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ARIES CÁNCER

Fuego - Cardinal - Positivo Agua - Cardinal Negativo


-

Regido por Marte Regido por la Luna

Símbolo: el Carnero Símbolo: el Cangrejo

Fuerzas diurnas Masculino


- Fuerzas nocturnas Femenino
-

ki
La relación ARIES-CÁNCER

u ...pero por supuesto ninguno de los dos entendía la lengua del otro.

El Cangrejo puede ponerse un poco tenso y nervioso cuando gira en un tiovivo ariano. Como el
metabolismo físico-emocional lunar es más delicado y fluctuante, los Carneros pueden agotar a las personas
lunares con su excesivo entusiasmo ariano, que inflama, ocasionalmente, incluso a los arianos más afines a las
an
ovejas (y recordad que éstos son minoría). Por consiguiente, el Carnero entusiasta, un poco temerario,
posiblemente tendrá a menudo la impresión de que el Cangrejo desaprueba su conducta. ¿Qué es lo que estos
Cáncer pretenden que hagas?, se pregunta Aries. ¿Que sepultes tu confianza y cultives un complejo de
inferioridad, sólo para conformarlos?
No necesariamente. Es cierto que tal vez los Cangrejos se sentirían considerablemente más cómodos si se
pudieran mitigar un poco los impulsivos ritmos marcianos, para adaptarlos a su propia música de órgano, más
cauta. Pero la inseguridad básica de Cáncer no ganará nada si Aries se suma a él (o a ella) para gemir juntos
«nadie-me-ama-todos me-odian-qué-infeliz-soy». En una asociación o relación basta con un trauma plañidero
de esta índole. ¿Para qué ensayar dos?
Muy pocas personas se dan cuenta de que los hombres y mujeres (y niños) arianos buscan frenéticamente
la aceptación mientras cortejan febrilmente el rechazo con su comportamiento impulsivo y desconsiderado.
Entre esos pocos que se dan cuenta están los Cáncer, que a su vez son anormalmente sensibles al agravio.
Incluso mientras parecen fastidiados por la impetuosidad de Aries; intuyen, con su aguda perspicacia, que los
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Carneros no son siempre tan fieros como parecen indicarlo sus actos. Merced a dicha intuición, entre estos
dos signos solares pueden urdirse algunas relaciones hermosas y sólidas. Sin embargo, como la suya es una
configuración de vibraciones 4-10, esta asociación se produce más a menudo en un ámbito profesional,
comercial o familiar inevitable, que en otro romántico. Las personalidades superiores de dos personas
cualesquiera influidas por la vibración 4-10 posiblemente podrán entenderse de esta manera, en razón del
Karma más pesado, que es necesario nivelar y armonizar, y puesto que la naturaleza humana es como es,
pocas personas elegirían las tensiones y conflictos de una confrontación de almas 4-10 si hubiera otra opción.
Naturalmente, también hay compromisos amorosos y conyugales entre Aries y Cáncer, de tiempo en tiempo.
Sólo se trata de que cuando uno encuentra equipos formados por un Carnero y un Cangrejo, éstos son más a
menudo parientes o compañeros de trabajo, o son un jefe y un subordinado, o forman otro tipo de asociación
profesional. Incluso aquellos Carneros y Cangrejos que experimentan una atracción romántica mutua se
conocen generalmente en una atmósfera profesional o familiar, o entablan su primera conversación en torno
de temas profesionales o familiares.
Si el aspecto Sol-Luna de sus cartas natales es armonioso, esta combinación puede tener un éxito
financiero sorprendente y puede ser emocionalmente compatible. Pero si existe un aspecto luminario o


 
ascendente negativo entre sus horóscopos, deberán escalar algunas pendientes empinadas y deberán someter
sus almas a muchas pruebas de durabilidad.
A Aries le gusta triunfar y necesita triunfar. También le complace mandar. Ahora bien, Cáncer no tiene
nada contra el triunfo ni contra el liderazgo. En cuanto a este último, recordemos que Cáncer es un signo
cardinal de liderazgo, no obstante el esfuerzo del Cangrejo por ocultar su deseo de mando tras un velo de
fingida indiferencia. Aries también es un signo cardinal, y como los cuernos del Carnero son tan duros como
el caparazón del Cangrejo, es previsible que se produzcan algunas escaramuzas para decidir quién sigue al
líder en cualquier juego en el que intervengan. Éste es un problema intrincado, porque cuando hay dos líderes,
¿cómo se determina quién es el que sigue al otro? (Sobre todo cuando ninguno de los dos tiene la intención de
ocupar el segundo puesto.) La situación parece irresoluble, pero no lo es. Pueden caminar a la par, sin que
ninguno de los dos marche a la cabeza, ni atrás. Esto se llama transacción. Cáncer tiende a transar con menos
pena que Aries, así que generalmente es el Cangrejo el que debe tomar la iniciativa y proponer la tregua. Es
posible que Aries también lo intente, pero se las ingeniará de alguna manera para decir algo inconveniente, en
términos inconvenientes, con una dosis excesiva de ego, después de lo cual el Cangrejo hará chasquear

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furiosamente las pinzas, o se echará a llorar desconsoladamente.
Muy bien, así que ahora los tenemos (esperemos que así sea) a la par hacia la meta triunfal, al principio
pacíficamente, hasta que vuelven a aflorar las diferencias entre sus personalidades y estrategias. El Cangrejo
sigue una trayectoria un poco zigzagueante. y nunca avanza en línea recta como el Carnero, franco e
inequívoco. La marcha de Cáncer es siempre circunspecta, encubierta y cuidadosa, aunque cuente muchos
chistes por el camino para distraer a su acompañante y evitar que éste note su técnica. Mientras el Carnero
siempre está resuelto a lanzar por la borda el peso muerto y a despejar las cubiertas para la acción, el Cangrejo
quiere asegurarse de que nadie arroja al bebé con el agua del baño, por así decir. Confieso que ésta es una

u
figura literaria muy heterogénea, pero lícita cuando se discute y describe a Aries y Cáncer. Ninguna metáfora,
analogía o alegoría unilateral bastaría para acomodar a estos terráqueos divergentes, que a menudo se miran el
uno al otro como si provinieran de estrellas o galaxias distintas.
La vida es, para Aries, una colosal competición desafiante. Arremete de cabeza contra los obstáculos,
incluso cuando debe hacer un gran esfuerzo para encontrarlos. Si no están allí, Aries creará unos cuantos,
porque, ¿qué gracia tiene una competición en la que no hay que vencer obstáculos?
En verdad, los obstáculos atraen a Aries como imanes. Al Carnero lo fastidian y aburren las avenencias
an
constantes y ubicuas. Cuando otra persona se niega a pelear o polemizar, Aries se siente desalentado o
furioso. Semejante comportamiento le quita toda emoción a la vida. Frente a cualquier tipo de oposición bulle
la adrenalina de Marte y la vitalidad de Aries se recarga instantáneamente. Dejad que asome un conflicto en el
horizonte, y el Carnero estará en la gloria, enfrentará valerosamente la emoción del desafío, y experimentará
la explosiva excitación de abordarlo victoriosamente. Esto no tiene nada de malo, siempre que Aries se
detenga de vez en cuando para observar que no está solo (o sola) en el mundo, y que los demás también tienen
sentimientos. Los Aries no pretenden pisotear la sensibilidad de nadie, pero están tan obsesionados por llegar
a su meta (y podéis incluir en esta definición a las escasas ovejas más introvertidas, junto con los Carneros
más ostentosos), que pueden ser desconsiderados e irreflexivos sin darse cuenta de ello. Exceptuando a los
escasos Aries que tienen un Sol o un Marte natal muy «mal aspectado», el Carnero típico jamás maltrataría a
alguien premeditadamente. Sin embargo, él (o ella) maltrata a los demás, y sobre todo a los Cangrejos hiper-
sensibles.
A esta altura ya veréis que uno de los problemas que se plantean entre Aries y Cáncer es el de la
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sensibilidad vulnerable. Los Aries tienen poca o ninguna conciencia de esta debilidad peculiar suya... que
choca con la imagen que tienen de sí mismos como individuos fuertes. Por ello, cuando lastiman a un Aries,
la reacción de éste, influida por Marte, consiste en negar inmediatamente el hecho, o en montar en cólera
como medio de defensa. La vulnerabilidad de Cáncer está cuidadosamente oculta, de modo que su reacción
típica, cuando lo lastiman, consiste en meterse dentro del caparazón del Cangrejo y enfurruñarse. Si la herida
es suficientemente profunda, la reacción puede llegar acompañada por algunos litros de lágrimas, y a veces la
sensibilidad lunar asoma desde atrás del humor lunático. Cuando estos dos se agravian recíprocamente, uno
de ellos (Cáncer) se sume en la congoja como si ésta fuera una mancha de tinta, o en un silencio ofendido,
jalonado por rabiosos chasquidos de pinzas. El otro (Aries), frustrado por la estrategia evasiva de Cáncer, se
siente impotente para adoptar medidas encaminadas a resolver el desacuerdo que los separa, y es posible que
se ponga furioso y que se desahogue con una avalancha de palabras y actos que, previsiblemente, sólo
servirán para inducir al Cangrejo a sepultarse aún más profundamente en las arenas del enfurruñamiento silen-
cioso.
Volved por un momento a la Naturaleza, siguiendo los cauces del simbolismo astrológico, e imaginad a


 
un carnero exacerbado que machaca con sus cuernos el duro caparazón de un cangrejo impenetrable, el cual
excava frenéticamente la arena de la playa, cada vez a mayor profundidad. ¿De la playa? ¿Qué hace un
carnero retozando en la playa, junto al océano misterioso, al fin y al cabo? Está fuera de su elemento. (Él o
ella, si se trata de una mujer ariana.) Así como el cangrejo se extraviaría si intentara arrastrarse por las laderas
rocosas de la montaña donde el carnero está más cómodo. Hace falta un trígono o conjunción Sol-Luna entre
sus horóscopos, o una gran dosis de comprensión por parte de ambos, para reunir a estas dos criaturas
astrológicas muy diferentes en un terreno emocional mutuamente aceptable. Incluso entonces, aunque
aprendan a tolerarse recíprocamente, y a ayudarse a crecer, evolucionar y aprender, sus diferencias seguirán
siendo claramente visibles.
Es cierto que los Cáncer pueden esconderse en el armario de las escobas cuando alguien hiere su
sensibilidad, y que normalmente son lacónicos y reflexivos (excepto cuando nos hacen reir con sus bromas),
pero los Aries no deberían considerarlos totalmente impasibles, maleables o incapaces de resistir. Tal vez no
enarbolen la espada llameante de Marte y prefieran enfrentar los obstáculos con serenidad, discreción y pa-
ciencia, pero los Cangrejos no son seres trémulos, blandos y medrosos. Corrección: sí son seres trémulos,

ki
blandos y medrosos, pero el Carnero no debería olvidar el duro caparazón bajo el cual se ocultan mientras
tiritan y tiemblan. No es aconsejable golpearlo con los nudillos. En tanto que el Carnero es propenso a atacar
instantánea y abiertamente cuando amenazan su seguridad, el hombre o la mujer Cáncer intentará,
primeramente, buscar con la mayor prudencia posible la causa subyacente del problema, y después
maniobrará para zafarse gradualmente de él, con una estrategia secreta y una tenacidad increíble. Nunca hay
que descuidar ni subestimar la capacidad del Cangrejo para prenderse al dedo del pie, a la oreja, al dedo de la
mano... o a una idea, hasta que obtiene lo que desea. (Esto vale tanto para los Cangrejos varones como para
los Cangrejos mujeres.)

u Aries y Cáncer tienen distintas motivaciones, diferentes actitudes respecto de la vida... y diferentes metas.
Pero si cada uno de ellos le cede al otro una pizca de su bondad intrínseca, las vidas de ambos se enriquecerán
mucho. Ésta es una combinación de Fuego y Agua; por tanto, cada uno de ellos sabe inconscientemente que el
otro (la otra) puede destruirlo. Un exceso de Fuego ariano puede deshidratar los delicados sentimientos de
Cáncer. Un exceso de Agua de Cáncer puede ahogar el entusiasmo y las radiantes esperanzas del Carnero. En
astrología, el Fuego representa el optimismo, y el Agua el pesimismo. Los dos elementos parecen ser
incompatibles, pero otra palabra para designar el pesimismo es «cautela», algo con lo que Aries le convendría
an
experimentar... y otra palabra para designar el optimismo es «fe», una virtud que le resultaría muy útil a
Cáncer
Si estuvieran dispuestos a tomarse el tiempo necesario para traducir el mensaje destinado a sus
respectivos corazones, quién sabe hasta qué alturas podrían remontarse juntos el Carnero y el Cangrejo.
Quizás hasta la Luna... o hasta Marte.
M


 
Mujer ARIES Hombre CÁNCER
Ella quería arriesgarse, sucediera lo que sucediere, pero ésta no era la
táctica de él...

Como todas las mujeres nacidas bajo signos solares masculinos, que están regidos, además, por un
planeta masculino (en este caso, Marte) la chica Aries alimenta dudas íntimas acerca de su feminidad. Desde
que concurrió a la escuela de danzas, se ha resistido a dejar que su acompañante la guíe.
La mayoría de los hombres con los que bailó se aterraron cuando ella no les permitió fijar la cadencia y el
ritmo de sus relaciones, y dado que la mística del machismo masculino es lo que es, el «machismo» de ella los
espantó y los indujo a buscar una chica dispuesta a seguir la corriente a sus fantasías de superioridad. La chica

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Carnero es tan honesta que no puede imitar a sus hermanas de signos solares más sumisos, las que fingen
permitir que el hombre tome la iniciativa de hecho y de palabra, mientras sonríen con divertida tolerancia a
espaldas de él. Un ejemplo perfecto de este tipo de engaño bienintencionado pero degradante lo encontramos
en la gran novela norteamericana de Margaret Mitchell, Lo que el viento se llevó, cuando la moribunda
Melanie dice, refiriéndose a Ashley: «Cuida de él, Scarlet... pero nunca dejes que se entere».
Es posible que después de vivir unas pocas experiencias crueles que le revelarán que la sinceridad no es
siempre la mejor política cuando del romance se trata, la Aries hembra empiece a sufrir comprensible, y
justificadamente, algunos traumas interiores a medida que pone en duda su condición de mujer deseable.

