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FORMACIÓN DEL SUELO

La roca, al ser meteorizada, queda alterada en el mismo lugar donde afloró en la superficie terrestre. Se va
formando por este proceso un manto homogéneo y rico en nutrientes, por lo que es colonizado
rápidamente por seres vivos, como plantas o las lombrices de la imagen. La acción de estos seres
transforma este manto homogéneo apareciendo zonas diferenciadas llamadas horizontes.

Suelo, geológicamente hablando, es la capa más superficial, móvil y suelta de la corteza terrestre,
resultado de la meteorización y de la acción de los seres vivos. La ciencia que estudia los suelos se llama
Edafología.

La formación de un suelo depende de factores tan diversos como son:

 La roca madre: Es la roca que genera el suelo. Cuanto más dura sea esta roca, más tardará en
meteorizarse y transformarse en suelo.

 El clima: En climas húmedos las rocas se meteorizan antes debido a la acción del agua. Esto
permitirá que se forme mejor que en un clima seco.

 El relieve: Cuando el relieve es suave los productos de la meteorización quedan donde se


encontraba la roca madre, generando un suelo. Si el relieve es abrupto los fragmentos de roca
meteorizada son arrastrados rápidamente hacia otros lugares. Por eso en estas zonas es más difícil
que se forme un suelo con todos los horizontes, es decir, un suelo evolucionado.

Factores formadores del suelo

El papel del clima en la formación de los suelos: El clima influye directamente en la humedad y la
temperatura del suelo, e indirectamente a través de la vegetación. La temperatura y la precipitación influyen
en los procesos de alteración y transformación mineral, modificando la velocidad de muchas reacciones
químicas que se dan en el suelo. La temperatura condiciona el tipo de meteorización, predominantemente
física con bajas temperaturas, más química con altas temperaturas. La disponibilidad de agua y su flujo
influye sobre gran cantidad de procesos edáficos, movilizando e incluso eliminando componentes del suelo.

El papel de la litología en la formación de los suelos: La roca sobre la que se forma el suelo suele
denominarse material parental u originario. Puede tratarse de una roca consolidada, un depósito no
consolidado e incluso un suelo pre-existente. Se constituye en un elemento pasivo sobre el que actúan el
resto de factores formadores. Un mismo tipo de roca, bajo diferentes condiciones del medio (en especial el
régimen de humedad y de temperatura), puede dar lugar a suelos con distintas características. Por otro
lado, rocas diferentes bajo un clima suficientemente enérgico, y actuando durante un tiempo
suficientemente prolongado, puede dar suelos similares. Pero lo habitual es que la influencia del material
originario se deje sentir en propiedades edáficas como la textura, la reacción, la pedregosidad, el color, etc.
Así, suelos sobre granitos tenderán a formar suelos de texturas arenosas, permeables, y en condiciones
húmedas, de reacción ácida. Por el contrario, suelos sobre calcilutitas (margas) tienen texturas más
arcillosas o limosas, baja permeabilidad y reacción de neutra a básica según el clima. Los suelos sobre
sustratos yesosos en el centro del Valle Medio del Ebro presentan altos contenidos de yeso, con un claro
gradiente en profundidad (Badía et al., 2013).

El papel del relieve en la formación de los suelos: La formación del suelo se ve condicionada por la
posición que ocupa en el relieve al afectar a la redistribución de masa y energía. En superficies más
estables, como son las plataformas estructurales y los glacis, se prolonga la acción del resto de factores
formadores y el perfil edáfico alcanza un mayor grado de organización y, por tanto de desarrollo de
horizontes (horizonación). En cambio, sobre superficies más inestables, como escarpes, fondos de valle o
llanuras de inundación, el suelo es rejuvenecido continuamente (por erosión o cumulización) lo que limita la
horizonación. Según las características de la forma del relieve (inclinación, longitud, orientación de la
ladera) y por la posición del suelo en la misma, los efectos pueden ser distintos. Así, la inclinación y
longitud de la ladera afectan a la velocidad de escorrentía y erosión. La posición que ocupa el suelo en el
relieve condiciona su espesor, drenaje, presencia de sales, etc. La orientación afecta al microclima
(radiación recibida, temperatura y humedad del suelo), de forma que los suelos en umbría presentan mayor
espesor y contenido en materia orgánica que los suelos en solana.

El papel de los organismos en la formación de los suelos: La participación de una amplia variedad de
formas biológicas (animales, bacterias, hongos, algas) resulta trascendental en el funcionamiento de los
ciclos del carbono, del nitrógeno, etc. La vegetación ejerce una serie de acciones tanto directas como
indirectas en la formación y conservación del suelo. Entre las primeras destacan el aportar materia
orgánica, acelerar la meteorización e incrementar la porosidad y el movimiento del agua y el aire. Entre las
indirectas destaca el efecto pantalla que el dosel o cubierta vegetal impone sobre el clima edáfico, al
sombrear, al interceptar las gotas de lluvia, frenar la escorrentía superficial (o sea aumentar la infiltración) y,
por tanto, reducir la erosión hídrica, además de la eólica. Además el sistema radicular respira, segrega
sustancias y absorbe agua por lo que tiene efectos sobre la translocación y lavado de sustancias en el
suelo, por ejemplo de carbonatos. Interviene en los ciclos biogeoquímicos al absorber nutrientes en
solución que fija en sus tejidos temporalmente. En casos particulares, la vegetación ejerce efectos
alelopáticos.

El papel del tiempo en la formación de los suelos: Cada uno de los factores anteriormente comentados
ejercen su influencia en la formación del suelo a lo largo del tiempo dando lugar a características
morfológicas distintas. Los suelos jóvenes e inmaduros son aquellos que han desarrollado pocas
propiedades y que sus horizontes están poco desarrollados. A medida que van evolucionando, sus
características se desarrollan más rápidamente originando suelos más profundos y también más
diferenciados los unos de los otros.

Los Factores de Formación del Suelo: Hans Jenny fue profesor de la ciencia del suelo de la Universidad
de California, Berkeley; fue el primer científico en definir los factores de formación del suelo en su libro
“Factors of Soil Formation: A System of Quantitative Pedology”, el cual fue publicado en 1941. En su libro
planteó la Ecuación de los Factores de Estado:

S = f (cl, o, r, p, t); Dónde: S = Suelo, f= en función de, cl= clima, o= organismos, r= relieve, p= roca madre
y, t= tiempo.

Jenny describió que la formación del suelo está influenciada por cinco factores independientes, pero que
interactúan entre sí para dar lugar al suelo. Estos factores son: material parental o roca madre, clima,
relieve o topografía, biota (organismos) y tiempo.

Los científicos de la ciencia del suelo clasifican a los cinco factores de formación del suelo como: factores
activos y factores pasivos. El clima y la biota se identifican como los factores activos de la formación del
suelo, debido a que su influencia sobre el desarrollo del suelo puede observarse directamente; Por ejemplo:
lluvia, altas y bajas temperaturas, viento, microrganismos (algas y hongos), lombrices de tierra y animales
excavadores. Por otra parte, los factores pasivos son el tiempo, la topografía y el material parental, porque
sus efectos no se observan directamente.

El clima. El clima es uno de los factores que influyen de manera directa sobre la formación del suelo, pues
condiciona la velocidad de meteorización de la roca madre. Los elementos más importantes del clima en la
formación de suelo son la temperatura y la precipitación. Estos dos parámetros del clima afectan la tasa de
meteorización química y el crecimiento de las poblaciones de organismos, así como la velocidad de
descomposición de la materia orgánica.

