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Abordaje aconfesional de la
espiritualidad en cuidados paliativos
Consuelo Tosao Sánchez
Médico de Familia. Máster en Cuidados Paliativos. Universidad de Valladolid. Centro de Salud de Colmenar de Oreja. Madrid. España.
Puntos clave
● La Organización Mundial de la Salud define los cuidados
paliativos como el cuidado total y activo de aquellos
pacientes cuya enfermedad no responde a un tratamiento
curativo, siendo primordial el control del dolor, de otros
síntomas y de los problemas psicológicos, sociales y
espirituales.
● En general, falta sensibilización y formación para abordar la
espiritualidad por parte de los profesionales que atienden a
los pacientes moribundos.
● La espiritualidad es una característica intrínseca del ser
humano que hace referencia a la búsqueda personal del
propósito final de nuestra vida.
● Es importante distinguir entre espiritualidad y religiosidad;
la búsqueda de sentido puede ser a través de la religión o
de otras vías, como el arte, la música, la solidaridad, la
naturaleza, etc.
● El ser humano puede afrontar la muerte con resignación,
pero también con aceptación activa, trascendiendo a su
sufrimiento.
Palabras clave: Cuidados paliativos • Espiritualidad • Necesidades espirituales • Proceso de morir • Herramientas de evaluación • Acompaña-
miento espiritual.
Introducción
Tradicionalmente, la espiritualidad ha sido relegada en la
atención de la enfermedad y muy especialmente en los cui-
dados paliativos. Hasta 1990, la Organización Mundial de la
Salud no define los cuidados paliativos incluyendo el aspec-
to espiritual1.
Los cuidados paliativos también han ido evolucionando
en la cobertura de las necesidades de los pacientes y sus
familiares. Inicialmente, han intentado cubrir las físicas,
● Se entiende por necesidades espirituales las carencias y
recursos poco desarrollados para lograr la paz interior,
aceptar morir dando sentido a la vida, reconciliándose
consigo mismo, con los demás y con sus ideales.
● La labor de los profesionales en este proceso es acompañar
con hospitalidad, presencia y compasión, además de
reforzar los recursos de nuestros pacientes para cerrar su
biografía con dignidad.
● La mayor parte de las herramientas estandarizadas para la
evaluación de la espiritualidad han sido diseñadas para la
investigación y no están validadas para su uso en clínica ni
en nuestro medio sociocultural.
● En la historia espiritual, se exploran las creencias
existenciales y los valores esenciales que pueden repercutir
en la aceptación y en el proceso de morir, siempre con el
máximo respeto.
● La propia evaluación espiritual puede ser terapéutica,
porque evidencia las necesidades y preocupaciones, pero
también las capacidades, para elegir cómo afrontar y vivir
esta etapa de la vida.
por ser las más urgentes, y quizá también las más fáciles
de atender; paralelamente, se han ido abordando, aunque
aún precisan mayor desarrollo, los aspectos emocionales
y sociales. Y en los últimos años, ha ido emergiendo la
dimensión espiritual, por el interés de una atención ho-
lística de las necesidades de los pacientes al final de la
vida2.
Conforme se va comprendiendo el proceso de morir, va-
mos aumentando nuestra percepción de estas necesidades y,
aunque muy lentamente y a partir de colectivos más sensi-
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Tosao Sánchez C. Abordaje aconfesional de la espiritualidad en cuidados paliativos
bles, va despertando la conciencia profesional de atender es-
te ámbito espiritual2,3.
Según el Grupo de Espiritualidad (GES) de la Sociedad
Española de Cuidados Paliativos (SECPAL)3, las principales
dificultades para integrar la asistencia espiritual se deben a
la propia naturaleza subjetiva e intangible de lo que estamos
abordando, resultando difícil la evaluación y la intervención
desde nuestro pensamiento científico. El ámbito de la espiri-
tualidad pertenece a una experiencia humana vivencial, in-
efable y difícil de cuantificar. También, el progreso de la
ciencia médica ha generado unas expectativas excesivas y
poco realistas en la población, olvidando que somos finitos,
que la muerte es un fenómeno natural y no un fracaso. La
muerte se ha convertido en un tabú colectivo. Otra dificultad
añadida es la necesidad de implicación y de formación del
profesional en este ámbito y la tendencia general a confundir
“lo espiritual” y “lo religioso”.
