Sei sulla pagina 1di 5

Universidad Central del Ecuador

Facultad de Ciencias Médicas


Escuela de Medicina
Catedra de Hematología

Nombre: Hidalgo Vizuete Jonathan Daniel Fecha: 25/10/17


Paralelo: 6to semestre HEE1

Tema: Anemia Falciforme

A la anemia falciforme se la considera como una hemoglobinopatía estructural que obedece a


alteraciones en la secuencia de los aminoácidos de una de sus cadenas globínicas, cuya
consecuencia puede ser una alteración de las propiedades moleculares físicas o químicas de la
proteína, en su gran mayoría son asintomáticas, es decir, que el cambio estructural carece de
repercusión clínica. De las hemoglobinopatías que presentan expresividad clínica, aunque esta
puede ser variable, el denominador común es la anemia hemolítica. Hoy día se sabe que,
aproximadamente, el 7% de la población mundial, alrededor de 400 millones de personas se
encuentras afectadas de una hemoglobinopatía, y que cada año nacen unos 500.000 niños
portadores heterocigotos de hemoglobinopatías. Se conocen aproximadamente unas 1000
hemoglobinopatías, pero de estas las más destacadas debido a su frecuencia e importancia
clínica son HbS, HbC, HbE y HbD Punjab. Cabe recalcar que algunas de estas anomalías presentan
cierta protección hacia el parasito de la malaria por lo cual se ha generado más interés en el
estudio de este tipo de patologías. La hemoglobinopatía estructural de mayor importancia
clínica es, sin duda, la HbS, ya que supone un grave problema de salud pública en muchos países
del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este problema puede agravarse
aún más si no se aplican medidas preventivas mediante consejo genético.
La anemia falciforme es la enfermedad hereditaria más frecuente en el mundo causada por la
alteración de hemoglobina S, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como
un problema prioritario de la salud pública, se considera que más del 70 % de quienes la sufren,
viven en el continente africano, donde cada año nacen aproximadamente entre 150 000 y 300
000 individuos homocigóticos. En algunas zonas del África Subsahariana, el porcentaje de niños
nacidos con este trastorno puede llegar al 2 %., en general, la prevalencia del rasgo falciforme
oscila entre el 10 % y el 40 % en África Ecuatorial y disminuye al 1 % - 2 % en la costa
Norteafricana.
En su forma homocigota (HbSS), es causante de la drepanocitosis o anemia falciforme, La
hemoglobina S debe su denominación al termino anglosajón sickle que significa hoz, y que es la
forma característica que adoptan los eritrocitos cuando disminuye la concentración de oxigeno
ambiental. Su causa es genética y se debe al cambio o sustitución
de la base timina por la adenina en el codón 6 del gen  de la globina, con la sustitución del
glutámico por la valina, como la consecuencia de esta mutación cuando la Hb se desoxigena
(desoxihemoglobina) sufre un proceso de polimerización y adopta la forma de un gel para
cristalino, que se conoce como el cuerpo tactoide. Esta alteración configura una estructura
cilíndrica insoluble y rígida que modifica drásticamente la forma del eritrocito, el cual adopta
una morfología que recuerda una hoz. Este proceso no es inmediato sino que requiere de tiempo
para que las moléculas de desoxi-Hb establezcan un contacto formando acúmulos y para
terminar en una polimerización explosiva con la formación de haces solidos de cuerpos
tactoides, para el cumplimiento de este proceso se requieren ciertos factores como una baja en
la presión parcial de oxígeno, un aumento en la CCHM (Hb-S), una baja de la temperatura,
aumento de sustancias oxidantes, aunque el fenómeno de la falciformación es reversible, entre
el 5 y el 50% de eritrocitos falciformes no pueden recuperar su forma original, por lo que son
inmediatamente eliminados de la circulación por el sistema mononuclear fagocítico. Los
eritrocitos que pueden revertir este proceso de polimerización necesitan de oxígeno para
lograrlo. Los drepanocitos irreversibles son aquellos que no pueden regresar a su estado normal
de eritrocitos ni con una presión de oxigeno normal y presentan una baja en el VCM <70 fl y un
aumento en la CCHM >370 g/L.
