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1er SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE ESPACIO

PÚBLICO. DISEÑO, VIOLENCIA E ILUSIONES URBANAS

Mesa 3: Diseño, imaginarios e identidad

Urbanización sociocultural en la
calle Madero de León, Guanajuato.
El imaginario del tiempo libre y del
disfrute del espacio público
Luis Eduardo Delgado Aguiñaga. Marzo, 2018
Luis Eduardo Delgado Aguiñaga, doctorando en el Posgrado en Urbanismo, UNAM

arq.eduardo-de-aginaga@hotmail.com

Contenido

Resumen ....................................................................................................................................................... 2
Abstract ........................................................................................................................................................ 2
Introducción ................................................................................................................................................. 3
Urbanización sociocultural ......................................................................................................................... 4
Formas urbanas de representación simbólica .......................................................................................... 7
La Madero como lugar de la memoria e identidad leonesa ................................................................... 13
Expectativa versus realidad ...................................................................................................................... 16
El imaginario del tiempo libre y del disfrute .......................................................................................... 19
Lugares de alta significación .................................................................................................................... 25
Bibliografía consultada ............................................................................................................................. 27
Resumen

La ciudad se define precisamente por todas sus particularidades, como consecuencia de los avances
tecnológicos, de los intereses económicos, de la interconexión global o de las vivencias de sus habitantes y
la experiencia urbana pasada-presente-futura. El fenómeno urbano, con sus múltiples tipologías, permite
una distintiva lectura de la ciudad y visualizar las más variadas facetas de ésta, que se vuelve sensorial,
hiperreal e irreal, interpretándose por distintos imaginarios urbanos que penden de sus referencias
vivenciales, funcionales, reales o virtuales en el espacio privado y, sobre todo, en el público.

El espacio público —aquí— visto como sinónimo de riqueza simbólica, como elemento susceptible
a ser apropiado por distintos grupos sociales y como productor y reproductor de determinadas prácticas
culturales e imaginarios ligados al disfrute del tiempo libre, entra en conflicto con aquel visto únicamente a
través de las precarias cualidades del espacio vacío, controlado, pseudo funcional, sin grados de vitalidad y
cada vez más privatizado, aquel que inhibe las prácticas socioespaciales y descodificadoras/cognitivas de la
cultura urbana, ése que estaría llevando irremediablemente a un proceso de herida de muerte de la ciudad
tradicional y de la sociedad tal como les conocemos. La primera visión tiene que ver con imaginarios
urbanos colectivos como elementos indispensables para entender profundamente la experiencia urbana a
partir de las vivencias en la calle y, así, reflexionar sobre el papel del espacio público en la producción y
gestión de la ciudad contemporánea.

Palabras clave: urbanización sociocultural, imaginarios urbanos, lugares de alta significación.

Abstract

The city is defined precisely by all its particularities, as a result of technological advances, economic
interests, global interconnection or the experiences of its inhabitants and past-present-future urban
experience. The urban phenomenon, with its multiple typologies, allows a distinctive reading of the city and
visualize the most varied facets of it, which becomes sensory, hyperreal and unreal, interpreted by different
urban imaginaries that depend on their experiential, functional, real or virtual in the private space and, above
all, in the public.

The public space —here— seen as synonymous with symbolic richness, as an element susceptible
to being appropriated by different social groups and as producer and reproducer of certain cultural and
imaginary practices linked to the enjoyment of free time, conflicts with that seen only through of the
precarious qualities of empty space, controlled, pseudo-functional, without degrees of vitality and
increasingly privatized, that which inhibits socio-spatial and decoding/cognitive practices of urban culture,
which would inevitably lead to a process of death injury of the traditional city and society as we know them.
The first vision has to do with collective urban imaginaries as indispensable elements to deeply understand
the urban experience from the experiences in the street and, thus, to reflect on the role of public space in the
production, management of the contemporary city.

Keywords: sociocultural urbanization, urban imaginaries, places of high significance.

Introducción

La urbanización sociocultural es un modelo de interpretación de las formas y expresiones más


representativas de la cultura urbana en el espacio público a través de una serie de categorías de análisis que
permiten la contrastación de sus características espaciales y socioculturales históricamente construidas. La
calle histórica se muestra aquí como un espacio público activo, no sólo como un contenedor de prácticas
sociales, sino como el soporte simbólico de esas prácticas y los procesos de apropiación colectiva
resultantes; en sentido de Heredia, “funge como un dispositivo que propicia la relación socioespacial y
temporal”1. En el presente artículo se integran diferentes técnicas de análisis, por ejemplo, la etnografía2
para registrar la doxa (sentido común) y las categorías del análisis transdisciplinario del discurso, para captar
y describir las opiniones, significados e imaginarios citadinos.

Las formas urbanas de representación simbólica son las formas subjetivadas, en este punto se ha
de exponer la conceptualización de terminologías como imagen urbana, imaginarios urbanos y lugares de
alta significación. Una serie de las primeras conforman al segundo y ambos, como representaciones
paramétricas, sugerentes y temporales de espacios urbanos y sectores de la sociedad, son visiones de la
realidad que constituyen sentido e identifican a los lugares como referenciales, significativos o altamente
significativos. Se identificarán los imaginarios de los actores, partiendo de sus discursos como producciones
simbólicas: entrevistas a profundidad y mapas mentales, el significado básico del lugar se denomina
partiendo de la apropiación físico-simbólica y las categorías de Lynch (nodo, hito, borde, distrito y senda).

El análisis de textos verbo-visuales: mapas mentales y entrevistas se extiende a la conceptualización


de otras categorías para captar y analizar los imaginarios urbanos, que son representaciones simbólicas
gráficas y verbales sobre el escenario y las vivencias, experiencias y emociones, por parte de los informantes

1
Felipe Heredia Alba, La plaza Garibaldi del centro histórico de la ciudad de México (México: Escuela Nacional de
Antropología e Historia, 2010), 67.
2
La categoría que más se empleará en el trabajo etnográfico será la de mancha cultural, que refiere a la dinámica
cultural que surge en el entorno, en el espacio público, a delimitaciones, continuidades y discontinuidades, marcadas
por las prácticas más significativas.
empíricos. Las nuevas categorías surgen de la retórica y harán las veces de filtro para concluir sobre el
carácter referencial, significante o altamente significante de los lugares del caso de estudio. La terminología
y metodología se ha encaminado para encontrar al informante modelo, los imaginarios y a la producción de
sentido desde lo físicamente urbano.

Urbanización sociocultural

El estado de la cuestión urbana sigue nutriéndose pues el conocimiento alcanzado sobre la ciudad impacta
en el quehacer gubernamental, las prácticas sociales y los productos culturales. Sin embargo, otras veces
presenta estancamiento, agotamiento y crisis con requerimientos de emergencia de nuevos planteamientos.
En urbanismo, el cuerpo teórico es definido por los enfoques que lo integran y arman su dinámica partiendo
de una postura que toma percepciones de la realidad y obtiene resultados para actuar nuevamente en la
realidad. Es este estatuto de cientificidad que le permite ser reconocido como un saber verdadero y le
confiere un poder que rige en la sociedad3.

