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TESTIGOS EN LA ESCUELA

PERFIL DE UNA
PEDAGOGÍA
AGUSTINIANA

Francisco Galende, OSA

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Publica:
FEDERACIÓN AGUSTINIANA ESPAÑOLA

Coordinan:
María Paz MARTÍN DE LA MATA
Santiago M. INSUNZA SECO

Colabora:
Comisión de educación FAE

Imprime:
Grafinat, S.A.
Argos, 8
28037 Madrid

ISBN (Obra completa): 84-932490-0-9


ISBN: 84-932490-4-1
Depósito Legal (Obra completa): M-26.388-2002
Depósito Legal: M-27.891-2002
ORACIÓN DEL EDUCADOR AGUSTINIANO

Enséñame, Señor, lo que tengo que enseñar,


y enséñame, sobre todo,
lo que tengo que aprender.
Para que también yo
continúe considerándome alumno
en la escuela donde Tú
eres el único maestro
que enseñas desde dentro.
Aumenta mi hambre de verdad
para que no descanse
sobre conquistas fáciles,
sino que convierta la vida entera
en una búsqueda incesante.
Que sepa amar sin condiciones,
como amas Tú,
vea en los más débiles
una cita para la entrega gratuita
y sepa enseñar siempre con alegría
a través de los gestos,
más que del discurso de las palabras.
DOS PALABRAS

E
L año 1994, la FEDERACIÓN AGUSTINIANA
ESPAÑOLA celebró, en Madrid, un encuentro bajo
el título AULA AGUSTINIANA DE EDUCACIÓN.
Aquella feliz iniciativa –ya en su novena edición–
ha contribuido a definir las líneas maestras de la
pedagogía agustiniana y a crear un foro de reflexión
sobre los temas más vivos de la educación
contemporánea. Las ponencias de esas jornadas
se han venido publicando, año tras año, y constituyen
una bibliografía valorada en el mundo agustiniano
de habla hispana.
Con el programa «TESTIGOS EN LA ESCUELA»,
la FAE quiere, ahora, poner en manos de todos los
educadores unos cuadernos monográficos que vayan
desgranando los matices diferenciales de una
propuesta educativa con sello agustiniano.
El manantial de intuiciones que brota del pensamiento
de san Agustín no queda aquí agotado, a lo más
sugerido.
Los Equipos Directivos de los distintos Colegios
instrumentarán la metodología y el calendario más
adecuados para ese necesario tránsito de la lectura
personal a la reflexión compartida.
La sociedad, particularmente la escuela, necesita
testigos. Hombres y mujeres que confiesen
abiertamente las razones que sostienen su vida y den
razón de su esperanza. No hay que imponer nada, pero
hay que ser capaces de proponer. La verdad de la vida
cotidiana es el mensaje más transparente. Aunque haya
interferencias.
Perfil de una pedagogía agustiniana
FRANCISCO GALENDE, OSA

conciliadora. Los grandes genios suelen


ser hombres de síntesis y en ese terreno
hay que emplazar a san Agustín. Su
pedagogía surge de la síntesis armónica
entre pensamiento y praxis, entre el
ideal y la realidad.

on todo derecho se puede hablar

C de una pedagogía agustiniana, de


un talante, un estilo, una línea
pedagógica. San Agustín fue un I. PRESUPUESTOS FILOSÓFICOS
pensador, un humanista, un maestro y
un obispo que nos ha dejado en su
DE LA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA
amplia obra escrita todo un manantial Toda pedagogía se asienta sobre una
de intuiciones todavía válidas hoy. antropología, una concepción del ser
humano. El modo de formular las
En la biografía de Agustín hay una etapa
grandes cuestiones del hombre y las
de dedicación al estudio universitario, respuestas concretas a las preguntas
una experiencia como profesor y, sobre últimas, condicionan la orientación de
todo, una actitud permanente de la educación.
reflexión y de diálogo con la cultura y la
historia de su tiempo, de cercanía para En la sociedad materialista, un ser
pulsar la sensibilidad de los fieles de humano vale en cuanto que es sujeto de
Hipona cuando era su obispo. producción y de consumo. Para algunos
sistemas políticos, la máxima aspiración
¿Un intelectual teórico o un maestro a consiste, o ha consistido, en la
pie de mesa y de calle? La pregunta adecuación sumisa al sistema establecido.
planteada así, de forma disyuntiva, se En todos los tiempos ha supuesto un
puede salvar con una respuesta esfuerzo romper el espesor de lo fácil e

