El psicoanálisis ortodoxo y su modificación por la práctica clínica.

El pequeño grupo de discípulos que reúne Freud en 1902, la sociedad psicológica de

los miércoles, pasó a convertirse en unos años en un movimiento internacional amplio y
vigoroso. Sin embargo la historia del psicoanálisis iba a estar marcada desde el comienzo
por grandes desencuentros que terminaron muchas veces en escisiones.
Freud era muy ortodoxo en cuanto a los métodos del psicoanálisis, es lo abrió una agenda
para que sus compañeros de trabajo los cuales fueron muy íntimos hacia él se alejaran de
sus enseñanzas para que comenzaran a crear sus propias corrientes psicoanalíticas.
A la muerte del fundador del psicoanálisis algunos teóricos continuaron la dirección más
ortodoxa algunos otros discípulos de Freud introdujeron modificaciones tan numerosas y
profundas que sólo tienen en común sus orígenes.
Los desencuentros más leídos tenían que ver en el campo de la clínica, por más que afloran
de inmediato, como es lógico, las diferencias teóricas subyacentes. La teoría de Freud se
desarrolló en el ámbito clínico y fueron precisamente las dificultades surgidas en la labor
terapéutica, entre ellas las más puramente técnicas: la duración y final del análisis, el peso
de la infancia en el desarrollo personal como la relación paciente-analista.

El psicoanálisis post freudiano en Europa y Norteamérica

Las orientaciones postfreudianas, comparten con el psicoanálisis freudiano el

considerar a los motivo de la conducta como factores estables a lo largo de la vida del
sujeto.
En Europa hay una permanente reivindicación de Freud, la cual se asienten la convicción
de que no explicitación u olvido de ciertos factores sociales y culturales pueden superarse
desde la misma obra freudiana.
En Alemania, tras la debacle nazi se recupera la versión freudiana de psicoanálisis. En gran
Bretaña conviven dos grandes polo de atracción: la vertiente ortodoxa y la Melanie Klein.
En Francia sobre la base de una infidelidad básica Freud compatible con la interpretación
flexible de su pensamiento.
Los desarrollos psicoanalítico norteamericanos, resultan de la confluencia de fuentes
diversas que acusan de manera profunda la influencia de Adler.
Un importante factor para entender el desarrollo del psicoanálisis en el continente fue la
afluencia masiva a estados unidos de destacado psicoanalistas europeos que huían del
nazismo. Entretiene 200 psicoanalistas profesionales y entre 30 y 50 psicólogos de
orientación psicoanalítica protagonizaron esta migración.
La decepción psicoanalítica forma intensa en el ámbito terapéutico, donde la realidad
clínica y diagnosticar, específica de una sociedad opulenta y “avanzada”, que suponía que
era muy diferente a la encontrada por Freud en pacientes centroeuropeos

La psicología del yo

Los psicólogos del yo comparten con la otra escuela psicoanalítica muchos

aspectos, entre ellos el interés del desarrollo normal, así como por el impacto del entorno y
las relaciones tempranas sobre la personalidad.
La tradición de la psicología del yo ha tenido un prolongado recorrido. Se inició la década
de los que entra en Viena, que desplazó a Inglaterra a causa de la guerra y por último se
consolidó firmemente en estados unidos.En la actualidad, la escuela del yo continua, con
planteamientos más prácticos, la tarea de sistematizar la teoría del psicoanálisis y otorgar la
mayor coherencia y rigor científico.El polo pulsaciones se atribuye al ello; el yo se erige
como representante de los intereses de la totalidad de la persona; y el súper yo crítica y
ofrece un modelo de conducta derivado de la interiorización de las prohibiciones y
exigencias parentales.Viniendo al concepto del yo partía de una idea presente ya en los
inicios de la teoría freudiana, la transformación de la teoría estructural tuvo varios defectos,
entre ellos que el dominio del yo es ahora más amplio que el sistema preconsciente
consiente, por lo que aparece como una fuerza de regulación poderosa como mediadora de
la integración entre la diferencia instancia psíquica y la realidad. Para Freud adjudicar al yo
la tarea de poner en acción preventiva mente los mecanismos de defensa ante la aparición
de señales de ansiedad. Esta doble función del yo, como distancia de la integración de
control de la conducta y como medio de adaptación a la realidad, aparece en nuevas
aportaciones al psicoanálisis.Hacia el final de su vida, Freud definía acción más autónoma e
independiente de pulsiones instintiva, con lo que ponía como en los fundamentos de la
autonomía del yo, un concepto que otros autores desarrollarán posteriormente.
Tras la muerte de Freud hubo un desarrollo de la teoría del yo un hito importante en esta
dirección fue la obra de Ana Freud.Poco después, la publicación de la psicología del Yo y
los problemas de adaptación, obra de Heinz Hartmann, dio un giro definitivo el foco de
interés del trabajo psicoanalítico, ha entrado desde ahora la autonomía del yo y en su
capacidad de adaptación.

La teoría de las relaciones objeto

Una parte considerable de las actuales teorías psicoanalíticas centra cada vez más su
atención en las experiencias tempranas y en la importancia que los problemas de la primera
infancia ligados a las relaciones de objetos tienen en la génesis posterior de forma
psicopatológica.Una vez más, las bases de la teoría de las relaciones de objeto se pueden
encontrar en la obra de Freud quien, desde sus primeros escritorios relativos al desarrollo
sexual, incorporó la nación básica de relación de objeto en intima conexión con la actividad
del inconsciente sexual.

Las innovaciones teóricas y técnicas que introdujo en el psicoanálisis clásico fueron

de tal calado que se ha acuado la demonicaion de Psicoanálisis Kleiniano para describirlas.
En relación con las aportaciones teóricas, M. Klein introdujo nuevos conceptos acreca de
las primeras formas del yo, los estadios pre-edipicos y la prevalencia de los mecanismos de
proyección e introyección en la primera infancia. U teoría incluye una formación muy
precoz del superyó, así como una aparición del complejo de Edipo adelantada respecto a lo
previsto en la teoría freudiana tradicional. Así mismo, la teoría Kleniana destaca la
importancia de los impulsos destructivos y agresivos en la primera infancia, ligados a la
envidia primitiva.
 Ambos, Klein y Fairbairn, se influyen en sus ideas teóricas y clínicas y
conjuntamente son conocidos como la “Escuela inglesa de Psicoanálisis”, en cuya área de
influencia se incluye teóricos tan relevantes como Michael Baillint y Donald Winnicott,
además de otros autores que, aunque siguieron al principio los pasos de Klein, han dado
después primacía al entorno exterior y a la influencia de los objetos en el proceso de
desarrollo del yo.

Aunque influencia por M. Klein, la extensa obra de Winnicontt es original y creadora. En

las condiciones de dependencia que definen la infancia, el yo de la madre sirve como sostén
del bebé no sólo físicamente sino como complemento de los procesos que éste vive,
fortaleciendo así su yo y dándole estabilidad. Los fracasos primarios en la función materna
conllevan la formación de un “falso Self” mediante el cual el niño protege su “Self
verdadero” y que es fuente de sentimientos de futilidad o irrealidad.

El psicoanálisis hermenéutico