Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Documento de Consenso
SEP-SEN
Depresión
en pacientes con
enfermedades neurológicas
Patrocinado por
SOCIEDAD ESPAÑOLA
DE NEUROLOGÍA
Portada SEP-SEN 18/09/12 11:21 Página 4
© Saned 2012
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, almacenada o transmitida en
cualquier forma ni por cualquier procedimiento electrónico, mecánico, de fotocopia, de registro o de otro tipo sin la
autorización por escrito del titular del Copyright.
ISBN: 978-84-96835-63-4
Depósito legal: M-31754-2012
Índice
DEPRESIÓN EN LA ENFERMEDAD DE
ALZHEIMER Y OTRAS DEMENCIAS 9
1. Introducción ..................................................................................... 9
2. Epidemiología.................................................................................11
3. Enfermedad de Alzheimer ........................................................ 11
4. Degeneración frontotemporal ................................................ 11
5. Enfermedad por cuerpos de Lewy difusos.......................... 12
6. Degeneración corticobasal....................................................... 13
7. Enfermedad de Huntington ..................................................... 13
8. Enfermedad de Parkinson ......................................................... 13
9. Demencia vascular....................................................................... 13
10. Cuidadores de pacientes con demencia.............................. 14
11. Valoración clínica de la depresión en la demencia .......... 14
12. Orientación terapéutica ............................................................ 18
Bibliografía............................................................................................. 24
Prólogo
y SEN, respectivamente), a plantearse la reali- otra parte, resulta evidente que el abordaje
zación del presente texto, fruto del consenso multidisciplinar es necesario en un gran nú-
entre especialistas pertenecientes a ambas so- mero de entidades clínicas. Por todo ello, espe-
ciedades. Su objetivo fundamental es propor- ramos que el presente texto suponga una
cionar a los clínicos una herramienta para el aportación más en lo que esperamos que sea
diagnóstico y tratamiento de los trastornos de- un trabajo conjunto fructífero y duradero.
presivos en las enfermedades neurológicas. Es
un hecho conocido que existen pocos datos
Los coordinadores
procedentes de estudios rigurosos acerca de la
Manuel Martín Carrasco
depresión en enfermedades neurológicas. De
Director del Instituto de Investigaciones
ahí que la metodología de consenso haya pa-
Psiquiátricas. Centro de Investigación de la
recido la más adecuada para abordar los pro-
Fundación Mª Josefa Recio (Hermanas
blemas clínicos que plantea la depresión en
Hospitalarias). Bilbao
las enfermedades neurológicas.
Secretario de la Sociedad Española
Finalmente, queremos señalar que este tra-
de Psiquiatría
bajo común supone un paso adelante en la
colaboración entre ambas sociedades. A estas Jorge Matías-Guiu Guía
alturas del avance en el conocimiento de la fi- Jefe de Servicio de Neurología. Hospital
siopatología neurobiológica, no cabe duda de Clínico San Carlos. Madrid
que hay una amplia parcela de colaboración Vicepresidente Primero y Responsable del Área
en el tratamiento de nuestros pacientes, que Económica, Historia y Cultura de la Sociedad
con una gran frecuencia, son los mismos. Por Española de Neurología
00 PRIMERAS SEP-SEN_00 PRIMERAS SEMERGEN SEN 23/10/12 06:40 Página 5
Coordinadores
Manuel Martín Carrasco
Director del Instituto de Investigaciones Psiquiátricas. Centro de
Investigación de la Fundación Mª Josefa Recio (Hermanas
Hospitalarias). Bilbao
Secretario de la Sociedad Española de Psiquiatría
Autores
Miquel Baquero Toledo
Servicio de Neurología. Hospital Universitario y Politécnico La Fe.
Valencia
Profesor asociado de la Universidad de Valencia
Miembro de la Sociedad Española de Neurología
Jesús Porta-Etessam
Unidad de Cefaleas. Servicio de Neurología. Hospital Clínico San
Carlos. Madrid
Profesor asociado de la Universidad Complutense de Madrid
Miembro de la Sociedad Española de Neurología
Introducción
Manuel Martín Carrasco
Jorge Matías-Guiu
y SEN, respectivamente), a plantearse la reali- Finalmente, queremos señalar que este tra-
zación del presente texto, fruto del consenso bajo común supone un paso adelante en la
entre especialistas pertenecientes a ambas so- colaboración entre ambas sociedades. A estas
ciedades. Su objetivo fundamental es propor- alturas del avance en el conocimiento de la fi-
cionar a los clínicos una herramienta para el siopatología neurobiológica, no cabe duda de
diagnóstico y tratamiento de los trastornos de- que hay una amplia parcela de colaboración
presivos en las enfermedades neurológicas. Es en el tratamiento de nuestros pacientes, que
un hecho conocido que existen pocos datos con una gran frecuencia, son los mismos. Por
procedentes de estudios rigurosos acerca de la otra parte, resulta evidente que el abordaje
depresión en enfermedades neurológicas. De multidisciplinar es necesario en un gran nú-
ahí que la metodología de consenso haya pa- mero de entidades clínicas. Por todo ello, espe-
recido la más adecuada para abordar los pro- ramos que el presente texto suponga una
blemas clínicos que plantea la depresión en aportación más en lo que esperamos que sea
las enfermedades neurológicas. un trabajo conjunto fructífero y duradero.
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 9
Depresión en la
enfermedad de Alzheimer
y otras demencias
Miquel Baquero Toledo (SEN)
Manuel Sánchez Pérez (SEP)
mación clínica dista de ser sencilla. Por un lado, el sistema límbico, fundamentalmente en rela-
ciertos síntomas neurológicos pueden enmas- ción con la motivación, el placer y el sentido
carar la expresión del estado del ánimo, o vice- del logro; los circuitos frontosubcorticales, en
versa, confundirse con manifestaciones propias relación con la planificación de objetivos, la
de la depresión. De este modo, la relación entre iniciativa, la génesis de sensación de utilidad y
la sintomatología cognitiva y la afectiva se in- esperanza, o su ausencia en otros casos; el hi-
terpreta en unos casos como etiológica causal potálamo, en aspectos relacionados con el
y, en otros casos, como consecutiva, generando sueño y los apetitos y las apetencias; el córtex
en la práctica clínica y en el análisis teórico am- frontal dorsolateral, en función de la velocidad
plios campos de confusión. Entre la expresión psicomotora. Muchos de estos circuitos y áreas
inicial con sintomatología depresiva de la en- anatómicas sufren daños histológicos y funcio-
fermedad que causa afectación de la cognición nales como consecuencia de los procesos que
y la constatación de que el trastorno afectivo provocan demencia. Las implicaciones neuro-
motiva la falta de rendimiento cognitivo, con biológicas pueden llegar al nivel bioquímico y,
facilidad se generan controversias cuya conci- de hecho, se han demostrado alteraciones bio-
liación dista de ser fácil. La aplicación de crite- químicas típicas de la enfermedad de Alzhei-
rios diagnósticos estrictos de depresión, por mer afectando a grupos de pacientes con de-
otra parte, tiene como resultado el infradiag-
presión en edades avanzadas de la vida, y son
nóstico y la minusvaloración de la frecuencia e
abundantes las implicaciones de los sistemas
intensidad de los síntomas afectivos en este
colinérgico, serotoninérgico, adrenérgico y do-
grupo de trastornos. La complejidad de las re-
paminérgico en la génesis o mantenimiento
laciones descritas favorece que se hayan desa-
de síntomas depresivos. Llama la atención que
rrollado conceptos prácticos como el de sínto-
todavía no haya podido ser demostrado in-
mas psicológicos y conductuales de la demen-
equívocamente con las actuales técnicas de
cia que ha promulgado la IPA (International Psi-
neuroimagen que la alteración histopatológica
cogeriatric Association ). Como una postura
del proceso que causa el deterioro cognitivo
práctica, los autores proponen, por todas estas
afecte las vías frontosubcorticales en modo en
consideraciones, favorecer el diagnóstico de
que se lleguen a generar síntomas depresi-
depresión, o al menos el reconocimiento de los
vos2. Todavía no conocemos estudios que rela-
síntomas depresivos en enfermedades neuro-
cionen los propios depósitos histopatológicos
degenerativas, con un objetivo doble: optimi-
característicos de cada entidad nosológica
zar el planteamiento terapéutico de modo que
[placas seniles y ovillos neurofibrilares en la
pueda mejorarse el estado clínico de la perso-
enfermedad de Alzheimer; cuerpos de Lewy
na afectada con todos los beneficios que ello
puede conllevar de modo añadido al entorno en la entidad que lleva su nombre; otras inclu-
inmediato y al conjunto de la sociedad y, por siones en los distintos tipos del llamado com-
otra parte, reconocer debidamente la exten- plejo Pick o la degeneración frontotemporal
sión de la afectación en todas las esferas. Por (sensu lato)] con el desarrollo de los síntomas
ello entendemos que la detección, la evalua- depresivos.
ción y la valoración de síntomas depresivos son Para el clínico en general es de especial
especialmente relevantes en personas con en- importancia:
fermedades neurodegenerativas, que afectan a • Incidencia, prevalencia y relevancia de
la cognición, o en las que este diagnóstico se los síntomas depresivos en estados de
sospecha. demencia y predemencia.
La depresión, por otra parte, tiene no sólo • Papel de la depresión en generar tras-
expresión emocional, sino también cognitiva, torno cognitivo y en modificar la apa-
neurovegetativa, motivacional, psicomotora y riencia clínica de las alteraciones neuro-
endocrina. Las bases fisiopatológicas no son lógicas.
bien conocidas. • Valor clínico de los trastornos depresi-
Neurobiológicamente se han implicado en vos en cuanto a pronóstico o a diagnós-
la depresión muchas estructuras anatómicas: tico clínico.
