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Nombre y Apellido: Vanesa Jacqueline Alfaro

Título del informe: Escena de escritura, escena de lectura

Cátedra: Literatura Española

Docente: Fernanda Spada

Institución educativa: Universidad Autónoma de Entre Ríos

Fecha: 26/06/17
Informe de lectura: Escena de escritura, escena de lectura

1-Laura Scarano es una poeta argentina, docente universitaria, especialista en


investigaciones sobre poesía española contemporánea. En sus trabajos la
autora hace referencia a la posición del autor en la poesía y de cómo la misma
tiende a desacralizar al poeta, por otro lado habla de la experiencia del autor y la
cercanía con el lector.

La palabra autor lleva un sentido de origen decisivo antes que la simple


descripción de una actividad relacionada con la noción de autoridad o propiedad
literaria. Para posicionarse como autor no basta con escribir, se necesita algo
más que eso, se trata de hacer circular entre el público por medio de lo impreso.
Una de las figuraciones dominantes de la primera persona lirica ha sido y es sin
duda la del poeta, como personaje protagónico de la poesía es solo una de las
facetas comprometidas en el repliegue autorreferencial del discurso, que posee
una larga y rica genealogía. Poeta, poema, poesía, constituyen una matriz
especulativa y necesariamente incluye un debate en torno a la relación del
lenguaje y la realidad por un lado y la interacción entre el yo como poeta y como
autor por el otro.

Laura Scarano propone entender y escribir poesía como expresión de un


momento, de una cultura, donde influye la historia, la trayectoria, el autor, ver
como en el texto hay huellas y preocupaciones sociales-culturales. Hablar de
discurso autorreferencial de una obra es construir el imaginario del poeta con las
autoimágenes y anti imágenes de sí mismo, la reflexión sobre esas mismas
imágenes provistas por sus metatextos, que ponen en juego el sistema completo
de sus valoraciones, elecciones y disensos en el espacio literario.

Esta construcción de una imagen de escritor conjuga una ideología literaria con
una ética de la escritura que compromete la estética del escritor y que lleva a
convertirse en una moral del estilo y de la forma. La poesía aborda esta flexión
autorreferencial desde la construcción de una auténtica “escena de la escritura”
como motivo tópico de la tradición a partir de sus ingredientes fundamentales: el
quién, el cómo, el dónde, el cuándo.

El poeta como personaje es un ente de papel, una criatura amasada con


palabras, plenamente asumido en su naturaleza teatral, como enseñaron los
ilustrados. Si el poeta es el protagonista del discurso, el poema es su escenario
y el lector es su imaginario interlocutor y oyente. En el territorio del poema, el yo
se vive como una figuración, y de sus diversos rostros la máscara del poeta es
la que pertenece de manera más legítima.

2-Conectar al lector con experiencias cotidianas, con los afectos, los


sentimientos, la valoración del cuerpo son temas de importancia dado que son
el fundamento con que pueden hablar más directamente con el lector.

Todo texto articula el mundo de la obra con el mundo del lector, es el escenario
donde se hace posible la conjunción de ambos mundos (intenso y extenso), pero
que siempre lo trasciende hacía otros contextos. El texto impone una forma y se
ofrece como garante para que le lector complete, comparta y elabore desde allí
su propia forma. El yo en este sentido es una puesta en escena para la mirada
del otro, su historia tiene sentido en tanto es reconocible por el lector. Este
proceso de identificación se acentúa cuando se suma a una “ilusión
autobiográfica”, planteando el argumento el argumento del desarrollo de un
individuo con el que el lector puede identificarse, convirtiendo al poema en un
incidente de su propio desarrollo. De esta manera la poesía resulta autoficcional
tanto para el autor como para el lector, y no tanto por lo que en ella ocurre, sino
por lo que significa. Lo autobiográfico ha comenzado a inundar no sólo los
géneros literarios, la televisión, el cine, etc, hay un estallido del yo y en torno al
cuerpo. La autobiografía es una construcción, una versión que uno hace, el autor
juega con su propio yo.

En el poema la atracción del lector al lugar del poeta viene dada por la
contundencia relacional de la deixis, la cual es un lazo fantasmal que liga los
nombres a un yo y opera este encuentro de dos subjetividades. Este momento
hermenéutico del encuentro con ese otro real es lo que llamamos “la escena de
la lectura”, aunque solo trazado como imagen deseada en el poema, el lector.
De esta manera se da lugar al lector cómplice, el cual llega a ser coparticipe y
copadeciente de la experiencia por la que pasa el creador. La posición-sujeto
tanto en el lector como en el autor es una figuración ficcional, imagen acariciada
y edificada por ese autor implícito a quien hacemos responsable de las
orientaciones ideológicas del poema. En este contexto el autor no hablará por sí
mismo sino por el imaginario social y cultural y los problemas que está viviendo,
no hay que separar los textos de las realidades en las que aparecen.

Esta complicidad que sustenta el pacto en la escritura autobiográfica por lo


general guía la actividad del lector, el cual indaga en la experiencia ajena, su
memoria traza similitudes y coincidencias que le permiten convertirse en el
protagonista del relato que está leyendo. Los lectores al leer un libro, se apropian
de lo que leen, dejando deslizar entre las líneas sus deseos, sus fantasías y
angustias. La lectura que habla de la experiencia verbalizada del otro en la obra
literaria nos permite dar nombres a los estados por los que atravesamos, nos
permite domesticar miedos, indagar en distintas direcciones y nos permite
discernir aquello que sin el libro el lector no habría visto en sí mismo. La distancia
entre el poeta y el lector aparece cuando acaba el poema.

La idea de que la escritura y la lectura sean producidas a partir de esquemas


mentales y afectivos que constituyen la cultura, nos permiten pensar la literatura
como un instrumento de creación de vínculos sociales, de relaciones
intersubjetivas. El proceso de reapropiación es incesante y sujeto situaciones
históricas diferentes.
Bibliografía
Scarano, L. (2007) Palabras en el cuerpo. Edit. Biblos, Bs As.

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