son secundarios y
corresponden a cheralita y uranopolycrasa
respectivamente. Estos minerales se suman a los ya
reconocidos en trabajos anteriores como metaautunita,
monacita y xenotima (Collao et al., 2009). La
metaautunita puede resultar de la alteración y lixiviación
de la uraninita, que se vislumbra como relicto en celdillas
de limonitas.
Thair Al-Ani and Olli Sarapää (2009) estudia la
residencia y el comportamiento de las REE durante
procesos de caolinitización de la roca parental en los
depósitos de caolín de Virstasalmi, SE Finlandia. Las
mineralogías de los depósitos provenientes de la
alteración son: caolinita (dominante), cuarzo, muscovita-
illita, y trazas de minerales como rutilo, circón y
monacita).
Durante la meteorización cantidades variables de Si, Fe,
Ca, Na, K fueron liberados, mientras el Al, Ti, Zr, LOI,
y REE fueron concentradas en las caolinitas.
Dos factores permitieron las elevadas concentraciones de
REE en el depósito de Virstasalmi:
-La sorción por parte de caolinitas (50-85% del total) de
una solución durante el proceso de caolinitización.
-Minerales primarios que ya contenían REE como circón
y monacita.
Durante la meteorización REE con cargas trivalentes
positivas son absorbidos por las superficies negativas de
las arcillas como la caolinita y hallosita (Yang et
al.,1981). La distribución de las REE en perfiles
meteorizados depende de muchos factores, uno de los
más importantes, las condiciones fisicoquímicas del
ambiente de alteración, junto con la estabilidad relativa
de los minerales primarios que contienen las REE.
En procesos de meteorización, la hidrólisis libera los
cationes de REE y minerales de la roca parental. Las REE
migran con el agua y se concentra en lugares favorables
a poco después de haberse liberados de minerales
inestables, siendo adsorbidas por minerales de arcillas en
la forma de cationes (Thair Al-Ani and Olli Sarapää,
2009)
La movilidad de las REE depende del potencial redox y
el pH del agua. Generalmente el proceso de
caolinitización comienza con un pH débilmente ácido,
que luego, con la liberación de Na+K por parte de
minerales (microclina u ortoclasa), resulta un rápido
incremento del pH. El alcalis es rápidamente removido
del ambiente de la caolinitzación, por lo que la última
etapa es nuevamente un ambiente ácido (Wang Xianjue
et al.,1984; Thair Al-Ani and Olli Sarapää, 2009),
implicando que la adsorción de REE por parte de las
arcillas aumenta notablemente en pH neutros a alcalinos
(7-9). Existe además un fraccionamiento entre las LREE
y HREE debido a que las primeras son más inmóviles en
fase fluida que las HREE, permaneciendo estas últimas
más tiempo en el fluido y alcanzando niveles del suelo
más profundos (Thair Al-Ani and Olli Sarapää, 2009)
(Figura 6). Factores biológicos como concentraciones
elevadas de ácido húmico también pueden generar
fraccionamiento entre las REE, favoreciendo las
concentraciones de LREE por adsorción en caolinitas
(Wan y Liu, 2006).
Figura 6: Promedio de contenidos de HREE y LREE en
depósitos de caolín y Roca caja parental. Extraído de Thair Al-
Ani and Olli Sarapää, 2009.
2.2. Ocurrencia del oro
El oro se encuentra acumulado en placeres auríferos,
distribuidos espacialmente en toda la franja de la
Cordillera de la Costa (Figura 7), desde la V Región
(Valparaíso) hasta el Valle Central y la Costa de la
provincia de Llanquihue en la X Región. Greiner (1991)
agrupa los depósitos auríferos en la división denominada
"depósitos relacionados con esquistos micáceos y/o
cuerpos intrusivos graníticos paleozoicos" asociados a
esta franja.
Específicamente la distribución espacial de los depósitos
de placeres auríferos de la VIII región (Figura 8) ocurre
en dos franjas, una costera de orientación N-S y otra con
orientación general NNW, que se extiende con
interrupciones por la precordillera y cordillera de los
Andes (Stange, 2011). En ambas franjas su ocurrencia
está limitada a zonas de depósitos de conos de eyección,
depósitos de terrazas fluviales, depósitos coluviales,
aluviales y en el caso de la alta cordillera además a la
ocurrencia de depósitos de tipo fluvio-glaciales
(Pincheira et al., 1991).
