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ANÁLISIS DEL TERRITORIO: CONTEXTOS, PERCEPCIONES Y LECTURAS CULTURALES DE LA JUSTICIA
LOCAL PARA LA PAZ............................................................................................................................. 1
INTRODUCCIÓN .............................................................................................................................. 3
PRIMERA PARTE: ANÁLISIS DE LOS CONTEXTOS TERRITORIALES ................................................. 3
Presentación................................................................................................................................ 4
1. Contexto económico .......................................................................................................... 4
2. Contexto político................................................................................................................ 8
3. Contexto social................................................................................................................. 14
4. Situación organizacional en los 50 municipios ................................................................ 17
5. Actualización del análisis de contexto regional por parte de las organizaciones sociales
19
Nariño ................................................................................................................................... 19
Antioquia............................................................................................................................... 21
Bolívar ................................................................................................................................... 24
Cauca ..................................................................................................................................... 27
Caquetá ................................................................................................................................. 28
1
SEGUNDA PARTE: PERCEPCIONES DE LA JUSTICIA LOCAL POR PARTE DE LAS ORGANIZACIONES
SOCIALES ....................................................................................................................................... 37
Presentación.............................................................................................................................. 37
I. Actores y espacios de la Justicia Local en la resolución de conflictos ....................................... 44
1. Oferta de justicia local para la resolución de conflictos .................................................. 44
Justicia ordinaria ....................................................................................................................... 44
2. Nivel de confianza en los actores y espacios de la justicia local ...................................... 47
II. Las Organizaciones sociales como parte de la justicia local en la resolución de conflictos . 56
1. Los comités de convivencia y conciliación ....................................................................... 56
2. Tratamiento de los conflictos comunitarios en los territorios ........................................ 56
3. Acción de las organizaciones sociales en favor de la resolución de conflictos ................ 57
4. La comunidad y la acción de las organizaciones sociales en la resolución de conflictos 57
5. Incidencia de las organizaciones sociales ........................................................................ 58
III. Situación en los territorios tras la implementación de los Acuerdos de paz ........................... 58
1. Convivencia ..................................................................................................................... 58
2. Presencia del Estado ....................................................................................................... 59
3. Presencia de acciones y actores armados ...................................................................... 59
4. Violencia cotidiana .......................................................................................................... 59
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INTRODUCCIÓN
Análisis de contexto, percepción de la justicia local y lecturas culturales. Territorios, justicia local y
paz
del proyecto de Justicia Local para la Paz como estrategia de Respuesta Rápida del Gobierno Nacional
para el Posconflicto, se reconoce a los PDP como aliados estratégicos para la implementación de las
acciones del proyecto, los cuales cuentan con una amplia experiencia en fortalecimiento organizacional,
un acumulado de procesos metodológicos, y unas apuestas territoriales reconocidas por sus pobladores.
Todos ellos fueron posibles gracias al esfuerzo y dedicación, no sólo del equipo nacional del proyecto
sino en especial a los 5 sistematizadores de cada PDP, a los 17 Facilitadores de Sistemas de Justicia
Local, y a los 41 Profesionales JAC que participamos en el proyecto. Hemos escrito estas líneas con
la esperanza de que los pobladores de Antioquia, Caquetá, Cauca, Nariño, y Magdalena Medio vean
reflejadas sus expectativas sobre los aportes y la confianza en el Estado. Nuestro gran
reconocimiento e inmensa gratitud a las organizaciones y comunidades que siempre con su buena
voluntad aportaron al proceso de una construcción de paz sostenible en Colombia.
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Presentación
Cada uno de los 50 municipios presenta un contexto social, político y económico particular, que
resulta fundamental para entender las diferentes dinámicas que se tuvieron en cuenta previamente
al trabajo participativo con la comunidad. En efecto, como lo mencionan diferentes organizaciones
como la Fundación Ideas para la Paz (FIP), si no se comprenden detalladamente las dinámicas del Commented [LG1]: : fuente?
conflicto, el modo en que los actores ilegales operan en los territorios, la relación entre el Estado y
los ciudadanos y las organizaciones sociales, los mercados legales e ilegales, las expectativas de las
comunidades y las situaciones de orden público de cada territorio, difícilmente se podrá responder
a los dilemas que plantea el postconflicto, para que sus políticas públicas se formulen con base en
diagnósticos cercanos a la realidad local y puedan atender las diferentes problemáticas de manera
efectiva.
Este análisis de contexto se construyó con base a los análisis de contextos municipales y regionales
en los que los profesionales y/o Gestores JAC, junto con el sistematizador regional de cada PDP
realizaron a partir de grupos focales, entrevistas estructuradas y semi estructuradas a líderes
comunitarios, miembros de las organizaciones sociales, y funcionarios de las alcaldías de los 50
municipios priorizados. Por ello, cabe resaltar que este análisis no representa per se un análisis de
toda la región, sino que se constituye en una aproximación al contexto general de los 50 territorios
en los que se concentra este documento.
1. Contexto económico
Las principales actividades económicas de los 50 municipios en las 5 regiones que generan mayor
conflictividad social y ambiental tanto en el área urbana como rural son:
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estas actividades, y en Bolívar se presenta un 33% de sobreutilización de los suelos. Este conflicto
de orden territorial tiene consecuencias directas especialmente en la configuración de los bosques
en la región amazónica como en Caquetá, en donde municipios como San Vicente del Caguán,
Cartagena del Chairá y Solano son identificados por el IDEAM como núcleos donde se concentran
áreas activas de deforestación. A su vez, se alerta sobre el posible aumento en los índices de
deforestación en esta región por la salida de las FARC-EP quién realizaba control de talas y
conservación a los bosques nativos y a las reservas de las riveras de los ríos (RedCaquetápaz, 2017).
En el caso de municipios como Simití y Cantagallo en Bolívar son municipios que se han visto
gravemente afectados por la contaminación a humedales y complejos cenagosos, al igual que la
afectación a otras economías bases para la región como la disminución de la pesca artesanal por
causa de la sequía inducida en la ribera del río Magdalena.
Actualmente esta actividad representa una alternativa económica viable para las familias ubicadas
en la ruralidad dispersa como una opción frente a los altos índices de necesidades básicas
insatisfechas, al limitado desarrollo productivo, a los bajos rendimientos en las tierras, a los escazos
recursos económicos, a la ausencia de tecnologías para la producción agrícola, y a la ventaja
competitiva de los cultivos ilícitos. Estos tres territorios cuentan con condiciones geoestratégicas,
de terreno vasto y de difícil acceso por la fuerza pública lo que es mucho más propicio para el
narcotráfico. Municipios como Leiva, el Rosario y Policarpa en Nariño cuentan con una ubicación
geoestratégica, debido a que hacen parte de la ruta de tráfico de drogas Norte- Sur la cual facilita el
tráfico de cocaína y heroína producida en el sector cordillera proveniente del Cauca y permite su
salida al mar. La margen del río Caquetá que comprende los municipios de Solano, La Solita y Curillo,
es considerada también una zona geoestratégica por su condición limítrofe con el departamento del
Putumayo que constituye un importante corredor para el tráfico de drogas ilícitas. En este sentido,
estas regiones resultan ser territorios de constantes disputas y control para el desarrollo de esta
economía ilícita.
De acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el Delito (UNODC) Colombia pasó
de tener un total de 69 mil hectáreas sembradas con coca en 2014, a 96 mil en el 2015. El 87% del
incremento fue en zonas que ya tenían coca en años anteriores y en los que se destacan estos tres
de departamentos. En Caquetá los cultivos de uso ilícito se concentran en 4 de los 10 municipios
focalizados para el proyecto de Justicia Local para la Paz, en la zona intersecta de los municipios de
La Montañita, Puerto Milán y Solano, y en Cartagena del Chairá. Por su parte, en el Cauca 20 de los
22 municipios que hacen parte del proyecto se identificaron que los cultivos ilícitos son base de sus
economías y fuente de conflictividades en sus territorios, y en 7 de los 10 municipios de Nariño, los
cultivos de uso ilícito sostienen gran parte de su economía local y subregional.
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Asimismo, la UNODC señala que los cultivos de coca en resguardos indígenas en el Cauca tuvieron
un incremento del 52%, al pasar de 7.799 hectáreas en 2014 a 11.837 en 2015, situación que
corroboraron los gestores territoriales a través de su trabajo de campo, frente al aumento de
conflictividades entre los Cabildos Indígenas y los miembros de las Juntas de Acción Comunal por
los diferentes intereses que presentan frente a los cultivos.
Las conflictividades producidas por este tipo de actividad económica, son tanto ambientales como
sociales y económicas. Se registra un impacto negativo en materia ambiental por el uso de químicos
de alta toxicidad en el proceso y la inadecuada disposición de residuos sólidos y lixiviados que
afectan las fuentes hídricas (RedCaquetápaz, 2017).
En materia social, los cultivos de uso ilícito han sido parte del conflicto armado en Colombia como
medio de financiación de grupos al margen de la ley. Con la llegada de los grupos guerrilleros o
bandas criminales que se disputan los territorios para poder manejar las rutas de producción y
comercialización de drogas, la situación de seguridad y orden público se ha visto alterada por las
violaciones de DD.HH a hombres, mujeres y niños de las comunidades que se encontraban en medio
del conflicto. Se destaca a su vez, que en la medida que las FARC-EP se desmovilizaron de algunas
zonas, otros grupos parecen estar llegando a tomar el control continuando con las afectaciones a la
población civil. En este sentido, esta economía ha generado dinámicas sociales que fragmentan la
estructura social y las relaciones entre las comunidades y las dinámicas propias del territorio, forjando
así la cultura del narcotráfico local y configurando referentes y/o dinámicas de dinero fácil,
prostitución, drogadicción, formas de violencias, etc.
De igual forma, otra problemática que se presenta por esta actividad económica es la poca
autonomía o autosuficiencia alimentaria por parte de las comunidades. Los cultivos ilícitos
sustituyen cultivos tradicionales centrados en el autoconsumo, pero los cuales presentan
condiciones menos rentables para su producción y comercialización. Los municipios del norte del
Cauca señalan el carácter extensivo que están adquiriendo los cultivos ilícitos, desplazando a los
cultivos legales y presentando fenómenos como el de “sustitución de cultivos a la inversa”.
