Sei sulla pagina 1di 21

UNIVERSIDAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES Y SOCIALES

FACULTAD DE PSICOLOGÍA Y CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE LICENCIATURA EN PSICOLOGÍA

CATEDRA DE:

TEORÍA Y TÉCNICA DE EXPLORACIÓN Y DIAGNÓSTICO II

DOCUMENTO DE CÁTEDRA: FICHA N° 1


ANTECEDENTES TEÓRICOS

SEDE RESISTENCIA
Prof. Titular: Lic. Miguel Moringa
2017
2

1.1- Breve reseña histórica de las técnicas proyectivas


En 1939 L. K. Frank publicó un articulo en el “Journal of Psychology” de los Estados
Unidos de América, titulado Los métodos para el estudio de la personalidad. Había creado la
expresión métodos proyectivos para destacar el parentesco existente entre tres pruebas
psicológicas: el test de asociaciones de palabras, de Jung (1904), el test de manchas de tinta,
de Roschach (1920) y el “T.A.T.” (Test de percepción temática) de Murray (1935).
Frank demostró que estas técnicas constituyen el prototipo de una investigación
dinámica y holística (global) de la personalidad; es decir de una investigación encarada como
una totalidad en evolución cuyos elementos constitutivos están en interacción: modo de
investigación característico de la ciencia moderna para el estudio de la naturaleza humana.
Comparo el T.A.T. con el análisis espectral en física y con la radiografía por medio de
rayos X en anatomopatológica. Según él las nuevas formas de determinismo científico
conquistarían así la psicología. En efecto, los tests proyectivos deberán probar si son los
instrumentos más efectivos del método clínico en psicología y en su aplicación práctica se
pondrán de manifiesto las concepciones teóricas de la psicología y dinámica.
Estas pruebas tienen en común un método propio distinto de aquel en que se
fundamentan los tests psicométricos y que aportan en la práctica efectiva del conocimiento del
otro una agudeza clínica que compensa su menor rigor estadístico.
Las técnicas proyectivas se distinguen de los tests de aptitudes esencialmente por la
ambigüedad del material presentado al sujeto y por la libertad que se le permite en las
respuestas. Por estas dos características, el método proyectivo se sitúa en las líneas respectivas
de la Psicología de la forma y del psicoanálisis.
El análisis de figuras ambiguas y de ilusiones de tipo óptico - geométrico realizado por
el psicólogo (Jung) ha suministrado un campo propicio para el descubrimiento de formas
perceptivas e intelectuales y de sus leyes respectivas. El análisis realizado por el sujeto
examinado de un material ambiguo y la exploración, a la vez libre y sistemática de las
posibilidades de interpretación ofrecidas por este material, han constituido una modalidad de
aproximación precisa a la investigación de la personalidad. La diferencia reside en que en el
primer caso, la ambigüedad se utiliza como un medio de aproximación a las condiciones
externas de la percepción, y en el segundo como medio de aproximación a las condiciones
internas. La psicología proyectiva prolonga la psicología de la forma, la cual se interesa por
las relaciones de los hombres entre sí, al mismo tiempo que por las relaciones del hombre con
su mundo vivido.
La influencia del psicoanálisis es mas precisa. Para la psicología académica o
experimental (Jung), la asociación de ideas es una función mental general en la que se buscan
las leyes del funcionamiento impersonal, por el contrario, las asociaciones que el psicoanalista
requiere de su paciente, y que se llaman libres, de hecho están rigurosamente determinadas
por la historia del paciente y sus conflictos. Apenas Jung tuvo conocimiento de este método
psicoanalítico elaboró en 1904, una prueba psicológica -que es el sentido original del termino
3

test- donde las asociaciones del sujeto se interpretan como reveladoras de sus tendencias y
conflictos profundos.
Quince años más tarde otro suizo de lengua germánica que, como Jung, se había
formado en la escuela psiquiátrica de Bleuler, en Zurich, y que también aplicaba el
psicoanálisis, realizó la misma revolución por segunda vez. Los tests de manchas de tinta eran
conocidos hacía ya varios años, pero nada habían puesto todavía en manos de la psicología
experimental
Rorschach pensaba que la interpretación de manchas de tinta no constituiría una
prueba de imaginación sino de personalidad. La organización individual de la personalidad es
la que, en efecto, estructura la percepción de esas manchas.
La experiencia del dibujo representa la tercera fuente histórica de los tests proyectivos.
Entre 1920 y 1930, los psicoanalistas extendieron sus tratamientos a los niños y, en lugar de la
expresión verbal, todavía poco madura en estos últimos, recurrieron al dibujo libre como
sustituto de las asociaciones libres.
Estos dibujos y narraciones muy pronto revelaron poseer una significación simbólica,
análoga a la de los sueños o a la de los síntomas neuróticos. El conocimiento del individuo se
hace posible teniendo en cuenta el estilo de sus producciones. En 1935, Murray, creó en los
Estados Unidos de América el primer test que se inspiró en la técnica de la narración libre: el
test de apercepción temática o T.A.T. Los tests proyectivos que utilizan el dibujo son
posteriores. En 1949, Koch publicó en Suiza el test del Árbol, y Machover, en los Estados
Unidos de América el test de dibujo de una persona.
El primer significado del término proyección aplicado por Frank a un cierto tipo de
pruebas, tuvo éxito en psicología, ello se debió a que diversos significados de este término
son aplicados en el test y evocan la multidimensionalidad, la especificidad y la fecundidad.
Freud la designó, como una acción psíquica, característica de la paranoia, que consiste
en expulsar de la conciencia los sentimientos reprensibles, para atribuírselos a otra. En ese
sentido los tests proyectivos favorecieron la descarga en el material presentado al sujeto, de
todo lo que éste rechaza ser, de lo que siente en el cómo malo o como sus puntos vulnerables.
El segundo significado es matemático. Apareció en el siglo XVII cuando se creo la
geometría proyectiva. La proyección hace corresponder a un punto (o a un conjunto de
puntos) del espacio un punto (o un conjunto de Puntos) de una recta o una superficie. El
estudio de la perspectiva, la confección de planos o elevaciones por los arquitectos o de cartas
por los geógrafos encuentran allí su base teórica.
El tercer significado, establecido a fines del siglo XIX, tuvo su origen en la óptica. A
partir de un foco, la proyección luminosa envía sobre una superficie, rayos o radiaciones. Este
tercer significado de la proyección fue adoptado y popularizado por los autores de comienzos
del siglo XX. Su transposición ha sido rápida en psicofisiología y en psicología.
Un test proyectivo es como los rayos X que, al atravesar el interior de la personalidad,
fija la imagen del núcleo secreto de ésta sobre un revelador (pasaje del test) y permite
4

enseguida una lectura fácil por ampliación o proyección creciente sobre una pantalla
(interpretación del protocolo). De este modo, lo que esta oculto se saca a la luz; lo latente se
convierte en manifiesto; lo interior se lleva a la superficie; lo que está estable y también
enquistado en nosotros, se encuentra develado.
El primer sentido, o sea el de descarga pulsional y emocional, establece el nivel en el
cual opera el test proyectivo: de cierta manera se trata de un psicoanálisis condensado.
El segundo sentido establece una correspondencia estructural entre la personalidad
concebida como el sistema de conductas propias de un individuo, y las producciones de este
en una situación definida por dos variables: una superficie poco menos que vacía (el material
del test), que el sujeto debe llenar con sus respuestas, y una regla de proyección indirecta (las
consignas de libertad orientada del test). Este segundo sentido funda el rigor científico de las
técnicas proyectivas.
En cuanto al tercer sentido, transporta representaciones arcaicas de la imagen del
cuerpo, donde el adentro se opone al afuera, lo oculto a lo manifiesto, lo pleno a lo vacío;
representaciones que marcan una etapa importante en la organización precoz de la
personalidad, pero también representaciones cuyo despertar en la situación de test proyectivo
moviliza miedos profundos y ancestrales.