Uno de esos planteamientos emergentes es el de Ricardo Tena con urbanización sociocultural,


quien, desde un eje teórico formado por la relación ciudad-cultura, parte de una definición operativa que
indica que las expresiones culturales propiamente urbanas, como objeto de estudio, aparecen como
experiencias diversas y dinámicas en la relación ciudad-ciudadano. Referenciando a John Friedman (1967),
se concibe a la urbanización como: a) Lo que da origen a la ciudad, como matriz de la vida social
provocando la transformación en el espacio; y, b) Como origen a estructuras sociales y estilos de vida
urbanas4. Lo anterior tiene implicaciones en el análisis del proceso de urbanización, bajo tres condiciones:
1) Se trata de una dialógica entre dos dimensiones (espacial y social) que interactúan y se afectan
mutuamente bajo condiciones históricas; 2) distinguir al menos dos direcciones (sentidos) en la relación, de
lo social a lo espacial y viceversa; y, 3) de esta relación, identificar los componentes de los ámbitos y las
interacciones que les unen y las características y mecanismos operativos, los efectos que generan y las
tendencias que siguen5.

De esta manera, el etnógrafo y urbanista mexicano explica cómo el proceso de urbanización marcha
acorde a una dualidadsimultaneidad donde el sentido social/espacial presentan una condición “activa”
o “pasiva” como objetossujetos bajo dos formas: 1) la “urbanización” –en el entendimiento tradicional,

3
Ricardo Antonio Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano
(México: Instituto Politécnico Nacional/Plaza y Valdés, 2007), 72-73.
4
Citado por: Luis Unikel, El desarrollo urbano en México (México: El Colegio de México, 1978), 12.
5
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 74-75.
positivista– que es la que va en el sentido de lo social a lo espacial (social-sujeto activo y espacial-objeto
pasivo), es donde, en la relación, “se aprecia la percepción y la intervención social en el espacio
(socialización de lo espacial), lo que ‘da origen a la ciudad y su transformación’…”; y, 2) la “urbanización
social”, la otra, va de lo espacial a lo social (espacial-sujeto activo y social-objeto pasivo), aquí es donde
“se aprecian las condiciones que impone el espacio a lo social, como soporte de una experiencia espacial
(espacialización de lo social), lo que ‘da origen a estructuras sociales y estilos de vida urbanas’.”6.

Fotografía 1. Pequeños jugando en espejo de agua, Plaza Expiatorio.

Fuente: Propia.

La urbanización social hace referencia al impacto y efectos que tiene el espacio urbano en todo lo
social. Por lo que, particularizando y agregando los vocablos “social” o “socio”, nos encontramos con
distintas dimensiones como la sociohistórica, socioeconómica o sociocultural. De esta manera, con énfasis
en la última, Tena construye de forma operativa una definición a propósito de la urbanización sociocultural,
que se refiere:

6
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 75.
al conjunto de efectos culturales que genera el espacio urbano en la sociedad que lo habita, entendiendo que
es lo urbano del espacio (su ser, naturaleza, carácter y características) lo que incorpora la sociedad como lugar
de su ‘experiencia urbana’, lo que la hace sociedad urbana (la urbaniza), es el espacio que modela sus formas
de vida, la territorializa y le brinda una adscripción (identidad) urbana particular que opera a distinta escala y
bajo diversas modalidades sociales y culturales. 7

Es un fenómeno que se expresa en las formas culturales que asumen las configuraciones sociales en
sus prácticas y expresiones determinadas por el espacio urbano que les acoge, integrando significados,
modos y estilos de vida —identidad (lenguaje, códigos, valores, etc.). La cultura también atiende al efecto
de coyuntura que experimenta el espacio urbano: modificaciones en su morfología, organización,
composición, etc., pues esto genera ajustes y cambios en las prácticas que corresponden a la vida cotidiana.
Surge una dinámica de acciones y reacciones entre la urbanización y la urbanización sociocultural, según
el momento, la ciudad, el lugar y las condiciones sociales prevalecientes.

Según Ricardo Tena, es por los planteamientos de los últimos 50 años sobre la nación, el territorio,
el desarrollo, el bienestar, la organización social y la identidad respecto a las causas, efectos, impacto y
alcance de los cambios urbanos, que puede y debe aparecer una reflexión y una vertiente:
…enfocada al estudio de las formas en que los habitantes perciben, representan, imaginan, recrean,
experimentan y se apropian la ciudad que viven, con un gran interés por averiguar las implicaciones
económicas, políticas, socioespaciales y culturales que tienen las nuevas condiciones 8.

Los enfoques transdisciplinarios consideran a la cultura como fundamental para la comprensión del
hecho urbano al observar las prácticas y expresiones culturales que tienen lugar en las ciudades, es decir la
dimensión cultural de las prácticas urbanas. Estos estudios proponen hipótesis sobre la “experiencia
urbana”. El significado de la ciudad para sus habitantes es el tema principal: se incorpora al ciudadano
como actor e interlocutor fundamental en la percepción urbana, con ello se revalora el papel del habitante
en la definición del carácter y del destino de la ciudad —aunado a los cambios (sociales, económicos y
políticos que operan a escala mundial) que se aprecian en la ciudad, en sus espacios y en sus procesos
urbanos. El estudio de la dimensión cultural de la ciudad, en este sentido, dispone de un eje de análisis
integrado por la relación ciudad-ciudadano como dispositivo para construir el concepto de urbanización
sociocultural. La ciudad, en términos socioculturales, sería conceptualizada por su conjunto de espacios
(públicos y/o privados) como escenarios significativos para la ciudadanía, como lugares donde se dan las
expresiones de la cultura urbana referidas al tiempo libre y el entretenimiento masivo9, así como materia
prima para la constante representación simbólica por parte de sus habitantes.

7
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 76.
8
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 77.
9
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 78-79.
Formas urbanas de representación simbólica

Los estudios respecto a las imágenes urbanas, los imaginarios urbanos y los lugares de alta significación,
se caracterizan por analizar las formas urbanas de representación simbólica a través de las cuales los
habitantes interpretan la ciudad que viven. Para García Ayala10, las imágenes urbanas son representaciones
paramétricas del espacio urbano, son formadas por parte del ciudadano a través del conocimiento y selección
de los elementos significativos, componen una totalidad del espacio urbano que está integrado por elementos
físicos y sociales (significantes) que producen estímulos sensoriales, como el color, el olor, el sonido, la
textura, las experiencias cenestésicas y los mensajes visuales que existen en el espacio en un instante en el
tiempo.

Por su parte, Ricardo Tena11 señala que el estudio de la imagen urbana antecede al análisis del
paisaje urbano, como una especie de vertiente de la geografía (Bartlett, 1932; Lee, 1954; Boulding, 1956;
Kepes, 1956). En los años sesenta, Kevin Lynch12 diseñó una metodología para describir los elementos
espaciales que conforman las imágenes urbanas, sin embargo, no pretende caracterizar ni la cultura ni la
época en la cual el habitante las elabora, es un enfoque de lejos y de paso y de una ciudad en conjunto. Para
superar esta deficiencia se requiere un acercamiento y tomar en cuenta la ciudad desde sus partes (lugares
significantes), a detalle, así como conocer los significados (y representación en formas de sociabilización)
otorgados por los habitantes que se forman por la interacción entre la forma física y la sociocultural13.

García Ayala explica el procesamiento de la imagen urbana14, indicándolo en dos momentos: 1)


percepción, como captación sensorial de los estímulos físicos y sensaciones a través de nuestros sentidos,
proviene de la realidad como totalidad del espacio urbano; y 2) cognición, es decir, comprender, entender y
otorgar significado al mundo físico, es un esquema estructural mental. La relación entre ambos surge de la
siguiente manera: percibir el espacio, extraer simplificadamente la información, pasarla a los filtros
culturales, organizarla y estructurarla de acuerdo a la comprensión de cada capacidad cognitiva,
construyéndose imágenes moldeadas por su cultura y los lugares a través de la memoria (significación),
formando “su visión” de la ciudad.

