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A CC!ON IRiEH'V'-NlllHCA\T<:}rntlf A.

-Ei~metnto&/
l"ol)§f.§Wrl-frUJelba
'
La procedencia de la reivindicación se encuentra subordi-
nada a la dcmostraci ón de los elemento5 que se concretan
en los siguientes: a) derecho de dominio en el demandante;
b) posesión material en el de maodado; e) cosa singular rei-
vindicable o cuora determinada de cosa singular, y d) iden-
tidad entre la cosa que pretende el actor y la poseída por el
opositor. 1 Para demostrar el presupuesto referente a la
posesión en el demandad-o, la ley no exige una prueba
específica. Pero si el demandado, al responder la demanda
acepta o admite que es poseedor, incuestionablemcnte se
está en presencia de un medio de prueba excelente, vigoro-
so y bastante para demostrar tal hecho.

En el presente caso, ia recurren te en lugar de centrarse en


la acusación a de mostrar el error de hecho, con la caracte-
rística de evidente o manifiesto, se dedicó a estructurar un
alegaln de ins¡ancia, lo cua Ino es de recibo en casación. ·

Corte Suprema de Justic:i11- Sala. de Casación Civil- Santafé de llogotá,


D.C, tre;; de junio de mil novecientos noventa y cuatro.

Magistrado ponente: Dr. Alberto Ospina Botero

. Expediente No. 4295 Sentencia ~o. 074

Procede la Corte a decidir e1 recurso de casación interpuesto por


la parte demandada contra la sentencia de 30 de septiembre de 1992,
proferida por el Tribunal Superior del Distrito Judicial de Santa Rosa
d~ Viterbo en el proceso ordinario adelantado por GLORIA l\liAR-
GACETA JUDICIAL 1385

GARITA RODRIGUEZ AC:OSTA Y OTROS contra SEGUNDO


OLEGARIO RODRIGL:Jc/, VEuA Y OTRO.

Antecedente:~

l. Mediante demanda presentada el 2 del junio de 19!!1\, corregida pos-


teriormente, solicitaron los demandantes Héctor Alonso, Jorge Oswaldo,
Gloria Margarita y Candelaria Rodrígue:r. Acost~. 4uc con ;mdiencia de
los demandados Segundo Olegario Rodríguez Vega e Isabel Barrera de
Rudrígue:r., se hiciesen las declaraciones y condenas 5iguienres:

a) Que les pertenece, en copropiedad los bienes inmuebles descri-


tos en la demanda.

b) Ou e como consecuencia de la declaración anterior, se condene


a los demandados a restituirle a los demandantes, lo5 referidos bienes
raíces, CQn sus'usos, costumbres, servidumbres y las cosas que forman
parte de los bienes.

e) Que se condene a los demandados a pagarle a los demandantes


el valor de los frutos civiles 'J natura les producidos por los in m ueb h:s,
considerándose a los primeros como poseedores de mala fe.

d) Que se condene a los de mandados al pago de perjuicios y costas.

II. Los demandantes apoyaron sus prete11siones er. Jos hechos que
a continuación se compendian:

A) Por escritura pública No. 233, de 12 de febrero de 1951, de la


Notaría Primera del Círculo de Sogamoso, Lucila Avdla de Chaparro
adquirió de Nicolás Rodríguez, para los demandantes, los bienes raí-
ces de que trata la demanda.

B) "Nicolás Rodríguez, quien ¡~ través de Lucila Avella de


Chaparro vendió dos inmuebles para Héctor Alonso Rodríguez
Acosta, Gloria Margarita Rodríguez A costa, Candelaria Rodríguez
Acosta y Jorge Oswaldo Rodríguez Acosta, hijos menores del vende-
dor, para la época de la venta". Pero aconteció que el vendedor Nicolás
Rodrfguez "conservó la posesión" de los in muebles enajenados "hasta
l3!!ó GACETA JUDICIAL N'2467

la fecha en. que falleció, septiembre de 1970", y a partir de entonces


enrró en posesión de los predios Héctor Alonso Rodrfguez Acosta.