Y otra fuente de conflictividad por causa de esta actividad económica es la que deriva de las políticas
gubernamentales de erradicación manual y sustitución de cultivos. Con la aprobación de los
acuerdos de paz entre el Gobierno Nacional y las FARC, se estableció la erradicación manual de
cultivos de coca, situación que ha generado resistencia a este tipo de alternativas por parte de las
comunidades. En general, los cultivadores (comuneros, campesinos o cultivadores afro) no
encuentran viables los planes de sustitución porque no ven que se apoye estrategias integrales que
le aseguren la producción y comercialización exitosa de los posibles nuevos productos. De acuerdo
a la información recogida por los gestores territoriales el número de cultivadores crece al ver la
rentabilidad del cultivo, los cultivos se expanden, y aumentan la fuerza de la oposición a la
erradicación y a una sustitución vista como poco sólida que no genera alternativas rentables a un
cultivo del que dependen cientos de familias (Vallenpaz, 2017). Sin embargo, Caquetá, Cauca y
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Nariño, son algunos de los departamentos priorizados para la implementación del programa de
Sustitución de Cultivos Ilícitos dentro de la implementación del acuerdo de paz como zonas con
acuerdos ya firmados1.
Gráfica No 1.
Cultivos de Uso Ilícito - Nariño - Municipios Proyectos SJL
800.00
700.00
No de Hectáreas
600.00
500.00 2010
400.00
300.00 2011
200.00 2012
100.00
0.00 2013
2014
2015
Municipios
Según expertos el aumento de los cultivos de coca en el país, se debe a una explicación multicausal
en donde la minería ilegal estaría jugando también un papel importante. Varios estudios y mapas
históricos de los cultivos muestran que la coca y el oro han creado un perverso matrimonio en los
últimos años. En algunas partes, el cultivo tumbó selvas y bosques y abrió nuevos territorios ricos
en yacimientos de oro o ríos cargados de aluviones, como en las regiones pacíficas de Nariño, y
Cauca (Revista Semana, 2017).
Por lo tanto, uno de los principales riesgos de la sustitución será la intervención de otros actores
armados que quieren copar los espacios dejados por la guerrilla. De ahí la importancia de que el
Gobierno Nacional fortalezca su presencia y adopte estrategias para responder a otras economías
ilegales vinculadas con el narcotráfico como la minería ilegal.
La minería ilegal como en algunos casos también la legal es una de las actividades económicas con
mayor conflictividad en las 5 regiones, en 11 de los 22 municipios del Cauca que concentra el
proyecto la minería representa una de las conflictividades principales de esta región. Al igual que
las conflictividades por los cultivos de uso ilícito, éstas se presentan en municipios de mayorías
1
En el Cauca, municipios como El Tambo, Buenos Aires, y Corinto ya figuran con acuerdos que comprometen a cerca de
4 mil familias y cerca de 3.700 hectáreas de cultivos ilícitos que se van a sustituir. En Caquetá, en algunos municipios en
donde se encuentra La Montañita, y San Vicente del Caguán se cuentan cerca de 3.542 familias y 2.584 hectáreas
comprometidas.
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indígenas como en el norte caucano como de mayorías afrodescendientes como en la subregión
pacífica. En Nariño los municipios de Cumbitara, La Llanada, Samaniego y Mallama son considerados
como municipios mineros, y que junto con otros tres municipios conforman uno de los tres distritos
mineros reconocidos en Nariño (Adel Nariño, 2017). Por su parte, en Bolívar es la actividad
predominante de municipios como Santa Rosa del Sur y de Simití; y en Caquetá se presenta en 4
municipios de los 10 focalizados para el proyecto, Solano, San Vicente del Caguán, y el Paujil.
Todos estos municipios presentan conflictividades ambientales por esta actividad económica, y
existe un reclamo generalizado para que el gobierno tenga una política diferenciada tanto para la
minería formal como para la informal. Solano, Caquetá es uno de los municipios con mayor número
de alertas por altos niveles de mercurio debido a la explotación de oro de aluvión en las riberas del
río Orteguaza y del río Caquetá en donde están localizadas algunas comunidades indígenas. De igual
forma, se han visto afectadas algunos ríos del Cauca como el Hatoviejo en el municipio de
Mercaderes, y el río La Sierra en este mismo municipio, o incluso se han visto afectados sus cauces
por desviarlo para favoreces estas economías, como es el caso del río Jambaló en este mismo
municipio, lo que conllevó a dejar sin este recurso y poniendo en riesgo de inundación a otras
comunidades.
Frente a este tipo de afectaciones ambientales, algunas comunidades se han movilizado como es el
caso del municipio de San Vicente del Caguán en Caquetá, que ha sido epicentro de varias
movilizaciones sociales solicitando la suspensión de la explotación petrolera de Emerald Energy y la
revocatoria a sus licencias de exploración y explotación.
De igual forma, se destaca que este tipo de actividades económicas genera conflictividades sociales
similares a los de los cultivos de uso ilícito debido a la circulación del alto flujo de dinero, lo que trae
consigo la proliferación del consumo de licor, de drogas, de prostitución, y la atracción de la
población joven a actividades percibidas como altamente rentables.
2. Contexto político
En cuanto al contexto político se buscó hacer un especial énfasis en las condiciones actuales de
gobernabilidad de los 50 municipios, por lo que se indagaron frente a variables como las
condiciones de credibilidad de las actuales administraciones con la comunidad, el empoderamiento
de la ciudadanía para el control social y la participación, y la situación de seguridad y orden público
de los territorios, como la presencia de grupos al margen de la ley, la intensidad de violencia, y
situaciones coyunturales que se presentan en algunos de los 50 municipios como la instalación de
las Zonas de Transición Veredal.
A pesar de que el primer año de gobierno de las alcaldías municipales ha estado comprometido con
la ejecución de obras y proyectos definidos en los Planes de Desarrollo Municipal de su pasada
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administración y por lo que resulta difícil hacer un balance de las administraciones locales, en la
mayoría de los 50 municipios existe una percepción favorable por parte de la comunidad hacia las
acciones de sus actuales administraciones.
Los factores que inciden favorablemente en la credibilidad de los alcaldes y alcaldesas están
asociados a la generación de un proceso participativo en la formulación de sus Planes de Desarrollo,
en la elaboración y fortalecimiento de los planes de vida como instrumentos de planificación
integral, participativa y de largo plazo, y en la capacidad de gestión en obras públicas de inversión
social en las comunidades como infraestructura.
De igual manera, en materia de credibilidad suman las acciones conjuntas y el reconocimiento que
los gobiernos locales le dan a las organizaciones sociales, a sus mecanismos de participación, y a su
apertura al trabajo colectivo, como es el caso en Solano, Caquetá donde se ha incidido
positivamente el trabajo con las comunidades indígenas que representan un importante grupo
poblacional en este territorio (RedCaquetáPaz, 2017).
Por el contrario, los municipios en donde no existe credibilidad (2 municipios de los 10 en Caquetá,
1 municipio de los 3 en Bolívar, y 4 de los 22 en Cauca) responden a razones comunes como la
ineficiencia en los proyectos de infraestructura, la politiquería y la corrupción, que para las
comunidades se manifiesta en poca gestión e inversión en un desarrollo rural y comunitario. Guapi
en el Cauca y Simití en el Bolívar son los dos municipios en los que actualmente se ve una crisis de
representatividad que se extiende por la falta de credibilidad a la mayor parte de liderazgos que
surgen estos territorios.
En cuanto al control social de las administraciones locales por parte de organizaciones de oposición,
es evidente que es inexistente en la mayoría de los municipios. En la mayoría de casos el ejercicio
de oposición a los gobiernos locales está representado por el sectarismo político por parte de los
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Con base en el indicador de "Esfuerzo Integral", se sacan cuartiles que indican el nivel de esfuerzo que el municipio
debe hacer para cerrar la brecha, siendo el esfuerzo bajo menor a 0,25, el mediobajo entre 0,25 y 0,5, medioalto entre
0,5 y 0,75 y alto mayor a 0,75 (DNP, 2015).
3 Los otros 6 municipios están en un nivel de medio bajo de compromiso frente al cierre de brechas. Los cuáles son: San
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contendores electorales que fueron derrotados en los comicios electorales del 2015, y que no hacen
parte de los gobiernos actuales.
Son pocos los municipios en los que se identifica un mayor empoderamiento de las organizaciones
sociales quienes se han conformado como una fuerza opositora a las administraciones locales, es el
caso de Cartagena del Chairá y el Paujil en Caquetá, donde las Asociaciones Municipales de Juntas
realizan un debido control social a las administraciones locales. De igual forma en municipios en
Cauca como Suárez, Buenos Aires y en La Sierra tanto Consejos Comunitarios como Cabildos
Indígenas son considerados como grupos opositores con gran legitimidad por su seguimiento y
control a los recursos públicos.
Dicha realidad se traduce en una carencia de identidad partidista a nivel local y regional y en una
falta de disposición a ejercer oposición seria y constructiva. Por lo tanto, los ejercicios de control
político y veeduría ciudadana se ven afectados en tanto las capacidades colectivas para esta labor
se desconocen por parte de los ciudadanos y los escenarios de participación no se aprovechan de
manera adecuada, sistemática y desde una perspectiva democrática (Adel Nariño, 2017).
Frente al orden público y seguridad de los 50 municipios, actualmente existe una relativa calma, si
se compara con los índices de violencia de los años anteriores. Sin embargo, a partir del trabajo de
campo de los gestores territoriales se pudieron identificar grupos al margen de la ley que tienen
presencia en algunos municipios de las regiones focalizadas a excepción de Antioquia. Como son el
ELN, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, los Rastrojos, las Águilas Negras, el EPL, o algunos
bloques disidentes de las FARC- EP. Grupos que como afirman las comunidades tendrían intereses
de copar espacios dejados por las FARC- EP, y seguir manejando las diferentes actividades
económicas ilegales en estas regiones.
Estos municipios focalizados por el proyecto de Justicia Local que cuentan con presencia de grupos
al margen de la ley, coinciden también con 5 Zonas de Transición Veredal (ZTV) de las FARC. Estos
municipios son, La Montañita y San Vicente del Caguán en Caquetá, Caldono y Buenos Aires en
Cauca, y Policarpa en Nariño.