10
José Antonio García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena
(México: IPN-ESIA/Plaza y Valdés Editores, 2010), 55.
11
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 369.
12
Kevin Lynch, La imagen de la ciudad (España: Gustavo Gili, 1960).
13
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 57.
14
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 52-53.
Las características de la imagen, según Félix Martínez15, son las siguientes: I) es parcial, no abarca
la totalidad de la realidad objetiva; II) es simplificada, excluye gran información de los objetos que
representa; III) es individual, son construcciones únicas de acuerdo a las habilidades perceptivas y
cognitivas, de la personalidad y cultura de cada ciudadano; IV) es subjetiva, pues se construye también en
la realidad indirectamente conocida que clasifica el objeto ; y, IV) prolonga su existencia, es una percepción
pasada que sumada a los estímulos del presente genera nuestra imagen futura, así, la imagen simbólica se
genera lentamente enriqueciendo su elaboración en el tiempo y en el espacio. La imagen urbana tiene
información sobre los elementos que representa, para García Ayala16 se compone por el proceso de
configuración simbólica: la percepción, la cognición y la imagen. Lo cual permite comprender la relación a
partir de conceptos como: geosímbolo, hito de significación urbana, lugar de alta significación e imaginario
urbano. Se trata de esquemas cognitivos construidos en la mente del ciudadano en relación con la ciudad, a
través de esas interpretaciones se pueden componer pautas de intervención urbana.

Los primeros estudios sobre imaginarios se dieron en la década de 1960 con Durand y Castoriadis
y en los setenta con de Certeau y Augé, en el ámbito latinoamericano está Armando Silva en los noventa,
para el que, dice Tena, “la ciudad es principalmente –además de un espacio físico, habitado, vivido y útil–
un espacio imaginado”17: dando el paso de la ciudad vista (la imagen) a la ciudad imaginada (formaciones
simbólicas). El cruce y la transposición en lo discursivo (anterior o sincrónico) sobre el conocimiento de la
realidad cotidiana, la intertextualidad en sentido de Angenot18, son el soporte generador de imaginarios
urbanos. Una realidad basada en la experiencia urbana como sistema heterogéneo hecho no por fuerzas
armoniosas sino por incompatibilidades y choques constantes en la ciudad como campo de significaciones19.
Para Ledrut20, los imaginarios urbanos son esquemas de representación colectiva que estructuran la
experiencia social y engendran comportamientos reales, rigen sistemas de identificación y de integración
social. Otorgan sentido, guían acciones y orientan comportamientos. La materia prima puede ser resultante
de experiencias o vivencias placenteras y del goce o, al contrario, conflictivas y sumergidas en el miedo,
configurando modos de ser urbanos21 ligados a la percepción, evocación, elección, preferencia o evite de

15
Félix Martínez, La imagen como representación del paisaje urbano (México: UAM-Azcapotzalco/División de
Ciencias y Artes para el Diseño, Colección Fascículos en el diseño, 1994), 15.
16
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 52.
17
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 370.
18
Marc Angenot, “La intertextualidad: pesquisa sobre la aparición y difusión de un campo nocional,” en Intertextualité
(Cuba: UNEAC/Casa de las Américas, 1997).
19
Manuel Delgado, El espacio público como ideología (España: Los libros de la catarata, 2011).
20
Raymond Ledrut, “Société réel, société imaginarie,” en Cahiers internationaux de sociologie, No. 82, (Francia:
CNRS/EHESS), 42-47.
21
Armando Silva, Imaginarios urbanos. Bogotá y Sao Paulo. Cultura y comunicación urbana en América Latina
(Colombia: Tercer Mundo Editores, 1992).
determinados espacios públicos22.

Fotografía 2. Madre e hijo en espejo de Agua, Plaza Expiatorio.

Fuente: Propia.

Los imaginarios son construcciones representacionales y temporales de las sociedades, entonces, de


acuerdo con Manuel Baeza, es preciso partir de la idea de que los “imaginarios sociales son múltiples y
variadas construcciones mentales (ideaciones) socialmente compartidas de significancia práctica del mundo,
en sentido amplio, destinadas al otorgamiento de sentido existencial”23. Se anteponen, pues, como elementos
primarios para la definición de imaginarios urbanos, que son “aquellos imaginarios sociales construidos
social y esencialmente a partir de las imágenes y representaciones de la ciudad”24. Si el espacio urbano es

22
José Fuentes y Magnolia Rosado, “La construcción social del miedo y la conformación de imaginarios urbanos
maléficos,” en Iztapalapa: Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, Año 29, núms. 64-65, enero-diciembre 2008.
Imaginarios urbanos de la dominación y la resistencia, coordinado por Alicia Lindón y Daniel Hiernaux (México:
UAM-Iztapalapa, 2008).
23
Manuel Baeza, Imaginarios sociales: apuntes para la discusión teórica y metodológica (Chile: Universidad de
Concepción, 2003), 27.
24
Daniel Hiernaux, “De los imaginarios a las prácticas urbanas: construyendo la ciudad del mañana,” en Iztapalapa:
Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, Año 29, núms. 64-65, enero-diciembre 2008. Imaginarios urbanos de la
dominación y la resistencia, coordinado por Alicia Lindón y Daniel Hiernaux (México: UAM-Iztapalapa, 2008), 20.
producto de su construcción física y al mismo tiempo es resultado de un proceso de construcción simbólica
generada por una multitud de imágenes pasadas y presentes de diversas experiencias significativas, entonces
las representaciones colectivas, constituyen su materia prima. Afirma Natalia Milanesio:

El concepto de imaginario hace referencia a la actividad de invención, de creación, de apropiación, de


percepción, de conformación de una visión de la realidad de los actores sociales, y por el otro, a los productos
que resultan de esta actividad y que ponen de manifiesto sus particularidades. Leyendas, creencias, historias,
mitos, imágenes, pinturas, fotos, películas, canciones, obras literarias, tradiciones, costumbres, son sólo
algunas de las formas en que el imaginario toma cuerpo como actividad y resultado25.

Milanesio establece un esquema de relaciones entro lo real (objetos) y lo simbólico (imagen e


imaginario) que pasan por la racionalidad (mediación significante). Lo simbólico es el vínculo a través del
cual la sociedad hace una “reinvención representacional” de la ciudad26. De este modo, como ejemplo del
imaginario producido por las actividades de invención, están las crónicas urbanas (todas diferenciadas),
algunas, en sus discursos, relacionadas explícitamente con la experiencia urbana, otras usando un sentido
figurativo o teniéndola como mero trasfondo.