C) Por el año de 1972 los demandados, con a 11 t.oriT.aciün verbal Je


uno de los demandan tes, entraron "a ocupar parte de la casa que se
ha identificado por su ubicación y linderos en la pretensión primera
de esta demanda, y con el objeto de ocuparla como habitacíon". Para
tal efecto, el mencionado Héctor Alonso "estaba autorizado por los
demás copropietario~ 'para ostentar la posesión de los dos inmuebles;
posesión que ha venido ejerciendo parcialmente". Pero sucedió que
105 demandados "han pretendido y pretenden desconocer los dere-
chos adquiridos por títulos de los dem andantes", a· quienes han priva-
do de .la posesión.

D) Los demandados, ~in exhibir tftulo alguno, fuera de la posesión


que alegan, también invocan propiedad sobre los inmuebles materia de
la litis, por lo que está11 de mala fe y no ~e encuentran en condiciones
de haber adquirido los predios por el modo de la usucapión.

E) Los demandantes son los que han provisto los predios de ser-
vicios de luz, agua y alcanLarillad-o, '!/por demás, han venido cancelan-
do los correspondientes impuestos, como el prcdial.

El. Enterados los demandados de las pretef!>iones de lo~ deman-


dantes, consignaron su respuesta en e 1 sentido de negar unos hechos
y admitir otros, entre estos últimos, el de ser poseedores de los bien-
es raíces controveJtidos, y de h<tber adquirido el dominio sobre los
mismos, por prescripción, por lo que culmjnaron con oposición a las
súplicas de la demanda y con la formulación de !as excepciones que
denominaron "de prescripción adquisitiva de dominio", "carencia de
derecho", e "extinción de la acción judicial por pres(..-ripdün extraor-
dinaria adquisitiva".

IV. Impulsado el proceso, la primera instancia terminó con sen-


tencia de 23 de abril de 1992, mediante la cual se hicieron los pronun-
ciamientOs siguientes:

"Primero.- Reconocer de oficio la excepción de fondo de falta de


legitimación en la causa por pasiva. . .
N" 2461 GACETA lUDlCTAL
. .
" Segundo .- :-<egar las excepciones de fondo planteadas por los
demandados.

"Tercero.- Negar la~ pretcnsionc.s de la demanda.

"Cuarto.- Costas pan:iltlmente a cargo de los actores".

V. Inconfornie la parte de mandan lto con 1~ resOludóri precedente,


interpuso contra ·ella el recurso de apelación, habiendo terminado el
segundo grado de jurisdicción con fallo de 30 de scptiemhre de 191)2,
p or el cual_ se decidió lo sigt:iente:

"lo.- CONFIRMAR el numeral 'Segundo' ue la ~entcnc.ia


apela-
da, de fecha y procedencia anotadas, dictada en el proceso ordinario
aludido en la parte motiva, y RE VOCAR los numerab 'Primero',
'Tercero' y · c uarto' de la misma sentencia. En su lugar se dispone:

"2o.- Declarar que penenece en copropiedad a los demand antes


GLORIA MARGARITA , H F.Crü.R ALO:'-ISO, JORG E OSWAL-
DO y CANDELA RIA RODRIGüEZ ACOSTA, los iontuebles
determinados ror su ubicación y linderos e.n las súplicas 'Primera' y
'Segunda' de la demanda (fl. 13 y 57 C-1 ) los cuales se consignaron en
la parte ex positiva de eota providencia y q:.1e segt.ln la inspección judi-
cial conforman un ~olo globo.

"Jo.- ORDENAR a los demar;dado~ SEG UN DO OLEGARIO


RO DR IGUEZ VEGA E ISABEL BARR ERA DE RODRIGUEZ,
que en el término de. seis días contados a ·partir de la ejecutoria del
auto de obedecimiento a lo aquf resuelto, restituyan a los demandan-
tes los inmuebles referidos en el numeral precedente.

