En el capítulo tres del manual de publicaciones APA se incluyen sugerencias en
cuanto a la organización de un documento, su redacción, la gramática e, incluso, las maneras de evitar discriminar, en un escrito académico, a los participantes de una investigación por sus condiciones o elecciones de vida. Organización Para Robert A. Day y Barbara Gastel –autores de Cómo escribir y publicar un artículo científico– es necesario aprender a apreciar la belleza pura de las oraciones simples, aquellas compuestas por sujeto verbo y predicado, para evitar muchos problemas gramaticales y hacer que los artículos se entiendan mejor. Sí se pueden escribir textos en menos palabras y ser claros al mismo tiempo. A veces los artículos más largos son los dueños de la atención del lector, pero esto no significa que la mantengan a lo largo de la lectura y, mucho menos, que la extensión de un texto defina su calidad, porque pueden hacerse textos cortos pero sustanciosos. Cualidades de la redacción No obstante, ¿por qué es importante no extenderse?. Sencillamente porque la redacción demasiado rebuscada puede hacer que el lector pierda de vista las ideas principales de un artículo. Para William Zinsser, escritor y crítico literario estadounidense, nuestra sociedad se está ahogando con palabras innecesarias, construcciones circulares, lenguaje rebuscado y jerga sin significado. Por esto, APA recomienda utilizar conectores para que haya ilación en las palabras, expresarse con fluidez; utilizar un tono adecuado para hacer que un artículo sea atractivo, directo e interesante para el lector; evitar la palabrería, escribir lo suficiente, y evitar la redundancia, especialmente cuando se quiere ser muy enfático. Sin embargo, no se puede ser ni muy simple, porque se corre el riesgo de producir aburrimiento, ni muy extenso, porque se confunde al lector. Para escribir un buen artículo académico lo mejor es hallar un equilibro variando la extensión de los párrafos, sin obviar la importancia de la claridad de los escritos, y estando muy atento al vocabulario utilizado. Para Alton Blakeslee –científico, escritor y editor de The Asociated Press, agencia de noticias estadounidense– hay que tenerles consideración a los lectores, no porque sean ignorantes, sino porque son inocentes del tema que se habla y su jerga. Existe una gran diferencia entre escribir para una persona y escribirle a una persona, en cualquier texto es necesario tenerlo en cuenta porque un escritor o investigador no querría que su comunicación se dañara por la ambigüedad. Encontrar una redacción clara y precisa soluciona el problema. Aunque a veces ni nosotros mismos nos damos cuenta de los fallos en nuestros escritos porque llevamos tanto tiempo leyéndonos que inconscientemente ignoramos los errores que tienen. Para que esto no ocurra siga el siguiente procedimiento: (a) Desarrolle sus ideas a partir de un esquema y un borrador, para seguir la lógica y guiar el informe. (b) Haga a un lado el borrador y corríjalo más adelante. (c) Pídale a más de un colega que lea su escrito. (d) También puede leer su manuscrito en voz alta. Reducción de discriminaciones “El hecho de que exista una minoría privilegiada no compensa ni excusa, la situación de discriminación en la que viven el resto de sus compañeros” (Simone de Beauvoir). Cuando se trabaja con personas, es importante tener mucho cuidado en la forma de referirse a los individuos en los escritos (a) porque si los incluye en un artículo académico es porque fueron importantes para su investigación y sin ellas tal vez ésta no hubiera podido llevarse a cabo y (b) porque todos los seres humanos merecen respeto a pesar de que usted difiera con sus condiciones o elecciones de vida. APA tiene tres principios generales para reducir la discriminación en escritos académicos: 1. Describa con el nivel de especificidad apropiado: En ocasiones es necesario ser muy específicos en las publicaciones académicas; por ejemplo, cuando se trata de la edad. Pero, se debe evitar distinguir las diferencias entre personas; como el estado civil, la orientación sexual, la identidad étnica y racial y las discapacidades, que solo se concretan cuando sea necesario. 2. Sea sensible a las etiquetas: Es aquí donde se les debe preguntar a las personas cómo prefieren que las llamen; además, se debe procurar no tratar a seres humanos y objetos del mismo modo; por ejemplo, amnésico no es lo mismo que un paciente amnésico y se debe tener cuidado la utiliacion de grupos dominantes en constrate con minorías. 3. Reconozca la participación: Como los seres humanos que participaron en su investigación son importantes para el desarrollo de la misma, se debe reconocer que son participantes del estudio refiriendose a ellos como tal. Gramática y uso del idioma La gramática es un conjunto de reglas de la lengua que sirven para mejorar el uso que se hace de las palabras; por ejemplo, la ortografía o la sintaxis. Cualquier persona puede cometer un error de gramática al escribir, el problema es que se ha vuelto tan importante que en el momento de cometer errores al utilizarla se pueden ocasionar distracciones, ambigüedad y obstrucciones en la comunicación, por eso es necesario repasarla –puede hacerlo aacediendo a la Nueva gramática de la lengua española o el Diccionario panhispánico de dudas, otorgados por la RAE (Real Academia de la lengua Española)– Conclusión Para Hermann Bondi, físico y matemático austriaco, la ciencia es una actividad social fundamental, el hecho de que sea social implica que depende de la buena comunicación, pues en caso de que un invesrigador no sea claro e intiligible en una publicación, ésta no va a servir de mucho para futuros estudios; el problema en el fallo, radica en que el verdadero propósito de la ciencia es producir artículos que transmitan conocimiento con críticas y pruebas de trabajos anteriores, y que estos mismos escritos sirvan de referencia para otros futuros. La académia es un ciclo repetitivo de conocimiento, diariamente se producen artículos con diferentes propósitos que a la vez son la inspiracion de otros investigadores para continuar con la publicación científica; no obstante, hay muchos textos que se pierden en el olvido, sea por la cantidad del contenido o por la forma en la que están escritos. Si bien un artículo mediocre en contenido no merece hacer historia, rechazar una publicación académica con un buen argumento por su gramática o redacción es deprimente. Como una vez Oscar Wilde dijo “cualquiera puede hacer historia; pero solo un gran hombre puede escribirla” Por más valioso que sea el contenido de un texto, si este no está bien escrito, para que sea entendido por los demás, nunca va a servir de nada haberlo publicado alguna vez, pues si no se sabe que dice y se vuelve aburrido, repetitivo, largo y tedioso va a perder el interés del lector y nunca logrará el cometido de cualquier publicación académica: ser la inspiración o la base para más investigaciones en el campo y, de este modo, la raíz del conocimiento. Finalmente, no hay que olvidar la importancia del respeto hacia los demás y los daños que ha causado la discriminación en personas que antes de todo son seres humanos. “No me gusta poner etiquetas. Cualquier tipo de etiqueta limita. No me interesa la literatura que excluye, la literatura que se hace para un solo grupito de iluminados que viven en un olimpo separado de los demás.” (Laura Esquivel)