Inferencia Política, numero 4, diciembre 2012

CIUDADANÍA Y PARTICIPACIÓN EN LA CONSTRUCCIÓN DE LA

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

La Democracia Participativa es
una idea regulativa que requiere
necesariamente de una sociedad
inclusiva en derecho, lo cual implica
el respeto hacia la dignidad del ser
humano En este sentido, es
oportuno reflexionar en primer lugar
sobre conceptos complejos como
ciudadano/a y participación,
profundizando en un análisis que
nos lleve a comprender que ambos
exceden lo cuantitativo para
reflexionar sobre el derecho a
deliberar que tienen todos los
interlocutores que por una u otra
razón sientan que deben expresarse
en un asunto de interés público. Por
último, se reflexiona sobre la
DemocraciaParticipativa observando
la experiencia del presupuesto
participativo.

Lic. Patricia Judith Bracco1

PALABRAS CLAVE: DEMOCRACIA- DEMOCRACIA PARTICIPATIVA-

PARTICIPACIÓN- CIUDADANIA- PRESUPUESTO PARTICIPATIVO

1
Lic en Ciencia Política, Universidad Nacional de Rio Cuarto. Docente en la Universidad Nacional de
La Rioja.

1
 El artículo primero de la Declaración
de los Derechos Humanos reconoce
que “…todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y
derechos…”. (Art 1,1948). Respetar la
dignidad humana es respetar al ser
humano, acción que no debe estar
sujeta a relatividades o excepciones de
sexo, edad, raza, religión o posición
socioeconómica. En función de ello, la
dignidad sólo puede ser respetada en
una sociedad regida por los principios
democráticos, dado que, la democracia
al igual que la dignidad, se construyen
en el reconocimiento de que todos los
seres humanos son igualmente dignos
en derechos. Por tanto, ambas
comparten el sentido universalista e
igualitario.
En esta comunicación buscaremos
presentar la idea de Democracia
Participativa, como una idea regulativa
hacia una sociedad más inclusiva, y por
añadidura respetuosa de la dignidad y
derechos de quienes forma parte del
sistema. Para ello, introduciremos las
conceptos de ciudadano/ a y
participación como bastiones
fundamentales hacia la construcción de
una Democracia que busque
profundizar sus estructuras de igualdad
y derecho. En pocas líneas resulta casi
imposible analizar en profundidad
términos tan complejos como
Democracia, Ciudadano/nía y parte de diversas formas de interacción
Participación, no obstante se asume el
desafío como un avance introductorio
que nos permita deliberar.
Uno de los elementos constitutivo de la
democracia, es el concepto de
ciudadano, el cual hace referencia a
todos los individuos pertenecientes a
una comunidad que adquieren
derechos imprescriptibles para ser
ejercidos frente al Sistema Político.
Hacer referencia al concepto de
ciudadano implica tener presente “…la
idea de inclusión universal e igualdad
en el ejercicio del poder político…”
(Quiroga; 2005:3). La práctica
ciudadana se expresa bajo la fórmula
un hombre un voto, por lo tanto, “…la
fuente de la ciudadanía es la razón y la
autonomía de la voluntad…” (Quiroga,
2005:3) No obstante, se debe aclarar,
que la definición de ciudadanía no se
reduce al hecho de haber adquirido
derechos políticos para poder
ejercerlos únicamente al momento de
elegir un representante, es decir, al
depositar el voto. Ser ciudadano
implica más que el ejercicio de un
derecho político; hace referencia a
“…la pertenencia a múltiples formas de
interacción social...” (Quiroga; 2005:7)
En tal sentido, quien es ciudadano es
portador de derechos imprescriptibles
que son ejercidos frente a las
instituciones políticas, a su vez, implica
ser incluido como un sujeto activo que
tenga posibilidades de participación y
transformación del contexto que lo
rodea, con el objetivo de ejercer y
fortificar el cumplimiento de las
garantías otorgadas por el sistema
democrático.
Teniendo en cuenta que la
democracias son sistemas políticos
formado por ciudadanos con derechos
y responsabilidades establecidas
normativamente y que pueden ser
