Sei sulla pagina 1di 20
CAPITULO. DIEZ SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 54. GENERALIDADES SOBRE SISTEMAS Uno de los conceptos fundamentales del andlisis es el de sistema de n ecua- ciones diferenciales simultdéneas de primer orden. Si y,(x), v0), ---, »,(%) son funciones desconocidas de una sola variable independiente x, el sistema mas general de interés para nosotros es aquel cuyas derivadas yi, y$. .... y}, vienen dadas explicitamente como funciones de x € y,, Ys. 5 Tn: Yi =A Yay Yar ove Yo) = hes He Yo ne Yn) a Yn =F Vy Yay oy Yad Los sistemas de ecuaciones diferenciales aparecen de forma natural en muchos problemas cientificos, En la Seccién 22 hemos utilizado un sistema de dos ecuaciones diferenciales lineales de segundo orden para describir el movimiento de osciladores arménicos acoplados; en el ejemplo proximo veremos cémo aparecen en conexién con los sistemas dindmicos con varios grados de libertad; y en la Seccién 57 los emplearemos para analizar una comunidad bioldgica sencilla compuesta por diferentes especies animales en interaccidn. Una importante cuestién al estudiar sistemas es que una tnica ecuacién de orden se @) YO=FO yr y's 437 438 = ECUACIONES DIFERENCIALES siempre se puede considerar como caso especial de (1). En efecto, pongamos Fe HN ts ye? ()) y observemos que (2) es equivalente al sistema 4 et @) Ya =F Yo Yar 1 Indy que es evidentemente un caso particular de (1). La afirmacién de que (2) y (4) son equivalentes quiere decir lo siguiente: si y(x) es una solucién de (2), entonces las funciones y,(x), y,(x), .... y,(x) definidas por (3) satisfacen la ecuacién (4); y, reciprocamente, si y,(x), y,(x), .... y,(x) satisfacen (4), entonces yQ) =y,(x) es solucién de (2). Esta reduccién de una ecuacién de orden n a un sistema de n ecuaciones de primer orden tiene varias ventajas. Lo ilustramos considerando la relacién entre los teoremas de exisiencia y unicidad para el sistema (1) y para la ecuacién (2). Si se fija un punto x=, y se asignan arbitrariamente valores a las funcio- nes desconocidas NG) =i, Y2%) = Ay ny Wy) = 4, (3) de manera tal que las funciones f,, f,, .... f, estén definidas, entonces (1) da los valores de las derivadas yi(x,), yS(%q), «.. (x). La semejanza entre esta situa- ci6n y la discutida en Ia Seccién 2 sugiere el siguiente andlogo del teorema de Picard. Teorema A. Sean las funciones f,, fy «.. f, y sus derivadas parciales 3f,/ey,, Fl Ops vrs Of BY 0 oon OF / OY, Continuas en una region R del espacio (x, yy, Vos 5 Ys Si (gy 3 dy 5 Gy) €8 uN punto interior de R, el sistema (1) tiene una tinica solucion VG), YG), 40) que satisface las condiciones iniciales (5). No demostraremos este teorema, pero queremos advertir que una vez preparado el terreno su demostracién es idéntica a la del teorema de Picard del Capi- tulo 13, Ademés, en virtud de la anterior reduccién, el Teorema A incluye como caso especial el siguiente teorema correspondiente para la ecuacién (2). Teorema B. Sean la funicidn f y sus derivadas parciales Off dy, off2y', ..., Of av?» continuas en una region R del espacio (x, Y, Y's ws Y). Si (ip, yy May ons ty) € et punto interior de R, la ecuacién (2) tiene una iinica solucion y(x) que satisface las condiciones iniciales yx) = dys ¥'Uig) = day an YQ) = SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 439 Como ilustracién adicional de las ventajas de reducir ecuaciones diferen- ciales de orden alto a sistemas de ecuaciones de primer orden, consideremos al famoso