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 11
demencia por infarto estratégico. La opinión tasa de sintomatología depresiva entre este
experta más corriente sobre pacientes con de- colectivo constituye, en cifras brutas, un im-
mencia vascular suele expresar que la depre- portante grupo de personas afectas por sínto-
sión en la demencia vascular tiene una apa- mas depresivos cuya causa tiene un gran com-
riencia clínica similar a la depresión convencio- ponente social y situacional, y que puede
nal, mientras que en otras demencias puede tener una actuación preventiva o terapéutica
aparecer más bien como síntomas aislados o accesible y potencialmente efectiva cuya rele-
de alguna manera interpretables como depre- vancia es muy necesario averiguar.
sivos, más que claramente depresivos.
relevancia que estos síntomas merecen por sí ye a marcar ciertas diferencias con respecto a
mismos dado que se ven sumergidos entre la situaciones similares en pacientes no demen-
compleja sintomatología que comporta el de- ciados, en concreto la estabilidad temporal de
terioro cognitivo, funcional y conductual de los síntomas depresivos. La presencia de sínto-
estos enfermos (Figura 1). mas depresivos claros en un paciente con de-
Las características diferenciales de la de- mencia puede remitir de manera espontánea
presión en los síndromes de demencia consta- en periodos relativamente breves de tiempo
tan a menudo que los pacientes con demencia en un porcentaje elevado de casos. Esta carac-
presentan mayor dependencia emocional del terística clínica común, por otro lado, a mu-
ambiente y que pequeños cambios ambienta- chos de los síntomas psiquiátricos de las de-
les tienden a generar mayores niveles de es- mencias, puede tener implicaciones significati-
trés con respuestas de peor estado de ánimo, vas a la hora de diseñar estrategias terapéuti-
ansiedad y mayor preocupación. Por otro lado, cas en estos pacientes. Para algunos autores,
cuando el ambiente se normaliza, los pacien- en base a lo expuesto, puede establecerse la
tes refieren menos síntomas depresivos. Esta consideración de tratar o no estos síntomas,
observación ha llevado a algunos autores a in- especialmente en lo que a utilización de psico-
dividualizar el síndrome de vulnerabilidad emo- fármacos se refiere, en función del tiempo de
cional en la demencia, como condición clínica duración de los mismos; concretamente, episo-
que explica mejor los síntomas depresivos en dios depresivos de menos de 4 semanas de
muchos de estos pacientes y cuestionaría la duración podrían ser susceptibles de no recibir
conceptualización de algunos síndromes de- un tratamiento psicofarmacológico, salvo, lógi-
presivos en pacientes con demencia como au- camente, aquellos casos en los que estuvieran
ténticos cuadros depresivos. presentes síntomas de gravedad como riesgo
Dentro de las características clínicas que de suicidio, aparición de conductas regresivas
los cuadros depresivos adquieren en el con- como el rechazo activo de la ingesta con ries-
texto de una demencia, una de ellas contribu- go de deshidratación y desnutrición, la agita-
Pruebas DIAGNÓSTICO
complementarias
DEMENCIA
SÍNTOMAS
DEPRESIVOS
RELEVANTES Alzheimer Vascular
Otras D frontal
ISRS, demencias
IACEs,
otros
memantina
Figura 1. Algoritmo mínimo diagnóstico-terapéutico en personas con síntomas afectivos o síntomas cognitivos en
los que se sospeche enfermedad que pueda producir demencia.
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 16
ción asociada o la presencia de episodios de- nexión del ambiente, aparentemente sin justi-
presivos previos que requirieron ser tratados. ficación alguna, desconocida para el compor-
La apatía y los síntomas depresivos (estos tamiento habitual previo del sujeto, debería
últimos no siempre conformando un síndrome poner sobre aviso para la detección precoz de
depresivo mayor completo) constituyen dos un proceso que puede producir demencia. El
entidades de presentación muy frecuente en otro momento de interés para la correcta dife-
cualquier tipo de demencia. La ausencia de renciación de ambas condiciones tiene que
motivación e interés por el entorno, y por nue- ver con el abordaje elegido para tratarlas. Aun-
vos estímulos, constituye el núcleo sintomático que en el manejo terapéutico de los diferentes
principal de la apatía y suele estar presente síntomas psicológicos y conductuales de la de-
también, en mayor o menor medida, en los sín- mencia existen frecuentes estrategias comu-
dromes depresivos. El solapamiento del síndro- nes, la apatía y la depresión pueden responder
me amotivacional común a la apatía y a la de- de forma diferenciada a pautas farmacológicas
presión en los enfermos con demencia, dificul- y no farmacológicas distintas.
ta habitualmente la labor de diagnóstico dife- Desde el punto de vista clínico, en los
rencial de esta condición por parte del clínico casos en los que la apatía está presente de
(Figura 2). forma importante, ésta tiende a limitar o mati-
Existen dos momentos en el curso evoluti- zar la contundencia de otros síntomas más dis-
vo de un síndrome de demencia en los que re- ruptivos que hayan podido darse previamente.
sulta particularmente útil la correcta diferen- En este sentido, podría decirse que la apatía
ciación apatía y depresión. El primero está re- contribuiría a mejorar la expresión de otros
lacionado con las fases iniciales de los proce- síntomas psiquiátricos o conductuales en los
sos de deterioro cognitivo en las que son es- síndromes de demencias. Esta evolución
pecialmente frecuentes los cambios en la per- puede apreciarse, principalmente, en algunos
sonalidad del paciente como único síntoma. casos de demencia frontotemporal a lo largo
En este caso, una progresiva actitud de desco- de su progresión en el tiempo, con un predo-
Apatía Depresión
Desánimo
Falata de motivación Falta de interés Desesperanza
Falta de iniciativa Falta de energía Culpa y autocrítica
Indiferencia Falta de insight Ideas de suicidio
Enletencimiento Síntomas vegetativos
psicomotor (sueño, apetos)
Fuente: Traducido de Ishizaki J, Minura M. Dysthymia and apathy: diagnosis and treatment. Depress Res Treat.
2011:893905.
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 17
minio inicial de conductas de carácter más psi- que sucede con la depresión unipolar, espe-
copático que acaba en actitudes predominan- cialmente en pacientes ancianos con afecta-
temente apáticas. ción cognoscitiva, también en el trastorno bi-
En el diagnóstico diferencial entre los cua- polar de inicio tardío ha podido documentarse
dros afectivos del anciano y la demencia, resul- una reducción del volumen del núcleo cauda-
ta ya clásica la consideración de la pseudode- do, mayor que en sujetos controles, mediante
mencia depresiva o, más propiamente, el síndro- resonancia magnética nuclear (RMN) sin que
me de demencia de la depresión, que se defi- parezca guardar relación con el tiempo de du-
ne, esencialmente, como un deterioro intelec- ración o la edad de inicio de la enfermedad.
tual en un paciente con trastorno psiquiátrico Asimismo, se evidencia una mayor reducción
primario. Los síntomas se asemejan, al menos del volumen cerebral total de los pacientes
en parte, a los de la demencia orgánica, la afec- con inicio tardío de la enfermedad bipolar en
tación intelectual es reversible y se da en au- relación con los que la iniciaron más precoz-
sencia de un proceso neuropatológico prima- mente.
rio causante del deterioro cognitivo. Aunque la Adicionalmente, la expresión clínica de di-
depresión es su causa más frecuente, puede versos tipos de demencia puede incluir nume-
darse en numerosos cuadros psiquiátricos rosos síntomas del espectro afectivo, así como
(Tabla 2). manifestaciones conductuales de desinhibi-
Se estima que entre un 18-57% de ancia- ción que pueden ser observadas en la enfer-
nos deprimidos tienen un síndrome de de- medad de Alzheimer, la enfermedad de Pick,
mencia y que alrededor de 8-15% de demen- las demencias de origen vascular y, particular-
cias diagnosticadas son en realidad depresio- mente, las demencias frontotemporales (DFT).
nes. En seguimientos a 8 años hasta un 89% En este último grupo de demencias los sínto-
acaban evolucionando hacia una demencia. La mas del espectro maníaco han sido identifica-
presencia de pseudodemencia implica depre- dos en varios estudios, en comparación con la
sión con peor pronóstico. enfermedad de Alzheimer 14. Cuando se han
De igual forma, en los cuadros maníacos, utilizado las subescalas de desinhibición y eu-
especialmente en los pacientes de más edad, foria del Neuropsychiatric Inventory (NPI)15 se
puede darse la denominada pseudodemencia ha obtenido una prevalencia de la primera del
maníaca, que suele asociarse con frecuencia a 68% en DFT frente al 23% en enfermedad de
un infradiagnóstico del trastorno afectivo de Alzheimer y de la segunda del 36% frente al
base al quedar sumergido en la impresión clí- 7%. Cuando se ha realizado la misma compa-
nica del síndrome de demencia sin que éste ración utilizando las subescalas de agresividad,
haya sido confirmado mediante un adecuado trastornos afectivos, ansiedad y fobias, utilizan-
proceso de evaluación diagnóstica. Recientes do como instrumento de valoración el BEHA-
investigaciones han demostrado que, al igual VE-AD de Reisberg, se ha encontrado una pre-
valencia del 82,8% en DFT frente al 55,2% en En nuestro medio, la más utilizada es la escala
enfermedad de Alzheimer. Algunos instrumen- de depresión geriátrica de Yesavage (GDS) de
tos específicos para la medición clínica de sín- 30 ítems, con versiones breves de 15 ítems.