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El proceso de concentración de las FARC en las ZTV y en los Puntos Transitorios de Normalización
(PTN) se da en medio de un contexto frágil caracterizado por la progresiva disminución del conflicto
armado, más no de su finalización (Álvarez, V. E., Pardo, D., 2017). Aún actúan otros grupos
guerrilleros, como se mencionaba anteriormente, hay diversas expresiones de crimen organizado
en los ámbitos regionales y locales, evolucionan economías criminales como el narcotráfico y la
minería ilegal, y surgen disidencias y deserciones.
Si bien, varios analistas afirman que la buena adecuación de las zonas significa la primera victoria
de la implementación, de acuerdo al informe Entornos y riesgos de las Zonas Veredales y los Puntos
Transitorios de Normalización de la FIP (2017) las regiones en dónde las ZTV se ubican se enfrentan
a varios riesgos:
Por su parte Cauca cuenta con una alta presencia del ELN, especialmente en los municipios
de Mercaderes, La Sierra, San Sebastián, Timbío, Caldono y Buenos Aires. En estos últimos
dos municipios coinciden las ZTV, quienes cuentan a su vez con disidencias del frente N° 30
de las FARC. A través de las entrevistas de los gestores en el territorio, se identificó un
incremento de grupos que se hacen llamar Águilas Negras, que son los principales
protagonistas de recientes intimidaciones a líderes sociales y comunitarios en municipios
como Jambaló y Caldono al norte del Cauca.
4 Dato calculado a partir de los datos del informe de Monitoreo de Cultivos de Coca en Colombia por la UNDOC, 2015.
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Por su parte, en Nariño algunos reportes de prensa señalan hay una disidencia de la
Columna Móvil Daniel Aldana, integrada por más de 100 hombres, quién habría formado el
grupo “Nueva Gente” y enfrentado a sus antiguos compañeros para seguir ejerciendo
control sobre las rutas. De igual forma, cuenta con presencia de estructuras del frente de
guerra suroccidental del ELN y de las AGC o “Clan del Golfo”5 (Álvarez, V. E., Pardo, D., 2017).
De acuerdo a este mismo informe, el riesgo de los desertores radica en que no requieren
mayor organización para continuar cometiendo acciones violentas, como extorsiones y
amenazas, lo que puede interpretarse como un déficit de seguridad. De esta manera, todas
estas estructuras presentan, en mayor o menor grado, riesgos debido a que mantienen un
alto poder de influencia en torno a economías criminales, y son potenciales saboteadoras
de las garantías de seguridad y del proceso de desmovilización y reinserción temprana de
los guerrilleros, ya que pueden ofrecerles trabajo en mercados ilegales, amenazarlos y/o
perseguirlos.
La confluencia de estas variables constituye por un lado, una amenaza para la seguridad de la
población civil que se asienta en esta región, ya que hay disputas por el control de cultivos y
corredores. Por el otro lado, representa un foco de actividad criminal porque ofrece incentivos
lucrativos, en especial para los miembros de las estructuras de las FARC que históricamente han
estado vinculados a los diferentes eslabones de estas economías. Prueba de ello son las diferentes
deserciones que se han presentado por parte de algunos bloques o frentes y que podrían extenderse
hasta convertirse en grandes disidencias (Álvarez, V. E., Pardo, D., 2017). Por lo tanto, existen
fundados temores y desconfianza en el posconflicto por parte de la comunidad debido que la
desmovilización de las FARC no significa per se la disminución de los niveles de violencia en estos
territorios.
5A esto se suma la alta concentración de cultivos de coca (31% del total del país), minería de oro de aluvión y varios
corredores de tráfico de estas economías hacia la costa Pacífica, especialmente a través del puerto de Tumaco.
12
(cerca de 30
personas)
Policarpa Nariño X X Columna móvil
Daniel Aldana y
Frente 64
San Caquetá X Columna Móvil
Vicente Teófilo Forero y
del (cerca de 30
Caguán personas)
Tabla I. Las 5 ZTV de los municipios focalizados en el proyecto. Tabla adaptada del informe
Entornos y riesgos de las Zonas Veredales y los Puntos Transitorios de Normalización. Fundación
Ideas para la Paz (Álvarez, V. E., Pardo, D., 2017)
Una de las principales consecuencias del reajuste a estas disidencias, grupos armados y de crimen
organizado ha sido el incremento de amenazas y asesinatos a líderes comunitarios y defensores de
DD.HH. El centro de recursos para el análisis de conflictos (Cerac) calculó que en 2015 cada seis días
un líder era asesinado en Colombia, situaciones que se presentan en mayor medida en territorios
de alta conflictividad con economías criminales. De acuerdo a las cifras de Verdad Abierta 6 , la
mayoría de los líderes asesinados son indígenas y comunales, en donde desde el 2002 al 2016 se
presentaron 123 muertes de líderes indígenas y 91 de líderes comunitarios sin embargo, la mayoría
de sus casos se encuentran en plena impunidad y además no son tratados como sistemáticos.
El proyecto de Justicia Local para la paz trabajó de la mano con 50 líderes comunitarios, e indígenas
en las regiones focalizadas, por lo tanto para este análisis de contexto se identificaron los siguientes
números de amenazas y asesinatos a líderes en estos territorios en los últimos dos años:
6
Que recoge cifras de la Fiscalía, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos,
la organización no gubernamental Somos Defensores, la Defensoría del Pueblo, el Instituto de Estudios sobre Paz y
Desarrollo (Indepaz) y el movimiento político Marcha Patriótica.
13
Bolívar/ 3 1 6
municipios
Tabla II. No. líderes sociales amenazados y/o asesinados en los últimos dos años (2016-2017)
Las cifras presentadas en la tabla anterior resultan preocupantes teniendo en cuenta el número de
municipios focalizados y el periodo de tiempo que se determinó para medir la información. En
cuanto a asesinatos se registraron varios casos en Caquetá como el caso del exconcejal del municipio
de Milán Luis Carlos Falla, quién habría denunciado amenazas en el año 2012 por parte de grupos
al margen de la ley; del líder social y representante de las víctimas Oriel Holguín en Cartagena del
Chairá. En San Vicente del Caguán se registró el asesinato del líder Erley Monrroy, quien hacía parte
de la Asociación Campesina del Losada Guayabero ‘Ascal-G’, de la asociación de San Juan de Losada
y candidato a la Asamblea por el departamento del Meta en los anteriores comicios electorales
(RedCaquetápaz, 2017). De igual manera, en el Cauca se registran 8 asesinatos a líderes sociales
presidentes de JAC y a líderes ambientalistas que realizan denuncias contra la minería ilegal. Entre
ellos se destaca el asesinato de Absalón Montenegro presidente de la Asociación Mineros- JAC
Fondas, de Evelio Figueroa presidente de la JAC el Placer en el municipio de El Tambo, y del líder
social Marino Grueso del municipio de Guapi.
En cuanto a amenazas, Cauca, Caquetá y Bolívar tienen los mayores índices de acuerdo a la
información registrada por los gestores territoriales con 21 y 6 respectivamente. Algunos de los
casos presentados como amenazas son contra Hernán Armando Bravo Molina, contra Jorge Sánchez
Presidente de la JAC Villa del Río, y contra Rosemary Betancourt Claros actual Presidente de la
Federación de Juntas del Departamento del Caquetá y militante del partido Unión Patriótica en el
municipio de El Paujil; en Cauca contra Manuel Arias presidente de la JAC el Guayabo en el municipio
del Tambo, y contra Fredy Cardona presidente de la Asocomunal de Morales; y en Bolívar amenazas
a líderes campesinos de la Zona de Reserva Campesina ACVC, y a el coordinador de la Mesa
Municipal de Participación de Población Víctima en Cantagallo.
En este sentido, el mayor desafío que se presenta actualmente no solo es proteger a los
excombatientes de las FARC que se reintegren a la vida civil, sino también a los líderes sociales,
comunitarios, ambientalistas y representantes de víctimas que piden ser protagonistas de la
implementación del Acuerdo de Paz.
3. Contexto social
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Región/# de Conflictividades Comunitarias
municipios Linderos/ Delincuencia SPA Género/ Otros
focalizados Tierras común familiar
Antioquia/ 5 X X X X
municipios
Caquetá/ 10 X X X X
municipios
Cauca/ 22 X X X X X
municipios
Nariño/ 10 X X X X X
municipios
Bolívar/ 3 X X X X
municipios
Tabla III. Conflictividades comunitarias en las 5 regiones focalizadas
Los conflictos comunitarios más comunes en los 5 territorios son los conflictos por tierras o
asociados a linderos, los conflictos por delincuencia común, conflictos generados por consumo de
alcohol y sustancias psicoactivas, conflictos de violencia de género y de violencia intrafamiliar. Sin
embargo, se presentan otros también con mayor relevancia como son conflictos comunitarios por
temas ambientales, como del agua.
Los conflictos por la tenencia, uso y propiedad de la tierra es un problema del país que tomó nuevas
dinámicas a raíz de la oleada de violencia de los años sesenta. Por lo tanto, en el ámbito comunitario
está asociados a linderos entre individuos o colectividades, la primera entre individuos, responde a
situaciones donde las familias retornadas no encontraron sus predios y no lograron demostrar la
propietariedad de los mismos. Y la segunda entre colectividades, se presenta en muchas situaciones
especialmente en los municipios del Cauca donde los campesinos o los comuneros de los
Resguardos no tienen bien definida la propiedad legal de sus predios. Por lo que se presentan
problemas de definición de límites entre Resguardos Indígenas, o entre Resguardos y Reservas
Campesinas. Incluso en ocasiones el conflicto se revierte sobre las propias comunidades indígenas,
enfrentando a los comuneros con sus autoridades, a quienes que acusan de tener tierras pero no
repartirlas o repartirlas mediante favoritismos y privilegios. Este tipo de conflictos se presenta
constantemente en municipios con alta proporción de población indígena como Toribío, Jambaló,
Caldono, y Caloto7.