u
Entonces un hombre Cáncer viene a cortejarla (sí, he dicho cortejarla), respetuosa, galantemente, como un
Príncipe directamente salido de un libro de cuentos. No sólo esto, sino que la hace reír mucho, y la risa nunca
deja de levantar el ánimo del Carnero, endulzando su compañía. Desde el comienzo él deja claramente
sentado que ella lo excita y lo emociona, sin que importe quién es el que ha traspuesto primero la puerta, el
que ha iniciado la conversación o el que ha hecho la primera llamada telefónica. ¡Por fin! Ahora ella puede
actuar y hablar espontáneamente en presencia de un hombre... y él sigue amándola. No es extraño que la
experiencia le resulta embriagante. Quizás es la primera vez que se siente como si fuera un miembro del sexo
an
opuesto.
Cuando él la convence de que al fin y al cabo no es una vieja bruja perversa, que es realmente la bella y
deseable Blancanieves (como ella siempre lo sospechó), la experiencia puede ser regocijante... por un
_tiempo. Si existe un aspecto armonioso de intercambio entre sus luminarias, ascendentes, y demás posiciones
astrológicas mayores de sus natividades, existen muchas posibilidades de que los ensueños de ella se
conviertan en realidad. De lo contrario, Blancanieves podría encontrarse viviendo en el bosque con uno solo
de los siete enanos —Gruñón— y esperando siempre en vano al Príncipe.
La mujer Aries nunca se sentirá definitivamente en paz consigo misma hasta que descubra al hombre
dispuesto a amarla libre y francamente, a no argüir quién debe tomar la iniciativa de dar el primer beso de
buenas noches, y a no enfurruñarse si ella lo interrumpe con un estallido súbito de cháchara alegre y
entusiasta. Necesita un hombre capaz de entender que si él le permite desarrollar su propia personalidad, ella
le suministrará el amor extático que necesita para sentirse fuerte y viril y masculino. Limitarse a murmurar:
«Lo que tú digas... o lo que tú decidas, cariño» (con una mueca oculta) es una forma de hipocresía romántica,
M

una parodia de la sincera devoción. El amor de ella es directo. Se comprime y reduce a una nerviosa
frustración cuando lo restringen las discusiones mezquinas acerca de los fundamentos de la diferencia entre
masculinidad y feminidad.
Ella lo ama con todo el corazón y el alma y la mente y el ser... ¿acaso no basta con esto? Sí. Debería
bastar, y muy probablemente basta, cuando se trata de un Cangrejo varón. Pero los Carneros tienen otras áreas
de fricción con los Cáncer.
Ambos son vehementemente celosos. La diferencia capital consiste en que el Cáncer disfruta más que el
Aries de los celos. Para el Cangrejo, los celos no son más que una prueba de lo mucho que lo aman y lo
necesitan, y esta mujer le dará todas las pruebas que le hagan falta... y quizá más de las que pueda asimilar. A
veces los celos también pueden producirle al Carnero una sensación de seguridad emocional... en pequeñas
dosis esporádicas. Pero cuando se exageran hasta el punto de convertirse en una dominación sofocante,
pueden constreñir violentamente la forma de vida de la mujer Aries, cordial, libre y gregaria... y la verdad es
que el amante o consorte Cáncer suele manifestarlos con excesivo autoritarismo, cuando ha terminado la
etapa de festejo galante y está seguro de que ella le pertenece. Por supuesto, es igualmente cierto que su


 
tendencia de Cangrejo a perseverar, cuando se trata del amor, -es un testimonio de su propensión a la lealtad y
la fidelidad. Ciertamente ella no objeta este comportamiento. A su juicio, es lo menos que se puede esperar
del auténtico amor. Sólo cuando la leal devoción de él se transforme gradual y sutilmente en un acoplamiento
acompañado por una sensación de encierro, ella tendrá arranques de rebeldía resentida.
Estos dos signos solares son igualmente aficionados al dinero, la fama y el reconocimiento. Sin embargo,
el Cangrejo esconde mejor su ambición. Aunque ambos comparten los mismos objetivos básicos de seguridad
emocional y éxito económico, sustentan ideas que son hasta cierto punto muy antagónicas acerca de la forma
de alcanzar dichos objetivos... así como acerca de lo que hay que hacer con el dinero, después de obtenerlo.
(Ella quiere gastarlo, o regalarlo, para crear un agradable y apacible flujo de numerario... y él quiere ahorrarlo
para aumentar su capital.) Las discrepancias aflorarán aún antes de que uno de ellos alcance una cota de éxito
material. Aries es optimista, rotundo, está seguro de ganar. Cáncer es a menudo pesimista, negativo, y le teme
al futuro (los Cangrejos dicen que ésta es una actitud de sensata prudencia)... y es aquí donde los dos
posiblemente necesitarán un intérprete para comunicarse.
El Carnero no entiende cómo el Cangrejo espera ganar, al mismo tiempo que prevé perder. Para Aries, el

ki
médico y filósofo Jean-Baptiste Baudin enunció perfectamente esta enigmática actitud de Cáncer cuando
escribió: «Ambicionar la riqueza, y sin embargo estar siempre a la expectativa de la pobreza; y dudar siempre
de tu capacidad para obtener lo que anhelas... es como tratar de llegar al Este viajando rumbo al Oeste. No
existe ninguna filosofía que pueda ayudar al hombre a triunfar cuando siempre pone en duda su aptitud para
ello, y por tanto atrae el fracaso». Es cierto que en el Quién es quién en la industria y el comercio hay más
nacidos en julio que en cualquier otro mes (exceptuando Toros y capricornianos), pero ello se debe a que el
Cáncer cuenta con un elemento más que suficiente para sustituir el valeroso optimismo ariano: un duro
caparazón de tenacidad.

u No sirve de nada tratar de explicárselo a una mujer Aries. Ésta se halla familiarizada con un término
como «determinación», pero no entiende la palabra «tenacidad», porque es diametralmente opuesta a su
cualidad más obvia: la impaciencia. Ser tenaz implica esperar, y esta mujer aborrece esperar lo que sea: el
autobús, la luz roja del semáforo o la llegada de su amante, en la puerta, cuando tienen una cita... o la llegada
de su marido después del trabajo, si está casada con un Carnero. Si se retrasa cinco minutos, telefoneará a la
comisaría con pánico impulsivo, o se paseará como una fiera enjaulada, juntando suficiente ira para saltarle
encima con un torrente de reproches cuando por fin llegue. La actitud general de su amante o consorte Cáncer
an
respecto de la ambición y el éxito, con o sin tenacidad, la deja totalmente perpleja. Ella cree en las cosas
sencillas. Por ejemplo, que la gente debe mirar hacia el lugar adonde quiere ir, y ella mira hacia el Este.
¿Cómo se le puede ocurrir a él que llegará a Nueva York si se dirige a California? Está bien, el mundo es
redondo, y tal vez al fin llegará, pero por esa ruta tardará mucho.
El dilema tiene varios desenlaces posibles. Ella puede sentirse desolada en presencia de los melancólicos
accesos de depresión del Cangrejo, y puede resolver finalmente que debe evadirse, para eludir el destino de
ver hasta la última de sus ambiciones fogosas sumergida en el acuoso pesimismo de Cáncer. O puede tratar de
arrancarlo de la periódica congoja con su fuerte fe marciana, levantándole el ánimo con coraje y humor y
recordándole, por ejemplo, el viejo proverbio que dice que la oveja pierde un bocado de heno cada vez que
bala. Él puede sentirse derrotado por las emociones impulsivas y los despilfarros de ella, y puede partir solo,
con su colección de sellos y su viejo gorro de pescador... o puede enseñarle afable y pacientemente que a
veces la prudencia tiene méritos. y que la ventaja de contar hasta diez consiste en que la suma total nunca es
cero.
M

Otro punto de fricción podría residir en la tendencia de este hombre a guardar secretos. La mujer
Aries no está tan hecha como él a imagen y semejanza de la Esfinge. Cuando el Cangrejo se niega a contarle
en qué piensa, ella suele imaginar toda clase de extravagancias, y se tortura hasta caer en un acceso de histeria
marciana. Él no tardará en aprender (ojalá) que a la larga es mejor decirle toda la verdad, para vivir en paz.
Sincerarse. Si él se cierra, ella hurgará hasta comprobar que sus esfuerzos son inútiles, y entonces resolverá
que la empresa no vale el derroche de energía y el sufrimiento... y posiblemente lo abandonará. De pronto.
Con una pequeña advertencia previa o sin ninguna. Recordad que Aries no dilapidará su tiempo en el contexto
de una situación que, según sus análisis, es imposible corregir.
Al final es posible que el Cangrejo siga guardando sus secretos mientras ella se aleja entonando aquellos
versos de Edna St. Vincent Millay: «Dios sea loado, el mundo es ancho y yo me voy lejos de casa./ y olvidaré
en Camelot al hombre que amé en Roma». Él llorará.
Para colmo, tenemos a mamá. Si la madre de él vive, es posible que la chica Carnero que ama al chico
Cangrejo sienta que le disputan encarnizadamente la devoción y la atención de éste, y aunque quizás el
conflicto no aflore en el primer encuentro, tampoco podrá aplazarlo indefinidamente. Si su santa madre ha


 
muerto, probablemente sus virtudes adquirirán un brillo adicional, vistas a través del cristal rutilante de la
memoria. ¿Acaso su madre nunca chamuscaba una camisa, nunca horneaba mal los bizcochos, nunca
desafinaba al cantar, nunca despilfarraba el dinero ni se ponía de mal humor? No. Nunca. Ni una sola vez.
¿Acaso su madre siempre economizaba, se embellecía cosiendo sus propias ropas, pelaba sus judías, usaba la
cantidad justa de maquillaje y sabía exactamente cómo hacerlo sonreír cuando él estaba melancólico? Sí.
Efectivamente. Siempre. Paradójicamente, es posible que el complejo materno los beneficie. Ciertamente un
ejemplo tan sobresaliente implica un reto, y esta chica no puede resistir la tentación de enfrentar
combativamente un desafío. Es posible que se convierta en un ser tan perfecto como él cree que lo es —o lo
era— su madre, sólo para demostrarle que nadie ruede aventajar a un Carnero.
También deberán introducir ajustes en su vida sexual. Cuando florezca el amor, la tierna consideración de
él por los deseos y necesidades de ella la harán sentirse muy querida, y por tanto emocionalmente segura.
(Los dos experimentan ese increíble trauma en virtud del cual necesitan seguridad emocional.) Al principio él
será un amante fabuloso. El Cáncer puede ser tan imaginativo, sutil e inteligente en la alcoba como en el
banco. La franqueza y candidez de ella en todo lo que concierne al sexo, y su relativa vulnerabilidad

ki
inconsciente, conmoverán profundamente al Cangrejo. Cualesquiera que hayan sido sus experiencias pasadas,
la chica Aries siempre aporta a su acto amoroso una especie de fresca inocencia. Además, cuando ama, ama
vehemente y apasionadamente y entrega realmente la totalidad de su ser con absoluta honestidad, lo cual hará
que él se sienta emocionalmente seguro. Pero cuando él esté malhumorado y mohíno durante unos pocos días
y no haga caso de las insinuaciones afectuosas de la ariana, es posible que ésta no atine a recordar la emoción
de su compatibilidad física inicial. Lo que se le antoja (equivocadamente) una manifestación de rechazo,
puede empañar considerablemente su entusiasmo erótico. Es la Luna. Ella deberá esperar sencillamente que la
Luna cambie y deje de zarandear las emociones de él como si fueran un leño flotante. Lo que ella no deberá

u
hacer durante estas fases lunares pasajeras que amenazan con eclipsar su dicha será encolerizarse y pronunciar
palabras hirientes de las que más tarde se arrepentirá. Él se arrastrará al interior de su caparazón de Cangrejo
y permanecerá allí, porque es muy sensible. Lo es, aunque bromee mucho al respecto... y un agravio sexual lo
inducirá a refugiarse durante largos períodos en una pasividad melancólica. O peor aún, es posible que busque
consuelo en el seductor canto de sirena del alcohol.
Si se mira el lado feliz de su relación, el Cangrejo puede ser muy divertido y entretenido, y puede
convertir toda actividad en una juerga, ya se trate de contar dinero o de buscar almejas. Su bella sensibilidad y
an
su caballeresco aire protector pueden hacer aflorar toda la feminidad de su dama ariana. Se sentirá
secretamente orgulloso del valor intelectual y el espíritu deslumbrante de ella, aunque refunfuñe contra su
inmadurez, y se acostumbrará a buscar en ella el apoyo espiritual que necesite cada vez que la Luna lo
obsesione con fragmentos de sus viejos temores infantiles. Mirando el lado negativo, es posible que ella lo
juzgue a veces demasiado severo, demasiado quisquilloso o tacaño, y que él piense que la arcana no es capaz
de cuidar de sí misma sin la ayuda de un tutor. Él podría ahogar de vez en cuando su desencanto en alcohol o
drogas, lo cual siempre implica un peligro muy concreto cuando se trata de un signo de Agua... y ella podría
dejarse arrastrar de vez en cuando por su carácter fogoso e irritable hasta tal punto que después necesitará
mucho tiempo para expiar el daño causado.
Éste es un hombre que no se avergüenza de sus sentimientos. Lo impresionan la música, el arte y la
poesía, y cuando se conmueve, se le llenan los ojos de lágrimas. Y ésta es una mujer cuyo corazón necesita
muchos cuidados tiernos y cariñosos, porque, cualquiera que sea su edad cronológica, se trata, desde el punto
de vista emocional, de una recién nacida. Si cruzan la iniciativa ariana de ella con la tenacidad de Cáncer de
M

él, podrán realizar milagros. Sus Soles natales están en cuadratura, así que necesitarán mucha paciencia... y
mucho amor. ¿Pero acaso no se necesitan siempre?

Hombre ARIES Mujer CÁNCER


—Hola, Wendy —dijo él, sin notar ninguna diferencia, porque pensaba primordialmente en sí
mismo.
—Hola, Peter —respondió ella débilmente, comprimiéndose lo más posible. Algo lloraba
en su interior.


 
El hombre Aries se siente atraído al principio por la chica Cáncer en razón de que ésta parece
seductoramente indefensa y femenina. (Nota: He dicho que parece indefensa. Volveremos sobre este tema
más adelante. Es categóricamente seductora y femenina. Esto no se discute.). Parece necesitar su fuerte
hombro masculino para llorar sobre él, y su fogoso apoyo emocional.
Cuando la doncella lunar le consagra al Carnero su atención halagadora, total, él toma este hecho como
una prueba de lo que siempre ha sospechado: a saber, que ninguna mujer se le puede resistir. Ella cocinará
para él, lo mimará, se reirá de sus chistes, los complementará con otros muy graciosos de su propia cosecha, y
transformará su vida, en general, en una larga y dulce melodía de reconfortante serenidad, con letra cómica.
Pero la música que él escucha puede ser el preludio de la creciente sensación de que lo están sofocando.
Como bien sabéis, si estáis familiarizados con la astrología, a los Carneros no les gusta que los sofoquen, con
mantas, con autoridad ni con restricciones de ningún tipo... y ni siquiera con amor. Está bien que a uno lo
sofoquen con cuidados, pero el hombre Aries no tolera que le expriman su libertad. Ahora bien, es cierto que
nadie puede exprimir la libertad de un hombre en condiciones más indoloras y placenteras que una chica

ki
Cáncer. Si ésta actúa con sutileza, como la mayoría de las doncellas lunares, es posible que el viaje en su
romántica alfombra voladora se convierta en una experiencia emocionante para el Carnero (sabed que detrás
de las virtudes domésticas de ella se oculta una arraigada pasión de viajar). Sin embargo, si el Cangrejo da
muestras de que empieza a prenderse con demasiada saña, es posible que el ariano salte de la alfombra. Sin
paracaídas, si es necesario.
Respecto de su condición de mujer indefensa: Más tarde o más temprano él descubrirá que es algo así
como una ilusión... tal vez el día en que ella constituya la sociedad de su propio banco, redecore la casa de
una amiga, presente su candidatura a diputado o rescate a un niño que se está ahogando en el océano,

u
adelantándose al socorrista. Cáncer es un signo cardinal, y estas mujeres poseen un vigor y una tenacidad
asombrosos, junto con toda esa fragilidad lunar. Es probable que una vez disipados los efectos de la primera
conmoción, él la admire por ello. Admira todo tipo de fuerza, y ella es más fuerte de lo que parecerían indicar
las tímidas lágrimas que derrama cuando él ofende sus sentimientos (cosa que puede ocurrir con frecuencia).
Incluso es posible que se enamore aún más de ella cuando descubra que no es toda «azúcar y canela», porque
esencialmente necesita una mujer capaz de enfrentarlo de cuando en cuando.
Pero otras notas discordantes pueden amenazar con desquiciar el concierto de amor entre estos dos signos
an
solares. El dinero, por ejemplo. Ella tiene una marcada compulsión a acumularlo, quizás incluso a utilizarlo
para empapelar las paredes del dormitorio, la cocina y el cuarto de los niños (sus tres habitaciones favoritas).
Para ella, la seguridad financiera equivale a la seguridad emocional. Las dos son inseparables. A él también le
gusta el dinero, y se le pueden ocurrir cien formas excitantes de usarlo, pero la idea de atesorarlo en un viejo
cofre herrumbroso relegado al desván, o en la caja de caudales de un banco, para precaverse contra posibles
penurias, no figura a la cabeza de su lista. Aries piensa que el dinero ha sido hecho para gastarlo (o regalarlo).
Su lema es: «El dinero no compra la felicidad». Puesto que ambos están enamorados y son dichosos, ¿a quién
le preocupa el dinero? A ella. A ella le preocupa. Porque, veréis, su lema es: «La felicidad no compra el
dinero». El hombre Aries que planea forjar un romance con una doncella lunar debe pensar en ello.
Cuidadosamente. Igualmente no se pondrán de acuerdo, pero debe pensarlo.
No pasará mucho tiempo antes de que él observe que ella está melancólica. Claro que él también lo está,
pero su caso es distinto y comprensible. Cuando se trata de los Aries, todo lo que ellos hacen es distinto y
comprensible... y también es justificable y permisible, así como disculpable. (Recordad que Aries es el recién
M

nacido simbólico del Zodiaco, adorable pero totalmente egocéntrico.) Él considera que los abatimientos de
ella son gratuitos y húmedos calabozos de pesadumbre, y hay que confesar que son más profundos, oscuros y
perdurables que los de él. A veces sucede que un Carnero saca a una chica Cangrejo de su periódica
melancolía lunar con su puro optimismo. Esto lo hace sentirse fuerte y masculino, y le suministra a ella la
estabilidad emocional que necesita. Pero existe el riesgo de que él se rebele eventualmente contra una
depresión fluctuante que no puede sondear, aunque sólo sea porque ésta lo asusta y le hace pensar que quizá
sus milagros marcianos de invención casera no tienen el poder de modificar el Universo, como él creía. Antes
que enfrentar esta horrible hipótesis, él preferirá separarse. Es posible que no llegue muy lejos. Es bastante
agradable reencontrarse —y reconciliarse—con ella... ¿y qué otra mujer podría bañar su ego en tan seductoras
tonalidades de color lavanda y verde claro, con tan plateada sinceridad? Ella es graciosa y tierna al mismo
tiempo, y eternamente capaz de sacarlo de esos fosos donde él se arroja de cabeza. Además, prepara unos
estupendos pasteles de arándano... y la atracción química que los une es una virtud adicional. Quizá no fue lo
que los unió al principio, porque el interés inicial pudo descansar sobre otras bases... pero después de un
tiempo se transformó en un aspecto positivo de su relación, muy digno de tomar en cuenta.