En este sentido, están los acercamientos de Abilio Vergara sobre la relación real-simbólico
representadas en las crónicas urbanas musicales. En su artículo La ciudad y el barrio en Chava Flores de la
revista, realiza un análisis sobre las temáticas en las canciones de Chava Flores, mencionando “las nostalgias
que produce el crecimiento urbano […] y […] la cotidianeidad”27. También habla sobre los elementos que
conforman este tipo de crónicas: el escenario, el lenguaje coloquial, los espacios, las funciones, los
personajes, los tiempos, la frustración, la pobreza, etcétera28. Elementos que sugieren una aproximación
simbólica (evocativa) de lo que fue/es el barrio y, entonces, una parte de la ciudad. Chava Flores
mayoritariamente colorea cómica e irónicamente los elementos que conforman sus canciones donde:
…no solamente se dirigen a diversos destinatarios, sino también significan (simbólicamente) las muchas
maneras de ocupar, mirar y, entonces, cantar la ciudad […] que es percibida como diversa: esta percepción
no es privativa de sectores populares, atraviesa toda la sociedad. Las marcas de distinción asumen
materialidades físicas o sígnicas o simbólicas. Desde esta perspectiva el espacio urbano se segmenta entre lo
que se considera propio (o próximo o “apropiable”) y lo que se considera ajeno, extraño, hasta hostil 29.
Ese proceso de significación determina al imaginario urbano como “representación y consiguiente
construcción de sentido, la cual tiene como objeto de apropiación simbólica al espacio de la ciudad”,

25
Natalia Milanesio, “La ciudad como representación. Imaginario urbano y recreación simbólica,” en Anuario de
Estudios Urbanos 2001 (México: UAM-Azcapotzalco, 2001), 20.
26
Milanesio, “La ciudad como representación. Imaginario urbano y recreación simbólica,” 27.
27
César Abilio Vergara Figueroa, “La ciudad y el barrio en Chava Flores,” en Revista Ciudades. Análisis de la
coyuntura, teoría e historia urbana, 27, julio-septiembre: Culturas del espacio público (México: RNIU, 1995), 40.
28
César Abilio Vergara Figueroa, “La ciudad y el barrio en Chava Flores,” 41-43.
29
César Abilio Vergara Figueroa, “La ciudad y el barrio en Chava Flores,” 44.
relacionando, finaliza Tena30, a: 1) una sociedad en particular en 2) un momento histórico con el 3) espacio
que 4) se habita, en el que se trabaja o se recrea.

La diferencia entre imaginario urbano e imagen urbana, para García Ayala31 es que, la segunda,
existe solamente en el ámbito simbólico, como representación del espacio urbano percibido y, el primero,
además del simbólico, como representación colectiva y construcción de sentido, también en el ámbito real,
a partir de los productos que resultan de las representaciones imaginarias sobre el espacio urbano a través
del tiempo, es más complejo y la imagen urbana es sólo una parte de él. La imagen del espacio urbano está
construida por las características de los elementos espaciales y por la forma como los habitantes se les
apropian, con símbolos y significados que conforman una realidad ausente, oscura, imperfecta, sugerente.

José Antonio García Ayala32 es el autor del concepto de lugares de alta significación, los diferencia
de los lugares significativos por el carácter constructivo individual que tienen los segundos, y no así los
primeros que se refieren además a uno sociocultural (colectivo) en el grado de identificación simbólica. Por
su parte, los lugares referenciales “son el enlace entre el lugar identitario, relacional e histórico, con el
proceso de generación y consolidación de identidades sociales”. Los lugares de alta significación son:
…referencias socioespaciales a través de las cuales se adscriben los ciudadanos a ellos, debido a la gama de
múltiples significados condensados en su sentido de lugar. Es así como estos lugares funcionan como un
hipertexto que contiene la casi totalidad de la información sobre las características del espacio urbano que
representa y de la colectividad con la que se identifican, debido a que son sitios privilegiados para realizar
alguna actividad por determinado sector de la sociedad33.

Los lugares de alta significación surgen de una perspectiva particular de habitantes en situaciones
similares que desarrollan imágenes semejantes. Esta identidad específica requiere ser considerada por
teorías y conceptos interpretativos de las imágenes urbanas como la clasificación de hitos y la teoría de la
forma social, de esta manera, es posible identificar y entender los significados (lugares de: sociabilización,
entretenimiento, comercial, político, festivos, religioso, financiero, educativo, etc.) otorgados a los
elementos físicos de las imágenes34. La categoría de García Ayala se encuentra sustentada por una serie de
conceptos que van desde:
…los puntos de referencia de Lynch, hito de significación urbana de Mandoki, geosímbolo de Giménez y
lugar antropológico de Augé,… los lugares de la memoria de Pierre Nora, a los lugares mágicos de Roland
Castro, a los altos lugares de Maffesoli y al pedazo de barrio de Magnani 35.

30
Tena Núñez, Ciudad, cultura y urbanización sociocultural. Conceptos y métodos de análisis urbano, 373-374.
31
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 58.
32
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 55.
33
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 64.
34
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 58-59.
35
García Ayala, Lugares de alta significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 61.
Están constituidos por todas estas categorías: es una construcción simbólica, identificable y significativa
que hace referencia a las historias de la doxa. Son puntos de anclaje y encuentro, sitios de sociabilización
cotidiana que establecen redes sociales básicas, desencadenando una serie de significados, símbolos,
valores, afectos y sentimientos ligados a un territorio con sus propias identidades, estableciendo códigos de
identificación.

Técnicas cualitativas para “rastrear” lugares de alta significación

Las imágenes e imaginarios urbanos son expresiones culturales que caracterizan representacionalmente a
los espacios urbanos, están cargados de significados otorgados por los habitantes sobre elementos
referenciales y significativos que integran la ciudad. Para rastrear, identificar, captar y entenderlos, existen
diferentes estrategias cualitativas que enfatizan las relaciones face to face y los análisis de cerca y por dentro
a través de los puntos de vista de los propios ciudadanos, por ejemplo: los mapas mentales36 y las entrevistas
a profundidad.

Estas técnicas integran una estrategia donde la entrevista acompaña al mapa mental. Son recursivos
entre sí. Lo que permite la posibilidad de interpretación del imaginario urbano de los actores (del caso de
estudio) a través de a) lo no verbal: líneas, letreros (indicaciones), y b) lo verbal: palabras. La entrevista,
aunque sí se basa en una guía, es más bien flexible en su diseño pues se trata de encontrar la subjetividad de
la experiencia urbana en el emisor, contrastando con los significados y sentidos plasmados en el dibujo,
conformándose imágenes similares, desde diferentes posiciones (tipologías en actores sociales), a partir de
la memoria y recuerdos colectivos sobre lugares en común, ratificando sus imaginarios.

El proceso para efectuar esta estrategia es el siguiente: 1) realización de las guías fundamentadas
en la búsqueda del conocimiento del receptor. Se trata de pedimentos para la elaboración del mapa mental
(ubicación, localización, entorno, interior, etc.) y del diseño de un cuestionario flexible para el desarrollo
conversacional (información personal, origen, asistencia, frecuencia, proveniencia, trayectos, tiempo,
movilidad, entorno, pórticos, referencias, acceso, interior, sensaciones, presencia, comportamientos,
permanencia, etc.); 2) selección de los informantes. Los niveles de precisión respecto a la información
proveniente de los imaginarios y a las propias características del trabajo de campo, ubican al investigador a

36
Esta técnica, “tiene el propósito [de] mostrar… la visualización de las imágenes del espacio urbano, permitiendo el
reconocimiento, identificación e interpretación de los elementos que lo integran… son los propios ciudadanos los que
eligen los lugares a ser interpretados… a partir de los elementos significativos reales o simbólicos”, reflejándolos como
“una expresión de sentimientos colectivos o de profunda subjetividad social”, en García Ayala, Lugares de alta
significación. Imagen urbana y sociabilización en la Jardín Balbuena, 32.
seleccionarlos al azar o elegir estratégicamente, con el fin de construir al informante modelo37; 3) aplicación
de técnicas. Mediante breves indicaciones (por parte del receptor) simultáneas a la elaboración del mapa
mental, el sujeto informante y emisor usaría, entonces, el discurso verbal para reforzar la explicación que
ofrece el discurso gráfico/visual. Las indicaciones son de una manera más-o-menos guiada, como charla, y
no necesariamente encerrándose en un cuestionario rígido que exija efectuar todas las preguntas y encontrar
todas las respuestas planeadas; y 4) una vez transcrita la entrevista, los dos discursos (dibujo y texto) son
sujetos al análisis transdisciplinario del discurso (Haidar38; Sánchez Guevara39) como sistema semiótico-
discursivo (es decir, lo no verbal-lo verbal). Se trata de un proceso complejo de interpretación que los
contrasta, integra y sitúa como productores de símbolos y generadores de sentido mediante la identificación
de las condiciones de producción, recepción y circulación, sus materialidades y funcionamientos.