Concepto de espiritualidad:
distinción entre espiritualidad
y religiosidad
El término espiritualidad ha ido evolucionando a lo largo de
la historia y, por lo tanto, también en el contexto de los cui-
dados paliativos. En los hospice británicos, la definición reli-
giosa original de espiritualidad como una relación con Dios
u otra divinidad se sustituyó por el concepto de espirituali-
dad como una búsqueda personal del sentido y profundidad
de la existencia, está vinculada con el propósito y el proyec-
to personal. ¿Quién soy?, ¿qué he venido a hacer aquí?, ¿qué
sentido tiene mi vida?, ¿qué puedo esperar?, ¿qué hay des-
pués de la muerte?
La religión es un conjunto específico de convicciones y
prácticas relacionadas con una fe, y está determinada, en
gran medida, por la cultura. Sin embargo, la espiritualidad
abarca aspectos experimentales individuales, bien relaciona-
dos con la participación en prácticas religiosas, bien con el
reconocimiento de una sensación general de paz, a través de
la familia, del naturalismo, del racionalismo, del humanismo
y de las artes. Busca la persistencia del “yo” dejando un le-
gado, que puede ser de múltiples maneras. Engloba aspectos
biológicos, psicológicos, sociológicos, filosóficos y, a veces,
religiosos.
Se considera una característica innata de la naturaleza hu-
mana, universal, exclusiva de cada persona y diferente en ca-
da cultura. El desarrollo de esta capacidad va dirigido hacia
el descubrimiento del verdadero potencial de uno mismo, de
tener confianza y coraje, de amar y perdonar, de ver más allá
de las circunstancias, y capacita a las personas a trascender
el sufrimiento. Todas las personas lo tienen, pero no lo desa-
rrollan igual. El despertar espiritual acontece de diferentes
formas, puede surgir de manera suave, natural en nuestra
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biografía o bien puede irrumpir de forma brusca en momen-
tos de gran sufrimiento.
Por lo tanto, la relación entre espiritualidad y religión
puede confluir en una persona, pero no en términos interde-
pendientes.
Cada vez está mejor documentada la importancia de los
factores religiosos y espirituales en la adaptación a la enfer-
medad, en general, y al cáncer en particular, durante el trans-
curso de la enfermedad y al final de la vida de pacientes y
sus cuidadores4,5.
El bienestar espiritual se relaciona con una mayor calidad
de vida y con la capacidad de los pacientes oncológicos de
seguir disfrutando de la vida independientemente de la per-
cepción que tengan de la gravedad de la enfermedad y de al-
tos grados de dolor o fatiga6,7.
La religiosidad también puede afectar de forma negativa
en la vivencia de la enfermedad cuando se vive como un
castigo divino y se entra en una profunda crisis.
Itinerario del paciente en el
proceso de morir
Para poder acompañar, debemos comprender y acercarnos al
proceso que siguen nuestros pacientes en esta fase al final de
su vida.
El paciente en este momento vital siente una progresión
de pérdidas que cuestionan su identidad como persona, físi-
camente pierde autonomía, pero también sus roles y sus co-
nexiones sociales. Esto supone un profundo sufrimiento, una
percepción de amenaza a su integridad y una falta de recur-
sos para afrontarla. Se ha observado que la mayoría de los
pacientes pasan por un proceso de adaptación muy similar8.
Se considera un proceso dinámico y de cambio en el que
puede haber ambivalencias y oscilaciones. Tras una situa-
ción de sufrimiento y balance entre la amenaza a la integri-
dad y los recursos que se tienen para afrontarla sin perder el
control, se adapta a la nueva realidad, produciéndose una
aceptación. Las emociones pueden ser contradictorias pero
compatibles: uno puede estar triste porque se despide de su
gente, pero sereno al poder trascender a otra realidad que te
supera y da sentido. Hay que diferenciar entre aceptación y
resignación; aceptar da la posibilidad de tener un final de
plenitud y de confianza, mantienes tus objetivos más impor-
tantes, aunque debas adaptar la manera de conseguirlos,
mientras que una actitud resignada, pasiva, victimista, supo-
ne renunciar a tus fines y objetivos y también a los medios
que utilizabas para lograrlos.
La última fase es de comprensión y crecimiento personal
con la construcción de una nueva identidad caracterizada por
la serenidad y, en ocasiones, con desconexión del entorno.
