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PODER POLÍTICO Y LA RELIGIÓN EN LA SOCIEDAD INCA

GÉNESIS DE LA CULTURA ANDINA:1

Milla Villena desarrolla su tesis de la génesis de la cultura andina, relacionando la


arquitectura con la cultura de manera directa:

“Toda obra de creación cultural está inmersa en un espacio físico acondicionado por el
hombre para convertirlo en un espacio social. Por ello, cultura y arquitectura, contenido
y continente, serán siempre conceptos inseparables, lo que conlleva que, al profundizar
en el origen de la arquitectura andina, hallaremos simultáneamente la génesis de la
cultura andina”

Desde esta óptica existen una serie de elementos que permiten señalar el carácter
unitario de la civilización andina, a partir de la relación simbología-arquitectura. Esto
con una relación directa de religiosidad:

“La economía es el gran motor en el avance de los pueblos, pero es la religión la que al
final los organiza con la magia de los símbolos. Esta institución es poderosa desde el
origen, porque junto, cuando el dogma, cualquier dogma trasciende, supera o rebasa al
individuo, lo torna religioso y lo domina. La humanidad ya atravesó de las religiones
místicas, acaba de pasar la de las religiones políticas, está entrando a la era de las
religiones económicas.

El proceso religioso de observación dedicado de manera exclusiva a los sacerdotes


entrando en un proceso sugestivo con los cuerpos celestes, por lo que el punto
elemental de la política andina y el ordenamiento de la sociedad se ve directamente
relacionado con la religiosidad.

Existen solo dos firmamentos apreciables en el globo: el austral, que es el sur, y el


boreal, que es el norte.

En cada uno de estos, que han sido durante largos periodos de tiempo observados por
los hombres, desde sus inicios de la astrología, refiriendo de manera particular ciertas
estrellas, como eje de su respectivo firmamento, en el hemisferio norte fue la estrella
polar (llamada también estrella de David) y en el hemisferio sur la cruz del sur (llamada
por los incas chakana).

Es a partir de esta observación donde citando a Earls: “Al conectar los ciclos del
sistema social lo más estrechamente posible a los ciclos astronómicos, se ejerce un
mayor control sobre el incremento de la entropía social. En el caso hipotético (pero
imposible por supuesto), de que se logrará: los incas habrían llegado a unificar la

1
peruconservador.wordpress.com/.../la-religion-el-poder-politico-y-el-incario/

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ciencia social con la astronomía en una sola ciencia, o sea, habrían querido crear una
sociedad a la imagen del universo celestial”

Esta hipótesis, permite entender las afirmaciones de la etnohistoriadora María


Rostworowski que en su libro:” Estructuras andinas del poder. Ideología religiosa y
política” señala signos, y formas religiosas relacionadas a la ciencia-religiosa andina de
dualidad y cuatriparticion que tienen su materialización en administración política,
militar, civil y social en general.

Cabe mencionar además que la cultura pan-andina en materia religiosa tiene relación
directa con la naturaleza y fenómenos climatológicos. Lo que le daría como resultado
natural y aun más que natural que se relaciona de manera directa con la observación
astronómica utilizando como medio la razón y la experiencia. Además, esas
observaciones se plasmaban en sus políticas sociales y relaciones de poder.

Hace miles de años, muchísimo, antes del apogeo cultural de los astrónomos que
gobernaron los templos de Chavín, sitio que se consideró cuna y matriz de la Cultura
Andina, había ya en nuestro territorio una sugerente y desarrollada arquitectura
primigenia.

Cerca de la desembocadura de un río de la costa norte, había una bahía tranquila en


forma de media luna.

El mar retrocedió hace muchos siglos convirtiendo a esa playa en una terraza fósil,
calcinada y perdida en el desierto y porque la línea azul que marca en nuestros mapas
la existencia de ese rió estacional, es solamente teórica.

Los ríos Chorobal y Huamanzaña que al unirse dieron vida al hoy llamado valle del rió
Chao, en la realidad no existen y son secos causes polvorientos. Esta reseca y desierta
faja, se encuentra ubicada al sur del valle Virú y al norte del valle del Santa, y esta
bañada en sus orillas por sus frías aguas del océano pacifico.

Cinco mil años A.C. más o menos, el hombre andino se estableció en sus playas.
Muchos de sus exponentes, bajo tierra aún, esperan mostrarnos el aporte de su
arquitectura; otros, puestos a la luz, sufre el burocrático desprecio indiferente del que,
incapaz de comprender un libro en idioma extraño, deja indolente que se lo coma la
polilla.

