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ASIGNATURA:

DOCENTE: MVZ. Fernando Paredes Baca


DISCENTE:
Informe N° 3

OBTENCIÓN DE MATERIA SECA DE DACTILES, CEBADA, ALFALFA Y


CHALA

Cristóbal S. Huamani Carrión1

1. INTRODUCCIÓN

El hombre y los animales requieren la ingestión permanente de alimentos para el normal


funcionamiento de los procesos vitales. Los alimentos de los animales explotados por el
hombre son, principalmente, vegetales o productos de origen vegetal. La energía solar
permite a las plantas sintetizar sus componentes – sustancias de estructura química compleja,
proteínas, grasas y carbohidratos – a partir de sustancias sencillas como el dióxido de
carbono del aire, agua y sustancias inorgánicas del suelo. Existen grandes diferencias entre
los animales y los vegetales, respecto a la composición y relaciones cuantitativas de los tres
grupos de compuestos orgánicos. La materia seca de los vegetales se compone
principalmente de carbohidratos (75-80%); el organismo animal contiene aproximadamente
el 1%, a pesar de que los carbohidratos realizan funciones en la producción energética en los
animales (Bondi, 1988). La mayoría de los métodos analíticos de uso común se basan en
diversos procedimientos químicos que son específicas para un determinado elemento,
compuesto o grupo de compuestos. Es muy probable que la materia seca sea el
procedimiento más común que se realiza en los laboratorios de nutrición debido a que los
forrajes naturales, los tejidos animales u otras muestras de interés tienen un contenido de
agua muy variable, si se van a comparar datos analíticos de diferentes forrajes, se debe
conocer la cantidad de agua de éstos. El procedimiento más sencillo para determinar la
materia seca es colocar el material en estudio dentro de una estufa y dejarlo ahí hasta que se
evapore toda el agua libre que contiene. Por lo general, se utilizan temperatura entre 100 y
105 °C (Church, Pond, & Pond, 2002). El porcentaje de materia seca (%MS) de los alimentos
es uno de los parámetros que presentan mayor variabilidad. Algunos alimentos, como la
leche bovina, tienen muy bajos porcentajes de materia seca (12.5%) mientras que otros
llegan a casi el 100%. Los verdeos de invierno y las pasturas pueden tener % MS sumamente
bajos, de hasta 12 %, mientras que en el otro extremo, granos y henos tienen porcentajes
cercanos al 90 % (Petruzzi, Stritzler, Ferri, Pagella, & Rabotnikof, 2005).

El presente informe reúne, describe, compara y discute con las informaciones existentes y
los resultados de la práctica. Y cuyo objetivo es la obtención de la materia seca y materia
húmeda mediante el uso de la estufa de calor, provocando la evaporación del agua.

2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Los alimentos son sustancias que, tras ser ingeridas por los animales, pueden ser digeridos,
absorbidas y utilizadas. En un sentido más amplio, se emplea la palabra alimento para
denominar a todos los productos comestibles. Por ejemplo, la hierba y el heno se consideran
alimentos, aunque no todos sus componentes son digestibles. Los componentes de los
alimentos que pueden ser utilizados por los animales se denomina nutrientes. Para su
existencia, los animales dependen de las plantas. Los vegetales pueden sintetizar productos

1
Estudiante de Nutrición Animal; Medicina Veterinaria Sede Canchis; UNSAAC
Sicuani; 28 de diciembre de 2017
crishuaHC@gmail.com
1
complejos a partir de sustancias sencillas como el dióxido de carbono del aire y el agua y los
elementos inorgánicos del suelo. Por medio de la fotosíntesis, se capta la energía de la luz
del sol, que se utiliza en estos procesos de síntesis. Sin embargo, la mayor parte de la energía
queda retenida en forma de energía química en la propia planta, siendo esta energía la
utilizada por los animales para el mantenimiento de la vida y la síntesis de sus propios
tejidos. Los vegetales y los animales contienen sustancias químicas semejantes, que
podemos agrupar de acuerdo con su composición, propiedades y funciones (McDonald,
Edwards, Greenhalgh, & Morgan, 1999).