Cuando se trasciende al dolor físico y mental, se reconecta
con el origen de nuestro ser, con la afirmación de valores su-

periores e ideales que dan razón a la vida con contenido, en-
contrando finalmente la plenitud.
En el proceso de la muerte, y en especial durante la ago-
nía, se ha descrito la conciencia de la proximidad de la muer-
te. En esta experiencia, los pacientes describen de una forma
simbólica a qué se parece la muerte y qué necesitan para te-
ner una muerte pacífica y tranquila. El paciente puede comu-
nicar que ha visto a familiares fallecidos, describir lugares
que ven en otra realidad, o de qué modo y cuándo va a morir.
Por miedo o desconocimiento, podemos confundirlo con un
delirio y tratarlo médicamente o ignorarlo, con el consecuen-
te aislamiento y sufrimiento del moribundo sin capacidad de
comunicar experiencias llenas de sentido al final de su vida.
La distinción entre la conciencia de la proximidad de la
muerte y el delírium requiere una escucha activa y una eva-
luación cuidadosa. El delírium suele presentarse con déficits
de orientación, atención y pérdida de memoria reciente.
La labor del equipo es acompañar en este proceso, con
hospitalidad (entendida como la acogida incondicional, sin
juicios), presencia (atención a sus necesidades con disponi-
bilidad) y compasión (empatía compasiva, con actitud deci-
dida a ayudarle), y además, potenciar sus recursos en la bús-
queda de su plenitud como ser humano.
La comunicación y el apoyo de forma personalizada y
continuada son claves. Con profundo respeto por su espiri-
tualidad religiosa o no religiosa y/o sus convicciones filosó-
ficas.
Para abordar específicamente las necesidades espirituales
de los pacientes, es preciso que el profesional personalmente
haya realizado un trabajo de afrontamiento de sus propias
pérdidas, desarrollando en sí mismo una conciencia de las
necesidades de esta dimensión.
Necesidades espirituales
Como bien apuntan Bayés y Borrás9, atendiendo a las reco-
mendaciones de la SECPAL10 y a la Guía de criterios de ca-
lidad en cuidados paliativos11, debemos definir las necesi-
dades espirituales, los instrumentos para su detección y
evaluación, siendo sensibles tanto a las diferencias indivi-
duales, como a las variaciones temporales que se dan en una
misma persona y las estrategias que permitan al profesional
sanitario afrontar esta responsabilidad con eficacia e inde-
pendencia de sus propios valores y creencias.
Las necesidades espirituales son aquellas carencias y re-
cursos insuficientemente desarrollados para lograr la paz in-
terior, aceptar morir dando sentido a la vida, reconciliándose
consigo mismo, con los demás y con aquello en lo que uno
cree.
El GES de la SECPAL propone unas necesidades espiri-
tuales respondiendo a la revisión de la literatura y a la con-
vergencia de diferentes autores9,12 (tabla 1).
Tosao Sánchez C. Abordaje aconfesional de la espiritualidad en cuidados paliativos
TABLA 1. Propuesta de necesidades del grupo de espiritualidad
de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (2008)
Ser reconocido como persona
Releer su vida
Encontrar sentido a la existencia y al devenir: la búsqueda de
sentido
Liberarse de la culpabilidad, perdonarse
Reconciliación
Establecer su vida más allá de sí mismo
Continuidad de un más allá
Auténtica esperanza, no de ilusiones falsas. La conexión con el
tiempo
Expresar sentimientos y vivencias religiosos
Amar y ser amado
A lo largo de la enfermedad, la esperanza se va adaptando
al presente, marcando unos objetivos operativos, viables y
gratificantes que satisfagan lo que el paciente en ese mo-
mento pueda vivir como auténtica calidad de vida: aprecian-
do cada momento, la belleza de las pequeñas cosas, los pla-
ceres cotidianos13.
En una gran encuesta de pacientes ambulatorios de cáncer,
entre un 20 y un 35% expresaron un deseo de recursos religio-
sos y espirituales, ayuda para hablar acerca de encontrar signi-
ficado en su vida, apoyo para encontrar esperanzas, hablar de
la muerte y morir y encontrar tranquilidad de espíritu14.
Herramientas de exploración
y acompañamiento
espirituales en clínica
Actualmente, la mayor parte de los instrumentos estandari-
zados para la evaluación espiritual son traducciones no vali-
dadas del inglés, no adaptadas a Europa y diseñadas con ob-
jetivos de investigación, pero sin perfil clínico. Asimismo, es
deseable que la introducción rutinaria de cuestionarios, test
o entrevistas estructuradas no vicien una relación profunda-
mente humana y solidaria con las personas enfermas.