problema de n cuerpos de la mecénica clésica. Sean n particulas de masas m, situadas en los puntos (x;, y;, z,) ¥ supongamos que se atraen mutuamente de acuerdo con la ley de gravitacion de Newton. Si r, denota la distancia entre m; y m;y @ es el angulo desde el semicje x positive hasta el segmento que las une (Fig. 63), la componente x de la fuerza ejercida sobre m, por m, es Gam gg — Gmnersy =) % ‘ siendo G la consiante de la gravitacién. Como Ia suma de esas componentes para todo j +i es igual a m,(d’x,/dt?), tenemos n ecuaciones de segundo orden ae. iti y andlogamente Gp In Figura 63 440 ECUACIONES DIFERENCIALES Si denotamos v,, = dx//dt, vy, =dy,/dt y v,,=dx,/dt y aplicamos la reduccién anterior, obtenemos un sistema de 6n ecuaciones de primer orden de la for- ma (1) en las funciones incégnitas xy, ¥e.5 sur yy Vaye Viv Vyye vo Yon Yaye Zo ¥z,5 sos Zs Vs,» Si ahora hacemos uso de que 13 = [6-2 + 0,-yP +@ -— 2%, el Teorema A nos Ileva a la siguiente conclusin: si se dan las posiciones iniciales y las velocidades iniciales de Jas particulas, 0 sea, los valores de las funciones desconocidas en un cierto instante t= iy, ¥ Si las particulas no coli- sionan (en el sentido de que 7;, no se anula), sus posiciones y velocidades Posteriores quedan univocamente determinadas. Esta conclusién subyace en la otra popular filosofia del determinismo mecanicista, segtin el cual ¢l universo ho es sino una gigantesca maquina cuyo futuro est inexorablemente fijado por su estado en un instante cualquiera '. PROBLEMAS 1, Sustituir cada una de estas ecuaciones diferenciales por un sistema equivalente de ecuaciones de primer orden: @) y'—2xy'—» @) y=y"—<0'7. 2 Si una particula de masa m se mueve por el plano xy, sus ecuaciones de movi- miento son 2, e m GaN, “vy yo m 3 = alt, XY), donde f y g representen las componentes x e y, respectivamente, de la fuerza que actiia sobre la particula. Reemplazar ese sistema de dos ecuaciones de segundo orden por un sistema equivalente de cuatro ccuaciones de primer orden del tipo (1). ' Condujo también a Sir James Jeans a definir el universo como «un sistema autorresuelto de GN conaciones diferenciales simulténcas, donde N es el nimero de Eddington», Sir Arthur Edding- ton afirmé (con més poesfa que verdad cientifica) que 3 N== x 136 x 25" ¢s el mimoro total de particulas de materia en el universo. Véase Jeans, The Astronomical Horizon, Oxford University Press, Londres, 1945; 0 Eddington, The Expanding Universe, Cambridge Uni- versity Press, Londres, 1952. SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 441. 85. SISTEMAS LINEALES Por razones de conveniencia y claridad, nos limitamos en el resto del capitulo a sistemas de s6lo dos ecuaciones de primer orden en dos funciones incdgnitas, de Ja forma Bre, xy) j G = at, x»). El hecho de colocarlas entre llaves sirve para hacer énfasis en que las dos ecuaciones diferenciales van juntas, y el uso de ¢ para la variable independiente y de x, y para las dependientes es usual por motivos que quedarén claros més adelante. En esta seccién y en la préxima nos especializamos todavia més, tratando s6lo sistemas lineales, es decir, de la forma dx Fade + Oy +40 : @) = a+ BOY + 00: Supondremos en la discusién que sigue, y en los teoremas que vamos a enun- ciar, que las funciones a(i), b(0) y f(t), 1=1, 2 son continuas en un cierto intervalo cerrado [a, b] del eje x. Sif) y Fd) son idénticamente cero, el sistema (2) se lama homogéneo; en caso contrario, se dice que es inhomogéneo. Una