 
La imaginación lunar de ella enciende enseguida la llama de la sexualidad marciana, y la forma
entusiasta, idealista, en que él hace el amor, puede extraerla de su caparazón tímido (o arisco) y proyectarla a
una bella materialización de la pasión latente. La actitud de Aries respecto del sexo contiene un elemento
afectuoso capaz de llegar a una parte de la naturaleza de ella que se ha ocultado tímidamente detrás de su risa
delirante de Pájaro Loco, hasta que el hombre apropiado venga a descubrirla. Afortunadamente, sin embargo,
el sentimiento práctico de Cáncer, muy arraigado en esta mujer, no tarda en advertirle que «no sólo de flores
vive el hombre... también necesita pan». (A veces Cáncer se las ingenia para retorcer los axiomas, o para
ponerlos patas arriba, con el fin de subrayar lo negativo y eliminar lo positivo.) Es entonces cuando puede
empezar el verdadero conflicto económico: cuando ella menciona el dinero en medio de un interludio
romántico, en el preciso instante en que los dos están a punto de convertirse en «uno». Súbitamente un
estallido emocional sustituye a la intimidad sexual.
Toda relación entre Aries y Cáncer está sujeta habitualmente a un generoso surtido de reyertas por
dinero: cómo conseguirlo y cómo gastarlo. Él es dispendioso, ella es ahorrativa. Por lo menos, ella es
normalmente económica, hasta que cae en uno de sus múltiples estados depresivos, generados por las fases

ki
lunares, y se da el gusto de comprar un cúmulo de frivolidades femeninas para apuntalar su ego menoscabado.
Sin embargo, en la mayoría de las otras oportunidades, es renuente a desprenderse del dinero, para decirlo con
términos benévolos.
Si consiguen superar el punto crítico de las finanzas, mediante concesiones mutuas, Aries y Cáncer tienen
el potencial necesario para construir juntos algunos sólidos castillos de ensueños, especialmente si existe un
aspecto trígono o sextil, o una conjunción, entre el Sol de él y la Luna de ella, o viceversa. La combinación
entre los arranques creativos de fantasía y la actitud prudente respecto del dinero, típicos de ella (una extraña
contradicción de los Cáncer), y la audacia y la determinación marciana, típicas de él, generalmente

u
inmunizarán a esta pareja de signos solares contra la necesidad de recurrir a la asistencia social del gobierno.
Igualmente, los problemas no se han agotado. Los accesos de melancolía de ella continúan hostigándolos.
Es posible que él no entienda que las necesidades emocionales de Cáncer son muy delicadas, y que se
sienta totalmente desconcertado por sus cambios de humor. La agudeza de percepción no se cuenta entre las
virtudes de Aries. Lo que sucede puede dejarlo perplejo. ¿Qué torpeza habrá cometido él? (Ninguna. Es la
Luna, os repito.) Hacía apenas un momento ella andaba dando saltitos como un pájaro bobo, parloteando y
riendo y tarareando una melodía, mientras alimentaba al gatito con pasteles de soya... toda sonrisas. Y ahora,
an
las lágrimas. ¿Qué pasó? Hay que consultar el almanaque del granjero o el diario vespertino. Puede ser la
Luna llena. O tal vez algo que él dijo sin siquiera darse cuenta, lastimó sus sentimientos. Posiblemente omitió
fijarse en su vestido nuevo, u olvidó decirle que su guiso de zanahorias estaba delicioso. Desde su infancia,
esta chica ha temido que nadie la amara. Él deberá enseñarle afablemente que la mejor forma de obtener
cariño... consiste en darlo. (Lo cual no será fácil, porque ésta es una lección que él también necesita aprender,
desesperadamente.) El hombre Aries debería recordar que la forma de mantener contenta a una doncella lunar
consiste en cuidar que ella reciba montones de cariño, montones de alimentos y montones de dinero. No es
voraz sino que sencillamente tiene apetito de seguridad, y esto no es ni remotamente lo mismo.
He omitido algo. Si se trata de una dama lunar típica agregad a la lista: montones de hijos. Bueno, por lo
menos unos cuantos.
Al Carnero casi siempre lo entusiasma la idea de la próxima paternidad, y ella adorará esta cualidad suya.
Pero cuando a los críos les crezcan las alas, es posible que él y ella empiecen a tirar del carro parental en
direcciones opuestas. Él es partidario de inculcar a los jóvenes el espíritu de independencia. Aunque puede ser
M

autoritario y exigente con ellos, es proclive por naturaleza dejarles mucha libertad para desarrollarse. Ella se
toma la maternidad en serio, y quiero decir muy en serio. Vigilará atentamente su alimentación, su
indumentaria, sus romances, sus carreras y su salud. Los atiborrará de sopa de lentejas, los mimará, los
consentirá y los controlará... todo con un aire de cordial persuasión, desde luego. Nadie sabe mejor que mamá
lo que conviene Comer, cómo conviene vestir, y a quién no hay que amar y con quién no hay que casarse. Por
todo lo cual el Carnero podría acusarla de asfixiar sus individualidades... y ella podría acusarlo de ser
demasiado hosco y demasiado indiferente, alternadamente. Es posible que los vástagos sientan a veces que
están siendo triturados lentamente entre dos paredes de cemento. Es indispensable que lleguen a una
transacción acerca de la forma de criar a los hijos, porque de lo contrario la relación se resquebrajará
irreparablemente.
La capacidad del Carnero para dar y recibir cariño depende de que se vea a sí mismo como el más fuerte.
Necesita disfrutar de una libertad constante de expresión y de acción. Su mujer deberá tener una fe absoluta
en la aptitud de él para mover montañas. De lo contrario es posible que sus emociones frustradas forjen
extrañas configuraciones neuróticas, y conviertan al Carnero valeroso en una oveja mansa y desdichada.


 
Como si estuviera bajo los efectos de un embrujo maléfico. Ella nunca deberá recordarle que es más hábil que
él para hacer malabarismos con la cuenta bancaria (aunque lo sea), ni deberá formular ningún otro comentario
que pueda obrar en detrimento de su masculinidad. Si ella se abstiene de te robar sus ensueños, él se quedará a
la vera del hogar, satisfecho. Si ella le permite ponerse a la cabeza del desfile, sin empañar sus esperanzas, él
se las arreglará para hacer desaparecer definitivamente el cúmulo de preocupaciones y temores que ella
alimenta en secreto. Pero siempre existe la posibilidad de que los silencios exasperantes de ella, su humor
huraño y sus ataques ocasionales de histeria lo hagan trepar por las paredes de la casa, empapeladas de dinero,
y lo empujen a partir... y también existe la posibilidad de que las palabras agrias y el comportamiento
impulsivo del Carnero hagan bullir la naturaleza acuosa de ella, que terminará por desbordarse y por ahogar la
iniciativa de él.
Cuando ella se eche a llorar y él no sepa por qué, no deberá irse impacientemente de la habitación. En
cambio, deberá cogerla en sus brazos y arrullarla con tiernas palabras de consuelo, para contener las mareas
de miedo y soledad que se levantan en ella, susurrándole suavemente: «Por favor, no llores, y no te preocupes.
Todos te aman porque eres muy lista y muy bella, y porque cuentas unas historias divertidísimas. Además, es

ki
casi seguro que algún día seremos ricos. En cuanto a mí, te amo más que el resto de la gente, o sea realmente
mucho. No es necesario que te ofrezcas para hacer la colada de la vecina. No somos tan pobres y nunca lo
seremos. Ahora quiero que te laves la cara, que te cepilles el pelo, que te suenes la nariz, y que te pongas un
lindo vestido, porque te llevaré a cenar fuera». En ese momento deberá mencionar el nombre del restaurante
más caro y sofisticado de la ciudad. Ella dejará de moquear inmediatamente.
—¿Pediremos los nueve platos, incluida la bandeja de postres? —preguntará, entonces,
experimentalmente, con un nuevo fulgor en los ojos.
—Sí, cariño, los nueve platos, incluida la bandeja de postres... y después iremos a ver una película, la que

u
tú prefieras.
La última promesa surtirá el efecto deseado. Posiblemente ésta es la primera vez en muchos años en que
el Carnero desconsiderado y egoísta le permite elegir la película que verán... o cualquier otra cosa.
an
M


 
TAURO CÁNCER
Tierra - Fijo - Negativo Agua - Cardinal Negativo
-

Regido por Venus (también por el Regido por la Luna


planeta Pan-Horus) Símbolo: el Cangrejo
Símbolo: el Toro Fuerzas nocturnas Femenino
-

Fuerzas nocturnas Femenino


-

ki
La relación TAURO-CÁNCER
Te diré dónde están... ya están en casa bajo tierra, una morada realmente deliciosa...
Los Cangrejos de Cáncer aman a sus madres, sus hogares, el dinero, los bebés y la comida. Los Toros de
Tauro aman el dinero, sus hogares y sus madres, la comida y los bebés. Ya veis que estos dos signos solares

u
son inusitadamente parecidos, si se exceptúan unos pocos cambios menores en el orden de prioridades.
Lo que queda en claro inmediatamente respecto de los Cangrejos y los Toros, si estudiáis astrología, es
que ambos desean que la gente sea amable con ellos. En verdad necesitan desesperadamente que la gente sea
amable con ellos (aunque es posible que no os deis cuenta de ello, a juzgar por la forma en que estos dos se
comportan, a veces). Lo más amable que un Cáncer puede hacer por un Tauro consiste en guisarle una cena
opípara (que ambos disfrutarán), y en sentarse luego en su compañía para conversar acerca de la forma de
ganar dinero (que también disfrutarán ambos). Lo más amable que un Tauro puede hacer por un Cáncer
an
consiste en comprarse un almanaque para seguir la pista de las fases de la Luna, y abordar sus cambios de
humor en consecuencia. Los Cáncer son regidos por la Luna, de modo que los afecta su influencia voluble y
fluctuante.
Como los Toros, que son gente práctica, tienen demasiado sentido común para dejarse manipular por la
Luna, esto los induce a apiadarse automáticamente de Cáncer. lo cual complacerá inmensamente a los
Cangrejos. No se trata de que éstos busquen conscientemente la compasión, sino de que les gusta saber que la
gente comprende sus problemas y no los acusa siempre de exagerar las tragedias cotidianas de la vida. ¿Cómo
se podría exagerar una tragedia, por amor de Dios? Una tragedia es una tragedia. así como una rosa es una
rosa. Y los Cáncer se toman sus tragedias en serio.
No sólo son serios durante casi todo el tiempo, sino que también son cautelosos. Tan serios y tan
cautelosos como los Cangrejos John D. Rockefeller, Nelson Rockefeller, v otras «rockas» diversas. Tienen
períodos depresivos de negra melancolía que espantarían de la repisa de la chimenea al propio Cuervo de
Edgar Allan Poe. Después tienen un arrebato de «comicidad», y su delirante humor lunar hace reír a todo el
M

mundo. ¿Pensáis que un comediante de facciones tristes, adustas, es un contrasentido? Imaginad al difunto
actor de cine Arthur Treacher. (Ya sabéis, el que siempre representaba el papel de mayordomo.) ¿Decís que
una esposa y madre compulsiva, llena de temores e inseguridades, siempre preocupada por su prole. cuya
carrera consiste en hacer reír a la gente, es un contrasentido? Imaginad a la comediante norteamericana
Phyllis Diller. Dos Cangrejos. Además, los dos consiguieron colmar sus nidos de huevos verdes con sus
excentricidades de pájaros locos, como buenos Cangrejos. (Verde es el color de los billetes.) A veces, las
personas lunares son silenciosas y tímidas, y otras veces te aturden con su cháchara. Como he dicho, cambian
de humor.
A pesar de lo mucho que tienen en común, al Tauro le resulta difícil entender los estados de ánimo del
Cangrejo. Los Toros piensan que llorar y gemir frente a una situación implica malgastar el 'tiempo y el
sentido común. Los Tauro raramente lloran o gimen (aunque a veces mugen) y casi nunca están taciturnos.
Sin embargo, cuando los hombres, mujeres o niños Tauro plantan cara y tienen un acceso de melancolía, por
muy esporádico que éste sea, no es broma. Están abatidos en serio. Cuando a un Toro se le antoja sumirse en
una depresión, convenceos de que ésta será auténtica y profunda, y de que durará meses... incluso años. Y no

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la interrumpirán ridículos ataques de risa.
Los estados de ánimo de Cáncer, en cambio (¿hay algún Libra presente?), generalmente no duran más
que unas pocas horas, unos pocos días, en el peor de los casos... y abarcan una vasta gama de emociones,
desde el humorismo tierno hasta la crítica mordaz, desde la conversación inteligente y vivaz hasta la trémula
timidez. Saltan de la risa a las lágrimas, de la fe al cinismo, de la amargura al regocijo... y después te espetan:
«¿Por qué dices que yo soy voluble? Es contigo con quien resulta imposible entenderse».
Como los Cáncer son muy sensibles, captan el talante íntimo de las personas, y por tanto son
generalmente comprensivos. Sin embargo, su comprensión desaparece con la misma rapidez con que aflora,
sobre todo cuando ellos mismos la andan buscando, cosa que ocurre con frecuencia... y sobre todo si la
comprensión implica un préstamo de dinero. Entonces es mucho más posible que su comprensión se extinga,
en lugar de desarrollarse. Los Cangrejos se lo piensan dos veces antes de sacar el talonario de cheques. Éste es
otro ámbito en el que los Tauro y los Cáncer tienen mucho en común. Los Toros no sólo se lo piensan dos
veces antes de sacar el talonario de cheques, sino que se detienen, hacen una pausa, y piensan una vez más,
para mayor seguridad. Sin embargo, ambos signos solares son auténticamente generosos con los ancianos y

ki
niños. Sólo son un poco mezquinos con todos los que se encuentran entre estos dos extremos. Si se trata de
llenar el estómago de un crío con un plato caliente, o de ayudar a un familiar o a un amigo leal a pagar la
hipoteca de su casa, el Cáncer y el Toro desecharán sus preocupaciones financieras... y lo mismo ocurrirá si se
han enamorado. El romance enternece sus corazones y abre sus carteras milagrosamente.
Estos dos no son renuentes a gastar su dinero por avaricia. Lo que ocurre es que piensan en el futuro.
Siempre hay que economizar para cuando llegue la época de las vacas flacas, ¿verdad? (Imagino a los
Cangrejos y Toros que leen estas líneas, que asienten con un movimiento de cabeza, y que preguntan
silenciosa, casi desesperadamente: «¿Acaso no es así?».)

u Bueno, sí, astrológicamente es cierto. Siempre existe una época de vacas flacas para la cual conviene
ahorrar. Llegará inexorablemente, si se la anhela tanto. Aún no he conocido a un Tauro o un Cáncer que no
haya visto llegar, puntualmente, la época de las vacas flacas para la que economizó. Hay un antiguo axioma
metafísico que advierte: Reflexiona bien antes de desear (o imaginar) algo, porque lo obtendrás. No cabe
duda de ello. Absolutamente ninguna duda. Si te consagras a economizar para la época de las vacas flacas,
tarde o temprano éstas llegarán en tropel. ¿Por qué no pensar, en cambio, en el amor y la dicha y la seguridad?
La misma Ley Universal determinará que estos. «deseos» y pensamientos se materialicen con idéntica
an
certeza.
Ahora, respecto de la angustia secreta que alimentan todos los Cáncer y Tauro, o sea, la angustia de
terminar un día en el asilo de pobres si no cuidan su patrimonio... tengo una noticia fabulosa para ellos.
¿Todos los Cangrejos y Toros que leéis este capítulo estáis prestando mucha atención? Estupendo. Héla aquí:
¡Ya no hay asilos de pobres! De veras. Dejaron de construirlos hace años. ¿No es una noticia formidable? Así
que podéis salir a comprar los artículos de lujo que siempre habéis anhelado: pianos, sellos para vuestros
álbumes de filatelia, antigüedades, viejas monedas, caviar, marcos de oro para las fotos de vuestros hijos,
cámaras y... ¿qué es eso? ¿Ahora os preocupáis por todos los indigentes, y por las familias de los barrios
pobres que no tienen un asilo adonde ir? Válgame el cielo.
Supongo, para ser justa, que nosotros, los signos de Aire y de Fuego, deberíamos abordar con más
tolerancia el hecho de que el acuoso Cáncer y el terrenal Toro: sean tan propensos a preocuparse. Si no fuera
por los Cáncer, nunca habría habido instituciones consagradas a repartir paquetes entre los necesitados, ni
orfanatos, ni inclusas, ni sistemas de préstamo y arriendo (¿sabéis que Estados Unidos es un país Cáncer?). Si
M

no fuera por Tauro, nunca habría habido grandes imperios, ni industrias gigantescas que emplean a miles de
personas, como el complejo periodístico Hearst (William Randolph Hearst era Toro), ni compañías de
propiedades inmobiliarias (casi todas Tauro), ni bancos (casi todos Tauro o Cáncer), ni granjas (casi todas
Tauro). Hay que confesar que los rasgos de solicitud, cautela, preocupación y conservadurismo, comunes a
Cáncer y Tauro, nos mantienen a todos sanos y salvos. Cuando pensamos en todos los Capricornio y Virgo (y
algunos Escorpión) que tienen como colaboradores, sentimos ganas de ir a la catedral de St. Patrick y de
prender una vela como testimonio de gratitud por la forma en que ellos nos protegen a todos los demás de
nuestras locuras temerarias y de nuestro egoísmo. (O a la iglesia de vuestra elección, por supuesto. ¿Acaso no
sabéis que todas las casas de culto utilizan la cera de abeja para sus ofrendas rituales?) Ya que estamos allí,
podríamos aprovechar para prender otra vela en homenaje al humor de Cáncer y Tauro. El humor, como la
pulcritud, está ciertamente a la par de la divinidad. El humor de un lado, la pulcritud del otro, con la divinidad
en el centro... como si fuera un emparedado espiritual. (Aunque los Cangrejos y los Toros prefieren los suyos
con un agregado de lechuga.)
El auténtico humor emana de la tragedia, y por eso los circunspectos Cangrejos y Toros son a menudo tan