7
En algunos de estos municipios existen conflictividades entre las comunidades indígenas y las comunidades campesinas, porque aunque
la ley establece los límites de los Resguardos Indígenas, estas comunidades indígenas tienen un crecimiento de la población, y una oferta
constante de tierra: el tamaño del territorio permanece igual; lo que aumenta es la demanda por esa tierra al crecer la población
(Vallenpaz, 2017).
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Este tipo de conflictividad es el que se encuentra principalmente en riesgo de aumentarse, debido
a que en zonas de control tradicional guerrillero se redujo. Al parecer, la eficacia de las FARC- EP al
impartir justicia comunitaria, consolidó un sistema de certidumbre en las fronteras prediales que
disminuyó los conflictos de esta naturaleza (Guarín, 2017).
Los conflictos por delincuencia común son latentes en la totalidad de las 5 regiones, la coyuntura
de implementación de los acuerdos y la salida del actor armado del territorio ha generado un
incremento de los mismos, debido a que las FARC-EP ejercían un control sobre delincuencia
organizada.
Los conflictos generados por consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, pese al aumento en las
actividades de prevención las cifras registran un incremento y la mayor alerta está sobre los jóvenes
y adolescentes. La percepción que tiene la comunidad respecto a esta problemática es que la no
presencia de grupos guerrilleros como las FARC- EP en estas zonas ha permitido que las prácticas
inadecuadas por parte de la población se disparen y que esto lleve al aumento de las cifras de
delincuencia común.
Frente a los conflictos familiares, se destacan los problemas violencia intrafamiliar, de género, y de
inasistencia alimentaria, en dónde históricamente estos conflictos fueron definidos por las FARC- EP
a través del “Manual de Convivencia para el funcionamiento de las Comunidades”. Esta situación se
presenta como uno de los objetivos principales para revertir a través proyecto de Justicia Local para
la Paz, el cual a través de sus dos componentes busca fortalecer la confianza en las instituciones
estatales y en la Justicia Local.
Por último, algunos municipios señalan otro tipo de conflictividades comunitarias, tales como
problemas con otras comunidades por no permitirles el acceso al agua, o problemas interétnicos
como se presentan en Nariño, al ser ubicadas unas Juntas de Acción Comunal en corregimientos
delimitados de carácter regional étnico territorial de comunidades negras, lo que tendría
jurisdicción de Consejos Comunitarios.
Esta situación llama la atención al coincidir que en la mayoría de los municipios focalizados se refleja
la gran incidencia que tiene la guerrilla de las FARC-EP en la solución de los conflictos comunitarios
que comúnmente se presentan. Por lo tanto, representa un desafío latente del fortalecimiento de
las capacidades institucionales y de la presencia del Estado en territorios donde su labor había sido
reemplazada durante años por diferentes grupos al margen de la ley.
Por su parte, las entidades a las que acuden para resolver los conflictos son principalmente la
Alcaldía, la Policía, así como la Comisaría de Familia, la Defensoría del Pueblo, y las Secretarías de
Gobierno. En menor proporción acuden a la Personería, las Juntas de Acción Comunal, Cabildos
Indígenas, Consejos Comunitarios, o los conciliadores en equidad. Este tipo de situación responde a
factores asociados a las dificultades de movilidad y acceso en el territorio, población dispersa, al
desconocimiento de rutas de atención y tramitología, insuficiencia institucional, al no conseguir
16
respuestas en el corto plazo, que generan que las victimas desistan de acceder a la justicia, al tiempo
que resultan funcionales a las actividades e intereses de los grupos armados ilegales (FIP, 2017). No
obstante, se resalta un caso en el municipio de Simití en donde se presentó un conflicto asociado al
consumo de alcohol, en donde uno de los implicados acudió a los líderes de la JAC, lo que permitió
que se concertara una indemnización satisfactoria para ambas partes.
17
Aires; asimismo el Consejos Comunitario de Comunidades Negras de la Cordillera Occidental-
COPDICONC en Nariño que reúne municipios como Policarpa, Cumbitara y el Rosario; o el Consejo
Comunitario La Congoja de Bolívar. Commented [FRpdP12]: Nilson, favor completar la
información como se señaló previamente para el caso del Cauca.
De igual forma, se han gestado figuras asociativas adicionales que promueven causas diversas como
la paz, la defensa de los DD.HH., la defensa de las economías campesinas, o la protección de los
recursos naturales, tomando como base las JAC y las organizaciones campesinas, como es el caso
de La Coordinadora Departamental de Organizaciones Sociales, Ambientales y Campesinas del
Caquetá (COORDOSAC) que reúne cerca de 200 procesos organizativos con especial énfasis en
ejercicios comunales. Asimismo, se destaca procesos comunitarios conjuntos, desde los líderes de
las JAC en Cantagallo, Bolívar quienes han creado la “Mesa Municipal por la Vida Digna” concebida
como un espacio de interlocución y de construcción de planes participativos comunitarios, y la cual
ha sido reconocida por la administración departamental y municipal como un actor legítimo en el
territorio.
No obstante, durante años grupos al margen de la ley ejercieron el control de social, político y
económico de estas regiones, por lo que se destacan esquemas de asociatividad creadas por las
FARC como en el Caquetá, dónde existe una figura intermedia entre las JAC y las Asojuntas llamado
núcleos que corresponde a una estructura informal, y los cuales están organizados de manera
sectorial con una cabeza directiva que conforma la dirección municipal de núcleos.
En términos generales, las JAC no presentan afinidad política con ningún partido o movimiento
político, las relaciones que se establecen son circunstanciales y suceden en épocas de elecciones en
dónde se vinculan a las maquinarias electorales municipales y regionales de los grandes partidos a
nivel nacional. Para el caso de los Concejos Comunitarios y los Cabildos Indígenas las afinidades se
inclinan más por movimientos sociales y políticos de corte étnico, como movimientos por los
derechos de negritudes e indígenas. En el caso de los Cabildos esa relación es muy estrecha con los
movimientos como el CRIC y/o partidos políticos de raíz indígena como MAIS, ASI, AINCO (Vallenpaz,
2017).
Sin embargo, si existe simpatía, militancia y/o colaboración a grupos al margen de la ley por parte
de las Organizaciones Sociales. En la gran mayoría de los 50 municipios se identificó que existen
18
simpatías provenientes desde la presencia histórica que tuvo las FARC-EP en estas zonas, y que
como se ha mencionado a lo largo de este análisis han actuado como un poder de facto que
gobernaba, resolvía conflictos y mantenía el orden, por culpa del vacío institucional por parte del
Gobierno Nacional durante varios años. En zonas rurales de Caquetá y del Cauca las JAC
históricamente han desarrollado sus actividades de acuerdo a los lineamientos del grupo armado,
condición que minimizó el número de conflictos y aportó al fortalecimiento de algunas de las JAC,
por lo que hay organizaciones comunales en el área rural dispersa que simpatiza con los
lineamientos de las FARC-EP. No obstante, es significativo resaltar el caso de los municipios de
mayorías indígenas del norte del Cauca como Toribío, Caldono, y Jambaló en los que los Cabildos y
las comunidades se han movilizado activamente para sacar de sus territorios, y específicamente de
sus resguardos a todos los actores armados (legales e ilegales), asumiendo el control del territorio
los cuerpos de gobierno indígena a través de las Guardias Indígenas (Vallenpaz, 2017).
Nariño
- La confrontación militar entre el estado y las FARC, definitivamente terminó, eso significo
un relativo alivio para las comunidades, sin embargo, los territorios dejados por las FARC
fueron copados por el ELN.
- Hay presencia del ejército en todo el territorio, esa es la presencia del estado. En algunos
casos se han presentado atropellos por el ejército a la población civil.
- El proceso de paz es atacado por los medios de comunicación, para las comunidades el canal
de tv RCN significa el canal de la desinformación.
- Hay noción en las comunidades sobre la corrupción como un problema muy grave anclado
en la institucionalidad.
19
Subregión Cordillera (Municipios de Cumbitara, El Rosario, Leiva y Policarpa).
- La presencia de las FARC ofrecía seguridad, la guerrilla convocaba a las mingas, controlaban
temas de convivencia en los territorios, tenían control absoluto sobre la delincuencia. Con
la salida de las FARC se han elevado los hechos de delincuencia, atracos, robos, extorciones.
- El proceso de paz ha significado para la región, menos desplazados, menos homicidios, sin
embargo, han aumentado los conflictos de convivencia al interior de las comunidades
donde antes estaba las FARC.
- En algunas veredas aún se han presentado conflictos entre la fuerza pública y las
comunidades pero existe el riesgo latente de confrontación, eso asociado a las estrategias
de erradicación forzosa de la coca.
- Para otras veredas hubo días de paz, hasta que llegaron los grupos armados ilegales que
reemplazaron a las FARC, esta nueva realidad genera mucha incertidumbre, la esperanza de
paz, lamentablemente se está desvaneciendo.
- En algunas veredas, para el municipio de El Rosario, sobre las áreas más centrales, las
comunidades se sienten “total libertad” ya no hay gente armada ni ejército, ni grupos
ilegales, los líderes ya no hacen cosas por la presión de un arma.
- Para otras veredas donde todavía existe presencia de áreas de coca, los líderes tienen
miedo a denunciar. Para estos casos, hay líderes que necesitan protección, no hay
amenazas, pero estamos expuestos a que sucedan hechos lamentables.
1. Se observa el copamiento del territorio dejado por las FARC, por parte de otros grupos
armados ilegales, dicho fenómeno asociaciádo al control territorial para la producción y
comercialización de Cultivos de uso ilícito.
20
2. En varias comunidades hay un clima de incertidumbre sobre los que puede o no suceder,
teniendo en cuenta los incumplimientos del Gobierno Nacional, la llegada de otros grupos
armados y la poca información y escasa claridad sobre las rutas a seguir en el posconflicto.
3. Los municipios, en su interior, son diversos, por lo que según la zona, la percepción sobre
la paz es negativa y en otras es positiva.
4. Si bien ha disminuido un factor de violencia como lo era las FARC y sus diferentes
acciones; por otro lado ha incrementado otras violencias asociadas, por ejemplo la
delincuencia común, disidentes, entre otros.
5. En las zonas con presencia de cultivos de uso ilícito, se observa que hay voluntad para la
sustitución voluntaria de estos; sin embargo no se observan las garantías para la siembra y
producción de otros cultivos.