La formación de cuerpos tactoides intraeritrocitarios va acompañada de la formación de
sustancias oxidantes como el ion superóxido, peróxido de hidrogeno y radicales libres, que
alteran la estructura de la membrana modificando de la composición y distribución de
fosfolípidos en la bicapa lipídica, y condicionan el aumento de la permeabilidad de la membrana
celular eritrocitaria al potasio y existe un exceso de Ca intracelular.
También se pone en manifiesto un aumento en la adherencia de los drepanocitos hacia el
endotelio vascular y a más de esto los drepanocitos presentan una mayor afinidad a ser atacados
por los macrófagos al ser células anormales. La adhesión se debe a la producción de proteínas
como la trombospondina que tiene una alta afinidad por CD36 el cual se produce en gran
cantidad en reticulocitos, los cuales están presentes debido a la alta hemolisis como respuesta
de la medula.
La hemolisis de la anemia falciforme es, a la vez, intravascular y extravascular. El carácter
intravascular resulta de la lisis de drepanocitos por acción del complemento (mayor sensibilidad
al complemento) y la perdida de deformabilidad por la falciformación El carácter extravascular
resulta de la mayor sensibilidad de los drepanocitos al efecto macrófago de los monocitos.
Las manifestaciones clínicas de la enfermedad se manifiestan según el estadio de esta en el
individuo, existen tres grupos donde podemos observar la sintomatología están los menores de
cuatro años donde se presentan características propias de un síndrome hemolítico crónico
moderado o intenso entonces encontraremos anemia, palidez cutáneo-mucosa, subictericia
conjuntival, y retraso del crecimiento oseo y gonadal. En esta fase, es característica una intensa
retención eritrocitaria esplénica (hiperesplenismo) con complicaciones vaso oclusivas de
carácter local y progresivo que conducen a la perdida de la función esplénica o auto
esplenectomía. En fases posteriores se verán afecciones mayoritariamente causadas por los
micro trombos ocasionados por los drepanocitos, estas afecciones se pueden presentar en
distintos órganos como son los huesos, principalmente en los largos por lo cual se produce una
necrosis en las epífisis de estos; cabe mencionar que el hecho de que existan infecciones por
distintos agentes entre los más comunes H. Influenza y S. Pneumoniae, ayuda a la proliferación
de esta patología, puede presentar fiebres elevadas, dolores articulares y óseos que se
presentan en manos y pies y se pueden confundir con artritis reumatoide. Existen otras
afecciones como a los cuerpos cavernosos produciendo priapismo crónico y al final se produce
una fibrosis de estos. Alteraciones en otros órganos como el riñón donde suele producir una
necrosis en la región del Hasa de Henle, dando signos como una micro hematuria, proteinuria
entre otros, también afecta a pulmones, corazón, cerebro y en si desarrollo normal de todo el
organismo y complicaciones que pueden ser fatales posteriormente. Se ha encontrado datos
sobre la protección que ejerce la Hb-F al encontrarse presente junto con la Hb-S ya que esta
suele inhibir su polimerización hasta en un 50% y en casos se reporta que la inhibe
completamente y no se presenta ninguna sintomatología.
El diagnóstico de la drepanocitosis, independientemente de sus diferentes formas clínicas,
requiere la realización de las siguientes pruebas de laboratorio: a) hemograma con recuento de
reticulocitos; b) examen de la morfología eritrocitaria; c) pruebas de solubilidad o
falciformación; d) electroforesis de hemoglobinas, y e) análisis del gen HbS mediante PCR.
En el hemograma podremos encontrar anemia, generalmente intensa, moderada leucocitosis
neutrofílica y trombocitosis. La anemia es normocítica o moderadamente macrocítica debido a
la intensa reticulocitosis. La CCMH suele hallarse dentro de los límites normales o algo
disminuida (< 320 g/L), también debido al efecto de la reticulocitosis. El VCM tiene especial
importancia en el estudio inicial de la anemia falciforme. En principio, su valor debe ser normal,
aunque no es frecuente que muestre cierto aumento debido a la reticulocitosis.