Por una parte, el agua es el solvente y medio para todas las reacciones y procesos del suelo, mientras que
la temperatura determina la tasa de reacciones químicas y la intensidad de la actividad biológica.

Biota. La biota está representada por los organismos vivos. Por su actividad biológica, los organismos que
integran la fauna del suelo tienen un rol fundamental en la fragmentación, transformación y translocación
de materiales orgánicos del suelo.

En cambio, las raíces de la vegetación participan activamente para la formación del suelo, ya que son
capaces de crecer dentro de las grietas y fisuras de las rocas, acelerando la meteorización. Las plantas
contribuyen a la meteorización química debido a que producen ácidos orgánicos y dióxido de carbono, que
son compuestos que aceleran el proceso de descomposición de los minerales y la liberación de nutrientes
requeridos por las plantas. Por otra parte, la vegetación crea microclimas por: reducir la velocidad del
viento, formar un área de sombreado de la superficie del suelo. También, los musgos y líquenes que crecen
sobre las superficies de rocas contribuyen al proceso de meteorización del material parental.

El relieve. La forma de la superficie de la tierra desempeña un papel fundamental en la formación del


suelo. El relieve influye en la distribución del agua recibida por medio de la precipitación, por lo que afecta
directamente el proceso de la erosión hídrica. Como regla general, las superficies elevadas con relieves
inclinados o convexos pierden más agua por escorrentía, arrastrando sedimentos, por lo que los suelos son
más someros. En cambio, las superficies más bajas que son cóncavos o depresivos reciben agua extra y
sedimentos, por lo que el desarrollo de los suelos es más profundo.

Además, en el hemisferio norte las laderas con orientación sur reciben más radiación solar que las de
orientación norte, por lo que las laderas al sur son más cálidas y menos húmedas. Tal vez las diferencias
entre las temperaturas sean de apenas 2 grados y de humedad sea mínima, sin embargo, los efectos con
el tiempo se maximizan, formando suelos con un contenido de materia orgánica más elevada en las laderas
del norte.

La roca madre. Los suelos se derivan principalmente de las rocas, por lo que se le denomina material
parental. Estos materiales definen en gran parte el color, la composición, la textura y la estructura de los
suelos. Sin embargo, un mismo tipo de roca puede dar lugar a suelos con distintas características,
dependiendo las condiciones del medio en el que evolucione.

El material parental incide sobre la fertilidad del suelo en muchas maneras. En primer lugar, el tipo de
material parental determina los minerales que predominan en el suelo. En segundo lugar, el material
parental es la principal fuente de los nutrientes que se liberan en la solución del suelo, que posteriormente
pueden ser absorbidos por plantas, otros organismos o lixiviados.

Tiempo. La formación del suelo es un proceso constante que involucra la interacción entre el material
parental, la biota, el clima, el relieve y el tiempo. El suelo es un recurso no renovable a corto plazo, debido
a que para la formación de 1 cm de suelo tienen que pasar cientos o miles de años.
Formación del suelo: La causa principal de la formación de los suelos es la meteorización, que consiste
en la alteración que experimentan las rocas en contacto con el agua, el aire y los seres vivos. Pueden
distinguirse:

 Meteorización física o meteorización mecánica es aquella que se produce cuando, al bajar las
temperaturas, el agua que se encuentra en las grietas de las rocas se congela. Así aumenta su
volumen y provoca la fractura de las rocas.
 Meteorización química es aquella que se produce cuando los materiales rocosos reaccionan con el
agua o con las sustancias disueltas en ella.

La actividad biológica puede contribuir tanto a la meteorización física como a la química.

El suelo puede formarse y evolucionar a partir de la mayor parte de los materiales rocosos, siempre que
permanezcan en una determinada posición el tiempo suficiente para permitir las anteriores etapas. Se
pueden diferenciar:

 Suelos autóctonos, formados a partir de la alteración de la roca que tienen debajo.


 Suelos alóctonos, formados con materiales provenientes de lugares separados. Son principalmente
suelos de fondos de valle cuya matriz mineral procede de la erosión de las laderas.

La formación del suelo es un proceso en el que las rocas se dividen en partículas menores mezclándose
con materia orgánica en descomposición. El lecho rocoso empieza a deshacerse por los ciclos de hielo-
deshielo, por la lluvia y por otras fuerzas del entorno:

1. El lecho de roca madre se descompone cada vez en partículas menores.


2. Los organismos de la zona contribuyen a la formación del suelo desintegrándolo cuando viven en él
y añadiendo materia orgánica tras su muerte. Al desarrollarse el suelo, se forman capas llamadas
horizontes.
3. El horizonte A, más próximo a la superficie, suele ser más rico en materia orgánica, mientras que el
horizonte C contiene más minerales y sigue pareciéndose a la roca madre. Con el tiempo, el suelo
puede llegar a sustentar una cobertura gruesa de vegetación reciclando sus recursos de forma
efectiva
4. Cuando el suelo es maduro suele contener un horizonte B, donde se almacenan los minerales
lixiviados.

Procesos formadores del suelo: La actuación de los factores formadores (clima, vegetación, litología,
geomorfología y tiempo) se produce mediante unos procesos de edafogénesis, que pueden sucederse en
el tiempo, actuar simultáneamente e incluso ser antagónicos. Los procesos que actúan en un suelo se
pueden agrupar en tres categorías: transformaciones, traslocaciones, y adiciones y pérdidas.

1) Transformaciones (orgánicas e inorgánicas). Conjunto de procesos que conllevan cambios de


composición y forma de los compuestos orgánicos y/o inorgánicos que pueden afectar al material del suelo,
(meteorización, empardecimiento y rubefacción, hidromorfia, melanizacion, edafoturbacion).

1.1) Meteorización. La meteorización o intemperización consiste en la transformación por los distintos


agentes atmosféricos del material mineral del suelo o de la roca madre. Por tanto, los diferentes procesos
de meteorización pueden ser considerados tanto procesos edafogenéticos como procesos previos a la
diferenciación de horizontes. Pueden ser de naturaleza física (fragmentación y disgregación mecánica de la
roca), química (se produce un cambio en la naturaleza de los materiales) o biológica, que en última
instancia engloba procesos físicos o químicos provocados por la actividad orgánica.

En el Alto Aragón, los procesos de meteorización más destacables son:


• La meteorización por disolución, que afecta a los carbonatos (de margas, calizas, areniscas), yesos y
sales más solubles.

• La meteorización por cristalización de sales (yeso, mirabilita, halita..), con hidratación, que provoca un
incremento de volumen, ahuecamiento y disgregación de margas, areniscas y otros materiales parentales.

• La meteorización por cristalización del agua por helada en fisuras de la roca, con el consiguiente
incremento de volumen y fragmentación de la misma.

• La meteorización por hidrólisis, es decir la reacción entre un mineral (por ejemplo, alumino-silicatos) y el
agua

• La meteorización por óxido-reducción, que afecta a los elementos que pueden actuar con diversos
estados de valencia, como el hierro y el manganeso.

1.2)Empardecimiento y rubefacción. Consisten en la liberación de hierro por meteorización de los minerales


primarios. Ambos términos designan un proceso único cuya diferenciación se basa en el mineral de hierro
formado, lo que a su vez se relaciona con las condiciones ambientales de su formación. Se considera que
el mineral precursor es la ferrihidrita que, en condiciones cálidas y secas evoluciona rápidamente a
hematita (Fe2O3) en un proceso de deshidratación de los óxidos de hierro ligados a las arcillas. Es un
proceso casi irreversible que confiere al suelo un intenso color rojo, típico de climas mediterráneos o climas
con contraste estacional bien marcado. En el Alto Aragón es frecuente en los glacis y terrazas aluviales
pleistocenas de la Depresión Media y Somontanos (Fig. 1). Por el contrario, en medios más húmedos y
fríos no es posible la deshidratación de los óxidos de hierro y se favorece la formación de goetita (FeOOH)
por lo que el suelo se empardece o brunifica. Se trata de un proceso propio de climas semicontinentales y
atlánticos templados.