En 2009, se elaboró un documento de consenso de refe-
rencia sobre la calidad del cuidado espiritual en el final de la
vida, destacando la importancia de la evaluación de la espiri-
tualidad15 y resaltando tres niveles de evaluación:
1) Exploración espiritual: instrumentos de screening para
detectar de forma rápida y sencilla la posible presencia de
una crisis espiritual profunda y la necesidad de una deriva-
ción inmediata a un experto en el asunto.
2) Evaluación espiritual: realizar una historia espiritual que
recoja información sobre la vida interior y los recursos que en
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el pasado ayudaron al paciente a afrontar alguna situación di-
fícil. En comparación con la detección, la historia clínica es
más amplia en preguntas para captar información relevante
acerca de las necesidades, esperanzas y recursos. Entre los
principios básicos de la evaluación destaca un respeto exquisi-
to a las creencias y valores de los pacientes y sus familias y la
búsqueda de la mayor sencillez y comodidad en esta situación
de frecuente agotamiento físico y mental. Debe ser un acerca-
miento personalizado, empático y acogedor, en un lugar y ho-
ra apropiados, con tiempo suficiente, con actitud de escucha
activa, con prevención de interrupciones, sentados, con con-
tacto ocular, respetando silencios, negativas y ritmos del en-
fermo. Su administración debe tener, en lo posible, efectos te-
rapéuticos, nunca yatrogénicos. Debe interrumpirse u obviarse
una pregunta siempre que lo indique el enfermo.
Los objetivos de esta historia espiritual son:
• Invitar a todos los pacientes a compartir las creencias es-
pirituales y religiosas y definir lo que es para ellos la espiri-
tualidad y sus metas espirituales.
• Explorar las creencias del paciente y sus valores. Identi-
ficar las que pueden afectar a su salud en la toma de decisio-
nes y las prácticas espirituales que pueden ser útiles en el
tratamiento o en el plan de atención.
• Evaluar el sufrimiento y las fuentes espirituales de su
fuerza de manera que ayuden a encontrar los recursos inter-
nos para la aceptación e identificar a los pacientes que nece-
sitan la intervención de un capellán o de otro asesor espiri-
tual profesional equivalente.
3) Evaluación experta por un asesor espiritual.
Propuesta del Grupo de
Espiritualidad de la Sociedad
Española de Cuidados
Paliativos
El GES, basándose en el informe de consenso, añade un ni-
vel 0, haciendo referencia a que todos los profesionales de-
ben estar atentos a las señales que indiquen necesidades o
recursos espirituales en la persona. En la realización de la
historia espiritual considera tres niveles (tabla 2): 1) un ni-
vel general, de aproximación a las preocupaciones, el grado
de dificultad para afrontarlas, los recursos de ayuda y las
expectativas sobre lo que espera de nuestra ayuda. En este
nivel, se recomienda el test de la percepción subjetiva del
paso del tiempo, seguido por una valoración personal abier-
ta sobre las causas de su posible distorsión con respecto al
tiempo cronológico; es una forma sencilla de detectar ma-
lestar o sufrimiento cuando el tiempo se dilata respecto al
tiempo cronológico; 2) un nivel intermedio en el que se ex-
ploran los recursos que le están ayudando a vivir su proceso
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TABLA 2. Preguntas útiles para realizar una historia espiritual
Nivel general
¿Cómo se encuentra de ánimos? ¿Bien, mal, regular, usted qué
diría?
¿Hay algo que, en esta situación, le esté preocupando? ¿Qué es
lo que más le preocupa?
¿Hasta qué punto se le hace difícil la situación en que se
encuentra? ¿Por qué?
En general, ¿cómo se le pasa el tiempo? ¿Lento, rápido, usted
qué diría? Paso subjetivo del tiempo propuesto por Bayés16
¿Por qué?
En su situación actual, ¿qué es lo que más le ayuda?/¿Qué es lo
que cree usted que le podría ayudar?
¿Hay algo, en este sentido, que crea usted que esté en nuestra
mano y que le podría ayudar?