1.2- Introducción a las técnicas proyectivas


1.2.1- Proyección según Freud.
Se refirió a la proyección en dos etapas distintas de su obra y desde dos perspectivas
bastante diferentes, pero que mantienen una continuidad entre ellas.
La primera se sitúa en 1896. Freud acababa de descubrir el psicoanálisis. Sabía que el
mecanismo puramente psicológico de la represión explica los síntomas histéricos y que el
manejo de la resistencia y la transferencia permiten el tratamiento. Hizo extensivo este primer
tipo de explicación, que se refiere únicamente a la forma de los síntomas, a cada
psiconeurosis: represión del conflicto y conversión en la histeria, desplazamiento de la culpa
en la obsesión, negación de la realidad como consecuencia de una aflicción profunda en la
alucinación, proyección del odio sobre el otro en un sujeto frustrado. Dos artículos sobre las
psiconeurosis de defensa, publicados en mayo de 1894 y mayo de 1896, y el manuscrito k
enviado a Fliess en enero de 1896, jalonan esta búsqueda de mecanismos de defensa que
Freud retomó después de 1920. “En la paranoia, el reproche contra sí mismo es reprimido de
una manera que puede describirse como una proyección; es decir, que suscita un síntoma de
defensa que consiste en la desconfianza hacia el prójimo”. Freud esclareció y profundizo este
mecanismo en su comentario de un caso de paranoia - la autobiografía del presidente Schreber
(1911)- donde definió así la proyección: “Cuando una percepción interna se reprime, en su
lugar surge en la conciencia su propio contenido, después de sufrir una deformación y bajo la
5

forma de una percepción externa”. La paranoia se explica por un deseo homosexual reprimido
y proyectado. Según Freud, la génesis del delirio de persecución se efectúa en tres tiempos:
a) “Yo (un hombre), lo amo (a él, un hombre)”. Pero su carácter homosexual hace
que este amor sea intolerable para la conciencia;
b) El sentimiento de amor se convierte, entonces, en su contrario: “no lo amo, lo
odio”. Pero la conciencia del sujeto no tolera más experimentar un sentimiento
hostil;
c) “Yo lo odio” se transforma en “él me odia (o me persigue), lo que justifica el odio
que siento por él”. He aquí una proyección; el odio no proviene de mí; sin embargo
existe. Por lo tanto; está en mis enemigos. El sentimiento de origen interno es así
vivenciado por el sujeto como si fuera la consecuencia de una percepción externa:
“no lo amo” - lo odio - porque me persigue”. La proyección es aquí la expulsión de
un deseo intolerable y su rechazo fuera de la persona; hay proyección de aquello
que no se quiere ser.
En una segunda etapa, Freud efectúa una ampliación que contiene el germen de las
técnicas proyectivas. La proyección es, entonces el simple desconocimiento (y ya no la
expulsión) por el sujeto, de deseos y emociones que no acepta como propios, de los que es
parcialmente inconsciente y a los que considera como pertenecientes a la realidad externa.
Este sentido aparece en el último capitulo de Psicopatología de la vida cotidiana (1901-1904),
titulado “Creencia en el azar y la superstición”:
a) Cuando se pide a un sujeto que diga arbitrariamente un nombre propio o un numero, se
comprueba que su elección esta rigurosamente determinada por una preocupación
personal. Esto confirma la existencia de un determinismo psíquico. La creencia en el libre
albedrío es consecuencia del desconocimiento de las motivaciones inconscientes, que son
las verdaderas causas de nuestros pensamientos y acciones.
b) La superstición proviene también de una proyección. Freud escribió: “Creo en el azar
exterior (real), pero no en el azar interior (psíquico). En el supersticioso, ocurre lo
contrario... En primer lugar, proyecta hacia afuera una motivación que yo busco adentro.
En segundo lugar, interpreta por un acontecimiento el azar que yo relaciono con una idea.
Lo que él considera oculto, yo lo considero inconsciente... Porque el supersticioso nada
sabe de la motivación de sus propias acciones accidentales y porque esta motivación
busca imponerse a su reconocimiento, esta obligado a desplazarla, situándola en el
mundo exterior.
El fundamento ultimo de la proyección se encuentra en la tendencia al
antropomorfismo, natural en el ser humano, y en una característica propia del inconsciente de
expresarse hacia afuera, sobre los seres humanos y las cosas.
La proyección es un proceso psíquico primario, de índole similar a la realización
alucinatoria del deseo en el sueño o a la transferencia psicoanalítica. Los procesos psíquicos
primarios obedecen al principio del placer; tienden a establecer la identidad de percepción; así
el aparato psíquico busca encontrar el objeto al cual asoció la satisfacción por primera vez
(principio de placer). Por el contrario, los procesos psíquicos llamados secundarios tienden a
lograr la identidad de pensamiento y de palabras (principios de identidad y de realidad) y
fundamentan el pensamiento y la conducta racionales; deben hacer un gran esfuerzo para
evitar las alteraciones permanentes a causa de los procesos primarios.
6

1.2.2- La situación del test proyectivo.