1.3)Hidromorfía. Las condiciones hidromorfas o de exceso de agua y la demanda de oxígeno por parte de
los microorganismos, favorecen la transformación de los óxidos de hierro a formas ferrosas (gleificación), lo
que confiere al suelo un color gris o negro. La alternancia de condiciones húmedas y secas, es decir
reductoras y oxidantes a lo largo del año, se manifiesta con la alternancia de los colores grises con los rojos
y pardos. En el Alto Aragón se relaciona con suelos desarrollados sobre depósitos aluviales recientes,
próximos a la llanura de inundación y zonas endorreicas. En suelos formados en condiciones de exceso de
agua, los óxidos de hierro y manganeso, liberados en la meteorización de minerales ferromagnesianos,
sufren movilizaciones y concentraciones formado pisolítos, pequeños nódulos de color oscuro (Fig. 2).

1.4)Melanización: Proceso de oscurecimiento de los horizontes superficiales del suelo por la evolución de
restos orgánicos frescos hacia formas complejas (humus), con la participación de los microorganismos. El
oscurecimiento es más o menos intenso según domine la mineralización o la humificación. Así en suelos
agrícolas, las labores favorecen la mineralización por lo que el oscurecimiento es menos intenso que en las
áreas de vegetación natural, siempre que las condiciones de humedad sean semejantes.

1.5)Edafoturbación: Proceso en el que los materiales del suelo sufren cambios posicionales y efectos de
mezcla. Esa mezcla puede deberse a un efecto de expansión-retracción de las arcillas expansibles
(arcilloturbación), e incluso a la acción de hielo-deshielo (crioturbación). Sin embargo, en el Alto Aragón es
más frecuente la mezcla de capas y horizontes por el comportamiento de la meso y macrofauna o
bioturbación (Fig. 3).

2) Traslocaciones: Implica un cambio de posición de un componente que, si bien puede ser tanto
ascendente como descendente dentro de un perfil, habitualmente domina este último. Supone la
concentración de materiales en ciertos puntos del perfil. Según la causa que genera este movimiento
distinguimos entre traslocaciones en solución (carbonatación, gipsificación, salinización) y traslocaciones
en suspensión (argiluviación).
2.1)Argiluviación: Proceso de movilización en suspensión de arcilla por acción del agua, que actúa como
agente físico de transporte, sin reaccionar químicamente con ella. El proceso de translocación de arcillas a
lo largo del perfil requiere de la existencia de fases húmedas intensas y periodos secos. En las primeras, el
agua con las arcillas en suspensión, se infiltra a través de los macroporos que al secarse dejan, por
succión, las arcillas en sus paredes (cutanes o clay films). Se requiere que las arcillas estén dispersas, y
por lo tanto es necesario que exista una eliminación previa de los carbonatos y una ligera acidificación. El
horizonte de acumulación de arcillas (árgico) es de alta capacidad de cambio (con CIC superior a los 24
cmolc kg arcilla-1) y con alta saturación de bases (superior al 50%), carácter propio de los Luvisoles. La
presencia de algunos horizontes arcillosos y rubefactados a poca profundidad, con edaforasgos propios de
un horizonte árgico, y ricos en carbonatos, se interpreta como resultado de la destrucción de horizontes
superiores y recarbonatación del árgico original a lo largo de la evolución de estos suelos. Los horizontes
árgicos se observan en suelos de glacis y terrazas pleistocenas (del Gállego, Cinca, etc), en la mitad norte
del Alto Aragón. Más raramente se puede observar la iluviación de arcillas sódicas, en suelos carbonatados
y algo salinos, de reciente formación (Monegros, Hoya de Huesca).

2.2)Descarbonatación/Carbonatación: Proceso que comporta la solubilización, de los carbonatos en las


estaciones húmedas, para lo que se requiere su transformación en bicarbonatos (descarbonatación). Ello
se produce gracias al CO2 y los ácidos orgánicos producidos por la actividad biológica por lo que su
intensidad es máxima en los horizontes superficiales. Los bicarbonatos migran dentro del perfil hasta cierta
profundidad donde precipitan en forma de carbonatos (carbonatación). Esta precipitación es debida a la
desecación del suelo, la disminución de la concentración de CO2 con la profundidad y la reserva cálcica de
los suelos:

descarbonatación --------------------------------------------->

CaCO3 (sólido) + CO2 + H2O <-----> Ca2+ + 2HCO3-

<------------------------------------------------ carbonatación

Bajo régimen de humedad percolante (údico) los bicarbonatos son eliminados del perfil edáfico pero en
condiciones más secas (xéricas) precipitan a cierta profundidad en forma de carbonatos (carbonatación).
La precipitación de los carbonatos o carbonatación se da bajo diferentes morfologías: acumulaciones
filiformes (pseudomicelios), esféricas (nódulos), rellenando huecos de antiguas raices (rizoconcrecciones) o
como cubiertas bajo las piedras (cemento geopetal). También se observan acumulaciones generalizadas
tanto blandas (horizontes cálcicos e hipercálcicos) como duras, cementadas (horizonte petrocálcico que
localmente es conocido como mallacán, costra, taparás,…); estas últimas se observan en geoformas
estables y de cierta edad: tanto en terrazas aluviales como en plataformas estructurales. Estas
acumulaciones son frecuentemente poligénicas, resultado de paleoambientes distintos al actual, que
producen morfologías de disolución-recristalización sucesivas (Fig. 4).

Así por ejemplo, en el actual ambiente semiárido de la confluencia Cinca-Segre, los suelos muestran un
patrón sistemático y progresivo en la acumulación de carbonatos (Fig. 5).

2.3)Desgypsificación/Gypsificación: Proceso que comporta la solubilización del yeso o desgypsificación,


en las estaciones húmedas, para, tras la translocación en el suelo, precipitar en los periodos secos
(gypsificación). Es un proceso que se observa en laderas y en fondos de valle y, en menor medida, en
terrazas aluviales. La heterogeneidad de las geoformas en las que aparece el yeso edafogenético hace
considerar que han tenido lugar diferentes modelos de génesis. Así en laderas se ha podido producir la
disolución de materiales con alto contenido en yeso (margas y areniscas yesíferas) con precipitación a
corta distancia; las continuas disoluciones y precipitaciones homogeneizarían y purificarían el horizonte
(convirtiéndolo en hipergípsico). En fondos, esa formación podría ir acompañada de aportes
gravitacionales. En cambio, en terrazas aluviales el yeso precipitaría a partir de la evaporación de las aguas
superficiales enriquecidas en sulfato y calcio (Artieda, 1996; Herrero, 1991).
Las acumulaciones de yeso adoptan diversas morfologías en campo. La forma en la que más
frecuentemente se presentan es la vermiforme que se asemeja a hilillos de varios milímetros de largo y
alrededor 1 mm de grosor. Recuerdan a los pseudomicelios de carbonatos pero tienen un aspecto más
grueso y un color amarillento. Más raramente aparece recubriendo cantos, por ejemplo en las terrazas
pleistocenas del Segre, a la altura de Mequinenza. En este caso, el horizonte gípsico presenta una elevada
porosidad y, aunque puede llegar a recubrir la totalidad de los clastos poligénicos, se hace más abundante
en su base (como cemento geopetal o pendents fibrosos).