Observación de la morfología eritrocitaria, es una prueba diagnóstica fundamental ya que


permite establecer el diagnostico al apreciar una proporción variable, pero siempre superior al
10%, de eritrocitos intensamente deformados, alargados y algo curvados, que poseen una
característica forma de hoz (sickle-cell) o semilunar, para evaluar la falciformación La prueba de
la solubilidad consiste en observar la precipitación de la HbS cuando el hemolizado se incuba en
presencia de ditionito sódico, que actúa como agente reductor.

La prueba de la falciformación consiste en inducir la formación de eritrocitos falciformes


(drepanocitosis) in vitro exponiendo la sangre total a un estado de desoxigenación.

La anemia falciforme debe ser tratada siempre teniendo en cuenta su carácter crónico y la
frecuencia de las complicaciones. Una de las mejores opciones para estos enfermos es prevenir,
en lo posible, la aparición de crisis agudas vaso oclusivas, procurando evitar en lo posible todas
aquellas situaciones que favorezcan su aparición, como, por ejemplo, infecciones, acidosis,
hipoxemia y exposición al frio, como las más importantes. Por ello La Sociedad Española de
Hematología Pediátrica ha diseñado un protocolo para el diagnóstico y tratamiento de la anemia
de células falciformes:

 Tomar ácido fólico (folato) diariamente para garantizar el funcionamiento de la


eritropoyesis.
 Administrar penicilina con carácter preventivo hasta los seis años de edad para evitar, en lo
posible, la aparición de infecciones graves.
 Mantener un buen estado de hidratación mediante la
 ingesta de 8 a 10 vasos de agua al día (adultos).
 Evitar en lo posible los ambientes excesivamente fríos
 calurosos.
 Evitar el ejercicio intenso y los estados de estrés.
 Procurar un máximo reposo.
 Realizar controles médicos periódicos.

El tratamiento básico de la anemia falciforme es el de las crisis dolorosas, y consiste


principalmente en el empleo de medicamentos y fluidos para reducir el dolor y prevenir las
complicaciones. Para ello, lo más prudente es la hospitalización del paciente al objeto de mejorar
su estado de oxigenación, evitar la deshidratación y administrar antibióticos y analgésicos. La
elevada frecuencia de infecciones neumocócicas en la anemia falciforme, especialmente en
niños de corta edad, obliga a establecer pautas de inmunizado de una manera preventiva
(vacunación) frente a S. Pneumoniae y H. irfluenzae, o administración profiláctica de penicilina
por vía parenteral cada 3 semanas .

Los pacientes con anemia falciforme presentan una buena adaptación a la anemia, incluso para
valores tan bajos como 50 g/L de hemoglobina en sangre, por lo que, siempre que sea posible,
debe evitarse la transfusión, limitándola a aquellos casos en los que sea estrictamente
imprescindible. Las transfusiones no son inocuas, ya que pueden ser, en sí mismas, causa de
complicaciones graves, como inmunización alogénica, hemo siderosis y eventual vía para la
transmisión de enfermedades. En general, consisten en la administración de concentrados
eritrocitarias hasta conseguir valores de concentración de hemoglobina en sangre de entre 100
a 120 g/L. Es muy importante no superar este límite, ya que podrían aparecer complicaciones
por hiperviscosidad sanguínea y aumento brusco de la volemia.

Es un hecho bien demostrado que una concentración elevada de HbF reduce la tendencia de la
HbS a formar polímeros y, por tanto, la falciformación. Por ello, una de las opciones terapéuticas
más eficaces es el empleo de hidroxiurea (HU), un agente alquilante (inhibidor de la fase S del
ciclo celular) muy empleado en el tratamiento de los síndromes mieloproliferativos crónicos y
que ha demostrado ser un eficaz inductor de vía síntesis de HbF.
Ensayos clínicos a doble ciego han demostrado que el tratamiento con HU de pacientes con
anemia falciforme reduce significativamente la frecuencia de las crisis vaso oclusivas, el
síndrome agudo de dolor torácico, el requerimiento transfusional y, por ende, la frecuencia de
hospitalizaciones30. Desde el punto de vista hematológico, la administración de HU disminuye
el número de eritrocitos falciformes circulantes y la intensidad de la hemolisis, y aumenta la
concentración de HbF.

Bibliografía
Águila, J. F. (2012). El diagnóstico temprano de la anemia falciforme:. Revista Cubana
Hematología, Inmunología y Hemoterapia, 195-197.

Bello, A. (2012). ANEMIA DE CÉLULAS FALCIFORMES. GUÍA DE MANEJO PEDIÁTRICO. Archivos


Venezolanos de Puericultura y Pediatría, 52-58.

J. Sans-Sabrafen, C. B. (2008). Hematología Clínica. Madrid-España: An Elsevier Imprint.

Potrebbero piacerti anche