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inmediato, como es el gregarismo, para Concebida así la educación, ante el


desentrañar el propio misterio de ser hombre que comienza la aventura de su
hombre. «¿Qué soy yo en realidad? existencia sólo cabe la acogida, el respeto
¿Cuál es mi naturaleza?» (Confesiones sagrado por su personal e irreductible
10, 17, 26). «¿Cómo conocer a otros si individualidad. Si el verdadero y único
uno se ignora a sí mismo, si no hay maestro nos habla desde dentro
(cf. Sermón 134, 1, 1) y la verdad se aloja
nada tan presente a uno mismo como la
en la interioridad de cada uno (cf. La
propia alma?» (La Trinidad 3, 8).
verdadera religión 39, 72), se descarta
Aunque, a primera vista, parezca que son
toda pedagogía directiva. La no
cuestiones abstractas, aquí se enhebra y
directividad, sin embargo, en ningún caso
desentraña el misterio del hombre.
se puede interpretar como abandono a la
espontaneidad, porque entonces
supondría provocar una situación de
orfandad absoluta. El educador que, por
una mal entendida libertad, pretendiera
Visión agustiniana del ser humano huir de toda influencia en los niños y
jóvenes, permitiría que quedaran a
Agustín no contempla al ser humano merced de otras personas y recibieran, en
que llega a este mundo como un su plasticidad virgen, toda clase de
recipiente vacío que habrá de llenarse al acuñaciones.
paso del tiempo, sino como alguien que
posee una plenitud germinal, que por En segundo lugar, san Agustín descubre
nacer en situación de desvalimiento, hay que todo ser humano lleva en sí la
que acompañar desde la cercanía para marca de su Creador. La realidad
adentrarse en este mundo. Educar es trinitaria de Dios tiene su reflejo en el
creer en la capacidad del ser humano dinamismo interior del hombre.
para llegar a crecer desde sí mismo. «Quisiera que los hombres
Agustín utiliza una imagen agrícola y reflexionaran sobre tres cosas que
habla de las posibilidades que tiene el tienen dentro de ellos. (...) Las tres
hombre a modo de semillas, en estado cosas que propongo son: ser, conocer,
latente. «En la primera creación, el querer. Pues yo existo, conozco y
proyecto humano de Dios quedó, de quiero. Existo sabiendo y queriendo.
alguna manera, terminado y, al mismo Sé que existo y que quiero. Quiero
tiempo, iniciado. Terminado, porque su existir y saber. Quien sea capaz de
naturaleza quedó potencialmente ello, comprenda cuán inseparable es la
realizada; iniciado, porque fue a vida en estas tres cosas, siendo una la
modo de siembra de lo que habrían de vida y una la mente y una la esencia»
ser los seres humanos en el decurso de (Confesiones 13, 11, 12).
los tiempos, saliendo del estado latente
al manifiesto» (Comentario literal al «Cada individuo tiene valor no por lo
Génesis 6, 11, 19). que es en un momento determinado,

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PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA

sino por lo que está llamado a ser y Por su habilidad dialéctica y su


puede llegar a ser. No ha de idealismo, Agustín se encontraba más a
desconfiarse de los demás hasta el gusto en los ambientes universitarios que
en las aulas juveniles. Chocó en Cartago
extremo de perder la confianza, puesto
con la indisciplina de los alumnos. La
que ni de éste desconfió mientras vive.
descripción que hace refleja el alboroto
De ningún viviente se ha de desconfiar» y la irresponsabilidad de un grupo de
(Comentarios a los Salmos 36, 2, 11).
jóvenes poco interesados por la cultura.
Un tercer apunte de san Agustín es la «Irrumpen de manera descarada en las
definición del hombre por razón de su aulas... perturban el orden y las
conciencia. Está dotado de una ordenanzas que cada profesor ha
conciencia interrogativa que es, al establecido para su alumnado...
mismo tiempo, insondable. Todo lo cometen un sinnúmero de tropelías con
contrario a pensar en un sujeto increíble estupidez...» (Confesiones 5, 8,
predeterminado, fácilmente definible. 14). Problemas de ayer y de siempre,
El ser humano es misterio, sorpresa que que se repiten como la lluvia de otoño y
desborda cualquier definición. «Dios te empapan de niebla el trabajo de los
puso en la cara los ojos y la razón en educadores. El coraje por educar es
el alma; despierta esta razón, fruto de una sinfonía de razones que se
despierta al que mora dentro de tus llevan prendidas en el alma y de la
ojos, asómese a esas sus ventanas y mirada amorosa a los alumnos.
mire por ellas la creación divina.
Porque alguien hay que mira por los
ojos. ¿No te sucede alguna vez que
ocupado ese que mira dentro de ti en
otros pensamientos no ves lo que tienes
«Agustín es un maestro que siente una
delante de los ojos? En vano están de gran pasión en el corazón y desea
par en par las ventanas si está ausente comunicarla a los demás; es un
quien mira por ellas» (Sermón 126, 3). educador que conoce las dificultades
del saber y sabe ser siempre paciente y
atento, que comunica todo con
generosidad y busca excusas si ha
El hombre interior y el hombre exterior tenido que ofrecer algo de su propia
En sus años de experiencia educativa, cosecha. Es un maestro que ama
Agustín tropezó con las dificultades del profundamente a sus discípulos y desea
realismo más descarnado. Una cosa es que sean sus colaboradores y
la vocación humana al crecimiento –lo
que está llamado a ser– y otra muy condiscípulos en la escuela del único
distinta lo que realmente es. maestro interior, que es Cristo. En una