Son arquitectura andina, arquitectura universal, arquitectura humana. La arquitectura,


no está de más y viene caso repetirlo, es luz y sombra, espíritu y materia; por nuestra
dogma conceptual, es tan bien, arte y ciencia.

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LA TEOCRACIA EN LA SOCIEDAD INCA:

América pre-hispánica, es decir en el continente americano, antes de su des-en


cubrimiento y, aún, posterior a ello, se registraron una serie de civilizaciones que se
regían por el sistema gubernamental teocrático, el principal de ellos fue el Imperio Inca.

El Imperio incaico era una teocracia basada en la agricultura y en el sistema de ayllus,


o grupos de parentesco, dominada por el inca, que era adorado como un dios viviente;
el Estado y la iglesia reconocían los mismos principios y las mismas autoridades.

Como lo menciona José Carlos Mariátegui en su libro Siete ensayos de interpretación


de la realidad peruana: “Los rasgos fundamentales de la religión incaica son su
colectivismo teocrático y su materialismo.

Como es de saber, la religión en los incas jugó un papel muy importante en su


desarrollo histórico. Grandes sociedades que imperaron a razón de estructuras
teocráticas, tenían el poder y el control total de los pueblos. Muestra de ello podemos
observar en los grandes cultos, las arquitecturas y las cerámicas.

El Templo Sagrado de Sol, las Manos Cruzadas, el Monolito de Chavín de Huántar, el


templo del Coricancha son algunos de los ejemplos a mencionar, entre otras
manifestaciones extraordinarias que reflejan este sistema de dominación.

EL PODER POLÍTICO EN EL INCANATO:

En el análisis sobre el poder político andino, existen algunos problemas de enfoques,


teniendo que delimitarlos previamente para realizar una investigación más objetiva.

Registro Andino:

No disponer de escritura dio lugar a una mayor tergiversación de los hechos y agudizó
la incomprensión española que pudo libremente deformar las tradiciones andinas
según sus conveniencias.

La segunda causa para el aparente caos informativo son las noticias que aportan las
relaciones sobre las transformaciones en la organización del Cusco primitivo ordenado
por el inca Pachacutec.

Sarmiento de Gamboa (Fée de la pobranza ante Aluaro de Nauamuel 1942:180)


cuenta que este inca hizo averiguaciones sobre el pasado cuzqueño y de cuantos
gobernaron antes que él. Todo fue pintado en tablones, lo que permite suponer que
Pachacutec podía haber cambiado la historia.

Por otro lado conocemos que el registro andino se desarrolló de manera autónoma a
partir de una génesis de la cultura como lo menciona Milla, lo que le da un carácter

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particular, éste, ha sido muy difícil de interpretar por la historiografía y el academicismo
de prejuicios occidentales.

Es pertinente partiendo de este razonamiento deslindar de las corrientes foráneas para


entender la religión, el poder y la política en la civilización andina.

Criterio Occidental:

Los europeos que llegaron a estas costas en el siglo XVI tenían la preocupación de
conquistar tierras, y pocos tenían la preparación suficiente para comprender el mundo
andino, tan distinto al suyo.

Polo de Ondegardo (1917:47) asegura que:

(…) registro de los yngas muy por menudo hallamos memoria de todo también cada
provincia tiene sus registros de la victoria o guerras y castigos de su tierra. Si importara
algo pudiéramos muy bien elexir el tiempo que había que cada una estaba pacifica
debajo de la sujeción del ynga, pero esto no importa para lo que se pretende, pues
basta tener averiguado que estos yngas señorearon por violencia y guerra el tiempo
que empezaron su conquista.

Lo que muestra este autor es muy importante, porque nos vislumbra que nuestros
ancestros tuvieron un uso de control sobre sus actividades en el entorno andino. Lo
cual desmiente que los incas nunca se preocuparon por preservar sus informaciones
de manera objetiva.

Siendo así el registro español de la “historia” andina adolecía de una grave falta de
acuciosidad y solo importaba a los hispanos demostrar que los incas no tenían derecho
a ocupar los extensos territorios ganados por la violencia.

La fuente de los argumentos anteriores pertenece a María Rostworowski y Milla Villena,


que en un afán de darle autonomía al método de análisis de la sociedad andina y el
incanato han tratado deslindar de posición occidentales. Luego de haber observado de
manera general los criterios de cada cultura seguiremos a detallar:

El desarrollo del poder en la sociedad Incaica

El desarrollo del poder en la sociedad incaica y en la política tienen como cimientos


factores religiosos; quienes establecen esta posición son numerosos estudiosos, como
la posición de María Rostworowski, Javier Lajo y Milla Villena.