También aparecen acumulaciones de yeso masivas que, en campo, presentan un aspecto pulverulento y
tacto harinoso (yeso farináceo). Este yeso se considera edafogenético por su ausencia en la columna
litológica y el criterio microscópico. Se trata de un material compuesto por cristales de yeso de sección
lenticular, con ángulos afilados, de tamaño inferior a 20 mm, es decir yeso lenticular microcristalino.Además
de las morfologías microcristalinas, aparecen tamaños lenticulares mayores. Estos cristales rellenan y
revisten poros, lo que refuerza que la acumulación sea considerada edáfica. En otras ocasiones se
observan recristalizaciones de yeso secundario sobre fragmentos de yeso primario (Figura 6).

2.4) Salinización y sodificación: La salinización es un proceso de enriquecimiento del suelo con sales
más solubles que el yeso, en concreto cloruros y sulfatos de sodio y magnesio, y que generan importantes
efectos en la vegetación: efecto osmótico, efecto de ion específico y sobre el balance energético. En el Alto
Aragón la salinización tiene cierta incidencia por la presencia de algunas margas salinas entre el material
parental. Su localización e identificación debe permitir que determinados movimientos de tierra no las
hagan aflorar a la superficie y provoquen la salinización secundaria del suelo.

Además de suelos salinos, también se observan casos de sodificación, suelos con relaciones de adsorción
de sodio por encima de 13 y pHs mayores a 9, por ejemplo en los Monegros, la Hoya de Huesca o el Bajo
Cinca. En algunos casos la sodificación se relaciona con la presencia de ciertos depósitos holocenos de
ladera, compuestos por laminillas alternas, milimétricas, de limo y arcilla sódica (clorita y mica dioctaédrica),
material parental que, por su apecto, ha venido en denominarse sustrato hojaldrado. Este sustrato sódico
es muy inestable y extremadamente vulnerable a la acción erosiva de la lluvia; por ello, es frecuente la
formación de túneles, por flujo subsuperficial (sufosión) del agua, así como la formación de numerosos
micropedestales y cúpulas que confieren un aspecto lunar al entorno. El manejo de los suelos sódicos y
salino-sódicos es mucho más complejo que los salinos por el efecto dispersante del sodio (Qadir et al.,
2007). Por su espectacularidad, son remarcables las Ripas de Lupiñén(frente de cuesta del Saso Alto) y las
laderas de Monzorroval (Fig. 7).

2.3)Podsolización: Proceso de movilización de materia orgánica, alumnio y hierro desde un horizonte


eluvial (E) con translocación e inmovilización a un iluvial (Bhs). Requiere de condiciones climáticas frías y
húmedas, una vegetación acidófila y escasa actividad biológica. En el Pirineo Axial, en suelos desarrollados
sobre con sustratos silíceos, se dan las condiciones más favorables para observar este proceso.

3) Adiciones y pérdidas: Incluye procesos de enriquecimiento y de eliminación, respectivamente, de


materiales y componentes del perfil edáfico (cumulizacion, lixiviado y erosión)

3.1)Cumulización: Proceso de aporte de material que se traduce en el engrosamiento del horizonte


superficial de materia mineral, lo que repercutirá en la evolución del suelo.

Puede diferenciarse entre aluvionamiento, o aporte por las corrientes fluviales, y coluvionamiento, con
aportes derivados de la combinación de la fuerza de la gravedad y de corrientes de agua. Estos aportes se
tratan en muchos casos de material pre-edafizado o suelos erosionados.

3.2) Lixiviado: Migración, más o menos continuada, de un componente del suelo, por la acción de un
agente químico. La pérdida del componente afectado se producirá progresivamente dentro del perfil tal y
como el frente de humectación lo atraviese de forma habitual. En las condiciones climáticas de los Pirineos
el frente de humectación puede atravesar todo el perfil por lo que es habitual que la lixiviación afecte tanto
a la parte superior del mismo como a la inferior. En las condiciones más húmedas y geomorfológicamente
estables, los iones en solución van circulando y perdiéndose, lo que comporta una progresiva acidificación
y desaturación del complejo de cambio.

3.3) Erosión: Proceso de degradación física del suelo que consiste en la pérdida de parte o la totalidad
del perfil. Bajo una cubierta forestal o pascícola los suelos presentan agregados muy estables y tanto la
escorrentía superficial como el movimiento de partículas tienden a ser escasos. Los procesos de erosión
que pueden observarse en el Pirineo son: movimientos de partículas (caída de rocas, arroyada difusa, en
surcos y en cárcavas) y movimientos en masa (solifluxión, gelifluxión, reptación, deslizamientos). Los
sustratos en los que estos procesos son más evidentes son los depósitos morrénicos, margas y turbiditas
(Fig. 8).

En defintiva, el desarrollo del suelo se lleva a cabo por la combinación de dos grupos de procesos: los
proanisotrópicos, que tienden a diferenciar capas de disposición horizontal (horizontes) a partir de la roca
madre; y los proisotrópicos, que ralentizan e incluso inhiben la diferenciación de horizontes.
Horizontes

Se llaman horizontes del suelo a una serie de niveles horizontales que se desarrollan en el interior del
mismo y que presentan diferentes caracteres de composición, textura, adherencia, etc. El perfil del suelo es
la organización vertical de todos estos horizontes.

Clásicamente, se distingue en los suelos completos o evolucionados tres horizontes fundamentales que
desde la superficie hacia abajo son:

 Horizonte O, "Capa superficial del horizonte A"


 Horizonte A o zona de lavado vertical: Es el más superficial
y en él enraíza la vegetación herbácea. Su color es
generalmente oscuro por la abundancia de materia orgánica
descompuesta o humus elaborado, determinando el paso del
agua arrastrándola hacia abajo, de fragmentos de tamaño fino
y de compuestos solubles.
 Horizonte B o zona de precipitado: Carece prácticamente de
humus, por lo que su color es más claro (pardo o rojo), en él
se depositan los materiales arrastrados desde arriba,
principalmente, materiales arcillosos, óxidos e hidróxidos
metálicos, etc., situándose en este nivel los encostramientos
calcáreos áridos y las corazas lateríticas tropicales.
 Horizonte C o subsuelo: Está constituido por la parte más alta del material rocoso in situ, sobre el
que se apoya el suelo, más o menos fragmentado por la alteración mecánica y la química (la
alteración química es casi inexistente ya que en las primeras etapas de formación de un suelo no
suele existir colonización orgánica), pero en él aún puede reconocerse las características originales
del mismo.
 Horizonte D o horizonte R (roca madre o material rocoso): es el material rocoso subyacente que
no ha sufrido ninguna alteración química o física significativa. Algunos distinguen entre D, cuando el
suelo es autóctono y el horizonte representa a la roca madre, y R, cuando el suelo es alóctono y la
roca representa sólo una base física sin una relación especial con la composición mineral del suelo
que tiene encima.

Los caracteres, textura y estructura de los horizontes pueden variar ampliamente, pudiendo llegar de un
horizonte A de centímetros a metros. Otra explicación más corta es la siguiente

La profundidad del suelo depende de factores como la inclinación, que permite el arrastre de la tierra por
las aguas, y la naturaleza del lecho rocoso. La piedra caliza, por ejemplo, se erosiona más que la arenisca,
por lo que produce más productos de descomposición. Pero el factor más importante es el clima y el efecto
erosivo de los agentes atmosféricos.
Qué es la erosión?