tomas psiquiátricos en las demencias fronto- Existen, incluso, versiones muy reducidas (5 ó
temporales como el Frontal Behavioral Inven- 4 ítems), útiles para el screening o despistaje
tory (FBI), identifican grupos de síntomas pre- sistemático de síntomas depresivos en ancia-
sentes en los estados maniformes como falta nos. En entornos asistenciales con escasez de
de atención, pérdida de insight, irritabilidad, jo- tiempo para la exploración psicopatológica
cosidad, conductas sociales inapropiadas, im- detenida, pueden resultar útiles estrategias
pulsividad, agresividad o hipersexualidad. de cribado sistemático que puedan identifi-
El trastorno bipolar y la demencia se han car sujetos ancianos en riesgo de sufrir de-
estudiado como entidades clínicas diferentes. presión y que merecerían un examen más de-
En contraste con la depresión unipolar, los tallado. Cuando el nivel cognoscitivo está
trastornos del espectro bipolar no han sido te- comprometido, la validez de estas escalas
nidos en cuenta con la misma frecuencia en el está muy reducida, por lo que resulta preferi-
diagnóstico diferencial de la demencia. Recien- ble utilizar instrumentos validados en estas
tes estudios proponen una aproximación entre condiciones. Algunas de ellas se han desarro-
los cuadros de inestabilidad del estado de llado con el objetivo específico de la identifi-
ánimo de inicio en la edad tardía y la demen- cación de síntomas depresivos en la demen-
cia a través de aspectos clínicos y neurobioló- cia, como la Dementia Mood Assessment Scale
gicos comunes entre ambas entidades, como o, de uso más común en los últimos años, la
el propuesto trastorno bipolar tipo VI o diáte- subescala de depresión/disforia del inventa-
sis bipolar de la demencia16. rio neuropsiquiátrico (NPI) de Cummings. Esta
Aunque hasta ahora se atribuía a la de- última, tras una pregunta de selección segui-
mencia una baja tasa de suicidio, se sabe ac- da de ocho preguntas de confirmación, esta-
tualmente que las fases incipientes de una de- blece una identificación clínica del síndrome,
mencia pueden exponer a un mayor riesgo de aunque con tendencia al sobrediagnóstico si
conductas autolíticas. Estudios epidemiológi- se utiliza en estudios clínicos o epidemiológi-
cos recientes sugieren que la disfunción cogni- cos. Se han publicado validaciones para el
tiva leve o la demencia leve son frecuentes en uso en pacientes con demencia de la escala
los intentos suicidas, que la asociación de dos de Yesavage de 30 y de 15 ítems y, reciente-
entidades frecuentes en la edad avanzada (de- mente, en castellano las versiones de 15 y 5
presión y disfunción cognitiva) incrementa el ítems17. La más utilizada y validada en caste-
riesgo de suicidio y, finalmente, que la afecta- llano es la escala de Cornell para valoración
ción de la capacidad cognitiva reduce la posi- de síntomas depresivos en la demencia18 y
bilidad de afrontar conflictos y aumenta las suele recomendarse su aplicación cuando la
denominadas respuestas catastróficas en las puntuación del Mini Mental Estate Examina-
que el paciente, atrapado en un conflicto que tion (MMSE) sea igual o inferior a 18 puntos
no comprende, o ante el que no es capaz de (Tablas 3 y 4 y Figura 3). Dada la dificultad en
ver una salida, responde con una conducta au- la valoración clínica de los síntomas depresi-
tolesiva de carácter impulsivo en la mayor vos en los pacientes con demencia, la familia-
parte de ocasiones y, más raramente, con rización con este tipo de instrumentos puede
algún grado de premeditación o planificación. resultar de ayuda para el diagnóstico de la
Esta condición parece especialmente relevante depresión y en su seguimiento terapéutico.
en situaciones de comunicación al paciente
del diagnóstico de demencia.
En el diagnóstico y, sobre todo, en el se-
12. Orientación
guimiento evolutivo de los pacientes ancia- terapéutica
nos deprimidos pueden resultar de ayuda las
escalas de valoración de síntomas depresivos No debería, a priori, descartarse ningún tra-
validadas para pacientes de más de 65 años. tamiento para los síntomas depresivos asocia-
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 19
CSDD=MADRS CSDD=MADRS
Consistencia interna GDS, NOSGER GDS, NOSGER
dos a enfermedades neurológicas que cursan otro lado. En cada caso merece que se estu-
con trastornos cognitivos. Ello incluye, pues no dien las posibilidades terapéuticas disponibles
sólo la usual farmacoterapia que seguidamen- de manera individualizada, sin eliminar expre-
te trataremos, sino también la terapia electro- samente de dicho estudio ningún caso mera-
convulsiva, por un lado, y la psicoterapia, por mente por su estado evolutivo (Tabla 5).
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 18/09/12 11:34 Página 20
Probablemente no
Escala Cornell ≥ 7 o respuestas “SÍ” a las deprimido,
No
preguntas reevaluar en 6
meses
Sí
No
Abstinencia y
¿Uso de alcohol? Sí monitorización
No
Probablemente no
Cornell ≥ 7 o aún sospecha de depresión No deprimido,
reevaluar en 6
meses
Sí
Probablemente deprimido:
1. Iniciar tratamiento AD
2. Información sobre la depresión
Hay que tener una cierta experiencia en el En la mayoría de casos los inhibidores se-
manejo de antidepresivos para acertar en el lectivos de la recaptación de serotonina (ISRS),
consejo terapéutico farmacológico en este y similares, resultarán la opción terapéutica
grupo de personas que sufren esta clase de preferible. Esta opción puede apoyarse en al-
procesos. Es esencial contar con la complici- gunos ensayos clínicos, siempre con escasa
dad del cuidador, que será muchas veces potencia estadística como para hacer reco-
quien juzgue los beneficios y enfrente los mendaciones generalizables a distintos grupos
efectos secundarios que puedan producir los de casos; entre los fármacos investigados po-
fármacos usados. En líneas generales, sin des- demos destacar sertralina, citalopram y escita-
atender los cambios sobre el entorno físico, lopram, que en virtud de su menor propensión
como promover actividad física, psíquica y so- a establecer interacciones farmacológicas po-
cial, y producir un entorno confortable en drían ser preferibles a paroxetina, y desde
cuanto a sonoridad (evitando ruidos, quizá po- luego a fluoxetina o fluvoxamina. El principal
niendo música) y luminosidad, y teniendo en inconveniente del uso de estos fármacos es su
cuenta que si el diagnóstico es enfermedad de propensión a generar hiporexia o anorexia y
Alzheimer se debe iniciar tratamiento con inhi- pérdida de peso. La pérdida de peso es un fe-
bidores de la acetilcolinesterasa (IACE) y valo- nómeno que ocurre en este grupo de trastor-
rar la respuesta de todos los síntomas a este nos asociado a la progresión de la enfermedad
grupo de fármacos, muchas veces se indica el neurodegenerativa, en lo que en tiempos se
tratamiento antidepresivo. definió como trastornos consultivos; la dismi-
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 18/09/12 11:34 Página 21
Medifoxamina,
IMAO-A reversible Uso no propuesto
brofaromina, toloxatona
Ritanserina, gepirona //
Ipsaparona,
tandospirona,
Grupos diversos felsinoxan, fengabina Uso no propuesto
// Sulpiride // Amisul-
pride, bupropion //
Minaprina
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 22
nución del apetito alimentario que producen aumentar paulatinamente la dosis, vigilando la
los ISRS tiene potencial para causar adelgaza- tolerancia, ajustando la dosis en el tiempo, con
miento y adelantar la caquexia terminal que el objeto de minimizar el impacto clínico de
caracteriza las últimas fases evolutivas de este los problemas de tolerancia y efectos secunda-
grupo de enfermedades. Otro efecto secunda- rios, al tiempo que se puedan valorar también
rio usual es el temblor, que puede aparecer o positivamente los posibles efectos deseables
exacerbarse, comúnmente de tipo postural, si que se buscan con el uso del fármaco. Una re-
bien algunos de estos fármacos se han vincu- comendación que puede ser difícil de seguir
lado con la aparición de parkinsonismo. Los en la práctica clínica común es vigilar estre-
efectos digestivos mucho más raramente son chamente la evolución de cada caso, juzgando
conflictivos, y a veces puede ser positivo su de manera continuada la pertinencia de la
efecto favorecedor de la motilidad intestinal. dosis, del fármaco usado y del propio uso de
Los ISRS resultan propuestos en algunas oca- fármacos para la situación de cada paciente de
siones específicamente para la demencia fron- modo continuado.
totemporal, pero actualmente no encontramos En edades avanzadas, en personas a ries-
datos para manifestar una preferencia del fár- go de tener enfermedad neurodegenerativa,
maco en función de la entidad nosológica pro- los síntomas depresivos pueden ser la prime-
bablemente causal del trastorno cognitivo. ra manifestación de un proceso neurológico.