Rostworowski citando a Tristán menciona sobre la cuatripartición: “la lógica binaria que
constituye la matriz simbólica de la representación cuatripartita genera, en el sentido
lingüístico todo el sistema de representación según el ordenamiento de la naturaleza y
de la sociedad andina” (Tristán Platt, 1978).

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Esta cuatripartición como derivado de la dualidad que para Javier Lajo es la “Paridad” y
para Milla tiene relación directa con la astronomía y con la Cruz del Sur y por ende sus
derivados (de aquí saldría la afirmación de Milla que los símbolos son el alma de los
pueblos, pues se materializa de manera sincronizada con las sociedades) sería para
los incas el concepto del espejo que en sí dará una combinación de elementos
masculinos y femeninos, dos de cada uno para dar como resultado el número cuatro;
transformándose de la siguiente manera: hombres masculinos, mujeres masculinas,
hombres femeninos y mujeres femeninas.

Esta cuatripartición, que los incas en su afán de ordenar la sociedad en función al


cosmos, que es un criterio de carácter religioso se manifiesta en la realidad de la
sociedad andina, en su forma de hacer política, en su forma de organizar las relaciones
de poder, en fin en toda la administración y estructuración político-social.

Para hacer la investigación más digerible se abarca el estudio en tres campos:

Militar

Político-jerárquico

Se observa la existencia de una sociedad estratificada y el predominio del señor local


sobre otros de menor categoría. Igualmente se constata la dominación de un curaca en
un valle y a veces sobre varios, formando una hegemonía política.

Para entender mejor la estratificación social, es útil consultar los primeros diccionarios
de idioma quechua.

 El Léxico que Fray Domingo de Santo Tomas contiene las siguientes palabras
para designar las categorías sociales:

Capac o Capac Capa Rey o emperador

Capac Apo Señor soberano

Appo Gran señor

Appocac Lo mismo

Yayanc Señor generalmente

Curaca Señor principal de vasallos

Atipac Poderoso

Aucacuc Tirano

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Appocta, Sayani, gui Estar de pie delante del gran señor

Appo Ayllon Linaje de hidalgos

Appoycachani, gui Señorear

Mussoc Capac o Mosso Cappo Emperador nuevamente

Appo Suyoca Capitán o capitán de gente

Caraquene El que sirve la comida

Camayoc Oficial generalmente

Atun runa Hombre trabajador o jornalero

Cuxpac o Yapoc Labrador

Purum Campesino, cosa del campo

Yananc Siervo

Piña Esclavo

En el vocabulario de Santo Tomas hay numerosas voces apara los señores que la
formaban e iban desde el yayanc o appo, al cargo de menos importancia como era el
curaca. La voz yananc proviene de la palabra yaya-padre y sugiere un paso del sistema
de parentesco al de la estratificación social. Descendiendo en la escala social señala
fray Domingo la voz atun runa para el hombre jornalero, el que prestaba su trabajo al
estado en forma de mita.

Para indicar al campesino, emplea las palabras cuxpac o yapoc. Según las costumbres
costeñas, cada ocupación era materia de dedicación. De ahí que los labradores
formaban una asignación aparte como podía se el oficio del pescador, chichero,
salinero o platero. Esta división del trabajo era una de las particularidades de la
organización de las costas (Rostworowski 1975,1977a y 1989). Es sabido que el
Lexicón de Santo Tomas refleja el habla de los yungas que recogió en la costa central
desde Chancay hasta Chincha

El último de la escala social era el piña, el prisionero de guerra cuya equivalencia era
la del esclavo.

 Después de ver las palabras del idioma quechua, queda por mostrar los
términos de estratificación social en aymara, según el diccionario de Bertonio
(1956) son como sigue:

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Hakhsarañani Apu Señor de grande majestad

Ccapaca Suti Nombre real

Ccapaca Cancaña Reyno

Ccapaca Rico

Apu Señor, corregidor, príncipe

Apu Cancaña Señorío

Auqui Padre o señor

Taani Maesse de campo

Pachpa Marcam Mayco Señor propio y natural del pueblo

Cchamani, Sinti, Ataani Capitán

Hilacata Principal del ayllu

Hisquiquiri Rico o noble caballero

Huallpani Capitán

Laa Mayco Cacique intruso

Mallco Vel Mayco Cacique o señor de vasallos

Mayco Señor de vasallos

Maycoña Val Mayco El señorío, mando, reynado

Tataña Uno que haze muy de señor

Thokhriri Vel Thokhriri Gobernador de pueblos

Arcani Mitayo del tambo

Ari, Vel Yana Criado mas affecto a su amo que todos

Auquichu Criado, sirviente

Yna Haque Hombre plebeyo que no tiene oficio

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Yangraariña, Yanaha Criado que me ahorra el trauajo

