Sei sulla pagina 1di 4

Auténticos vs.

Aparente

Para reflexionar:

Génesis 2:25 nos dice que entre Adán y Eva no existía la verguenza, por esto

podían estar desnudos frente a frente. Cuando hay paz en el corazón podemos ser

auténticos y no avergonzarnos de nosotros mismos. Sin embargo, el relato bíblico

también nos da la mala noticia que con la entrada del pecado al mundo por medio de

la desobediencia, entró la vergüenza hacia uno mismo y hacia los demás (3:7). Por

esto se tejieron hojas de higuera para cubrirse. Desde ese momento nos hemos

comenzado a tejer hojas de higuera para taparnos. Hemos creído nuevamente a una

mentira: debemos tapar lo que realmente somos.

A. Veamos algunas hojas de higueras que hemos tejido al creer las metiras de

satanás:

1. Somos por lo que tenemos: hoy más que nunca vemos que el tener esto o aquello

parece que nos califica. Si no tenés esto o aquello no existís, no sos nada, según lo

divulgadores de esta mentira. Saúl tenía todas las cosas materiales que deseara, sin

embargo, Dios le hizo ver que no se es por lo que uno tiene. No creas la mentira

que tener te hacer ser ya que el resultado es frustración y amargura.

2. Somos por las relaciones con otros: otra mentira que hemos creído es la del mito

1
del fariseo, aquella que dice “dime con quien andas y te diré quien eres”. Jesús fue

entrentado con esta mentira cuando lo juzgaban por sus compañías (se juntaba con

borrachos, con prostitutas y hermosos pecadores). Sin embargo, Jesús tenía en

claro quien era y no se mimetizó con las personas que se juntaba, siguió siendo lo

que era. No aprobó su comportamiento sino que influenció con su vida y sus

palabras a otros (Lucas 7:34-36; Mt. 9:9-13; Marcos 14:3; Lucas 19:1-10). La

pregunta que debo hacerte es ¿cómo impacta tu vida a los demás? ¿estás buscando

aprobación juntándote con los populares y dejando a los pesados o bobos?

3. Somos por lo que hacemos: esta es una mentira muy común entre los cristianos.

Creemos que hacer cosas para Dios nos hará personas “cercanas a Dios”. Sin

embargo, no es lo que hagas lo que te definirá, no son las obras las que te

permitirán ser agradable a Dios y los demás. Dios nos mirá a través de la obra de

Jesucristo como justos, sólo por gracia, no por obras para que nadie se llene de

orgullo (Efesios 2:8-9). Las obras son resultado de entender que no te salvan ni te

determinan, sino que reflejan a Jesús (2:10).

4. Somos por lo que aparentamos: en Mateo 23:27-28 Jesús habla muy claro sobre

aquellos que aparentan ser lo que realmente no son. Muchas veces somos actores

inconscientes, nos mimetizamos con otros, ya sean amigos, hermanos o personas

importantes que admiramos. No está mal imitar las cosas positivas de otros. Sin

embargo, Dios nos propone que seamos, no que imitemos toda nuestra vida. Los

fariseos aquí llegaron al punto negativo de aparentar lo que no eran, tenían una

mente dividida. Eran de una manera en un lugar y de otra en otro lugar. Esto es lo

que nos puede pasar si estamos dependiendo de nuestra apariencia, dividiremos

2
quienes realmente somos, nos mentiremos a nostros mismos y a los demás. En

casa seremos una cosa, en la iglesia otra y en el colegio otra. Nunca sabremos

quienes somos realmente si estamos divididos. Jesús denuncia la división de los

fariseos que aparentaban una cosa y eran otra, no caigas en la mentira de

“dividirte para agradar a todos”. En este punto me gusta mucho el ejemplo que

nos dejó Enoc. Él caminaba con Dios y en el contexto biblico significa que cada

paso que daba lo hacía en teniendo siempre en cuenta Su voluntad.

En el plan redentor de Dios no queda excluído este tema. Él desea que tengamos

una mirada, una visión, una perspectiva acertada, verdadera de nosotros mismos y

así poder vivir libres de los juicios que nos llegan de los demás o de nosotros

mismos.

B. Ahora veamos de que manera nos miramos, nos miran los demás y nos ve

Dios.

1. Tenemos modelos incorporados: la sociedad impone modelos. Esto

cambian con el tiempo, sin embargo, hemos caído en la mentira que debemos

forjar nuestro cuerpo, mentes y formas a esos modelos que nada tiene que ver

con nosotros. Recordemos que Dios nos hizo originales no en serie o iguales (la

tendencia o la idea de satanás es que todos seamos iguales para no desarrollarnos

y vivir siendo otros). En Jueces 6:12, 15: el modelo a seguir como héroe debía

ser de una importante tribu y por supuesto, ser el mayor. Sin embargo, vemos

aquí que a Dios no le importa lo que Gedeón cree de sí mismo, según los

modelos, porque El sabe quien es.

3
2. Los demás nos ven según su estética: los demás nos ven con sus propios

ojos. A algunos les gusta una cosa y a otros otra. Su capacidad de percepción es

limitada. Samuel entendió esto cuando tuvo que elegir al nuevo rey de Israel (1

Samuel 16:5b – 7). Los demás ven sólo lo que se ve externamente, Dios ve

también lo interno, el corazón.

3. No vemos según diferentes espejos:

 El de tu familia: nadie creía en David, nadie pensó que él sería

elegido rey.

 El de tus amigos: las presiones de tu grupo son fuertes para que

adoptes estilos y formas.

 Tu propio espejo: Moisés se creía invalido e inútil. Sin embargo,

entendió que su perscepción era limitada.

4. Dios tiene un panorama completo:

Génesis 1:31; Salmo 139:13-16; Santiago 1:18.

 Eres una creación maravillosa de Dios (Gn. 1:31; salmo 139: 14).

 Dios te conoce porque te diseño, pensó en ti y en cada una de tus partes

(salmo 139:13, 15, 16).

 Nadie tiene el derecho de menospreciar a lo mejor de la creación de Dios

que eres tú (Santiago 1:18).

Potrebbero piacerti anche