"4o,- CONDENAS E a lo$ demandados SEGUNDO OLEGA-


RlO 1WDRIGt.: EZ VEGA E ISABEL BARR ERA DE RODRI -
GUEZ a pagar a los demandantes el valor de los frutos producidos
por 105 inmuebles, a ra1.ón de CUARENTA Y TRES MJL TRES-
O:ENTOS TREh'ITA Y TRES PESOS CON TRFJNTA Y TRES
CENTAVOS ($43.333.33), llJensuales a partir de la· notificación del
auto admisorio de la demanda (23 de julio eJe !988) y hasta cuando se
efecttle la restitución de los bienes.
1388 GACETA JUDICIAL
~···----------------
"5o.· CONDENASE a los demandantes GLORIA MARGARITA,
!"lECTOR ALONSO, JORGE OSWALDO Y CANDELARIA RO·
DRIGUEZ ACOSTA a paga~ aJos demandados SF.Gt.:NOO OLE·
GARIO RODRIGUEZ VEGA E ISABEL BARRERA DE RODRT-
GUEZ,la suma de SEISCIE\TOS MIL PESOS ($6CO.OGO.oo) por con·
repto de mejoras puestas sobre los inmuebles a reivindicar.

"Parágrafo: Las su mas indicadas en los numerales 4o. y 5o. que


preceden se pagarán dentro de los seis días siguientes a la ejecutoria
del auto de ohe.:lecimi en to <~ lo aquí resuelto, quedando facultadas las
partes para efectuar las compensaciones a que hay Jugar.

"'60.· Rcconócese en favor de los demandados. el derecho de


retención, rilientras se le pagan las mejoras. · ·

"7o.· Condénase a lo8 demandados al pago de las eo~tas de prime·


ra instancia. T .lsense por d Juzgado. Sin ellas en segundo grado.

"8o.· Inscríbase la presente sentencia en los folios respectivos de


la Oficina de Registro de lnsuumenros PL.iblicos de Sogamoso. Por el
juzgado del conocimiento se librará el olicio pertinente junto con el
respectivo fallo.

"9o.· Ordenáse la cancelación del registro de la de m anda, si


hubiere sido inscrita. El a-quo librará el oficio del caso". ·

VI. Contra lo así decidido por ~l Tribunal, la parte demandada


interpuso el recurso extraordinario de casación, que por estar tt·ami·
tado procede la Corte a decidir.

~cferidos Jos antecedentes del litigio por el ad·qu.e.m, se ocupa Juego


de la pretensión de Jo~ demandantes, respecw de la cual sostiene (1 ue es
ocntentiva de una acción reivindicatoria, la que para su buen suceso
exige la prueba de todos los elementos que la csrrucmran, que son: a)
Derecho de dominio en el demand<~ntc. b) Posesión en rl demandado.
e) Cosa singular reivindicable o cuota· dctcrmir.acia de ella. Y d)
Ident.idad de la cosa que se pretende y la po~cída por lo~ demandados.
N•2467 G,\CETA JUDICIAL J3S9
- - - - - - - - - - · · ...
A continuación se ocupa el Tribunal de la prueba incorporada al
proceso y atinente a los elementos integrantes de la acción reivindica-
toria, y sobre· el particular sostiene:

a) El derecho de Juminiu de lo~ Jem andantes sobre los bienes raí· .


ces materia de la liti~. se encuentra acreditado con la escritura públi·
ca No. 233 de 12 de febrero de 1951. y con el certificado de registro
expedido por el Registrador .de Tnstrumentos Públicos.

b) La posesión material de los demandados sobre los predios se


demuestra con la prueba de confesión de estos, contenida en los escri-
tos de respuesra a la demanda y a 1a corrección a la misma, en donde
los opo~itores aceptan como cierto el hecho cuarto del escrito de
demanda, y además en la afirmación que hacen de ser dueños de los
predios perseguidos, por haberlo~ n.dqui rielo por prescripción. A esto
se suma el interrogatorio de parte de Jos demandados, donde éstos
aceptan ser poseedores, hecho este que igualmente se confirma con
los testimonios rendidos por \.-farra Salomé Monta1lo de Chaparro,
Ana Elvia Lemus de Monguí, M:atilde Reyes de Cárdenas. Pedro
AnLonio Rodr(guet. Alvare:t., Lucas Chinome Alvarez y José Baronio
Cárdenas Ayah1 y con la inspección judicial.

e) La singularidad de la cos:!. reivindicable aparece establecida con


la in~pecci6n judicial.

d) La identidad entre la cosa que se pretende por los demandan·


tes y la pose id a por los demandados, ~e pone de presente con la acep-
tación que hacen éstos últimos, en la contestación a la demanda, de
ser poseedores dc.lo5 bienes materia de 1¡; litis.