a) Características: la situación de test proyectivos puede ser definida a partir de sus
semejanzas y diferencias con la situación psicoanalítica. El que comienza un tratamiento
psicoanalítico se lo invita a hablar libremente; no se le suministran temas de partida o
directivas. Parte de las ideas, de los sentimientos y de las impresiones a medidas que éstos se
presentan en su conciencia y dispone de un tiempo indefinido por delante; si bien la duración
de las sesiones es la misma, el número de éstas no se fija al comenzar el tratamiento.
El sujeto sometido a un test proyectivo se encuentra en una situación análoga de
libertad, pero no de duración, lo que entraña dos diferencias suplementarias: la introducción
de un material previo y una investigación ulterior. En efecto, el sujeto examinado tiene
libertad en sus respuestas. Las consignas insisten a menudo -especialmente si el sujeto acaba
de pasarlas- en la diferencia que existe en relación con los test de aptitudes, en los que el
material presentado posee una estructura latente de naturaleza cognoscitiva que el sujeto debe
descubrir y en los cuales hay una respuesta adecuada. Por el contrario, en un test proyectivo el
sujeto tiene libertad de decir lo que desea a partir del material que se le presenta o del tipo de
actividad que se le propone. No hay, respuestas correctas o incorrectas fijadas de antemano; la
primera idea que le viene a la mente es la correcta. Al igual que en el psicoanálisis lo que
cuenta es aquello que se presenta espontáneamente a la conciencia.
La diferencia que existe con el psicoanálisis estriba en que para un test proyectivo se
dispone de un número limitado de sesiones, generalmente una o dos de acuerdo al test. La
duración de la administración de un test proyectivo generalmente no es limitada: incluso se
puede informar al sujeto que dispone de todo el tiempo necesario. Libertad de expresión y de
tiempo constituyen los dos principios comunes a la cura psicoanalítica y a la administración
de tests proyectivos. Pero estos dos principios tienen distintas particularidades. En un test
proyectivo todo debe ser resuelto en una sesión (o un pequeño número de sesiones); por lo
tanto, las asociaciones libres del sujeto se deben provocar. Allí se origina la necesidad de
presentarle un material que provoque esas asociaciones. El material debe ser lo mas informe o
ambiguo posible: manchas de tinta, grabados vagos, dibujos bosquejados, palabras
multívocas.
Las consignas remiten al sujeto a su propio deseo: dibujar un árbol o un personaje tal
como le guste; disponer a su antojo los cartones de color o los elementos de un juego de
construcción; elegir entre varias fotografías, aquellas que le agradan y otras que le
desagradan.
Una vez que ha finalizado el test, también es necesario proceder a un interrogatorio a
fin de delimitar en vivo la dinámica psíquica personal que condujo al sujeto a suministrar las
respuestas que acaba de dar.
Como en la situación psicoanalítica, la consigna. Que deja al sujeto en completa
libertad es al mismo tiempo, un apremio. Está condenado a ser libre, a revelarse por sí mismo.
¿Que otra cosa quiere decir ser libre sino ser exteriormente libre para realizar sus deseos?
7

Pero esta perspectiva moviliza en el sujeto, al mismo tiempo, la angustia ante la emergencia
de sus deseos interiormente prohibidos, el vértigo frente al campo de los posibles. El miedo a
la libertad. En el psicoanálisis, el encuadre de la situación se expresa por medio de dos reglas
fundamentales: la de no-omisión (el sujeto se compromete a no apartar voluntariamente de su
mente el material psíquico, que pueda surgir) y la de abstinencia (el sujeto trata de expresar
sus deseos al psicoanalista, sin tratar de realizarlos con él). Ambas reglas se reencuentran
implícitamente en la situación proyectiva. El examinador lo frustra; obliga al sujeto a develar
su deseo, pero rechaza hacerse cargo de este. Adopta la actitud de neutralidad benévola
característica del psicoanalista; entre el examinado y el examinador se establece una relación
transferencial más o menos manifiesta y breve que, según sea positiva o negativa, estimula las
producciones del sujeto o sus bloqueos, y que subyace en el contenido de ciertas respuestas.
La diferencia con la cura psicoanalítica consiste en que el material presentado al sujeto es
como una pantalla entre el examinador y el examinado. El sujeto revela su deseo al psicólogo
solo indirectamente: le habla a través de la elaboración que hace del material presentado. En
relación con la transferencia, el examinado tiene mayor libertad que el paciente en análisis: se
compromete rápida e intensamente, pero por poco tiempo; se siente más tranquilo cuando la
prueba ha terminado.
b) Efectos: La estructuración inconsciente del material, la libertad de las respuestas y
del tiempo. La relativa elasticidad de las consignas hacen de la situación proyectiva una
situación relativamente vacía, vacío que el sujeto tiene que llenar recurriendo, no tanto a sus
aptitudes y a su inteligencia, sino a los recursos profundos de su personalidad. Esta situación
vacía reaviva los conflictos psicológicos del sujeto examinado, y desencadena angustia y
regresión. La angustia está asociada a representaciones fantasmáticas inconscientes, que se
transparentan, pues, en el contenido de las respuestas del sujeto, mientras que los mecanismos
de defensa del yo contra la angustia y los fantasmas se manifiestan preferentemente en las
características formales de las respuestas.
El psicoanálisis distingue tres aspectos en la regresión psíquica:
I) Un aspecto formal. Hay regresión del pensamiento racional y conceptual al
pensamiento por imágenes, a la representación figurativa.
II) Un aspecto cronológico. Hay regresión del estado adulto a la primera infancia o, si
el sujeto es un niño, regresión a estadios anteriores del desarrollo pulsional.
III) Un aspecto tópico. Hay regresión del yo al ello. Cuando el yo tiene el control del
aparato psíquico. La pulsión encuentra su expresión en la descarga motriz. Si el yo está
bloqueado, la descarga motriz, se encuentra inhibida; el “quantum” de afecto refluye del polo
motor hacia el polo perceptivo a la pulsión encuentra su descarga de manera alucinatoria.
De una manera general, tanto la situación proyectiva, como la psicoanalítica, provocan
la regresión en el aparato psíquico, de los procesos secundarios -fundados en la identidad de
pensamiento y el principio de realidad- a los procesos primarios -fundados en la identidad de
percepciones y en el principio de placer-displacer. De acuerdo con el tipo de test proyectivo.
Parece que la regresión puede ser activada en mayor o menor medida.
8

Los tests del tipo T.A.T., así romo los tests de improvisación dramática, requieren que
el sujeto recurra al lenguaje verbal sintáctico; le presentan un tiempo vacío que el sujeto
organizara a partir de elementos claves de su historia personal. En este caso, se trata de una
regresión limitada, ya que la situación supone la posesión de una sintaxis y de una historia
vivida: remite, pues, a la segunda infancia. Las producciones de un sujeto en el T.A.T. se
asemejan a los ensueños y fantasías diurnos, o aun a la novela familiar, que, como el sueño
nocturno, se presentan generalmente como una puesta en escena. En efecto, a medida que el
niño se apropia del lenguaje -particularmente de la sintaxis- entre los dos y cinco años de
edad, su actividad psíquica se encuentra reestructurada y su vida imaginaria se organiza bajo
la forma de escenas interiores. El Fantasma representa el prototipo de lo que acabamos de
decir. Es entonces cuando se constituye el drama personal del individuo, que es la puesta en
imágenes de su conflicto defensivo. Los personajes que juegan un rol en estas escenas
concretizan las diversas identificaciones del sujeto.
Por el contrario los tests del tipo del Rorschach, gráficos, o de la aldea, remiten a la
fase preverbal de la infancia; ofrecen al examinado no ya un tiempo sino un espacio vacío,
que el sujeto no puede habitar sino que proyecta en el su propia imagen corporal. En el niño,
el yo, se forma en el transcurso de las experiencias que ponen en juego su cuerpo y las
funciones nacientes de este en la relación vivida con la madre y luego con las personas y
objetos del entorno. Las primeras representaciones parciales que el niño hace de su cuerpo
entrañan la formación de lo que los psicoanalistas de niños han llamado el “yo corporal”.
Inicialmente, este parece estar constituido por los fantasmas del cuerpo despedazado, antes de
encontrar su unidad narcisista, durante el estadio del espejo, con el reconocimiento, por parte
del niño, de su imagen especular como propia, lo cual coincide con la primera fase de
adquisición de palabras. El espacio del sueño, el de la alucinación o delirio son, por otra parte
representaciones del cuerpo imaginado; es decir, formas arcaicas de la imagen corporal,
anteriores a la matriz del lenguaje sintáctico.
La noción de imagen corporal fue elaborada por el psicoanalista americano de origen
alemán, Paul Schilder, cuya obra principal ha sido traducida al castellano Imagen y
Apariencia del cuerpo humano, 1968. Sobre esta noción se realizaron recientemente en
Francia algunos trabajos interesantes; entre ellos los de Gisele Pankow, sobre la imagen
corporal en la psicosis (1969) y los de Sami-Ali sobre el propio cuerpo como esquema de
todos los esquemas. Define cuatro condiciones de posibilidad de la proyección: el narcisismo
(reencontrarse a sí mismo en el otro), la identidad de percepciones internas y externas, una
polaridad adentro-afuera y la constitución del mundo como equivalente del yo o de una parte
del yo. Sitúa la proyección como un retorno de lo reprimido exterior; de lo que se deriva una
resolución del conflicto psíquico al servicio del principio del placer, con un desinvestimiento
parcial de la realidad por el sistema percepción-conciencia y el investimiento de ésta por el
inconsciente.
9