Figura 7: Yacimientos auríferos en el Basamento Metamórfico
y granito Paleozoico. Extraído de Stange, 2011.
Figura 8: Ubicación de los yacimientos tipo placer de Au y
otros en la Región del Biobío. Extraído de Stange, 2011.
Greiner (1991) indica que el oro de los lavaderos de la
Cordillera de la Costa y del Valle Central entre las
regiones VII y X se origina principalmente en la zona de
contacto entre el Batolito Costero Paleozoico y la del
Basamento Metamórfico. En la zona de contacto entre el
batolito y los esquistos se encuentra un sinnúmero de
vetas y vetillas de cuarzo aurífero, ya sea cortando los
esquistos, inyectadas en los planos de foliación de estos
o en el intrusivo.
En la zona de la franja costera, donde se encuentran los
placeres que se estudian en esta investigación, según
Pincheira et al., (1991) estos se relacionan genéticamente
a los afloramientos de rocas ígneas paleozoicas y a las
rocas del Basamento Metamórfico y, como fuente
principal serían las rocas graníticas de textura gruesa del
Batolito Paleozoico, el que contendría gran cantidad de
sílice aurífera (en forma de vetillas), de cuya denudación
provendría una buena parte del oro detrítico.
Figura 9: Ubicación de los yacimientos tipo placer de Au y otros en la Región de la Araucanía. Información recopilada de Rabbia et al.,
1996. Cuadrángulo en negro representa la Figura 10 (Zona de Deuco).
En las regiones V y VI los lavaderos (cuenca
sedimentaria comprendida entre los esteros Quilpué,
Marga y Las Palmas) están asociadas al Batolito Costero
de edad Paleozoica. De forma similar las regiones VIII y
IX el oro provendría directamente de la denudación del
granito (Greiner, 1991). Rabbia et al. (1996) realiza un
catastro de recursos mineros de la IX Región de la
Araucanía, en la cual se pudo digitalizar las coordenadas
de placeres de oro, arenas auríferas y caolines entre otros
recursos (Figura 9). Se observa una distribución similar
a la Octava Región de los recursos auríferos, constituida
por dos franjas: una franja NS costera y otra franja
cordillerana. Los placeres y arenas auríferas se emplazan
tanto en el Basamento Metamórfico, como en el Batolito
Costero. Los depósitos de arcillas (caolín) se ubican en
las rocas metamórficas posiblemente asociadas a
estructuras NW-SE como Falla Lanalhue y Lineamiento
Mocha-Villarrica.
Ocurrencias de pegmatitas y placeres de oro se han
descrito en la zona de Deuco (4km SW de Angol) (Díaz,
2017; Rabbia, 1996 respectivamente). En esta localidad
afloran cuerpos intrusivos correspondientes al Batolito
Costero y parte del Basamento Metamórfico de la Serie
Oriental (Figura 10). Estudios de Diaz (2017) reconoce
Figura 10: Mapa geológico de la zona de Deuco. Modificado de Díaz, 2017.
Collao et al. (2000) considera Coipín (cerca de Ninhue)
como importante depósito (placer) de oro ± paladio,
platino, y uranio. Fueron buscados con fluorescencia de
rayos X, sin embargo, no se encontraron dichos
elementos. En cambio, aparecieron: Fe, Ti, Mn, Zr, Si,
Nb, Cr, Zn, Sr, Ca, Al. El Nb puede estar presenten en
minerales como columbita, tantalita y tapiolita. Collao
propone que estos minerales pueden estar en
concentraciones importantes en rocas intrusivas félsicas
como los granitoides del área, por lo que se recomienda
hacer un estudio mejor.