Nivel intermedio
Otros pacientes, en situaciones parecidas a la suya, nos cuentan
que para poder llevar mejor la enfermedad y todo lo que le
rodea les es muy útil tener un determinado sentido de la vida,
una manera de entender la enfermedad, las relaciones, la
historia de cada uno, etc. Dicen que eso les sostiene, les da
fuerzas, les anima a seguir en el día a día. ¿Le pasa a usted
algo parecido?
Otros nos dicen que se hacen muchas preguntas a las que no
encuentran respuesta sobre la vida, la enfermedad, etc.,
¿hasta qué punto le ocurre a usted algo similar?, ¿cómo le
influye en su manera de vivir su situación actual?
Las personas estamos más o menos satisfechas con lo que hasta
ahora está siendo nuestra vida. Si 0 significa estar muy
insatisfecho y 10 estar enormemente satisfecho, ¿qué nota se
pondría usted?
En una situación como la suya todos, probablemente,
desearíamos curarnos de la enfermedad pero, además, ¿qué
otra cosa le pediría usted a la vida?
Nivel específico
¿Tiene usted algún tipo de creencia espiritual o religiosa?
De ser así, ¿cómo le está ayudando en su situación? ¿Cree que le
podría ser de más ayuda si lo pudiera abordar con alguien?
¿Le parece que hablemos de todo ello?
¿Desearía mejor hacerlo con alguna otra persona en concreto?
¿Algún amigo, algún sacerdote de su religión, un psicólogo,
algún asesor espiritual…?
y las posibles necesidades sin resolver que puedan estar in-
fluyendo. También se indaga sobre su satisfacción frente a
la vida y sus expectativas o deseos en su situación, y 3) un
nivel específico que evalúe de forma más explícita la espiri-
tualidad, sus posibles beneficios y si precisa de otro asesor
espiritual.
No es preciso pasar de un nivel a otro de forma obligada,
ya en la primera exploración general pueden aparecer cues-
tiones del tercer nivel. Es importante destacar la propia ex-
ploración, ya puede ser terapéutica y suponer una interven-
ción de primer nivel.
Entre las diversas herramientas de exploración e interven-
ción, el cuestionario FICA (Fe o creencias, Importancia e
 Tosao Sánchez C. Abordaje aconfesional de la espiritualidad en cuidados paliativos

TABLA 3. Preguntas indicadas para explorar las preocupaciones espirituales y religiosas de adultos con cáncer

Acción del médico Posible respuesta del paciente Respuesta del proveedor de atención de la salud
Introducir el tema en forma Cuando se enfrentan con una enfermedad grave,
de pregunta neutra muchas personas recurren a las creencias religiosas
o espirituales que les ayudan a enfrentarse a la
situación. Me ayudaría saber cómo se siente usted
con relación a esto
Investigar más a fondo, acomodando Respuesta de fe activo-positiva ¿Qué le ha resultado más beneficioso en cuanto a sus
las preguntas según la respuesta inicial creencias desde que enfermó?
del paciente
Respuesta neutral-receptiva ¿Cómo recurriría a su fe o creencias religiosas para
ayudarse?
Respuesta de aflicción espiritual (por Muchas personas se sienten así..., ¿qué le ayudaría
ejemplo, expresión de enojo o culpa) para llegar a aceptar esto?
Respuesta defensiva o de rechazo Parece ser que mi planteamiento lo ha hecho sentir
incómodo. Lo que más me interesa es saber cómo
está enfrentando esto. ¿Puede conversar conmigo
sobre esto?
Continúe averiguando más a fondo como se Ya veo. ¿Me puede contar más (sobre...)?
indicó
Averigüe sobre formas para encontrar ¿Tiene alguna forma de poder encontrar sentido o paz
significado y una sensación de paz en medio de todo esto?
Averigüe sobre recursos ¿Con quién puede hablar sobre éste o estos asuntos?
Ofrezca ayuda según lo apropiado o Tal vez podemos arreglarlo para que converse con
disponible alguien. Hay un grupo de apoyo que le puedo
recomendar. Hay algunos materiales para leer en la
sala de espera
Lleve la conversación a un cierre Le agradezco que haya conversado sobre estos temas
conmigo. ¿Podemos volver a hacerlo?
aAdaptación de Kristeller et al.
Fuente: Instituto Nacional del Cáncer.

influencia, pertenencia a una Comunidad, Abordaje) es un
buen instrumento para realizar la historia espiritual en aten-
ción primaria. ¿Cuál es su fe? ¿Cuán importante es? ¿Perte-
nece a una comunidad religiosa? ¿Cómo le gustaría que yo,
como profesional de la salud, aborde estos temas en cuanto a
su tratamiento?15.