Así, la proyección sería un proceso normal que asume una función primitiva del
aparato psíquico: resuelve el conflicto entre el ello y la realidad. Produciendo una identidad de
percepción en lugar de una identidad de pensamiento.

1.3- Proyección, definiciones. Breve nociones teóricas.


1.3.1- Tipos de proyección.
Es necesario aclarar la confusión que existe entre expresión y proyección. El dibujo y
la narración libre y el juego dramático improvisado “expresan”, evidentemente, la
personalidad de quien los practica. Hablar el test, un test que supone una situación
estandarizada para el sujeto y una intención, de evaluación por parte del psicólogo. Bellak y
Symonds proponen distinguir entre:
- Las técnicas de expresión, en las que el sujeto tiene entera libertad con respecto a las
consignas y al material presentado;
- Las técnicas proyectivas, en las que las respuestas son libres pero el material está definido
y estandarizados;
- Finalmente, los tests psicométricos, en los que una sola respuesta es la correcta y el
material requiere una precisión rigurosa, constituyen la categoría de técnicas de
adaptación.
Ombredane (1952) distinguió diversas formas de proyección que se utilizan en los test.
a) Con la proyección especular, el sujeto reencuentra en la imagen del otro las
características que pretende como propias. Esta proyección tiene su origen en el estudio del
espejo, en la indiferenciación primitiva entre la imagen de sí mismo y la imagen del otro; en
una palabra, en el narcisismo. Se verifica de modo indicativo (p. Ej. Un niño enfermo, en el
curso de una prueba de dibujo libre, diseña un cuerpo humano atrofiado) u optativo (p. Ej.,
Una huérfana, criada por una tía intransigente describe en un test proyectivo una escena de
ternura entre una madre y sus hijos).
b) En la proyección catártica el sujeto no atribuye a la imagen del otro sus propias
características o las que desearía que lo fuesen, sino aquellas que él pretende, sin razón, no
tener, que se niega a considerar como suyas y de las cuales se libera (catarsis) desplazándolas
sobre el otro.
c) Finalmente, en la proyección complementaria (Allport), el sujeto atribuye a los
otros sentimientos o actitudes que justifican los suyos propios. Así, un joven rebelde de
conducta predelincuente describe personajes severos e injustos, porque tiene necesidad, para
rebelarse, de sentir que los otros son injustos con él...
En la práctica cotidiana, los psicólogos distinguen dos categorías de test proyectivos:
a) Los tests proyectivos temáticos -entre los que el T.A.T. sigue siendo el modelo-
revelan los contenidos significativos de una personalidad: naturaleza de los conflictos, deseos
fundamentales, reacciones ante el medio, mecanismos de defensa, momentos claves de la
10

historia vivida. A esta categoría pertenecen los juegos dramáticos, los dibujos o narraciones
libres o que se deben completar y las interpretaciones de cuadros, fotografías o documentos
diversos. Según las distinciones que efectúa Ombredane, el sujeto puede proyectar lo que cree
ser, lo que desearía ser, lo que rechaza ser, y lo que los otros son o deberían ser con respecto a
él.
b) Los tests proyectivos estructurales tienen como prototipo el test de Rorschach. No
recogen, como los precedentes, la manifestación de las fuerzas vivas del sujeto, la que
corresponde al punto de vista “dinámico” en psicoanálisis, a los “temas” en psicología de las
tendencias y al “por que” de la conducta. Conducen preferentemente a un perfil representativo
del sistema de su personalidad, su equilibrio, su manera de aprehender el mundo”. En este
caso, de las interrelaciones entre las instancias del ello, el yo y el superyo.
También el psicólogo que establece un balance de una personalidad recurre, por lo
menos, a un test temático y a un test estructural, además naturalmente, del examen intelectual,
de la entrevista clínica y de los eventuales exámenes complementarios (conocimientos,
intereses, aptitudes especiales, lateralidad. etc.).

1.3.2- Fundamento teórico de las técnicas proyectivas.


El psicólogo clínico tiene un objetivo principal: el estudio de la personalidad, de su
desarrollo y de sus descompensaciones psicopatológicas, para llevar ese estudio, requiere de
un marco teórico y de recursos técnicos que le permitan obtener y organizar datos,
contextualizar sus inferencias y formular predicciones.
La teoría o doctrina que sustenta a las técnicas proyectivas es básicamente el
psicoanálisis, y también las psicologías holísticas como la psicología de la Gestald y la teoría
de campo de K. Levin. Dentro de ellas hay hipótesis básicas para las técnicas proyectivas tales
como la hipótesis de la proyección, del consciente y el inconsciente y su poder motivacional
de la conducta, la hipótesis del proceso secundario del funcionamiento del psiquismo, la del
“Ello y Super Yo”, los mecanismos de defensas y la percepción, el determinismo psicológico
y la sobredeterminación, y la transferencia, etc.
La mayoría de las técnicas proyectivas pueden denominarse formas estructuradas de
actividad asociativa, las cuales obtuvieron la primera demostración importante de su utilidad
en el diagnóstico y la terapia en la obra de Freud, también la relación entre el paciente y el
terapeuta.