Existen numerosos casos documentados de
mineralización aurífera ligada a intrusiones graníticas de
dimensiones batolíticas, como por ejemplo el caso de las
vetas de cuarzo asociadas a cizalle en la zona de Liese,
en Alaska, en las cuales según Rombach (2002), el oro
se encontraría asociado esencialmente a Bi, As y Te,
donde el 80% del Au se manifiesta en pequeñas
partículas menores a 60 micrones, clasificando este
depósito dentro de los denominados “Depósitos de Au
Orogénicos”.
Hart (2005), basado en distritos auríferos de Alaska y
Yukon, como Fort Knox, Dublin Gulch y Scheelite
Dome, propone un modelo que implica que estos
sistemas estarían ubicados en las partes interiores de
cinturones orogénicos, los cuales comprenden
principalmente contenidos significativos de Au, Bi, Te y
W, cuya forma de mineralización más característica
un stock (Stock Deuco) con características peralumínicas
a diferencia del Batolito Nahuelbuta predominantemente
metaluminoso. En el contacto entre la serie metamórfica
y el stock se encuentra un depósito de arenas auríferas
cuyo atractivo no se ha descrito.
estaría en sistemas de vetas paralelas alojadas en las
intrusiones, estableciendo una zonación de elementos,
variando hacia fuera del intrusivo en sistemas Au-As
(±Sb) alojados en la aureola de contacto con la roca de
caja sedimentaria o metasedimentaria y zonas distales
caracterizadas por la ocurrencia de la asociación Pb-Zn-
Ag.
La génesis que lleva a cabo las concentraciones auríferas
y otros metales es a partir de la cristalización fraccionada,
donde elementos volátiles y algunos metales
incompatibles quedan enriquecidos en el magma (Figura
11). Luego ocurriría una exsolución del fluido al cual
llegan los volátiles y finalmente una partición de los
metales, en que los volátiles quedan enriquecidos en
metales provenientes del magma, dado que tienen parejas
geoquímicas favorables (S, F, OH-), lo que forma el
fluido mineralizador, mientras que el magma residual, al
mismo tiempo, forma pegmatitas y aplitas, generando
mineralización en vetas, tales como diques de pegmatita
y aplita, de manera que si el fluido es suficientemente
rico en elementos metálicos se produce un yacimiento
metalífero o de gemas (Hart, 2005).
La Figura 12 y 13 muestra la distribución espacial de los
placeres auríferos y las redes hidrográficas
respectivamente en las zonas Concepción-Florida y
Hualqui-Santa Juana-Quilacoya. En ella se observa que
los placeres se sitúan preferencialmente en los
granitoides del Batolito Costero, como en el basamento
metamórfico.
 tardíos, que luego de su erosión se incorporan a los
demás sedimentos de los cursos fluviales, lo cual en parte
se relaciona con el modelo de Hart (2005). Sin embargo,
los contenidos de W registrados son bajos, con valores
entre 5,3 y 14,8 ppm, detectado exclusivamente en las
pegmatitas del sector Poñén. El Bi, similar al caso del W,
está presente en bajas concentraciones en las mismas
muestras de este sector, los que varían entre 0,5 y 5,3
ppm (Stange, 2011).
Incorporando las bases de datos de Rabbia et al.,(1996),
Stange, (2011) y Collao et al., (2000) sobre la
distribución de los placeres auríferos de la VIII Y IX
Región (Figura 15), podemos distinguir una
predominancia de la ubicación de los placeres en el
Basamento Metamórfico como en el Batolito Costero de
Figura 11: Proceso de generación de mineralización aurífera manera igualitaria y en menor medida alojados en la Fm.
relacionada a intrusiones, donde (A) corresponde a la etapa de Sta. Juana.
cristalización fraccionada extrema, (B) etapa de partición de
metales y (C) etapa de mineralización en diques de pegmatita y 2.3. Alum inosilicatos
aplita. En (D) se muestra el sector de la “Cúpula” del cuerpo
intrusivo, donde diques de pegmatita y aplita cerca de la La intrusión del Batolito Costero generó metamorfismo
superficie pueden ser erosionados y dispersados en el ambiente regional de contacto, tipo Buchan (Alta temperatura, baja
supérgeno. Extraído de Stange, 2011.