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palabra, Agustín es un maestro ideal cada ser humano. «La facultad de mi


del que cada uno de nosotros memoria es algo grandioso. Es algo que
me inspira pavor, Dios mío. Algo de una
desearíamos ser discípulos.» complejidad profunda e infinita. Y esto
(José OROZ RETA, «San Agustín y la pedagogía cristiana», es el espíritu, esto soy yo mismo (...).
en Rev. Augustinus, 34, 1989, p. 250) Mira, yo recorro los campos abiertos,
las grutas e innumerables cavernas de
mi memoria, incalculablemente
pobladas de innumerables objetos de
En sintonía con san Pablo, descubre en toda especie, algunos presentes en ella
el ser humano una doble dimensión. El en imagen, como es el caso de los
hombre interior es conciencia,
cuerpos; otros, presentes por sí mismos,
sensibilidad por un mundo de valores,
originalidad y capacidad de como es el caso de las artes; otros,
autodeterminación. El exterior, está presentes bajo la forma de no sé qué
integrado por la realidad corporal e nociones o improntas mentales, como
instintiva. Nacemos volcados hacia la es el caso de los sentimientos del
exterioridad, atados por las espíritu, que la memoria retiene aunque
necesidades de nuestro cuerpo y el espíritu no los experimenta, porque
víctimas de nuestras tendencias y
todo lo que está en la memoria está en
emociones. El verdadero desarrollo
humano consistirá en un proceso de el espíritu. Por todos estos parajes hago
interiorización, hasta alcanzar el mis excursiones, unas veces
señorío total sobre la propia vida. mariposeando de acá para allá, otras
adentrándome en ellos cuanto me es
posible. Pero no logro tocar fondo. ¡Tan
extraordinaria es la facultad de la
memoria! ¡Tan grande es el dinamismo
La memoria interior vital en el hombre que vive para morir!
Una de las intuiciones que sitúa a san «¿Y qué es lo que tengo que hacer,
Agustín como adelantado a su tiempo
Dios mío, mi vida verdadera? (...)
fue el descubrimiento de la «memoria
espiritual» o «memoria interior» en los Rebasaré también la memoria, pero
amplios salones de la memoria ¿para hallarte dónde, mi bien
(cf. Confesiones 10, 8, 12). verdadero y mi suavidad garantizada?
Las psicologías humanísticas actuales ¿Para hallarte dónde? Porque si te
hablan de «inconsciente espiritual». encuentro fuera de mi memoria, es
San Agustín sienta los principios para seguro que no me acuerdo de ti. Y si
una pedagogía dinamizadora del gran no me acuerdo de ti, ¿cómo voy a
potencial positivo que se conserva en encontrarte?» (Confesiones 10, 17, 26).

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PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA

El retorno al interior es una consigna resistencia. Si carecen de esta tutela no


que san Agustín repite con insistencia.
No es el paso de la actividad a la siempre complaciente pueden
interioridad vacía, sino a ese mundo deformarse hasta lo monstruoso. Y la
más profundo, más personal y más autoridad debe ejercerse sobre ellos de
humano, donde se alojan nuestros
sentimientos y donde podemos escuchar modo continuo, primero en la familia
el rumor de Dios. y luego en la escuela: si a un período
de abandono caprichoso le sigue una
brusca irrupción autoritaria el
resultado es fácil que desemboque en
La misión de educar desastre. La autoridad de los mayores
se propone a los menores como una
El educador no puede perder de vista
esta doble dimensión –interior y exterior– colaboración necesaria para ellos,
del ser humano. Lo primero que desde luego, pero en ciertas ocasiones
encuentra es el hombre exterior y también ha de imponerse. Y es
exteriorizado, dominado por la
inestabilidad y el capricho. La primera disparatado aplicar a rajatabla desde el
tarea será provocar que surja el hombre parvulario el principio democrático de
interior, protagonista de su vida, capaz que todo debe decidirse entre iguales,
de autodeterminación. Una tarea que
requiere en el educador un difícil porque los niños no son iguales a sus
equilibrio entre autoridad y diálogo, maestros en lo que a los contenidos
disciplina y libertad, exigencia y educativos compete. Precisamente
adaptación. Es el arte del
acompañamiento y del necesario ejercicio
para que lleguen más tarde a ser
de la autoridad. Si el educador rehúsa iguales en conocimientos y autonomía
esta función, los niños y jóvenes sufren el es para lo que se les educa. Se les puede
desamparo de la soledad. La inhibición y
la permisividad se convierten en una
y se les debe entrenar, naturalmente,
forma sutil de crueldad. en el ejercicio igualitario de la
deliberación democrática; es
aconsejable que su criterio así
establecido prevalezca en ciertos
«Los niños crecen en todas las asuntos escolares no esenciales; pero
latitudes como la hiedra contra la es un fraude convertirles en una
pared, ayudándose de adultos que les minoría oprimida por el autoritarismo
ofrecen juntamente apoyo y docente de los adultos, porque en ese

