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    (RESUMEN)

El final del siglo V y el siglo IV a. c. Representaron en la historia de la profesión medica un


momento culminante de cotización espiritual y social.

La medicina griega se convierte en una fuerza cultural de primer orden en la vida del
pueblo griego. El auge de la medicina se explica también por su fecunda colisión con la
filosofía. Ello contribuyó a que la cultura griega se hallase de por sí orientada tanto hacia la
formación del cuerpo como hacia la del espíritu. Esta concepción aparecía simbolizada ya
desde el primer momento en la dualidad de gimnasia y música, suma y compendio de la
cultura griega antigua.

Hipócrates vivió y enseño en Cos, isla de población y lengua dóricas; el hecho de que tanto
él como sus discípulos escribiesen sus obras en jónico se debe a la influencia y superioridad
de la cultura y la ciencia jónicas en aquella época. La medicina solo se convirtió en un arte
Consciente y metódico bajo la acción de la filosofía jónica de la naturaleza.

En el transcurso del siglo V empiezan a desplazarse las relaciones entre la filosofía de la


naturaleza y la medicina. En este momento es cuando se inicia la más antigua literatura
medica de los griegos que a llegado a nosotros.

La famosa escuela médica que tuvo su sede en la pequeña isla de Cos, tuvo su
florecimiento a mediados del siglo V y va asociado al nombre de su maestro Hipócrates.

Cien años mas tarde, esta escuela tiene aun por guía a una figura tan importante como
Praxágoras. Las obras médicas de los siglos V y IV a. c. que han llegado completas a
nosotros se colocan sin excepción bajo el nombre de Hipócrates. Los extensos y eruditos
comentarios de galeno a las obras de Hipócrates le hace a uno sentirse escéptico ante su
confianza excesiva en poder volver a descubrir el autentico Hipócrates entre la masa de los
escritos hipocráticos.

El juramento hipocrático que debían prestar quien desease ingresar en el gremio contenía,
la obligación de guardar el secreto de la doctrina. Esta se transmitía de padres a hijos ya que
estos les solían suceder. A cambio de ello se obligaban a transmitir gratuitamente el arte
medico a los hijos que su maestro dejase morir. Los discípulos se casaban, como los
aprendices, dentro de la corporación.

En la realidad, la nueva ciencia medica no se halla netamente separada, ni mucho menos de


la vida general del espíritu. El profesional medico comunica al profano sus conocimientos.
Surge así una literatura medica especial, destinada a las personas ajenas a esta profesión.
Afortunadamente, ambas clases de literatura, la profesional y la destinada al gran público,
han llegado a nosotros.

(Hombre culto en medicina: hombre que consagraba a los problemas de esta ciencia un
interés especial aunque no profesional y cuyos juicios en materia médica se distinguían de
la ignorancia de la gran masa.)
Aristóteles señala incluso tres etapas del saber:

‡ La del medico práctico

‡ La del investigador original

‡ El hombre culto en materia de medicina.

En los siete libros ÷   


  colaboraron varios autores. Su trabajo da relieve
plástico a la grandiosa tesis con que comienzan los aforismos hipocráticos: 
 
       
  
 

De aquí que el pensamiento médico de esta época cree por vez primera el concepto de
clases, de naturaleza humana, de tipos, disposiciones, enfermedades...

La acción de la medicina sobre la filosofía de Platón y Aristóteles ilustra mejor que nada la
importancia científica del nuevo método y del nuevo modo de pensar de la ciencia médica.
Esto seria el problema verdaderamente central de la 
 

El médico es, según Platón, el hombre que a base de lo que sabe acerca de la naturaleza del
hombre sano conoce también lo contrario de éste, o sea el hombre enfermo, y sabe, por
tanto, encontrar los medios y los caminos para restituirlo a su estado normal.

Lo único que cabe afirmar con seguridad es que la medicina del autor de la obra ÷ 

   representa lo contrario de lo que Platón describe como el método
propio de Sócrates.Platón leyendo la literatura médica ve en ella el criterio metódico de
Sócrates.

Cuando Platón compara la ciencia médica con la filosofía, lo hace fijándose sobre todo en
el carácter, normativo de aquella.