presión), que afectó a la Serie Oriental, causando en ella
la aparición de tres zonas mineralógicas: zona de biotita,
Existen zonas anómalas de Au y Ag en los placeres de
de andalucita y de silimanita (Figura 1). Estas zonas son
Puente 5, Puente 6 y Poñén dentro de la zona denominada
paralelas al borde intrusivo, con un incremento del grado
Concepción-Florida y en los placeres de Hualqui y
al acercarse al intrusivo (Hervé, 1988) y presentan
Quilacoya en la zona Hualqui-Santa Juana-Quilacoya
porfiroblastos de tamaños centímétricos de los minerales
(Figura 14). Existe una correlación entre los contenidos
correspondientes a cada zona. Los minerales
de As y Au mostrando aumentos en sus concentraciones
mencionados a pesar que no fueron generados por un
en Poñen y Quilacoya, concordando con el modelo de proceso magmático, fueron producto de la intrusión del
Hart (2005) yRombach (2002). También existen
batolito del Carbonífero y constituyen un importante
anomalías positivas de Cu, Pb, Zn y Ag en la localidad
aporte a la economía regional. Los porfiroblastos de
de Poñen y de Ag en Quilacoya. En este último sector,
quiastolitas (variedad de andalucita) se comercializan
las vetas de cuarzo que cortan a las rocas sedimentarias
principalmente de manera artesanal, no obstante,
de la Formación Santa Juana, arrojan valores levemente
actualmente existen pequeñas empresas que hacen
superiores de Au (40,9 ppb) y As (20,9 ppm), respecto a
cerámicas ornamentales con exportaciones al exterior,
los valores promedio en rocas intrusivas y a las otras
además de proyectos turísticos regionales como la Ruta
rocas muestreadas en esa zona (Stange, 2011).
de la Piedra Cruz en el Valle Trongol Bajo.
Específicamente en el lavadero del sector Poñén, se
reconocen contenidos superiores a la media de las rocas
analizadas para Au (757 ppb), Ag (4 ppm), Cu (> 10.000
ppm), Pb (803 ppm), Zn (9.522 ppm) y As (424 ppm),
por lo que se puede establecer que al menos en este
lavadero el Cu, Pb, Zn, As y menormente el Ni, pueden
constituir elementos guías en exploración geoquímica de
sedimentos de drenaje ligado a las manifestaciones
auríferas reconocidas en las pegmatitas de este sector.
Ello, por un halo de dispersión secundaria producto de
procesos supérgenos tales como meteorización, erosión,
transporte y concentración de estos elementos que
pueden conformar la zona anómala en Au (Stange,
2011).

La ocurrencia de halos con contenidos anómalos de oro

en sedimentos que conforman los placeres de Poñén y
Quilacoya, de acuerdo a lo expuesto anteriormente,
podría tener su fuente en los diques de pegmatitas y/o
vetas de cuarzo, los cuales corresponderían al fluido
residual rico en volátiles que cristaliza con posterioridad
al cuerpo intrusivo, en el marco de procesos magmáticos
Figura 12: Distribución de los placeres auríferos en las zonas Concepción-Florida (A) y Hualqui-Santa Juana-Quilacoya (B)
seleccionadas para la exploración de oro. La denominación de placer atractivo, no atractivo y sin información corresponden al estudio
de Collao et al., (2000). Extraído de Stange, 2011.

Figura 13: Redes hidrográficas de la cuenca del Biobío asociada a las zonas placeríferas Concepción-Florida (A) y Hualqui-Santa Juana-
Quilacoya (B) mostradas en la Figura 12. Modificado de Aquaterra Ingenieros limitada, 2012
Figura 14: Mapa de distribución de Au y Ag en los sedimentos muestreados en la zona de estudio y su relación con rocas con contenido
anómalo de Au, Ag, Cu, Pb, Zn y As. Extraído de Stange, F.Collao, S.y Helle, S.,2011

Figura 15: Gráfico de la distribución de placeres auríferos en las diferentes unidades de las Regiones VIII y IX. Datos obtenidos de
Rabbia et al.,(1996), Stange, (2011) y Collao et al., (2000).