solucién de (2) en [a, b] es, claro est, un par de funciones x(2), y(@) que satisfacen las ecuaciones (2) sobre ese intervalo, Escribiremos una tal solucién como Asi, por ejemplo, es facil verificar que el sistema lineal homogéneo (con coeficientes constantes) dx eg aay ‘ @) DF aart 442 ECUACIONES DIFERENCIALES admite a sath =e =e x =e 4 fest oe como soluciones sobre cualquier intervalo cerrado. Damos ahora un breve esbozo de la teorfa general de los sistemas linea- les (2). Notese que esta teorfa es muy similar a la de las ecuaciones lineales de segundo orden analizada en las Secciones 14 y 15. Comenzamos enunciando el siguiente teorema fundamental de existencia y unicidad, demastrado en el Capitulo 13. Teorema A. Si ty es cualquier punto del intervalo [a, Bl yy yy son niimeros arbitrarios, (2) tiene una y sélo una solucién pr = x(0) = yO, vdlida en [a, b) tal que x69) =x € Yl) = Yo. Nuestro préximo objetivo cs estudiar la estructura de las soluciones del sistema homogéneo obtenido de (2) al suprimir los términos (0) y ft): dk nate + Oy . () ly i m7 adx+ bdy. Es obvio que (5) admite la llamada solucién trivial, en la que x(f) e y(2) se toman idénticamente nulas. A la hora de encontrar soluciones més interesantes que la trivial es importante el préximo teorema. Teorema B. Si el sistema homogénen (5) tiene dos sohciones e= (0) f =x 6) . =10 7 b=x0 sobre |a, b], entonces . Fer +o) fo) Y= an + cyl es también solucion en (a, 6] para todo par de constantes ¢, y cy Demostracién, La dejamos al cuidado del lector por ser una mera comprobacidn, SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN = 443, La solucién (7) se obtiene del par de sohiciones (6) multiplicando la primera por ¢,, la segunda por ¢,, y sumando; por eso se lama a (7) una combinacién lineal de las soluciones (6). Con esta terminologia, podemos reformular el Teorema B asf: toda combinacién lineal de dos soluciones del sistema homo- géneo (5) es también solucién. Segtin eso, (3) tiene x= ce" + ce” { sete ® y= ce" + Beye como solucién para toda eleccidn de las constantes c, y c. La siguiente cuestién a dilucidar es si (7) contiene sodas las soluciones de (5) sobre [a, b], es decir, si es la solucién general de (5) sobre [a, b]. Por el Teorema A, (7) sera Ja solucién general si las constantes ¢, y c, se pueden escoger de modo que se satisfagan condiciones arbitrarias x(t) = xy. y(t) = Yo en un punto arbitrario t, de [a, b], 0 lo que es equivalente, si el sistema de ecuaciones algebraicas lineales €1% (Tq) + CXa("q) = Xo ello) + C2Y2llo) = Yo en las inedgnitas c, y c, se puede resolver para todo f, en [a, h] y todo par de numeros x), Yo. Por la teoria de determinantes sabemos que ello es posible siempre que el determinante de los coeficientes x x,(t) uO y2lt) Wit) = no se anule sobre el intervalo [a, b]. Ese determinante se lama wronskiano de las dos soluciones (6) (véase Problema 4), y las observaciones precedente conducen al préximo teorema. Teorema C. Si ei wronskiano W(1) de las dos soluciones (6) del sistema homo- géneo (5) no se anula en [a, b], entonces (7) es la solucién general de (5) sobre ese intervalo. Se deduce de este teorema que (8) es la solucién general de (3) sobre cualquier intervalo cerrado, ya que el wronskiano de las soluciones (4) es 444 ECUACIONES DIFERENCIALES que nunca se hace cero, Resulta til saber, como sugiere este ejemplo, que la anulacién 0 no del wronskiano W(¥) de dos soluciones no depende de la eleccin de t. Mis concretamente: Teorema D. El