Venlafaxina y mirtazapina también pueden En base a estos síntomas depresivos muchas
tener utilidad en el manejo de este grupo de veces no puede definirse la existencia de
pacientes. Carecen de la desventaja citada de este proceso ni mucho menos distinguir los
generar anorexia; mirtazapina, incluso, puede distintos procesos y diferenciarlos; pero esto
ser valorada positivamente en este aspecto ya probablemente pueda realizarse mediante el
que puede aumentar el apetito. No obstante, análisis del resto de datos clínicos y paraclí-
su tolerancia en este grupo de pacientes es nicos. En pacientes con alteración clínica-
bastante pobre, como todas las medicaciones mente más definida de trastorno neurodege-
en particular, pero podría ser una tolerancia nerativo, los síntomas depresivos pueden ser
peor que la de los ISRS a dosis comparables. la mayor fuente de carga de trabajo para el
Duloxetina es un fármaco más reciente, que entorno sociofamiliar de la persona afectada,
parece ser útil, si bien se ha asociado ocasio- empeorar la evolución notablemente y com-
nalmente con delirio. Agomelatina podría con- plicar enormemente el manejo y el trata-
tribuir a regular el ritmo circadiano, pero no miento. Por ello, recomendamos vivamente la
parece ser muy bien tolerado en personas detección y el tratamiento de los síntomas
afectadas por este grupo de trastornos. depresivos, ya que siempre son cuanto
Los antidepresivos tricíclicos son un grupo menos potencialmente tratables; y siempre
mal tolerado en el grupo de edad en el que se podemos ser capaces de proponer o encon-
dan las situaciones clínicas que aquí tratamos trar una medida terapéutica que pueda in-
y su potencialidad de agravar los trastornos de fluir positivamente en el estado del paciente
memoria, clínicamente evidenciable en nume- o en la carga que éste genera en su entorno.
rosos casos y que desarrollan fundamental- Si bien la recomendación general es sus-
mente en virtud de su efecto anticolinérgico, pender tratamientos cuya utilidad sea cuestio-
los hacen prácticamente contraindicados. La nable e intentar evitar el uso crónico infunda-
nortriptilina, que no está disponible en España do, hay que tener en cuenta que la supresión
como una formulación en monoterapia, posi- de los antidepresivos en pacientes con de-
blemente pueda ser la única opción útil. La mencia suele conllevar el empeoramiento de
trazodona puede ser útil, pero más en el ma- los síntomas depresivos y, en general, de los
nejo del insomnio y los trastornos ligeros de síntomas neuropsiquiátricos en pacientes con
conducta que en la terapéutica de los propios demencia19.
síntomas depresivos. En pacientes con enfermedad de Alzhei-
En cualquier caso, siempre hay que procu- mer, la recomendación terapéutica inequívoca
rar empezar el tratamiento con dosis bajas y inicial, también si existen síntomas depresivos,
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 23
es usar IACE. En cambio, usar IACE para tratar mas de depresión mayor asociados a enferme-
los síntomas depresivos en pacientes de eda- dades neurológicas como corea de Hunting-
des avanzadas, si no cumplen criterios diag- ton, enfermedad de Parkinson o deterioro cog-
nósticos de enfermedad de Alzheimer, no es nitivo secundario a patología vascular cerebral,
una opción terapéutica recomendable, más así como a procesos neurodegenerativos
cuando expresamente se ha mostrado una op- como la enfermedad de Alzheimer.
ción inefectiva20. En el caso de la depresión asociada a la
Un número de pacientes con trastornos enfermedad de Alzheimer, la eficacia terapéu-
depresivos y cognitivos asocian también agre- tica de la TEC ha sido contrastada por diversos
sividad, agitación o sintomatología delirante trabajos, incluso en ausencia de antecedentes
que necesita ser controlada con antipsicóticos. previos de depresión. Las dificultades para la
En ese contexto, no podemos dejar de llamar a administración de psicofármacos eficaces o la
la prudencia en el uso de este tipo de trata- necesidad de una rápida respuesta terapéutica
mientos, cuyo uso implica asumir el riesgo de ante un elevado riesgo de suicidio, constituyen
un aumento ligero de mortalidad en la perso- dos indicaciones básicas de la TEC21.
na a la que se le administra. Este aumento del Algunos autores defienden, incluso, su uso
riesgo de mortalidad, ligero pero evidente en como prueba terapéutica ante síntomas y alte-
los estudios, ha de ponderarse con la esperan- raciones conductuales posiblemente relacio-
za de vida en cada caso y la calidad de vida nadas con depresión subyacente como los gri-
del paciente y de su entorno, como mínimo. tos o las conductas regresivas. Los principales
Este aumento de la mortalidad con el uso de efectos adversos asociados a la TEC en pacien-
antipsicóticos especialmente en ancianos justi- tes con demencia están relacionados con el
fica que su prescripción en nuestro entorno agravamiento de la afectación de memoria,
esté regulada por el sistema de diagnóstico sobre todo en relación al número de sesiones
hospitalario o visado de inspección. Lo que es y la aplicación bilateral y a la posibilidad de
más difícil de explicar, y carece actualmente de presentar síndrome confusional agudo. Aun-
sentido, es que dicha regulación se limite a los que no existen contraindicaciones absolutas
antipsicóticos atípicos cuando los antipsicóti- debe actuarse con precaución en casos de hi-
cos convencionales tienen aún un riesgo pertensión endocraneal, aneurisma cerebral,
mayor de complicaciones y muerte y en cam- infección activa del sistema nervioso central o
bio no están sujetos a esta regulación. Asu- accidente cerebrovascular o traumatismo re-
miendo que en un principio las razones eco- ciente.
nómicas se sumaron a las científicas en el mo- Respecto a las opciones de tratamiento
mento de la toma de decisiones políticas, ac- en el entorno cuidador, parece lógico ofrecer
tualmente no existen esas razones económicas el soporte de la empatía del profesional y las
y las científicas son mayoritariamente contra- opciones usuales de asistencia social. Deben
rias al uso de antipsicóticos convencionales ser contempladas las opciones de consejo fa-
respecto al uso de antipsicóticos atípicos, miliar e individual; la participación en grupos
tanto como entre el uso de éstos y la absten- de apoyo y la accesibilidad continua del con-
ción de su uso, cuando dicha abstención sejo, cuando es necesario, han mostrado efi-
pueda producirse. cacia en movilizar redes sociofamiliares de
La terapia electroconvulsiva (TEC) constitu- apoyo, en disminuir los síntomas depresivos
ye un eficaz medio terapéutico para las indica- de los cuidadores e incluso en retardar la ins-
ciones en las que ha demostrado su eficacia titucionalización de los casos de demencia,
-depresión mayor, manía, esquizofrenia catató- todo ello de modo coste-efectivo. En cambio,
nica- desde que fuera introducida por Hugo la intervención en reuniones de familiares
Cerletti en 1933. Uno de los principales grupos con objeto de prevención del desarrollo de
de pacientes que se benefician de esta técnica síntomas depresivos en los cuidadores de de-
terapéutica son los de edad avanzada. En este mencia no está claro que tenga esta clase de
grupo de pacientes son frecuentes los sínto- efectividad22.
Capitulo 1 SEP-SEN_Cap 1 14/09/12 15:12 Página 24
Bibliografía
1. Taragano FE, Allegri RF, Krupitzki H, Saraso- 12. Olin JT, Schneider LS, Katz IR, Meyers BS,
la DR, Serrano CM, Loñ L, et al. Mild Beha- Alexopoulos GS, Breitner JC, et al. Provisio-
vioral Impairment and rik of dementia: a nal diagnostic criteria for depression of
prospective cohort study of 358 patients. J Alzheimer disease. Am J Geriatr Psychiatry.
Clin Psychiatry. 2009;70(4):584-92. 2002;10:125-31.
2. Lind K, Jonsson M, Karlsson I, Sjögren M, 13. Vilalta-Franch J, Garre-Olmo J, López Pousa
Wallin A, Edman A. Depressive symptoms S, Turón-Estrada A, Lozano-Gallego M, Her-
and white matter changes in patients with nández-Ferrándiz, et al. Comparison of dif-
dementia. Int J Geriatr Psychiatr y. ferent clinical diagnostic criteria for depre-
2006;21(2):119-25. sión in Alzheimer’s disease. Am J Geriatr
3. Caracciolo B, Palmer K, Monastero R, Win- Psychiatry. 2006;14(7):589-97.
blad B, Bäckman L, Fratiglioni L. Occurrence 14. Levy B. Improving memory without aware-
of cognitive impairment and dementia in ness: Implicit self-stereotyping in old age. J
the community: a 9-year-long prospective Personality Soc Psychol. 1996;71:1092-
study. Neurology. 2008;70(19 Pt 2):1778-85. 1107.
4. Berger AK, Fratiglioni L, Winblad B, Bäck- 15. Cummings JL, Mega M, Gray K, Rosenberg-
man L. Alzheimer's disease and depression: Thompson S, Carusi DA, Gornbein J, et al.
preclinical comorbidity effects on cognitve The Neuropsychiatric Inventory:compre-
functioning. Cortex. 2005;41(4):603-12. hensive assessment of psychopathology in
5. Baquero M, Blasco R, Campos-García A, dementia. Neurol. 1994;44:2308-31.
Fages E, Garcés M, Andreu-Català M. Estu- 16. Akiskal HS, Pinto O, Lara DR. Bipolarity in
dio descriptivo de los trastornos conduc- the Setting of Dementia: Bipolar Type VI?
tuales en el deterioro cognitivo leve. Rev Medscape Primary Care. 2005;6(2).
Neurol. 2004; 38(4):323-6. 17. Lucas-Carrasco R. Spanish versión of the
6. Mega MS, Cummings JL, Fiorello T, Gorn- Geriatric Depression Scale: reliability and
bein J. The spectrum of behavioural chan- validity in persons with mild-moderate de-
ges in Alzheimer's disease. Neurol. 1996; mentia. Int Psychogeriatrics. 2012, 24:1284-
46(1):130-5. 90.