social que se refieran a asuntos de
carácter público, debemos ahora
mencionar con atención la libertad que
tiene los ciudadanos de participar en
todos asuntos públicos en donde se
discutan-decidan cuestiones que lo
afectan de forma directa o indirecta.
Definir participación significa
introducirnos en un amplio debate
teórico y conceptual que excede a los
objetivos de estas líneas, por tanto, las
ideas que a continuación se presentan
quedan- afortunadamente- sujetas a las
deliberaciones que el lector nos pueda
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hacer. Participación es la acción de garante de la inclusión plena y activa
hacer efectivo un derecho, por tanto es de esos ciudadanos, no ha logrado
la instancia en la cual se traduce la generar políticas eficientes que lleven,
democracia, como así también se la de manera constante, a la
profundiza. Esta decisión ciudadana no incorporación de los seres humanos
debe quedar reducida a una cuestión que viven en la exclusión de derechos.
numérica (cuántos ciudadanos Afortunadamente- si es que se permite
marcharon tal día, cuántos fueron a introducir esta expresión como una
votar, cuántos se concentraron en la contrapartida de la situación- desde
plaza de la comunidad), claro está que hace dos década, y en pleno auge del
“leer” el número de los que participan y modelo neoliberal, comenzaron a
de los que se abstienen es un dato surgir, en algunos gobiernos
fundamental a la hora de analizar municipales latinoamericanos nuevas
políticamente un acontecimiento de prácticas ciudadanas bajo la
expresión pública, no obstante ello no denominación de “Democracia
logra consumar el concepto real que Participativa”. Por esta vía, se
debe tener la participación en un encaminaron numerosas acciones que
sistema democrático. se originaron como potenciales
alternativas superadoras de las
Expresar que hay participación en diferencias estructurales que
democracia es ir más allá de lo generaban las políticas del modelo
cuantitativo para incorporar una económico.
herramienta que debe ser Si bien no existe un concepto
complementaria a la misma: el homogéneo de Democracia
Discurso Deliberativo de todos los Participativa, debido principalmente a la
interlocutores válidos (Michelini, 2008: diversidad de estas prácticas, donde
191) En términos menos complejos, es cada una posee matices particulares
la deliberación de todos aquellos pertenecientes a las realidades a la
ciudadanos que consideren que por su cual se aplica; se utilizará para este
situación pueden y deben ser parte en desarrollo el concepto presentado por
la deliberación por un asunto de interés el Observatorio Internacional de
público. Ahora bien, la condición cuasi- Democracia Participativa (OIDP), el
fundamental para lograr la participación cual la define como “… modelo de
deliberativa es que exista una sociedad democracia que promueve la
inclusiva, o en progreso sostenido en el ciudadanía y la mejora de la
tiempo de lograr este objetivo. gobernabilidad…” (OIDP, 2007:10)

Y es en este punto en donde las La democracia participativa es un

democracias actuales, principalmente
de los países que todavía no logran
consolidar la legitimidad institucional-
política y mantener un equilibrio
económico, o aquellas que lo hicieron
en una época pero que luego quedaron
sumergidas en las gravísimas
consecuencias del estallido de las
burbujas financieras (Gracia, España),
tienen el mayor desafío. Esta realidad
significa la debilidad del sistema
democrático, porque no ha podido ser
modelo de relación Estado-ciudadanía,
que no implica el rechazo hacia la
democracia representativa, sino que se
presenta como una
complementariedad, dado que, la
participación ciudadana significa la
voluntad manifiesta de los
representados de incidir en el
diagramado de prioridades y toma de
decisiones del ámbito público. Los
ciudadanos pasan a ser actores activos
en la elaboración de las políticas