wronskiano W(t) de dos soluciones (6) del sistema homogéneo (5) o bien es idénticamente cero sobre [a,b] 0 no se anula en ningtin punto de [a, bl. Demostracién. Un sencillo cdleulo muestra que W(¢) satisface la ecuacién diferen- cial de primer orden dw = la) + &(O1W, @e de donde se desprende que WE) =collalorsenae (10) para alguna constante c. La conclusién del teorema es ya evidente por cuanto el factor exponencial en (10) no se anula en ningtin punto. El Teorema C proporciona un modo adecuado de verificar si (7) ¢s la solucién general de (5): probar que el wronskiano W(#) de las dos soluciones (6) no es nulo, A continuacién desarrollamos un criterio equivalente que suele ser mas directo y mas conveniente. Las dos soluciones (6) se dicen linealmente dependientes en [a, b] si una de ellas es miltiplo constante de la otra en el sentido de que 210 = kx) 2d) = kx,() © bien nO=bO IAD = ky para alguna constante k y para todo z en [a, b], y inealmente independientes si ninguna de ellas es miltiplo constante de la otra. La dependencia lineal es claramente equivalente a que existan dos constantes c, y c,, alguna de ellas al menos no nula, tales que ex) + ex) =0 ay ey Fey) =0 para todo 7 en [a, 5]. Ahora tenemos el siguiente teorema. Teorema E. Si las dos soluciones (6) del sistema homogéneo (5) son linealmente independientes en |a, bl, entonces (7) es la solucién general de (5) sobre ese intervalo. SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 445 Demostracién. En vista de los Teoremas C y D, basta probar que las solucio- nes (6) son linealmente dependientes si y s6lo si su wronskiano W() es idéntica- mente cero. Comenzamos suponiendo que son linealmente dependientes, es decir, 20 = ky MO = kyl). (L2y Entonces 20 ©@] _ [BAD 1) i) wO! |b) yO = halts — key) = 0 wo para todo ¢ en [a, 6]. El mismo argumento funciona si la constante k esta al otro lado de la ecuacién (12). Supongamos ahora que W() es idénticamente cero, y vamos a probar que las soluciones (6) son linealmente cependientes on el sentido de las ecuaciones (11). Fijemos un punto , en [a, 6]. Como Wii.) =0, el sistema de ecuaciones algebraicas lineales 1A (tp) + Cox) = 0 Cy ilto) + CVU) = 0 tiene una solucién ¢,, ¢; en la que estos niimeros no son ambos cero. Asf pues, la solucién de (5) dada por f =e) tery a3) y= ey + cys) es igual a la solucién trivial en f,, Se sigue de la parte de unicidad del Teore- ‘ma A que (13) debe ser la solucién trivial sobre el intervalo [a, B], de modo que (L1) es vilida y la demostracién esta completa. El valor de este ctiterio estriba en que en problemas concretos suele ser cuestion de simple inspeccién el decidir si dos soluciones de (5) son linealmente inde- pendientes o no. Volvemos ya al sistema inhomogéneo (2) para concluir la discusién con el siguiente resultado. Teorema F. Si las dos soluciones (6) de! sistema homogéneo (5) son linealmente independienies sobre [a, b] y si 446 ECUACIONES DIFERENCIALES es cualquier solucién particular de (2) en ese intervalo, entonces { = onl) Hex) +x, 08; = Eyl) + cy + yp) es ta solucién general de (2) en (a, b). Demostracién. Es suficiente probar que si es una solucién arbitraria de (2), entonces f =x) 20 =O yO 5 solucién de (5), y dejamos Ja verificacién al lector. El tratamiento anterior del sistema lineal (2) muestra cémo se puede cons- truir su solucion general a partir de piezas mas simples. Pero gc6mo hallar esas piezas simples? Por desgracia, como en el caso de las ecuaciones lineales de segundo orden, no hay ningiin método general que funcione siempre. En la proxima seccién presentamos un caso especial importante en el que esa difi- cultad puede solventarse: aquel en que los coeficientes a{z). b(2), i= 1, 2 son constantes. PROBLEMAS 1. Demostrar el Teorema B. 2. Terminar la demostracién del Teorema F. 3. Verificar la ecuacién (9). 