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Titulo:

La dominación masculina, La construcción social de los cuerpos.

Autor:

Bordieu, Pierre.

Idea Principal:

“La construcción de la sexualidad como tal (que encuentra su realización en el erotismo) nos ha
hecho perder el sentido de la cosmología sexualidad, que hunde sus raíces en una topología sexual
del cuerpo socializado, de sus movimientos y de sus desplazamientos inmediatamente afectados
por una significación social”

“La fuerza del orden masculino se descubre en de que prescinde de cualquier justificación:" la
visión androcéntrica se. impone como neutra y no siente la necesidad de enunciarse en
legitimarla." unos discursos capaces de El orden social funciona como una inmensa máquina
simbólica que tiende a ratificar la dominación masculina en la que se apoya: es la división sexual
de trabajo, distribución muy estricta de las actividades asignadas a cada uno de los dos sexos, de
su espacio”

Ideas Secundarias:

“Cuando los dominados aplican a lo que les domina unos esquemas que son el producto de la
dominación, o, en otras palabras, cuando sus pensamientos y sus percepciones están
estructurados de acuerdo con las propias estructuras de la relación de dominación que se les ha
impuesto, sus actos de conocimiento son, inevitablemente, unos actos de reconocimiento, de
sumisión”.

Si la relación sexual aparece como una relación social de dominaciones porque se constituye a
través del principio de división fundamental entre lo masculino, activo, y lo femenino, pasivo, y el
ese principio crea, organiza, expresa y dirige deseo, el deseo masculino como deseo de posesión,
como dominación erótica, y el deseo femenino como deseo de dominación masculina, como
subordinación erotizada, o incluso, en su límite, reconocimiento erotizado de la dominación.

“La fuerza especial de la sociodicea masculina pro legitima una relación procede de que acumula
dos operaciones: minación inscribiéndola en una naturaleza biológica que es en si misma una
construcción social naturalizada”.

“Los dominados aplican a las relaciones de dominación unas categorías construidas desde el punto
de vista de los dominadores, haciéndolas aparecer de ese modo como naturales, Eso puede llevar
a una especie de autodepreciación, o sea de autodenigración”.

“por no decir repugnante (o, en nuestro universo, en la visión que muchas mujeres tienen de su
cuerpo como inadecuado a los cánones estéticos impuestos por la moda), y, más generalmente,
en su adhesión a una imagen desvalorizada de la mujer”.

“La violencia simbólica se instituye a través de la adhesión el que dominado se siente obligado a
conceder al dominador (por consiguiente, a la dominación) cuando no dispone, para imaginar la
o para imaginarse a sí mismo o, mejor dicho, para imaginar la relación que tiene con él, de otro
instrumento de conocimiento que aquel que comparte con el dominador y que, al no ser más que
la forma asimilada de la relación de dominación, hacen que esa relación parezca natural”.

“La fuerza simbólica es una forma de poder que se ejerce directamente sobre los cuerpos y como
por arte de magia, al margen de cualquier coacción física; pero esta magia sólo opera apoyándose
en unas disposiciones registradas, a la manera de unos resortes, en lo más profundo de los
cuerpos”.

Enfoque:

Constructivista y Estructuralista.

Relación entre conceptos:

La violencia simbólica impuesta a través de códigos tácitos de dominación, aceptados socialmente.

Pertinencia o relación con la investigación:

Como la sociedad ha influido en unos patrones alrededor del cuerpo aceptado y el


comportamiento de esté. Igualmente, la división binaria entre el sexo fuerte y débil, lo pasivo y lo
activo.

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