7. Verkaik R, Nuyen J, Schellevis F, Francke A. 18. Pujol J, Azpiazu P, Salamero M, Cuevas R.
The relationship between severity of Alz- Sintomatología depresiva en la demencia.
heimer's disease and prevalence of comor- Escala de Cornell: Validación de la versión
bid depressive symptoms and depression: en castellano. Rev. Neurol. 2001;33(4):397-8.
a systematic review. Int J Geriatr Psychiatry. 19. Berg S, Selbaek G, Engedal K. Discontinua-
2007: 1063-86. tion of antidepressants in people with de-
8. Samuels SC, Brickman AM, Burd JA, Purohit mentia and neuropsychiatric symptoms
DP, Qureshi PQ, Serby M. Depression in au- (DESEP study): double blind, randomised,
topsy-confirmed dementia with Lewy bo- parallel group, placebo controlled trial.
dies and Alzheimer's disease. Mt Sinai J BMJ. 2012 ;344:e1566.
Med. 2004;71(1):55-62. 20. McDermott CL, Gray SL. Cholinesterase in-
9. Litvan i, Cummings J, Mega M. Neuropsy- hibitor adjunctive therapy for cognitive im-
chiatric features of corticobasal degenera- pairment and depressive symptoms in
tion. J Neurol Neurosurg Psychiatr y. older adults with depression. Ann Pharma-
1998;65:717-721. cother. 2012;46(4):599-605.
10. Joling KJ, van Marwijk HW, Smit F, van der 21. Sánchez-Pérez M. La terapia electroconvul-
Horst HE, Scheltens P, van de Ven PM, et al. siva en el tratamiento de la depresión en
Does a family meetings intervention pre- pacientes con demencia. Interpsiquis 2003.
vent depression and anxiety in family care- 22. Joling KJ, van Marwijk HW, Smit F, van der
givers of dementia patients? A randomized Horst HE, Scheltens P, van de Ven PM, Mit-
trial. PloS One. 2012;7(1):e30936. telman MS, van Hout HP. Does a family me-
11. Rosness TA, Mjørud M, Engedal K. Quality etings intervention prevent depression
of life and depression in carers of patients and anxiety in family caregivers of demen-
with early onset dementia. Aging Ment He- tia patientes? A randomized trial. PLoS
alth. 2011; 15(3):299-306. One. 2012;7(1):e30936.
Capitulo 2 SEP-SEN_Cap 2 14/09/12 15:13 Página 25
25
Depresión en la
enfermedad
de Parkinson
Francisco Javier Olivera Pueyo (SEP)
Rocío García-Ramos García (SEN)
síntomas no motores que principalmente son: son los relacionados con los trastornos del es-
las alteraciones cognitivo-conductuales, los tado de ánimo, con la disfunción cognitiva y
trastornos del ánimo, los trastornos del sueño, con los trastornos del comportamiento com-
los síntomas sensitivos (anosmia y dolor) y los plejos (síndrome disregulación dopaminérgica,
síntomas autonómicos (disfunción urogenital, trastorno del control de impulsos y punding).
estreñimiento e hipotensión ortostáticaI). Los En un estudio realizado por Aarsland (2007),
síntomas no motores de la EP constituyen a en que se estudió la frecuencia de síntomas
largo plazo los problemas más prevalentes e neuropsiquiátricos en pacientes con EP, se ob-
incapacitantes y que más disminuyen la cali- servó que los más prevalentes son la depre-
dad de vida de todo el espectro clínico de la sión (58%), la apatía (54%), la ansiedad (49%) y
enfermedad. las alucinaciones (44%), y que todos estos sín-
De los síntomas no motores, los que prece- tomas son más prevalentes en pacientes con
den al debut motor y se consideran síntomas demencia y clínica motora más avanzada. Un
precoces en la enfermedad de Parkinson son estudio publicado por el grupo español de Ku-
la anosmia, el estreñimiento, los trastornos del lisevsky (2008) obtuvo unas cifras más eleva-
sueño REM y la depresión, como consecuencia das en pacientes con EP y sin demencia: de-
de la degeneración precoz de sistemas no do- presión (70%), ansiedad (69%), apatía (48%) e
paminérgicos, tubérculo olfativo y núcleos del irritabilidad (47%). El estudio Priamo (2009), es-
tronco (locus ceruleus, núcleos del rafe y el nú- tudio multicéntrico sobre la afectación en la
cleo basal de Meynert), según el modelo de calidad de vida de los síntomas no motores,
Braak. Por lo tanto, hoy día se acepta que el muestra que de los síntomas no motores, el
inicio de la enfermedad precede a la expresión dominio psiquiátrico es el más frecuente
de las manifestaciones motoras, según los es- (67%), de ellos la apatía es el más incapacitan-
tudios con PET y SPECT, en al menos 4,5 años. te y que todos aumentan con la duración y la
El diagnóstico de la enfermedad de Parkin- gravedad de la enfermedad, así como con la
son es clínico y no hay técnicas diagnósticas evolución del deterioro cognitivo. La depre-
definitivas. El gold standard diagnóstico históri- sión aparece en el 22% de los pacientes.
co ha sido el hallazgo patológico de cuerpos La prevalencia media de depresión en la
de Lewy en la autopsia. En la práctica clínica el EP está en torno al 40% de los pacientes, con
diagnóstico está basado en la presencia de un intervalo de entre el 4-70% de los pacien-
una combinación de características motoras tes que varía en función de la metodología y
cardinales asociado a unos síntomas de exclu- criterios diagnósticos utilizados. En un estudio
sión y en la respuesta a la L-dopa. Las técnicas comunitario, utilizando criterios diagnósticos
de neuroimagen nos ayudan al diagnóstico di- formales, encontraron una frecuencia de de-
ferencial con otros parkinsonismos. Actual- presión mayor en el 13% de los parkinsonia-
mente existe el debate si es posible diagnosti- nos dementes comparado con el 9% de los no
car la EP en la etapa premotora. dementes. Se cree que es un síndrome no bien
reconocido e infratratado en estos pacientes.
En los pacientes parkinsonianos deprimidos
2. Depresión en la no hay prevalencia por ningún sexo.
enfermedad de Parkinson Se ha observado una distribución bimodal
de porcentajes de pacientes con depresión al
La importancia del reconocimiento y trata- inicio y en etapas más avanzadas de la EP. Aun-
miento de los síntomas neuropsiquiátricos en que algunos de los síntomas depresivos de la
la EP radica en el gran peso que tienen estos EP pueden surgir como una reacción al primer
síntomas en la disminución de la calidad de diagnóstico, el consenso es que las alteracio-
vida que tienen estos pacientes. Por lo que su nes específicas de la EP con degeneración de
reconocimiento y tratamiento son esenciales los sistemas monoaminérgicos son responsa-
para el correcto manejo de los pacientes con bles de este síntoma, debido a que a veces es
EP. un síntoma premotor. El aumento de la preva-
Los síntomas neuropsiquiátricos de la EP lencia de depresión con la evolución de la en-
Capitulo 2 SEP-SEN_Cap 2 14/09/12 15:13 Página 27
fermedad se ha asociado al aumento del dete- co) puede suponer el primer síntoma, la
rioro cognitivo en estos pacientes y a la grave- forma de presentación, de la enferme-
dad de los síntomas motores. dad de Parkinson.
Es probable, por consiguiente, que la de- • La depresión supone en sí misma un
presión en la EP sea consecuencia de la hipo- empeoramiento de la calidad de vida
actividad de las áreas corticales orbitofrontal y para el paciente y un mayor deterioro
límbica que aparece en estos pacientes como funcional asociado a la propia enferme-
consecuencia de la denervación corticolímbica dad.
noradrenérgica y serotoninérgica por pérdida
celular núcleo del rafe y locus coeruleus. Depresión y enfermedad de
Parkinson: los síntomas
3. Clínica comunes
Una de las mayores complejidades en el
El interés clínico de la depresión en la en- diagnóstico de la depresión en la enfermedad
fermedad de Parkinson se fundamenta en la de Parkinson son algunos síntomas de la pro-
posibilidad de que exista un perfil sintomático pia enfermedad que forman parte también
particular y característico que defina el síndro- con frecuencia de los síndromes depresivos,
me depresivo asociado a la EP y en las conse- entre ellos destacan1: astenia y falta de ener-
cuencias que la depresión pueda suponer para gía, enlentecimiento psicomotor, disminución
estos pacientes. Los aspectos sobre los que se de la expresión emocional (por ejemplo, ex-
plantea un mayor interés son: presión facial, hipomimia), enlentecimiento
• La afectación de los sistemas monoami- (bloqueo) cognitivo, dificultades de concentra-
nérgicos, predominantemente del siste- ción, disminución del apetito (hiporexia), pér-
ma dopaminérgico, pero también del dida de peso, alteración del sueño (insomnio o
noradrenérgico y del serotoninérgico. hipersomnia). En la Tabla 1 se expresan los as-
• Los síntomas de la enfermedad de Par- pectos clínicos que facilitan el diagnóstico di-
kinson que pueden solaparse con los ferencial.
síntomas depresivos y, por tanto, sea Todos estos síntomas, comunes en la EP,
fundamental su diagnóstico diferencial. exigen un diagnóstico diferencial por la posi-
• La frecuente comorbilidad de la depre- ble coexistencia de un síndrome depresivo.
sión en la EP con síntomas de ansiedad. Su clínica es fundamental puesto que, en
• La relación con el síndrome apático y la ocasiones, los pacientes son derivados a las
afectación de los circuitos fronto-subcor- consultas de Psiquiatría para descartar un tras-
ticales. torno depresivo y realmente se trata de los
Además, la repercusión clínica de los tras- pródromos de la enfermedad de Parkinson.
tornos depresivos en la EP es de una impor-
tancia máxima puesto que: Apatía y depresión
• Un síndrome depresivo (depresivo-apáti- Entre los síndromes asociados a la EP quizá
el que genera más interés es el de la apatía. • Insomnio o hipersomnia casi todos los
Este concepto fue propuesto en los años 90 días.
como la falta de motivación, tanto en los afec- • Enlentecimiento psicomotor o agitación.
tos, como en el comportamiento y en la cogni- • Astenia o pérdida de energía (anergia).
ción. Los criterios que la definen se describen • Sentimientos de desvaloración o culpa-
en la Tabla 2. bilidad excesiva o inapropiada.