1.3.3- Conceptos que son básicos de la teoría psicoanalítica para los tests proyectivo:
1- El concepto de hipótesis de la existencia del inconsciente como fuerza motivante de la
conducta.
2- Al concepto de proyección y su significado en las técnicas proyectivas.
3- El concepto de personalidad.
4- El concepto de transferencia y contratransferencia.
11

1. El concepto de hipótesis de la existencia del inconsciente como fuerza motivante de


la conducta.
El PSA concibe la vida psíquica como evolución incesante de fuerzas elementales,
antagónicas, compuestas o resultantes, con un concepto dinámico del psiquismo. En la época
que Freud inició el estudio del material acumulado advirtió la necesidad de crear un esbozo
auxiliar para hacer comprensible o estructurar su teoría, y al mismo tiempo mantener un orden
en la investigación. Creó para esto la metapsicología, estructura hipotética, le sirvió para ir
colocando los distintos elementos estructurales de su teoría en un conjunto dinámico.
Se debe considerar que son fuerzas, cargas energéticas que se desplazan en cierta
forma, y que todas van a estructurar los tres sistemas que Freud ha dividido tipográficamente
en Inconsciente, Preconsciente y Consciente, cada uno de ellos con características
determinadas. Dentro de estos tres campos de límites imprecisos, se considera la existencia de
tres instancia o localizaciones, que actúan en distintos planos y que adquieren las
características propias de ese nivel de la actividad psíquica; son: “el ello, el yo y el súper yo”.
El concepto de inconsciente es en su mayor parte teórica, en el sentido de que nunca
ha sido observado directamente, pero al mismo tiempo es empírico, por el hecho de
representar una inferencia imprescindible para explicar, de una manera lógica y sistemática,
gran cantidad de observaciones.
El estudio de los contenidos del inconsciente permite, por otra parte, explicar y
demostrar que los actos mentales y sociales tienen una causa definida, siguen un propósito y
son emocionalmente lógicos aún cuando desde un punto de vista intelectual aparentemente no
sea así. Su conocimiento solo puede hacerse de un modo indirecto, mediante los actos que nos
suministran los sueños, los actos fallidos, los tests proyectivos, y sobre todo la historia de los
síntomas neuróticos y psicóticos. Prácticamente se conoce el inconsciente en su expresión
consciente. El inconsciente para el PSA es psíquicamente positivo en un sistema en constante
evolución y cargo de energía psíquica. El inconsciente no es lo contrario de consciente.
El inconsciente influye en forma efectiva sobre nuestro pensamiento y sentimiento
representando el sector más plástico de nuestra experiencia psíquica. Por eso, el que en toda
decisión, no toma en cuenta el querer inconsciente, comete un error, puesto que excluye de
sus cálculos el elemento principal de nuestras tensiones internas.
La existencia del inconsciente se puede establecer por el contenido y el modo de
actuar. Dentro de los contenidos hay que considerar los equivalentes instintivos y las
representaciones de hechos, objetos y de órganos.
Se entiende por equivalente instintivo (pulsión diría Freud), la manifestación psíquica
externa de un instinto, que se expresa por modificaciones motoras y secretorias que se viven
como emociones. O sea que los elementos instintivos del inconsciente no se presentan como
tales sino traducidos al consciente. Un impulso amoroso se vive como una emoción: un
impulso agresivo se traduce y se vive como una emoción de cólera. Los equivalentes
instintivos son las emociones, el elemento que es posible captar a través de las modificaciones
12

de la parte formal del sujeto y que son expresiones de lo que está sucediendo en su
inconsciente.
Al modo de actuar del inconsciente se lo denomina proceso primario, por ser la
primera forma de actuación, la más primitiva del psiquismo. El sistema preconsciente también
tiene sus formas de actuación que se han denominado proceso secundario.
Entre otros elementos que se encuentran en el proceso primario hay que tener en
cuenta el: desplazamiento, la condensación, la proyección y la identificación.
Otros elementos del proceso primario son sus modos propios de actuar: ausencia de
cronología, ausencia de concepto de contradicción, lenguaje simbólico, igualdad de los
valores para la realidad interna y la externa o supremacía de la primera, el predominio del
principio del placer.
Los elementos en inconsciente puede considerarse en forma hipotética, una parte
compuesta por elementos que se hallan temporalmente en él y están por consiguiente
sometidos a sus leyes, pero que en cualquier momento pueden hacerse consciente, y por otra
cuyos elementos no pueden aflorar al consciente, pero aún así llegan a producirse
determinados efectos por vías indirectas, alcanzando la consciencia en forma de síntoma o
sueños. Lo reprimido es solo una parte del inconsciente.

2. Hipótesis de la proyección y su significado en técnicas proyectivas. La apercepción,


su relación con la proyección.
El término de proyección fue introducido por Freud en 1884, en su trabajo “Neurosis
de angustia”, donde afirmaba:
“la psiquis desarrolla una neurosis de angustia cuando no se siente en condiciones de
realizar la tarea de controlar la excitación (sexual) que surge endógenamente. Es
decir, que actúa como si hubiera proyectado esa excitación en el mundo exterior”.
En 1896 en su trabajo “Las neuropsicosis de defensa”, siguió elaborando su concepto
y afirmo que la proyección es un proceso que consiste en atribuir los propios impulsos,
sentimientos y afectos a otras personas o al mundo exterior que nos permite ignorar estos
fenómenos indeseables” en nosotros mismos. Por ej. En el caso de Schreber, dice:
“la atribución del odio tiene lugar por que el Superyó inhibe la expresión del odio
porque lo desaprueba moralmente”.
Aunque el concepto de proyección surgió en conexión con la psicosis o neurosis, fue
aplicado más tarde por Freud a otras formas de conductas. Por ej.: como mecanismo principal
en la formación de creencias religiosas. Pero luego en “Toten y Tabú” dice Freud que
“la proyección no está especialmente creada con fines de defensas. También surge
cuando no hay conflictos. La proyección de percepciones internas al exterior influyen
también en nuestras percepciones sensoriales, de modo que normalmente desempeña en la
configuración de nuestro mundo exterior…lo que nosotros proyectamos en la realidad
externa es el reconocimiento de un estado en que una cosa dada está presente a los sentidos y
13

a la consciencia, junto a la cual existe otro estado en la que la cosa está latente, pero
reaparecer, es decir la coexistencia de percepción y recuerdo o, para generalizar, la
existencia de procesos psíquicos inconscientes junto a otros conscientes”.
En este párrafo, Freud emplea el término proyección en un sentido amplio, no como
mecanismo de defensa ni tampoco relacionado a la psicopatología, sino como una manera
normal de darle sentido a nuestro mundo externo. El supuesto básico de Freud es que los
recuerdos de los perceptos influyen sobre la percepción de estímulos contemporáneos.
Entonces los recuerdos de los preceptos influyen sobre la percepción de los estímulos
contemporáneos y no solos con fines de defensas. Suponemos que toda percepción actual
sufre la influencia de las percepciones y su interacción mutua constituye el campo de la
psicología de la personalidad. No parece conveniente utilizar el término de proyección para
los procesos perceptuales que acabamos de describir, se ha propuesto el término de
Apercepción. Que se lo define como una interpretación (dinámica) significativa que un
organismo hace de una percepción. Puede haber un proceso hipotético de percepción no
interpretada y toda interpretación subjetiva constituye una “distorsión aperceptiva”
dinámicamente significativa; en cambio también podemos establecer operativamente, una
condición de percepción objetiva cognoscitiva casi pura, en la que una mayoría de
examinados concuerda sobre la calidad exacta del estímulo.
Esta percepción se la considera como una norma y podemos decir que todo aquel que
no coincide con esta percepción, “distorsiona aperceptivamente” la situación que sirve de
estímulo. Pero en realidad la percepción puramente cognoscitiva sigue siendo una hipótesis y
toda persona distorsiona aperceptivamente siendo solo de grado la diferencia.