Figura 1: Esquema de alimentos y sus componentes nutritivos (según McDonald, Edwards,


Greenhalgh, & Morgan, 1999)

La determinación del contenido en agua de los alimentos es esencial para los nutricionistas
y el ganadero. El agua diluye el valor nutritivo por unidad de peso y aumenta el coste netos
de los nutrientes. Los alimentos contienen agua en diversas formas. Las portículas coloidales
en las paredes y constituyentes celulares, tales como proteínas, almidones y celulosa, pueden
absorber agua y retener agua fuertemente. Otras veces, se encuentra como agua de
hidratación en combinación con carbohidratos, polisacáridos y diversas sales. El método más
utilizado para determinar la materia seca es el de la eliminacion del agua libre por medio del
calo, seguida por la determinación del peso del residuo, siendo necesario someter las
muestras a temperaturas que aseguren un secado rápido para eliminar pérdidas por acción
enzimática y respiración celular (Delgado, Fernández, & Gutiérrez, 2002).

En el reino vegetal (del que proviene la mayoría de los alimentos para animales de granja)
existen multitud de compuestos y estructuras quimícas con funciones más o menos
conocidas. Sin embargo, sólo algunos de ellos son útiles para el organismo, muchos otros no
sólo no aportan nutrimentos del animal, sino que incluso le producen trastornos. Los
nutrimentos presentes en la ingesta de un animal son: agua; proteínas formadas por los
aminoácidos; nitrógeno no proteíco, de utilidad solamente para los ruminates presente en
forma de urea, sales de amonio, nitrato, nitritos, ácidos nucleicos, etcétera; Glúcidos
solubles, principalmente hexosas y pentosas, fitoglucógeno, amilopectina, amilosa, pectina;
Glúcidos estructurales, disponibles sólo para los rumiantes y formados por celulosa y
hemicelulosa; Lípidos, compuestos de triglicéridos, glicerol y ácidos grasos; minerales,
calcio, fósforo, sodio, potasio, cloro, magnesio, manganeso, cinc, cobre, fierro, yodo,
selenio, cobalto, molibdeno, azufre, flúor; vitaminas liposolubles (A, D, E, K); vitaminas
hidrosolubles, tiamina, riboflavina, vitamina B6, vitamina B12, ácido nicotínico, ácido
pantoténico, folacina, colina, inositol, biotina, ácido ascórbico; aditivos, compuestos que
agregan el hombre con el fin de aumentar la ingestión, digestión, etc, de los alimentos
(Shimada, 2003).

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El contenido en agua del organismo animal varía con la edad. Los animales recién nacidos
contienen entre 750 y 800 g de agua por kg, que descienden hasta, aproximadamente, 500 g
de agua por kg en los animales adultos engrasados. Resulta esencial para la vida del
organismo como solvente en el que se transportan los nutrientes por todo el cuerpo y en el
que se excretan los productos de desecho. La mayoría de las reacciones químicas en que
intervienen las enzimas tienen lugar en solución y son procesos hidrolíticos. Debido al alto
calor específico del agua, pueden tener lugar grandes cambios en la producción del calor en
el animal, sin que se altere apreciablemente la temperatura corporal. Los animales obtienen
agua de tres orígenes: agua de bebida, agua presente en los alimentos y agua metabólica,
formándose esta última durante el metabolismo, al oxidarse los nutrientes orgánicos que
contienen hidrógeno. El contenido en agua de las plantas en crecimiento guarda relación con
la fase de desarrollo, siendo superior en las plantas jóvenes que en las maduras. La cebada
en materia fresca contiene (en g/kg) 140, carbohidratos 730, lipidos 15, proteinas 93, cenizas
22 (McDonald, Edwards, Greenhalgh, & Morgan, 1999).

