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SÍNTESIS DE ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA SOBRE LA CONCIENCIA DESDE

“LA CONCIENCIA MORAL DEL CRISTIANO” DELHAYE, PH. PGNS.43- 60.

ANDRÉS CAMILO PAEZ SIERRA

UNIVERSITARIA AGUSTINIANA

FACULTAD DE HUMANIDADES

PROGRAMA DE TEOLOGÍA

BOGOTÁ D.C. 2018


CAPITULO PRIMERO

LA ENSEÑANZA DE SAN PABLO

En este primer capítulo se aborda el tema sobre la conciencia desde san pablo, teniendo
presente que el termino conciencia era más del mundo helenista, pero san pablo toma el
término para introducirlo en el vocabulario cristiano. Aunque no lo define ni lo explica en
ninguno de los pasajes en que aparece toda su doctrina, pero es curioso que su utilización
resulta familiar a sus oyentes y lectores.

San Pablo comienza haciendo ver la insuficiencia del conocimiento y afirmando que es
indispensable el amor, para defender enseguida el valor de la conciencia, que orienta a todo
cristiano sin desfallecer, ya que como dice el mismo texto la conciencia es un guía, a cuyos
imperativos y a cuyo control nadie puede sustraerse. Este primer capítulo se divide a la vez
en tres apartados: la conciencia habitual, la conciencia actual y la originalidad de san pablo.

LA CONCIENCIA HABITUAL

Empieza el texto diciendo que la conciencia es una facultad que dirige la vida moral, esta
vida puede también ser dirigida por un mandato o una ley que ya está establecida, no
obstante se pregunta el texto sobre el interrogante de qué pasa con aquellos que son
paganos y no comparten este criterio, ya que no se rigen por una ley, sencillamente entrara
a ejecutar las acciones la misma conciencia, que les permitirá realizar actos buenos.

Seguidamente san pablo dirá que la conciencia puede ser un principio de evangelización ya
que es el mismo señor el que nos la orienta “esta es nuestra gloria, el testimonio de nuestra
conciencia de que nos hemos conducido en este mundo, y en particular con vosotros, con la
santidad y la sinceridad que viene de Dios no con sabiduría carnal sino con la gracia de
Dios” (Delhaye. pág. 45) Por tanto san pablo concretará que realmente la conciencia está
adjudicada al plano del amor y al plano de la gracia.

Desde esta perspectiva se puede relacionar con lo que dice el documento de la Gaudium et
spes en el numeral 10/94 Es la conciencia el núcleo más secreto y un santuario del hombre,
en el que este está a solas con Dios, y cuya voz resuena en lo más íntimo. La conciencia da
a conocer de modo maravilloso esa ley, cuyo cumplimiento consiste en el amor de Dios y
del prójimo (Const. Gaudium et spes. 16).

No obstante san pablo también deja claro que en el tema de la conciencia existe la
conducta, el ser humano posee una capacidad subjetiva desde la cual se identifica y hay un
discernir de los distintos horizontes que presenta la vida para actuar o no actuar si está de
acuerdo una ley moral o se está actuando mediante una pasión y que remite a un extremo
antimoral , desde este punto de vista aparece la conciencia como un aspecto impersonal;
pero san pablo dirá que es una realidad personal propia de cada individuo.
En las que se puede hablar de buena conciencia como aquella que está en vinculo
permanente con la fe y dirigiendo a la “pureza de la existencia moral” también se puede
hablar de una mala conciencia siendo esta permeada por satanás y basándose en la
perversión del espíritu y en la incapacidad de realizar una obra buena.

Por último se habla de una conciencia débil donde los más propensos a tenerla son los
neófitos ya que tienen una debilidad en el juicio, y el ejemplo más claro es que caen o se
dejan arrastrar a hacer lo que ellos mismos reprueban.

LA CONCIENCIA ACTUAL

En este segundo apartado se enmarca que se debe tener plena convicción de la conciencia
ya que da una directrices en dirección a Dios, desde la conciencia se tiene plena convicción
de realizar un acto, de lo contrario si existe un ejercicio de actuación que no ofrece plena
convicción enmárquese como pecado.

En efecto la conciencia da cierta seguridad ya que envuelve todo un entramado de caridad.


La caridad con Dios, la caridad consigo mismo y la caridad con los otros, y esta tiene en
definitiva la última palabra, porque va en pro de la gracia.

No se trata únicamente del amor fraterno porque sería incompleto, entonces la perfección la
da realmente es el amor que viene de Dios por eso cuando interviene Dios con su amor es
que se concibe toda la persona y así mismo su conciencia.

ORIGINALIDAD DE SANPABLO

En este tercer apartado se habla sobre el cuestionamiento de que tan verídico es que san
pablo platiqué sobre la conciencia desde un ámbito muy original o es una influencia de su
contexto, con la particularidad que san pablo además de evangelizar con la palabra
conciencia le intenta dar como sinónimo con el termino “corazón” hasta tal punto que se
podría pasar de una noción a otra sin desmejorar su esencia.

Teniendo como base el texto bíblico de ROM. 2/ 15 Quienes muestran tener la realidad de
esa ley escrita en su corazón, atestiguándolo su conciencia, y los juicios contrapuestos de
condenación o alabanza. En el que se descubre que la ley está inscrita en los corazones
porque en él se ha dejado oír a la conciencia para actuar con sabiduría, en resumidas
cuentas desde san pablo se podría hablar de tres términos afines: sabiduría, corazón y
conciencia.

Finalmente se hace un pequeño recuento de lo que pudo ser para san pablo la base del
termino conciencia; desde los filósofos se utilizaba mucho el termino, por ejemplo se dice
que Cicerón probablemente utilizó el termino unas 75 veces en sus obras literarias.
También lo utilizó unas 32 veces Seneca en sus diálogos. Desde esta concepción se podría
resumir a la conciencia como aquella que es testigo de los actos, el acusador que reprocha
las faltas. Teniendo presente estas raíces pues san pablo se adueñan de este término y lo
relaciona con el corazón para poder hablar a todo su auditorio de algo que ellos ya
manejaban pero sin orientación cristiana.

CONCLUSIONES

De este primer capítulo sobre el libro de la conciencia moral del cristiano se podrían extraer
dos rasgos que aportan mucho en la investigación sobre conciencia.

El primer rasgo estaría enmarcado según san pablo desde una experiencia del Espíritu
como impulsador, es decir el que da la iniciativa divina para que haya una buena
conciencia: El hombre capta, desde los primeros instantes de su proceso de conversión a
Dios, una invitación o iniciativa divina que impulsa hacia el mismo Dios.

El segundo rasgo pese a que no le dice textualmente pero se puede extraer es que debe
haber una formación de la conciencia cristiana y esta equivaldría a una verdadera
evangelización y catequesis que se orienta principalmente a la profundización en el
conocimiento del misterio de Cristo.

BIBLIOGRAFÍA

DELHAYE, PH., LA CONCIENCIA MORAL DEL CRISTIANO, HERDER,


BARCELONA 1969

HTTPS://WWW.BIBLIACATOLICA.COM.BR/ES/LA-BIBLIA-DE-
JERUSALEN/ROMANOS/2/

CONCILIO VATICANO SEGUNDO. CONST. GAUDIUM ET SPES. SAN PABLO,


BOGOTA 2000

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