Las formas de distorsión aperceptiva son:


a) Proyección:
Se sugiere el uso de este término para el grado máximo de distorsión aperceptiva. En
el caso de la verdadera proyección, no se trata solo de una adscripción de sentimientos y
afectos inconscientes, al servicio de la defensa, sino que aquellos son inaceptables para el Yo,
por lo que se atribuye a objetos del mundo exterior. También es imposible hacerlos
conscientes. Se sugiere para este proceso la denominación de Proyección invertida ya que en
este caso se ha puesto en marcha con anterioridad el mecanismo de formación reactiva.
b) Proyección simple:
No es necesario de aplicación clínica, ocurre a diario. Es atribuir al otro el sentimiento,
actitud, etc… que el sujeto ya esperaba encontrar en el otro. Es una distorsión simple
(asociativa) a través de la transferencia del aprendizaje, o de situaciones más complejas, como
la influencia de imágenes previas, sobre los presentes.
c) Sensibilización:
En lugar de la creación de un percepto objetivamente inexistente, nos encontramos
ahora con una percepción más sensible de estímulos inexistentes. La hipótesis de la
14

sensibilidad significa que un objeto que encaja en una pauta preformada, se percibe más
fácilmente que otro que no encaja. También hay autores que lo llaman percepción autista: así
pues el sujeto está equipado para la adaptación a la realidad y también para la gratificación
sustitutiva cuando la gratificación real no existe.
d) Externalización:
El sujeto por lo común no tiene conciencia de los procesos descriptos en los ítems
anteriores. Se trata de una configuración ligeramente reprimida de imágenes cuyo efecto
organizador puede ser evocado fácilmente. La hipótesis proyectiva según Rapaport, es la que
subyace en el empleo de los tests psicológicos y es la que toda actividad de un individuo dado
lleva en sí el sello de su individualidad, de este modo, si se la interpreta correctamente,
cualquier conducta deberá servir como índices de la individualidad y de sus características de
adaptación o inadaptación.
Proyección como se la usa en las Técnicas Proyectivas está más relacionado con la
clasificación de Proyección simple, Sensibilización y Externalización. O sea un concepto de
proyección amplio, que no tiene que ver con lo que atribuido por el sujeto al exterior está al
servicio de la defensa y es inaceptable por el Yo.

3. Concepto de personalidad.
Es la forma de ser de una persona, debida a la peculiar organización de sus caracteres
psicológicos y que se manifiesta a través de todos los actos. Su carácter es dinámico pero está
estructurado y su estructura depende de las condiciones fisiológicas y físico-psíquico-social-
cultural que han intervenido como las fundamentales variables de su modelamiento. La
estructura se revela en su conducta. La personalidad presenta estrato o niveles (inconscientes,
preconscientes y conscientes) de los cuales son observables lo más superficiales. Lo profundo
(inconscientes) no solo son ocultos al mundo sino también al sujeto. Pero como las capas
profundas (que no son tal) están vinculadas con las superficiales, es posible llegar, en
determinadas condiciones. Son los motivos latentes (inconscientes) los que en gran medida
determinan la conducta. Este es un concepto limitado al concepto dinámico y holista de la
personalidad, que es el que subyace a cualquier teoría dinámica de la personalidad, en la que
se basan las Técnicas Proyectivas.

4. Hipótesis de transferencia.
Según Laplanche y Pontalis: en PSA este término designa el proceso por el cual los
deseos inconscientes se actualizan sobre determinados objetos en el cuadro de un cierto tipo
de relación establecida con ellos y eminentemente en el cuadro de la relación analítica. Se
trata aquí de una repetición de prototipos infantiles vivida con una sensación de actualidad
acentuada.
15

Necesidad de definir un método, en las Técnicas proyectivas.


Una definición de método es que es un procedimiento regular, ordenado, susceptible
de recoger observaciones. En las TP el método consiste en presentar el mismo estímulo
siempre y recoger los datos del mismo modo. Uniendo los conceptos de método, proyección e
hipótesis proyectiva, ¿cómo podemos caracterizar las TP? Son métodos en los que se emplean
estímulos para obtener respuestas por parte de los sujetos. Pero no es cualquier estímulo el
que se aplica, ni cualquier respuesta se espera.

En la TP los estímulos deben cumplir con determinadas características:


1. Es sujeto no debe tener una idea clara de lo que el examinador busca o sea el objetivo real
del debe ser desconocido para el sujeto y por lo tanto no manipulable consciente por el
mismo.
2. Debe no ser claramente estructurado a fin de permitir una expresión máxima a los
principios estructuradores de la personalidad del individuo.
3. El estímulo debe ser tipificado, para permitir una comparación entre sujetos e intrasujetos.
Debe ser estandarizado.
4. Los segmentos de comportamiento a los que apunta, deben ser claramente determinados.
En cuanto a las respuestas, estas están siempre determinadas tanto por el estímulo
como por los factores organizativos intrapsíquico de su personalidad.
¿Qué es lo que se supone en está hipótesis? Que se considera por proyección que es
todo modo de organizar el mundo privado del sujeto. Todo segmento de comportamiento
muestra la impronta de la organización de la personalidad respectiva, y permite la
reconstrucción de los principios organizativos específicos de esta personalidad.
En las TP, debido a la poca estructuración del estímulo, se pretende evocar funciones y
principios organizadores de la personalidad correspondiente a motivaciones fundamentales.
Otra hipótesis es que la patología es siempre una exacerbación, esto es un desequilibrio, de
rasgos que existen en la personalidad adoptada, por lo cual, el diagnóstico es siempre de
personalidad.
Como las respuestas a los estímulos siempre serán distintas, se utilizan parámetros
para poder compararlas, dentro de un mismo individuo y entre distintos sujetos. Estos
parámetros son las constantes o invariantes que se toman en cuenta en la estimulación, en la
recolección de las respuestas y en la interpretación de las mismas. Los parámetros darán
condiciones constantes de presentación del estímulo; modos constantes de recolección de las
respuestas y criterios constantes para interpretar las respuestas, así como una comparación de
las respuestas de cada sujeto con las respuestas del tipo llamado popular o clisé.
Al analizar la interacción sujeto-objeto, Murray, llego a una teoría de fuerzas
direccionales en el interior del sujeto, que buscan y encuentran objetos o variadas situaciones
del medio, o bien que reaccionan a la presión de estos objetos o situaciones. A estas fuerzas
direccionales que parten del individuo Freud las llamó Instintos o instintos parciales.
16

Aunque los freudianos sólo mencionan dos instintos (libido y agresión), en sus
explicaciones de los fenómenos de comportamiento se refieren a numerosas fuerzas, que
también podrían llamarse instintivas: pasivas, ansiedad masoquismo, exhibicionismo, etc. Al
lado de estas variables definidas como fuerzas pulsionales pueden distinguirse otras,
diversamente descriptas como funciones, vectores o rasgos de personalidad.

¿Qué relación existe entre la estructuración de un estímulo y la saturación proyectiva?