La erosión corresponde al desgaste del suelo por la acción del agua, del viento o la acción humana.
Cuando se arrastran las partículas que componen la capa fértil del suelo, el terreno deja de ser apto para
sostener la vida vegetal. Adicionalmente, las prácticas agropecuarias inadecuadas favorecen la erosión o
pérdida del suelo, al facilitar la acción del viento y el agua.

Existen dos tipos de erosión: la erosión natural y la erosión antrópica o causada por el hombre.

La erosión natural: La erosión natural resulta de la acción combinada del agua y el viento que desprenden y
arrastran partículas del suelo y humus. La erosión provocada por efecto del agua recibe el nombre de
erosión hídrica, mientras que la provocada por efecto del viento se conoce como erosión eólica.

Erosión hídrica: Corresponde al desgaste del suelo a causa del flujo de agua. Este tipo de erosión puede
ser pluvial o fluvial.

La erosión pluvial corresponde al efecto erosivo del agua de lluvia. Una gota de agua es aproximadamente
1.000 veces más grande que una partícula de suelo. Por lo tanto, la fuerza del impacto de una sola gota de
lluvia es suficiente para dispersar y arrastrar las partículas de suelo que encuentre a su paso.

La erosión fluvial es producida por las aguas continentales. Los ríos y corrientes subterráneas desgastan
con su paso los materiales de la superficie terrestre. Parte del suelo es arrastrada en dirección al mar,
depositándose estos materiales en diversos lugares y modelando el paisaje.

Erosión eólica: Cuando el viento sopla con fuerza levanta las partículas del suelo y las moviliza en distintas
direcciones. Este agente erosivo es menos Intenso que el agua. Sin embargo, en las reglones secas
adquiere gran Importancia. En las zonas costeras y en las desérticas, el viento arrastra la arena desprovista
de materia orgánica hasta los terrenos de cultivo, depositándose sobre ellos y destruyendo su vegetación.

Erosión glaciar: Es el tipo de erosión que se da en los glaciares cuando el hielo desciende de lo alto de la
ladera, provocando que el suelo que hay bajo el hielo se vaya agrietando y erosionando conforme va
pasando el hielo por encima, puesto que el peso y la fricción generarán desgaste en el mismo, y con el
paso del tiempo y de las diferentes estaciones, el suelo que tiene que soportar el deslizamiento del hielo
terminará erosionándose.

Erosión provocada por la temperatura: La erosión que provoca la temperatura suele suceder cuando un
ambiente se encuentra expuesto a temperaturas de mucho frío o mucho calor. Por ejemplo, las rocas a las
que les da constantemente la luz solar, terminan expandiéndose y agrietándose a causa del calor. Pero
esto mismo puede pasar si la roca se congela, puesto que en la época en la que entra la primavera, la roca
se descongela y se expande, lo que podría ocasionarle grietas. Es decir, este tipo de erosión puede
suceder tanto con frío como con calor.

Erosión antrópica: Las principales prácticas humanas que exponen el suelo a la erosión son la
deforestación, la agricultura intensiva, el riego artificial y el pastoreo excesivo.

Pero, ¿cómo se produce esta erosión antrópica? En los terrenos con abundante vegetación, la erosión es
menor porque las raíces de las plantas ayudan a retener las partículas que forman el humus

La tala de árboles, para usar la madera u obtener áreas cultivables, agrava la erosión, al permitir que el
suelo sea desgastado por las lluvias y el viento, lo que genera zonas inutilizables.

Los suelos dedicados a la agricultura intensiva se deterioran, ya gue por lo general se siembra la misma
especie de cultivo, que consume sus nutrientes. Además, obliga a usar fertilizantes y plaguicidas, cuya
acumulación contamina el suelo y las napas de agua.

La construcción de canales que transportan el agua de los ríos para el riego artificial puede producir
sectores secos y zonas Inundadas.
El suelo destinado a la alimentación del ganado se deteriora por el pisoteo excesivo de los animales, que lo
vuelven duro y compacto. El ganado más perjudicial es el ovino (ovejas), porque se come los brotes nuevos
de las hierbas, lo que impide que la cubierta vegetal se regenere.

Del latín erosĭo, la erosión es el desgaste que se produce en la superficie de un cuerpo por la acción de
agentes externos (como el viento o el agua) o por la fricción continua de otros cuerpos.

La erosión forma parte de lo que se conoce como ciclo geográfico, que abarca los cambios que sufre un
relieve por la acción de distintos agentes. Se trata del proceso de desgaste de la roca madre por procesos
geológicos exógenos. Estos procesos causantes de la erosión pueden ser el viento, las corrientes de agua,
los cambios de temperatura o hasta la acción de seres vivos. Esto quiere decir que los animales pueden
causar la erosión al comer pasto, por ejemplo.

Asimismo hay que dejar patente que existen una serie de factores que son los que vienen a determinar que
el proceso de erosión sea mucho más rápido. En concreto, entre los mismos destacaríamos, por ejemplo,
el relieve de la zona en sí pues si esta cuenta con una pendiente relativamente contundente se facilitará
aquella acción.

De la misma forma, también el tipo de superficie es fundamental para conseguir esa aceleración de la
erosión. Y es que en base a la roca de la misma y a si esta cuenta con vegetación de diversa tipología se
permitirá favorecer en mayor o medida el proceso que ahora nos ocupa.

Así, por ejemplo, está perfectamente claro que toda aquella superficie que cuente con una clase de
vegetación lo tendrá mucho más fácil para poder conseguir evitar o frenar en cierta medida la erosión. Y es
que aquella, entre otras cosas, servirá para proteger la superficie no sólo de la acción del viento sino
también del discurrir del agua.

Y es ahí donde a su vez cobra un papel muy relevante la acción del hombre que también se convierte en
un factor fundamental del proceso de erosión. Y es que a través de determinados actos de él se puede
acelerar el citado. Un claro ejemplo de ello es la acción del agricultor que acaba con la vegetación de un
terreno o cuando lleva a cabo diversos cultivos.

Existen dos grandes tipos de erosión según sus efectos. La erosión progresiva o erosión geológica se
desarrolla de manera natural con el correr de los años por la acción de algunos de los factores ya
mencionados (viento, lluvia, nieve, calor, etc.). La erosión acelerada, en cambio, se desarrolla con mayor
velocidad y sus efectos son notorios en poco tiempo. Este tipo de erosión suele ser causada por el accionar
humano.

En cuanto al agente causante, puede hablarse de erosión hídrica (por el desplazamiento de agua, incluye
la erosión marina y la erosión fluvial), erosión glaciar (habitual en las montañas), erosión eólica, erosión
kárstica, erosión biótica o erosión volcánica.

La erosión es el desgaste o denudación de suelos y rocas que producen distintos procesos en la superficie
de la Tierra. La erosión implica movimiento, transporte del material, en contraste con la alteración y
disgregación de las rocas, fenómeno conocido como meteorización y es uno de los principales factores del
ciclo geográfico. Entre los agentes erosivos están la circulación de agua o hielo, el viento, o los cambios
térmicos. La erosión produce el relieve de los valles, gargantas, cañones, cavernas y mesas, y puede ser
incrementada por actividades humanas.

Tipos de erosión: hídrica, por cambios de fase, eólica, por efectos gravitacionales.

 Erosión hídrica

Erosión marina: Por ejemplo, la formación de un acantilado o una rasa mareal.


Erosión fluvial: Llevada a cabo por aguas superficiales en los continentes.

Erosión glaciar: Producida por el movimiento de masas de hielo.

 Erosión por cambios de fase: Fractura de la roca producidas por congelación del agua en grietas,
debido a su aumento de volumen.
 Erosión eólica: producida por el esfuerzo de cizalla del flujo del viento o por la abrasión de partículas
de aire que éste transporta.