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hilarantes, sobre todo cuando forman pareja en los negocios, en el amor, en la amistad... o dentro del círculo
familiar. Durante los entreactos de sus comedias, a veces los Toros se ponen tercos, pero generalmente los
Cáncer tienen mucha paciencia con los enfurruñamientos de Tauro. Veréis, es que los Cangrejos también son
muy propensos a esos arrebatos.
A estos dos dignos solares les gusta comer, y a ambos les encanta guisar. así que tal vez
les resulte un poco difícil controlar sus dietas cuando pasen mucho tiempo juntos. Si conocéis a una pareja
Tauro-Cáncer, lo mejor que podéis regalarle en Navidad es un libro de dietética. Como Back to Eden. O un
vale para comer en un restaurante dietético, con vigencia por no menos de un año. En cuanto a la afición a las
bebidas fermentadas, Cáncer es considerablemente más proclive que Tauro a disfrutar de cuando en cuando
de un sorbo de vino o de algo más fuerte. El Cangrejo también está mejor pertrechado (en su condición de
signo de Agua) para resistir los sorbos. Si el Cáncer induce al Tauro a probar la uva con demasiada
frecuencia, tendrán problemas. El Toro aborrece los excesos, y casi nunca incurre en ellos, sean de la
naturaleza que fueren, pero cuando comete un desliz, lo comete tal como lo hace todo: en gran escala. Tauro
prefiere la leche, porque él (o ella) tiene lo que podríamos llamar empatía por la buena y vieja vaca.

ki
Tauro y Cáncer casi siempre se llevan bien. Incluso cuando no se entienden 'o arman grandes
alborotos, y pocas veces entablan discusiones acaloradas. Normalmente, cuando los lastiman o los agravian,
la reacción de ambos consiste en replegarse para cavilar a solas. Esto no hace más soportables los
malentendidos, pero contribuye a mantener un relativo sosiego. Por supuesto, no siempre reinará un silencio
total durante sus desacuerdos. De cuando en cuando se oirán algunos murmullos, cuando el Toro se deje caer
en un rincón, como una mole de resentimiento, mascullando entre dientes, mientras el Cangrejo está
acurrucado en el armario de las escobas, empapando en llanto varios kleenex y emitiendo sollozos ahogados.
Igualmente, el suave rumor de los rezongos coléricos (Tauro) y de los lloriqueos afligidos (Cáncer) es más

u
apacible que los alaridos que cabe esperar de los signos solares más explosivos. (Sin contar los casos raros y
aterradores que se producen más o menos cada diez años, cuando los Toros creen que están en un bazar de
porcelanas y que alguien agita un trapo rojo.)
El encuentro del Toro y el Cangrejo está a menudo predestinado y tiene un elemento de compulsión por
ambas partes, dado que se trata de una configuración de signos solares 3-11, con fuertes connotaciones
kármicas. Su interés recíproco no es meramente informal, y los beneficios o las desgracias que emanan de la
asociación tienen generalmente efectos perdurables sobre las vidas de ambos, si continúan viéndose durante
an
algo más que unos pocos meses.
Tauro y Cáncer forman un excelente equipo para cualquier tipo de empresas comerciales o industriales,
agencias de bolsa, bancos, jardines, guarderías, granjas, actividades políticas o firmas inmobiliarias. El Toro
echará los cimientos cuidadosamente, organizará la empresa sensatamente, y el Cáncer la administrará con
cauta eficiencia, asegurándose de que sus respectivos esfuerzos obtienen la máxima publicidad. (Es posible
que los Cáncer no sean extravertidos, pero se las apañan sorprendentemente bien para conseguir espacio
periodístico y para lograr que sus fotos aparezcan en la primera plana o en la pantalla de TV.) Hay excelentes
probabilidades de que cualquier sociedad empresarial Cáncer-Tauro prospere y dé siempre utilidades. Si en
sus libros de contabilidad aparecen columnas en rojo, probablemente serán el producto de la sangre (mezclada
con sudor y lágrimas) que estos dos verterán en cualquier proyecto que estén fanáticamente resueltos a
consolidar y a llevar a buen término. Si el Toro tiene la Luna o el ascendente en un signo de Agua o de Tierra
(exceptuando Capricornio) y si el Cangrejo tiene la Luna o el ascendente en un signo de Agua o de Tierra
(exceptuando Escorpión) —y a veces ni siquiera las posiciones planetarias colocadas entre paréntesis
M

perjudicarán su compatibilidad mutua para el éxito— ambos podrán terminar en el Quién es Quién, y también
es probable que descubran que su relación personal es armoniosa y está relativamente despojada de tensiones.
Sin esta ayuda de sus cartas natales, empero, podrían producirse algunos enfurruñamientos, rezongos,
mugidos y lloriqueos, de cuando en cuando. Igualmente, por lo general a ellos les resultará más fácil llegar a
una transacción que a la mayoría de las otras combinaciones de signos solares. Ambos disfrutan de una cierta
dosis de placidez que a menudo genera una armonía fundada, simplemente, sobre la necesidad y el deseo
interiores de paz y sosiego.
Como Tauro es Tierra y Cáncer es Agua, es más probable que el Cangrejo aprenda lenta y gradualmente
a imitar los hábitos fijos del Toro y no que suceda lo contrario... a pesar de que Tauro está detrás de Cáncer en
la rueda kármica de la vida. ¿Por qué? El Agua es flexible y no se resiste, y en ello reside su sabiduría. Asume
la forma del recipiente donde la vierten. Cuando el recipiente es un Tauro, la forma es generalmente simétrica
y agradable. Dada la sensibilidad de Tauro por la forma, y la de Cáncer por el color, también pueden pintar
algunas bellas figuras sobre la superficie del cántaro. Después le colgarán una etiqueta con el precio, lo
llevarán al mercado, y volverán juntos a casa con una cuantiosa ganancia.

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Mujer TAURO Hombre CÁNCER
Esa noche tuvo uno de sus sueños, y lloró dormido durante un largo rato, y Wendy lo
abrazó con fuerza.
El hombre Cáncer desea secretamente que su mujer lo mime como a un bebé: A la mujer Tauro le
encanta malcriar a su hombre. Sumad estos dos datos astrológicos y, ¿cuál es el resultado? ¿Un amor a
primera vista? No, no del todo.
El Cangrejo no se compromete atropelladamente en nada, ni siquiera en el romance. Las arremetidas no
sólo van contra la naturaleza de Cáncer, sino que el Cangrejo no puede avanzar en línea recta. Todos los
Cangrejos tienen ese gracioso andar de soslayo. ¿Alguna vez observasteis a uno de ellos? Primeramente, vira
a la derecha, después de lo cual gira a la izquierda. Finalmente, parece retroceder... hasta que aquello que le
apetece intenta evadirse, circunstancia ésta en la cual se abalanza, lo coge y lo retiene... hasta que pierde una

ki
pinza. Pero aunque la pierda le crecerá otra, razón por la cual a los Cáncer los llaman «tenaces», y ésta es a
menudo una palabra demasiado suave para designarlos.
Tampoco la chica Tauro es de las que se arrojan por la borda para zambullirse en un mar de pasión,
gorjeando cantos extáticos de amor eterno. Esta mujer desea que la enamoren, y quiero decir que la enamoren
realmente. Antes de entregarse, pretenderá que su admirador le dé una montaña de pruebas. Así que ya veis
que el «amor a primera vista» no es precisamente lo que se genera cuando un signo de Tierra como Tauro se
encuentra con un signo de Agua como Cáncer. Hace falta tiempo: generalmente meses o años, pocas veces,
días o semanas. Sin embargo, una vez entregada, la mujer Tauro sabe cómo mantener dulcemente satisfecho a
su hombre. Y una vez que el hombre Cáncer se ha decidido a abalanzarse, se transforma en un amante como

u
no hay otro, sobre todo desde el punto de vista de su persistencia.
Las versiones que existen acerca de la discreción que el Cangrejo guarda en torno de sus sentimientos e
intenciones durante el período de galanteo, no son exageradas. En la primavera de 1973, recibí por correo un
ejemplar encuadernado en tapas duras de mi primer libro, Sun Signs (Los signos del Zodiaco y su carácter).
Me lo enviaba desde Londres un hombre Cáncer, que había agregado al volumen la siguiente nota: «Estimada
señorita Goodman: Estoy enamorado de una maravillosa chica Tauro. Ésta es todo lo que usted dice en el
an
capítulo sobre 'La mujer Tauro' y me voy a casar con ella. Le agradeceré mucho que le dedique y autografíe
este ejemplar de su libro A Maggie, una encantadora Tauro, y que me lo devuelva a la dirección que figura al
pie. La saludo muy atentamente, etc...». Esta nota tenía una posdata: «Por favor, no escriba nada en el libro
sobre los Cangrejos. Ella no sabe que hago esto, y le pediré a un amigo que se lo lleve al aeropuerto
Heathrow, donde trabaja, para que no sospeche que se lo he enviado yo. No quiero que adivine lo que siento
por ella. Nos conocimos hace apenas unos pocos meses. Gracias».
Yo estaba un poco preocupada por Maggie, pero resistí la tentación de alertarla. Como sabía que era una
Tauro, imaginé que tendría la paciencia necesaria para esperar hasta que él se resolviera a declararle
francamente su amor. Como esto ocurrió hace varios años, dudo que ella haya podido evadirse de la tenacidad
del Cangrejo. Probablemente ya están casados, y son los padres orgullosos de unos Toritos o Vaquitas o Can-
grejitos. Si es así, ¡aprovecho esta oportunidad para felicitarlos!
La relación entre Cáncer y Tauro puede parecer casi perfecta, y es indudablemente mejor que la
combinación romántica media. Pero esto no significa que estará totalmente despojada de defectos. Por
M

ejemplo, tomemos el complejo filial de Cáncer. Es posible que él sea uno de los afortunados que consiguieron
superar la adolescencia y graduarse de adultos, adaptándose a la idea de que la madre sólo es una persona
más... una persona maravillosa, desde luego, pero sin dejar de ser por ello sólo otra persona asociada a su
vida. En este caso, la chica Tauro será afortunada, porque la admiración y el respeto vehementes de él por su
madre sencillamente aumentarán su devoción por todas las mujeres, incluida ella.
Pero también es posible que él sea uno de esos Cangrejos que nunca terminaron de resolver su trauma
filial. Este tipo de hombre Cáncer (y recordad que el signo de Cáncer simboliza la maternidad, y que la parte
del cuerpo que representa es la de los pechos) alimenta un feroz resentimiento inconsciente porque lo
destetaron. Así que resuelve secretamente su dilema secreto ya sea rechazando fríamente a su madre... o
manteniéndose totalmente atado a ella. Ninguna de estas dos actitudes genera un clima emocional sano, y la
mujer con la que se case experimentará seguramente algunas repercusiones ocasionales. Si él no ha optado
por el rechazo sino por la dependencia, es posible que esto cree algunos problemas, que pueden poner a
prueba la paciencia de la mujer promedio. Afortunadamente, la chica Tauro no es una mujer promedio, y la
paciencia es uno de sus puntos fuertes. (También lo es su fuerza de carácter cuando se le agota la paciencia y

13 
 
resuelve plantar cara enérgicamente, reacción ésta que casi siempre pone al Cangrejo en su lugar y deja las
cosas muy claras, con una elocuente insinuación de que no aguantará más.)

CÁNCER: Pimpollito mío, disculpa que me haya retrasado, pero pasé por la casa de mamá, y nos pusimos a
evocar el pasado y... mira, mamá te envía esta enorme cesta de fresas frescas de su jardín. ¿No te parecen
apetitosas?
TAURO: Las fresas me producen urticaria. Os he dicho a ti y a tu madre por lo menos una docena de
veces que las fresas me producen urticaria. (Pausa cargada de tensión.) Como no estabas aquí, debí
colocar sola las persianas enrollables. ¿Qué te parecen? CÁNCER: Bueno, son bonitas, palomita mía,
pero. ..
TAURO: ¿Pero qué?

CÁNCER: Es que mamá dice que las persianas enrollables traen más problemas que soluciones. Las
tablillas se rompen a cada rato, son difíciles de limpiar... y como ella dice, las cortinas son mucho más

ki
hermosas, y más alegres, y todo lo demás. ¿No te parece? TAURO: No, no me parece. No tengo
cerebro. Soy una estúpida. Un robot.
CÁNCER: No te pongas nerviosa, corazoncito. Estás agotada de tanto trabajar. Te mereces un premio.
Esta noche cenaremos fuera, y después iremos al cine.
TAURO: Prefiero quedarme en casa y presenciar el reparto de premios de la Academia, por TV.
Podemos encargar una pizza.
CÁNCER: Mamá dice que puede dejarte ciego y que causa síntomas de paranoia. T AU RO :
¿Comer pizza?

u
CÁNCER: Pasar tanto tiempo mirando la televisión en colores.
TAURO: Esta noche tengo ganas de comer pizza, y de presenciar el reparto de los Oscar, así que no sigamos
discutiendo.
CÁNCER: Está bien, pero mamá dice que puede obstruirte las arterias.
TAURO: ¿Cómo cree tu madre que la televisión en colores puede perjudicarte las arterias? Me fascinan sus
conocimientos médicos.
CÁNCER: La pizza. Mamá dice que la masa saturada de almidones y las especias calientes son un veneno,
an
y últimamente hemos comido demasiado de lo uno y de lo otro. Se me ocurre una idea. Esta noche iremos a
cenar con mamá. Está sola, y. está preparando empanadillas de pollo y...
TAURO: ¿Las empanadillas de pollo no contienen almidón, verdad?
CÁNCER: No, como las prepara mamá. Ella... ¿eh, qué haces?
TAURO: ¿Hablo con el Palacio de la Pizza? Habla Gertrude Glassberg. Envíeme una pizza pequeña, por favor.
No, esta vez no la necesito grande. Mi marido y yo hemos resuelto separarnos a prueba.
CÁNCER: ¿Qué has dicho? Tesorito, sinceramente creo que...
TAURO (hoscamente): Prepara tus maletas. Y date prisa. Las empanadillas de mamá se van a enfriar.