6. Respecto a los cultivos de usos ilícitos, los participantes concluyen que en algunas zonas si
ha habido disminución de éstos, mientras que en otras zonas ha habido un aumento. Pero
la tendencia es que en la mayoría de zonas se ha mantenido la tasa de siembra con
tendencia al aumento.
7. Persisten amenazas a líderes sociales.
8. En algunas zonas hay un clima de desconfianza hacia las Fuerzas armadas del Estado,
principalmente de Policía, debido a diversas acciones represivas en contra de la población. Ej, el
código de policía no es contextualizado.
Antioquia
Prodepaz
El primer ejercicio práctico del taller, se denominó análisis de territorio, para el desarrollo
de este, se conformaron tres bases de acuerdo con la zona que representan los cuatro
municipios que se acompañan en el marco del proyecto, la primera base se nombró Zona
Páramo y estuvo conformada por los ocho líderes de los municipios de Argelia y Nariño, la
segunda base se nombró Zona Bosques, en la cual se agruparon los ocho representantes
del municipio de San Luis, y la última base - Zona Embalses se conformó con los ocho líderes
del municipio de San Carlos.
21
de los recursos naturales de su municipio?). Antes de iniciar con las preguntas, los
facilitadores de cada base, indicaron a los líderes que dibujaran su municipio, después,
presentaron cada una de las convenciones que se designaron para cada pregunta y
explicaron porque se relacionaban y como a medida que se abordaran las preguntas se
debían ir ubicando en los respectivos mapas.
22
Se resalta que en los últimos dos años no se han presentado amenazas ni asesinatos a líderes
comunitarios, no obstante, se han reportado personas asesinadas debido a riñas callejeras o a
disputas entre expendedores de drogas. Por otra parte, en las veredas de la parte baja del municipio
se presenta extracción minera por lo cual se presume que hay presencia de paramilitares cuidando
la zona. Los líderes del municipio de Nariño mencionaron que se presenta explotación del agua
como recurso natural en la actividad minera, así como explotación maderera para la actividad
agropecuaria.
En relación con Argelia se menciona la existencia de cultivos de aguacate, cacao, un grupo
organizado de cacaoteros, paneleros e igualmente cultivos de café, caña y pastos. Por otra parte, se
identificaron problemas por riñas callejeras, delincuencia común, cultivos de uso ilícito y disputas
entre familias por linderos. También, cabe destacar que en la mayoría de veredas hay presencia de
conciliadores que ayudan a solucionar las conflictividades que se presentan.
Por otra parte, los líderes mencionaron que las principales conflictividades son violencia
intrafamiliar, violencia de género y violación a menores de edad, puesto que a menudo se presentan
agresiones físicas y verbales a las mujeres por parte de sus parejas, en cuanto a la violación a
menores de edad, comentan que en la mayoría de ocasiones son los mismos familiares quienes
abusan de los menores entre estos se encuentran los tíos, primos y padres. Otras de las
problemáticas que se presentan en el municipio son el aumento del consumo de sustancias
psicoactivas y alcohol, la prostitución y hurtos en las veredas y la cabecera municipal. Estos
relacionados últimos relacionados con la extracción minera. Al igual que el municipio de Argelia, no
se han reportado en los últimos dos años amenazas o asesinatos a líderes comunitarios, ni se han
identificado grupos al margen de la ley.
En cuanto a la extracción de los recursos naturales, manifiestan que posiblemente en el municipio
se construya una hidroeléctrica, lo cual no aprueban ya que mencionan que debido a la tala de
árboles y a la extracción minera se está contaminando el agua. Por tanto, consideran que con la
construcción de una hidroeléctrica se generarían impactos negativos al medio ambiente, ya que se
alterarían los ecosistemas terrestres y la biodiversidad, se presentarían cambios en el régimen de
los ríos y alteración de los ciclos naturales de las crecientes, así como la alteración del paisaje e
impactos socioeconómicos.
Durante el ejercicio con los representantes de la Zona Bosques – municipio de San Luis, se
identificaron problemas en materia de seguridad, debido a los constantes hurtos que se presentan
en algunas veredas y en el casco urbano, así como el expendio y consumo de sustancias psicoactivas
y alcohol, adicionalmente mencionan que en los hogares es frecuente la violencia intrafamiliar y las
riñas entre familiares a causa de inconvenientes por linderos.
Al indagar sobre la situación en materia de seguridad de los líderes comunitarios del municipio de
San Luis, se mencionó, que el año pasado el presidente de la Junta de Acción Comunal Vereda Los
Planes denuncio ante la Inspección de Policía amenazas por parte de un habitante de la Vereda que
hacía poco se había mudado a causa de ser víctima de desplazamiento en Urabá Antioquia, esto
debido algunas diferencias personales. Según los participantes del ejercicio las dos personas
llegaron a un acuerdo lo que permitió que la situación no trascendiera.
23
Por último, los representantes del municipio de San Carlos, manifestaron que durante el
desplazamiento masivo que se presentó en las veredas, a raíz del conflicto armado, otras personas
que no eran del municipio se apropiaron de las tierras de algunas de las familias víctimas del
desplazamiento, lo cual se ha convertido en uno de los principales problemas por los que atraviesa
actualmente el municipio; un claro ejemplo es el inconveniente que se tiene con la cancha de la
escuela de la Vereda Santa Rita, ya que no se pueden hacer actividades deportivas con los
estudiantes ya que unas personas se apropiaron de ella hace varios años y la vendieron a otras
personas que no permiten que se realice ninguna actividad.
Si bien, los líderes indican que ya no hay presencia de grupos al margen de la ley (guerrilla –
paramilitares), se está presentando algunos hurtos tanto en las veredas como en la cabecera
municipal y extorciones a negociantes del municipio; adicionalmente, se identificó un aumento en
el consumo de sustancias psicoactivas y bebidas alcohólicas.
En otro orden de ideas, algunos representantes de San Carlos, mencionaron que el municipio
cuanta, con gran riqueza en fuentes hídricas por lo cual algunas empresas han realizado proyectos
hidroeléctricos en este municipio. Según la comunidad, no están de acuerdo con este tipo de
proyectos ya que consideran que, si bien impulsan directamente el desarrollo de diversos sectores
de la economía, al mismo tiempo, se han desencadenado efectos negativos sobre el ambiente
biofísico y socioeconómico en el área de influencia. Al igual que los anteriores municipios, en San
Carlos se presenta la tala de árbol a gran escala, específicamente entre San Miguel y San Luis, por lo
vual se considera necesario generar más conciencia frente a la tala y quema indiscriminada; dado
los impactos negativos que trae esto para el medio ambiente. Los líderes consideran que es
necesario cuidar los recursos naturales, pensando en el bienestar de las generaciones futuras.
Para finalizar, se identificó que la mayoría de los líderes comunitarios de las 32 organizaciones
acompañadas en el proceso de fortalecimiento, expresaron no estar de acuerdo con la explotación
indiscriminada de los recursos naturales debido a los impactos negativos de esta actividad, tales
como la aparición de factores contaminantes en el aire, agua y suelo, originados por las máquinas
y técnicas empleadas para la extracción de los minerales, las máquinas excavadoras dejan gases
tóxicos lo que contribuye a la contaminación del aire, igualmente, las maquinas llamadas “bombas
o pistolas” por su efecto a presión de agua genera la destrucción de la capa vegetal y la tala de
árboles, dejando tierras estériles y escases de agua.
Bolívar
PDP- Magdalena Medio
El análisis de contexto se trabajó con base en las percepciones de los participantes sobre los
acuerdos de Paz firmados entre el Gobierno Nacional y las FARC, teniendo tres aspectos como
referentes: 1) Sobre el proceso de formulación de los Planes con Enfoque Territorial – PDET; 2)
Proceso de implementación del Plan Nacional integral de Sustitución de Cultivos de Usos Ilícitos –
PNIS y; 3) Percepción de Seguridad en los territorios con posterioridad a la desmovilización de las
FARC – EP.
24
Como metodología se procedió a hacer un trabajo por grupo de participantes de un solo municipio,
es decir, cuatro grupos y posteriormente se hizo una plenaria donde se recogen los siguientes
aspectos:
25
- Se han presentado
conflictos con otros
cultivadores ya que el
proceso está bastante
estancado.
-En el casco urbano aumento
el pie de fuerza, pero siguen
- Según los los grupos al margen de la
participantes, se ven ley.
-En el momento hay buena
muchas falencias
percepción en las
Santa Rosa sobre todo en los -El sector rural se mantiene
comunidades sobre el
del Sur filtros de selección de igual.
proceso del PDET
las familias para la
participación en los - Intranquilidad, aumento de
pactos de sustitución. la inseguridad, conflicto
armado, persisten amenazas
de muerte
-Incremento de la
-Existen muchas delincuencia común.
expectativas por las
comunidades, pues -El ELN está posicionando en
se considera una -Solo han realizado la el territorio donde estaba las
oportunidad siempre y socialización del FARC.
cuando los recursos se programa y pre
Simiti ejecutaran a través de las inscripción - Amenazas y asesinatos a
comunidades. miembros comunitarios.
- Poca credibilidad por
- Se requiere parte de la comunidad -Poca presencia de fuerza
fortalecimiento a líderes pública.
para realizar la veeduría y el
seguimiento a este proceso -Presencia de grupos sin
identificación.
26
-la nucleación no se hizo de - La espera en la comunidad ha -Grupos armados
forma adecuada por generado desconfianza. desconocidos.
desconocimiento del territorio
- Falencias en los filtros para - el ELN está copando
-hay riego para la seleccionar familias. territorios dejado por
implementación de los PDTE las FARC.
-Se está en la fase de verificación.
-Fortalecimiento a los líderes - Poca presencia de la
para apropiación del proceso -Lentitud en el PNIS, está fuerza publica
estancado.
- Muchas expectativas de las
comunidades. - En su mayoría las comunidades
aceptan el PNIS
- Puede haber tensión por el
manejo de los recursos de la
alcaldía.