El viento actúa sobre el relieve de acuerdo a las características climáticas del sitio:

1. En las zonas desérticas modela la superficie al perfilar las dunas o formar los desiertos de piedras,
llamados erg, al arrastrar el material fino y dejar el grueso.
2. En las zonas húmedas y áridas se produce el transporte de materiales finos tal como el loess,
originando relieves planos, ligeramente ondulados.

Donde el tipo de rocas los permite, tal como sucede con las tobas, formadas por cenizas volcánicas
compactadas, el viento modela la forma de las mismas originando ventanas, figuras, etc.

 Erosión gravitacional: Esta erosión se produce por el efecto directo de la gravedad.

Principales causas de la erosión

Relieve: Uno de los principales factores que determina la velocidad de los procesos de erosión es el
relieve. Los procesos fluviales o gravitatorios actúan generalmente en presencia de una cierta pendiente
topográfica.

Superficie erosionada: El material erosionado puede consistir en:

 Roca madre (basamento o sustrato): roca no alterada, en la forma en que se formó por procesos
geológicos. Puede tratarse de cualquier tipo de roca (ígneas, metamórficas o sedimentarias).
 Fragmentos de rocas producto de la meteorización mecánica (termoclastia, gelifracción, etc.) o
formados por abrasión mecánica de la roca madre debida a la acción del viento, aguas o glaciares.
 Suelos, en especial aquellos que han sido despojados de su cubierta vegetal por tala, sobrepastoreo o
incendio.

La rapidez de los procesos erosivos es función de la erodabilidad de la roca. La erodabilidad a su vez está
definida, en el caso de las rocas sedimentarias, por la consolidación de los clastos.

Los agentes son más eficaces dependiendo del tipo de suelo, de la cubierta vegetal (hierbas, árboles,
rocas, etc.), la cantidad de agua que circule, el viento o las variaciones térmicas.

Causas por factores humanos: Actividades humanas como la agricultura eliminan la capa protectora de
vegetación, produciendo una erosión más acelerada. En los cambios de vegetación (como el paso de
vegetación nativa a los cultivos) producen un aumento de la erosión produciendo que el suelo pierda sus
nutrientes y sea infértil. También depende el tipo de vegetación que se encuentre en el lugar, por ejemplo,
una zona sin cobertura vegetal está más expuesta a la erosión. Además, las hojas juegan un papel
importante en la erosión, por ejemplo, un arbusto grande con hojas abundantes protege más el suelo de la
caída de las gotas. Las gotas al caer sobre una hoja pierden velocidad y se dispersan en forma de gotas
más pequeñas, por el contrario, al caer directamente al suelo, las gotas erosionan el suelo por su acción
mecánica. La vegetación controla también la velocidad de la corriente de agua, cuanto más juntos estén los
tallos de las plantas la velocidad de la corriente del agua será menor.
ROCA: En geología se le denomina roca a cada uno de los diversos materiales sólidos, formados por
cristales o granos de uno o más minerales,1 de que está hecha la parte sólida de la Tierra y otros cuerpos
planetarios. En la Tierra el manto y la corteza están hechos de roca. 2 El estudio de las rocas se denomina
petrología.

Las rocas se forman por procesos diversos (procesos petrogenéticos), según un ciclo cerrado, llamado
ciclo litológico o ciclo de las rocas, en el cual pueden intervenir incluso seres vivos.

Las rocas están constituidas, en general, por mezclas heterogéneas de diversos materiales homogéneos y
cristalinos, es decir, minerales. Las rocas poliminerálicas están formadas por granos o cristales de varias
especies mineralógicas y las rocas monominerálicas están constituidas por granos o cristales de un solo
mineral. Las rocas suelen ser materiales duros, pero también pueden ser blandas, como ocurre en el caso
de las rocas arcillosas o las arenosas.

En la composición de una roca pueden diferenciarse dos categorías de minerales:

 Minerales esenciales o minerales formadores de roca — Son los minerales que caracterizan la
composición de una determinada roca, los más abundantes en ella.3 Por ejemplo, el granito siempre
contiene cuarzo, feldespato y mica. La mayor parte del volumen terrestre está formado por un número
muy limitado de minerales.
 Minerales accesorios — Son minerales que aparecen en pequeña proporción (menos del 5 % del
volumen total de la roca)4 y que en algunos casos pueden estar ausentes sin que cambien
sustancialmente las características de la roca de la que pueden formar parte. Por ejemplo, el granito
puede contener zircón y apatito. Aunque los minerales accesorios contribuyen poco a las propiedades
fundamentales de la roca, pueden ser muy característicos e importantes para su identificación,
afectando a propiedades como el color.

Tipos de rocas: Las rocas se pueden clasificar atendiendo a sus propiedades, como la composición
química, la textura, la permeabilidad, entre otras. En cualquier caso, el criterio más usado es el origen, es
decir, el mecanismo de su formación. De acuerdo con este criterio se clasifican en ígneas (o magmáticas),
sedimentarias y metamórficas, aunque puede considerarse aparte una clase de rocas de alteración, que se
estudian a veces entre las sedimentarias.

- Rocas ígneas Se forman gracias a la solidificación del magma, una masa mineral fundida que incluye
volátiles y gases disueltos.5 El proceso es lento, cuando ocurre en las profundidades de la corteza, o
más rápido, si aparece en la superficie. El resultado en el primer caso son rocas plutónicas o intrusivas,
formadas por cristales gruesos y reconocibles, o rocas volcánicas o extrusivas, cuando el magma llega
a la superficie, convertido en lava por desgasificación.

Las rocas ígneas intrusivas son las más abundantes, forman la totalidad del manto y las partes profundas
de la corteza. Son las rocas primarias, el punto de partida para la existencia en la corteza de otras rocas.

Dependiendo de la composición del magma de partida, más o menos rico en sílice (SiO 2), se clasifican en
ultramáficas (ultrabásicas), máficas (básicas), intermedias y félsicas (ácidas), siendo estas últimas las más
ricas en sílice. En general son más ácidas las más superficiales.

Las estructuras originales de las rocas ígneas son los plutones, formas masivas originadas a gran
profundidad, los diques, constituidos en el subsuelo como rellenos de grietas, y coladas volcánicas, mantos
de lava enfriada en la superficie. Un caso especial es el de los depósitos piroclásticos, formados por la
caída de bombas volcánicas, cenizas y otros materiales arrojados al aire por erupciones más o menos
explosivas. Los conos volcánicos se forman con estos materiales, a veces alternando con coladas de lava
solidificada (conos estratificados).

- Rocas sedimentarias: Los procesos geológicos que operan en la superficie terrestre originan cambios en
el relieve topográfico que son imperceptibles cuando se estudian a escala humana, pero que alcanzan
magnitudes considerables cuando se consideran períodos de decenas de miles o millones de años. Así,
por ejemplo, el relieve de una montaña desaparecerá inevitablemente como consecuencia de la
meteorización y la erosión de las rocas que afloran en superficie. En realidad, la historia de una roca
sedimentaria comienza con la alteración y la destrucción de rocas preexistentes, dando lugar a los
productos de la meteorización, que pueden depositarse in situ, es decir, en el mismo lugar donde se
originan, formando los depósitos residuales, aunque el caso más frecuente es que estos materiales sean
transportados por el agua de los ríos, el hielo, el viento o en corrientes oceánicas hacia zonas más o menos
alejadas del área de origen. Estos materiales, finalmente, se acumulan en las cuencas sedimentarias
formando los sedimentos que, una vez consolidados, originan las rocas sedimentarias.