4. Consideremos la ecuacién lineal de segundo orden ax ah Rt ae =0 i) ae (Op + DOr = ¢ reducida al sistema @) QtOx — POY. SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 447 Sim (0, x0) son soluciones de la ecuaci6n (*) y si x= xy) = x f son las correspondientes soluciones de (**), probar que el wronskiano de las pri- meras, en el sentido de la Seccidn 15, es precisamente el wronskiano de las segundas en el sentido de esta seccién. (@)_ Probar que son soluciones del sistema homogéneo ar wot (b) Demostrar por dos caminos que las soluciones dadas en (a) son linealmente independientes sobre todo intervalo cerrado y escribir la soluciOn general de esc sistema. (ec) Hallar la solucién particular [x= x(0) =) de este sistema para la que x(0)=5 ¢ (0) = 1. (@) Probar que pr = Det ‘aa x son soluciones del sistema homogéneo a ate ECUACIONES DIFERENCIALES (b) Probar de dos formas que las soluciones dadas en (a) son linealmente inde- © 7. Obtener las soluciones dadas en el Problema 6 para el sistema homogéneo @ (b) pendientes sobre todo intervalo cerrado y escribir la solucién general de ese sistema. Comprobar que =3-2 = +3 es una solucién particular del sistema inhomogéneo de Daxt2ytt-1 a d ar + 2y— 51-2, a y escribir la solucién general de este sistema. derivando 1a primera ecuacién en 7 y eliminando y; derivando la segunda ecuacién en ty climinando x. 8. Usar el método sugerido por el Problema 7 para hallar la solucién general del sistema % (a) (b) a, ere d) “we Hallar la solucién general del sistema dx dt dy a Probar que cualquier ecuacién de segundo orden obtenida del sistema cn (a) no es equivalente a ese sistema, en el sentido de que tiene soluciones que no forman parte de ninguna solucién del sistema. Asi pues, si bien las ecuaciones de orden superior son equivalentes a sistemas, el recfproco no ¢s cierto y los sistemas son mas generales. SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 449. 56. SISTEMAS LINEALES HOMOGENEOS CON COEFICIENTES CONSTANTES Ya estamos en disposicién de dar una solucién completa de! sistema ax qn t by @ Beet donde a), 6, @, ¥ by son constantes dadas, Algunos de los problemas de la secci6n anterior ilustran un procedimiento que es aplicable a menudo en este caso: derivar una ecuacién, eliminar una de las variables dependientes y resol- ver Ja ecuacién lineal de segundo orden resultante. En lugar de eso, el método que ahora presentaremos est basado en la construccién de un par de soluciones linealmente independientes directamente a partir del sistema dado. Si recordamos que la funcién exponencial se reproduce. salvo un factor, bajo derivacién (véase la Secci6n 17), es natural buscar soluciones de (1) del tipo { (2) Sustituyendo (2) en (1) obtenemos Ame" = a,Ae™ + b,Be™ Bre™ = ayAe™ + b,Be™; y dividiendo por e” resulta el sistema lineal algebraico (a,—m)A+bB=0 @) aA + (b,— mB =0 en las incégnitas A y B, Bs claro que (3) admite la solucién trivial A=B = 0, que produce en (2) la solucién trivial de (1). Como estamos buscando solucio- nes no triviales de (1), eso no nos sirve para nada. Sin embargo, sabemos que (3) tiene soluciones no triviales siempre que el determinante