La materia seca es el procedimiento más común que se realiza en los laboratorios de


nutrición, debido a que los forrajes naturales, los tejidos animales u otras muestras de interés
tienen un contenido de agua muy variable, y si se van a comparar datos analíticos de
diferentes forrajes, se debe conocer la cantidad de agua de éstos. Después de practicar el
análisis la composición en cuanto a nutrientes se expresa sobre una base seca o una base
normal tal como se da al animal, que es aproximadamente 90% de materia seca en la mayoría
de los granos. El procedimiento más sencillo para determinar la materia seca es colocar el
material en estudio dentro de una estufa y dejarlo ahí hasta que se evapore toda el agua libre
que contiene. Por lo general usan temperatura entre 100 a 105 C° la humedad también se
determinan con medidores de humedad, que son instrumentos que dan un resultado
inmediato por medio de una sonda que se introduce en el material que se estudia. La
determinación de la materia seca, los mismo que con, la mayoría de los procedimientos, no
siempre es tan fácil. Esto es válido para cualquier sustancia que tenga un contenido
relativamente elevado de compuestos volátiles. La mayoría de los tejidos vegetales frescos
contienen compuestos volátiles, pero la cantidad es tan pequeña que por lo general estos
compuestos se ignoran sin incurrir en mucho error. Sin embargo, algunas plantas contienen
grandes cantidades de aceites esenciales, terpenos y otras sustancias volátiles que podrían
perderse durante la desecación, y de esta manera dar resultados erróneos con los
procedimientos usuales. De entre los alimentos para ganado más comunes, los forrajes
ensilados u otros productos fermentados podría contener grandes cantidades de compuestos
que se evaporan fácilmente, como ácidos grasos volátiles y amoniaco. Asimismo, algunos
azúcares se descomponen y muchas proteínas se hacen parcialmente insolubles y muchas
proteínas se hacen parcialmente insolubles a temperaturas mayores de 70 °C (Church, Pond,
& Pond, 2002). La materia seca de los vegetales y animales se divide en materia inorgánica,
estando compuesta la materia inorgánica por gran cantidad de elementos presentes en
cantidades variables en las distintas partes de vegetales y animales. Algunos minerales se
encuentran en cantidades abundantes en animales y vegetales: calcio, fósforo, magnesio,
sodio, potasio, cloro y azufre; y otros elementos como el hierro, cobre, cobalto, iodo,
manganeso, zinc, flúor, selenio, molibdeno y algunos más, se encuentran en muy pequeñas
cantidades en la materia viva. La mayor parte de la información existente sobre la
composición de los alimentos se ha obtenido siguiendo un sistema analítico llamado análisis
inmediato de los alimentos, establecido por dos cientificos Henneberg y Stohmann
denominda método de Weende. En este sistema de análisis inmediato de los alimentos se
puede obtener seis fracciones: humedad, ceniza, proteína bruta, extracto etéreo, fibra bruta
y extractivos libres de nitrógeno. El contenido en humedad se determina a partir de la pérdida
de peso que experimenta una cantidad conocida de alimento, por desecación a 100 °C, hasta
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peso constante. Este método es adecuado para la mayoría de los alimentos pero, al analizar
algunos como los ensilados, se producen pérdidas importantes de sustancias volátiles. Por lo
que se utiliza una menor temperatura de hasta 70 °C en una estufa de deshidratación
(McDonald, Edwards, Greenhalgh, & Morgan, 1999).

Por razones de la pérdida de sustancias volátiles, durante periodos 1986-2002, se procesaron