Se constituyen por diagénesis (compactación y cementación) de los sedimentos, materiales procedentes de


la alteración en superficie de otras rocas, que posteriormente son transportados y depositados por el agua,
el hielo y el viento, con ayuda de la gravedad o por precipitación de disoluciones.5 También se clasifican
como sedimentarios los depósitos de materiales organógenos, formados por seres vivos, como los arrecifes
de coral, los estratos de carbón o los depósitos de petróleo. Las rocas sedimentarias son las que
típicamente presentan fósiles, restos de seres vivos, aunque éstos pueden observarse también en algunas
rocas metamórficas de origen sedimentario.

Las rocas sedimentarias se forman en las cuencas de sedimentación, las concavidades del terreno a donde
los materiales arrastrados por la erosión son conducidos con ayuda de la gravedad. Las estructuras
originales de las rocas sedimentarias se llaman estratos, capas formadas por depósito, que constituyen
formaciones a veces de gran potencia (espesor).

- Rocas metamórficas: En sentido estricto es metamórfica cualquier roca que se ha producido por la
evolución de otra anterior al quedar esta sometida a un ambiente energéticamente muy distinto de su
formación, mucho más caliente o más frío, o a una presión muy diferente. Cuando esto ocurre la roca
tiende a evolucionar hasta alcanzar características que la hagan estable bajo esas nuevas condiciones. Lo
más común es el metamorfismo progresivo, el que se da cuando la roca es sometida a calor o presión
mayores, aunque sin llegar a fundirse (porque entonces entramos en el terreno del magmatismo); pero
también existe un concepto de metamorfismo regresivo, cuando una roca evolucionada a gran profundidad
—bajo condiciones de elevada temperatura y presión— pasa a encontrarse en la superficie, o cerca de ella,
donde es inestable y evoluciona a poco que algún factor desencadene el proceso.

Las rocas metamórficas abundan en zonas profundas de la corteza, por encima del zócalo magmático.
Tienden a distribuirse clasificadas en zonas, distintas por el grado de metamorfismo alcanzado, según la
influencia del factor implicado. Por ejemplo, cuando la causa es el calor liberado por una bolsa de magma,
las rocas forman una aureola con zonas concéntricas alrededor del plutón magmático. Muchas rocas
metamórficas muestran los efectos de presiones dirigidas, que hacen evolucionar los minerales a otros
laminares, y toman un aspecto laminar. Ejemplos de rocas metamórficas, son las pizarras, los mármoles o
las cuarcitas.

El ciclo de las rocas o ciclo litológico: En el contexto del tiempo geológico las rocas sufren
transformaciones debido a distintos procesos.6 Los agentes geológicos internos dan lugar a las rocas
ígneas y metamórficas, mientras que los agentes geológicos externos producen la meteorización y erosión,
transporte y sedimentación de las rocas de la superficie, dando lugar a las rocas sedimentarias.

Se llama meteorización a la acción geológica de la atmósfera, que produce una degradación,


fragmentación y oxidación. Los materiales resultantes de la meteorización pueden ser atacados por la
erosión y transportados. La acumulación de fragmentos de roca desplazados forman derrubios. Cuando
cesa el transporte de los materiales, éstos se depositan en forma de sedimentos en las cuencas
sedimentarias, unos sobre otros, formando capas horizontales (estratos).

Los sedimentos sufren una serie de procesos (diagénesis) que los transforman en rocas sedimentarias,
como la compactación y cementación; se produce en las cuencas sedimentarias, principalmente los fondos
marinos.

La compactación es el proceso de eliminación de huecos en un sedimento, debido al peso de los


sedimentos que caen encima. La cementación es consecuencia producida por la compactación; consiste en
la formación de un cemento que une entre sí a los sedimentos (los fragmentos de rocas).
Ciclo petrogenético, que relaciona los tipos de rocas a través de sus
procesos de formación: 1- erosión, transporte, sedimentación y
diagénesis; 2- fusión; 3- presión y temperatura; 4- enfriamiento.

Utilidad de las rocas: Las rocas pueden ser útiles por sus propiedades fisicoquímicas (dureza,
impermeabilidad, etc.), por su potencial energético o por los elementos químicos que contienen.7 Siguiendo
este criterio, las rocas pueden clasificarse en:

 Rocas industriales. Son rocas que se aprovechan por sus propiedades fisicoquímicas,
independientemente de las sustancias y la energía que se pueda extraer. Se usan mayoritariamente en
la construcción de viviendas y en obras públicas. Destacan las gravas y arenas, que se utilizan como
áridos, la caliza, el yeso, el basalto, la pizarra y el granito. El cuarzo es la base de la fabricación del
vidrio, y la arcilla de los productos cerámicos (ladrillos, tejas y loza).
 Rocas energéticas. Son útiles por la energía que contienen, que puede extraerse con facilidad por
combustión. Se trata del carbón y del petróleo.
 Minerales industriales. Los minerales que contienen las rocas son con frecuencia más interesantes que
las propias rocas ya que incluyen elementos químicos básicos para la humanidad (hierro, cobre, plomo,
estaño, aluminio, etc.)

GENERALIDADES: Una propiedad física es una característica que puede ser estudiada usando los
sentidos o algún instrumento específico de medida. Estas se manifiestan básicamente en los procesos
físicos como cambios de estado, cambios de temperatura, cambios de presión, etc.

Por ejemplo, color, dureza, densidad, punto de ebullición, punto de fusión.

Se consideran propiedades físicas: Eléctricas, Magnéticas, Ópticas, Térmicas, Mecánicas.

Se dice que son generales cuando un mismo valor puede ser aplicado a diferentes sustancias. Por ejemplo,
la masa, el volumen, el color, textura, etc.

Propiedades extensivas: Las propiedades extensivas son aquellas que sí dependen de la cantidad de
sustancia o del tamaño de un sistema, son magnitudes cuyo valor es proporcional al tamaño del sistema
que describe. Estas magnitudes pueden ser expresadas como la suma de las magnitudes de un conjunto
de subsistemas que formen el sistema original. Son aquellas propiedades que dependen de la cantidad de
materia considerada. Por ejemplo: la masa, el peso, el volumen, la longitud, etc.

Propiedades intensivas: Las propiedades intensivas son aquellas que no dependen de la cantidad de
sustancia o del tamaño de un sistema, por lo que el valor permanece inalterable al subdividir el sistema
inicial en varios subsistemas, por este motivo no son propiedades aditivas. Son aquellas propiedades que
NO dependen de la cantidad de materia. Por ejemplo: P. fusión, P. ebullición, el color, la dureza, la
solubilidad, etc. Ejemplo: Agua Hirviendo. "El agua herve a 100 grados centígrados".

Las propiedades físicas de las rocas que comúnmente se estudian son siete: Porosidad, Densidad, Peso
Volumétrico, Contenido de Agua, Alterabilidad, Sensitividad y Mineralogía

POROSIDAD: Es la relación entre el volúmen de vacíos y el volúmen de la muestra, la cuál se expresa


enporcentaje.
DENSIDAD: Se define estrictamente como la masa contenida en la unidad de volumen.

La densidad media de la corteza es de 2,63 gr./ cn.3 (similar a la del cuarzo), y los valores más comunes se
presentan entre 3,3 gr./ cn3 y 1 gr/cn3, correspondientes a las rocas más abundantes de la corteza
terrestre granitos, basaltos y areniscas.

PESO VOLUMÉTRICO: Es la relación entre el peso de la muestra y el volumen de la muestra. El peso y


volumen de la muestra se realiza pesándola en el aire y luego pesándola sumergida en mercurio.