Es decir que si un estímulo es muy estructurado, muy definido, la respuesta del sujeto
a él no muestra mucho de sí mismo y que en cambio, al ser un estímulo poco o sin
estructuración, o sea casi nada definido o totalmente indefinido la respuesta del sujeto al
interpretarlo mostraría mucho de sí mismo, especialmente aspectos inconscientes. Entonces a
menor estructuración del estímulo existe una mayor saturación proyectiva. Una de estas
suposiciones es “Cuanto más ambiguas son las propiedades del estímulo de las técnicas
proyectivas, tanto más la respuestas refleja de la personalidad de quien lo percibe.
Por ejemplo, las láminas (ya sea del TRO o del TAT) son solamente parte de la
situación total del estímulo. También se consideran parte de las variables ambientales y las
relaciones con el sujeto mismo. Por los tanto, la lámina blanca, aunque carece de estímulo
impreso, puede estructurar la situación de prueba de manera que el repertorio de respuestas
del sujeto muestre menos variación que cuando recibe una lámina más estructurada.
Así, el estímulo real que incide sobre el sujeto puede darle la impresión de que
requiere que “rebele algo de sí mismo a través de una historia ya que obviamente no hay
dibujo objetivo acerca del cual pueda hablar”.
En 1897 Freud habló de la fantasía como estructuras defensivas, sublimaciones y
embellecimiento de los hechos que el mismo tiempo sirven al propósito de autoexoneración.
En otros trabajos luego describe el rol defensivo de los ‘ensueños diurnos”
La fantasía es la forma más antigua de pensamiento que continúa toda la vida.
Fenichel dice que es: meramente el predecesor indifenrenciado del pensamiento en el cual
todas las características del yo primitivo se ven todavía. A medida que avanza la infancia hay
un incrementado desplazamiento de las fantasías en el campo de la conciencia, el pensamiento
secundario y su relego al inconsciente es producto de las defensas que estas desarrolla. Cuanto
más deseos más fantasía.

1.4- La evaluación psicológica, las técnicas proyectivas y psicométricas.


De acuerdo con Exner, el concepto de Técnicas Proyectivas, y la hipótesis clásica
sobre la proyección es generalmente asociada con los trabajos de Frank de 1939, el uso de
estímulos ambiguos y la preocupación al respecto de la percepción subjetiva o más realista del
mundo exterior puede rastrearse a los griegos. En el siglo XIX la técnica de la mancha de tinta
se convierte en un juego de salón llamado “Blote”. La primera TP que adquiere popularidad
17

en USA es el Rorschach, que es introducido por Levy. Solo a partir de la creación del
Thematic Apperception Test (TAT) de Morgan y Murray (1935) un grupo de psicólogos
comienza a esbozar una fundamentación teórica para esclarecer y ampliar la hipótesis
proyectiva que subyace al test.
Según Abt, la psicología proyectiva ha sido esencialmente un movimiento de protesta
contra ciertos conceptos de la psicología académica y la tradición norteamericana del
conductismo. La matriz conceptual del la Técnicas proyectivas es una serie de concepto sobre
la personalidad hondamente comprometidos con un enfoque dinámico que considera toda la
conducta como activa e intencional. Hace suya una aproximación holística que insiste en el
análisis dinámico-funcional de la personalidad, que no se ocupa de segmentos aislados sino
más bien complejos por medio de las cuales el individuo busca organizar sus experiencias con
el ámbito físico y social a adaptarla a sus singulares necesidades.
Tiene su origen en una concepción de la personalidad en la que incluyen proposiciones
de raigambre psicoanalítica, gestáltica, topología y del New Look.
Los Técnicas proyectivas buscan diferenciarse netamente de las técnicas objetivas
tanto en su fundamentación teórica como la característica del estímulo, la forma de
administración, rol del psicólogo y modalidad de evaluación de los resultados.
Rapaport, fundamenta de la legitimidad de la inclusión de la TP en la verificación psicológica
apoyándose en dos premisas más generales y tácita de diferente nivel de significación:
Técnicas objetivas de la Técnicas proyectivas de la
personalidad personalidad
Psicología clásica. Psiquiatría. Análisis Psicoanálisis. Gestalt. Topología (K. Lewin). New
Teoría subyacente factorial. Estilos perceptivos. Estilos Look.
cognitivos.
Estructurado, simple, inequívoco, objetivos Inestructurado, ambiguo, que facilita la
(con ítems de corrección incluidos). Factible proyección. Evaluación indirecta e inadvertida de
de ser autoadministrado. aspectos manifiestos y latentes de la personalidad
Material
Autoevaluación de conductas, rasgos, como un todo en su contexto particular. Ej.:
síntomas. Etc. Tests de espectro amplio o gráficos, lúdicos, verbales.
reducido. Ej.: cuestionario e inventario.
Control cuasi experimental de variables, Control de variables algo más laxo. Entrevistador
Administración entrevistador considerado variable de error. considerado como variable interviniente de valor
y rol del Administración individual y/o colectiva. instrumental para la evaluación del vínculo.
entrevistador Metáfora de Cronbach: retrato automático Administración individual o de consenso.
con cámara fija. Registro de conductas y secuencias.
Interés por los resultados. Énfasis en lo Interés por resultados y procesos. Énfasis en lo
cuantitativo. Computo, codificación. cualitativo. Interpretación. Cuantificación parcial.
Evaluación Presentación de perfiles, contrastación con Selección del material más significativo para esa
la norma para detectar desvíos. persona en particular. Interrelación dinámica de
datos. Recurrencias y convergencias.

Con actitud cuidadosa enfatiza que aunque se pueden hacer predicciones a partir de un
segmento limitado de conducta, ningún segmento por sí mismo revelará todas las condiciones
18

dinámicas subyacente a la conducta total del sujeto. Se requiere por lo tanto de una doble
integración: la de varios tests entre sí, que conforman una batería diagnóstica, y la de esta
con los datos de la entrevista clínica. Dado que de los métodos clínicos obtienen una muestra
de conducta amplia pero sistemática, la buena práctica clínica utilizará siempre ambos que
se compensarán. Es decir que la batería diagnóstica estará integrada en un adecuado
equilibrio entre las técnicas proyectivas y psicométricas.
Y solo se alcanzará la plena significación de la verificación diagnóstica cuando se
estudia los datos de los tests, se infieren las razones de los procesos subyacentes a ellos y se
los incluyen en una teoría unitaria que integra los aspectos dinámicos y psicopatológicos. La
investigación clínica reconstruye los procesos psicodinámicos del paciente buscando sobre
todo encontrar organización de los procesos del pensamiento.
Esta problemática se inserta en otra mucho más esencial que es la relatividad de los
conceptos de normalidad, ajuste, salud mental y adaptación que manejan la psiquiatría y la
psicología dinámica. A nivel práctico, a fin de minimizar o exacerbar la patología, el
psicodiagnóstico debe cuidar un adecuado equilibrio entre el material más estructurado (que
pone de manifiesto los mecanismos de control) y las técnicas proyectivas (que apuntan más a
develar ansiedades y conflictos. En el ámbito teórico debe trabajarse constantemente en la
búsqueda de una teoría general de los tests.