A continuación el Tribuna! se ocupa de la excepción de prescrip·


ción, respecto de la cual afirma que no :1 an poseido los predios por el
lapso requerido por la ley para adquirirlos por usucapión, puesto que
se ha establecido con p:ucba testimonial que sólo han poseído, hasta
la fecha de notificación de la demanda dicci&ietc años y once meses.
Y con relación a la excepción dcnomi nada de "carencia de acción··,
expresa el ad-quem que ésta no es un verdadero medio exceptivo, "y
además cuando &e establece la rctmión de los requisitos propios de la
reivindicación, se está diCiendo obviamente que el demandante tiene
1390 GACETA JUDICIAL N• 2461

en su favor tal acción, lo que de suyo destruye e1 medio defensivo en


cemento''.

Pcr último el Tribunal se ocupa de las prestaciones mutuas qlle


deben hacerse rei vindicant.e y poseedor vencido,

Un único cargo, dentro del ámbito de 1a causal primera de casa-


cíón, formula el recurrente conlra la sentencia del Tribunal, el cual
hace consistir en quebranto indirecto de Jos artículos 762, 765, 777,
ns, 946,952,961,965,961\,969,981 del C. C.. a consecuencia de erro-
res de hecho cometidos en la apreciación de las pruebas.

En procura de demostrar el cargo, sicn¡a los aserto~ siguientes:

A) Que es presupuesto indispens~ble de la acción reivindicatoria,


según el artículo 9:"2 del C. C., que ella se dirija contra el actual pose-
edor, o sea, contra ·~uíen tiene el bien con ánimo de señor y dueño.

B) Que la posesión no puede ptobarse con la sola atestación que


de ella se haga por el acror, sino que su dem osrración, según los alcan-
ces del artículo 981 del C.C., ha de establecerse que el poseedor ha
realizado sobre el bien "hechns po~i "ivo:; de a4 uellos a que sólo da
derecho el dominio, como cortes de maderas. la construcción de edi-
ficios, la de cerramientos, las plantaciones de sementeras y otros de
igual significación, ejecutados sin e1 cansen timiento del que disputa la
posesión, norma ésta aunque el Código Civil la incluye en la regula-
ción de las acciones posesorias, es de aplicación en el proceso de rei-
vindicación para poder probar la calidad ce poseec:!or con la que se
ronvoca al demandado, si se q u icre que prospere la acci6n ".

C) Que el Tribunal dio por probada la posesión de los demanda·


dos, sín estar acreditada en la litis.

En efecto, sostiene en el pum o la p~1rte recurrente:

"Así, la aceptación del hecho 4o., ~n cuanlo a ht demand<1 como


cierto (Folio 26 del C. de H. Tribunal), no puede demostrarse la pose-
N°2467 GACETA JUDICIAL 1391
·------ ·--------···-·-
sión, pues aunque los de mandados afirme1t tener la y haber ganado el
bien por pr~scripción adquisitiva, esta simple afirmación no los con-
vierte en poseedores, ni en el hipotético caso de que en realidad lo
fueran demuestra esa calidad, como que no es un 'hecho positivo' de
aquellos a que se refiere el Artículo 9!!1 del Código Civil. De igual
manera, ha de concluirse que la sola aseveración de la testigQ
MARIA SALOME MONTA!\"A DE CHAPARRO (!,.olio 2, C. 4) en
el semido de que 'OLEGARIO' vive con su esposa en este inmueble
'hace dos años' no prueba sino eso, de allí, supuso d H. Tribunal que
lo hace ·como dueño', ~in que nada diga la testigo sobre tal cosa, si
COJ?lO Jo afirma el H. Tribunal, los testigos ANA ELVIA LEMl:S DE
MONGUI, MATILDE REYES DE CARDENAS, y JOSE BARO-
NIO CARDENAS AYAL/\, PEDRO AXTOl\'IO RODRIOlJEZ
ALVAREZ y UJC..!\S CHI:-.rOME ALVARF.Z, der.laran igualmente
sobre la realización de actos matcrcales por OLEGARIO y su esposa,
en el predio que ~e pretende reivindicar, nótese cómo la sentencia no
indica cuáles son tales hechos, ni siq u icra en forma sucinta. F.s una
simple aseveración sin respa~do en el expediente que, por lo mismo,
supone una prueba que no aparece por ninguna parte.