Cauca
Se presentan a los líderes las siguientes conflictividades surgidas del análisis de contexto: cultivos
ilícitos, minería (legal e ilegal), desforestación, violencia contra líderes (amenazas y homicidios),
violencia de género, drogadicción, problemas de tierras, problema socioeconómicos. El balance
realizado por los líderes arroja que estas conflictividades mantienen su nivel de intensidad en la
mayoría de municipios, ocasionando serias dificultades en el diario vivir de las comunidades,
especialmente en los temas de minería, cultivos ilícitos y violencia contra líderes, problemas que
señalan están mutuamente relacionados. Sólo en dos municipios se considera que estas
conflictividades están siendo superadas o hay algunos signos de mejoría, son los municipios de La
Vega y de Silvia, donde el balance positivo se debe, según los líderes, a las iniciativas de control
territorial surgidas desde la propia comunidad a través de Cabildos (en el caso de Silvia) o de Juntas
Comunales (en el caso de La Vega), organizaciones que han liderado procesos de sustitución o de
erradicación autónomos.
Los líderes señalan que esas conflictividades se presentan por la débil presencia del Estado en los
territorios, lo que se manifiesta en falta de proyectos alternativos, de políticas claras y sostenidas y
la carencia de vías adecuadas para sacar sus productos, situaciones que le abren paso a otras
actividades como la minería o los cultivos ilícitos que aparecen como fuentes de ingreso en sus
comunidades. En aquellos municipios como Argelia en donde se están ejecutando programas de
sustitución desde el Estado los líderes señalan que existe incertidumbre sobre si el Estado cumplirá
y si efectivamente llegaran las alternativas sugeridas. Hay mucha preocupación de los líderes por
27
lo que ellos llaman “descomposición social”, etiqueta con la que identifican situaciones como la
creciente inseguridad (robos) y la drogadicción, especialmente entre los jóvenes.
Caquetá
RedCaquetápaz
ZONA NORTE
28
Consideran que algunos presidentes de
JAC, incluyeron gente que no habían
tenido cultivos, y entonces consideran
que eso genera que no salgan los pagos
a tiempo o demora en los mismos.
Muchas afiliaciones a última hora para,
reclamar ayudas.
Piden transparencia de las JAC, debido a
que cumple un rol importante en el
Proceso PDET proceso.
En Montañita, Legaron en el
Realidades a través de las JAC. prealistamiento con temas ya
Oportunidades buenas para el preestablecidas, como imponerles
desarrollo de la ruralidad. cultivos que ellos no conocían
Participación de todas las
comunidades.
29
Medio Ambiente Un presidente de una vereda de San Vicente
ya le tocó pagar para que lo dejaran en paz,
No se registran aspectos positivos en este y no lo extorsionara la llamada disidencia.
tema No se sabe quién, ni porque ‘suceden los
homicidios, de tantos grupos que existen,
hay diferentes versiones.
ZONA NORTE 2
30
POSITIVO NEGATIVO:
Las comunidades están comprometidas con la Los grupos al margen de la ley están prohibiendo que
política. se unan al proceso de sustitución voluntaria, y
además los amenazan si no siguen cultivando. En
Las comunidades podrían cambiar su algunas zonas ha sido muy lento el proceso y no se
condición de vida. sienta que el Gobierno ha cumplido.
El Paujil: El proceso está en verificación. Paujil Hubo incumplimiento por parte misma de las
fue el municipio piloto en el proceso de organizaciones para solicitar el aporte del programa
sustitución de cultivos de uso ilícito. general. No cumplían los requisitos
PDET:
No se arranca, porque sólo se ha dado socialización.
Se han hecho mesas de trabajo con algunos
municipios y veredas y identificar las No hay mucha socialización en algunos municipios.
necesidades de la región. Se da el Desconocimiento por parte de los comunales y eso
cumplimiento para llegarle a cada una de las que Caquetá es el plan piloto de la implementación.
necesidades que tiene cada uno de los
municipios. No hay una participación constante de los mismos en
las asambleas, por lo que la memoria histórica no
Puerto Rico: Ya se está llevando a cabo de los queda.
PDET y las asambleas.
Seguridad (Grupos armados) y DD.HH:
Doncello: Dicen que los PDET son los que se
van a recoger todas las necesidades de los Puerto Rico: Había mucha tranquilidad, hasta que
territorios. hubo la muerte de un comunal. Lo asesinaron.
Mucho hurto, suplantando y haciéndose pasar por
Seguridad (Grupos armados) y DD.HH: disidentes de las FARC-EP. El Estado no está en los
espacios donde las FARC-EP estuvieron, y lo están
Doncello: No se ha sentido nada. Se escuchan ocupando otros grupos armados. El Estado no les
rumores y hay incertidumbre brinda protección a los líderes comunitarios. Se
preguntan cuál es la paz, y pregunta de si vale la pena
Cuando se firmaron los acuerdos, esos seguir trabajando para ser comunal. Hay
primeros meses la seguridad fue excelente incertidumbre.
31
preocupante. No hay igual de seguridad por parte del
Estado en todos los municipios.
Han llegado una cantidad de proyectos. Presencia estatal y/o proyectos en territorio:
32
1. Cultivos de uso ilícito. Solano: El gobierno quiere imponer las líneas
productivas y en este municipio por el tema
Solano: La disposición por parte del de las vías terciarias solo se puede
campesino implementar sistemas silvopastoril.
Solita:
33
Inseguridad y el gobierno no está actuando
para proteger a las personas.
No se hizo socialización en un espacio ex
antes de los acuerdos de la Habana y todo se
dio ya el día de la firma de los acuerdo
Solita:
Solano:
Solano:
34
Existía un control en la tala de árboles, pero
después los grupos armados realizaron
deforestaciones que afectaron las
comunidades donde el estado toman
represarías sobre estas comunidades
Amenazas a líderes por pertenecer a los
comités ambientales
Que no se amplié la frontera agrícola
Realizan control de quemas
Curillo:
Anexos:
35
I. Actividades económicas que generan mayor conflictividad en Nariño
II. Municipios afectados por las dos principales fuentes de conflicto en el Cauca
Cultivos
Subregión Municipio ilícitos Minería
Sur Argelia Sí
Sur Balboa Sí Sí
Sur Mercaderes Sí Sí
Sur Patía Sí Sí
Piedemonte Piamonte Sí
Pacífico Guapi Sí Sí
Pacífico Timbiquí Sí Sí
Norte Buenos Aires Sí Sí
Norte Jambaló Sí Sí
Norte Caloto Sí Sí
Norte Suarez Sí Sí
Norte Toribío Sí
Macizo San Sebastián Sí
Macizo La Sierra Sí
Centro Cajibío Sí
Centro El Tambo Sí Sí
Centro Morales Sí
36
SEGUNDA PARTE: PERCEPCIONES DE LA JUSTICIA LOCAL POR PARTE DE LAS
ORGANIZACIONES SOCIALES
Presentación
Introducción
Este documento presenta la guía de encuesta de percepción de justicia la justicia local en relación con el
rol de las organizaciones sociales de base -OSB- en la resolución de conflictos a ser aplicada como parte
proyecto de justicia local para la paz en el marco de la Estrategia de Respuesta Rápida del gobierno
nacional en 2018.
Establecer la percepción sobre la justicia local en relación con el rol de las organizaciones sociales de
base en la transformación de conflictos por parte de 400 organizaciones sociales de base en los
departamentos de Cauca, Caquetá, Nariño, Bolívar y Antioquia en 2018.
Inicialmente la encuesta se concibió orientada a establecer la percepción sobre los sistemas locales de
justicia vs el rol de las OSB en la transformación de conflictos. Tras haber realizado una socialización de
la primera versión de la encuesta, se concluyó la pertinencia de realizar algunos ajustes, dentro de ellos
se encuentran los siguientes. Por una parte, indagar sobre la justicia local, considerando categorías y
elementos propios de los sistemas locales de justicia pero sin restringirla a este término, lo que permite
entre otras cosas una mayor familiaridad con el término justicia local que puede facilitar las respuestas
por parte de las OSB. Por otra parte se reconsideró el término transformación de conflictos, por razones
que se exponen más adelante.
37
En términos generales, el diseño de la encuesta supone varias consideraciones previas. Por una parte
una aproximación conceptual en relación con la transformación de conflictos y por otra los elementos
técnicos y analíticos presentes en los documentos del proyecto de justicia local para la paz que fueron
consultados, cada uno de ellos con niveles diferenciados de relación con el objeto del presente
documento. A continuación, se presenta una breve síntesis de este ejercicio, en aras de contribuir a la
estructuración conceptual, analítica y metodológica de la encuesta.
Respecto a la definición de la transformación de conflictos existe una literatura en que se plantea una
diferenciación frente a categorías como resolución o manejo8 (management, Keashly y Warters, 2000)
de conflictos. Una de las contribuciones en esta materia es la aportada por Lederach en los siguientes
términos: “La transformación del conflicto es una forma de visualizar y responder al ir y venir de los
conflictos sociales como oportunidades que nos da la vida para crear procesos de cambio constructivo
que reduzcan la violencia e incrementen la justicia en la interacción directa y en las estructuras sociales,
y respondan a los problemas de la vida real en las relaciones humanas.” (Lederach, 2009). Esta
concepción conlleva varias implicaciones, entre ellas: 1) reconoce y explicita el carácter dinámico y
cambiante de la conflictividad, 2) la concepción del conflicto no se restringe a la de una problemática
indeseable a superar sino como un oportunidad para deconstruir y (re)construir otros horizontes de
interrelación y de conflictividad, 3) proyecta la reducción de la(s) violencia(s) y el incremento de la justicia
en dos dimensiones que no siempre se consideran o tratan como entrelazadas: las dimensiones micro
de las relaciones sociales y macro de las estructuras sociales, 4) explicita el carácter contextualmente
situado y particular de las realidades y problemáticas sobre las que se quiere generar una acción de
transformación.
Dentro de esta concepción la construcción del cambio social favorable a la transformación de conflictos
implica que: “En concreto, quienes construyen el cambio social deben procurar intencionalmente
establecer vínculos entre personas con mentalidades diferentes y situadas en puntos diferentes del
contexto. Los constructores de la paz, sea cual sea su localización o convicción, tienen que eliminar la
noción equivocada de que el cambio puede darse al margen de personas que no tienen un pensamiento
común y no están situadas en un espacio social, político o económico similar.” (ibídem). Esta idea enfatiza
la transformación dentro de la diferencia y no se restringe al diálogo entre pares al interior de grupos
más o menos homogéneos sino especialmente entre aquellos con convicciones divergentes.
