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Monición de Entrada:

(Puede eliminarse o modificarse por otra)


Estamos reunidos para celebrar la eucaristía en
acción de gracias al Señor por el ser y la misión del
maestro. Él educa integralmente a la niñez y a la
juventud. Por eso, el educador desempeña un
papel preponderante en la sociedad. Oremos, pues,
durante esta eucaristía, por todos los maestros en
ejercicio.
“La gracia que se os ha concedido de enseñar a los
niños, de anunciarles el Evangelio y de educar su
espíritu religioso es un gran don de Dios”, decía San
Juan Bautista de la Salle, fundador de los Hermanos
de las Escuelas Cristianas
Pasaba muchas horas en oración y les insistía a los
miembros de su comunidad que lo que más éxito
consigue en la labor de un educador es orar, dar
buen ejemplo y tratar a todos como Cristo lo
recomendó en el evangelio: "haciendo a los demás
todo el bien que deseamos que los demás nos
hagan a nosotros". Fue nombrado Patrono de los
educadores.

Antífona de entrada Cf. Mc 10, 14


Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan,
porque de ellos es el reino de Dios, dice el Señor. (T.
P. Aleluya).

Oración Colecta
Dios nuestro, que elegiste a san Juan Bautista de
la Salle
para orientar cristianamente la educación de la
juventud,
suscita en tu Iglesia maestros
que se entreguen con generosidad
a la formación humana y cristiana de los
jóvenes. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Lectura de la Epístola a los Filipenses 4, 4-9.

Hermanos: Alégrense siempre en el Señor. Insisto:


¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a
todos. El Señor está cerca. No se inquieten por
nada; más bien, en toda ocasión, con oración y
ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle
gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo
entendimiento, cuidará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús.
Por último, hermanos, consideren bien todo lo
verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo
puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración,
en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio.
Pongan en práctica lo que de mí han aprendido,
recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios
de paz estará con ustedes.
Palabra de Dios.

Salmo 39
Aquí esttoy, Señor, para hacer ttu volunttad.

Yo esperaba con ansía al Señor,


Él se inclinó y escuchó mi grito
me puso en la boca un cántico
nuevo, un himno a nuestro Dios.
/R.

Aquí esttoy, Señor, para hacer ttu volunttad.

Tú no quiere sacrificios ni
ofrendas, y en cambio me abriste
el oído,
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: “Aquí
estoy”. /R.

Aquí esttoy, Señor, para hacer ttu volunttad.


Como está escrito en mi libro:
para hacer tu voluntad;
Dios mío lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. /R.

Aquí esttoy, Señor, para hacer ttu volunttad.

He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. /R.

Aquí esttoy, Señor, para hacer ttu volunttad.

+ Lecttura del santto evangelio según san Juan (15,9-


17):
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Como el Padre me ha amado, así os he amado yo;
permaneced en mi amor. Si guardáis mis
mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo
mismo que yo he guardado los mandamientos de mi
Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de
esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra
alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento:
que os améis unos a otros como yo os he amado.
Nadie tiene amor más grande que el que da la vida
por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis
lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque
el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os
llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre
os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me
habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he
destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro
fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en
mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis
unos a otros.»

Palabra del Señor


PETICIONES:
Dios Padre, por tu Hijo Jesucristo, en el Espíritu Santo,
te presentamos las siguientes

peticiones: Respondemos: Padre,

escúchanos.

1. Te pedimos, Señor, por la sociedad, para que


valore el significado y la importancia de la
vocación del maestro. Oremos.

2. Te pedimos, Señor, por la niñez y la juventud,


para que asuman la formación recibida de sus
maestros. Oremos.

3. Te pedimos, Señor, por los maestros, para que por


medio del compromiso con su vocación construyan
una nueva sociedad. Oremos.

4. Te pedimos, Señor, por la Iglesia, para siga


adelante con la misión evangelizadora,
como madre y maestra. Oremos.

Escucha Padre las peticiones que te hemos dirigido,


en
el Espíritu Santo, por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.

Oración sobre las ofrendas


Acepta, Padre, los dones de tu
pueblo en la conmemoración de
tus santos,
y por la participación de este misterio
concédenos manifestar en nuestra
vida los ejemplos de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DE LOS SANTOS I
LA GLORIA DE LOS SANTOS

V. El Señor esté con ustedes.


R. Y con tu espíritu.

V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.

V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.


R. Es justo y necesario.

En verdad es justo y
necesario, es nuestro deber
y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo,
Dios todopoderoso y eterno.

Tú eres celebrado en la asamblea de los santos


y al coronar sus méritos coronas tus propios
dones; nos das el ejemplo de su vida,
la comunión en la unidad y la ayuda de su
intercesión para que, animados por su presencia,
lleguemos victoriosos a la eternidad deseada,
y recibamos con ellos la corona incorruptible de
la gloria,
por Jesucristo, Señor nuestro.

Por eso, con los ángeles y


arcángeles, y unidos con todos
los santos
cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de comuniónMt. 18, 3


Si no se convierten y no se hacen como niños,
no entrarán en el reino de los cielos, dice el Señor.
(T.
P. Aleluya).
Oración después de la comunión
Dios todopoderoso,
concédenos los frutos de esta santa
comunión, y, a ejemplo de san N.,
conservemos en el corazón y llevemos a la
práctica el amor a los demás y la luz de tu
verdad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.

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