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EL ORDENAMIENTO TERRITORIAL Y LA
LEGISLACIÓN INDÍGENA EN CHILE: ÁREAS DE
DESARROLLO INDÍGENA Y EL CONVENIO 169 DE
LA OIT.
Autores:
13-abril-2015
Introducción.
El año 2008 el Estado de Chile ratifica el convenio 169 de la OIT el cual establece un
reglamento que debe cumplir y generar el Estado en relación a los Pueblos Originarios
para favorecer su desarrollo y su fortalecimiento dentro de la sociedad chilena.
Ambos instrumentos legales y vigentes en Chile plantean el rol activo del Estado en
temáticas indígenas, además de entregar garantías y mayores derechos para los Pueblos
Originarios, dentro de este aspecto la autogestión y desarrollo sustentable de sus espacios
surge como políticas vinculada a la “autodeterminación” admitiendo su concepción del
territorio como un todo y cosmovisión como elementos claves en la permanencia de su
sociedad en la actualidad.
Bajo esta lógica se han creado desde la década de los 90´ las siguientes ADI:
● Jiwasa Oraje (03/2001): I Región.
● Alto Andino Arica Parinacota (11/2004): I Región
● Atacama La Grande (03/1997): II Región.
● Alto el Loa (10/2003): II Región
● Te Pito o Te Henua (06/2004): V Región
● Lleu Lleu (03/2001): VIII Región
● Alto Bio Bio (03/1997): VIII Región
● Lago Budi (03/1997): IX Región
● Puel Nahuelbuta (08/2004): IX Región
● Cabo de Hornos (en trámite): XII Región.
2. Importancia.
2.1. Importancia de las Áreas de Desarrollo Indígena.
• Ser espacios territoriales en que han vivido ancestralmente las etnias indígenas.
• Alta densidad de población indígena.
• Existencia de tierras de comunidades o individuos indígenas.
• Homogeneidad ecológica.
• Dependencia de recursos naturales para el equilibrio de estos territorios, tales
como manejo de cuencas, ríos, riberas, flora y fauna.
Dentro de los objetivos de los programas de la ADIs los que cobran mayor
relevancia son los que apunten al desarrollo económico de la población, de acuerdo a las
características de estas, presentando un alto grado de vulnerabilidad social, por lo tanto
se orientan a la superación de la pobreza y al fortalecimiento del emprendimiento,
entregando ayuda y financiamiento para la mejora de los procesos de autoproducción de
sus tierras, además de proyectos de producción local con una orientación étnica y cultural
al igual que al mejoramiento de la agricultura y ganadería familiar, la artesanía u otras
actividades que se quieran ejecutar, programas que como ya lo mencionamos consideran
la orientación que la población quiera darle a su territorio.
Uno de los cambios que plantea el convenio 169 de la OIT y que radica en un nuevo trato
es de considerar a los indígenas como pueblos y no como etnia lo que entrega mayores
facultades y consideraciones a una denominación con características más complejas.
La consulta indígena establece que los Pueblos Originarios sean capaces de decidir
qué proyectos se aprueban o desaprueban dentro de su territorio teniendo en
consideración los impactos que estos puedan generar, dichos proyectos pueden ser de
orden público orientados a programas y políticas socioeconómicas y de orden privado
orientado a la inversión de capital o emprendimiento. Es por eso que la importancia del
convenio radica en una participación directa de los pueblos originarios en decidir si
mismas, es decir un derecho a la autodeterminación, y es deber del estado priorizar que
cada artículo y punto del convenio se ejecuten y se respeten, en el plano social, cultural,
religioso, económico y territorial. Dentro de las políticas actuales del gobierno está la
pronta creación de un Ministerio de Asuntos Indígenas la cual permitirá dotar al estado de
una institución que sea capaz de responder satisfactoriamente a los pueblos originarios,
en este proceso se consideró la consulta indígena como un instrumento del convenio que
considera la participación en la creación de dicha institución. Otro aspecto que toma
relevancia es la capacidad de autogestión territorial en la capacidad de protección del
entorno y los recursos naturales lo que radica en mantener la cosmovisión indígena de la
importancia del medio y de la naturaleza.
Dentro del estado el rol activo en el desarrollo de las ADIs la cumple la CONADI,
Corporación Nacional De Desarrollo Indígena dependiente del Ministerio de Desarrollo
Social, institución que cumple un rol fundamental en la atención de las demandas y
derechos de los pueblos originarios en chile, tras su puesta en marcha en 1995 amparada
en la ley indígena se estableció la creación de tres primeras áreas de desarrollo indígena,
Atacama Grande en la región de Antofagasta, Alto Biobío en la región del mismo nombre y
El Budi en la región de la Araucanía atendiendo a población Atacameña, Pehuenche y
Mapuche respectivamente. Posteriormente ese número creció de acuerdo al estudio
nacional y las altas tasas de vulnerabilidad en otros territorios. La última incorporación y
creación de un área de desarrollo indígena se focalizó en Ercilla región de La Araucanía en
poblaciones mapuche el año 2012, favoreciendo a 37 comunidades de la comuna dado el
alto grado de pobreza y conflictividad que iba en aumento en la zona. CONADI en
conjunto con los gobiernos regionales y el consejo presidido por un presidente que
representan a cada territorio de las ADIs son los encargados de planificar e implementar
las políticas focalizadas que se ejecuten dentro de las comunidades o lugares, con un
enfoque múltiple en el plano social, económico y cultural.
