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Ficha #3

Sobre algunas teorías antropológicas de la identidad:


Teorías relacionales y dialógicas

Universidad de Costa Rica, Facultad de Ciencias Sociales, Maestría Académica en


Antropología.
Curso Teorías Antropológicas Contemporáneas.
Jimena Víquez Monge B47706.

En este preciso momento del semestre, es difícil relacionar cualquier lectura con
el tema que me propongo investigar para mi trabajo final de graduación, el que en este
momento implica estudiar comportamientos y valores relacionados al delito en San
José, Costa Rica; particularmente porque en este momento considero que necesito
hacer cambios importantes a la redacción de los objetivos del mismo. No obstante, me
parece pertinente resaltar que la construcción de identidades desde la propuesta de las
teorías relacionales puede tener un impacto sobre el diseño y la elaboración de mi tesis
para el posgrado. De tal forma que esta ficha la elaborare bajo la siguiente estructura:
describiré brevemente las posturas de los autores Cardoso (2007) y Alejos (2006), para
luego hacer una síntesis que aporte a mi proyecto de investigación.
De tal forma que empezaré por Cardoso (2007), quién explica como las
representaciones colectivas, es decir, la acumulación colectiva e histórica de
conocimiento y experiencia, conforma ideologías identitarias. Lo anterior, según
describe este autor, sucede, primero, porque la identidad y la ideología son dos partes
del mismo proceso de formación del individuo, y segundo, porque la ideología es, tan
presente en los actores sociales, que estos llegan a comprenderla (aún no estoy
segura si se podría usar confundirla en lugar de comprenderla), como parte de su
experiencia vivida. De esta forma los valores, las creencias y las acciones de los
individuos se dan dentro de una cosmovisión específica, con márgenes difusos,
demarcados por lo cultural.
Por otro lado, Alejos (2006), inspirado en Bajtín, propone la identidad como un
fenómeno dialógico, el que se construye a partir de nuestro contacto con él otro. En
este sentido, la propuesta teórica de Alejos es similar a la Foucault (2008), en
Topologías, cuando escribe:
“…bajo los dedos del otro que te recorren, tu cuerpo adquiere una existencia;
contra los labios del otro tus labios devienen sensibles; delante de sus ojos
entrecerrados nuestro rostro adquiere una certidumbre y hay, por fin, una
mirada para ver tus pupilas cerradas” (p.18).

En cierta forma, esta también es la reflexión de Augé (2007), quién inspirado por
Lévi-Strauss, nos explica que en la cultura, entendida como un sistema de índole
coercitivo intelectual, el individuo no percibe su identidad si no es por su relación con el
otro. Volveré a este autor más adelante.
Regresando a Alejos (2006), este nos habla del excedente de visión, como el
medio a través del que construimos el yo. Es decir, las personas solemos tener
nociones de nosotros mismos, pero también podemos salirnos de nuestro cuerpo e
imaginarnos cuál es la idea que tiene el otro de mí. Alejos (2006) rescata esto de Bajtín,
y lo resume en tres frases: yo-para-mí, yo-para- otro, y otro-para-mí.
Ahora, para vincular lo anterior con mi trabajo de investigación, es necesario
regresar a Augé (2007), quién entiende la cultura como un sistema cerrado, en donde
las reglas coercitivo intelectuales del sistema siempre lo preceden. Este
posicionamiento es debatido por las posturas relacionales, anteriormente descritas,
pues en ellas, las estructuras culturales, si bien existen, son abiertas. Pero entonces,
¿cómo se traduce esto en términos para estudiar comportamientos y valores
relacionados al delito?
Pues bien, Nassar (1997) expone la existencia de un conjunto de ideas bajo las
cuales los costarricenses interpretan su propia identidad (a lo que Cardoso llamaría una
ideología identitaria). A pesar de esto, dicha identidad no es homogénea, más bien es
porosa, además, no precede al sistema, sino que es un producto de su historia. Por
ende, al estar en contacto con otras identidades e inmersa dentro de nuevos procesos
sociales, por poner un ejemplo, mencionemos el nivel de la globalización actual, puede
llegar a formar identidades más pequeñas dentro de una macro identidad, donde los
valores no necesariamente se ajustan a los del imaginario de estado nación, y es bajo
este imaginario que funciona el Poder Judicial.
Esto significa que, en la realidad social, pueden existir de conflictos entre las
representaciones del individuo y el sistema, entendamos personas que comenten un
delito y el organismo institucional encargado de juzgarlas, particularmente cuando
entran en contacto con el excedente de visión del actor social, que no es solo ejercido
por quién se juzga, sino que también por un juez. Por supuesto esto es teórico, mas
pretendo desarrollarlo más afondo, tal vez en otras entregas, a partir de otros autores,
cuyos trabajos etnográficos pueden ejemplificar esta condición.

Fuentes

Alejos, José. (2006). Identidad y alteridad en Bajtín. Acta Poética, 27, 47-61.
Augé, Marc. (2007). El objeto de la Antropología, hoy. Psicoperspectivas, 6, 9 . 21.
Camacho, Carlos. (1997). Miami en el corazón: ideologías de identidad en Costa Rica.
En: C. Murillo (Ed.), Antropología e Identidades en centroamérica. pp.
133-148. San José, Costa Rica: Colección Libros del Laboratorio de
Etnología.
Cardoso, Roberto. (2007). Un concepto antropológico de identidad. En: Etnicidad y
estructura social. México: CIESAS, 87-110.
Foucault, Michel. (2008). “Topologías.” Fractal, 48 (11) 1-18.

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