3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN manera eventos compresionales que favorecen la

La fertilidad metalogenética del magmatismo
Carbonífero entre las latitudes 33°- 40°S se considera
bastante escasa. Uno de los factores importante a
considerar y que no se ha comentado hasta ahora es la
evolución tectónica y climática del margen Godwánico.
En el Carbonífero superior – Pérmico el crecimiento del
prisma acrecionario y la sedimentación en la parte
posterior de este estaban probablemente relacionado en
tiempo y espacio, mientras se emplazaban lo intrusivos
(Charrier et al., 2007). Este gran prisma acrecionario
proporcionaría sedimentos entrantes al canal de
subducción, generando una mayor lubricación en el
contacto interplaca, disminuyendo de alguna u otra
conformación de sistemas de pórfidos.
El basamento metapelítico de la Serie Oriental juega un
importante rol al momento de la intrusión magmática.
Sedimentos de granulometría fina (tamaño pelita)
pueden poseer una importante concentración de materia
orgánica, capaz de desarrollar una reducción “global”,
que afecte todo el sistema magmático, reduciendo
finalmente el S+4 a S-2. Este proceso tiene como
consecuencia la cristalización de sulfuros magmáticos
impidiendo que metales importantes como el Cu se
vallan con los fluidos segregados. Es por esto que las
mineralizaciones principales se concentran en fluidos
magmáticos muy tardíos, como son las pegmatitas, en
donde la cristalización fraccionada y la química de los
elementos es el último recurso para la concentración de
estos.
El factor climático es primordial para explicar los grados
de erosión que han tenido las rocas. Durante el
Pensilvaniano, en Sudamérica, dominó un clima frío con
abundantes masas de hielo (glaciares) (Tabor y Poulsen,
2008) lo que produjo un desgaste sustancioso de la
corteza superior, explicando la gran cantidad de
sedimentos a la fosa. El clima posterior del Mesozoico y
Cenozoico, dominado por precipitaciones ± glaciaciones
(Oligoceno-Mioceno y Pleistoceno) probablemente
terminó con remover la zona superior, dejando expuesta
la corteza media según mediciones barométricas en
intrusivos del batolito costero (Creixell, 2001).
Un único proceso no es la clave para formar un depósito
importante, sin embargo, la ausencia o ineficiencia en la
operación de los procesos que contribuyen, pueden
provocar la no generación de depósitos. Si consideramos
lo anteriormente mencionado sobre la posible reducción
magmática, alta lubricación en el contacto interplaca
sumado los grados erosivos presentes, se tienen dos
opciones: Se generaron depósitos de pórfidos y luego se
erosionaron o no se formaron depósitos de pórfidos,
implicando finalmente que es muy poco probable
encontrar depósitos de este tipo asociados al
magmatismo del Carbonífero del centro sur de Chile.
Los placeres auríferos, dado los antecedentes y tomando
en cuenta el hecho de que la gran mayoría de los placeres
estudiados están ligados espacialmente al Batolito
Costero del Sur y al Basamento Metamórfico, con
excepciones de algunos alojados en la Fm. Sta. Juana, es
razonable pensar que estas unidades y cuerpos menores
asociados pueden haber sido fuente del metal, a partir de
soluciones hidrotermales derivadas de los intrusivos y es
por esto que los autores han hecho principalmente una
relación espacial, pero no temporal del oro con respecto
a los intrusivos paleozoicos. La igual cantidad de
placeres ubicados en el Batolito Costero y en el
Basamento Metamórfico (Figura 15) sugiere que ambos
estuvieron involucrados en la génesis de las vetillas
cuarzo-auríferas, asociados principalmente en el
contacto de estas unidades, como lo mencionaron
Greiner (1991), Pincheira et al. (1991) y Stange (2011).