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FRANCISCO GALENDE, OSA

momento de su vida no lo son, pero la PARA EL DIÁLOGO


mejor forma de que lo sean más tarde
• A la luz de la pedagogía agustiniana, ¿a quién
es liberarles a destiempo en lugar de
corresponde el mayor esfuerzo de adaptación:
colaborar en su formación.» el alumno al educador o el educador al alumno?
(Fernando SAVATER, El valor de educar, • ¿Por qué se ha llegado al descrédito y a la
Ed. Ariel, Barcelona 1999, 11.ª ed., p. 107) dimisión encubierta en el ejercicio de la
autoridad?
• En alguna de las sucesivas reformas educativas
parece ha habido un intento de marginar las
La condena del autoritarismo ha asignaturas o saberes cuya eficacia utilitaria no
llevado al olvido y la sospecha acerca
se percibe. ¿Por qué?
de la autoridad. ¿Se puede educar sin
autoridad? San Agustín la cataloga
entre los preámbulos de la educación.
«La autoridad es la puerta de la
educación. Una vez que el educando II. EL VERDADERO SUJETO
ha entrado por ella, él mismo va DE LA EDUCACIÓN
desentrañando, por medio de la
razón, los principios que la autoridad En la escena de la educación se mueven
le ha dispensado... La autoridad tantos personajes que, a veces, los
precede en el tiempo, pero la razón es actores secundarios pueden desplazar al
actor principal o se pierde el hilo
lo importante» (El orden 2, 26). Todo
argumental. Es el riesgo, por ejemplo,
proceso educativo exige un carácter
de una sociedad y educación
gradual. La prevención de los primeros
excesivamente tecnificadas, que ignoren
años dará paso a la autoeducación.
la singularidad de cada persona con su
Cuando el alumno asume la autoría y nombre y su historia intransferibles.
responsabilidad de su vida, comienza la Nadie puede poner en duda que la
verdadera educación. Libre de dotación de una infraestructura
condicionamientos externos, se empeña, informática puede ayudar a la eficacia
desde la libertad, en el propio de la escuela. Bill Gates habla de la
crecimiento. La misión del educador necesidad de un sistema nervioso digital
adquiere, entonces, su pleno dentro de las empresas. Lo primero en
significado: no es llenar de contenidos educación, sin embargo, es el
la mente del alumno, sino sacar a flote reconocimiento del alumno como
sus potencialidades ocultas; no es persona, localizado en sus enclaves de
imponer cualquier forma de familia, de clase, de grupo... Es decir, el
uniformidad, sino suscitar su hombre y sus circunstancias. Y a su
originalidad y creatividad. lado, el educador o la educadora que

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PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA

abre las puertas de su existencia para «Esta obra, (El maestro), pertenece al
que los demás transiten por ella y
descubran el modelo humano que conjunto de los primeros diálogos de
cultivamos, los amores a los que Agustín. Basándose en lo que se dice a
servimos y el Dios a quien adoramos. propósito de esta obra en las
Primero, indudablemente, el alumno Confesiones (9,6,14) y en las
como sujeto y autor de la educación. Retractaciones (1,12), suele fecharse en
Nadie enseña a nadie, ya que cada cual
aprende de su propia luz interior, que le el año 389, o en todo caso en época no
permite descubrir y comprender. Esa muy posterior al regreso de Agustín a
luz interior es para san Agustín una África. Los únicos interlocutores del
presencia –«el maestro interior»– que,
en una perspectiva cristiana, identifica diálogo son Agustín y su hijo
con la «luz del Verbo de Dios, que Adeodato, que murió en África hacia el
ilumina a todo hombre que viene a este mismo tiempo en que fue escrito el
mundo» (Juan 1, 9) y que se encarna en
Jesucristo. diálogo. Según el pasaje de las
Confesiones, el diálogo se basa en las
La verdad no se enseña ni se aprende,
se descubre. Y sólo se descubre cuando
conversaciones mantenidas por
se percibe su luz. «Si ambos vemos que Agustín y su hijo adolescente. Sin
es verdadero lo que dices, y que es embargo, el diálogo está
verdadero lo que digo, ¿en dónde, cuidadosamente construido y no
dime, lo vemos? No ciertamente yo en
ti o tú en mí, sino que ambos lo vemos
muestra el carácter desordenado de
en la misma inconmutable Verdad que una conversación histórica (...).
está por encima de nuestra La mayoría de los comentaristas
inteligencia» (La doctrina cristiana 1,
2, 3). Por eso el maestro verdadero no dividen el diálogo en tres secciones.
se limita a presentar conclusiones, sino Las dos primeras expresan un
que plantea preguntas. problema fundamental, que surge con
Una obra temprana de san Agustín es la el empleo de signos para impartir
titulada El maestro, escrita, enseñanzas a otras personas acerca de
probablemente en su pueblo natal
–Tagaste– poco después de su cualquier realidad. Por otro lado, los
conversión. Además de apuntes hombres no pueden entender el
pedagógicos de gran interés, ofrece los significado de aquellos signos
sabrosos diálogos de Agustín con su hijo
Adeodato, que «superaba en
empleados por los maestros, a menos
inteligencia a muchos renombrados y que conozcan ya las realidades a las
doctos varones» (Confesiones 9, 6, 14). que los signos se refieren. Esta

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paradoja se resuelve en la tercera parte Todo el interés de Agustín se centra en


despertar en el alumno ese maestro
del diálogo, mediante la introducción interior, el único que enseña y muestra
de la doctrina agustiniana del su disgusto cuando los discípulos
“maestro interior”. La realidad a la que aceptan pasivamente lo que él dice:
«No quisiera que nadie se adhiriera a
los signos se refieren es conocida no mi enseñanza para ser mi seguidor, a
por medio del signo mismo, sino no ser en aquello que él mismo
mediante la consulta con el maestro descubre que no estoy equivocado»
interior, Cristo, que resulta ser el (Sermón 23, 1, 2).