La Madero como lugar de la memoria e identidad leonesa

León se funda en 1576 partiendo de 24 manzanas. A inicios del siglo XX la ciudad ya se caracterizaba por
su industria: herrería, textiles, curtiduría y calzado. En 2010 su posición poblacional en relación al resto de
municipios de la república era la sexta, con 1.4 millones de habitantes (INEGI). García Gómez 40 sintetiza
las transformaciones urbanas en León en cinco etapas: La ciudad histórica, desde su fundación hasta 1940;
La primera intervención premoderna (hasta 1970), La búsqueda del ordenamiento (hasta 1980) –ambas
bajo el estado benefactor y la última trasladando, desde entonces y hasta ahora, el eje rector al modelo
neoliberalista–; Expansión y vialidades (hasta 1990); y El espacio dividido, la ciudad privatizada (hasta la
actualidad). El presente refiere a una ciudad en proceso de terciarización como sector dominante41, donde
la industria es situada paulatinamente en la periferia y en municipios conurbados. La imagen de la factoría
es substituida por lugares de negocios y de alta cultura, muchos antes inconcebibles: centros de exposiciones
y convenciones, hoteles, museos, bibliotecas centrales, teatros, universidades, malls, etc. Emergiendo

37
Umberto Eco, Lector in fabula. La cooperación interpretativa en el texto narrativo (España: Editorial Lumen, 1999).
38
Julieta Haidar, Debate CEU-Rectoría. Torbellino pasional de los argumentos (México: UNAM, 2006).
39
Graciela Sánchez Guevara, Retablo de la independencia de Juan O ‘Gorman (México: Seminario Permanente de
Análisis del Discurso y Semiótica de la Cultura de la ENAH/ITAM [versión electrónica], s/f).
40
Miguel Ángel García Gómez, Transformaciones urbanas de León. Siglo XX (México, Tlacuilo Ediciones, 2010),
151.
41
Instituto Municipal de Planeación, Programa Municipal de Desarrollo Urbano y de Ordenamiento Ecológico
Territorial (México: IMPLAN, 2015).
nuevos espacios del ocio y del negocio, públicos y privados, donde la calle histórica denominada Francisco
I. Madero no podría estar ajena a este proceso de transformación.

La calle Madero ha sido escenario de múltiples acontecimientos históricos y transformaciones


urbanas. Es uno de los principales lugares de la memoria e identidad leonesa que significativamente la hacen
diferente al resto de espacios en la ciudad42. Desde su formación, en el siglo XVI, bajo el nombre de Calle
del Sol o del Sol Divino –posteriormente Real de Guanajuato–, tuvo la función de acceso principal a la villa
y después a la ciudad (1830). Vía comercial, de abastecimiento y servicio a partir del siglo XVIII, las
primeras pensiones, posadas, ventas y mesones ocupaban sus cuadras43. Siempre ha sido una de las vías más
concurridas y transitadas, desde la época colonial. Sede de los hogares de las élites. La inundación de 1888
casi destruyó el 60% de su composición urbana, sólo el transcurso del tiempo permitió su paulatina
reconstrucción. ¿El legado? Siete cuadras –dos dentro de las manzanas fundacionales y una de éstas
peatonal–, con estilos de los más variados: neoclásico, art nouveau y ecléctico. 47 inmuebles catalogados
que datan de los siglos XIX y XX.

Desde la década de los años setenta, en sintonía con la implementación de los primeros instrumentos
de la planeación formal en la ciudad, el centro histórico y la calle Madero comienzan a sufrir una serie de
intervenciones de corte regeneración y renovación urbana. A finales de los noventa y, a la postre, al culminar
la primera década del siglo XXI, importantes transformaciones continuaron; constituyéndose como uno de
los sitios favoritos a intervenir por parte de la administración pública44. Ligado a estas transformaciones
históricas, es de consideración amplia mencionar los efectos que durante las décadas de los sesenta, setenta
y ochenta tuvieron los alineamientos, obligados por el entonces Reglamento de Construcciones. Las
cicatrices urbanas son evidentes, en tanto La Carta de Venecia dictaba las políticas de atención a centros
históricos, en León, bajo la perspectiva del urbanismo racionalista, modernista y funcionalista, se decretaba
la facultad de derribar edificios patrimoniales en pos de la ampliación de vialidades. Periodo, además, que
coincide con el progresivo abandono poblacional de esta zona central, detonado durante los años ochenta y
con marcado aumento en la actualidad —ver mapa 1. García Gómez45 expone una hipótesis que identifica
dos factores que pudieron haber provocado el fenómeno: la estructura vial, dificultando la movilidad

42
Carlota Meneses et al, “La calle Madero: un espacio de patrimonio, historia, y apropiación para los habitantes de la
ciudad de León, Guanajuato”, en Coloquio Internacional de Diseño (México: Facultad de Arquitectura y Diseño de la
Universidad Autónoma del Estado de México, 2015). Disponible en
http://coloquiodediseno.faduaemex.org/2015/35.html
43
Toribio Esquivel Obregón, Recordatorios públicos y privados. León, 1864-1908 (México: Universidad
Iberoamericana, 1992).
44
García Gómez, Transformaciones urbanas de León. Siglo XX.
45
García Gómez, Transformaciones urbanas de León. Siglo XX, 156.
vehicular, y el incremento de la plusvalía, incidiendo en el alta en la renta de la propiedad de suelo –
motivando también la terciarización en sus usos.

Mapa 1. Localización y población total.

Fuente: Censo de Población y Vivienda 2010 y XII Censo General de Población y Vivienda 2000. Edición: Miguel
Cervantes y LEDA.

No obstante, en la actualidad, la Madero es elemental como trayecto que interconecta en la dinámica


sociocultural a los diversos actores urbanos –residentes y población flotante e itinerante: comerciantes,
turistas, etc.– inmiscuidos en el (micro) circuito de nodos: Plaza principal-Plaza expiatorio-Calzada de los
Héroes. Es el corredor cultural y económico por excelencia, pues, aunque se han minimizado las prácticas
de habitación han aumentado las del consumo; el uso de suelo ha pasado de habitacional a mixto,
sobresaliendo lo comercial, no obstante, aún de modo informal. Conformándose imaginarios que penden de
la vida nocturna, de bares y restaurantes, sociabilización y tiempo libre, encabezada por la iniciativa privada.
En efecto, en años recientes la administración pública ha seguido dirigiendo distintas intervenciones urbanas
y ha generado diversos proyectos culturales: “Paseo Dominical”, “Rodada nocturna”, “Ruta de las Cantinas”
y “Ruta del Peatón”. El último la constituye como una vía de conexión en el (macro) circuito: Poliforum
León-Forum Cultural Guanajuato-La Calzada-Calle Madero-Centro Histórico-Plaza del Mariachi –
principales centros turísticos y culturales de la ciudad.
Fotografía 3. Rodada nocturna.

Fuente: Propia.

