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Guerra del Chaco

La Guerra del Chaco fue uno de los mayores conflictos del siglo XX dentro de
Latinoamérica. Librada entre Bolivia y Paraguay de 1932 a 1935, supuso una disputa
territorial precursora de los conflictos que posteriormente llevarían a la Segunda Guerra
Mundial.

Origen
El Chaco, más concretamente el Chaco Boreal de 650.000 kilómetros cuadrados, situado
justo en medio de la frontera entre Bolivia y Paraguay, era un territorio inhóspito, seco y
polvoriento, cargado de una abundante vegetación compuesta por palmeras, matorrales,
zarzas y cactus, cuya única fauna eran arañas y serpientes venenosas, así como mosquitos
transmisores de enfermedades. Respecto al suelo la posibilidad de cultivo era imposible,
exactamente igual que la logística y las comunicaciones debido a la escasez de agua potable
y a unas temperaturas de más de 50º C grados en verano. Sin embargo la riqueza del Chaco
no estaba en su superficie, sino en el subsuelo por los enormes yacimientos de gas natural y
también por las bolsas de petróleo que llevaron a despertar un gran interés por parte de
bolivianos y paraguayos.

Jamás Bolivia y Paraguay habían mantenido ninguna disputa territorial, ni siquiera eran
enemigos naturales sobre la región desde que se habían independizado de España en el siglo
XIX. Paraguay por ejemplo únicamente se disputaba tierras con Argentina y Brasil tras la
Guerra de la Triple Alianza (1864-1870) que terminó en derrota y en la cesión de 150.000
kilómetros cuadrados de superficie. Bolivia por otra parte, solamente mantenía rivalidad
con Chile tras su derrota en la Guerra del Pacífico (1879-1884) durante la cual perdió su
única salida al mar. No obstante sería la urgente necesidad de ambos países por resarcirse
de los fracasos anteriores, así como la posibilidad de extracción de materias primas, las
causas que llevarían a un inevitable enfrentamiento entre paraguayos y bolivianos.

Tren de tropas paraguayas en el Chaco.

El detonante del conflicto sucedió de manera accidental el 25 de Abril de 1932, cuando un


avión boliviano descubrió por casualidad la Laguna Pitiantuta, la cual se encontraba situada
dentro de una frontera entre Bolivia y Paraguay que jamás había sido definida tras la
descomposición del Imperio Español. Dos meses más tarde, el 15 de Junio, una fuerza
militar boliviana, queriendo aprovechar las reservas acuíferas de la laguna, rodeó sus orillas
y ocupó el Fortín Carlos López que era propiedad del Ejército Paraguayo. Por supuesto
desde Asunción se tomaron la acción como una afrenta, por lo que el 16 de Julio una
columna paraguaya recuperó el Fortín Carlos López sin apenas encontrar resistencia. Esta
acción fue considerada como un “causus belli” en Bolivia, así que transcurridas 72 horas del
suceso, el Presidente Daniel Salamanca salió al balcón del Palacio Quemado de La Paz,
exhortando a las masas a alzarse en armas contra Paraguay.

A diferencia de Bolivia, Paraguay prefirió por no quedar como el responsable de una guerra
que parecía inevitable ante la comunidad internacional. De este modo tuvo que ser el
Ejército Boliviano el que llevó la iniciativa cuando 6.000 de sus tropas cruzaron ilegalmente
la frontera del Chaco Boreal y ocuparon el 27 de Julio el Fortín Corrales, el 28 el Fortín
Toledo, el 31 el Fortín Boquerón y el 7 de Agosto el Fortín Carayá. Finalmente y ante lo
que se evidenciaba era una invasión a gran escala, el 21 de Agosto de 1931 Paraguay
rompió relaciones diplomáticas con Bolivia. Acababa de comenzar la Guerra del Chaco.

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