La paciencia de Tauro tiene límites. Naturalmente, no todos los Cangrejos están tan fuertemente atados
como éste a las faldas de su madre, pero puede ser escabroso tener que competir con la imagen de la
feminidad perfecta. Igualmente, la chica Tauro también sabe preparar empanadillas, a menudo confecciona
sus propias ropas, es ahorradora, huele bien (las chicas Toro adoran el jabón perfumado, y todos los
accesorios) y es inusitadamente sensual. Así que ya veis, tiene unas cuantas virtudes que mamá no puede
M

superar.
La relación física entre ellos será ideal... o tan ideal como quieran que sea y como la ayuden a ser.
Ciertamente cuentan con los recursos potenciales para lograr la armonía. La naturaleza sexual de ella es
profundamente afectuosa, tierna y desprovista de complicaciones. Él también es profundamente afectuoso y
tierno... aunque quizás un poco más complicado. La satisfacción tangible de los sentidos y la realidad terrenal
de la pasión son importantes para la mujer Tauro, en tanto que el desahogo emocional de la anión sexual lo es
para el hombre Cáncer, pero no es forzoso que estas necesidades ligeramente distintas choquen entre sí. En la
expresión taurina del amor sexual hay un elemento cálidamente protector que parece responder al clamor
silencioso mediante el cual Cáncer pide que lo envuelvan en nubes de ternura, y que alguien enjuague sus
lágrimas... y aleje todos sus temores a quedarse solo, indeseado. Cuando una mujer Tauro expresa su
devoción a través del acto amoroso, no hay juegos, ni fantasías, ni falsa modestia: sólo una cómoda sensación
de entrega. Aunque el hombre Cáncer tiene un concepto más imaginativo del acto amoroso, ésta es
precisamente la seguridad sexual que anhela secretamente, en el fondo del alma.
Dos personas que se aman no pueden evitar lastimarse la una a la otra, de cuando en cuando, pero en el

14 
 
caso del Toro y el Cangrejo la lesión puede durar más que en el de otros signos solares. Los dos deberán
comprender que se trata de un derroche de tiempo y de una tensión emocional innecesarios, porque el
menoscabo no fue intencionado. Es posible que en lugar de debatir el problema, como Géminis o Libra, de
desahogarse mediante un estallido de cólera pasajera, como Aries o Leo o Sagitario, o de remontarse por
encima de él, como Acuario y Piscis, este hombre y esta mujer permitan que la herida eche raíces profundas y
se transmute en una frialdad que puede ser más peligrosa para la relación que e' malentendido inicial. Cuando
una mujer Tauro está ofuscada tiende a enfurruñarse, y después se trueca en una imponente roca de terquedad.
Cuando el Cangrejo ha sido herido, se repliega dentro de su caparazón, para llorar y compadecerse a solas, y
teme tomar una iniciativa, aunque ésta implique disculpar y disculparse, no sea que le cause más dolores. Ya
veis. Una Tauro testaruda, que se niega a decir «Lo siento», cuando lo siente sinceramente, y que incluso se
toma su tiempo para aceptar una tímida propuesta de paz de su pareja... y el Cangrejo quebrantado, que espía
medrosamente desde debajo de su duro caparazón, trémulo de dolor por dentro, y que a veces hace chasquear
coléricamente sus pinzas para disimular el dolor que le produce el desamor, aunque éste sólo sea temporal.
Esta no es precisamente una atmósfera propicia a la reconciliación.

ki
Quizá sería mejor que lo enfocaran desde otro punto de vista. Enfurruñarse en silencio es poco práctico.
(Ambos aborrecen ser poco prácticos.) No conduce a ninguna parte, como no sea al túnel oscuro de una
mayor soledad. (Ambos odian los túneles oscuros.) Lo que ella debe hacer es utilizar su hermosa paciencia
inspirada por Venus (Venus es su planeta regente, ya sabéis, hasta que descubran y bauticen a Pan-Horus, y
hasta que Tauro devuelva a Libra, o sea a donde corresponde, la influencia que le ha prestado Venus.) Si ella
espera el próximo cambio de la Luna (regente de él) le bastará sonreír y susurrar: «Te amo»... y él saltará de
debajo de su caparazón y se le arrojará a los brazos.
Lo que él debe hacer es utilizar su hermosa percepción propia de Cáncer, inspirada por sus vibraciones

u
lunares, para entender cuánto más susceptible es esta mujer al afecto físico que a la elocuencia verbal, y en
lugar de firmarle tímidamente sus notas «Adivina quién» y de meterlas en la caja de detergente con la
esperanza de que ella las encuentre mientras prepara la colada... debe limitarse a tomarla fuertemente entre
sus brazos, como sólo puede hacerlo un. Cangrejo, y estamparle un beso rotundo. Entonces ella se acurrucará
junto a su corazón, que es donde debe estar.
Y dejad que mamá use al gato para rellenar sus empanadillas.
an
M

15 
 
Hombre TAURO Mujer CÁNCER
«Ella pretende que quite los barrotes a la ventana —pensó Peter—, pero no lo haré, yo, no. »
Volvió a espiar, y las lágrimas no habían desaparecido, o habían sido sustituidas por otras
dos.
Imagine que usted es un peñasco inmenso, plantado en la cima de una montaña. Nada lo asusta, ni lo
mueve. Es tan sólido que las tempestades de miles de años-ni siquiera han arañado su superficie, a pesar de
que han desgastado rocas más pequeñas hasta transformarlas en guijarros inermes. Entonces, un día gélido,
una gota de agua aparentemente inofensiva lo salpica refulgentemente, y se desliza en una profunda grieta de
su parte central, que está allí desde que usted ha nacido, pero que las lluvias y los vientos han pasado por alto
hasta ahora. ¿Qué hará usted?
No hará nada. Usted, que ha resistido durante siglos a torrentes y tornados, no tiene nada que temer de

ki
una gotita de agua. Al día siguiente, la temperatura baja a cero, y la gota de agua se hiela en su centro. La
congelación la dilata, y la dilatación lo hace sufrir. Puesto que antes nunca nada ha conseguido debilitar su
fortaleza, ¿cómo reacciona ante una gota de agua que se está expandiendo dentro de usted y que amenaza con
partirlo en dos?
Una sosegada y exigua meditación como la precedente arrojará mucha luz sobre lo que siente un hombre
Tauro, terrenal e invulnerable, cuando se enamora de una líquida, mansa y a veces lunática doncella lunar.
Ésta puede sacudirlo hasta sus cimientos. Pero ya es demasiado tarde. Ella ya ha penetrado en el lugar secreto
al que nunca nadie había conseguido llegar cabalmente hasta entonces: su corazón. Puesto que el corazón del
Toro es tan fuerte como su voluntad y su cerviz, probablemente no se partirá en dos. Pero nunca volverá a ser

u
el mismo, una vez que esta chica lo haya tentado a correr por la playa bajo el cielo de medianoche, siguiendo
la trayectoria zigzagueante del Cangrejo, llorando y riendo... y sintiendo. Tauro lo sabe todo acerca del tacto,
pero sentir es una palabra ligeramente distinta. Ella le enseñará todas sus acepciones y sinónimos.
De cuando en cuando una chica Cáncer aducirá que no es típica de su signo solar porque: «No me gusta
guisar, no quiero tener hijos y aborrezco quedarme en casa». No deje que lo engañe como se está engañando a
sí misma. Si revolotea con los desplazamientos laterales propios del Cangrejo, ello se debe a que no ha
an
encontrado al hombre que anhela secretamente, al que la protegerá y la envolverá en espesos mantos de devo-
ción. Es posible que interiormente le encanten los niños y la cocina y las faenas domésticas, pero no se
plantará frente a un horno caliente ni mecerá una cuna por cualquier hombre. Hasta que él se materialice,
surgiendo de sus ensueños bañados por la luz de la Luna, encubrirá sus tiernos sentimientos maternales y su
feminidad romántica tras una fachada de ambición: ambición de seguridad económica, de prosperidad
profesional y de imagen pública, repartiendo bromas por todas partes, con accesos intermitentes de risitas de
Pájaro Loco que dicen (o pretenden decir): «¡A mí qué me importa!». Pero si escucháis las vibraciones
ocultas, su risa lunar susurra un mensaje anhelante: «Estoy sola y asustada y triste... ¿acaso los sueños nunca
se convierten en realidad?».

Sí, se convierten. Si creéis en ellos. Se convierten en realidad, enfática e irrevocablemente. La fórmula es


tan engañosamente simple que sólo unas poquísimas personas descubren su veracidad. El Galileo lo expresó
en estos términos: «Pedid todo lo que queréis como si ya lo hubierais recibido, y os será hecho». Realmente es
M

así de sencillo. Si verdaderamente lo deseáis, «ya no es un sueño». Lo que imagináis se materializará sin un
ápice de duda, y el elemento tiempo dependerá únicamente de la intensidad de la imagen. Sin embargo, la
chica Cáncer suele pedir las cosas, no «como si ya las hubiera recibido», sino como si el destino no tuviera la
menor intención de concedérselas nunca. Por tanto, el destino no se las concede. Se trata sencillamente de
trocar en positivas las vibraciones negativas que ella irradia.
El hombre Tauro no se apresura a iniciar el romance. Aunque tiene una desmesurada capacidad de amar,
ésta no se expresa de la noche a la mañana en un compromiso verbal o físico. Sin embargo, una vez que
florece, florece maravillosamente y, casi siempre, definitivamente. La estabilidad es algo que la doncella
lunar necesita, no obstante su caprichoso y emocional espíritu errabundo. Al igual que ella, este hombre no se
entregará totalmente hasta que aparezca en escena la mujer apropiada. Se tomará su tiempo para decidirse,
pero su capitulación, cuando se produce, es a menudo instantánea, y su fidelidad es eterna... si el
comportamiento incorregible de su pareja no le agota la paciencia.
La mayoría de los hombres Tauro (no todos, pero sí la mayoría) no experimentan el amor en su total
plenitud sexual y emocional hasta después de pasada la adolescencia (o aun hasta más tarde), cuando ya hace

16 
 
mucho que sus camaradas han contabilizado decenas de «conquistas», convivencias y algunos matrimonios.
Pero no olvidéis nunca que el Toro es harto capaz de compensar el tiempo perdido, y vale la pena esperar la
profundidad e intensidad de su amor. Ella puede consolarse pensando que, si bien él no se somete fácilmente,
tampoco querrá separarse rápidamente. Este rasgo ciertamente cautivará a la chica Cangrejo, que es lenta para
coger las cosas... y aun más lenta para soltarlas. Esto vale para los chales raídos, los paraguas rotos, los
espejos astillados, las bolsas usadas de comida para el perro, los tubos vacíos de lápiz de labios, la cinta
rosada de su antiguo gorro de bebé, las botellas y los botes sin tapa, las tapas sin botella y sin bote, las medias
barras de las cortinas, los periódicos a los que se les han recortado todos los recortes, los resguardos con la
fecha vencida, los lápices totalmente gastados a los que sólo les queda una goma de borrar mocha, y los
antiguos amantes (a menos que tenga un ascendente o signo lunar Acuario o Géminis, en cuyo caso es posible
que arroje a la basura objetos realmente valiosos, y después que quede perpleja porque no los encuentra varias
semanas más tarde).
El Toro es posesivo (lo cual no significa estrictamente lo mismo que celoso) y su forma de amar suele ser
consistente, sensata y práctica, casi nunca emocionalmente inestable, caprichosa o indebidamente entusiasta...

ki
¡pero sí íntima! Aunque los dos tienen muchos puntos en común, en esto no se parecen. La doncella lunar
puede dejar que los celos infundados la torturen y la suman en una profunda depresión... o peor aún, en una
actitud recelosa, angustiada y monopolizadora que puede enfurecer al Toro. (No le molesta demasiado que lo
monopolicen, pero de lo que puede prescindir es de la desconfianza.) A veces la imaginación activa de ella la
induce a alimentar temores que, si bien se fundan más sobre la fantasía que sobre la realidad, pueden generar
torrentes de lágrimas y una pizca de histeria. Éste parece ser un caso perdido, pero en realidad no lo es. En
verdad, pocas combinaciones de signos solares encierran tantas promesas de éxito como la de Tauro y Cáncer,
una vez que ambos toman conciencia de quiénes son y a dónde van.

u Tauro ya sabe casi todo lo que le concierne. Regido temporalmente (hasta que descubran e identifiquen a
Pan-Horus) por el armonioso y pacífico planeta Venus, es más propenso que ella a mantener una actitud
equilibrada respecto de sus diferencias. A ella la rige la Luna, que es una reflectora de luz. De modo que la
mujer Cáncer refleja instintivamente los estados de ánimo que la rodean, y en verdad, cada cambio que se
produce en su entorno inmediato se refleja, como si de un espejo se tratara, en su corazón y su cerebro. A
veces tantos reflejos eclipsan su auténtica personalidad. A la doncella lunar no le resulta fácil saber quién es
ella misma y a dónde va, aunque disfruta de una extraña sensibilidad para captar los sentimientos e
an
intenciones ajenos. Muchísimas personas le confían sus secretos, y reciben como compensación por ello una
tierna comprensión y sabios consejos. Sin embargo, es casi imposible arrancarle sus propios secretos.
Es posible que el Toro le diga: «No te comprendo. Juras que me amas, pero pasas todo el tiempo
corriendo de un lado a otro, procreando ideas e hijos, comprando ropas, llevando paquetes de las sociedades
filantrópicas a tus amigas, trabajando para la asociación de padres y maestros y para organizaciones
ecologistas y para el club de jardinería, escuchando música, pintando cuadros, ingresando dinero en el banco,
estudiando francés, visitando el planetario, y mirando la Luna a solas, en el patio del fondo. No me necesitas.
Aquí no soy más que un estorbo». Ahora bien, es posible que después de escuchar semejante arenga ella
comprenda en qué consiste el problema. El está dolorido porque no le prestan la atención que necesita, ni le
dan las palmaditas en la espalda y los abrazos afectuosos y los besos que anhela para sentirse seguro de que lo
aman. Sin embargo, como él carece de la sensibilidad lunar de ella, tal vez no entienda hasta qué punto su
compañera necesita todas esas actividades y trajines, así como su mundo de ensueños, para poder devolverle a
la vida el reflejo de todo lo que absorbe al vivirla.
M

Salta a la vista, entonces, quién ha de tomar la iniciativa de agitar la ramita de olivo. El que mejor percibe
lo que le sucede al otro. O sea, desde luego, ella.
Igualmente, los esfuerzos de la dama lunar para reconciliarse con él pueden parecer un poco vagos y
tortuosos al Toro llano y desprovisto de complicaciones. Primeramente, ella se refugia en el llanto, y después
se arrastra de soslayo hacia él. Esto lo confunde. ¿Cómo ha de interpretar el mensaje cuando ella le mete una
manzana asada bajo la almohada o deja un poema sentimental bajo su pastilla húmeda de jabón, en la ducha?
El jabón se ha pegado al papel, borroneando las palabras, y él no sabe si ésa es o no una carta de despedida.
Ella debería abordarlo directamente y decirle: «Te necesito y no puedo vivir sin ti, y el motivo por el cual
revoloteo constantemente es...», etcétera, etcétera. Después debería demostrárselo físicamente... en el único
lenguaje que entiende el Tauro. Un lenguaje sencillo. Claro. Veraz. Concreto. Y sensual. A él no le gusta que
lo provoquen. A ningún Toro le gusta que lo provoquen.
A menos que existan graves discordancias entre sus planetas natales en sus respectivas cartas de
nacimiento, su compatibilidad sexual es generalmente excelente. Es posible que de cuando en cuando ella
desee que él sea un poco menos torpe cuando hace chistes románticos y un poco más delicado cuando expresa

17 
 
su pasión verbalmente. Pero en general, el tacto de Tauro es todo lo refinado y delicado que se puede pedir.
Su virilidad masculina puede estimular a esta chica insegura hasta hacerla salir de su caparazón,
prometiéndole las satisfacciones que la mayoría de las mujeres sólo conocen a través de la lectura de novelas.
El Toro le producirá a la doncella lunar la sensación de que la aman tiernamente, de que la desean
tórridamente... y sí, de que la dominan sexualmente (que es lo que en realidad desea, en el fondo del corazón).
No frunzáis el ceño, defensores de la igualdad de derechos. Algunas mujeres, aunque no todas, disfrutan
al ser «conquistadas» por los machos, por lo menos físicamente. Claro que la auténtica igualdad implica que
ninguno de los dos sexos es superior, y que por tanto ninguno debería someterse al otro, o dominarlo. Pero la
relación sexual entre un hombre y una mujer es totalmente distinta de su intercambio intelectual, o de la
magnitud de su éxito. Se trata de un tipo de química emocional muy personal e individual... no siempre
previsible.
El hombre Tauro le dispensará a la mujer Cáncer tanto afecto que disipará los temores que ella acumuló
desde su infancia, o sea, los temores de que nadie la desea o la necesita realmente porque la mayoría de las
personas son más capaces que ella, en todos los contextos. Él, sí. Él la desea, y la necesita. Y si ella se lo

ki
permite, se lo demostrará de manera inequívoca.