2.1- Las técnicas proyectivas en el proceso psicodiagnóstico


2.2.1- Las técnicas proyectivas: Su aplicación en las diferentes áreas.
Siempre se debe considerar los distintos enfoques según donde, como cuando y para
quien hacemos la evaluación psicológica, el rol de asesor y consultor. El contexto en que se
realiza la evaluación juega un papel fundamental en todo proceso. Así también los objetivos
que se persiguen van a determinar las técnicas que instrumentaremos. A partir de las pautas
interpretativas implementadas obtendremos ciertos esclarecimientos sobre las problemáticas
planteadas. Esas conclusiones deberán ser transmitidas de una manera adecuada y precisa no
solo a la persona que haya sido objeto de estudio, sino también a quien haya solicitado dicha
evaluación. Veremos la aplicación en el área educacional.
Área educacional.
Los problemas más frecuentes con que podemos enfrentarnos en esta área son:
Trastorno del aprendizaje. Orientación vocacional. Problemas de conductas. Maduración.
Homogeneización. Ingreso escolar. Investigación.
Trastorno del aprendizaje.
Se han observado que el fracaso escolar se asociaba con el bajo C.I. por lo tanto, buen
aprendizaje e inteligencia estaban en relación directa y el fracaso se asociaba con debilidad
mental. Se considera desde el punto de vista dinámico, constituye una distorsión limitarse
19

únicamente a ese nivel, por el contrario es imprescindible tratar de percibir la totalidad del
potencial que posee y las causas que le impiden utilizarlo en forma operativa.
El nivel de maduración para el aprendizaje de un individuo depende de interjuego
entre factores intelectuales, emocionales, ambientales y el equipo biológico que trae al nacer.
Tanto Tarnopolsvsky como Páin coinciden en clasificar tales factores en:
a- factores orgánicos
b- factores específicos
c- factores psicógenos
d- factores ambientales
a- Factores Orgánicos.
Dentro de estos factores se consideran posibles lesiones cerebrales, desorden cortical,
como también un mal funcionamiento glandular. Por eso siempre es imprescindible el
diagnóstico de especialistas (médicos), como así también de hipoacusia, etc.
b- Factores específicos.
Existen ciertos tipos de trastornos en el área de la adecuación perceptivo motora que si
bien, pueden sospecharse son de origen orgánico, ofrecen dificultad de verificación en este
aspecto. Dichos trastornos aparecen sobre todo en el nivel de aprendizaje del lenguaje, su
articulación y su lecto-escritura.
c- Factores psicógenos.
Es muy amplia la gama de estos factores que pueden intervenir en los trastornos de
aprendizaje, conviene entonces distinguir dos posibilidades para el hecho de no aprender: en
la primera este constituye un síntoma y por lo tanto, supone la previa represión de un
acontecimiento, en la segunda, se trata de una retracción intelectual del Yo.
d- Factores ambientales.
Si bien el factor ambiental incide más sobre los problemas escolares que sobre los de
aprendizaje propiamente dicho, esta variable pesa notablemente sobre la posibilidad del sujeto
para compensar o descompensar el cuadro. La condición ambiental y/o familiar está referida
al entorno del sujeto, las posibilidades reales que le brinda el medio.
Páin llega al diagnóstico multifactorial, en donde se interrelacionan todos estos.
Dentro de un mismo cuadro pueden coexistir y cooperar varios factores. Según esta autora el
no-aprendizaje no constituye lo contrario de no aprender, ya que como síntoma está
cumpliendo una función positiva, tan integrativa como la primera pero con otra disposición de
los factores que intervienen. Dada la gran valoración que nuestra cultura atribuye al intelecto
un fracaso de esté tiende a ser vivido en forma especialmente persecutoria y deprimente.
Para determinar las causas del no-aprendizaje es necesario realizar un diagnóstico,
partiendo de la historia, del motivo de consulta y de la edad del consultante, allí se plantea la
batería de tests a administrar, con el objetivo de explorar las distintas áreas de la personalidad
que puedan estar comprometidos. Además de la entrevista al consultante, a padres y/o grupo
familiar, y se deben utilizar: Hora de juego familiar, Bender, Gráficos: dibujo libre, HTP,
Pareja educativa, etc. Wisc, Desiderativo, CAT
Es de señalar que las técnicas mencionadas configuran solo un modelo de los posibles.

Orientación Vocacional.
20

Para desarrollar este tema, se tomará la postura de Bohoslavski. Este autor define a la
Orientación Vocacional como: “las tareas que realizan los psicólogos especializados cuyos
destinatarios son las personas en determinado momento de su vida (por lo general el pasaje de
un ciclo evolutivo a otro) sienten la posibilidad y necesidad de ejecutar decisiones. Esto hace
de la elección un momento crítico de cambio en la vida. Este autor se refiere exclusivamente
al trabajo con adolescentes, pues precisamente es allí donde emergen las dificultades de
índole vocacional.

Área laboral
Dentro de esta área nos podemos enfrentar a diferentes problemáticas:
- Selección de personal
- Capacitación y Desarrollo
- Recursos Humanos
- Reubicación y promoción
El psicólogo ocupa normalmente distintos momentos que implica el proceso ya sea de
selección de personal y las Técnicas proyectivas centrándonos en una prueba específica para
el área.

Área Forense
Es semejante al área laboral, en tanto las personas a ser evaluadas no se presentan en
forma espontánea sino que son citadas por un tercero, la autoridad judicial.
El psicólogo debe conocer cuáles son las preguntas específicas que el derivante desea
que a la evaluación le ayude a responder. El psicólogo se debe ubicar en el rol de consultor, no
de testigo experto que asume el destino final de la situación. La ubicación de psicólogo varía
según los tribunales.
Las técnicas a aplicar también se elegirán de acuerdo a la problemática planteada. A
veces incluye una sola técnica como el Rorschach y a veces una batería más amplia que puede
o no incluir test psicométricos.
21

ÍNDICE

ANTECEDENTES TEÓRICOS
1.1- Breve reseña histórica de las técnicas proyectivas 2
1.2- Introducción a las técnicas proyectivas 4
1.3- Proyección, definiciones. Breve nociones teóricas. 9
1.4- La evaluación psicológica, las técnicas proyectivas y psicométricas. 16

Bibliografía
- ANSIEU, J. (1998). “LOS MÉTODOS PROYECTIVOS”. Bs. As. Kapelúz. Cap. 1 y 8
- FRANK DE VERTHELY, R. (1980). TEMAS DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Bs
As. Nueva Visión. Cap. 1. Técnicas Proyectivas.
- CELENER DE NIJAMKIN. (1984). Fundamento teórico de las técnicas proyectivas. Bs
As. UBA. Facultad de Psicología.
- GRASSANO DE PÍCCOLO. (1999) “INDICADORES PSICOPATOLÓGICOS EN
TÉCNICAS PROYECTIVAS”. Bs As. Paidos. Cap. 1.
- SIQUIER DE OCAMPO Y OTROS. (1998). “EL PROCESO PSICODIAGNÓSTICO Y
LAS TÉCNICAS PROYECTIVAS”. Bs As. Paidos. Cap. 1, 2, 3, 9, y 10.
- LERMAN DE FUKS, T. (1998). Las técnicas proyectivas. Su aplicación en las diferentes
áreas. Bs As. UBA. Facultad de Psicología.

Potrebbero piacerti anche