muchas muestras de alimentos de diversos categorías, con la característica común de requerir
secado previo a la molienda, para diseñar una rutina de trabajo que permite simultanear el
proceso de determinación de materia seca verdadera y la obtención de muestras desecadas
para su análisis. Tras la homogenización manual, las muestras fueron subdivididas en dos
fracciones. Una se secó a 102 °C para la determinación de materia seca verdadera y otra a
60°C para obtener muestra seca para análisis. La metodología fue idéntica en ambos casos,
a excepción de la temperatura de secado. La relación obtenida entre los porcentajes de
materia seca según ambas temperaturas puso de manifiesto que, mediante un único proceso
de secado a 60°C durante 24h con aire forzado, es posible obtener muestra desecada para
análisis de pastos, forrajes verdes, subproductos húmedos, ensilados de forrajes, cereales y
subproductos, forrajes deshidratados y dietas completas y, simultáneamente, calcular el
porcentaje de materia seca. Conlleva un error por exceso para forrajes no ensilados,
subproductos y ensilados de cereales y subproductos y por defecto para los ensilados de
hierba, raigrás italiano y maíz y dietas completas con ensilado, careciendo ambos errores de
importancia práctica dada la heterogeneidad del tipo de muestras objeto de estudio. El
método más utilizado para determinar la materia seca es el de la eliminación del agua libre
por medio del calor, seguida por la determinación del peso del residuo, siendo necesario
someter las muestras a temperaturas que aseguren un secado rápido para eliminar pérdidas
por acción enzimática y respiración celular. Las necesidades nutritivas de los alimentos se
satisfacen a partir de dos grandes grupos de alimentos: concentrados y alimentos bastos, en
particular los forrajes. Para éstos últimos, en los pastos y forrajes verdes, aún no existen un
acuerdo general sobre cómo determinar el porcentaje de materia seca (MS) en muestras
originales, previo a su análisis. Frecuentemente se recomienda 70 °C en estufa de aire
forzado, para evitar pérdidas sensibles de carbohidratos solubles y formación de complejos
indigestibles proteína-carbohidratos (Delgado, Fernández, & Gutiérrez, 2002).

Figura 2: obtención de agua y materia seca a partir de una muestra (Bondi, 1988).

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Materiales
a. Materiales biológicas

- Tallos y hojas de dactylis materia fresca


- Tallos y hojas de cebada materia fresca
- Tallos y hojas de chala materia fresca
- Tallos y hojas de alfalfa materia fresca
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b. Materiales de laboratorio

- Balanza digital
- Estufa de aire forzada

3.2. Métodos

El procedimiento de la práctica se llevó en IVITA laboratorio de la UNMSM donde se siguió


los siguientes pasos:

Tabla 1: Procedimiento para la obtención de la materia seca de los forrajes.


Paso 1: Se fragmentó las muestras en
pedazos de 2 cm de longitud
aproximadamente distribuida en tres partes
tallo inferior cerca a la raíz, tallo superior
cerca a las hojas, y hoja.

Paso 2: Luego se fragmentar en pedazos se


midió el peso con una balanza digital
cumpliendo 100 g en algunas muestras para
cada segmento de la muestra.

Paso 3: Luego del peso se llevó las


muestras a la estufa de aire forzada a las
15:00 horas. Se dejó encendido la estufa
hasta el día siguiente junto con las muestras.

Paso 4: Al día siguiente pasado 23 horas se


midió el peso de la materia seca obteniendo
los datos descritos de la tabla 2.

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4. RESULTADOS Y DISCUSIONES
4.1. Resultados

Tabla 2: Resultado de las medidas obtenidas a partir de las muestras analizadas.


Muestras Submuestras Medidas después de 23
Medidas basales
Materia fresca horas a 60 °C
Hoja 90.9 g 18.8 g
Cebada Tallo superior 54.3 g 11.1 g
Tallos inferior 53.7 g 11.5 g
Hoja 100 g 19.1 g
Chala
Tallo 100g 10.7 g
Hoja 100 g 25.3 g
Alfalfa Tallo superior 50 g 10.1 g
Tallo inferior 12.6 g

Tabla 3: Porcentaje de humedad (H%) y materia seca (MS%) de todos los segmentos de las
muestras con característica fresca.
Muestras Submuestras
MS % H%
Materias frescas
Hoja 20.7% 79.3%
Cebada Tallo superior 20.4% 79.6%
Tallos inferior 21.4% 78.6%
Hoja 19.1% 80.9%
Chala
Tallo 10.7% 89.3%
Hoja 25.3% 74.7%
Alfalfa Tallo superior 20.2% 79.8%
Tallo inferior … …