El modelo adaptado de Kristeller et al17, diseñado para
explorar las preocupaciones espirituales y religiosas de adul-
tos con cáncer (tabla 3) ayuda a saber cómo iniciar un diálo-
go con el paciente para realizar la historia espiritual.
La escala de bienestar espiritual FACIT-Sp-1218 (tabla 4)
valora el bienestar espiritual e incluso posibles cambios en
la búsqueda del sentido tras intervenciones de ayuda.
Intervención de primer nivel
Debemos centrarnos en aquello que genera más preocupa-
ción al paciente espiritual, o en aspectos que desde nuestra
experiencia nos parezca oportuno prevenir. Debemos promo-
ver la aceptación de la realidad y fortalecer la esperanza, re-
forzando objetivos reales y cotidianos que le puedan soste-
ner: el alivio de los síntomas físicos, el respeto a su dignidad
y la garantía de soporte y de no abandono.
Cuando aparece la desesperanza, es importante demostrar
una actitud compasiva y una comunicación abierta y hones-
ta. Mentir o dar falsas esperanzas puede dañar el vínculo de
confianza terapéutica.
Intervenciones específicas de segundo nivel
Hasta el momento, hay pocas intervenciones específicas cen-
tradas en el sufrimiento espiritual probadas y desarrolladas.
Tradicionalmente, los servicios de capellanes de los hos-
pitales han sido los que han canalizado la asistencia a pa-
cientes. Pueden desempeñar una función fundamental en el
tratamiento de temas espirituales y religiosos; deben estar
capacitados para trabajar con una amplia gama de temas a
medida que surgen en los pacientes y ser sensibles a la di-
versidad de creencias e inquietudes propias de los pacien-
tes. Un inconveniente es que, generalmente, están disponi-
bles sólo en grandes centros médicos, no en hospitales más
pequeños e inusualmente en los entornos ambulatorios,
donde se administra gran parte de la atención en la actuali-
dad (especialmente, al comienzo del curso del tratamiento
oncológico, cuando estos temas pueden surgir por primera
vez).

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Tosao Sánchez C. Abordaje aconfesional de la espiritualidad en cuidados paliativos

Tabla 4. La escala de bienestar espiritual FACIT-Sp-12 (versión 4)

A continuación, se muestra una lista de declaraciones que otras personas con su enfermedad han dicho que son importantes.
Por favor rodee o marque el número en cada línea para indicar su respuesta, aplicada a los últimos siete días.
Nunca Pocos días Algunos días Bastantes días Muchos días
Sp1 0 1 2 3 4
Me siento en paz
Sp2 0 1 2 3 4
Tengo una razón para vivir
Sp3 0 1 2 3 4
Mi vida ha sido productiva
Sp4 0 1 2 3 4
Tengo problemas para sentir la paz de la mente
Sp5 0 1 2 3 4
Siento que tengo un propósito en mi vida
Sp6 0 1 2 3 4
Soy capaz de llegar a lo más profundo de mí mismo
para mi serenidad
Sp7 0 1 2 3 4
Siento una sensación de armonía dentro de mí
Sp8 0 1 2 3 4
Mi vida carece de significado y propósito
Sp9 0 1 2 3 4
Encuentro consuelo en mi fe o creencias espirituales
Sp10 0 1 2 3 4
Puedo encontrar fuerza en la fe o las creencias
espirituales
Sp11 0 1 2 3 4
Mi enfermedad ha fortalecido mi fe o creencias
espirituales
Sp12 0 1 2 3 4
Sé que pase lo que pase con mi enfermedad, las cosas
van a estar bien

Psicoterapia de grupo siempre tiene el control sobre su actitud o perspectiva, no im-

Se ha demostrado que la psicoterapia de grupo mejora la ca-
lidad de vida, reduce la angustia y la depresión, además de
los síntomas físicos, tanto en enfermos con cáncer en su fase
inicial como avanzada. Estos enfoques de terapia de grupo
se centran, principalmente, en la educación del paciente,
apoyando y fomentando la expresión de sentimientos sobre
la enfermedad y el cambio de circunstancias de su vida, y en
las intervenciones cognitivo-conductuales.