Expectativa versus realidad

El Plano de zonificación, usos y destinos del suelo para la ciudad de León, Guanajuato —expectativa. Este
plano es una carta resultante del Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico
Territorial, en el cual se indica que la calle Madero se halla en una Zona denominada H6E-A, la cual hace
referencia a lo “Habitacional de densidad media y usos mixtos de comercio, servicios e industria dentro de
la Zona A”46. La densidad es de menos de 60 hab./ha., aun cuando se trata de un uso mixto con una

46
Instituto Municipal de Planeación, Programa Municipal de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Ecológico
territorial (México: IMPLAN, 2016).
disposición normativa de densidad libre: para más de 900 hab./ha.47 La zona A corresponde al centro
histórico48. Se evidencia la mezcla de actividad incluso inducida por la propia legislación urbana local.

Serie fotográfica 1. De vivienda a bar.

Fuente: Propia.

Etnografía urbana en la calle Madero —realidad. A partir de diversos recorridos, se ha realizado un


registro de la oferta socioespacial en la calle Madero. Se trata de un corredor heterogéneo que está
caracterizado por la dinámica sociocultural experimentada en cada uno de sus tramos. Es diversa y
constantemente frecuentada por la ciudadanía. No obstante, a pesar de que la normatividad la indica como
zona de usos mixtos, se queda corta al definirla simplemente como “habitacional, comercio, servicios e
industria”. La revisión etnográfica exhibe la no identificación de industria y, sobre todo, el despoblamiento

47
Instituto Municipal de Planeación, Programa Municipal de Desarrollo Urbano y de Ordenamiento Ecológico
Territorial.
48
H. Ayuntamiento de León, Código Reglamentario de Desarrollo Urbano para el Municipio de León, Guanajuato
(México: Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Guanajuato, 125 Segunda Parte, 2010, 6 de agosto, 2010).
de la zona. La expectativa de la zonificación, a través del plano, es fría al contrastarle con la realidad que
exhibe día a día la calle Madero. No permite enmarcarle en su vitalidad.

Con base a la categorización empleada por la antropología urbana brasileña, se ha realizado un


diseño de manchas culturales que representan más fehacientemente la realidad urbana de esta calle histórica
de la ciudad de León. Las manchas: son áreas contiguas dotadas de equipamientos que marcan sus límites
y visibilizan, compitiendo o complementando. Las manchas, son resultado de las relaciones que diversos
establecimientos y equipamientos guardan entre sí, y que es motivo de la afluencia de sus frecuentadores;
es más abierta, acoge a un número más diversificado de usuarios a partir de su oferta en bienes o servicios,
posibilitando encuentros imprevistos49. La oferta socioespacial de la calle Madero, bajo la categoría de
manchas culturales, son las siguientes:

1) Del calzado e indumentaria (zapaterías, tienda de ropa, telas, tintorería, etc.);


2) De la alimentación (fondas, restaurantes, etc.);
3) De las nieves y cafés;
4) De la educación y cultura (escuelas, centros sociales y culturales);
5) De los estacionamientos;
6) De la religiosidad (templos, capillas, tiendas, etc.);
7) De los servicios financieros (bancos, cajeros, préstamos, empeño, etc);
8) De los predios baldíos y en renta;
9) De los abarrotes y tiendas de conveniencia (tiendas, Oxxo, extra, panadería, etc.);
10) De la salud (farmacias, ópticas, dentista, médicos, ejercicio, etc.);
11) De lo gubernamental, las leyes y la prensa (oficinas de gobierno, periódico, notarios, abogados,
etc.);
12) De lo habitacional;
13) Del ambulantaje;
14) De la belleza (perfumería, peluquería, etc.);
15) De los bares (cantinas, tabernas, bares, antros, etc.);
16) De los libros (librerías y bibliotecas, etc.);
17) Del espacio público (zona de bancas, plazas, tramo peatonal, etc.);
18) Del hospedaje y el viajero (hoteles, agencias de viaje);
19) De la maquinaría (reparación, renta y venta);

49
José Magnani y Bruna Mantese, Jovens na metrópole: entografías de circuitos de lazer, encontro e sociabilidade
(Brasil: Editora Terceiro Nome, 2007), 20.
20) De servicios para la vivienda (instalaciones, decoración, cerrajería, etc.); y
21) De las papelerías e impresión (cibercafé, papelerías, serigrafía, etc.).

El imaginario del tiempo libre y del disfrute

A modo de preámbulo, se muestran los resultados de una encuesta realizada a 328 personas en torno a la
actividad social en el espacio público denominado Calle Madero, para identificar las percepciones generales
de una población más diversa respecto a este espacio público. A los cuáles se les preguntó ¿A qué va usted
a la calle Madero? El análisis de las respuestas refiere a lo siguiente: la gente asiste a visitar principalmente
los bares y restaurantes; en segundo lugar está el uso de los espacios públicos (como plazas), actividades
religiosas o realizar compras ahí; el siguiente puesto confiere al uso de la diversa cantidad de
estacionamientos, servicios financieros y gubernamentales; y, en menor medida, los residentes en la propia
calle y aquellos ligados a razones laborales o académicas. Se exhibe una heterogeneidad en el espacio
urbano.

Gráfica 1. ¿A que va usted a la calle Madero?

Fuente: Elaboración propia.

Un segundo momento, va dirigido a la exposición de los imaginarios urbanos para rastrear, en el


apartado conclusivo, los elementos urbanos, ya sean significativos, referenciales o de alta significación. El
presente análisis50 parte de cinco informantes empíricos, todos estudiantes universitarios cuyas edades van
de los veinte a los treinta años. Una joven del sexo femenino y cuatro varones. Además de dedicarse a sus
estudios, la mayoría expresan que laboran en campos de la construcción. Residen en la ciudad de León,
Guanajuato, en diferentes puntos: centro-este, sureste, este y al norte.

La asistencia es motivada por actividades recreativas tales como dar un paseo, caminar, tomar misa
con mi familia y posteriormente desayunar, ir por un café o a comer algo; sobresale la siguiente respuesta:
Para divertirme, tomar algo, bailar, salir de fiesta, ir a beber un rato a los bares —con la que coinciden
casi todos. Esta asistencia se da en conjunto a la red de relaciones ligadas a la amistad, familia y/o noviazgo.
La forma en que los informantes comenzaron a relacionarse con la Madero es diversa, existe quien laboró
ahí en un bar (1910), también el foráneo que le conoció hace más de 10 años en su primer visita al centro
histórico de la ciudad, aquellos que lo hicieron recorriendo y caminando el centro, al visitar la plaza
expiatoria, o por amigos que recomendaban los bares. La asistencia y la frecuencia de ésta es constante:
cada fin de semana, 1 vez cada 3 semanas, 1 vez cada al mes, una o dos veces al semestre, aquel que
laboraba ahí asistía de miércoles a sábado, ahora voy pocas veces es un problema encontrar
estacionamiento.