Con frecuencia se superponen depresión y • Disminución de la capacidad para man-
apatía; esto se debe fundamentalmente a que tener la concentración.
la pérdida de interés y motivación es un factor • Pensamientos recurrentes de muerte.
clave en ambos síndromes. La clasificación de La depresión mayor no es tan frecuente en
los trastornos mentales del DSM-IV (American la EP como los síndromes apáticos o la depre-
Psychiatric Association, 1994) incluye la apatía sión subsindrómica (depresión menor), y apa-
como uno de los síntomas principales de la rece más en pacientes que ya presentaban an-
depresión. tecedentes depresivos personales y/o familia-
A pesar de estas coincidencias actualmen- res. Además las investigaciones sobre la vali-
te existen evidencias que demuestran que dez diagnóstica de la depresión en la enferme-
ambas entidades, apatía y depresión, pueden dad de Parkinson concluyen que los criterios
aparecer de forma independiente; siendo, por DSM-IV no son válidos y deberían ser revisa-
tanto, constructos diferentes que requieren un dos2.
distinto abordaje y tratamiento. De todos estos síntomas los que pueden
La apatía (y la anhedonia) se implica con presentar un valor diagnóstico superior son el
los sistemas de recompensa del córtex límbi- humor depresivo, los sentimientos de culpabi-
co, uno de los núcleos de las neuronas dopa- lidad, la ideación de muerte y la anhedonia;
minérgicas del mesencéfalo medial: el sistema puesto que el resto pueden formar parte de la
mesolímbico. La apatía concretamente se rela- clínica propia de la enfermedad de Parkinson
ciona con los circuitos fronto-subcorticales y como ya se ha comentado.
las vías dopaminérgicas y noradrenérgicas im- Por otra parte, la depresión suele aparecer
plicadas en ellos3. en la EP implicada con otros trastornos neu-
ropsiquiátricos, siendo la comorbilidad más
Depresión mayor frecuente:
La depresión mayor viene definida por la • Depresión y apatía.
presentación de cinco o más de los siguientes • Depresión y ansiedad.
criterios descritos en el DSM-IV: • Depresión y deterioro cognitivo.
• Humor deprimido presente práctica- Esta frecuente comorbilidad complica to-
mente todo el día. davía más el diagnóstico clínico de la depre-
• Disminución del interés (apatía) o el pla- sión.
cer por todas las actividades (anhedo-
nia). Depresión y ansiedad
• Pérdida o ganancia significativa de peso. La prevalencia de la ansiedad en la enfer-
Capitulo 2 SEP-SEN_Cap 2 14/09/12 15:13 Página 29
medad de Parkinson varía entre el 25 y el 40% • Trail Making Test (TMT) A y especialmen-
de los pacientes1. te el TMT – B.
Siguiendo con la clasificación DSM-IV los • Test de Stroop de colores y palabras.
síntomas que definen el trastorno de ansiedad • Fluencia verbal fonémica y semántica.
generalizada son al menos tres de los siguien- • Test de dígitos directo e inverso.
tes: • Test del reloj.
• Agitación o sensación de inquietud. En muchas ocasiones, la depresión es el
• Fatigabilidad (cansancio). síntoma inicial de las demencias subcorticales
• Dificultades de concentración. y de la demencia-Parkinson, y especialmente
• Irritabilidad. los síndromes depresivos apáticos; por ello es
• Tensión muscular. fundamental la exploración cognitiva de las
• Alteraciones del sueño (con dificultad funciones ejecutivas en la depresión de los pa-
para la conciliación o sueño interrumpi- cientes con enfermedad de Parkinson.
do o agitado).
Así, la fatigabilidad, las dificultades de con-
centración y las alteraciones del sueño son co- 4. Diagnóstico
munes en la depresión, en la ansiedad y en la
EP. El diagnóstico de depresión en la enferme-
No es sorprendente la asociación entre de- dad de Parkinson es un diagnóstico funda-
presión y ansiedad en la EP, puesto que la an- mentalmente clínico. Los criterios clínicos más
siedad y el miedo pueden estar mediados por utilizados son los que incluye el DSM–IV, ya co-
procesos que regulan la amígdala; y en la en- mentados.
fermedad de Parkinson se producen cambios El síndrome apático, la disminución de la
patológicos en la amígdala que incluyen atro- expresión emocional, el enlentecimiento psi-
fia y formación de cuerpos de Lewy en esa re- comotor obligan a la sospecha diagnóstica de
gión cerebral. un trastorno depresivo; pero el síntoma clínico
cardinal es el humor triste, la tristeza, que debe
Depresión y deterioro cognitivo acompañar al paciente a lo largo de la jornada
Depresión y demencia también comparten y prácticamente todos los días.
algunos síntomas con la enfermedad de Par- Cuando la tristeza se acompaña de pensa-
kinson como: mientos recurrentes de muerte, desesperanza
• Apatía. y, en ocasiones, culpabilidad, los síntomas son
• Deterioro cognitivo. concluyentes para el diagnóstico.
• Enlentecimiento psicomotor.
• Trastornos del sueño. Diagnóstico neuropsicológico
En relación con la apatía, la depresión y la Se han utilizado diferentes escalas para
afectación de los circuitos fronto-subcorticales evaluar la capacidad de detección de los tras-
puede producirse, en primer lugar, una altera- tornos depresivos en la enfermedad de Parkin-
ción de las funciones ejecutivas (síndrome di- son4. Algunas de ellas validadas y ampliamen-
sejecutivo) y, quizá, en una evolución de hasta te difundidas en nuestra práctica diaria:
un tercio de los pacientes, el desarrollo de una • Inventario de depresión de Beck ( Beck
demencia de perfil subcortical caracterizada Depression Inventory, BDI).
fundamentalmente por bradipsiquia, bradici- • Escala de depresión geriátrica (Geriatric
nesia, apatía, labilidad emocional, temblor, hi- Depression Scale, GDS) de 15 y 30 ítems.
pomimia, inestabilidad para la marcha, rigidez, • Escala de Hamilton para la depresión
afectación de las funciones ejecutivas, etc. (Hamilton Depression Rating Scale, HDRS).
En el caso de sospecha de deterioro cogni- • Escala de depresión de Montgomery-As-
tivo asociado a depresión será más apropiado berg (Montgomery-Asberg Depression Ra-
el estudio con test neuropsicológicos adecua- ting Scale, MADRS).
dos para la valoración de las funciones ejecuti- Aunque todos estos instrumentos han de-
vas, entre ellos los más sencillos: mostrado su utilidad, quizá el que ha presen-
Capitulo 2 SEP-SEN_Cap 2 14/09/12 15:13 Página 30
de hipotensión nocturna, con el objetivo sionales, suelen ser autolimitados y, por tanto,
de evitar caídas accidentales durante la la TEC está indicada en las depresiones resis-
noche. tentes de los pacientes con enfermedad de
• Quetiapina Parkinson7.
Es el neuroléptico de elección para el tra- La estimulación magnética transcraneal
tamiento de la sintomatología psicótica (EMT) es un método no invasivo que induce
(delirante y alucinatoria) en los pacientes despolarización o hiperpolarización de neuro-
con EP y, además, recientemente se ha nas en el córtex cerebral, favoreciendo un po-
aceptado su indicación para el tratamiento sible efecto antidepresivo. Se ha utilizado en
de la depresión bipolar por su potencial depresiones leves o leve-moderadas en pa-
efecto sobre receptores serotorinérgicos. cientes con EP, apareciendo efectos positivos
Por tanto, a dosis de 25 – 50 mg de inicio durante los 30 días inmediatos a la estimula-
(hasta 75 – 100 mg) puede resultar una al- ción; sin embargo, no ha podido demostrarse
ternativa interesante en la combinación su eficacia más allá de este tiempo tras el cese
con antidepresivos, especialmente en el de la estimulación7.
caso de sintomatología psicótica asociada.
Elegir el psicofármaco adecuado
Terapia electroconvulsiva y En función de la sintomatología clínica y la
estimulación magnética comorbilidad geropsiquiátrica asociada pode-
mos plantear diferentes alternativas terapéuti-
transcraneal
cas (Tabla 4).
La terapia electroconvulsiva ( TEC) se ha
utilizado con resultados satisfactorios en pa-
cientes con enfermedad de Parkinson que pre- Tratamiento psicosocial y
sentan depresiones resistentes. En algunos psicoterapia
casos ha mejorado también la sintomatología Las técnicas de terapia cognitivo-conduc-
motora asociada a la EP, al menos de forma tual han demostrado su utilidad en el trata-
transitoria; este efecto puede deberse a que miento psicoterápico de la depresión en la
entre los numerosos sistemas estimulados du- EP8, entre ellas podemos destacar:
rante la TEC también se encuentran los media- • Control del estrés.
dos por los neurotransmisores D2. Los efectos • Reestructuración cognitiva.
adversos más frecuentes, como pérdida de • Entrenamiento en habilidades sociales.
memoria transitoria y posibles cuadros confu- • Modelado de la conducta.