Si consideramos que las ocurrencias y concentraciones
de oro están ligadas a las pegmatitas y placeres auríferos,
se tiene que la mineralización ocurrió en todo el borde
del intrusivo, en contacto con la roca encajante
metapelítica del basamento (Figura 16). Las pegmatitas
de igual forma se sitúan en las partes apicales de los
intrusivos, que están junto a las rocas cajas. Los datos de
Stange, F.Collao, S.y Helle, S. (2011) proponen que las
zonas auríferas están ligadas a anomalías positivas de
As-Pb-Zn-Ag, utilizando estos como elementos de
exploración. Lo anteriormente descrito concuerda con el
modelo de mineralización de Hart (2005), en el que
menciona una zonación que varía hacia fuera del
intrusivo en sistemas Au-As (±Sb) alojados en la aureola
de contacto con la roca de caja sedimentaria o
metasedimentaria y zonas distales caracterizadas por la
ocurrencia de la asociación Pb-Zn-Ag, que se podría
asociar más a los cuerpos pegmatíticos.
Sin embargo, si consideramos las redes hidrográficas de
la cuenca del Biobío mostradas en la Figura 13, que
tienen una dirección preferentemente hacia el Oeste,
podríamos interpretar una posible proveniencia desde
intrusivos cretácicos (Jurásicos?), ya que las zonas
auríferas se encuentran al oeste de estos cuerpos y que
por procesos de transporte se depositaron y concentraron
sobre el Batolito Costero. Stange (2011) menciona
vetillas de cuarzo aurífera que cortan a la Formación Sta.
Juana, indicando una temporalidad relativa de éstas
(posterior a la conformación de la Fm. Sta. Juana), no
obstante, el autor no toma en cuenta este factor dentro de
sus interpretaciones. De igual forma pueden existir
distintos sistemas de vetillas, con diferentes edades que
estén cortando las unidades ya mencionadas.
Se pueden considerar los depósitos de caolín como
importantes reservas de REE producto de la
meteorización de granitoides, presentando éstos bajas
concentraciones, en comparaciones con los sedimentos
meteorizados, además de un posible fraccionamiento de
las REE por estudios de perfiles de suelo. Si asociamos
los granitos tipo S con los posibles cuerpos pegmatíticos
que dieron lugar a la conformación de depósitos ricos en
REE, el principal blanco de exploración son
precisamente los granitos S. Se recomienda explorar
zonas alteradas en estos tipos de granitos para encontrar
depósitos arcillosos (caolín). Estudios por parte del curso
de Geología de Campo II (2017) de la Universidad de
Concepción, identifican dos granitoides ricos en cuarzo,
granate y biotita en la localidad de la población
Rodríguez, camino a la ciudad de Cabrero, ruta CH-146
y en la empresa Biolantánidos, comuna de Penco. Esta
mineralogía evidencia la presencia de granitoides tipo S,
reafirmando la importancia de búsqueda, ya que la
empresa Biolantanidos los utiliza para recuperar REE.
Los últimos 10 Ma aproximadamente ha permanecido un
clima templado húmedo con precipitaciones anuales de
1190 mm y actualmente una flora dominante no
autóctona de Pinus radiata. Las características químico-
nutritivas de la hojarasca del pino, más pobre en calcio y
nitrógeno y más rica en compuestos inhibidores como
resina, ceras y lignina, sumado a la mayor actividad
fungosa en el mantillo de pino producen un medio más
ácido, que se proyecta en su efecto sobre el suelo mineral
(Schlatter y Otero, 1995). Este factor de acidificación del
suelo en la mayor parte del centro sur de Chile estaría
generando más bien, una liberación de las REE de los
granitoides y pegmatitas, y localmente podría estar
concentrándose en sistemas de pH más altos, como
pueden ser zonas de bosques nativos aledañas o cercanas
a plantaciones forestales y/o profundidades un poco
mayores dentro de los perfiles del suelo. Se recomienda
hacer un estudio de las redes hidrográficas, ubicación de
posibles trampas geológicas (estructuras, depresiones,
cuencas) y de bosques nativos para la posible
concentración de REE.
Figura 16: Modelo esquemático del emplazamiento del Batolito Costero con la distribución de vetillas cuarzo-auríferas y cuerpos
pegmatíticos asociados al contacto ígneo-metamórfico. Parte superior se encuentra erosionada implicando la ausencia de depósitos
epitermales y porfídicos. Inclusiones fluidas en cuerpos pegmatíticos evidencian temperaturas mesotermales que evolucionaron
localmente a zonas epitermales, sin embargo, no se obtuvieron datos de presión ni profundidad. Datos de presión y temperatura obtenidos
de Creixell, 2011 y Collao et al., s/f.