Las proveniencias más comunes para arribar a La Madero son: casa de un amigo/mi
casa/universidad. Los trayectos más usuales: Casa-templo-plaza principal (beber cebadina) o Casa-Bulevar
López Mateos-Estadio León-Calzada de los héroes-Puente del amor-Arco de la Calzada-Madero,
caminando unos 40 minutos, en auto 15 minutos; o Casa-Calle Diego Velásquez-Fray Daniel Mireles-
Bulevar La Luz-Bulevar Adolfo López Mateos-La Madero; o Casa-casa novia(fraccionamiento Jardines de
la presa)-Bulevar Torres landa, Avenida Hermanos Aldama-estacionamiento-La Madero, 50 minutos en
llegar. Universidad-Hilario Medina-López Mateos–Calzada–Madero, en 20-30 minutos; o Casa-Bulevar
Delta–Bulevar Aeropuerto–Bulevar López Mateos–Calzada–Madero, en 25-35 minutos; o Casa-bulevar
Las Torres Malecón del Río-La Calzada-La Madero. Los medios de transporte más empleados son:
transporte público, caminando, automóvil (propio, de mis amigos, de mi mamá), Uber. En la mayoría de
las opiniones de los informantes, el trayecto se cierra en sus propias casas, al tratarse primordialmente de
actividades nocturnas, y el retorno se rige por la misma ruta, el informante que vive en la zona norte de la
ciudad usa para el retorno la calle Ignacio Zaragoza-López Mateos-El Rosario. Sólo uno de emisores refiere

50
El presente, por cuestión de espacio, sólo presenta el trabajo intertextual a fin de construir al informante modelo de
los jóvenes, el disfrute y el tiempo libre, a modo de síntesis del análisis transdisciplinario del discurso cuyo fin es
comprender y explicar al escenario, a los actores y sus reglas, sujeto también al análisis del discurso no verbal: mapa
mental. En el presente se cubren los dos últimos elementos, en el apartado conclusivo el primero, al identificar los
lugares de alta significación. Las letras en cursivas son respuestas literales, el resto son paráfrasis y/o articulaciones
por parte del autor.
a que ha llegado a dirigirse luego de visitar la calle Madero a centros comerciales/casas de familiares/casa
de la novia.

¿Cómo es el entorno? Caminándola puedes ver a personas de la tercera edad bailando, a


estudiantes de la UCEM platicando y jugando en la calle. Es muy social y cultural por las mañanas y tardes,
y durante la noche es muy transitado por peatones y muy turística. Su arquitectura es muy enriquecedora,
hay muchas distintas. En la mañana se siente un ambiente familiar. Se trata de espacios de comercio y
restaurantes-bar, con un templo expiatorio, los fines de semana por las noches hay mucha gente en los
bares y en las tardes hay gente que va a comprar cosas para su necesidad y gusto. Es histórico, antiguo
con toques modernos. El White Rabbit, por ejemplo, conserva muchos rasgos de la edificación antigua con
toques hipster y una hermosa vista al Expiatorio que hace querer estar ahí y disfrutar la noche. Puedes ir
de bar en bar de noche o restaurantes y cafeterías cuando vas de día. Hay lugares sobre explotados o que
rompen la imagen de una calle con historia y cultura, como el bar Aldama o la Reserva, que fueron
totalmente reconstruidos. Finalmente, es juvenil, cultural, histórico, en determinada hora es muy conflictivo
estacionarse, por tramos lo percibo descuidado y algo sucio.

El pórtico por excelencia es el arco de la calzada, cuando lo observas te das cuenta que llegaste,
cuando llegas a la calzada, rumbo al centro histórico, desde ahí empiezan los bares. Los elementos de
referencia o significativos que los informantes identifican en su caminata o estancia momentánea son los
siguientes: La Plaza Expiatorio (x3), Bar “Rey Compadre” (x2), la prepa UCEM, bares, el Templo
expiatorio (x4), los árboles, Arco de la Calzada (x2).

Las sensaciones y emociones experimentadas por los cinco informantes son: si vas a pasear es de
actividad familiar, puedes caminar y comprar un helado y encontrarte con amigos para tomar un café. En
la noche se siente una emoción de fiesta y de tomar, siento un poco de adrenalina. Hay muchas personas,
en los bares, el templo expiatorio es muy relevante. En las tardes se convierte en una zona comercial. Se
percibe música, sabor, calidez de las personas. Hay un ambiente que te incita a entrar o conocer los lugares.
Sensación de seguridad y de alegría al ver tanta gente divirtiéndose.

Respecto a la percepción del miedo al caminar en la calle, dos de ellos respondieron: Nunca he
sentido una sensación de miedo o inseguridad, a ninguna hora, todo el tiempo hay gente. Los otros, en
cambio, Sí, cuando ya es muy noche, hay algunos lugares que no están alumbrados lo suficiente, hay partes
muy oscuras donde se siente inseguro transitar o cruzar a menos que vaya más gente. Hubo incluso quien,
acompañado de sus primos, estuvo a punto de pelear con unos cholos: saliendo del bar nos gritaron. Al
contrario, el discurso del goce y disfrute tiene emergencia: puedes realizar todo tipo de actividades sin
importar edad ni sexo, se siente seguridad. Es una calle que está bien protegida al haber gente alrededor
a todo momento e iluminación, tránsitos y policías. Por la mañana, en familia, me siento como en casa, es
una vialidad muy tranquila a esa hora del día. Los bares o restaurantes tienen espacios iluminados,
amplios, con vigilancia. Siempre siento una sensación de goce y de placer porque me divierto mucho
conviviendo con mis amigos.

El tiempo de acceso al lugar depende del tráfico y la manera de llegar al lugar: al no utilizar coche,
los tiempos requeridos para a acceder a la calle o de la calle al lugar a visitar son relativamente cortos. O
a través de caminatas de 45 a 15 minutos. En automóvil, 30 minutos al buscar estacionamiento, y no
cualquiera, algunos cierran entre 22:00 y 00:00 horas, o le suben mucho el costo, o por el tráfico, por las
noches. Por las mañanas es rápido, tardo 10 min, sin tráfico. Un Uber deja más cerca pero corres el riesgo
que haya tráfico y tardes en accesar (sic).

Cada uno de los informantes muestra diferentes motivos para asistir a la calle Madero, los espacios,
elementos urbanos y personas que envuelven el entorno micro-local al que suelen acudir son: muchos bares
y restaurantes, Bar Rey compadre donde, por las noches, hay personas pedas vomitando, La Bartola bar,
el bar White Rabbit —enfrente del templo y la plaza Expiatorio, le rodean una heladería (La Garrafa),
tiendas de zapatos, la galería del museo Sacro, una agencia de viajes, la preparatoria UCEM, una
biblioteca. Calles paralelas como Pedro Moreno y 5 de febrero, el bulevar López Mateos que es la vialidad
más importante de León, viviendas viejas, algunas ya con uso de suelo comercial, el Templo Expiatorio,
arquitectura antigua, fachadas viejas y deterioradas, poco color, el arco de la calzada, el puente del amor,
hoteles, sistema de transporte Optibús, edificios de salud, finanzas, economía, comercio, de religión,
escuelas, bancas, árboles, carros circulando, parejas de novios.

La estructura interna de la calle Madero está integrada por, según los informantes, Bares (x3),
restaurantes (x2), cafeterías (x2), centros religiosos (x3) —el templo expiatorio y otros—, tiendas, museos,
bancas, árboles, gente caminando y turistas, elementos arquitectónicos con historia, puestos de comida
(x2) —fruta, gorditas—, la Plaza Expiatorio, casa de la cultura, puestos ambulantes, neverías (x2), puesto
de cebadinas, elementos culturales y publicitarios, comercios, bibliotecas, escuelas (x2), tiendas diversas,
casas particulares, negocios pequeños y oficinas.