Yana Criado, hombre que sirve

Pacona, Vel Sullcoma Captiuo, esclavo tomado en guerra

Alata Esclauo comprado

Existe una distinción entre Reyno-Ccapara cancaña y Señorío Apu cancaña: las
diferencias económicas se aprecian con la palabrahisquiaquiri el hombre rico o notable.

Se distingue un señor propio y natural, de un cacique o mayco intruso. Encontramos


voces para diversas suertes de criados que muestran un variado estatus de servidores.
Por último nombran al prisionero de guerra y al esclavo comprado alata que quizá era
una adaptación para señalar esclavo según costumbres europeas.

la sociedad andina era compleja en sus estructuras y presentaba a principios del siglo
XVI diferencias regionales según su evolución en el transcurso del tiempo.

La diversidad existente se traducía en los variados modos de la tenencia de tierra, en la


organización económica, en las distintas costumbres y tradiciones; hechos naturales en
tan inmenso y variado territorio.

Conclusiones:

1.En esta sociedad la religión tuvo un rol muy importante para la organización y/o
estructura social, económica y política de los incas, debido a que se le tenía un gran
respeto a los dioses y por ende a sus representantes; en consecuencia la religión se
utilizó por partes de los incas como un instrumento de sometimiento a la sociedad
entera obteniendo así la dominación política en la cultura andina.

2. La religión de los incas es más que una religión natural, es la complementariedad del
uso de la razón con la observación y que funda en las relaciones del hombre con la
divinidad.

Decía Gracilazo de la Vega en su libro Comentarios Reales de los Incas: “Los incas
adoraban lo que veían, unos a diferencias de otros sin consideración de las cosas que
adoraban”.

Por otro lado Carlos Milla Villena en su obra Génesis de la Cultura Andina menciona:
“El hombre primitivo tuvo una herramienta poderosa que el moderno ha despreciado y
desechado: la observación”.

En consecuencia la religión de los incas no es tan sencilla de definir pero a diferencia


de la religión occidental no solo se basa en el uso de la razón sino que la observación
determina el uso de las costumbres en de esta sociedad.
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¿Cuál sería la forma de este Estado con la visión religiosa andina en el poder político?

Principalmente seria un estado teocrático, desde donde se impartirán los modos de


organización en lo político, económico y social.

2. www.articulosya.com/.../¿Existió_un_Derecho_Inca.aspx

Existióó un Derechó Inca?


Por Mario Humberto Ortiz Nishihara

Introducción al tem

El tema del ordenamiento jurídico que predominaba en los Andes, antes de la llegada
de los españoles, es un asunto fundamental, para la historia del derecho peruano;
habida cuenta que el legado del Tahuantinsuyo a la sociedad peruana actual, aún se
puede sentir y palpar en todos los aspectos: desde lo étnico, lo psicosomático, lo
folklórico y lo consuetudinario, hasta lo patológico: verbigracia los estallidos de
violencia interna represiva y hasta linchamientos de presuntos delincuentes, que de
vez en cuando sacuden no solo algunas comunidades de los Andes, sino también los
asentamientos humanos ubicados en la capital, con población predominantemente
andina; sin dejar de mencionar lo que siguiendo a Víctor Andrés Belaúnde
consideramos el principal aporte del Tahuantinsuyo al Perú: el legado de la unidad
política relativa alcanzada en su territorio bajo el Imperio Inca, o mas propiamente
dicho: bajo el Tahuantinsuyo.

Puesto que, no se puede entender, el fenómeno de la unidad política relativa que los
Andes alcanzaron bajo el Tahuantinsuyo, sin considerar la existencia de un orden
normativo institucionalizado y punitivo distinto a la simple moral; es decir de un orden
normativo coactivo, impuesto a todos, con generalidad y bajo una autoridad central
encargada de su cumplimiento. Es a partir de este criterio, que muchos autores, entre
los cuales se cuenta al gran amauta JORGE BASADRE vislumbran la existencia del
llamado derecho inca, del cual se puede apreciar abundantes referencias en las
Crónicas.

De qué definición de Derecho partimos.