fundamento o la posibilidad sobre la Si el sujeto y protagonista de la


educación es el alumno, ¿dónde colocar
que se basa el conocer humano.» al educador? ¿Cuál es su función? Del
(Allan D. FITZGERALD, OSA, Diccionario de San Agustín. mismo modo que biológicamente somos
lo que otros nos posibilitan ser, también
San Agustín a través del tiempo, en otros aspectos de nuestro desarrollo
Ed. Monte Carmelo, Burgos 2001, p. 824) llegamos hasta donde llega el amor y el
apoyo recibido de los demás. Afirmar
que hay que evitar toda influencia y no
determinar en nada a los niños y
En la segunda parte de El maestro, san jóvenes que están a nuestro lado es
Agustín trata de sentar tres ingenuo y es falso. Sin pretenderlo,
afirmaciones: las palabras, procedan de alumbramos o apagamos posibilidades
quien procedan, por sí mismas nada de existencia con nuestra sola presencia.
enseñan; el discípulo sólo aprende de su Educamos desde lo que somos.
propia luz interior, y esa luz interior es Utilizando un símil del mundo de la
Cristo, el «único Maestro». Así lo fotografía o de la televisión, la
expresa san Agustín: «Ahora bien, educación obliga a un zoom donde, en el
marco de la libertad, se alternan la
comprendemos la multitud de cosas que
proximidad y la distancia. Todo un
penetran en nuestra inteligencia, no ejercicio de equilibrio que hace de la
consultando la voz exterior que nos educación el prestar aliento a un nuevo
habla, sino consultando interiormente la nacimiento y, a la vez, una propuesta
verdad que reina en la mente; las limpia y explícita que abarca la
palabras tal vez nos mueven a totalidad de la vida humana.
consultar. Y esta verdad que es
El profesor se ocupa de adiestrar y
consultada y enseña, y que se dice equipar al hombre exterior, mientras
habita en el hombre interior, es Cristo, que el educador busca el alumbramiento
la inmutable virtud de Dios y su eterna del hombre interior, en orden a su plena
sabiduría» (El maestro 11, 38). realización como ser humano.

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PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA

La plena realización existencia humana. Es impensable esa


imagen del profesor que enseña desde
como seres humanos una burbuja aséptica de valores y sólo
emite los mensajes que aparecen en los
El objetivo terminal de la educación no libros de texto.
puede ser otro que la plena humanización,
de acuerdo con el proyecto de Dios. En la
sociedad contemporánea se aprecia un
desfase entre el sorprendente avance de la
ciencia y la tecnología y un cierto «Con el suceso de su conversión –ese
subdesarrollo humanista. Algo que ya
denunciaba san Agustín en su tiempo:
terremoto interior– también se opera
«Muchos estudian con el fin de ser doctos, una grande transformación en su
más bien que justos. Otros estudian para magisterio. Así se evidencia en la obra
saber cómo se debe vivir, pero sin ánimo dialogada de Casiciaco, a raíz de su
de vivir bien» (Comentarios al Evangelio encuentro con Cristo. Ahora, educando a
de San Juan 41, 1).
los hijos de Verecundo, se empeñará
Los valores básicos que deben ofrecer
soporte a la acción educativa son
ante todo por iluminar la forma madura
suplantados, frecuentemente, por del hombre interior. Comprenderá los
finalidades puramente prácticas. La valores de la sabiduría trascendente y
educación es un pasillo de acceso a la
Universidad y la Universidad facilita
toda su preocupación como maestro la
desenvolverse con mayor o menor éxito pondrá en allanar el camino para llegar
en el mercado del trabajo. Si son éstas más pronto a ella. Su quehacer
las expectativas ante la educación, al
educador le corresponde enrocarse en su
pedagógico, desde ahora, superará el
función académica y de instrucción. formalismo vacío de muchas fórmulas
Frente a cualquier otro papel que se le clásicas y se orientará decididamente
quiera asignar, es, fundamentalmente,
un enseñante y la formulación de
hacia el problema humano, ideológico,
intenciones morales queda fuera de su de contenido, de la formación. La
arco de intereses. Sabiduría está al fin de este proceso.»
Se trata, entonces, de acordar dos (Nicolás CASTELLANOS, «El problema educativo
premisas o puntos de partida libres de
toda discusión. En primer lugar, la de la adolescencia en San Agustín»,
aceptación de un concepto de educación en Revista Augustinus, 8, 1963, p. 352)
que se distancia de la escueta
transmisión de contenidos puramente
teóricos. El educador pone en juego su
persona y proclama, inevitablemente, un Del mismo modo que san Agustín
modo de ser en el mundo, ante los demás manifiesta su preocupación por el bien
y ante las preguntas últimas de la integral de la persona, no duda en