La Figura 17 muestra un mapa de ubicación de un área
reducida de trabajo a modo de ejemplo. Para esto se
utilizó imágenes del satélite Sentinel2 con una resolución
espacial de 20m, para luego hacer combinaciones de
bandas y destacar los afloramientos. Según el servicio
geológico de USA la banda 12-4-2 para el Sentinel2 es la
más recomendada para distinguir unidades rocosas. Con
esta combinación de banda se realizó una clasificación
de imagen supervisada y no supervisada. La clasificación
supervisada consiste en caracterizar pixeles de un raster
y extrapolarlos al resto de la imagen haciéndolos
coincidir con pixeles de la misma información. Sin
embargo, por la poca cantidad de datos no se llegó a un
resultado final. Es por esto, que se utilizó la clasificación
no supervisada, en la cual el computador separa los
pixeles del raster de acuerdo su criterio, pero luego se
hace una reclasificación según interpretación humana
para acomodar los valores. De la Figura 18 se puede
concluir que las localizaciones de las pegmatitas en
general se encuentran en zonas de alteración 1 y/o 2. Esto
es muy importante, dado que la mayoría de los minerales
portadores de REE y U, Th son secundarios, por ejemplo,
la caolinita y uranopolycarasa que captura REE y
cheralita y metautunita. Esta última proviene de la
alteración de la uraninita y se ubica como relictos en las
limonitas.
Tomando en cuenta los estudios de concentraciones de
REE por adsorción de caolinitas, se vuelve aún más
indispensable encontrar depósitos con este tipo de
alteración, ya sea pegmatíticos o del batolito para
confirmar altas concentraciones e identificar nuevas
zonas de exploración. Considerando que los cuerpos
pegmatíticos no son únicos, y generalmente vienen en
“familia”, si se localiza en él área, otros lugares de
iguales características de alteración a los yacimientos
pegmatíticos, es posible encontrar nuevas fuentes de
mineralización para le región.
Figura 17: Mapa de ubicación del área de ejemplo para la
combinación de bandas espectrales.
Figura 18: Mapa de distribución de posibles fuentes minerales
asociados a intrusivos meteorizados y cuerpos pegmatíticos.
La empresa Biolantánidos, ubicada en la comuna de
Tomé, Región del Biobío, ha desarrollado una planta
piloto destinada al estudio de extracción y producción de
Lantánidos, en depósitos de arcillas emplazadas en el
Batolitos Costero (Figura 19). Estos depósitos están
asociados a la meteorización del intrusivo tipo S y
aseguran una concentración mineral significativa y
además pueden ser extraído fácilmente, lo que reduce los
costos de producción y hace un uso eficiente de los
recursos y suministros. La compañía cuenta con proceso
patentado de extracción denominado Proceso de
Lixiviación Continua Cerrada (CCLP), un método
supuestamente respetuoso con el medio ambiente que
optimiza la extracción de Lántánidos a través de la
recirculación de agua y reactivos (biodegradables),
obteniendo Lantánidos concentrados con pureza superior
al 92% con un bajo uso de recursos naturales.
Figura 19: Afloramiento de Biolantánidos en el sector
Cabritos, Tomé. Se observa claramente el grado de alteración
en el cuerpo intrusivo. Extraído de Web:
http://www.biolantanidos.com/?lang=es.
4. CONCLUSIÓN
• La fertilidad metalogenética del magmatismo
Carbonífero entre las latitudes 33°- 40°S es
bastante escasa. Se encuentra caracterizada por
REE, placeres auríferos, minerales radiactivos y
aluminosilicatos asociados a la intrusión
paleozoica.
• No existe evidencia geocronológica que ligue el
Batolito Costero con las vetillas cuarzo-
auríferas. Es necesario tener una temporalidad
absoluta (datación radiométrica) de estas
vetillas para confirmar la relación genética con
el intrusivo Carbonífero u otros cuerpos ígneos
que afloran en el área.