En primer lugar, para abordar una temática como ésta, debemos delimitar, de qué
definición de DERECHO partimos, pues es obvio que si lo hacemos desde una
concepción exclusivamente basada en nuestro derecho actual, le negaremos toda
posibilidad de organización jurídica a los hombres peruanos prehispánicos.

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Es necesario partir, pues, de una definición general que busque los elementos
comunes a todos los órdenes jurídicos que han producido los pueblos y las
civilizaciones. A este respecto, en alguna parte de sus magistrales reflexiones,
KELSEN concebía que a partir de un estudio comparativo de los órdenes jurídicos que
se han dado en el curso de la historia, se podía afirmar, que el derecho es un ORDEN
COACTIVO(3), un sistema normativo de la conducta humana, positivo, es decir eficaz.
¿Qué se entiene por ORDEN COACTIVO?

Por orden coactivo podemos asumir: a un conjunto de normas respaldadas por el uso
de la fuerza institucionalizada; tal sería una buena base genérica para iniciar una
aproximación a lo que podemos llamar el Derecho Inca. También nos pueden ser
útiles, para tales fines, otras aproximaciones conceptuales, derivadas en parte de
KELSEN, como aquella que dice que: el derecho es un sistema de normas dotadas de
una coacción organizada e institucional(4); o una mas elaborada, a juicio nuestro, que
recibe aportes de la concepción tridimensional del derecho, para la cual el derecho
sería: un sistema normativo positivo(eficaz) que intenta organizar la sociedad según
una cierta noción de la justicia (5).

Los alcances y posibilidades teóricas de los conceptos citados, nos permiten afirmar
que la sociedad inca tuvo un derecho, entendido como sistema normativo
institucionalizado, propio de las condiciones políticas y culturales del Tahuantinsuyo ó
ESTADO INCA. Este derecho u orden normativo sui generis, debe ser apreciado y
valorado, teniendo en cuenta, algo que HORACIO URTEAGA, un pionero de nuestra
historiografía jurídica, dijo hace setenta años: (1928): las diferencias entre la cultura
aborigen del pasado y la que es obra de la civilización clásico-cristiana.

En este orden de ideas, para aproximarnos preliminarmente al tema de si existió o no


un DERECHO u ORDEN NORMATIVO INCA., es necesario señalar que entendemos
al derecho como un subsistema imprescindible, para toda organización social compleja
que merezca el nombre de ESTADO. Es así, que concebimos al derecho en forma
genérica como un orden normativo, coactivo, externo e institucionalizado, distinto a la
moral, orden organizado y respaldado por la fuerza de un aparato administrativo
estatal; orden que resulta consustancial y necesario para cualquier sociedad que
alcanza los límites de lo que entendemos como Estado: una estructura donde el poder
se encuentra institucionalizado y centralizado jerárquicamente por un grupo, élite o
casta gobernante, dotada de toda una ideología del poder y de una estructura
burocrática y militar, que les permite ejercer el dominio sobre una población, en un
determinado territorio.

No es dable proseguir con el planteamiento de nuestro tema, sin decir algunas


palabras respecto a la definición de derecho, que acabamos de asumir, en el acápite
anterior. Como se ve, es una definición operativa, inicial, genérica y heterodoxa, que
resume muchos aportes, incluidos los de KELSEN. Cabe advertir, que muchos
tratadistas y colegas, pueden considerar discutible la existencia de un derecho inca
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como tal, y su opinión es comprensible; habida cuenta que lo que hoy en día
entendemos por Derecho, tiene elementos y características históricamente
determinadas, muy propios; pero tal realidad, no puede llevarnos a negar la existencia
de un ordenamiento normativo y punitivo institucionalizado, que sostenía el
desenvolvimiento del estado inca asentado en los Andes, cuando los conquistadores
españoles se asomaron sobre estas latitudes.

Una vieja polémica

sesgada por intereses ocultos.

Por otra parte, cabe recordar, que el debate sobre si los indios tenían o no un orden
jurídico, o algo que se le parezca, antes de la llegada de los españoles, es un asunto
viejo que tiene cola; pues el supuesto salvajismo o la supuesta barbarie de los indios,
que alegaron los invasores europeos para justificar la invasión de las tierras de los
pueblos autóctonos de América, argüía entre otras cosas: que los indígenas habían
sido incapaces de organizarse política y jurídicamente y que necesitaban de la
civilización occidental para poder vivir y convivir en orden; frente a ello, ya en 1550
Bartolomé de las Casas hizo una de las mejores argumentaciones jurídico-doctrinarias
en defensa de la capacidad de los indios para tener gobierno y policía, es decir un
orden político y jurídico.