ENFERMEDAD DE
PARKINSON
Síntomas de Diagnóstico
depresión clínico
Test
neuropsicológico
Depresión
No mejora
resistente
Iniciar Combinaciones
antidepresivos de fármacos y/o
TEC
Bibliografía
1. Lieberman A. Depression in Parkinson s di- 6. Lemke MR, Fuchs G, Gemende I, Herting B,
sease – a review. Acta Neurol Scand. 2006; Oehlwein C, Reichman H, et al. Depression
113:1–8. and Parkinson s disease. J Neurol.
2. Starkstein S, Dragovic M, Jorge R, Brock- 2004;251(Suppl. 6):VI24–VI27.
man S, Merello M, Robinson RG, et al. Diag- 7. Aarsland D, Pählhagen S, Ballard CG, Ehrt U,
nostic Criteria for Depression in Parkin- Svenningsson. Depression in Parkinson di-
son s Disease: A Study of Symptom Pat- sease – epidemiology, mechanisms and
terns Using Latent Class Analysis. Mov Di- management. Nat Rev Neurol.
sord. 2011;26(12):2239– 5. 2012;8:35–47.
3. Levy ML, Cummings JL, Fairbanks LA. 8. Veazey C, Erden Aki SO, Cook KF, Lai EC,
Apathy is not depression. J Neuropsy - Kunik ME. Prevalence and treatment of De-
chiatry Clin Neurosci. 1998;10:314–9. pression in Parkinson Disease. J Neurops-
4. Williams JR, Hirsch ES, Anderson K, Bush ychiatry Clin Neurosci. 2005;17(3):310–23.
AL, Goldstein SR, Grill S, et al. A comparison 9. Miyasaky JM, Shannon K, Voon V, Ravina B,
of nine scales to detect depression in Par- Kleiner-Fisman G, Anderson K, et al. Practi-
kinson disease. Wich to use?. Neurol. ce Parameter: Evaluation and treatment of
2012;78:998–1006. depression, psychosis and dementia in Par-
5. Yesavage JA, Brink TL, Rose TL, Lum O, kinson Disease (an evidence based review).
Huang V S, et al. Development and valida- Neurol. 2006;66:992-1002.
tion of a geriatric depression screening
scale: A preliminary report. J Psychiatric Re-
search. 1983;17:37-9.
Capitulo 2 SEP-SEN_Cap 2 14/09/12 15:13 Página 36
Capitulo 3 SEP-SEN_Cap 3 14/09/12 15:14 Página 37
37
Tratamiento de la
depresión post-ictus y de
las cefaleas
José Ignacio Quemada Ubis (SEP)
Jesús Porta-Etessam (SEN)
ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES
Isquemia Herrorragia
paña, y que la padecen entre 500 y 600 perso- En relación a los criterios nosológicos mu-
nas por cada 100.000 habitantes, las mejoras chos autores contemporáneos han utilizado
en el reconocimiento y en el manejo de los los criterios de depresión mayor y menor del
problemas derivados del ictus tendrán un im- DSM-IV. Al margen de los pacientes incluidos
pacto en más de 200.000 pacientes. El presen- en estas categorías, hay un gran número de
te capítulo tiene por objeto presentar la litera- personas que presentan síntomas del espectro
tura más representativa sobre el tratamiento depresivo que no cualifican para ser incluidos
de la depresión. Dentro del amplio abanico de en algunos de estos epígrafes diagnósticos.
los trastornos psíquicos secundarios a los Las cuestiones relativas al diagnóstico diferen-
ictus, la depresión es, sin lugar a dudas, el pro- cial también pueden influir en la infraestima-
blema más prevalente, a pesar de lo cual es ción o en la exageración de las cifras. Que el
frecuentemente infradiagnosticado. Esto tiene llanto patológico o la apatía sean incluidos o
claras implicaciones en la actitud terapéutica excluidos dentro del grupo de pacientes con
que se adopta, tanto farmacológica como psi- depresión tiene un claro efecto en los datos fi-
coterapéutica. nales de prevalencia.
La presencia de afasia o de deterioro cog-
nitivo severo es criterio de exclusión en algu-
Depresión y síntomas nos estudios de DPI. Tal medida sólo reflejaría
depresivos en el ictus la dificultad de valorar a pacientes con graves
Los intentos por determinar la prevalencia dificultades para comunicar sus problemas,
de la depresión post-ictus (DPI) han dado pero no la inexistencia de los mismos. Al igual
lugar a resultados muy dispares. Tal dispersión que en poblaciones con retraso mental o con
obedece fundamentalmente a tres tipos de ra- demencia, las depresiones están ahí pero son
zones: la primera es la diversidad de instru- más difíciles de identificar y requieren de una
mentos de evaluación y de criterios nosológi- estrategia diagnóstica que tenga menos en
cos; en segundo lugar, las diferencias en las cuenta el relato subjetivo del paciente.
poblaciones estudiadas; y, por último, los dis- En una de las últimas revisiones publicadas
tintos momentos post-ictus en que son eva- por el grupo de Robinson1 se afirma, sobre la
luados los pacientes. base de datos agregados de múltiples estu-
Capitulo 3 SEP-SEN_Cap 3 18/09/12 11:26 Página 39
dios, que la prevalencia global de depresión se postula como uno de los elementos respon-
mayor es del 21,7% y la de depresión menor sables de la ausencia del repertorio conduc-
del 19,5%. La variable que correlacionaba con tual habitual.
más fuerza con la depresión era la pérdida de
autonomía en las actividades de la vida diaria. Anosognosia
En cuanto a la capacidad predictiva, la presen- La anosognosia hace referencia a la falta de
cia de depresión se asociaba a un mayor dete- conciencia sobre la discapacidad y sus conse-
rioro cognitivo y a una mayor mortalidad. cuencias. Puede tomar diversas formas de ma-
nera que, en ocasiones, lo más llamativo no es
Diagnóstico diferencial la negación de la hemiplejia, sino la indiferen-
Las alteraciones psicopatológicas y con- cia emocional que acompaña a la constatación
ductuales que muestran coincidencias sinto- de la discapacidad. Términos como anosodiafo-
matológicas con la depresión son diversas. Se ria hacen referencia al mismo fenómeno.
mencionan a continuación las más habituales:
Tratamiento de la depresión
Emocionalismo o risa y llanto patológico Revisión Cochrane
Se caracteriza por la presencia de reacciones El tratamiento de la depresión en los pa-
de llanto, con menos frecuencia risa, de intensi- cientes con ictus ha sido objeto de dos revisio-
dad desmedida, al margen del control volunta- nes Cochrane; la primera en 2004 y la última
rio y provocado por estímulos menores. El sín- de mayo de 20082. El objetivo de las mismas
drome responde habitualmente bien a inhibido- era valorar si los fármacos, las intervenciones
res selectivos de la recaptación de la serotonina psicoterapéuticas o la terapia electro convulsi-
(ISRS) y lo hace en un plazo mucho más breve va (TEC) eran eficaces en el tratamiento de la
que en el caso de los pacientes depresivos. depresión post-ictus. Para incluir los estudios
en la revisión habían de ser randomizados y la
Fatiga post-ictus comparación tenía que establecerse entre el
La fatiga primaria post-ictus es un síntoma agente activo y el placebo. En el caso de las
que puede aparecer en ausencia de otros sín- psicoterapias y el TEC se comparaba con for-
tomas depresivos. Se caracteriza por un can- mas de atención o planes de cuidados habi-
sancio intenso ante mínimos esfuerzos menta- tuales.
les o físicos. Se solapa con los déficits de tipo Bajo el paraguas del concepto ictus se in-
atencional y se acompaña de la sensación sub- cluyeron infartos cerebrales, hemorragias intra-
jetiva de agotamiento y de dificultad para ini- cerebrales y un grupo de ictus cuya naturaleza
ciar tareas que impliquen esfuerzo. patológica era incierta; se excluyeron los estu-
dios con las hemorragias subaracnoideas. La
Reacción catastrófica muestra total está compuesta por 16 estudios
Se trata de reacciones súbitas de llanto, en- en los que participaron un total de 1.655 parti-
fado y temor ante la vivencia de fracaso al cipantes. Las características agrupadas de la
afrontar una tarea. Su presentación en forma muestra se detallan en la Tabla 1.
de episodio agudo lo diferencia de la depre- En los 12 estudios farmacológicos se valo-
sión, si bien la presencia de síntomas depresi- raron 1.121 pacientes en 13 tipos de interven-
vos facilita la presentación de reacciones ca- ción farmacológica, mientras que en los otros
tastróficas. 4 estudios se evaluaron a 445 pacientes con
intervenciones psicoterapéuticas. En 7 estu-
Apatía dios se comparó un ISRS con placebo: citalo-
Aunque en las definiciones actuales el én- pram (1), fluoxetina (2), paroxetina (3), sertrali-
fasis recae en la ausencia de iniciativa y activi- na (1). En 2 estudios la comparación fue entre
dad, las definiciones siempre incluyen también tricíclico y placebo: amitriptilina y nortriptilina.