8
Según la tesis doctoral de Sonia París: “Es la segunda terminología que se utilizó para referirse a los
estudios sobre los conflictos. Se relaciona con el ámbito empresarial y habla sobre la posibilidad
de encontrar dinámicas y modelos para analizar los conflictos. Aparecieron algunas críticas hacia esta
forma de análisis, debido a que fue considerada demasiado técnica y teórica debido a su ligazón
con
los entornos empresariales (París, 2005).
38
Por su parte, Vicenç Fisas destaca las siguientes características referentes a la transformación de
conflictos: “1) La transformación del conflicto es un viaje al interior del conflicto, lo cual permite a los
constructores de paz transformarlo desde sus raíces. 2) Apela a la creatividad humana. No impone
modelos preestablecidos, por el contrario cada comunidad debe mirar a sus propios recursos y procesos
y generar sus propias dinámicas de acuerdo a su contexto y necesidades. 3) Su objetivo es trascender el
conflicto para que todos los actores puedan alcanzar su objetivo. 4) Basado en el diálogo y la no-violencia,
5) La transformación del conflicto empodera a las personas. Así, el del constructor de paz no es el de
imponer o apropiarse de procesos. Por el contrario, su rol es el de facilitador, es decir, ayudar a los
actores a encontrar sus propias respuestas al conflicto dentro del contexto de su propia cultura”.
Esta concepción supone una visión compleja del conflicto que, entre otras cosas, no lo restringe a una
connotación negativa ni unívoca, que aporta elementos de comprensión al tiempo que invita a la
inventiva y a la creación colectiva desde el reconocimiento de los recursos, dinámicas y necesidades
locales y enfatiza no sólo la importancia sino también la naturaleza del rol de las y los agentes
constructores de paz como mediadores dentro del reconocimiento de su singularidad contextual (social,
política, cultural y económica).
Finalmente, según Guzmán (2014), el término resolución “se refiere a las estrategias que tratan el
conflicto abierto, manifiesto, con la intención de poner fin a la violencia y encontrar solución a la
incompatibilidad de objetivos. Por su parte, la transformación es una estrategia más amplia, de mayores
alcances y de más largo plazo que entre sus objetivos tiene cambiar estructuras sociales injustas”.
Habría otros elementos a problematizar como frente a las teorías sobre las causas de los conflictos y los
comportamientos frente al conflicto (Guzmán, 2014). Sin embargo, hasta aquí ya contamos con una
primera aproximación de contraste en relación con la segunda parte de este apartado referente a los
elementos presentes en los documentos consultados del proyecto de justicia local para la paz.
De un lado, el documento “Descripción del proyecto Justicia Local para la Paz en el marco de la Estrategia
de Respuesta Rápida del Gobierno Nacional” (Anexo A.2 – Formulario de solicitud completo) señala que
los sistemas locales de justicia no tienen un propósito restringido a la oferta de justicia en el territorio
sino que se orienta a la « gestión eficiente de la conflictividad social » para el mejoramiento de la calidad
de vida de las comunidades y para la transformación de la realidad social en los territorios9.
9
“Aunque es necesaria, el propósito del sistema [SLJ] no es en sí misma la coordinación de la oferta de justicia en el
territorio. Al contrario, su misión es la instalación de un esquema de gestión eficiente de la conflictividad social y por
tanto el mejoramiento de la calidad de vida de la comunidad en donde opera, pues su objetivo no es sólo la aplicación de
la ley a los conflictos sociales (que en muchos casos puede ser un ejercicio descontextualizado con efectos contrarios al
de lograr el restablecimiento de derechos), sino principalmente su presencia como agente que transforma la realidad
social de un territorio.” (Anexo A.2, pág 6)
39
También señala que se concibe un sistema que opere « no sólo de manera reactiva (es decir, los casos
que les llegan a sus despachos), sino que también de forma proactiva” (ibid, p. 6) buscamos que los
operadores de justicia salgan de sus despachos para trabajar con la comunidad y cambien el “trámite de
expedientes” por la atención de personas. En el caso de las OSB los operadores de justicia y la comunidad
corresponden al mismo actor como parte de la justicia propia y comunitaria10 (Minjusticia, s.f.).
También se menciona:
“ (…) deben unirse diversos tipos de actores y estrategias, como la correspondiente a la oferta
de justicia formal, administrativa, alternativa, otros actores estratégicos del Estado y de la
sociedad civil, y estrategias cuyo propósito es el acercamiento de la justicia a la ciudadanía y la
superación de barreras de acceso, como las Casas de Justicia. (Ibid 7).”
“Las JAC juegan un papel relevante dentro del SLJ en la medida en que previene desde las
veredas la escalada violenta de los conflictos cotidianos que se presentan en comunidad, pero
asimismo, porque pueden informar sobre los servicios y las rutas de atención que hacen parte
del SLJ y promover en la comunidad el uso de los servicios de justicia formal y no formal.” (Ibid,
p 8 - 9).
Estos elementos hacen parte de las consideraciones iniciales del proyecto que se alimentan y contrastan
posteriormente con los elementos analíticos y críticos que emergen de la aplicación del ICO 1:
“la variable transformación de conflictos «tuvo el promedio más alto de las tres con un resultado
de 72,27%, en donde el 62,5% de las organizaciones se encuentran por encima del promedio. La
variable de Transformación de Conflictos se basa únicamente en la identificación y resolución
de conflictos internos en la organización a través de dos descriptores de la dimensión social, el
descriptor 2 que hace referencia a que los integrantes se comunican e informan de manera
efectiva, y mejoran las interacciones al interior de la organización. Y al descriptor 4, que alude
a que los integrantes son capaces de identificar los conflictos y buscar formas de solución lo
que los hace más fuertes y cohesionados.
Allí en el descriptor 2, se encuentra con que la gran mayoría de las organizaciones percibe como
muy buena la comunicación con sus asociados. A su vez, en el descriptor 4, el 98% de las
organizaciones afirma que sus integrantes son capaces de identificar los conflictos y buscar
formas de solución, que los hace más fuertes y cohesionados. Sin embargo, tan sólo el 20,75%
10
40
de las organizaciones han tramitado algún conflicto organizativo 11 a través del Comité de
Convivencia y Conciliación en el último año, en donde 44 organizaciones han tramitado de uno
a dos conflictos, 25 de tres a cinco conflictos, y 15 han tramitado más de 5 conflictos, y de las
cuales 9 son Cabildos Indígenas. »” (Análisis de fortalecimiento organizacional, p 16 - 19).
Lo anterior explicita:
1) La definición operativa de la variable transformación de conflictos restringida a la identificación (y no
a la transformación) y a la resolución de conflictos internos (y no externos) de la organización, lo que
contrasta con definiciones existentes sobre la teoría de la transformación de conflictos.
2) Que la identificación y resolución de conflictos se restringe a la relación con sus asociados (y no con la
comunidad que no hace parte de los asociados) y las estadísticas sobre los casos en que las OSB han
tramitado algún conflicto son muy bajas.
El ICO I permitió igualmente establecer una aproximación más aterrizada en relación con algunos
supuestos iniciales:
« De esta manera, dado que la mayoría de organizaciones manifestó que los comités no se encuentran en
operatividad, se identifica una falencia en conocer la importancia de conformar esta instancia, como también el
perfil de las personas que la conforman, debido a que deben ser personas que presenten afinidad con la actividad
a desarrollar, tengan conocimiento de su rol y el desempeño esperado.
No obstante, aunque esta variable no está conformada directamente por descriptores que identifiquen la
transformación o resolución de conflictos externos es importante traer a colación los siguientes resultados que
arroja la herramienta, y que permiten tener una lectura frente al rol de las organizaciones sociales en el territorio
en transformación de conflictos, y los retos a los que estos territorios se enfrentan donde existe un vacío con la
salida de las FARC-EP, la ausencia de gobernabilidad y presencia efectiva y legítima del Estado.
Frente a los conflictos comunitarios12, 28% de las organizaciones han tramitado algún conflicto comunitario a
través del Comité de Convivencia y Conciliación en el último año, en donde 60 organizaciones han tramitado de
uno a dos conflictos, 35 de tres a cinco, y 18 más de cinco, y de las cuales 8 son Cabildos Indígenas. Asimismo,
tan sólo 21 organizaciones se han formado como conciliadores en equidad, y de los cuales sólo 9 organizaciones
han resueltos conflictos organizativos y 13 conflictos comunitarios, aun así cuando el decreto reglamentario lo
establezca13.
La variable de Transformación de Conflictos es la única variable a lo largo de este análisis en la que los Cabildos
Indígenas no se ubican como superiores, sino en esta ocasión el mejor promedio lo obtuvieron las JAC con una
pequeña diferencia. Este resultado podría llegar a explicarse, que a diferencia de los Cabildos Indígenas, las JAC
cuentan institucionalmente con un Comité de Convivencia y de Conciliación conformado por un número de
conciliadores establecidos en los estatutos de la organización, en donde por lo general son tres. Asimismo, estos
miembros en algunas ocasiones presentan formación de conciliación en equidad. »
11 De acuerdo al decreto reglamentario 2350 del 2003 de la ley referente a los organismos de acción comunal (743 del 2002), se entiende
por conflictos organizativos aquellos que se presentan al interior de un organismo comunal entre los dignatarios, entre estos y los afiliados
o afiliadas y entre los mismos afiliados o afiliadas y que tienen como causa asuntos de carácter comunal.
12
De acuerdo al decreto reglamentario 2350 del 2003 de la ley referente a los organismos de acción comunal (743 del 2002), se entiende
por conflictos comunitarios aquellos que se presentan ante los miembros de la comunidad dentro del territorio en el cual el organismo
comunal ejerce su acción, que sea susceptible de transacción, conciliación, desistimiento o querella.
13
El decreto reglamentario 2350 del 2003 de la ley referente a los organismos de acción comunal (743 del 2002), establece que para
conocer de los conflictos comunitarios y organizativos, se requiere que los miembros de la Comisión de Convivencia y Conciliación se
capaciten como conciliadores en equidad, esta capacitación podrá ser desarrollado por organizaciones cívicas interesadas, o por
autoridades municipales o departamentales, teniendo en cuenta el marco teórico de capacitación fijado por el Ministerio del Interior.
