LA PARADOJA DEL ACCESO A LA INFORMACIÓN

La falta de control del acceso a redes, el anonimato y la falta de regulación para

publicar en Internet; causa que las publicaciones disponibles en la web muchas
veces carezcan de veracidad, confiabilidad y credibilidad; lo que genera más
desinformación que información “confiable”.

Las redes sociales es el mejor ejemplo de este fenómeno. En estas la

comunicación
interpersonal se manifiesta de manera similar a los grupos sociales en el mundo
físico, generándose también relaciones de poder, emergencia de líderes,
jerarquización de los miembros y monopolización de las opiniones. 1

La inmediatez en las comunicaciones interpersonales potenciada por la

progresiva portabilidad de los dispositivos de comunicación individual, permite que
las redes sociales en Internet puedan ser empleadas como un instrumento de
coordinación de acciones a gran escala. Las redes creadas con una finalidad
“benéfica” pues la rapidez, el ponerse en contacto con una persona a kilómetros
de distancia de manera inmediata sin duda se calificaría como algo bueno, un
progreso innegable para la humanidad, esa posibilidad de crear contenidos, de
hacerlos masivos, hace factible reconocer la existencia verdadera de una libertad
de expresión “completa”, pues sería muy difícil eliminar estos contenidos de toda
la web. Es decir, cada persona con acceso a las actuales redes de
telecomunicaciones tiene la posibilidad de transformarse en sí misma en un medio
generador de contenidos dirigidos a las masas, pero al mismo tiempo los
individuos que componen éstas últimas pueden decidir si los reciben, procesan e
internalizan.

Internet representa un repositorio de datos que contiene

información y conocimiento accesible a todos los usuarios, la mayoría de las veces
por medio de herramientas de búsqueda a las que los usuarios pueden acceder
por la propia Internet. Desde este punto de vista, esta red pone a disposición de
las personas una variedad de recursos informativos así como las herramientas

1Gómez Arriaga, Héctor Francisco, Desinformación en Internet y hegemonía en redes sociales, Chile, 39 pág.
para localizarlos y recuperarlos, para fines de educación, investigación científica,
difusión, entretenimiento, información, etc.

Sin duda esta maximización de la información y del acceso a la misma nos lleva a
la perversión de la misma o utilizarla con otros fines. Podemos recordar en los
casos recientes en México donde a través de las redes en distintas aplicaciones
de mensajes grupos de personas orquestaban saqueos a tiendas departamentales
con el único pretexto de llevar a cabo un acto de protesta en contra de la alza de
los combustibles, es incluso valido cuestionarse si alguna vez paso por su mente
que incluso podría darse el caso de que ocurriera un enfrentamiento con las
fuerzas policiales y posiblemente perdieran la vida, otro de los ejemplos validos es
sobre los diversos “atentados” en diversas escuelas por parte de alumnos contra
profesores o compañeros, estos iniciaron en el vecino país del norte pero incluso
llegaron a nuestro país como es el caso del joven de 15 años en Nuevo León
(disparo contra un compañero, su profesora y posteriormente atento contra su
vida), en cual influenciado por grupos de las redes que fomentan la violencia y los
actos de repudio social, en este caso los grupos celebraron su actuar.

Existen personas que efectivamente hacen uso de la posibilidad de dirigir

contenidos a los demás miembros de la red, pueden en realidad ejercer algún
grado de influencia sobre ellos con la posibilidad de encauzar sus acciones. En
esa interacción existe el riesgo de una comunicación malintencionada, mal
informada o equivocada con el potencial de generar efectos no deseables; Es
más, el peligro
aumenta si se considera el menor interés de las personas en someter a juicio
crítico las informaciones que reciben, en especial cuando están insertas en redes
sociales a las que se han incorporado voluntariamente, y en las que se han puesto
en contacto con personas que pueden llegar a ser un referente confiable. 2

Un ejemplo del peligro de esto puede ser el reciente caso del periodista Ricardo
Alemán, el cual con simplemente compartir el contenido e insertar un comentario,
el resultado fue el esperado para él sus principales patrones le rescindieron su

2 Ob. Cit. 43 pág.

contrato, pero eso no es el tema, es evidente que la causa es esa incitación a la
violencia e incluso apología del delito que pudo llegar a interpretarse y traer
consigo graves problemas, pues no es posible o por lo menos factible saber si
alguno de sus seguidores o de las personas a las que llego el mensaje no lo tome
literal, sin duda al problema se le puso fin de una buena manera, para algunos
incluso pudo tratarse de una solución política e incluso el cuidado de intereses,
pero sin duda si estos problemas no se eliminan o cortan de raíz pueden traer
problemas graves, como por ejemplo el desafortunado comentario del candidato
independiente para presidente de la república, en donde proponía cercenar la
mano a las personas que roben, no tardo y con motivo de la violencia que hoy
viven nuestro país, al día siguiente aparecen cuerpos sin mano y mensajes de
respaldo a su propuesta, creo que es responsabilidad de las personas cuidar y
tratar de manera puntual estos temas que sin duda pueden generar problemas
serios.

Personas de manera voluntaria, aunque en ocasiones por una necesidad de

reconocimiento o pertenencia, se someten a la influencia que ejercen líderes de
opinión que monopolizan la actividad de las redes sociales simplemente porque
tienen más presencia mediática.3

3 Ob. Cit. 52 pág.