"Es transparente aquí de nuevo el error de hecho del H. Tribunal,


sobre éste aspecto fundamenta 1 para el éxito de las pretensiones de la
parte demandante. Como es también cxageratlo e1 error de atribuir
posesión a los ocupantes del inmucb le porque en la diligencia de inspec-
ción judicial que obra a Folio 12 del C. !'Jo. 4, se verificó que la ca~a-lote
materia de la diligencia, está habitada por la familia RODRIGl:EZ
?..ARRERA, con sus enseres domésticos, pues ello no ~ignifka, por sí
sólo que los residemes e:J el inmueble sean poseedores, ya que puede
habitarse una casa por ser inquilino, comodatorio, dueño o poseedor.

"De otra parte, la declaración de :VIARIA ISABEL B/\RHERA


;:;E RODRIGUEZ (Folio 7, C. 4), rml\¡¡ di~.:e ~obre la tenencia del
inmueble como dueña, ni con ánimo de tal, lo que quiere decir, que exis-
te alteración de su dicho por el sentenciador, lo que constituye error evi-
dente de hecho con intluencia en 1a lkdsión d~ 1~ sentencia. Ello se
· demuestra, si se observa que el interrogaLOrio de parte absuelto por los
demandados, da cuenta que ellos recibieron el inmueble por 'haberlo
entregado NJCOLAS RODRIGL'EZ y C/\RMEN VRGA' con expre-
sa autorización de los hermanos del demandado OLF.GARIO RODRI-
1392 CACETA JUDICIAL

QUEZ, folio lfiC:el C del fl. TribunaL Está aseveración del H. Tnounal,
co;úrontada con lo dicho por la propia parte demandante en los hechos
6o. y 8o. de su demanda inicial, pon~ de presente que los de.mandadcs
e:n: raron 'por el año de '1972' a ocupar 'parte de la casa identificada en
!a :!Jetición primera' por 'autorización verbal' de 'HECfOR ALONSO
RODRIGUEZ ACOSTA, quien le!> concedió permiso parH ello.

"De manera pues, que si 'el simple lapso de tiempn no muda la


mera tenencia en posesión ' ( Artícu lo TI? éel Código Civil), es forzo-
sc concluir. que quienes entraron ·con p ermiso' a ocup ar el inmueble
cr~n para entonces meros tenedores y si no se demuestra que dejaron
de serlo para asumir la condición de po~ccd<>res, siguen siendo tene-
do:~es y por serlo, contra ellos uu ;mede dirig:rse la acción reivindica-
toria ron éxito (Artículo 952 del Código Civil).

"?or último, o!Js6rvcsc !l. H. M ~gisl rad os, qu e si en 1970, el señor


NlCOLAS RODRI G1.: 1~Z era el poseedor del inmueble (hech o 4o.
ele la demand a) y luel'o entró en posesión HECTüR ALONSO
l~ODI:UGUEZ A COSTA (hecho 5o. de ta· demanda ) quien con auto-
rizacit':n 'verbal' dio 'permiso' a los ocupantes actuales para vivir en
parte de la casa, ni se ha probado la inlcrvcrsión d el título de tenedo-
res a poseedores, ní los tenedores (lespojaron al 'poseedor' anterior
en el supuesto de que fuera, pues c11 tal caso HECTOR ALONSO
:ROURIG lJEZ ACOSTA, conserva es~ calid<~d 'aunque transfiere la
te~encia de la casa, dándola en arriendo, comodato, prenda, depósi-
to, usufrucw o cu~lquiera otro tí tulo nt• t raslaticio de dominio'.
(Art fculo 786 d el Cód igo Civi).

"Como es maliificsto que el H. Tribunal dio por probado, sin


estarte, que los dcm<~ndados w n poseedores de Jo que pretende rei-
vind!carse por Jos errores de hecho ya señalados ro,n lo cual infringió
por TNDF.BIDA AI' L!Ci\ClON las normas dadas; pido con todo res-
pecto se CASE la sentencia acusada y se confirme lo de primera ins.-
tancit ,, .