A esta dama le resulta difícil resistirse al auténtico amor cuando se lo ofrecen con la sinceridad con que
se ofrece el amor de Tauro. A cambio, ella lo adorará locamente (con énfasis en la locura, durante la Luna
llena) y probablemente no lo abandonará nunca... a menos que él la ponga de por medio en un altercado con la
familia de ella, u insulte a la madre de ella (un pecado cardinal para el signo cardinal de Cáncer, si se trata de
un Cangrejo típico). Entonces es posible que la pierda por un tiempo. Esta chica es vehementemente leal a su
madre, casi siempre, y a veces a su padre la sigue muy de cerca en el orden de prioridades. Pero volverá al

u
Toro cuando cambie la Luna (suponiendo que él se disculpe, claro está). Puesto que él es muy testarudo, es
posible que la reconciliación no se produzca nunca si ella no lo entiende y no lo disculpa antes de que él pida
perdón. Él no suplicará nada.
Ella es tan voluble... ¿o acaso es inconstante? Él es tan paciente... ¿o acaso es obstinado? ¿Lo uno o lo
otro? La auténtica respuesta depende del criterio con que se lo mire. Mientras él usa sus anteojeras taurinas,
no puede ver ninguna verdad, y por eso parece testarudo.
Mientras ella mira su espejo lunar, la verdad queda a veces deformada, y por eso sus emociones parecen
an
fluctuar de manera poco fiable. Pero cuando la atmósfera esté turbia, ellos siempre podrán reencontrarse, en
medio de la niebla, si meditan acerca de este antiguo probervio: Buscad la verdad, y la verdad os hará libres.
¿Cuál es la auténtica verdad? El amor. El amor generoso, el amor que sabe disculpar. El amor genuino.
   
M

18 
 
GÉMINIS CÁNCER
Aire - Mutable - Positivo Agua - Cardinal Negativo
-

Regido por Mercurio Regido por la Luna


Símbolo: los Gemelos Símbolo: el Cangrejo
Fuerzas diurnas Masculino
- Fuerzas nocturnas Femenino
-

ki
La relación GÉMINIS-CÁNCER
—Ojo, no estoy muy seguro de que tengamos un estudio, pero hacemos cuenta de que lo
tenemos, y es lo mismo. i Upalá!
Se alejó danzando... y todos exclamaron «I-Upalá!» y danzaron detrás de él, buscando el

u estudio, y no recuerdo si lo encontraron, pero de todas maneras encontraron rincones, y todos


ellos se acomodaron.

Se está desarrollando una fiesta. Cerca de la mesa de los canapés, cargada de lonjas de queso, de
tentempiés (de la mejor calidad) y de otros manjares, se oye una voz, fuerte y cálida, entrecortada por risas,
que atrae a una multitud... (una voz femenina).
an
«... y el primer día que estuve allí, resolví salir a cabalgar, por las montañas. Como no había nadie que
pudiera verme, me quité la blusa, porque deseaba broncearme íntegramente, ¿entendéis? Ahí estaba, montada
sobre ese alazán, tan desnuda como Lady Godiva de la cintura para arriba, y ya sabéis que soy muy recatada.
Era fabuloso. Bueno, después de un par de horas estaba roja como un camarón, y pensé que era hora de volver
al establo donde había alquilado el caballo. Pero cuando estiré la mano para coger la blusa y ponérmela, no se
hallaba donde la había dejado. Había resbalado del arzón de la silla quién sabe en qué lugar del bosque. ¿Me
imagináis volviendo a caballo, y enfrentando, semidesnuda, a todos los hombres del establo? Naturalmente,
me eché a llorar abochornada. Sabía que eso era totalmente imposible. Así que le dije al caballo, medio
histérica...»

Al mismo tiempo, desde un lugar contiguo a otra mesa, cargada con agua mineral, zumos de fruta, y varias
botellas de vino tinto y blanco, llega otra voz, clara y chispeante, con perfecto énfasis y sincronización, en
tanto se congrega una segunda multitud...
M

«... de modo que este fulano de Indiana vuelve todas las noches borracho a casa durante años, hasta que
finalmente su esposa amenaza con abandonarlo. Como la ama realmente, se enmienda durante unos meses.
Hasta que una noche pierde el control, pilla una curda, y olvida durante tres días y tres noches dónde vive.
Después teme volver a casa, porque es posible que ella no lo perdone. Así que se exprime el cerebro. Entra en
una cabina telefónica, echa una moneda, marca el número de su casa, y cuando lo atiende su esposa, grita:
"¡Oh, Helen, cuánto me alegra oir tu voz! Pensé que nunca volvería a oírla. Ahora escucha bien. Estoy en
Arizona y mañana llegaré a casa, pero pide a la policía que interfiera el teléfono apenas yo corte... y si llaman
antes de que yo llegue, ¡NO PAGUES EL RESCATE... PORQUE ACABO DE HUIR!".»

Géminis y Cáncer son excelentes narradores. La capacidad del Cangrejo para recordar los detalles y para
contar una historia con refinada sensibilidad, condimentándola con la imaginación y el humor lunares, puede
mantener en trance a una multitud. Si en la habitación también hay un Géminis que urde historias
descabelladas con ingenio y simpatía, y que quizás hace como complemento algunos trucos con naipes, los

19 
 
espectadores no sabrán hacia cuál de las tres pistas del circo es mejor volver la vista. (Una pista para Cáncer y
dos para los Gemelos. Cuando se trata de Géminis todo es por partida doble.)
Es posible que antes de que concluya la fiesta, Cáncer o Géminis, o ambos, extraiga, una cámara y
empiece a sacar fotos. Géminis y Cáncer comparten el amor por la fotografía con Leo y Piscis, y éstos son
los cuatro signos solares con más posibilidades de convertirse en fotógrafos profesionales, todos ellos por
distintas razones. La mayoría de los mejores fotógrafos nacieron bajo uno de estos cuatro signos, o tienen la
Luna o el ascendente allí... y entre ellos prácticamente monopolizan el mercado.
Otra semejanza entre el Cangrejo y los Gemelos consiste en que sus auras tienen muchos matices de color,
porque ambos son muy tornadizos. Cáncer vira de los azules oscuros de la depresión al rosa del
sentimentalismo, chapotea en el marrón del mal humor o en los fangosos verde lima del miedo y la
hipocondría, y después vuelve arrastrándose a la nostalgia teñida de color lavanda y a la risa rosada.
Géminis revolotea del júbilo amarillo brillante al índigo de la desesperación, experimenta con los rielantes
ensueños plateados y con el oro de la esperanza, después se zambulle en el gris del abatimiento, del cual salta
rápidamente al blanco refulgente de la fe infantil.

ki
Cuando sus auras se mezclan, están representados todos los colores del espectro, desde el éter transparente
hasta el ultravioleta... y unos cuantos tonos y matices adicionales que todavía no han sido observados, y
menos aún bautizados.
Ambos son soñadores, y expertos en el arte de obtener publicidad (aunque los Cangrejo simulan que ésta
no les interesa, no engañan a nadie: les encanta llamar la atención). Ambos también tienen una imaginación
vivaz, y son igualmente propensos a reír en público y llorar en privado. Tal vez penséis, entonces, que es
difícil distinguirlos. No lo es. Es tan fácil como distinguir a un ave que está en el aire de un cangrejo que está
en la playa. La primera vuela a merced del viento o de una brisa cambiante, agitando las alas, mirando

u
velozmente en una y otra dirección con sus ojos brillantes. El otro se arrastra cautelosamente a lo largo de la
costa, cerca del agua, a la luz de la luna... hacia atrás, hacia el costado, lenta y deliberadamente. Ambos
resultan a menudo divertidos. Ambos cambian de humor sin aviso previo.

Aunque a ratos sus formas de comportamiento sean parecidas, en lo que concierne a sus naturalezas
básicas, Géminis y Cáncer, como todas las otras configuraciones de signos solares 2-12, son tan distintos
an
como la noche y el día, tan positivos y negativos como los polos norte y sur... y, en este caso, tan diferentes
como el Aire y el Agua (que lo son, y mucho, como deberéis admitir).
Los Gemelos son mutables. Por tanto, prefieren corretear de un lado a otro, de acá para allá, comunicando
ideas y ensueños, en lugar de ser los mandones y de dirigir el espectáculo. Los Cangrejos son cardinales, así
que no les gusta comunicar nada (y menos aún sus propios secretos) y prefieren llevar la batuta... no
necesariamente en el primer plano, con una banda de música, pero sí en una franca posición de mando.

Como lo influye la vibración 2-12, Géminis intuye (porque Cáncer es el signo situado delante de Géminis en
la rueda kármica) que él o ella tiene mucho que aprender de la cautela y la prudencia y la discreción de los
Cangrejos: la capacidad de sentarse a esperar pacientemente, y la tenacidad necesaria para sustentar una idea
hasta que ésta pase de la forma brumosa a la sólida. Como Géminis es el signo situado detrás de Cáncer, el
Cangrejo lleva ansiosamente, en el alma, un vago recuerdo de lo que era vivir acuciado por los múltiples
M

anhelos de Mercurio, explorando el mundo en busca de un lugar donde asentarse, y sin embargo con pocas
ganas de permanecer demasiado tiempo en un mismo punto, por temor a perderse algo más excitante. Los
Cangrejos recuerdan, ¡ah!, vaya si recuerdan... y así, regidos en esta existencia presente por la Luna
fluctuante, sienten que los consume periódicamente la fiebre de viajar, y al mismo tiempo los retiene el miedo
(emanado del mismo recuerdo interior kármico) de perder, a la manera de Géminis, lo que ya poseen. Por eso
los Cáncer casi siempre permanecen junto a la lumbre del hogar, volando (normalmente) sólo con la
imaginación, bajo la Luna llena o nueva, sin correr ningún peligro durante estos vuelos imaginarios a la vera
del nido doméstico. Pero los Cangrejos toleran a menudo mejor que la mayoría de los otros signos solares el
desasosiego de los Gemelos, porque lo entienden.
Los Géminis no tienden a perseverar en las relaciones de amistad, negocios y amor. En todo caso, las
retienen con demasiada ligereza e informalidad, las sueltan con demasiada prisa y a veces las desechan
demasiado pronto. Cáncer se aferra como si en ello le fuera la vida (exceptuando a aquellos Gemelos y
Cangrejos cuyos signos lunares o ascendentes tienen un fuerte antagonismo con sus soles natales, e incluso en

20 
 
estos casos el conflicto es sólo periódico y temporal). Los Cangrejos típicos temen que. si aflojan las pinzas,
quedarán flotando a la deriva en aguas desconocidas, despojados de los elementos que los reconfortan y les
resultan familiares.
Por supuesto, algunos Cangrejos afirmarán vehementemente que carecen de este rasgo: aquellos cuyas
cartas natales contienen una Luna o ascendente Aries. Géminis o Sagitario. Aun así, no os dejéis impresionar
demasiado por sus asertos, y sobre todo por sus alegatos de que no guardan las cosas ni se aferran a ellas. Su
tenacidad es ubicua. Sólo asume algunas formas sutiles en cada criatura lunar específica. Pero si la buscáis
con perseverancia, la hallaréis.

Un psiquiatra Géminis, cuya consulta está en la planta baja de un edificio donde yo viví en otra época, me
contó el caso de una paciente Cáncer a la que trató una vez de una ligera neurosis. Ahora la Cangrejo está
totalmente curada, feliz y conforme. y ya no lloriquea. En la primera visita al psiquiatra puso tanto énfasis en

ki
la nostalgia v la seguridad financiera, que el signo solar de la reservada paciente se dejó entrever. Después de
escucharla durante un par de horas, el psiquiatra Géminis, aunque fascinado, empezó a inquietarse, porque ya
hacía demasiado tiempo que estaba sentado en un mismo lugar, así que activó uno de sus rápidos cambios
mercuriales de tema y comentó:

—Apuesto que ha nacido bajo el signo de Cáncer.


—Sí, es cierto —respondió la sorprendida paciente—. Ha sido muy listo al descubrirlo, porque no tengo
absolutamente ninguna de las típicas características lunares. La astrología afirma que Cáncer es perseverante

u
y tenaz. Yo no. No lo soy en absoluto. Y tampoco soy ni remotamente posesiva. No guardo las cosas y no me
aferro a ellas.
—Bueno —dijeron volublemente los Gemelos—, quizá se trata de su signo lunar. Ahora concertaremos
una cita para la semana próxima.

CANGREJO: Quiere que me vaya, ¿no es verdad? Quiere librarse de mí porque lo aburro como paciente, y
piensa que estoy tan chalada que ni siquiera usted podrá ayudarme. Esto es lo que me quiere insinuar.
an
LOS GEMELOS: No, no... claro que no. De ninguna manera. Sólo se trata de que esta noche debo pronunciar
una conferencia en Chicago, y si no estoy en el aeropuerto dentro de un cuarto de hora, perderé el avión.
CANGREJO: Entiendo. Y desea que me vaya. Me insinúa que me vaya. ¿No es así?
LOS GEMELOS: No. Quiero decir, sí. Bueno, no se trata de que desee que se vaya. Pero temo perder el
avión, eso es todo.
CANGREJO: ¿Tal vez podría ir con usted en el taxi hasta el aeropuerto? Y si regresa mañana, podría venir a
cenar a mi casa. Preparo unos spaghetti sin carne realmente sabrosos.
LOS GEMELOS: Me encantaría, pero... ya he concertado otra cita para la noche de mañana, cuando regrese.
CANGREJO: (sollozando) Me odia. Entiendo sus indirectas. Me iré.
LOS GEMELOS: Por favor, no llore. Se equivoca. No pretendo librarme de usted. Ojalá pudiera llevarla a
Chicago conmigo. Me encanta su compañía. Se lo aseguro. CANGREJO: (considerablemente reanimada).
¿De veras? Está bien, ¿entonces puedo volver pasado mañana, en lugar de dejarlo para la semana próxima?
Lo más gracioso es que ahora la paciente Cáncer, la doncella lunar, está casada con el psiquiatra Géminis, y
M

son muy felices. Confío en que esta breve historia servirá para hacerle entender al Géminis de cualquier sexo,
edad o profesión, que está asociado de alguna manera con un Cáncer, que el dócil puede echarle la zancadilla
al listo, ya sea en el romance o por encima de la mesa en un juego de naipes o en una transacción comercial,
para no hablar de lo que sucede en la carrera alrededor del círculo familiar.
Los Cangrejos son hombres, mujeres y niños impresionables y sensibles. Tienden a estar periódicamente
contrariados y mustios, cavilando sobre agravios reales o imaginarios. Pero en general los Gemelos pueden
engatusarlos con zalemas o palabras engañosas, hasta hacerlos salir nuevamente de sus caparazones. Géminis
es el trotamundos mental (o real), un peregrino solitario, desarraigado, emocionalmente (y a veces literal-
mente) desprovisto de hogar, que está extraviado y busca... el niño eterno. Cáncer es la madre (o el padre)
eterna, protectora, cálida, tierna y estimulante. No es extraño que estos dos confluyan... se separen... después
vuelvan... después se separen nuevamente.
El elemento Agua, cuando satura el Aire con suficiente humedad, genera un chubasco que despeja la
atmósfera de niebla, smog... y malentendidos. Por consiguiente, Cáncer puede hacer que Géminis vierta esos
deseos gemelos, que derrame algunas lágrimas sinceras, y que se detenga un momento, de cuando en cuando,
para recordar las cosas que importan de veras.

21 
 
Mujer GÉMINIS Hombre CÁNCER
—¿Crees que yo podría ser un gemelo?
—Claro que no —respondieron los Gemelos—. Es tremendamente difícil serlo...
—Realmente no tenía ninguna esperanza —dijo él.