de los coefi- cientes se anula, 0 sea, cuando 450 = ECUACIONES DIFERENCIALES Al desarrollar este determinante obtenemos la ecuacién cuadratica wt — (a, + b,)m + (a,b, — ayb,) =0 4) en la incégnita m. Por analogfa con lo visto antes, Ilamaremos a esta ecuacién la ecuacién auxiliar del sistema (1). Sean m, y my, las raices de (4). Si susti- tuimos m en (3) por m,, sabemos que las ecuaciones resultantes tienen una solucién no trivial A,, B,, es decir, que x= Ae! 5 es una solucién no trivial del sistema (1). Procediendo andlogamente con m, hallamos otra solucién no trivial mageme f = ma . 6) =Bye™. Para estar seguros de haber obtenido dos soluciones lincalmente independiente, y por tanto la solucién general, es necesario examinar en detalle las tres posibi- lidades para m, y my, Raices reales distintas. Cuando m, y m, son néimeros reales distintos, se ve facilmente que (5) y (6) son linealmente independientes (por qué?) y X= eAye™ + eyAye”™" ee y= ¢,Bye™ + c,B,e" es la solucién general de (1). Ejemplo 1. En el caso del sistema ary dr a @) BY = ges es (-mA+B=0 @) 4A +(-2—m)B=0. La ecuacién auxiliar es mn +m—6=0, o sea, (m+3)Qn—2)=0, SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 451. asf que m, y m, son —3 y 2. Con m= —3, (9) se convierte en 10) como solucién no trivial de (8). Con m= 2, (9) se convierte en -A+B=0 4A—4B=0, y una soluci6n no trivial es A= 1, B= 1. Esto da ay como otra solucién de (8); y como es claro que (10) y (11) son linealmente independientes, eu is + e,c% ay = dee + ce" es Ja soluciGn general de (8). Raices complejas distintas. Sim, y m, son nameros complejos distintos, se pueden escribir en la forma a+ ib con a y b reales y b #0. En este caso esperamos que los A y B obtenidos de (3) sean niimeros complejos, y tendremos dos soluciones linealmente independientes = Ateotion = Agen . ie yt Fc (13) y = Bye y= Bye™, Sin embargo, estas soluciones son complejas. Para extraer soluciones reales, procedemos como sigue. Si expresamos los nimeros A¥ y B¥ en la forma A¥= A, +iA, y BY = B, + iB, y usamos la formula de Euler 17-(7), la primera de las soluciones (13) puede escribirse [x= (A, +iA)e“(Cos br+i sen bi) y= (B, + iB,e“(cos br+i sen br), 452 ECUACIONES DIFERENCIALES 0 sea, x= eM[(A, cos bt— A, sen bi) + iA, sen bt+A, cos bd] aay =e[(B, cos bf—B, sen bi) +i(B, sen bt +B, cos bid]. Es facil ver que si un par de funciones complejas es solucién de (1), cuyos coeficientes son constantes reales, sus partes reales e imaginarias son solucio- nes con valores reales. Se sigue de esto que (14) proporciona las dos soluciones reales x= eA, cos bt— A, sen bi) ees) y=e"(B, cos bt—B, sen bi) ¥ r=e%(A, sen bt+A, cos bf) (16) x= eB, sen bt +B, cos bt). Puede probarse que estas soluciones son linealmente independientes (se pide al lector que lo demuestre en el Problema 3), de modo que la soluci6n general es en este caso fore cos br—A, sen bt) +¢,(A, sen bt+A, cos bf)] an =el[ey(B, cos bt—B, sen bt) + c(B, sen bt +B, cos br)}. Como ya hemos encontrado la solucién general, no es preciso considerar la segunda de las soluciones (13). Raices reales iguales. Cuando m, y m, tienen el mismo valor m, (5) y (6) no son linealmente independientes y obtenemos esencialmente s6lo una solucién a 7 Ly = Be", Nuestra experiencia en Ja Seccién 17 nos invita a esperar una segunda solucién Tinealmente independiente de la forma = Ate™ ly = Bie™. SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 453 Desgraciadamente, las cosas no son tan sencillas y debemos buscar en realidad una segunda solucién de la forma x= (A, + Ae" ‘19 y=@,+Bpe™, de manera que la solucién general es x= c,Ae™ + 6,(A, + Aste” 60) y=c,Be™ + o(B, + Be"? Las constantes A,, A,, B, y B, se hallan sustituyendo (19) en el sistema (1). En vez de intentar Ievar a cabo esto en general, mostramos cémo funciona en un ejemplo particular. Ejemplo 2. En él caso del sistema Boyecdy ad . Z 1) I egos Pea @)es G-mjA-4B=0 (22) A+(-1—mB =0, La ecuacién auxiliar es m?