¿A qué suena la Madero? En horario diurno están las campanadas del Templo Expiatorio, niños
corriendo y jugando en Plaza Expiatorio, el ruido de palomas, pájaros, el viento sacudiendo los árboles, el
murmullo de la gente, música de otras épocas de los bailes de la gente de la tercera edad, el ruido de los
vehículos, los neumáticos sobre el pavimento. Por la noche hay mucho ruido de gente enfiestada, el bullicio,
cláxones, coches, motores, música, personas ofreciendo la entrada a estacionamientos, o a sus comercios
de alimentos y bebidas, en los lugares se escuchan gente platicando, sonidos de vasos y música abrumadora.
Por ejemplo, en el Bar Rey Compadre se escucha música reguetón y electropop, en el Bar 1910 música
principalmente alternativa en inglés, en el White Rabbit tienen música muy tranquila.

Fotografía 4. Miércoles de Danzón en Plaza Expiatorio, Templo Expiatorio al fondo.

Fuente: Propia.

¿A qué huele la Madero? Es variable, desde comida —tacos, hot-dogs—, café recién preparado,
árboles húmedos, hasta suciedad, tierra, agua jabonosa de limpieza, humo del vehículo, orina, dejan basura
en zonas oscuras y propaga malos olores. Algunos lugares son frescos y se aprecian olores de muebles
nuevos, alcohol; dentro del bar una mezcla de perfumes y lociones de las personas que ahí se dan cita.

El color de la Madero gira en torno a colores terrosos o neutros, muy típicos de los centros
históricos. Tonos ocre, blancos, oscuros; aunque hay lugares donde rompen el esquema y usan tonalidades
institucionales. Predominan también canteras café y beige, mucho tono amarillento, ladrillos (naranjas) y
maderas (cafés), pavimento rojizo o tinto, verde por medio de la vegetación, el blanco pastoso del Templo
Expiatorio.

Actores y reglas: asiste todo tipo de gente, de ambos sexos, edades entre los 18 y los 40 años, niños,
de todas las clases sociales. Por la noche es más prominente la visualización de jóvenes de clase media-
alta, depende del bar, también de clase baja y media. De estilo relajado-formal, casuales y hipsters. Les
gusta ir a los bares y alcoholizarse, sobre todo a los de menor edad, son descuidados y hacen mucho
escándalo. Van a conquistar, buscar pareja, divertirse, relajarse. Realizan actividades culturales, de
parranda, comercial, van a desayunar, actividades religiosas, caminar, sentarse un rato en alguna banca.
Algunos se comportan muy pasivos, callados, lentos, pensativos, otros con mucha adrenalina, alegres.

Permanencia: depende de mi tiempo libre, si no hay obligaciones al otro día y la cantidad de dinero
que llevo, pero aproximadamente son de 3 a 4 horas. Depende de la actividad, un paseo se da en una hora,
un paseo dominical hasta tres horas. En bares y restaurantes y en la calle alrededor de 3, 4 o hasta 5 horas
dando la vuelta.

Dibujo 1. Mapa mental, Pedro Obregón.

Fuente. Propia.
La Madero imaginada. Para los habitantes informantes se trata de una calle histórica, patrimonial,
de lugares icónicos como el Expiatorio, el Arco de Calzada. Entrada al corazón de la ciudad, transitada
por peatones, turística, comercial, diferente, es un lugar abierto, para la población, un lugar pintoresco,
tranquilo y agradable para salir, significativo, popular, que está viendo un boom de comercios y bares. Es
donde puedes ir a relajarte, pasear, comer y en la noche divertirte con tus amigos. Es un punto de reunión
para la vida nocturna de los jóvenes.

Imaginabilidad del centro histórico. El centro de la ciudad es un lugar de reunión de los habitantes
donde se pueden encontrar todo tipo de negocios y de actividades y siempre una demografía que asista. Es
un sitio distinguido, de pertenencia, en el cual se puede pasar el tiempo libre, convivir, gozar, caminar,
realizar todo tipo de actividades culturales al aire libre, es donde te puedes expresar libremente. Lugar de
los recuerdos y antigüedades. A menudo evitado, pero es una joya arquitectónica e histórica sobre la vida
de la ciudad y su evolución tiene muchas cosas que contarnos.

Lugares de alta significación

Se concluye que, desde principios de la presente década, han estado sucediendo diversos fenómenos en la
calle Francisco I. Madero de León, desde aspectos relacionados a la globalización, gentrificación,
reconversión, restauración, renovación, rehabilitación, peatonalización, tematización, hasta la
clandestinidad, privatización, exclusión y la repercusión que estos han tenido en el tiempo libre, ocio,
negocio, entretenimiento, turismo. Es una calle que se frecuenta, posicionándose como uno de los accesos
principales al centro histórico de la ciudad. Su uso incide en la actividad desarrollada en ella, sobresale que
vive un proceso de transformación en el uso de suelo, evidenciando cada vez menos habitantes y más usos
relativos a la recreación. Esta calle leonesa se presenta bajo el supuesto de vitalidad en el espacio público,
al revelar y desentrañar rasgos propios y atributos a partir de experiencias y discursos citadinos.

El punto de vista del ciudadano leonés, a través de la constitución del informante modelo ligado a
jóvenes y disfrute del tiempo libre y del espacio público, mayoritariamente referido a una temporalidad
nocturna, se ha expresado en discursos resultantes de una entrevista abierta concatenada a la elaboración de
un mapa mental. De nueva cuenta el resultado da evidencia de que se trata de un espacio no homogéneo
sino lo contrario, incorporando argumentos que lo ligan a un espacio significativo además constructor de
identidad leonesa. Es diverso.

Los lugares de alta significación son los siguientes: 1) La propia calle Francisco I. Madero, más allá
de percibirse con una simple senda y vía de comunicación, sus significados le refieren a ser producto social
y productora sociocultural al contener —no sólo de modo pasivo— múltiples nodos, hitos y puntos de
referencia y erigirse como soporte simbólico de prácticas de sociabilización, de fiesta, de entretenimiento y
de comercio. 2) Plaza Expiatorio, con un significado ligado a ser el nodo por excelencia y con funciones
festivas y de sociabilización. 3) Templo expiatorio, hito principal, punto de referencia. 4) Arco de la calzada,
hito, punto de referencia y principal pórtico de acceso a la calle Madero. 5) Bares —Rey compadre y White
Rabbit, 1910, La Bartola— como lugares festivos y de sociabilidad, puntos de referencia primordiales. Y,
finalmente, 6) como vías de comunicación de mayor peso: Bulevar López Mateos (eje principal), Hermanos
Aldama (entrada), La Calzada (como entrada y, a la vez, extensión y elemento integrador de circuitos
culturales más amplios), Ignacio Zaragoza (salida) y las paralelas Pedro Moreno y 5 de febrero.

Fotografía 5. Arco de la Calzada.

Fuente. Propia.
Pero, ¿qué hay detrás de esa vitalidad? ¿De estos lugares festivos y de sociabilidad, de ese
imaginario del tiempo libre y del disfrute? La tarea pendiente es la de identificar otros tantos tipos de
informantes modelos, los propios residentes, por ejemplo, y confrontarles. Pues, ya exponía Lefebvre51, la
calle es el lugar del encuentro, con funciones informativas, simbólicas y de esparcimiento que, no obstante,
ha ido perdiendo ese papel al convertirse en una retícula organizada por y para el consumo. Es un lugar de
colonización, de apropiaciones y reapropiaciones —dice— tanto caricaturescas, con permiso de la
hegemonía, como verdaderas, a partir de manifestaciones efectivas y a menudo reprimidas. Conformando,
en ese caso, imaginarios subalternos e imaginarios del miedo. Al final, ¿qué de estas festividades y
sociabilidades son caricaturescas o verdaderas? En el escenario de la nulidad, ¿queda lugar para lo verdadero
en la calle Madero?

Bibliografía consultada

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51
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