El hombre Cáncer vive en sus sensaciones, en sus emociones y en su imaginación. Le encanta la historia y le
gusta leer acerca de la gloria de los tiempos pasados, desde los bizantinos hasta los medievales y el
Renacimiento. Pero tiene una actitud bastante romántica respecto del pasado (el suyo y el de otros personajes
históricos), y no le gusta que le recuerden que tal vez los Caballeros de la Mesa Redonda tenían algunos
defectos, que los caballos que montaban tenían abrojos en la cola, que usaban camisas sudadas bajo la cota de

ki
malla (los caballeros, no los caballos), que comían con los dedos, y que posiblemente dormían con donosas
muchachas sobre la paja mugrienta.
En la imaginación sentimental del Cangrejo, el caballero tiene modales impecables en la mesa y monta un
corcel inmaculadamente blanco, con la cola suave y cuidadosamente cepillada. Vuelve de sus grandes
cruzadas impoluto y libre de traspiración, para reclamar el pañuelo perfumado de su bella dama. No tiene
nada de malo que un Cangrejo comparta su espíritu de hidalguía con una chica Géminis. Pero ella debe tener
conciencia, aunque él no la tenga, del hecho histórico en virtud del cual muchos caballeros de antaño, después
de guardarse ese pañuelo perfumado bajo la armadura refulgente, buscaban dentro de su visera la llave del
cinturón de castidad de la bella y recatada dama... y a veces se equivocaban de llave.

uO sea que el Cangrejo, como el caballero real o legendario, planea algo más íntimo que guardarse un
pañuelo, aunque su contacto inicial sea muy parsimonioso y cortés.
La chica Géminis puede dejarse cautivar emocionalmente por la escena romántica que la galantería de él
evoca en su propia mente imaginativa. Dada su propensión a soñar despierta, es fácil que ella se vea vadeando
impacientemente el foso, y corriendo después a través del prado cubierto de trébol, en dirección a él, con la
larga cabellera rubia (o sus trenzas negras como el plumaje del cuervo) flotando a sus espaldas. Entonces ella
an
hace una elegante reverencia frente a su caballero Cáncer, montado en el brioso corcel. La escena es casi
auténtica. Ella se sonroja, le tiende tímidamente su perfumado... ¡cuidado! Es posible que a esta altura el
Cangrejo le haya aferrado la mano primorosa con su fuerte pinza, y que no esté dispuesto a soltarla.
Cuando el espíritu posesivo de Cáncer se bate a duelo con el anhelo de libertad de Géminis, el
enfrentamiento puede lacerar cruelmente sus sueños. Después de descubrir que esta chica abarca en realidad
dos mujeres —una que se conforma con acurrucarse dichosamente junto a él en la torre del castillo y otra que
está resuelta a merodear por las lomas, jugando con el antílope, persiguiendo a los mastines o haciendo lo que
sea— es posible que el hombre Cáncer se enfurruñe. También es posible que la ataque con sus pinzas. O que
se recluya como un cangrejo en la tenebrosa y húmeda mazmorra, esperando que ella baje por la escalera de
piedra y lo tiente a salir nuevamente. Si ella está distraída pensando en alguna otra cosa, él deberá esperar
mucho tiempo ahí abajo.
Hay chicas Géminis que, llevadas por el súbito rapto de fantasía o por un capricho mental, olvidaron
M

responsabilidades mundanas como las que concernían a un amante encerrado en una mazmorra. No se trata de
que esta chica no tenga una excelente memoria, pero otros intereses asumen prioridad, a veces incluso sobre
el amor, hasta que se siente sola. Entonces vuelve sobre sus pasos, buscando perdón y consuelo. Así que la
historia puede tener un desenlace feliz, al fin y al cabo, porque el hombre Cáncer es probablemente el más
solícito de los animales de sexo masculino. Nadie puede ser más tierno, afable y comprensivo que un
Cangrejo, con una chica Géminis extraviada y aturdida. Ni siquiera el Toro dulce, ceñudo y protector. Si
existe un aspecto luminario armonioso entre sus cartas natales, podemos dejarlos sobre los escalones de
piedra, mientras el sol se pone lentamente en el oeste, confiando astrológicamente en su dicha perenne,
totalmente seguros de que ella siempre se echará a rodar así como de que él siempre se enfurruñará, pero
también de que ella siempre volverá y él siempre la mimará y la perdonará.

Si el aspecto Sol-Luna entre sus horóscopos no es armonioso, aún no podemos desentendernos de ellos.
Necesitarán un poco de ayuda para evitar que caigan en el foso y se ahoguen... o que desaparezcan tras los
cerros, en diferentes direcciones, montando caballos distintos.

22 
 
Podrán encontrar su cuota de felicidad, pero ella deberá tener paciencia y él deberá ser un poco dúctil. No
será fácil, porque el planeta regente de ella, Mercurio, no irradia vibraciones pacientes. Y la luminaria regente
de él, la Luna, cambia con tanta frecuencia que es imposible contar con la larga duración de una de las fases.
Él tendrá un acceso de temerario desenfreno que se complementará con el de ella, y después volverá a su duro
caparazón antes de que ella tenga siquiera tiempo de disfrutarlo. Se necesita práctica y devoción por ambas
partes. Aunque los estados de ánimo cambiantes que tienen en común tal vez no sean su único problema,
constituirán la base de todos los otros. Cuando se toma a una chica Géminis y un hombre Cáncer —ambos
sujetos a súbitos cambios de humor— y se los pone en estrecho contacto, nadie sabe muy bien cuál de ellos
tiene la culpa de lo que sea en un momento dado.
Ahí está él, eufórico y alegre y risueño, pero ella acaba de entrar en una etapa lúgubre y contemplativa.
Así que ella hace un cariñoso esfuerzo para ponerse a la par de su hilaridad. Sin embargo, cuando ella termina
de cambiar de velocidad y de pasar a directa, él ya ha desconectado el programa cómico. Ahora, él obedece la
llamada de la Luna creciente que lo induce magnéticamente a mostrarse taciturno e introvertido. Así que él
hace un esfuerzo igualmente cariñoso para ponerse a la par del flamante regocijo de ella. Sólo que, cuando él

ki
se ha sincronizado con la Luna llena y se ha convertido en un Pájaro Loco desbordante de risa, Mercurio la ha
atormentado a ella y la ha crispado en un nudo mental de sarcasmo y críticas mordaces a sus chistes. Esto
hiere profundamente los sentimientos del Cangrejo. Así que ella realiza otro esfuerzo cariñoso para... bueno,
esto podría seguir y seguir, hasta producirles un colapso nervioso recíproco. Tendrán que tocar el silbato,
detenerse, y pasar revista al programa de sus cambios de talante. Hay varias soluciones.
Ambos pueden volver al punto de partida (digamos, a un día en que sus planetas funcionan al mismo ritmo) y
tratar de armonizar allí sus cambios de humor. Este es un sistema. Reír juntos, llorar juntos, enjugarse las
lágrimas juntos, esperar juntos... y luchar juntos. Si no pueden proceder así, porque sus estrellas irradian en

u
distintas longitudes de onda, por lo menos pueden dejar de reprimir sus intenciones encontradas y formularse
esta promesa a sí mismos: Si él está eufórico mientras ella está abatida, él la animará en lugar de permitir que
ella lo deprima; si ella está sosegada mientras él está exasperado, ella lo apaciguará en lugar de hostigarlo e
incitarlo a encerrarse aun más en su caparazón. Cuando Géminis está contenta, ¿por qué habrá de dejarse
desmoralizar por la hosquedad del Cangrejo? Él necesita comprensión y no un frío rechazo. Cuando Cáncer
está de buen humor, ¿por qué habrá de permitir que la excitabilidad de ella lo ofusque y lo haga replegar? Ella
an
necesita que la mimen y no que le pongan mala cara. Si cumplen esta promesa, podrán educar gradualmente
sus caracteres para que estos se deslicen por los mismos carriles, aunque igualmente tendrán algunos impasses
periódicos.

Como ésta es una configuración de signos solares 2-12, generalmente la mitad Cáncer de la pareja tolerará los
defectos de desasosiego y desapego de los gemelos Géminis... y la mitad Géminis probablemente tratará de
imitar las virtudes del Cangrejo, o sea la paciencia y la sensibilidad, pues intuirá que necesita aprenderlas. Sin
embargo, es posible que ella se resista a aprender de él a ser más cauta con el dinero. A menos que tenga un
signo lunar o ascendente más conservador, es posible que la Géminis piense que el Cáncer es una tacaña
combinación del avaro de Moliére y el Shylock de Shakespeare. La mayoría de los Géminis esparcen el
dinero como si éste fuera alpiste. La mayoría de los Cáncer acaparan como Midas. Entre uno y otro extremo
existe un término medio para que concierten un acuerdo financiero. Pero este término medio no lo
M

encontrarán ni en la mezquindad de él ni en el despilfarro de ella. La tendencia del Cangrejo a cicatear el


dinero nace de su temor a pasar hambre algún día y de su necesidad de sentirse seguro.
Cuanto más satisfecho esté el apetito de afecto de él, tanto menor será su miedo de pasar hambre. Si él
tiene suficiente seguridad emocional, no necesitará tanta seguridad financiera. En cuanto a los bienes
materiales que al Cangrejo le gusta acumular, es posible que Géminis tema que esos mismos bienes la aten a
un lugar. Su tendencia a deshacerse del dinero proviene de la idea de que le resultará más emocionante
gastarlo que economizarlo. Cuando disfrute de suficiente libertad emocional y estímulo mental, no se sentirá
obligada a comprar con dinero estas necesidades básicas de Mercurio, y será menos derrochadora. Géminis es
gregaria y debe estar activa en el plano mental o en el físico, y preferentemente en ambos. A ella le gusta
comer a menudo fuera, por dos motivos: no es particularmente aficionada a cocinar, y necesita cambiar con
frecuencia de escena. Es posible que el Cangrejo prefiera comer en casa, porque esto le trae reminiscencias de
las comodidades de su infancia... o comer en casa de su madre, que le trae aún más reminiscencias de las
comodidades de su infancia. Dicha modalidad puede generar algunas tortuosidades en la relación Cáncer-
Géminis, a menos que las dos partes las allanen Mediante la adopción preventiva de algunas líneas de

23 
 
conducta muy claras.

Puesto que ambos viven en un inundo de fantasía y ensueños, su relación sexual puede ser estimulante para
ella y satisfactoria para él. Él suministra la sensibilidad sensual y el afecto... y ella aporta la imaginación y la
variedad. La chica Géminis tiene ocurrencias súbitas. Es posible que sustente algunas ideas cambiantes acerca
de la pasión. Pero el Cangrejo es suficientemente sensible como para acomodar sus propios deseos a los de
ella, y probablemente concebirá algunas ideas románticas de su propia cosecha, alejadas del hastío rutinario.
Raramente sus actos amorosos serán repetitivos. Variarán con las fases de la Luna, a medida que ellos
respondan al flujo y reflujo de sus emociones. Ella observará un elemento cálido y protector en la forma en
que él encara la unión sexual, y su corazón de «niña perdida» encontrará solaz cuando él la rodee con sus
brazos. Él notará que siempre hay un elemento inefablemente delicado y tierno en la forma en que ella busca
su afecto.
A menudo, el hombre Cáncer respeta tanto a la dama Géminis amada que parece no poder entregarse

ki
con ella a la pasión total, como si creyera que es tan frágil como una flor y que podría lastimarla. Pero ella no
es tan frágil como cree él, a pesar de sus modales delicados y afables y de su tacto etéreo y ligero. Ella
necesita, busca v desea... que la traten como a una mujer adulta, y no como a una criatura encantadora.
Cuando ella esté junto a él, en la oscuridad, lo asirá con fuerza, y sus temores se disiparán. A muchas chicas
Géminis les disgusta dormir en la oscuridad total... pero es posible que en compañía de este hombre esté
dispuesta a intentarlo.

A muchos hombres Cáncer también les disgusta dormir sin una lámpara de noche encendida. Pero

u
cuando la tenga a ella muy cerca, la oscuridad le parecerá una amiga. Las pesadillas que lo z tormentan tan a
menudo parecerán muy remotas cuando puede sentir la cabeza de ella sobre su hombro. Su cabeza
inquieta... pero estará más tranquila, más sosegada, más en paz con él, consigo misma y con el mundo...
después de que ambos hayan experimentado juntos la unidad física. Lo estará, y visiblemente. A veces,
durante días y días. Hasta que vuelva a llamarla su gemela, y adopte esa expresión lejana. Será entonces
cuando él deberá sujetarla, antes de que se aleje flotando.
an
El Cangrejo macho, con su sonrisa tímida, disfruta de las fiestas y de la gente, de la música y del baile,
aunque se resiste a confesarlo. Ésta es la mujer ideal para azuzarlo y engatusarlo y tentarlo hasta hacerlo
renunciar a su papel de ermitaño misántropo y hacerlo salir a la luz rutilante. Es posible que lo induzca a ir a
bailar, salir de camping, a practicar equitación, a navegar... a esquiar a campo traviesa, o a recorrer Europa
con ella, visitando ruinas antiguas, tratando de recordar la época en que quizá vivieron en una civilización
extinguida... y en que quizás intercambiaron un brindis con esa misma copa.... ¿y acaso ella lució el collar
exhibido en una vitrina del Museo Británico cuando se amaban vehementemente en Egipto?
La chica Géminis puede persuadir al Cangrejo para que haga prácticamente cualquier cosa, pero lo que le
resultará más fácil será seducirlo para que viaje. Lugares tales como las ruinas antiguas y los viejos museos
lo magnetizan secretamente. Él vive en el ayer, y quizá su sueño más entrañable, del que anhela no despertar
nunca, consiste en volver a visitar ese ayer en compañía de ella. Y con ella, es posible que no despierte.
Géminis vive en el viento, donde los sueños son realidad... donde la realidad misma es un sueño.
M

Probablemente él aprenderá esto, cualquiera que sea el lugar adonde vayan juntos. Casi siempre, ella se le
adelantará, con la cabellera flotando en la brisa, sin siquiera mirar por encima del hombro para verificar si él
aún la sigue. No necesita mirar atrás. Sabe que él todavía está allí. Sabe que el amor de él es estable, que su
devoción es inconmovible, y esto es lo que ella ha buscado durante toda su vida: un par de ojos que digan
«Ven a casa». Él ha buscado un par de ojos que digan «¡Corramos por las estrellas!».

Y así es como cada uno de ellos ve el deseo tácito reflejado en los ojos del otro, desde la primera vez que se
contemplan, a través de una calle atestada... o de una habitación... y sus miradas se acoplan inextricable,
inesperadamente. Durante años y años conversarán acerca de aquella noche y evocarán juntos las lágrimas
que ambos sintieron brotar súbita, inexplicablemente, cuando sus miradas se encontraron por primera vez...
sin que ellos supiesen siquiera sus respectivos nombres. Pero eso no importaba. Se llamaron silencio-
samente, a través de un aire musical semiolvidado, por los nombres secretos que conocían sus corazones.

24 
 
Una vez que se hayan declarado su amor, es posible que ella le prodigue un plateado, torrente de
obsequios, y al principio la naturaleza cauta de él quedará azorada frente a:- tan impulsiva prodigalidad. Sin
embargo, cuando ella no mire, los ojos de este hombre se llenarán de lágrimas lunares de puro deleite, al
sentirse tan amado y venerado. Tímida, pero orgullosamente, exhibirá a sus amigos los regalos de ella. Es
que, veréis, ésta es la prueba de que lo aman, cosa que ella capta con su intuición instantánea, centelleante

Ella anhela compensarle todas las veces que quedó decepcionado, cuando niño, en la mañana de Reyes.
¿Cómo lo sabe? Él nunca se lo dijo. Lo sabe, simplemente. Porque lo ama. Así de extraño es el amor. Es
posible que, al cabo de un tiempo, ella produzca una transformación mágica en la personalidad del hombre
Cáncer. Entonces él se relajará, y también ceñirá algunas sorpresas especiales para ella con lazos de color azul
intenso y plateado, o violeta y amarillo solar. Cuando un Cangrejo se siente confortablemente amado, el
afecto recíproco es ilimitado, insondable, mil veces mayor... y él llorará, de pura felicidad, sin ninguna
vergüenza.

ki
Él siempre la tratará como a una dama. A ella la emocionará tan delicioso remedo de épocas más corteses
y generalmente se comportará en consecuencia. Para ella, él es un caballero, un caballero galante, que la
conmueve con ocasionales vislumbres del niño que lleva dentro. Entonces la que llorará será ella, porque él es
muy vulnerable al agravio, a pesar de su duro caparazón exterior de impasibilidad. Porque él es un poeta, y
ella ha sido la primera en adivinarlo. Los Géminis son grandes adivinos y siempre ganan los caramelos
ofrecidos como recompensa.
La chica-mujer Géminis es realista, no obstante sus cambios de máscaras: primeramente caprichosa,
después cínica, siempre fascinante para el Cáncer, cuyas expresiones faciales a ella también le encanta
observar, porque reflejan los diversos colores y tonos de sus propias emociones lunares: júbilo o tristeza,

u
tranquilidad o preocupación.
Cualquiera que sea la edad cronológica del ave femenina de Mercurio, ésta es siempre juvenil y anhelante,
reflexiva y tierna... su tez y sus ojos tienen la transparencia cristalina de los de una niña... plena de
ensoñaciones brumosas, pero implacablemente estimulada por la lógica. Algunos de sus sueños los pierde
negligentemente por el camino, otros los olvida, en medio del chisporroteo de una nueva excitación. Los
profundos y sagrados los conserva encerrados dentro de sí. Un hombre Cáncer tenaz puede instarla a
an
compartirlos con él, si se da prisa, antes de que ella se aleje girando.
Pero es posible que él necesite un tiempo para asegurarse, y los Cangrejos pueden prolongar
excesivamente la espera. Un día ella estará parloteando y fascinándolo, y de pronto lo notará muy callado.
—¿Qué sucede, querido? ¿He dicho alguna inconveniencia? —preguntará, vagamente turbada.
—No. Sólo se trata de que... pienso que podría amarte. Pero no estoy seguro.
Ella no entenderá a qué se refiere. Desde el punto de vista de Géminis, en la vida no puede estar seguro de
nada, sobre todo cuando se trata del amor. No hasta que llegas al final del camino. Ya falta muy poco tiempo
para ese momento. ¿Por qué derrocharlo, entonces?