4.2. Discusión

En la tabla 2 indica las medidas basales y medidas después de 23 horas de almacenaje en


una estufa a 60 °C de la materia seca. De estos datos podemos interpretar que en la estufa se
ha producido una deshidratación de las muestras produciéndose la disminución en los pesos.
Según McDonald y col. (1999), señalan que un alimento está compuesto por agua y materia
seca. Y Delgado y col. (2002), expresan que el contenido de agua en los alimentos es esencial
porque diluye el valor nutritivo por unidad de peso y aumenta el coste neto de los nutrientes.
Los alimentos contienen agua en diversas formas. Las partículas coloidales en las paredes y
constituyentes celulares, tales como proteínas, alimidones y celulosa, pueden absorber agua
y retener agua fuertemente. Otras veces se ecuentra como agua de hidratación en
cambinación con carbohidratos, polisacaráridos y deversas sales. La obtención de la materia
seca y eliminación del agua se hizo en menor tiempo posible en una estufa con el fin de
evitar pérididas de la materia seca por acción enzimática y respiración celular.
McDonald y col. (1999), señalan que el contenido del agua del organismo animal varía con
la edad. Al igual que las plantas maduras y frescas tienen diferencias significativas en el
contenido del agua, la cebada en materia fresca contiene 140 g/kg equivalente a 14 % de
materia seca y a 86% de humedad (según McDonald y col. (1999)). Dato que cuando
comparamos con los resultados de la tabla 3 la cebada llega a tener 20.8% en promedio de
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materia seca y 79.2% de humedad en promedio. De cierto modo existe muy poca diferencia
en el porcentaje de humedad mostrada por McDonald y col. (1999). Lo que indica que la
muestra de cebada experimentada tenía menor cantidad de humedad y mayor cantidad de
materia seca. Con el método de weende para la obtención de la materia seca existen pérdidas
de las sustancias volátiles pero a una temperatura entre 100 a 105 °C en algunas muestras de
tejidos vejetales. En este caso, de los porcentajes obtenidos debe incurrirse el error. A 60 °C
existe una menor pérdida de sustancias volátiles alrededor de 46.8%, por una razón que es
más conveniente hacer a 60 °C (Church et al, 2002). De la tabla 3 haciendo una comparación
entre la alfalfa, cebada y chala; la chala posee alta humedad a diferencia de los dos anteriores
alcanzando hasta 89.3% en el tallo y 80.9% en la hoja y una materia seca de 10.7% en el
tallo. Con esos datos recorremos que la chala puede ser muy nutritiva ya que también
almacena muchos compuestos en el tallo incluyendo el agua.

5. CONCLUSIÓN

De acuerdo a las variaciones obtenidas en las medidas de humedad y MS se interpreta que


el contenido de agua en los tejidos vegetales tiene mucha variación en el contenido del agua.
La deshidratación de alimentos es una técnica necesaria para la extracción de la humedad y
saber el porcentaje de agua obtenida de los alimentos analizados. También se debe tener en
cuenta que las plantas más húmedas contienen más cantidad de moléculas intracelulares
incluyendo proteínas a diferencia de las secas, que por reacciones químicas se producen más
carbohidratos como la pectina.

6. BIBLIOGRAFÍA

Bondi, A. (1988). Nutrición animal. Zagarosa-España: Editorial ACRIBIA.


Church, D., Pond, W., & Pond, K. (2002). Fundamentos de Nutrición y Alimentación de
Animales. México: Editorial Limusa; segunda edición .
Delgado, B., Fernández, A., & Gutiérrez, A. (2002). Determinación de materia seca en
pastos y forrajes a partir de la temperatura de secado para análisis. Pastos,
XXXII(1), 91-104.
McDonald, Edwards, Greenhalgh, & Morgan. (1999). Nutrición animal. Editorial
ACRIBIA; 5ta edición .
Petruzzi, H., Stritzler, N., Ferri, C., Pagella, J., & Rabotnikof, C. (2005). Determinación de
materia seca por métodos indirectos: utilización del horno a microondas. Boletín de
Divulgación Técnica N°88, 11.
Shimada, A. (2003). Nutrición animal. México: Editorial Trillas.

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