Por otro lado lo referido al Convenio 169 de la OIT ratificado en Chile hacia el año
2008, siendo uno de los últimos países en hacerlo, tiene también sus orígenes en los
distintos problemas territoriales que los pueblos originarios, sobre todo los mapuche,
arrastran a través de los años, además de problemas histórico, culturales, educacionales,
judiciales entre otros. De alguna u otra manera las distintas políticas implementadas por el
Estado de Chile para los pueblos originarios tienen su base en el problema del territorio y
las distintas demandas históricas de los pueblos involucrados, además de regular,
fomentar y utilizar de manera coherente y sustentable los espacios indígenas, aportando
también a su desarrollo e integración al resto del país.
A. En primer lugar a través del art. 13.1 que establece el deber de los gobiernos a
“respetar la importancia especial que para las culturas y valores espirituales de los
pueblos interesados reviste su relación con las tierras o territorios, o con ambos,
según los casos, que ocupan o utilizan de alguna u otra manera, y en particular los
aspectos colectivos de esa relación”. En relación a ello y de acuerdo a los presente
en Chile desde su ratificación, es posible evidenciar una serie de avances entre
ellos el fortalecimiento de las Áreas de Desarrollo Indígena en cuanto al fomento
del desarrollo de los Pueblos Originarios en la utilización de su territorio, de igual
forma y anexo a la ratificación del Convenio 169 de la OIT se encuentra el derecho
a consulta de los Pueblos Indígenas. En el ámbito netamente territorial la gestión
de compra de tierras por parte de la CONADI, para aquellos pueblos que se
encuentren en conflicto y reclamo de sus territorios ancestrales. Y de acuerdo a las
políticas de fomento en el desarrollo de las poblaciones indígenas, se incentiva por
parte del gobierno los programas de PDTI y PRODESAL por medio de INDAP,
siendo el primero el orientado primordialmente al desarrollo del territorio de la
población indígena.
B. En cuanto al art.14 del Convenio 169 de OIT, Aylwin (2014) señala que “reconoce
los derechos de propiedad y posesión sobre las tierras que tradicionalmente
ocupan”. Sin dudas que este derecho es de carácter histórico, y trasciende aquellos
aspectos jurídicos entregados a la población indígena en el proceso de radicación y
entrega de títulos de merced a las reducciones. Este es uno de los principales
problemas que se ha mantenido en el tiempo y permanece latente hasta nuestros
días, “el drama del desarraigo, de vivir en lo propio, pero reconocido jurídicamente
como ajeno, porque el sistema legal que ampara la propiedad no reconocería la
ocupación histórica” (Azocar, Sanhueza, Aguayo, Valdés; 2002)
C. De acuerdo al art.15 referido netamente a los derechos de los pueblo indígenas
sobre los recursos naturales, que según lo establecido en el citado convenio,
permite la utilización, administración y conservación de los recursos, de igual
manera se hace referencia a aquellos recursos del subsuelo que según la
constitución pertenecen al Estado, referente a ello se deben establecer políticas
consultivas que determinen su explotación. El gobierno de Chile, si bien ha
realizado dichas consultas, muchas veces quedan plasmadas en el papel y
finalmente terminan realizándose dichos proyectos que afectan el territorio, de
igual manera carecen de una real consulta pues se basan en instrumentos
burocráticos y poco entendibles para la población indígena, partiendo de un
aspecto básico como es la consulta en la lengua materna de cada Pueblo
Originario.
d. Por último el art. 16 determina que “los pueblos interesados no deberán ser
trasladados de las tierras que ocupan” y “sólo deberán efectuarse con su
consentimiento, dado libremente y con pleno conocimiento de causa” Uno de los
aspectos más discutidos en torno a este punto, es aquello referido a la reubicación
de comunidades indígenas que tras el proceso de recuperación territorial o por el
asentamiento de algún megaproyecto son prácticamente obligados a dejar su
territorio a cambio de alguno con igual valor comercial, pero que carece de la
identidad territorial sobre el espacio habitado, de esta manera el Estado de Chile
despreocupa los aspectos culturales e identitarios sobre el territorio.
Discusión.
-Si bien permanecen vigentes en Chile, poseen una escasa relevancia en comparación con
otras normativas. Son, por tanto entes reguladores de orden público, que muchas veces
promueven las acciones del orden privado.
Bibliografía.
• Área de desarrollo Indígena, CONADI:
http://www.conadi.gob.cl/index.php/nuestra-institucion/areas-de-desarrollo-indig
ena
• Aylwin, J. (2014) Los derechos de los pueblos indígenas sobre la tierra y el
territorio en América Latina y el Convenio 169 de la OIT. CONVENIO 169 DE LA OIT,
46.
• Azócar, G., Sanhueza, R., Aguayo, M., & Valdés, C. (2002). Propiedad y
ordenamiento territorial en áreas de desarrollo indígena: el caso del Alto
Biobío1. Revista Ambiente y Desarrollo, 18(2-3), 183.
• Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes,
Organización Internacional del Trabajo, adoptado en Chile 2008.
• Velasco, L. (2001). Áreas de desarrollo indígena y distritos municipales indígenas. El
desarrollo indígena desde las políticas de Chile y Bolivia. Revista Mad, 4(6).