Dado el contexto anterior, se incentiva el
estudio de las vetillas cuarzo-auríferas para
asociarlas a un evento magmático, ya sea al
Batolito Costero o a eventos magmáticos
posteriores como posiblemente a los intrusivos
Cretácicos y otros cuerpos que no han sido
mapeados pero sí afloran en la zona, de esta
manera poder entender y aportar información a
la metalogénesis del centro sur de Chile.
• Dentro del Batolito Costero se recomienda los
cuerpos pegmatíticos y vetillas de cuarzo para
exploración aurífera a grandes rasgos.
• Dentro de la zona Concepción-Florida, un
criterio geológico recomendado para la
exploración de oro sería realizar el muestreo de
sedimentos de zonas aledañas a cuerpos de
pegmatita dentro de rocas intrusivas que
conforman el Batolito Costero.
• Es posible inferir que al menos el As, Pb y Zn
sería un elemento guía para la exploración de
Au en sedimentos en el sector Concepción-
Florida y Hualqui-Santa Juana-Quilacoya.
• Existen controles químicos, litológicos
(relacionado con los procesos de diferenciación
magmática) y mineralógicos (controlado por la
presencia o ausencia de los minerales que
concentran U, Th y REE) en la distribución de
elementos de las pegmatitas del Biobío.
• Los afloramientos de pegmatitas estudiados y
que pertenecen al Batolito Costero del Sur
presentan altos contenidos de U, Th, Y y REE.
Las mayores concentraciones de U están
asociadas a la pegmatita Poñen (2096,4 ppm),
mientras que la pegmatita que aflora en el
Parque Coyanmahuida es la que presenta los
mayores valores de Th (768 ppm), Y (3640
ppm) y REE (6430 ppm). A pesar de presentar
valores anómalos, Vertientes tiene
concentraciones considerablemente menores de
todos los elementos de interés.
• Sucesivos procesos de reciclaje y
engrosamiento cortical desde, probablemente,
el Paleoproterozoico, generaron varias unidades
litológicas erodables cuyos sedimentos se
depositaron en el prisma de acreción
Paleozoico, el cual posteriormente fue
metamorfizado e intruido por el Batolito
Costero del Sur. Este intrusivo habría asimilado
parte de los metasedimentos haciendo que el
magma parental adquiera afinidades
peralumínicas y se enriqueciera en U, Th, Y y
REE.
• Basado en análisis de muestras de Poñen y
Parque Coyanmahuida a través de microsonda
electrónica se ha determinado, en forma
preliminar, que los minerales que contienen U,
Th, Y y REE son secundarios y corresponden a
cheralita y uranopolycrasa respectivamente.
Estos minerales se suman a los ya reconocidos
en trabajos anteriores correspondientes a
metaautunita, monacita y xenotima
• Las pegmatitas de Poñen, Cuyanmahuida y
Vertientes se emplazan en los Granitoides de
Concepción, catalogados según Creixell, (2001)
como granitoides tipo S, asociado a magmas
peraluminosos. Lo anterior, sumado a los
estudios de Cerný y Ercit, (2005) y la ocurrencia
de cuerpos pegmatíticos en el área de Deuco,
evidenciadas por Díaz (2017), podrían indicar
que existe una estrecha relación entre los
cuerpos pegmatíticos con granitos tipo S en
términos económicos, sugiriendo una guía de
exploración los granitos tipo S alojados en el
Batolito Costero en búsqueda de pegmatitas.
• Se sugiere el estudio de las pegmatitas Deuco
con posibles concentraciones anómalas en Au
en el sector.
• La movilidad de las REE depende el potencial
redox y el pH del agua, además de la estabilidad
relativa de los minerales primarios que
contienen las REE.
• La importancia de los granitos tipo
S/pegmatitas en las concentraciones de metales,
en este contexto magmático, es fundamental, es
por esto que se propone utilizar bandas
espectrales para la identificación de posibles
fuentes.
• Minerales aluminosilicatados (Andalucitas)
constituyen un importante aporte económico a
la región.
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