La ética aristotélica consiste en saber cómo la norma, aun teniendo un carácter general,
puede aplicarse a la vida del individuo y al caso concreto que momentáneamente parece
sustraerse a toda reglamentación general. Importancia decisiva en la educación, Recordar la
ética según Aristóteles versa sobre la regulación de los impulsos humanos, del placer y el
dolor.

Aristóteles dice que el comportamiento ético es la tendencia a centrarse en el medio justo


para cada cual entre lo mucho y lo poco.

La medicina de los siglos V y IV trae, al gran proceso espiritual de la formación del hombre
helénico, la doctrina referente a la conservación de la salud del hombre.

Por oposición a Galeno se consideraba a Hipócrates como un empírico puro. A Hipócrates


se le reputaba como uno de los más grandes representantes antiguos de la actitud puramente
mecánico-causal ante la naturaleza. El médico es el llamado a restaurar la medida oculta,
cuando viene a alterarla la enfermedad. La función del médico en el tratamiento de los
enfermos no consiste en intervenir en contra de la naturaleza. Los síntomas de la
enfermedad representan el proceso de restauración del estado normal. El médico se limita a
averiguar dónde puede intervenir para ayudar al proceso natural encaminado a la curación.

También la escuela hipocrática aconseja al médico que solo asuma un papel de auxiliar y
complemento de la naturaleza. La naturaleza encuentra por sí misma los medios y los
caminos necesarios sin necesidad de una inteligencia consciente. El problema de la
adecuación de la naturaleza a un fin había sido resuelto mediante la hipótesis de una razón
divina que gobernaba el mundo. Los hipocráticos se abstienen de toda hipótesis metafísica.

Para la ciencia antigua la acción teleológica de la naturaleza se halla vinculada


absolutamente a la existencia de los seres animados, los únicos que interesan a la medicina.
Si la naturaleza hace por si mismo lo necesario sin haberlo aprendido es porque encierra la
capacidad genial de educarse a sí misma. Aquí la
 se concibe como una disciplina y
una domesticación puramente exteriores, mientras que según la concepción hipocrática la

  tiene ya su avanzada inconsciente y espontánea en la naturaleza misma y en su
acción teleológica.

En la medicina también entra la higiene. Los cuidados de la higiene versan sobre la dieta.
Los griegos entienden por dieta todo el régimen de vida del hombre y especialmente el
orden de los alimentos y de los esfuerzos impuestos al organismo.

Tenemos que decidirnos a situar la obra ÷ 


avanzado el siglo IV. El autor de la
obra ÷ 
tuvo que vivir antes. Diocles se halla separado de él por la influencia de
Aristóteles y la escuela peripatética. Llegaremos a la conclusión de que su autor fue
contemporáneo de Arquidamo, el padre de Diocles.

Otro indicio que sitúa la obra en el siglo IV es la manifiesta preferencia que el autor siente
por la división sistemática de la materia en géneros y especies.

Diocles utiliza un lenguaje, al igual que el del autor hipocrático de la obra ÷ 

muy pulido y tiene pretensiones literarias pero su forma es intencionadamente sencilla. El
día es la unidad cronológica natural de este drama.

La dieta de Diocles empieza en el momento mismo de despertar. La comida principal,


hecha al atardecer; las personas de constitución débil deben entregarse inmediatamente al
reposo, por ello los griegos eran grandes madrugadores.

No conviene levantarse inmediatamente después de despertar, sino esperar a que la pesadez


del sueño se disipe de los miembros.

No se indica el baño inmediatamente después de levantarse. Luego se dirigirá a su trabajo


después de haber comido algo. Quien disponga de tiempo para ello deberá dar un paseo.
Para practicar el ejercicio físico, los jóvenes se trasladarán al gimnasio y las personas de
edad o débiles a un baño o a otro sitio soleado para friccionarse.

A los cuidados mañaneros del cuerpo sigue el almuerzo, inmediatamente después la siesta,
luego algunos trabajos caseros y un paseo y, por último, tras un breve descanso, los
ejercicios físicos de la segunda parte del día. Este termina con la comida principal.

La cultura física, tal como la conciben los médicos y gimnastas griegos, es también algo
espiritual. El ideal helénico de la cultura humana era el ideal del hombre sano.

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