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públicas más indispensables para la
comunidad. Se debe acompañar de
estructuras institucionales que permitan
los espacios para la deliberación. Por
tanto, la participación de los
ciudadanos en un sistema democrático
debe ser acompañada de la
deliberación, del discurso
argumentativo en el cual cada
interlocutor que se sienta con el
derecho de ser parte, debe ser
escuchado.
El primer ejemplo relevante de
democracia participativa, se dio bajo la
modalidad de presupuesto participativo,
en la ciudad de Porto Alegre (Brasil) en
el año 1988. La iniciativa surge del
Partido de los Trabajadores, (en el
ejercicio del gobierno local), con la
articulación de las diferentes
asociaciones vecinales. El partido de
izquierda gobernó el municipio hasta
2004; durante esos años
“…ciudadanos (…), funcionarios y
cargos electos negociaron un sistema
democrático y participativo de toma de
decisiones sobre las inversiones
públicas, que intentó sustituir la cultura
de secretismo, centralización y En América Latina surgen y en algunos
corrupción del gobierno local…”
(Chávez, 2008:9) El éxito del debate
público desarrollado en Porto Alegre,
hizo que esta ciudad pasara a
conocerse como “la capital mundial de
la democracia participativa” (Chávez,
2008:8).
El principal objetivo del presupuesto
participativo es incorporar a los
ciudadanos en el debate conjunto para
el destino de un porcentaje del
presupuesto público. De la interacción
ciudadana, surgen las prioridades de
infraestructura y servicios sociales que
el gobierno local debe convertir en
políticas públicas. De esta manera, se
logra una forma de democracia
participativa en la cual los ciudadanos
son actores activos en el diseño y
ejecución de las políticas públicas.
(Chávez, 2009: 3).
El objetivo final de toda democracia
participativa, ya sea en la modalidad de
presupuesto participativo o en otras
instancias que fueron surgiendo, como
por ejemplo las vecinales, es lograr-
según el OIDP- cuatro puntos
principales: en primer lugar, la
igualdad: la participación aumenta la
representación de los sectores
anteriormente excluidos, a la vez que
genera el cumplimiento de la igualdad
en el ejercicio de lo derechos; en
segundo lugar, la identificación
ciudadana: la participación otorga
nuevas responsabilidades en el
ejercicio de las acciones democráticas,
reforzando el sentido de pertenencia a
la comunidad; en tercer lugar, aumenta
la confianza en los asuntos públicos,
provocando nuevas formas de relación
entre los representantes y los
ciudadanos, por último, logra la eficacia
de las políticas públicas, porque la
participación ciudadana permite
identificar de forma más eficiente,
cuáles son los problemas prioritarios.
(OIDP, 2007:44-45)
lugares se consolidan, alternativas
tendientes a generar una cultura
participativa mediante el ejercicio de las
prácticas democráticas que logran el
sentido de igualdad ciudadana. En
definitiva, esto implica ir consolidando y
generalizando el respeto hacia la
dignidad humana, siempre y cuando
cada acción haya logrado, por un lado,
la incorporación de aquellos que se
encuentran excluidos, y por otro, crear
una identidad ciudadana con sentido de
pertenencia y de respeto hacia los
demás integrantes.
Sin lugar a dudas, el desafío aún es
grande, porque se tiene en frente
problemas estructurales que generaron
prácticas político/culturales como el
clientelismo, paternalismo,
corrupción…etc., que llevaron a la
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debilidad del régimen democrático. No
obstante, las iniciativas que generan el
diálogo y debate entre los ciudadanos,
son ejemplos de cambio.
La democracia participativa implica
revalorizar el ámbito local, como un
espacio que permite una eficiente
interacción pública, ello conlleva a
comprender el mundo local como “…
algo que es común a muchos, que yace
entre ellos, que los separa y los une,
que se muestra distinto a cada uno de
ellos y que (…) únicamente es
comprensible en la medida en que
muchos, hablando entre sí sobre él,
intercambian sus perspectivas…”.
(Arendt, 1997: 70).
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Post grado Virtual- PLED Disponible
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http://www.ciudadpolítica.com/modules/
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+estado+democratico (último acceso:
20 de julio 2009)
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