la ausencia de emociones y de cogniciones es- Los otros 4 estudios valoraron fármacos con
pontáneas. De hecho la indiferencia emocional algún efecto antidepresivo: flupentixol + meli-
Capitulo 3 SEP-SEN_Cap 3 18/09/12 11:26 Página 40
vención de las orientadas al tratamiento. Entre siones, deberemos buscar el tratamiento más
las primeras ocuparán un papel importante las adecuado para la cefalea por un lado y el fár-
psicoterapias que tendrán un componente edu- maco correcto en el tratamiento de la depre-
cacional y otro de apoyo emocional y de ayuda sión por otro.
a la adaptación. Está por ver si el acompaña-
miento con fármacos antidepresivos con pocos
Tipos de cefaleas
efectos adversos puede ser un factor coadyu-
Como es bien sabido, el término cefalea
vante. La mirtazapina para pacientes con insom-
sólo hace referencia a un síntoma, el dolor de
nio y los ISRS con menos efectos secundarios
cabeza. Nosotros debemos analizar cada caso y
pueden ser buenas opciones. El tratamiento de
llegar a un diagnóstico en positivo. El primer
los pacientes con DPI requiere de estrategias
punto es distinguir entre cefaleas primarias (la
que comenzando con ISRS, valoren en 6 sema-
cefalea es la enfermedad) y las secundarias (el
nas la respuesta y modifiquen la estrategia en
dolor de cabeza es un síntoma de otra entidad,
caso de estancamiento. Venlafaxina, duloxetina y
por ejemplo, una sinusitis), la asociación con
tricíclicos son claras opciones en esos casos. En
depresión es especialmente importante en el
la elección juega un papel importante el perfil
grupo de las primarias (Figura 3)8.
de efectos secundarios y las interacciones far-
Dado que cefaleas y algias faciales son un
macológicas. La actitud médica activa hacia el
grupo de entidades nosológicas complejas.
tratamiento de los síntomas del espectro depre-
Presentan una importante variabilidad clínica
sivo está claramente apoyada por los datos em-
y una ausencia de marcadores biológicos. Gra-
píricos y el abordaje de los mismos requiere de
cias a la clasificación de la IHS-1 se ha comen-
la misma diligencia que se adopta en el manejo
zado a hablar un mismo idioma y se han deli-
de los síntomas motores, sensoriales o sensitivos.
mitado adecuadamente los cuadros clínicos e
incluso se han ensayado tratamientos específi-
2. Diagnóstico y cos. En 2004 se publica la clasificación de la
IHS-2 (Tabla 3) con algunos cambios con res-
tratamiento de las pecto a la previa. En un campo tan complejo y
cefaleas extenso como el de las cefaleas la posibilidad
de estandarizar los diagnósticos es fundamen-
Introducción tal a la hora aumentar nuestros conocimientos
Las cefaleas son uno de los procesos más sobre su fisiopatología y tratamiento8.
frecuentes y discapacitantes que existen. Se es- Dentro de la clasificación, las cefaleas se
tima que el 95% de las mujeres y el 90% de los distribuyen en tres grandes grupos (Tabla 4):
varones experimentarán una cefalea a lo largo las cefaleas primarias (epígrafes del 1 al 4), las
de un año. Es la primera causa de consulta en secundarias (del 5 al 12) y las neuralgias crane-
Neurología y de síntoma neurológico en Aten- ales, el dolor facial y otras cefaleas (13 y 14). Se
ción Primaria. La relación de la cefalea con la mantiene una estructura práctica en los crite-
depresión es bidireccional, por un lado, los pa- rios diagnósticos y los comentarios sobre cada
cientes con cefalea presentan mayor incidencia entidad8.
de depresión y, por otro, los pacientes con de- Por la importante relación con la depre-
presión pueden presentar como síntoma aso- sión nos centraremos fundamentalmente en
ciado o entidad comórbida dolor de cabeza. dos cuadros: la migraña y la cefalea tipo ten-
Es fundamental un conocimiento adecua- sión.
do no sólo por las posibilidades terapéuticas
sino por la necesidad de hacer un diagnóstico Epidemiología de la cefalea
correcto y buscar el tratamiento o los trata- Aunque la prevalencia de la cefalea tensio-
mientos más adecuados para ambas entida- nal es mayor, la migraña es motivo de consulta
des. Desde hace años conocemos que algunos más frecuente. Se calcula que entre el 10 y el
antidepresivos han demostrado eficacia en el 15% de la población es migrañosa. Afecta al
tratamiento de la cefalea. Pero, en muchas oca- 8% de los varones y del 15 al 18% de las muje-
Capitulo 3 SEP-SEN_Cap 3 14/09/12 15:14 Página 44
CEFALEA
Anamnesis y exploración
Primaria Secundaria
Diagnóstico Pruebas
complementarias
Tratamiento Diagnóstico
En ocasiones, pruebas
Tratamiento
complementarias
res, alcanzando su máxima prevalencia entre servan diferencias en relación a las distintas
los 25 y 55 años de edad (el 90% de las perso- áreas geográficas, siendo los países europeos y
nas han sufrido su primer ataque antes de los norteamericanos en los que hay una frecuen-
40 años) y ello explica su enorme trascenden- cia de presentación más elevada. La historia fa-
cia e impacto en el terreno social y laboral. miliar de migraña está presente en la mayoría
No parecen existir diferencias significativas de los casos, y aproximadamente el 60% de los
de prevalencia en relación a factores sociales, migrañosos tiene parientes de primer grado
culturales, ni de carácter étnico, pero sí se ob- con migraña.
1er trim.
Ansiedad
28%
Sin
alteraciones
49%
Depresión
Ambos 4%
19%
las mujeres presentan una incidencia mayor que produce la migraña parecen relacionados
de depresión mientras que en la ansiedad con al ansiedad y la depresión. Sin embargo,
estas diferencias no suelen ser significativas estos porcentajes son mayores que los deter-
(Figura 5) con respecto a la forma episódica. minados en otras enfermedades invalidantes.
En las formas crónicas la mayoría de los estu- Por este motivo se piensa que puede haber
dios hablan de una incidencia superior al 15%. una relación fisopatológica o genética entre
Además, tanto la depresión como la ansiedad ambas entidades (Figura 6).
parecen más frecuentes en pacientes migraño- En algunos pacientes podría ser recomen-
sas que padecen sobrepeso9,10. dable la realización de baterías de test para el
Tanto la frecuencia como la incapacidad diagnóstico de la comorbilidad.
Migraña
Depresión
Trastorno Cefaleas
ánimo
Migraña
Depresión
Está indicado
tratamiento preventivo
Indicado un
antidepresivo útil como
preventivo de la migraña
Tabla 5 No indicado
ISRS,...
No indicado
Tratar depresión
Antidepresivo de elección
para esta patología siempre que sea posible. Recomendaciones del tratamiento
En los casos que no se puede o no esté indica- antidepresivo en la cefalea tipo tensión
do un antidepresivo de este grupo para tratar (Figura 8)
la depresión se debe tener especial cuidado
con las interacciones.
Depresión
Sí Tratar depresión
Bibliografía
1. Robinson RG, Spalletta G. Poststroke de- M, Solodkin A, et al. Increased frequency of
pression: a review. Canadian J Psychiatry. first-episode poststroke depression after
2010;55(6):341-9. discontinuation of escitalopram. Stroke.
2. Hackett ML, Anderson CS, House A, Xia J. 2011;42:3281-3.
Interventions for treating depression after 8. Antonaci F, Nappi G, Galli F, Manzoni GC,
stroke. Cochrane Database Syst Rev. Calabresi P, Costa A. Migraine and psychia-
2008;4:1-90. tric comorbidity: a review of clinical fin-
3. Hackett ML, Anderson CS, House A, Halteh dings. J Headache Pain. 2011;12:115-25.
C. Interventions for preventing depression 9. Headache Classification Committee of the
after stroke. Cochrane Database Syst Rev. International Headache Society. The inter-
2008;3:1-77. national classification of headache disor-
4. Yi ZM, Liu F, Zhai D. Fluoxetine for the profi- ders. 2 ed. Cephalalgia. 2004; 24: 1-160.
laxis of poststroke depression in patients 10. Moschiano F, D’Amico D, Canavero I, Pan I,
with stroke: a meta-analysis. Int J Clin Prac- Micieli G, Bussone G. Migraine and depres-
tice. 2010;64(9):1310-7. sion: common pathogenetic and therapeu-
5. Almeida OP, Marsh K, Alfonso H, Flicker L, tic ground? Neurol Sci. 2011;Suppl 1:S85-8.
Davis TME, Hankey GJ. B-vitamins reduce 11. Porta-Etessam J, Aguirre Sánchez JJ, Cua-
the long-term risk of depression after stro- drado ML, Gago AB, González menacho J,
ke: the VITATOPS-DEP trial. Ann Neurol. Rey A. Cefalea tensional. En: DiazInsa (Ed).
2010;68(4):503-10. Guía oficial para el diagnóstico y trata-
6. Niedermaier N, Bohrer E, Schulte K, Schlatt- miento de las cefaleas. Thomson Reuters.
mann P, Heuser I. Prevention and treatment Barcelona 2011. pp. 77-98.
of poststroke depression with mirtazapine 12. Porta-Etessam J. Tratamiento preventivo de
in patients with acute stroke. J Clin la migraña. En: Mederer S (Ed). XI Curso na-
Psychiatry. 2004;65(12):1619-23. cional del Cefaleas. Madrid: Ergon; 2006.
7. Mikami K, Jorge RE, Moser DJ, Arndt S, Jang pp. 109-16.
Portada SEP-SEN 18/09/12 11:21 Página 2
Documento de Consenso
SEP-SEN
Depresión
en pacientes con
enfermedades neurológicas
Patrocinado por
SOCIEDAD ESPAÑOLA
DE NEUROLOGÍA