41
Estos hallazgos evidencian nuevos desafíos para el fortalecimiento de las OSB respecto a las capacidades
de identificación y transformación de conflictos con diferencias entre los Cabildos Indígenas (69,41%),
los Consejos Comunitarios (58,97%) y las JAC (72,67%).
« La capacidad para identificar los conflictos y la implementación de soluciones, es la variable con mayor
puntuación obtenida. No obstante, cabe resaltar que esta capacidad no trasciende a abordar conflictos de orden
comunitario, porque en territorios como Caquetá fueron los actores armados ilegales quienes regularon las
relaciones sociales. Ejemplo de ello, es el Manual de Convivencia de las FARC-EP que fue apropiado por las
comunidades y que históricamente tuvo un ejercicio de seguimiento riguroso para garantizar su estricto
cumplimiento.
En conclusión, ante este panorama se puede señalar que los Comité de Convivencia y Conciliación han sido una
figura poco dinámica, limitada y muy débil, el cual tiene el reto de fortalecerse para asumir un rol de mayor
protagonismo en la resolución de conflictos comunales y comunitarios, igualmente lograr el nivel de incidencia
que les permita ser el puente entre las comunidades y los sistemas locales de justicia. »
Para efectos de la estructuración de la guía de encuesta de percepción sobre la justicia local en relación
con el rol de las OSB se integran elementos analíticos provenientes de tres ejes: a) la contribución de la
teoría sobre la trasformación y la resolución de conflictos, b) los objetivos, indicadores y propósitos del
proyecto de justicia local para la paz y de los SLJ y c) los hallazgos empíricos del ICO I. A su vez, la encuesta
procura un equilibrio entre las necesidades de conocimiento y la factibilidad de su aplicación en los
territorios.
Metodología
Fase de diseño
Fase de aplicación
42
- Considerando que la encuesta se dirige a las OSB, esta debe ser respondida por parte de los
dignatarios de las organizaciones o en espacios colegiados o colectivos de las organizaciones.
Sólo en caso de imposibilidad la encuesta podrá ser respondida por parte del/a presidente o
secretario/a de la OSB o de un miembro con liderazgo y conocimiento de la OSB. Lo anterior,
teniendo en cuenta que se trata de una encuesta de percepción por parte de la organización.
- La persona encuestadora presentará el objetivo de la encuesta, la duración del ejercicio y hará
registro de la información en medio físico o digital.
- Dado que la encuesta atañe a las OSB de manera colectiva y no a sus miembros de manera
individual, su aplicación puede realizarse como si fuera un grupo focal grupal, como ha ocurrido
en el marco del proyecto14.
- Se sugiere la disponibilidad del formato de encuesta en versión digital e impresa, para facilitar
la aplicación tanto en zonas con interconexión eléctrica, como en lugares donde aún no se
cuenta con este servicio (como ocurrió con la aplicación del ICO 1).
Fase de tabulación
Fase de análisis
A 400 JAC, Cabildos Indígenas, y/o Consejos Comunitarios, en 5 regiones Antioquia, Nariño, Cauca,
Caquetá y Magdalena Medio.
14
“Por ejemplo, en algunas organizaciones la encuesta se aplicó como si fuese una entrevista grupal, o también
permitiendo a los participantes responder las preguntas en grupos de trabajo y luego socializando las
respuestas dadas. De este modo, a través de la discusión grupal, se hizo un poco más fácil que entre varios
participantes suministraran aquella información que la encuesta exigía recoger.”
43
I. Actores y espacios de la Justicia Local en la resolución de conflictos
1. Oferta de justicia local para la resolución de conflictos
A la pregunta: según su OSB, la oferta de justicia local para la resolución de conflictos es nula, baja,
media, alta o no sabe, las organizaciones sociales evidenciaron una percepción diferenciada según el
tipo de justicia:
Se evidencia una percepción de ausencia de oferta de la justicia formal entre el 27% y el 30%. Cuando se
considera que existe una oferta predomina la percepción de una oferta baja de parte de los defensores
públicos (25%), los fiscales (29%) y los jueces (33%). Entre un 20% y 22% de las organizaciones consideran
que hay un nivel medio de oferta y tan sólo entre el 6% y el 9% de las organizaciones consideran que hay
una oferta alta.
La percepción sobre la oferta por parte de actores de la justicia administrativa mejora en relación con
la justicia formal: la percepción sobre la oferta nula se sitúa entre el 7% y 13%, y la percepción de una
44
oferta alta se sitúa entre el 20% y el 27%. La percepción predominante en la oferta de la justicia
administrativa corresponde a una oferta media. El actor con la mejor percepción de una oferta alta son
los personeros (27%) y el actor con la percepción de la oferta más baja son los corregidores e
inspectores de policía (29%).
45
En general, son constataciones se imponen en relación con los demás actores de la
justicia propia y comunitaria: la consideración predominante es la ausencia y el
desconocimiento de oferta de justicia por parte de los Conciliadores en equidad, la
Jurisdicción Especial Indígena y los Consejos Comunitarios.
Aunque los Alcaldes y Secretarios de gobierno no son los actores con menor nivel de
percepción como oferentes de justicia en los territorios, ya que la percepción sobre una
oferta nula de justicia por su parte se sitúa entre el 7 y el 9%, si se caracterizan por una
percepción de oferta baja entre el 26 y el 28%, media entre el 34% y el 36% y alta entre
el 25% y 26% lo cual muestra una amplia variabilidad en percepción de la oferta por
parte de la administración municipal. El análisis de la información detallada por
departamentos y municipio muestra la distribución de esta variabilidad: en Caquetá,
prima una percepción de oferta fundamentalmente baja y media; en el Cauca y
Antioquia predomina la percepción de una oferta media; en Nariño sobresale la
percepción de una oferta alta en contraste con Bolívar donde la percepción
predominante es de una oferta baja.
Alcaldes
Nula Baja Media Alta No sabe Total
Departamento Caquetá 7 30 33 9 1 80
Cauca 20 43 57 49 6 175
Nariño 5 17 19 37 2 80
Antioquia 4 3 24 6 3 40
Bolívar 0 11 9 4 0 24
Total 36 104 142 105 12 399
46
1.4. Otros actores y espacios de oferta de justicia
Dentro de los otros actores de la justicia local aparece una percepción de oferta nula
por parte de los notarios en un 30% que a su vez coincide con ser el actor con mayor
nivel de desconocimiento sobre su oferta de justicia con un 16% en relación con el
registrador y el enlace de víctimas. En estos dos últimos casos es predominante la
percepción de una oferta media situada entre el 33 y el 34%.
Finalmente, resulta evidente que los centros de convivencia ciudadana como espacio de
oferta de justicia formal e informal se caracterizan por los mayores niveles de
desconocimiento de su oferta (45%) y de percepción de ausencia de oferta (37%). Un
10% de las organizaciones considera su oferta baja, un 7% media y tan solo un 1% la
considera alta.
47
3. Relación de la comunidad con los actores y espacios de la justicia local
para la resolución de conflictos
48
No sabe 14
¿Hay desconfianza y falta de credibilidad en los Sí 348
operadores de justicia? No 41
No sabe 9
¿Existen barreras geográficas y económicas? Sí 310
No 65
No sabe 24
¿Existe miedo a denunciar? Sí 358
No 30
No sabe 10
¿Falta aplicación del enfoque diferencial por parte de Sí 319
operadores de justicia? No 36
No sabe 44
¿Hay desconocimiento de derechos y mecanismos de Sí 334
acceso a la justicia? No 57
No sabe 8
¿Falta de justicia especializada Sí 339
No 27
No sabe 33
¿Se presenta una atención inadecuada por parte de Sí 307
los operadores de justicia? No 69
No sabe 23
¿Hay lentitud y excesivos trámites en los servicios de Sí 364
justicia? No 22
No sabe 13
¿Falta de mecanismos alternativos de solución de Sí 366
conflictos? No 26
No sabe 7
49
50
51
52
NIVEL DE SATISFACCIÓN
53
54
55
II. Las Organizaciones sociales como parte de la justicia local en
la resolución de conflictos
1. Los comités de convivencia y conciliación
Recuento
¿Existe un comité de convivencia y conciliación en su OSB? Sí 94%
No 5%
No sabe 1%
¿El comité ha tratado casos de conflictos durante el último año? Sí 44%
No 53%
No sabe 3%
¿Considera que el comité debería tratar una mayor cantidad de Sí 57%
casos? No 40%
No sabe 3%
56
3. Acción de las organizaciones sociales en favor de la resolución
de conflictos
57
5. Incidencia de las organizaciones sociales
Recuento
¿Transforma positivamente Sí 324
los conflictos cotidianos de No 47
su comunidad? No sabe 28
¿Contribuye a generar Sí 280
transformaciones profundas No 90
y de largo plazo? No sabe 28
¿Mejora la calidad de vida Sí 334
de las comunidades? No 39
No sabe 26
58
2. Presencia del Estado
4. Violencia cotidiana
Conclusiones
59
Presentación
CONCLUSIONES
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https://www.dnp.gov.co/programas/desarrollo-territorial/Estudios-Territoriales/Estudios-
y-Ejercicios/Paginas/Brechas.aspx
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Razón Pública. Disponible en: http://www.razonpublica.com/index.php/conflicto-drogas-
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despu%C3%A9s-del-acuerdo.html
Guarín, S., Meza, C., & Tovar, Paulo., (2015). Capacidades locales para la Paz: Resultados y
recomendaciones nacionales . Fundación Ideas para la Paz (FIP). Bogotá Colombia.
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Guarín, Sergio., (2017). Lecciones sobre tierra y paz. Fundación Ideas para la Paz. Colombia.,
Disponible en: http://www.ideaspaz.org/publications/posts/1501
60
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ranking” de los departamentos con los mayores conflictos de los suelos en Colombia.
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Programa de Desarrollo y Paz del Magdalena Medio, (2017). Análisis de Contexto Bolívar.,
Barrancabermeja, Colombia.
Programa de Desarrollo y Paz Vallenpaz, (2017). Análisis de Contexto Cauca., Cali, Colombia.
61