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FRANCISCO GALENDE, OSA

hablar de la escuela mercado de la entendemos por verdad algo diferente a


charlatanería (Confesiones 9, 2, 2). los secretos que esconden las distintas
También hoy puede suceder algo áreas o disciplinas de conocimiento. La
parecido si, por un afán de introducir verdad deseada y buscada por Agustín
cuñas moralizantes o argumentos va más allá de los procesos de instrucción
apologéticos a destiempo, el discurso del y de socialización. Es la verdad vital que
profesor recorre meandros responde a las preguntas de sentido y
insospechados. Igualmente, hay que ayuda a llevar a cabo la condición
evitar las palabras solemnes, los tópicos personal del ser humano. La búsqueda
que no se sabe qué encubren detrás de de la verdad se convierte, así, en una
su sonoridad. El riesgo de perdernos en aventura del espíritu, y no sólo en
la maraña de las palabras es real. ejercicio intelectual.
Amar la verdad, buscar la verdad, vivir
en la verdad son imperativos éticos que
se traducen en fidelidad a la propia
conciencia (autenticidad) y en la
PARA EL DIÁLOGO actuación desde el uso de la noble
libertad humana (honestidad). Quien es
• ¿Organizamos la vida del Centro y la fiel a la verdad lo es, simultáneamente, a
programación de sus actividades desde la sí mismo, a los demás y a Dios. «Si yo les
convicción que el verdadero protagonista de la formulo a todos esta pregunta. ¿Qué
educación es el alumno? preferís, gozar de la verdad o de la
• ¿Es posible la pretensión de una educación mentira?, me contestarán que prefieren
integral sin el concurso de la familia, la calle, gozar de la verdad. Claro, y es porque
los medios de comunicación...? la felicidad es el gozo de la verdad, es
decir, el gozo de ti, que eres la Verdad,
• En los textos de nuestro Proyecto educativo, oh Dios, mi luz y la salvación de mi
selección de objetivos, programaciones..., ¿hay rostro, Dios mío. Esta felicidad todos la
expresiones y palabras grandilocuentes, desean, todos desean esta vida que es
abiertas en exceso, que todos repetimos con una la única feliz, todos desean este gozo
cierta complacencia, pero nadie es capaz de de la Verdad» (Confesiones 10, 23, 33).
concretar? ¿Cuáles?
La felicidad es el gozo de la verdad
(cf. Confesiones 10, 23, 33) y, sin
embargo, la verdad provoca, a veces, el
odio. «¿Por qué el hombre que
Educar para la verdad, proclama la verdad en tu nombre viene
la autenticidad y la honestidad a ser para ellos un enemigo, amando
como aman la felicidad, que no es más
Se puede presentar a san Agustín como que el gozo de la verdad? No hay
un buscador apasionado de la verdad, si más respuesta que ésta: el amor de la

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PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA

verdad es tan grande, que todos coincide con el arte de vivir bien. «La
aquellos que aman otra cosa quisieran acción que nos lleva a usar rectamente
que eso que aman fuera la verdad. Y de las cosas temporales difiere de la
como no les gusta que les engañen, contemplación de las realidades
tampoco les gusta convencerse de que eternas: ésta se atribuye a la
se engañan. Por eso odian la verdad, sabiduría, aquélla a la ciencia» (La
a causa de aquello que aman en lugar Trinidad 12, 14, 22). Para san Agustín
de la verdad» (Confesiones 10, 23, 34). «será sabio el que busca bien la
verdad, aun sin lograrla» (Contra los
La tentación de instrumentalizar la Académicos 1, 5, 14). En su obra La
verdad está siempre cerca de nosotros. Es vida feliz se pregunta: «¿Qué es
fácil estar a favor de la verdad cuando
carecer de sabiduría sino vivir
sirve de escudo de defensa, pero cuando
la verdad acusa y reprende, se aborrece. estúpidamente?» (4, 28, 34).
«La aman cuando brilla, la aborrecen Las personas sabias dudan, escuchan,
cuando reprende. No quieren que nadie conocen los límites de sus verdades y no
les engañe, pero quieren engañar. Por ignoran sus carencias. Tener un
eso la aman cuando se descubre y la conocimiento sapiencial de la vida es
odian cuando les descubre a ellos» acertar con el verdadero valor de las
(Confesiones 10, 23, 34). cosas, saber manejar situaciones
difíciles, interpretar lúcidamente las
Entre los adultos, además de la pulsaciones del mundo.
insinceridad, son actitudes enemigas de
la verdad el exhibicionismo erudito o la
apariencia por manifestarse a favor de
una verdad en la que no se cree hasta
las últimas consecuencias. En Educar para la libertad y el amor
educación, sólo la honesta coherencia de
pensamiento y de vida puede En una actitud de respeto hacia la
suministrar firmeza y claridad. autodeterminación de cada persona,
escribe san Agustín: «Dios no ha
querido que el hombre domine al
hombre, sino el hombre a las bestias»
(La Ciudad de Dios 19, 15).
Educar para vivir sabiamente
Existe un ideal de libertad que se ha
Otra pasión de san Agustín fue la convertido en bandera de todas las
sabiduría. Es un tema recurrente en los personas y todos los grupos. Hasta los
diálogos con sus amigos y discípulos. niños reclaman y gritan libertad. En el
Sabio no es quien acumula fondo de esta legítima aspiración puede
conocimientos, sino quien vive subyacer el error que significaría
juiciosamente. La verdadera sabiduría defender el carácter innato de la