En todo caso, como se puede percibir, la polémica, en este tema, es al final de


cuentas un asunto puramente ideológico, y responde a determinados intereses en
pugna; pues lo que la historia y las ciencias sociales deben constatar es la existencia
de un orden normativo, coactivo, institucionalizado y judiciable en el estado andino
llamado TAHUANTINSUYO; tal orden no era escrito ni era igual al occidental, porque
obviamente correspondía a otras condiciones y requerimientos culturales.

¿Qué nombre le damos a ese sistema? Para nosotros, llamarlo en un sentido


genérico: DERECHO INCA, resultaría justificado y doctrinariamente útil; pues a la luz
del más rotundo humanismo, somos partidarios de una concepción poligenista del
Derecho: creemos que la idea del derecho, la búsqueda de un orden jurídico,
entendido como conjunto de normas institucionalizado, respaldado por la fuerza
pública, que garantice las condiciones mínimas de convivencia y estabilidad social, se
ha dado en determinado momento histórico en todos los pueblos de la familia humana.

G. TARDE decía que hay una universalidad del derecho (6). Estudios más recientes,
realizados desde la Etnología Jurídica, la Antropología y la Sociología jurídicas,
confirman la apreciación de hombres como TARDE. Ahora se habla de los sistemas de
derecho de los pueblos salvajes, de los sistemas jurídicos pre-industriales en las
sociedades no europeas, de los sistemas jurídicos pre-industriales de alta civilización,
de los Derechos pre-literarios o derecho de las sociedades sin escritura, etc, (7)

11
Habiendo la antropología jurídica demostrado que hasta en las sociedades incipientes
más bárbaras, acéfalas, de cazadores recolectores, se han desarrollado mecanismos
para resolver conflictos, que pueden considerarse como derechos consuetudinarios(8),
es hora de abandonar por completo las concepciones exclusivistas o etnocentristas del
Derecho, que se obstinan en negar la existencia de un sistema jurídico inca. Los
testimonios documentales que nos han dejado sobre tal sistema los cronistas, son
abrumadores y esperan la debida atención.

Un prometedor campo de investigación.

En tal sentido, el campo de investigación, sistematización y elaboración de futuras


teorías interpretativas de lo que fue el orden normativo inca a partir de las Crónicas, es
vastísimo. En este breve artículo introductorio, solo hemos querido proponer una
definición genérica, operativa de Derecho, que sirva de punto de partida para futuras
investigaciones; en una perspectiva cultural, que nace de una concepción universalista
y humanista del hombre y de sus diversas sociedades.

Como se trasluce de la naturaleza del tema, el enfoque de los ordenes normativos


precolombinos, implica la revisión y análisis de HECHOS y PROCESOS histórico-
jurídicos y culturales desde una perspectiva comparada y antropológica, siendo por
eso necesario: un enfoque multidisciplinario, que partiendo de la Historia del Derecho,
utilice los aportes de la Sociología y la Antropología Jurídicas, así como de la Ciencia
Política, para poder brindar una perspectiva integral del objeto de estudio, al mismo
tiempo que una visión actualizada y humanista.

COLOFON

Encontrar la unidad esencial en la fecunda variedad de las creaciones culturales del


ser humano, es uno de los retos más grandes de nuestra era: unidad en la diversidad,
relativismo y universalismo, bien entendidos, sin caer en polaridades extremas. Los
avances científicos y los replanteamiento ideológicos del último siglo nos han enseñado
a respetar el valor de cada cultura (RELATIVISMO) pero teniendo en cuenta la
existencia de inquietudes y respuestas comunes de la especie humana, lo que
HERKOVITS llamó los UNIVERSALES de la conducta humana(9); y la búsqueda del
orden, del control social, a través de sistemas normativos institucionalizados y
respaldados por un aparato coactivo, parece ser, como ya dijimos una constante
universal que está presente, por lo menos en todos los pueblos que han alcanzado el
nivel de la civilización(civitas, vida en sociedad); y nadie discute que los INCAS fueron
la expresión más notable de una civilización antigua y original.

Como lo proclama MORIN: Este planeta necesita un pensamiento policéntrico, capaz


de apuntar a un universalismo no abstracto sino consciente de la unidad y diversidad
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de la humana condición; un pensamiento policéntrico alimentado de las culturas del
mundo.(11)

NOTAS

[1]BELAUNDE, Víctor Andrés: PERUANIDAD, Instituto Riva Agüero. PUC, Lima, 1968, pp.
20-21.