Otro enfoque de la psicoterapia de grupo puede estar cen-
trada en ayudar a los participantes a mantener o mejorar un
propósito en sus vidas mediante la participación en ejerci-
cios experienciales sobre un tema.
Este enfoque terapéutico se basa en la logoterapia del psico-
terapeuta Viktor Frankl. Su principio primordial es que la gente
porta lo enorme que sea la adversidad. Actualmente, se está de-
sarrollando una versión de esta intervención para uso individual.
Terapia de la dignidad
Esta terapia plantea temas centrados en aspectos vitales que
han sido significativos en la historia personal y que ellos
quieren que sean recordados o en cosas que necesitan ser di-
chas; esto les permite hacer frente a cuestiones relacionadas
con el duelo, con la despedida de sus seres queridos, o para
dar instrucciones a los amigos y a la familia.
Las sesiones son grabadas y devueltas al paciente, para no
dejar detrás algo que trascenderá su muerte. Esto crea un
producto tangible, un legado para algunos miembros de su
familia. Mejora la comunicación familiar y aporta más sere-

336   FMC. 2012;19(6):331-8


nidad en el proceso de aceptación por parte del paciente y de
la familia. Es un método fácil, breve, que puede hacerse a
pie de cama y muy útil para todos.
Otros procedimientos para
el acompañamiento espiritual
• Facilitar la revisión de acontecimientos vitales significa-
tivos. Recordar momentos felices.
• Identificar los asuntos pendientes no resueltos.
• Fomentar la reconciliación y el perdón con uno mismo y
con los demás.
• Señalar valores personales.
• Terapia ocupacional y distracción.
• Leer conjuntamente o proporcionar lecturas de espiritua-
lidad o afines que puedan ser terapéuticas.
• Recomendar ejercicio regular.
• Arteterapia, ikebana.
• Estrategias comunicativas del counselling.
• Sugerir un tipo de música que pueda acompañar el pro-
ceso, grabar un CD con canciones favoritas que pueda servir
de despedida a sus familiares.
• Utilización de cuentos, narraciones, fábulas, poesía, etc.
• Promover la escritura de diarios, testamentos espiritua-
les, cartas de despedida a sus allegados, etc.
• Risoterapia.
• Terapias complementarias: la relajación, el masaje, el
reiki, el yoga, el taichí, la meditación, la visualización, etc.
• Ejercicios y prácticas guiadas de mindfulness.
Conclusión
Los datos encontrados sugieren que, en general, las necesi-
dades existenciales-espirituales no están debidamente aten-
didas en las unidades de cuidados paliativos de nuestro país.
Los profesionales sanitarios suelen mostrar una falta de sen-
sibilización respecto a la detección de las preocupaciones
espirituales y, por tanto, se percibe una atención inadecuada
y una dificultad para abordar estas cuestiones.
Estamos en los primeros pasos de búsqueda de instrumen-
tos validados para la adecuada valoración de la dimensión
espiritual en los pacientes situados al final de la vida y de
sus familias. Actualmente, hay un creciente interés por la es-
piritualidad en cuidados paliativos reflejado en la aportación
de ponencias sobre espiritualidad en jornadas y congresos,
con la asistencia masiva de profesionales sanitarios.
En la IX Jornada Nacional de la SECPAL, que trató la es-
piritualidad en clínica, se mostraron varios proyectos que es-
tán en marcha en la actualidad. Por ejemplo, el protocolo
BMMV de atención a la espiritualidad en cuidados paliati-
vos elaborado por un equipo multidisciplinar de médicos,
Tosao Sánchez C. Abordaje aconfesional de la espiritualidad en cuidados paliativos
enfermeros y psicólogos de hospitales y universidades de
Barcelona, Mallorca, Madrid y Valencia, de aquí su nombre.
El GES de la SECPAL ha diseñado un cuestionario que
está en fase de validación para la evaluación e intervención
sobre las necesidades y recursos espirituales en cuidados pa-
liativos.
También, el GES está validando la escala de San Diego de
evaluación de necesidades y bienestar espiritual, que aborda
específicamente el sentido, la conexión y la trascendencia.
Necesitamos seguir reflexionando y consensuando herra-
mientas, lo más eficaces posibles, para utilizarlas con estos
pacientes. Y también necesitamos que haya profesionales
preparados y formados en el abordaje de estos temas, y que
la atención espiritual forme parte creciente del cuidado inte-
gral, del total care de Saunders, de dichos pacientes desde el
primer momento.
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