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LA PARTICIPACIÓN DE MÉXICO EN LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL

El 16 de enero de 1917, en la base de inteligencia británica “Cuarto 40” se interceptó un telegrama


en plena Primera Guerra Mundial.
Los criptógrafos Nigel de Grey y William Montgomery lograrían entender el mensaje: el canciller
alemán Arthur Zimmermann se dirigía al embajador de su país en México, Heinrich von Eckardt,
para que éste a su vez se acercara al presidente mexicano, Venustiano Carranza, y lo convenciera
de entrar en guerra con los Estados Unidos.
A cambio, Alemania inyectaría fluidez a la economía mexicana y daría los estados de Arizona,
Texas y Nuevo México a su dominio.
En el “Cuarto 40” la encrucijada era muy clara: si avisaban al gobierno estadounidense de los
planes de Alemania, los teutones sabrían que sus códigos habían sido descifrados y dificultarían las
labores de inteligencia; si, en cambio, guardaban silencio, dejarían pasar una oportunidad
inigualable para convencer a los Estados Unidos de entrar en el conflicto como aliados.

La guerra se había declarado. En el "Cuarto 40", respiraron.


Desde el inicio de esta guerra, Alemania buscó la manera de que Estados Unidos no participara y
un conflicto entre México y Estados Unidos parecía la estrategia más viable porque uno de los
efectos posibles que tendría sería la destrucción de los pozos petroleros, por lo que de ocurrir,
Inglaterra tendría problemas de aprovisionamiento.
Alemania tuvo varios acercamientos con los enemigos de Venustiano Carranza; sin embargo, a
partir de 1916 cambió su postura, pese a que Carranza desconfiaba de los alemanes por el apoyo
que habían dado a Huerta. Cuando Estados Unidos envió la expedición punitiva, Carranza enfatizó
su posición pro-alemana y nombró como agregado militar en Berlín al mexicano Arnoldo Krumm
Heller.
A principios de 1917, las relaciones entre Alemania y México, giraban en torno al “Telegrama
Zimmermann”, que Arthur Zimmermann, secretario de estado alemán, había enviado el 16 de
enero pasado al embajador alemán en Washington, Heinrich von Eckhart en el que planteaba una
propuesta de alianza para la paz y la guerra, ofreciendo apoyo financiero y facilidades para que
México recuperara los territorios perdidos en 1847, así como la posibilidad de invitar a esta alianza
a Japón (en realidad de haber aceptado la propuesta, Carranza habría tenido que enfrentarse con
sus propios recursos a una guerra con Estados Unidos). El servicio secreto británico descifró el
mensaje e informó a los norteamericanos. Esta situación coincidió con la salida del territorio
nacional de la expedición punitiva norteamericana enviada para capturar a Villa, ante la inminente
entrada de Estados Unidos a la Primera Guerra Mundial.

El gobierno norteamericano entrará a la guerra en abril de 1917 y enviará a Henry Fletcher como
embajador en México, quien entre sus cartas credenciales, traerá el ultimátum para el gobierno
mexicano en el sentido de que debe declarar la guerra a Alemania. Con todo propósito se
retrasará la entrevista del presidente Carranza con el embajador de manera que cuando se da,
Carranza le dirá que no puede romper relaciones con Alemania.
CUANTOS HOMBRES PARTICIPARON DURANTE LA PRIMERA GUERRA
MUNDIAL

La ausencia de datos fiables dificulta los balances de la Primera Guerra Mundial, y las
cifras varían según los historiadores. La AFP refleja los datos más frecuentemente
utilizados u horquillas cuando las diferencias son demasiado importantes.
Pero lo que está claro es que la llamada “guerra total” a escala continental fue un conflicto
de dimensiones desconocidas hasta entonces.
Más de 70 países beligerantes
Este dato sobre el número de beligerantes es un poco engañoso, ya que la mayoría de los
países no eran independientes, pues estaban integrados en seis imperios o potencias
coloniales: Gran Bretaña, Francia, Rusia, Alemania, Austria-Hungría y el Imperio Otomano.
En realidad, sólo una decena de naciones independientes entraron en guerra en el verano
del ‘14 y el resto se sumó al conflicto paulatinamente, como Italia en 1915 o Estados
Unidos en 1917. Pero los territorios beligerantes llegaron a sumar 800 millones de
habitantes, la mitad de la población mundial de esa época.
Una veintena de países lograron permanecer neutrales, la mayoría en el continente
americano.
70 millones de soldados
Al inicio de la guerra en 1914, los beligerantes movilizaron a unos 20 millones de hombres,
pero el número irá aumentando con la prolongación y la propagación del conflicto. Cerca
de la mitad de los movilizados morirán o resultarán heridos.
Más de 8 millones fueron movilizados en Francia, 13 millones en Alemania, 9 millones en
Austria-Hungría, 9 millones en Gran Bretaña y en el imperio británico, 18 millones en
Rusia, 6 millones en Italia, 4 millones en Estados Unidos. Dos millones de soldados fueron
reclutados en el imperio británico, sobre todo en India, y en las colonias francesas de
Africa y Africa del norte (600.000 hombres).
10 millones de muertos, 20 millones de heridos entre los combatientes
Francia registró cerca de 1,4 millones de muertos y 4,2 millones de heridos, Alemania 2
millones de muertos y 4,2 millones de heridos, Austria-Hungría 1,4 millones de muertos y
3,6 millones de heridos, Rusia 2 millones de muertos y 5 millones de heridos, Gran
Bretaña y su imperio 960.000 muertos y 2 millones de heridos, Italia 600.000 muertos y un
millón de heridos, el Imperio Otomano 800.000 muertos. Proporcionalmente, fue el
pequeño ejército serbio el que salió peor parado: 130.000 muertos y 135.000 heridos, tres
cuartos de sus efectivos.
Las batallas emblemáticas de Verdún y del Somme, en 1916 (ambas en Francia),
provocaron respectivamente 770.000 y 1.200.000 bajas -muertos, heridos y
desaparecidos- de ambos lados. El inicio de la guerra fue fulminante: 27.000 soldados
franceses perdieron la vida el 22 de agosto de 1914, la jornada más sangrienta de toda la
historia del ejército francés. El 70% de los muertos y heridos cayeron bajo los disparos de
artillería, y de 5 a 6 millones fueron mutilados. El gas de combate, utilizado por primera
vez en 1915, dejó 20.000 muertos y marcó profundamente la memoria del conflicto .

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