[2] BASADRE, Jorge: HISTORIA DEL DERECHO PERUANO, Edigraf, Lima, 1984, pp. 39-
40; señala que el contenido de la historia del derecho peruano significa una historia de los
sistemas jurídicos que se han dado en el tiempo sobre este territorio, señalando como tales
objetos de estudio: al Derecho Inca, al Derecho Colonial, al Derecho Republicano y, también a
las inter-influencias, desplazamientos totales o parciales, convivencias o resultados de lo que él
entendía como civilizaciones de estilo divergente, en el paulatino proceso formativo de un
derecho nacional como tal.

[3] KELSEN, Hans: TEORIA PURA DEL DERECHO, Eudeba, Buenos Aires, 1982, pp. 52 y
71.

[4] DIAZ, Elías: SOCIOLOGIA y FILOSOFIA DEL DERECHO, Ed. TAURUS, Madrid, 1976,
pp.40.

[5] DIAZ, Elías, op.cit. pp. 52

[6] TARDE, Gabriel de, LAS TRANSFORMACIONES DEL DERECHO, Edit.. ESPAÑA
MODERNA, Madrid, pp. 31

[7] CARBONNIER, Jean: SOCIOLOGÍA JURÍDICA, Tecnos, Madrid, 1977, pp. 25-26

[8] BRANDT, Hans Jurgen: JUSTICIA POPULAR- Nativos Campesinos, FUNDACIÓN


FRIEDRICH NAUMANN, Lima, 1986, pp. 36.

[9] HERKOVITS, Melville: EL HOMBRE Y SUS OBRAS, Cap. V, FONDO DE CULTURA


ECONOMICA, México, 1964, pp.88 y siguientes.

[10] ORTIZ NISHIHARA, Mario: Poder, Legalidad y Justicia en Túpac Amaru II - Contribución
a la Historia del Derecho, TESIS para optar el Título de Abogado, PONTIFICIA
UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERU, Facultad de Derecho, 1993. TOMO I, pp. 24-25.
Disponible en la Biblioteca de la PUCP.

[11] MORIN E. : LOS SIETE SABERES DE LA EDUCACION DEL FUTURO. Separata de la


UNESCO, 1999, presentada por Federico Mayor Zaragoza.

BIBLIOGRAFIA

BASADRE, Jorge: HISTORIA DEL DERECHO PERUANO, Edigraf, Lima, 1984.


13
BELAUNDE, Víctor Andrés: PERUANIDAD, Instituto Riva Agüero. PUC, Lima, 1968.

BRANDT, Hans Jurgen: JUSTICIA POPULAR- Nativos Campesinos, FUNDACIÓN


FRIEDRICH NAUMANN, Lima, 1986.

CARBONNIER, Jean: SOCIOLOGÍA JURÍDICA, Tecnos, Madrid, 1977.

DIAZ, Elías: SOCIOLOGIA y FILOSOFIA DEL DERECHO, Ed. TAURUS, Madrid, 1976.

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ECONOMICA, México, 1964.

KELSEN, Hans: TEORIA PURA DEL DERECHO, Eudeba, Buenos Aires, 1982.

MORIN E. : LOS SIETE SABERES DE LA EDUCACION DEL FUTURO. Separata de la


UNESCO, 1999, presentada por Federico Mayor Zaragoza.

ORTIZ NISHIHARA, Mario: Poder, Legalidad y Justicia en Túpac Amaru II - Contribución a la


Historia del Derecho, TESIS para optar el Título de Abogado, PONTIFICIA UNIVERSIDAD
CATOLICA DEL PERU, Facultad de Derecho, 1993. TOMO I, pp. 24-25. Disponible en la
Biblioteca de la PUCP.

BIBLIOGRAFÍA:

 Carlos Milla Villena: “Génesis de la Cultura Andina”. Editorial C.A.P.


COLECCIÓN BIENAL. Edición 1983 (Lima-Perú).

 Barrington Moore: “Poder político y teoría social”. Editorial ANAGRAMA. Edición


1969 (Barcelona-España)

 Garcilazo de la Vega: “Comentarios Reales de los Incas”. Editora El Comercio


S.A. Edición 2005 (Lima -Perú).

 Blas Pascal: “Pensamientos sobre la religión y otros asuntos”. Editorial Obras


Maestras. Edición 1955 (Barcelona-España).

 María Rostworowski: “Estructuras andinas del poder. Ideología religiosa y


política”. Editorial Institutos de Estudios Peruanos. Edición 2007. (Lima-Perú).

1.
o Manuel Ossorio: “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”.
Editorial HELIASTA. Edición 23º. (Buenos Aires-Argentina).