CONTENIDO DE AGUA: Es la relación entre el peso del agua contenida en una roca y el peso de su fase
sólida. Se expresa en porcentaje. Está muy ligado a la porosidad de la muestra y a la profundidad de la que
proviene la misma. A mayor contenido de agua mayor disminución de la resistencia.

ALTERACIÓN: Las rocas al estar expuestas al medio natural sufren modificaciones en su estructura y
composición minerológica. Cuando se altera una roca se incrementa la porosidad y por lo tanto se produce
mayor absroción de agua. La alteración se presenta por medio de la meteorización y otros factores como el
biodeterioro.

Factores de alteración de las rocas:

A) Causas externas: Desde el momento que extraemos la roca de una cantera y la separamos del conjunto
rocoso en el que se formó, la estamos alterando. Las rocas se forman en unas condiciones de presión,
temperatura y humedad muy diferentes a las reinantes en la superficie terrestre y al entrar en contacto con
la atmósfera, tienden a equilibrarse con ella, experimentando una serie de reacciones que con1levan
cambios estructurales y de composición. Además, al alcanzar las rocas la superficie terrestre, quedan
expuestas a la acción de los agentes atmosféricos, sufriendo muchos cambios físicos y químicos
englobados bajo el término de meteorización.

 Agua: El agua es el principal agente de alteración, reacciona con el sustrato pétreo disolviendo sus
componentes y actúa como vehículo de transporte. La congelación del agua o condensación del vapor
de agua aumenta el volumen de la roca, las tensiones provocadas por el hielo sobre paredes internas y
capilares de la roca pueden llegar a romperla y los ciclos de hielo- deshielo originan exfoliaciones. Los
efectos provocados por el hielo dependen del volumen del mismo y de su lugar de formación.
 Agentes atmosféricos: Los agentes atmosféricos actúan como catalizadores de las reacciones
intensificando la acción química del agua. A partir del siglo XIX, el desarrollo de actividades industriales
y el aumento de población han producido la emisión masiva de partículas a la atmósfera. Los
principales contaminantes atmosféricos son: los óxidos de nitrógeno, carbono y azufre procedentes de
la combustión de hidrocarburos, el gas metano emitido por los fertilizantes y la quema de bosques, y los
gases de combustión liberados en la incineración de residuos sólidos (Anguita, 1993)
 Mal de la piedra: Si existe un término muy extendido y que despierta gran confusión es el denominado
"mal de la piedra". Hablar de un sólo mal de la piedra no es adecuado y en numerosas ocasiones se
utilizan términos confusos referentes a un aspecto que presenta la roca, así se habla de la arenitización
del granito, el cáncer de las piedras o el mármol sacaroideo, que no es otra cosa que pérdida de
material y cuyo origen puede estar en diferentes procesos. El término de "mal de la piedra" como tal sí
que se refiere a una patología determinada ocasionada por un proceso en concreto, se trata de una
degradación sufrida por las rocas calizas debido a la presencia de partículas atmosféricas
contaminantes, formándose unas costras de calcín y sulfín muy perjudiciales. Carbonell de Massy
(1993) explica el proceso de formación de estas costras.
 Costras de calcín: La capacidad de disolución del agua de lluvia aumenta con el CO2, éste acidifica el
agua y produce una rápida disolución de las rocas calizas. El ácido carbónico formado a partir del agua
con el dióxido de carbono, reacciona con el carbonato cálcico forma bicarbonato cálcico que al ser muy
soluble es lavado. Pero esta reacción es reversible, el agua en superficie se evapora y precipita
carbonato cálcico, formándose una costra de calcín.

CO3H2 + CaCO3 <=> Ca (CO3H2) 2


La formación de esta costra es beneficiosa a corto plazo, ya que endurece la superficie de la roca y es
impermeable. Pero a la larga alcanza mayor grado de compacidad que el propio sustrato y retiene la
humedad en el interior.

 Costras de sulfín: Su proceso de formación es bastante similar, el ácido sulfuroso formado a partir de la
reacción del agua con el dióxido de azufre se oxida bajo la presencia del oxígeno atmosférico,
formándose ácido sulfúrico, que ataca especialmente a las rocas calizas. Al reaccionar este ácido
sulfúrico con el carbonato cálcico bajo la presencia de agua, se forma sulfato cálcico hidratado y tras
evaporarse el agua se forma una costra de sulfín, más dañina que la de calcín porque el sulfúrico es
más agresivo que el carbónico y porque retiene más humedad al ser su volumen mayor. En las zonas
próximas al mar el sulfato cálcico formado reacciona con el cloruro sódico del agua del mar y se forma
sulfato sódico, que es muy corrosivo.
 Biodeterioro: El biodeterioro es la degradación física y química de la roca provocada por organismos
vivos. Los líquenes, hongos y musgos retienen humedad, favorecen la colonización y producen ácidos
que modifican el color de la roca. Las bacterias más dañinas son: las autótrofas por desarrollarse con la
propia acción de la luz, las sulfobacterias por transformar compuestos silicatados en ácidos y oxidar el
azufre a sulfato y las nitrificantes por producir nitritos y nitratos que al reaccionar con el carbonato
cálcico de las rocas calcáreas pueden formar nitrato cálcico.

Antes de una limpieza se han de eliminar estas sustancias con algún disolvente que abra los poros de la
roca y para arrancarlas posteriormente con un bisturí una vez que estén secos o muertos. Insectos y
roedores movilizan material y los ácidos presentes en los excrementos de las aves, como el nítrico y el
fosfórico, favorecen la degradación química de la piedra.

 Otros: Aquí incluimos el viento, de por sí sus efectos apenas son perjudiciales pero bajo la presencia de
sales y humedad agrava los procesos de cristalización y alveolización; y los cambios de temperatura,
que regulan la humedad del sistema poroso, solubilidad de gases y sales disueltas y la velocidad de las
reacciones químicas.

B) Causas internas: Aunque sus efectos no son comparables con los producidos por causas externas,
debemos tener en cuenta este tipo de causas. Esbert et al. (1997), en su Manual de diagnosis y tratamiento
de materiales pétreos y cerámicos, consideran las siguientes causas:

 Antropogénicas: los golpes sufridos por la roca, peso de la construcción que soporta, su tratamiento
superficial, labra que presenta, etc.
 Petrográficas: a mayor tamaño de grano, más disgregable es la roca y viceversa.
 Tectónicas: durante el ascenso de las rocas hacia la superficie terrestre o por pérdida -de material
suprayacente, éstas pierden resistencia a la deformación y aparecen diaclasas, vías de entrada para los
agentes erosivos.

ALTERABILIDAD: Es la capacidad de una roca para alterarse en el futuro.

Factores condicionantes de la Alterabilidad:

 Composición mineralógica.
 Fisuras de la roca.
 Agentes agresivos.
 Tratamiento mecánico a que se somete.

SENSITIVIDAD: La sensitividad se establece al analizar la variación de su permeabilidad al cerrarse o


abrirse sus fisuras bajo el efecto de una modificación del estado de esfuerzos aplicados.

Para medir dichas variaciones de permeabilidad se realiza una prueba que consiste en utilizar una probeta
cilíndrica de roca con una perforación central la cual se somete a dos tipos de flujo (convergente y
divergente).
MINERALOGÍA: Estudia las propiedades físicas y químicas de los minerales que se encuentran en el
planeta en sus diferentes estados de agregación. Por mineral se entiende una materia de origen inorgánico,
que presenta una composición química definida además de una estructura cristalográfica y que suele
presentarse en estado sólido y cristalino a la temperatura media de la Tierra, aunque algunos, como el
agua y el mercurio, se presentan en estado líquido.

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