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libertad. Nacemos con vocación de ser sino buenas: «Si dentro está la raíz del
libres, pero no partimos de la libertad, amor, no puede brotar mal alguno»
sino que caminamos hacia ella. Ser libre (Tratado sobre la primera Carta de San
es una conquista que no está exenta de Juan 7, 8). El amor es la actitud más
ciertas coacciones iniciales. Nadie puede exigente y responsable que se puede
pensar que la completa ignorancia o el tomar ante las personas. A mayor amor,
abandono a las inclinaciones puramente más libertad. «Quien ama no conoce
instintivas sea garantía de libertad.
la esclavitud» (Sermón 33, 1). Esclavo
Es indudable que un objetivo explícito es el que no hace lo que ama, el que no
de la educación debe ser conseguir se obedece a sí mismo.
personas libres. No es posible, sin
embargo, entender adecuadamente la
libertad sin una finalidad. Ser libres,
¿para qué? A esta pregunta responde
san Agustín: «La verdadera libertad III. LA EDUCACIÓN ANTE LA
está en la alegría del bien obrar» PROCESUALIDAD Y LA DIVERSIDAD
(Comentarios a los Salmos 30, 9). Y en
otro lugar: «Abrazad la verdad para Todas las cosas tienen su calendario y su
poseer la libertad» (Comentarios al ritmo. Lo mismo que el desarrollo
Evangelio de San Juan 42, 13). En la biológico, los ciclos de la naturaleza o
vinculación a la bondad y a la verdad las tareas agrícolas, también la
está la libertad, a la vez que la libertad educación. «Los buenos maestros
da categoría de valor a lo que hacemos, conducen a la buena disciplina de
porque «nadie hace bien lo que hace a manera gradual», apunta san Agustín
la fuerza, aunque sea bueno lo que (El orden 1, 13, 23). Por eso una
hace» (Confesiones 1, 12, 19). concepción estática de la educación es
difícilmente admisible. Hay que pensar
Si la libertad es importante, no menos el en una concepción dinámico-evolutiva
amor. Mucho más en el contexto de una que contempla la educación como un
pedagogía agustiniana. Tanto el ser libre proceso que no tiene límite. Al hablar
como el amar son formas de estar hoy de formación permanente, se quiere
religados. El «ama y haz lo que subrayar este aspecto, que abarca la
quieras» de san Agustín (Sermón 163B, vida entera y tiene una innegable carga
3; Tratado sobre la primera Carta de de utopía. Nunca estamos formados del
San Juan 7, 8), no es un canto a la todo. La vida es, entonces, un largo
libertad desbocada. El que ama piensa viaje, un ejercicio de crecimiento hacia
en el otro, desea lo mejor para los una plenitud inacabada
demás, está dispuesto al sacrificio y al
olvido de sí mismo. Con todo esto por El proceso del desarrollo humano no se
delante, y mucho más que supone el puede entender como una línea recta y
amor, haz lo que quieras. Las decisiones uniformemente ascendente. Se
y las obras hijas del amor no pueden ser intercalan avances y retrocesos,

14
PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA

paradas y crisis. En esta clave, la vida circunstancias por los individuos. Es


de san Agustín es representativa de una como un tratamiento médico que
historia humana viva, azarosa, con ignorase el diagnóstico de cada enfermo.
momentos de luz y otros en los que se La advertencia de san Agustín derrocha
siente atormentado por la punzada sabiduría y sentido práctico: «Los
dolorosa de la duda. Se ve triunfador y inquietos necesitan corrección, los
miserable, peregrino que hace un pusilánimes ser acogidos, los
camino de éxitos y decepciones. Sus contradictorios ser convencidos, los
Confesiones son una mirada hacia el
enemigos ser reconciliados. El
ayer de su vida, y en otra obra suya,
escrita dos años antes de su muerte, Las ignorante necesita ser enseñado, el
Revisiones (o Retractaciones), reconoce perezoso ser estimulado, el obstinado
que su modo de pensar ha cambiado a ser contenido, el soberbio ser puesto en
través de los años. su lugar, el desesperado ser alentado...
el bueno aprobación, el malo
La evolución que hoy ya nadie pone en condescendencia, y todos necesitan ser
duda de la especie humana, se repite en
amados» (Sermón 340, 1).
cada individuo. Una etapa da el relevo a
la siguiente, hasta llegar a «la paz del Uno de los retos de la educación actual
reposo, la paz del sábado, la paz sin es la atención a la singularidad y la
ocaso» (Confesiones 13, 35, 50), que huida de toda masificación. Desafío que
Teilhard de Chardin llama el punto reviste características muy especiales
Omega de la historia. por el hecho incontestable de la
pluralidad de culturas y la diversidad.
Aunque compañeros de viaje,
embarcados en la misma nave, cada
persona es singular, y por eso la
pedagogía moderna insiste en la
educación personalizada. Todos iguales
y todos diferentes. Además de la
IV. UNA METODOLOGÍA
acuñación singular de la infancia, cada HUMANÍSTICA O LA PEDAGOGÍA
alumno es portador de su propia DEL AMOR
herencia genética, sus propios
condicionamientos familiares y Fernando Savater, en su libro El valor de
ambientales, su propia historia. El educar, titula un capítulo «¿Hacia una
principio que establece san Agustín humanidad sin humanidades?» (cf. El
tiene plena validez: «No hay que valor de educar, Ed. Ariel S.A.,
aplicar a todos la misma medicina, Barcelona 1999, 11.ª ed., pp. 113-143).
aunque a todos se debe el mismo Sostiene Savater que es más seguro
amor» (La Catequesis a principiantes quedarse en la zona templada de la
15, 23). La permisividad ignora la instrucción y de los saberes técnicos que
educación personalizada porque olvida la dedicación a las humanidades. Se
la atención exigida en cada momento y pregunta: «¿No hay motivos para