14
1.
o José Carlos Mariátegui: “7 ensayos de interpretación de la realidad
peruana”. Editorial Amauta. (Edición 60 Lima-Perú)

 Arturo Pellet Lastra:” Teoría del Estado”. Editorial ABELETO PERROT. (Buenos
Aires-Argentina).

 Waldemar Espinoza Soriano: “Los modos de Producción en el Imperios de los


Incas”. Editorial Amaru. Segunda edición 1989. (Lima-Perú)

 María Rostworowski: “Ensayos de historia andina. Elites, etnias, recursos”.


Editorial Institutos de Estudios Peruanos. Edición 2007. (Lima-Perú).

 Richard Schermerhorn: “El Poder y la Sociedad”. Editorial Paidós. 1ª edición


1963 (Buenos Aires-Argentina).

 Carlos Milla Villena: “Ayni”. Edición de Amaru Wayra (Asociación de


Investigación y comunicación Cultural Andina). 1ª edición 2003 (Lima-Perú).

 G.W.F. Hegel: “El Concepto de Religión”. Editorial Fondo de Cultura Económica.


Edición 1998 (México D.F.).

 Michael Sodaro: “Política y Ciencia Política. Una Introducción”.Editorial Mc Graw


Hill. Edición 2005 (España).

 Norberto Bobbio y Nicola Matteucci: “Diccionario de Política A-J”. Editorial Siglo


Veintiuno. Edición 1983 (México D.F.).

[1] Manuel Ossorio:” Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales”. Editorial


HELIASTA. Edición 23º. (Buenos Aires-Argentina).Pág. 764

[2] Arturo Pellet Lastra:” Teoría del Estado”. Editorial ABELETO PERROT. (Buenos
Aires-Argentina). Págs. 99 al 100.

[3] Michael Sodaro: “Política y Ciencia Política. Una Introducción”.Editorial Mc Graw


Hill. Edición 2005 (España). Págs. 77 al 78.

[4] Norberto Bobbio y Nicola Matteucci: “Diccionario de Política A-J”. Editorial Siglo
Veintiuno. Edición 1983 (México D.F.). Págs. 129 al 130.

[5] Manuel Ossorio: Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Editorial


HELIASTA. Edición 23º. (Buenos Aires-Argentina).Pág. 860

15
[6] G.W.F. Hegel: “El Concepto de Religión”. Editorial Fondo de Cultura Económica.
Edición 1998 (México D.F.) Págs. 119 al 121.

[7] Manuel Ossorio: Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Editorial


HELIASTA. Edición 23º. (Buenos Aires-Argentina).Pág. 962.

[8] Carlos Milla Villena es miembro de la orden del Colegio de Arquitectos del Perú y
pertenece a la Sociedad Peruana de Astronomía, y a la Asociación Peruana de
Aerofotografía Aplicada, a la Sociedad Geográfica de Lima, al Instituto de urbanismo
del Perú y al Seminario de arqueología del Instituto Riva Agüero, escuela de altos
estudios de la Universidad Católica de Lima.

[9] Milla Villena, Génesis de la Cultura Andina, Editorial C.A.P. COLECCIÓN BIENAL.
Edición 1983 (Lima-Perú) Pág. 16

[10] John Earls: La Coordinación de la Producción en el antiguo Tahuantinsuyo (1977)

[11] José Carlos Mariátegui: “7 ensayos de interpretación de la realidad peruana”.


Editorial Amauta. (Edición 60 Lima-Perú). Pág. 164

[12] Economista y filósofo de la Comunidad de Pocsi, del Pueblos Puquina, es promotor


y activista del movimiento indígena andino-amazónico. Ha sido co-organizador del I, II y
III Congreso de los Pueblos Indígenas del Perú y uno de los fundadores de la
Conferencia Permanente de Los Pueblos Indígenas del Perú-COPPIP, en Cusco, 1997,
autor de muchos artículos y libros sobre política y del pensamiento profundo o
sabiduría de las culturas indígenas

del continente.

[13] No solamente estuvo fray Domingo de Santo Tomas en Chincha, sino también en
Chancay por el año de 1549 (AGI. Justicia 396)

[14] Garcilazo de la Vega: “Comentarios Reales de los Incas”. Editora El Comercio S.A.
Edición 2005 (Lima -Perú). Págs. 42 al 43

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[15] Carlos Milla Villena: “Génesis de la Cultura Andina”. Editorial C.A.P. COLECCIÓN
BIENAL. Edición 1983 (Lima-Perú). Págs. 24 al 26

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