—2m+1=0, 0 sea, (m@—1P=0, con raices iguales ambas a 1. Con m=1 la (22) pasa a ser 2A-4B=0 A-2B=0. 2 La Ginica excepcién a esta afirmacién ocure cuando a, = b= a y d)= b= 0, de modo que fa ecuacién auxiliar es mi — 2am + a” =0, m=a, y las constantes A y B en (18) quedan libres. En tal situacién, la solucién general de (1) es obviamente ie cae, y se dice gue el sistema estd desacoplado (ya que cada ecuacién puede resolverse independiente- ‘mente de la otra). 454 ECUACIONES DIFERENCIALES Una sencilla solucién no trivial de este sistema es A=2, B= 1, de modo que x= 2et eh (23) €s una solucién no trivial de (2). Ahora buscamos una segunda solucién linealmente independiente de Ja forma f =(A, + Ane’ 2 =B,+ Boe. Al sustituir eso en (21) se obtiene (Ay + Agt + Ave =3(4, + Awe— 4B, + Be! (B, + Bat + Bye! = (A, + Axe’ —(B, + Bye’, que se reduce a (2A, ~ 4B, + (2A, — A, —48,)=0 (A, — 2B, + (A, — 2B, — B,) =0. Dado que éstas han de ser identidades en la variable ¢, debemos tener 2A,—4B)=0 2A, —A,—4B,=0 A,—2B,=0, A, —28,—B,=0. Las dos ecuaciones de la izquierda admiten A, = 2, B; = 1 como solucion no trivial. Con ello, las dos ecuaciones de la derecha se convierten en 2A, — 4B, =2 A, —2B,=1, asf que podemos tomar A, = 1, B, = 0. Ahora insertamos estos ndmeros en (24), con lo que resulta 1+ 2Ae* 25) we (25) como segunda solucién. Es evidente que (23) y (25) son linealmente independientes, de modo que x= eye! + eg(1 + 2het 26) = eye! + este! Sal es la solucién general del sistema (21) SISTEMAS DE ECUACIONES DE PRIMER ORDEN 455, PROBLEMAS 1. Usar los métodos descritos en esta seccién para hallar la solucién general de los sistemas que se indican: (@ © ae —2y @) Qn 4 2 =Sx+2y; 3} (g) a Gnas 3y @ CD) Pg. oy; a 2. Probar que la condicién a,b, >0 es suficiente, pero no necesaria, para que el siste- ma (1) tenga dos soluciones reales linealmente independientes de 1a forma (2). 3, Comprobar que el wronskiano de las dos soluciones (15) y (16) viene dado por W() = (A,B, — AB ve“, y probar que A,B, — A,B, #0. 4, Probar que en la f6rmula (20) las constantes A, y B, satisfacen el mismo sistema algebraico lineal que A y B y que por tanto se puede hacer A)=A y B,=B sin pérdida de generalidad, 5, Consideremos el sistema lineal inhomogéneo de Bn 2OX + OY *hO : Loo) 4 ae ae + Py +hO 456 ECUACIONES DIFERENCIALES y el correspondiente sistema homogéneo dx Bet Biy cr) (ix + Dy. dy at @ Si son soluciones Tinealmente independientes de (**), ast que f ex + em = ey + yal) es su solucién general, probar que i =v, 04 @ + 0x0) =v OO + vOyald) ser una solucién particular de (“*) si las funciones v,(2) y v,(r) satisfacen el sistema, vi, ty =f Vaya Fay =. Esta técnica para hallar soluciones particulares de sistemas lineales inhomo- géneos se lama método de variacién de los parametros. () Aplicar el método esbozado en (a) para hallar una solucién particular del sistema inhomogéneo BE ssp SLD Bit a? dy DD. xs By = Bp p48 By 8-8, cuyo sistema homogéneo asociado resolvimos en el Ejemplo 1.

Potrebbero piacerti anche