.Se considero

1.- La reivindicación o acción de d(lminio, como lo pregona el


'2J":lC!i4Ú> 946 del Código Civil, es la qu.e tiene el due.'!o de una cosa sin-
N' 2467 OACI:': m .1 UmCIAL
...... - -·-- ·-··---· ·-----
guiar, de que no esta en posesión, para que el poseedor de ella .1ea
condenado a restituirla. De donde se ~igue que su procedencín se
encuemra forzosamenre subordinada a la demosmJCión de los eil.'-
memos que In configuran, que .1egún las normas que Ul disciplinan y
la ínvariable doctrina de la Corte, se com.:reum a los siguiente.!: a)
derecho de dominio en el demandante; b) posesión mmerial en el
demandado; e) cosa singt1lar reivindicable o cüota determinada de
cosa singular; y, d) identidad entre -l11 cosa que pretende el actnr y la
poseídn por el opositor.

2.- Como la acción reivindicatoria gira por elilspecto activo y pasi-


vo etllre el titull1r del derecho real y el po5e(<dor de la .:ma, corre d('
cargo del primero no sólo demostrar su derecho de dominio sobre lo
que reivindica o persigue, sino además que el segundo ostenta fa cali-
dad de pn.<eedor; pues la ley lo señala como quien debe re.~ponder, al
preceptuar que la "acción de dominio se dirige contra el actual posee-
dor" (art. 9.52 del C. C.). Y esto r1?sulta ser incuestiona/)lementl? así, por-
que si la acción reivintlicu/Oria Wl orienuulua condmar al dt~mundadv
o 7estituir un bien del cual es poseedor, es obvio que debe eswblecerse
este hecho, porque en su defecro resultaría obligado a emregar lo que
no posee, y por ende, la tllle no tiene.

3.- Pura demostrar el pre.mpuesto referente a la posesión en el


demandado, la ley no exige una prueba específica. Pero .~i el deman-
dado, al re.~ponder Ja demanda <~cepta o admire que es pnseedcJr,
incuestionablemente se esuí en presencia de un medio de pmeba
exceleme, vigoroso y hastam<J parn demosmu tal hecho. Y tal es
lo que aquí ha aconu~citlo, pul!.~ lo.~ opo.•itor!!s no ~'(Í{o llllm.iten.
sin ambages ser lo~ po.ref!dore; de los pretlios mmeria tle. la reivindi-
cación al responder de. {(¡ demanda con la cual se inició el proceso,
sino que lo reiteran en los ime.rrogatorios de pane. Por tanto, es
innecesario incorporar a la lltü otros elememos de prueba, a pesar de
lo cual la testimonial y la de inspección judicial, que ohran m el
proceso, corroboran Ja de confe..~ión. No se ve, por parte ulgurm,
donde pudo cometer el sentenciador de segundo grado d yaro
de [acto en que pudo incurri1 al rener a los demandados como
poseedores de los predio.v que se reivindican, porque es eso lo que
-exteriorizan las pme/Jils en que se apoyó pura decidir, en. el pumo,
como lo hito.
1394 GACETA JUDICIAL N" 2467

Por otra parte la recurrente, en 1ugar de centrarse en la acusación


a demostrar el error de hecho, con la característica de evidente o ·
manifesto, se dedicó a eslrUCHJnlt un alegato de instancia, lo cual no
es de recibo en casación.

Viene de lo dicho, que el cargo no prospera.

Resolución

En armonía con lo expuesto, l11 Corte Suprema de Justicia, Sala de


Casación Civil, administrando ,i usticia en nombre de la República de
colombia y por uutoridad llc la ley, l'\0 CASA la sentencia dictad~ en
este proceso ordinario por el 'J':·i b un al Supcrio1 de 1 Distrito Judicial
de Santa Rosa de Viterbo.

Las costas del recurso de casa-ción corren de cargo de la parte


recurren te.

Cópiese, notifíquesc y devuélva-se el expediente al tribunal de ori·


gen.

Pedro Lajon{ J>ituu~rta. Fdaardo Gardu Sarmii!IUO, Cudos EJs~hw. hJramiUQ


Schloss, Jiécror Mnrit~ Naranjo, ,1!/wrlo O.<pina Uotero. fla(aei nomao Sierra.

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