15
FRANCISCO GALENDE, OSA

preocuparse de la decadencia de las aprovecharse para comenzar»


humanidades y, sobre todo, del (La Catequesis a principiantes 5, 9).
oscurecimiento del ideal de educación
humanista, entendida como una La clave de toda educación es el amor, y
formación integral de la persona, y no Agustín retorna siempre a esta
sólo como su preparación restringida por prioridad ineludible. «El maestro
urgencias laborales?» (op. cit., p. 129). evitará el hastío de la rutina y la
repetición cuando vive unido a sus
No hay metodología que pueda superar
oyentes con amor de hermano, de
la cercanía, el estímulo, la comprensión.
Dicho de otro modo, la educación más padre y aun de madre. Tan fuerte es la
efectiva es la educación afectiva. San solidaridad y comunión de espíritu
Agustín vivió una experiencia inolvidable que, cuando los alumnos se sienten
que relata en sus Confesiones: «Había afectados por nuestras palabras y
todo un montón de detalles por parte de nosotros por el gozo de que están
mis amigos que me hacía más aprendiendo, en algún modo moramos
cautivadora su compañía: charlar y reír los unos en los otros. Es como si los
juntos, prestarnos atención unos a otros, que escuchan hablaran por nosotros, y
leer en común libros de estilo ameno, nosotros aprendiéramos de ellos lo
bromear unos con otros dentro de los que estamos enseñando» (12, 17). El
márgenes de la estima y respeto amor entraña la alegría de educar: «Los
mutuos, discutir a veces, pero sin alumnos nos escucharán la catequesis
acritud, como cuando uno discute de los principiantes con mayor
consigo mismo. Incluso esta misma agrado y aprovechamiento si
diferencia de pareceres que, por lo nosotros mismos disfrutamos de
demás era un fenómeno muy aislado, nuestra labor, pues el hilo de nuestro
era la salsa con que aderezábamos discurso vibra con nuestra propia
muchos acuerdos» (Confesiones alegría y fluye con mayor facilidad y
4, 8, 13). persuasión. Lo decisivo, pues, es que
el educador encuentre el secreto de
A san Agustín le agrada el título de educar con alegría: cuanto más
«condiscípulo» (cf. Sermón 242, 11; alegre sea, tanto más contagiosa
Sermón 291, 1). Nadie puede educar si
será su enseñanza» (La Catequesis a
no muestra curiosidad por los intereses
principiantes 2, 3).
de los alumnos, si no parte de su vida.
En educación, como en el mundo Si la educación es obra de amor, nunca
comercial actual, manda el cliente. «Si se puede olvidar que el amor es
ha venido con corazón fingido, gratuidad. «Muchos enseñan la verdad
buscando provechos o huyendo de sin convicción ni honestidad, por la
inconvenientes, responderá con simple recompensa de los beneficios
falsedades, pero aun en este caso, de de este mundo» (La Catequesis a
lo mismo que finge, hay que principiantes 11, 16).

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TESTIGOS EN LA ESCUELA
PROGRAMA DE FORMACIÓN PARA EDUCADORES AGUSTINIANOS

1. SAN AGUSTÍN CONTEMPORÁNEO


2. SAN AGUSTÍN, PENSADOR Y SANTO
3. LOS NUEVOS HORIZONTES DE LA EDUCACIÓN
4. EDUCACIÓN Y EVANGELIZACIÓN
5. PENSANDO EN LA EDUCACIÓN AGUSTINIANA
6. PERFIL DE UNA PEDAGOGÍA AGUSTINIANA
7. HACIA UNA METODOLOGÍA AGUSTINIANA
8. EL IDEARIO O CARÁCTER PROPIO DE UN COLEGIO AGUSTINIANO
9. PSICOLOGÍA DE LAS RELACIONES PERSONALES
10. EL ALUMNO, CENTRO Y PROTAGONISTA DEL ACTO EDUCATIVO
11. EL EDUCADOR AGUSTINIANO
12. LA FIGURA DEL TUTOR
13. LA COMUNIDAD EDUCATIVA AGUSTINIANA
14. LA ESCUELA AGUSTINIANA ANTE EL DESAFÍO DEL FUTURO
15. OPCIONES PRIORITARIAS DE UN COLEGIO AGUSTINIANO
16. EDUCACIÓN Y VALORES: LA PROPUESTA AGUSTINIANA
17. EDUCAR PARA LA INTERIORIDAD
18. EDUCAR PARA LA VERDAD
19. EDUCAR PARA LA LIBERTAD
20. EDUCAR PARA LA AMISTAD
21. EDUCAR PARA LA JUSTICIA Y LA SOLIDARIDAD
22. TESTIGOS EN LA ESCUELA
Cuadernos

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