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Las Guerras de los Balcanes fueron dos guerras ocurridas en el sureste de Europa de

1912 a 1913. La primera enfrentó al Imperio otomano con la llamada Liga de los
Balcanes formada por Bulgaria, Montenegro, Grecia y Serbia.

Antecedentes

En el año 1878, los otomanos perdieron el control en Tesalia, Bosnia y Herzegovina,


Novi Pazar, noroeste y noreste de Montenegro,Rumelia y Dobruja. Tras la derrota
diplomática rusa en la Crisis bosnia de 1908, ésta trató de recuperar su influencia en
los Balcanesinduciendo a los países de la península a asociarse bajo su supervisión.
En 1911, llegaba también a un acuerdo con Italia para cooperar con ella en la región.
El mismo año, la derrota del Imperio otomano ante la misma Italia en la Guerra Ítalo-
Turca que le permitió a esta anexionarse Libia y la continua inestabilidad en el Imperio
hicieron que los Estados balcánicos viesen como inminente la partición de Macedonia.

A pesar de su rivalidad por controlar Macedonia y erigirse como la potencia principal


de los Balcanes, Bulgaria y Serbia lograron alcanzar un acuerdo el 13 de marzo de
1912 de defensa mutua y contrario a la repartición de territorio otomano por otros
Estados. Los anexos secretos del acuerdo trataban sobre la división de Macedonia
entre los dos países, dejando la futura frontera entre ambos extremadamente vaga:
Serbia se anexaría los territorios al norte de los montes Šar, Bulgaria aquellos al este
del Struma y de las montañas Ródope. El resto de Macedonia quedaba sin asignar,
aunque Serbia se comprometía a no exigir los territorios más allá de la línea Kriva
Palanka-Veles-Ohrid, sin ocupar ninguna de las dos últimas poblaciones. El resto
podría dividirse entre Bulgaria y Grecia. Ambos países se comprometían a enviar 100
000 soldados al frente de Macedonia, suministrando Serbia un total de 150 000 y
Bulgaria 200 000 soldados.

Más tarde Bulgaria llegó a un acuerdo más limitado con Grecia. Esta se negó a aceptar
una Macedonia autónoma y reclamó, como Bulgaria, el puerto de Salónica. Así, el
acuerdo con Grecia fue puramente defensivo, ante las grandes diferencias entre las
dos naciones.
A continuación Serbia y Bulgaria comenzaron las negociaciones con Montenegro, que
debía provocar al Imperio otomano para lograr el estallido de las hostilidades. Rusia,
consciente de que su alianza para frenar el poderío del Imperio austrohúngaro se
había convertido en un pacto para atacar al Imperio otomano, trató de frenarla
mediante diplomacia, logrando el acuerdo de Austria-Hungría. El 8 de octubre de 1912
estas dos potencias advertían a los países balcánicos que los posibles cambios
territoriales en la península no serían reconocidos por las grandes potencias, pero ese
mismo día Montenegro desencadenaba un ataque contra los otomanos, apoyado
inmediatamente por el resto de sus aliados.

Primera Guerra de los Balcanes

Las operaciones contra el Imperio se desarrollaron sin grandes problemas: los


Ejércitos coaligados contaban con 700 000 hombres frente a los 320 000 otomanos,
y la flota griega bloqueaba la península, estorbando los refuerzos otomanos.

Mientras los búlgaros se concentraban en atacar hacia Estambul y sitiaban Edirne con
refuerzos serbios, los griegos ocupaban Salónica el 8 de noviembre de 1912, a donde
los búlgaros llegaban el día siguiente. En Macedonia los serbios ocupaban
poblaciones más allá de la línea de máxima expansión acordada con los búlgaros,
haciéndose con Prilep,Bitola y Ohrid. En el Oeste, Serbia, decidida a lograr un puerto
en el Mar Adriático, avanzó hacia Durrës, a pesar de ser el territorio de mayoría
albanesa, y cercó Shkodër con ayuda de Montenegro. En el suroeste Grecia atacó
Ioánina.

A comienzos de 1913, las posiciones otomanas en la península se limitaban a cuatro


ciudades cercadas: Estambul, Edirne, Shkodër y Ioánina. Las grandes potencias
intervinieron entonces para decidir la asignación de territorios mediante la imposición
en mayo del Tratado de Londres, que asignaba Edirne a Bulgaria, Creta a Grecia y
creaba Albania gracias a la insistencia de Italia y Austria-Hungría, que no deseaban
que Serbia contase con salida al Adriático. Esta y Grecia, habiendo perdido los
territorios albaneses ocupados en el conflicto, decidieron resarcirse en otro territorio.

Segunda Guerra de los Balcanes

Serbia exigió entonces a Bulgaria extenderse más allá de lo acordado, alegando que
había llevado el peso de los combates en Macedonia y había perdido su salida al mar,
temiendo en realidad el poder de la nueva Bulgaria, que había logrado una salida al
Mar Egeo y grandes territorios en Macedonia. Grecia, a su vez, no deseaba una
Bulgaria poderosa a escasos kilómetros de Salónica. Ante la tensión creciente entre
los antiguos aliados, Serbia y Grecia llegaron a un pacto secreto por el que se dividían
Macedonia al oeste del río Vardar, quedando el territorio al este del río para Bulgaria.
Pronto Montenegro y Rumania, que anhelaba tomar el sur de la Dobruja, se unieron
al acuerdo. El Imperio otomano comenzó a tratar también con los nuevos aliados.

Mientras, Bulgaria se encontraba cada vez más aislada: tras su rechazo a la mediación
rusa perdió el respaldo de ésta, que apoyó las pretensiones serbias, mientras los
austrohúngaros trataban con Grecia y Rumania. Creyendo en su superioridad militar,
Bulgaria atacó Serbia y Grecia el 29 de junio de 1913. Pronto los aliados de estas
entraron en el conflicto y el 31 de julio de 1913 Bulgaria se veía obligada a firmar el
armisticio, reconociendo su derrota.

Este segundo conflicto conllevó grandes pérdidas territoriales para Bulgaria, que
perdió el sur de Dobruja, concedido a Rumania, y casi toda Macedonia a excepción
de los territorios que rodeaban Strumica, aunque mantenía su acceso al Egeo a través
de una franja de 120 km y el puerto de Dedeagatch. Serbia obtenía casi todo el norte
de Macedonia, el Imperio otomano recuperaba Edirne y la Tracia oriental, mientras
que Grecia ocupaba Epiro con Janina y se extendía unos 75 km al norte y este de
Salónica. Montenegro y Serbia se repartían el Sandžak y se creaba Albania.

Consecuencias

Las Guerras supusieron la expulsión definitiva del Imperio otomano de la península


de los Balcanes salvo en el extremo oriental de Tracia, el establecimiento de fronteras
casi definitivas que perduraron salvo breves intervalos durante las Guerras Mundiales
y el nacimiento de Albania como Estado independiente. No resolvieron, sin embargo,
las disputas territoriales entre los países balcánicos, manteniendo Bulgaria sus deseos
de alcanzar las fronteras del Tratado de San Stefano y siendo los territorios de
Macedonia,Tracia y Dobruja objeto de competencia.

Bulgaria sufrió importantes bajas en las dos guerras: 66 000 muertos y 110 000
heridos de una población de poco más de tres millones.

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