Hombre GÉMINIS Mujer CÁNCER


M

Él cesó de mirarla, pero ella ni siquiera entonces lo soltó. Él retozó e hizo muecas, pero
cuando terminó fue como si la tuviera dentro de él, golpeando.

Normalmente, el hombre Géminis está en condiciones de analizar a las personas deprisa,


con una clarividencia rápida y segura. Normalmente, la doncella lunar tiene una aguda sensibilidad para
captar la naturaleza humana. Juntos (lo mismo que Acuario y Piscis) forman una excelente pareja de
investigadores, y no es casual que a casi todos los Géminis y Cáncer les gusten las historias de detectives.
(También a los Escorpión, aunque éstos son más aficionados a las historias de asesinatos y de fantasmas.)

Sin embargo, a pesar de que él es muy espabilado y disfruta de una gran agilidad mental, y a pesar de que
ella es experta en sonsacar secretos a los demás, el enigma que Géminis y Cáncer no parecen saber resolver es

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el que se plantean recíprocamente. Siempre falta algo. Preguntadle a un hombre Géminis qué es lo que más lo
turba en la chica Cáncer que ama, y os contestará:
«Nunca sé qué es lo que piensa».
Preguntadle a una chica Cáncer qué es lo que más la turba en el hombre Géminis que ama, y os contestará:
«No sé qué es lo que desea».
Así son las cosas entre estos dos enamorados cuando se conocen, y así serán cuando se separen, amigos o
enfadados —cualquiera que sea la forma de separación terrenal— y así serán siempre, si siguen conviviendo.
La discreción de ella, su forma de replegarse sobre sí misma y de negarse a hablar cuando está dolorida,
pondrán frenético al hombre Géminis, aunque no es normal que esto les ocurra a los despreocupados
Gemelos. De cuando en cuando ella le dirá lo que piensa, pero con la misma frecuencia cerrará con un
chasquido su caparazón de Cangrejo ante sus preguntas, y lo dejará frustrado y con una sensación de total
incapacidad para rescatarla de una melancolía en la que él no sabe ni remotamente cómo se sumió. Será inútil
que la hostigue con acusaciones y sarcasmos. Ella permanecerá encerrada en su caparazón hasta que esté
dispuesta a volver a salir, y entonces alegará que no recuerda qué fue lo que la puso taciturna y de mal humor.

ki
En realidad sí lo recuerda. Pero se siente más segura cuando retiene sus secretos. A veces la chica Cangrejo se
echa a llorar, y desahoga sus aprensiones, pero ni siquiera entonces él podrá descubrir la razón concreta y
última de su angustia. No hay por qués y por tantos. Géminis no se queda conforme hasta que desenreda todas
las marañas y hasta que explora todos los motivos, y en consecuencia la conducta críptica de ella le deja una
sensación constante de vaga inquietud. ¿Cómo podrá resolver el misterio de las melancolías de ella si guarda
las claves en su buhardilla, ocultas dentro de sus baúles de chistes y arrebujadas bajo los ángulos de sus
temores silenciosos? Quizás es precisamente porque no puede resolverlo, que él retorna a menudo, una y otra
vez, para repetir el intento. Pero posiblemente nunca sabrá qué es lo que ella piensa realmente entre sus
sollozos, sus risitas y su serenidad. Sólo captará vislumbres y pantallazos cuando ella le permita colarse en la

u
buhardilla de su corazón para ayudarla a buscar un viejo recuerdo que extravió hace mucho tiempo, en su
infancia.
Ella, por su parte, le daría la Luna si pudiera. La chica Cáncer enamorada sólo desea venerar, proteger y
suministrar afecto a su hombre (aunque es posible que las cuotas de devoción que le corresponden a él se
reduzcan bruscamente a la mitad cuando sus hijos entren gateando en el corazón de ella). Lo atiborrará de
comida, le prodigará comprensión, y lo distraerá con su extravagante humor lunar. ¿Pero cómo podrá guisar
an
ella un ensueño completo capaz de satisfacer todo el apetito del Géminis, si éste modifica constantemente la
receta que lo hace feliz? La evasividad con que él cambia de tema, precisamente cuando ella cree haber
comprendido lo que su hombre anhela, la hace prorrumpir en llanto y pataletas. Tal vez la chica Cáncer no
descubra nunca qué es lo que él desea realmente, porque él no lo sabe, y aunque lo supiera, sólo lo
compartiría con su personalidad gemela.
No se trata de que el Géminis no confíe en ella. Pero sólo su Gemelo puede descifrar las
complicaciones de sus sueños mercuriales y puede traducirlas en un objetivo único. Como la doncella lunar es
muy reflexiva y tiene una gran sensibilidad emocional, es posible que absorba parte de la estrategia de él por
su sola proximidad. Sabrá todo lo que concierne a los trucos mentales del Géminis... todo, menos la forma de
ejecutarlos. Esto se debe a que se hallan engranados en velocidades distintas. La de ella reza: lentamente y
con cautela, a pesar de su apariencia exterior de movimiento ajetreado. La de él reza: veloz y temerariamente,
a pesar de que se trata de uno de esos Géminis que ostentan una fachada fría y serena. Su mente se activa con
M

combustible para reactores y está siempre lista para el despegue instantáneo.

Ésta es una configuración de signos solares 2-12: Géminis es el signo situado detrás de Cáncer y Cáncer es el
signo situado inmediatamente por delante de Géminis. Así que ella entenderá en secreto la naturaleza inquieta
de él, merced a un inconsciente recuerdo espiritual de lo que era ser despreocupada e informal y estar libre de
vínculos emocionales sólidos. En verdad, es posible que este recuerdo la acose hasta el punto de convertirla
en el polo opuesto, y que la haga aferrarse con desesperación a la seguridad, preferentemente emocional y, si
ésta falla, financiera. Géminis comprenderá semiconscientemente que ella puede enseñarle una filosofía de la
vida que él nunca ha experimentado, y como es un buen alumno, aprenderá mucho en compañía de la chica
Cáncer. Pero no sin algunos dolores de crecimiento.
El Géminis típico no conserva nada que ya no necesite, desde resguardos de entradas y hojitas de afeitar
embotadas hasta relaciones humanas que han sobrevivido a su utilidad. No entiende la necesidad que
experimenta ella de aferrarse a las cosas. Cualquiera pensaría que pasó por los horrores de una gran

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hambruna, a juzgar por la forma en que guarda los cupones que se canjean por sopas naturales y en que
almacena víveres envasados suficientes para alimentar a toda la familia durante meses si nos sitiaran los
invasores del espacio.
Lo que él no entiende es que, cuando se trata de una chica Cáncer, siempre es posible que estalle una
guerra interplanetaria. Cualquier cosa es posible, y ella quiere estar preparada. El dinero arrugado que atesora
bajo los muelles del colchón apacigua su temor a padecer el efecto de las goteras en un futuro día lluvioso.
Pero los antiguos vestidos de fiesta que guardó con naftalina están nuevamente de moda, y si les quita la
mitad superior tendrá un nuevo guardarropas de faldas de gala sin gastar ni uno de esos billetes arrugados.
Tampoco tiene tanta prisa como él por deshacerse de las viejas amistades o relaciones.
La actitud más informal de Géminis respecto de las relaciones humanas desconcierta a la chica Cáncer. Lo
que le interesa a ella no es la utilidad de una relación íntima, sino la familiaridad, la agradable sensación que
le trae del pasado, del ayer, cuando el mundo era joven y alegre y seguro. Ella reacciona igual ante esa
relación más profunda que se llama amor. El amor de la chica lunar no descansa sobre la razón o la lógica. Es

ki
impotente para destruirlo. Otros amores se pueden ahuyentar mediante el deseo, la voluntad o la cólera. Se
pueden neutralizar con palabras o arrojar por la borda. El de ella debe desgastarse, y es posible que para ello
se necesiten muchos años. Incluso entonces, ella remendará los tramos desgastados y procurará hacerlo durar.
Ésta es una de las lecciones más valiosas que el corazón de ella puede dictarle a la mente de él.
Tal vez conozcáis a una chica Cáncer voluble y promiscua, pero no lo creáis. Es una pose. Bajo su duro
caparazón de cangrejo se oculta un viejo amor desvaído, zurcido con ternura y plegado con cuidado, y ella
anhela ansiosamente que vuelva a estar de moda... que sea nuevamente necesario. La imagen literaria de la
prostituta sentimental con un corazón de oro, que «mima» o «trata como una madre» a sus clientes. es el
retrato de la doncella lunar hechizada, que sigue esperando, a su modo, el regreso de «él».

u Para el Géminis que disfruta de unas vacaciones románticas, siempre es hora de seguir viaje, y cargar
con el recuerdo de antiguos amores dificulta la marcha. Pocas veces lleva rescoldos en su maleta. Su equipaje
es liviano. No está atado a ningún lugar ni a persona alguna. Ni siquiera a sus parientes. Sabe que ésto lo
quieren, pero igualmente se siente, de alguna manera, distante, no sólo de ellos sino del mundo, hasta que
encuentra a una mujer que sabe aferrarse a su corazón. Aferrarse es una especialidad de Cáncer, pero su
an
comportamiento posesivo, típico del Cangrejo, lo desalentará, y lo alejará, a menos que ella lo disfrace de
tierna tolerancia y le confiera la elasticidad necesaria para que él pueda vagabundear. Entonces lo tentará y lo
reconfortará cuando sienta que tiene frío y está solo. Si ella aprende a aflojar las riendas, y a dejar que el amor
sea el único vínculo que los ata, descubrirá que, cuando se trata de este hombre, la palabra «libre» puede ser
sinónimo de «fiel».

En sus relaciones sexuales, pondrán menos énfasis en la pura sensación física que en las pasiones de la mente
y en una especie de erotismo emocional. La ternura afectuosa y la imaginación vívida de ella equilibran el
tacto delicado y la sensible naturaleza sexual de él. Cuando expresen su amor en un plano físico, incluso es
posible que descubran la pieza faltante que siempre buscan en su rompecabezas recíproco, y que éste se
complete... fugazmente. Como ella necesita pruebas constantes y tangibles de que la necesitan realmente, es
posible que a veces los abrazos etéreos de él la hagan experimentar deseos de que la estruje con más fuerza,
M

y durante más tiempo, para poder sentirse segura. Tal vez experimenten con frecuencia la satisfacción sexual
ideal durante la Luna llena, cuando ella parece dotada de un poder extraño y magnético para penetrar
apaciblemente en los recovecos secretos del corazón Gemelo de él, y para arrancarlo de sus sueños y
devolverlo al íntimo misterio de su unión... que es el más profundo de todos los sueños.

Si ella intenta trasferirle sus temores financieros, a él lo irritará su intrínseca veta económica. Entonces ella le
preguntará: «¿Acaso sabes lo que implica ser pobre? Es una pesadilla. Ya lo descubrirás si continúas
despilfarrando tu dinero sin ahorrar jamás un centavo. ¿Nunca nadie te explicó que el derroche es la antesala
de la pobreza?». Pero Géminis se limitará a encogerse de hombros y contestará, como el arquetípico
geminiano Mike Todd: «No sé nada de eso. He estado en bancarrota pero nunca he sido pobre. La bancarrota
es pasajera. La pobreza es un estado de ánimo».
La doncella lunar entenderá mejor a este hombre si se da cuenta de que, cualquiera que sea la imagen
que le presenta al mundo, desde su propio punto de vista es un chico eternamente joven que, merced a un
truco mágico, ha conseguido pilotar un avión hasta grandes alturas. De vez en cuando se distrae con súbitos

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picados y caídas en barrena, fascinado por el hallazgo de una nube más bonita, por el descubrimiento de un
amanecer o una puesta de sol más bellos... siempre excitado por la idea de que el gran Universo y sus galaxias
refulgentes se extienden ante él tentadoramente vírgenes... convocándolo. Si ella lo ama realmente y desea
conservarlo, se mostrará jubilosamente dispuesta a liar el petate y a seguir viaje cuando el espíritu libre del
Géminis se impacienta, y a convertir cada nueva parada, por muy transitoria que sea, en un santuario cálido,
acogedor y grato, como sólo sabe hacerlo una mujer Cáncer. Esta mujer se las ingenia de alguna manera para
conferirle a todo nuevo lugar de residencia el aspecto de un jardín, poblado por las flores fragantes de la
tradición. Y esto es precisamente lo que necesita el Géminis: poder deambular, pero sin abandonar nunca el
hogar. Poco a poco, ella se implantará tiernamente en los anhelos de él, hasta que al fin.... cualquier lugar
donde él oiga su maravillosa risa lunar se convertirá en el hogar.

Es posible que el hombre Géminis se distraiga en el cielo después del crepúsculo hasta que asome la

ki
Luna. Si se queda un poco más, tal vez desvele el misterio de su mujer Cáncer. ¿Y no resultaría gracioso que
el secreto de ella consista en que, en un mundo cambiante de verdades cambiantes, fugazmente vislumbradas
y ocultas luego por las nubes del tiempo que pasa, cada alma debe buscar su otra mitad, para saber, para ver,
para ser? El mismo secreto Gemelo de él.

   

u
an
M

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CÁNCER CÁNCER
Agua - Cardinal Negativo
-

Regido por la Luna


Símbolo: el Cangrejo
Fuerzas nocturnas Femenino -

La relación CÁNCER-CÁNCER

ki
La casita parecía tan confortable y segura en la oscuridad, con una luz brillante que se
filtraba entre los visillos, y la chimenea que humeaba deliciosamente...

¿Alguna vez se ha preguntado por qué sus padres lo trataban como lo trataban cuando era pequeño, o
pequeña? Quiero decir, ¿piensa mucho en esto? ¿No? Bueno, los Cáncer, sí. Inmediatamente antes de

u
dormirse por la noche, y cuando finalmente se han dormido, sueñan con eso, o tienen pesadillas.
El ayer —ya esté situado veinte o cien años atrás— es muy concreto para los Cangrejos cautivados por la
Luna, y esto explica por qué la mayoría de ellos saben tanta historia, la cual es un tema favorito de Cáncer en
la escuela, y también un hobby popular entre muchos de estos hombres y mujeres en los años posteriores.
Muchísimos Cangrejos coleccionan antigüedades.
A menos que los padres de los nacidos bajo este signo solar de Cáncer controlado por la Luna hayan sido
an
astrólogos, es posible que no les hayan dicho a estos niños sensibles «Te amo» con suficiente frecuencia.
Quizá discutían demasiado a menudo la belleza o el atractivo de sus hermanos. Quizá les daban a los
pequeños Cangrejos unos emolumentos demasiado mezquinos, en razón de lo cual debían ir a cortar el césped
del vecino a los ocho años, porque un estipendio de un dólar por semana no bastaba para disipar esa sensación
inquietante de inseguridad financiera (así como 3.000 dólares semanales tampoco bastarían para disiparla
ahora por completo). Incluso es posible que los padres de la pequeña Clementine o el pequeño Clarence no le
dieran un beso al Cangrejo cuando éste se iba a la cama, ni le leyeran un cuento todas las noches. (¡Horror! Lo
omitían los fines de semana.)

Todas éstas son razones por las cuales la mayoría de los Cáncer se desarrollan con una carencia de
seguridad emocional, lo cual los impulsa a dar muestras de comportamiento adolescente, caprichoso y
sensible. A los otros signos solares (exceptuando a Escorpión y Piscis) les resulta difícil lidiar con las
aprensiones que obsesionan a los Cangrejos, y que van desde el persistente espectro del hambre hasta el temor
M

latente a la soledad. Sólo un Cáncer, que vibra en la misma frecuencia lunar, puede encontrar las palabras y
los actos apropiados para apaciguar a otro. He aquí un ejemplo del diálogo típico entre estas personas de la
configuración de signos solares 1-1.

CANGREJO N.° 1: Ya está, otra vez te sumes en una de tus depresiones. ¿No sabes que las personas que
te quieren se preguntan por qué estás tan solo, y por qué no dejas que ellas te ayuden?
CANGREJO N.° 2: Nadie trata de entenderme. Tuve una infancia triste. No ceso de repetírtelo. Y a ti ni
siquiera te importa. A nadie le importa.
CANGREJO N.° 1: Escucha, para empezar, procura entender que quizá tus padres no sabían que tus
sentimientos eran tan delicados. En segundo lugar, ahora tus amigos no tienen cómo saber que a ti te parece
que no te quieren bastante, porque te encierras en ti mismo y te niegas a hablar de ello.
CANGREJO N.° 2: ¿Por qué habría de hablar de ello? La gente es fría y cruel. Siempre podía hablar con
mi madre, y a veces ella me entendía, pero ahora ha muerto, y nunca nadie me querrá como ella... oh, es
ESPANTOSO no tener a mamá. Nadie me preparó jalea de arándano desde que ella murió. (Bua-bua.)
CANGREJO N.° 1: No llores. Toma mi pañuelo. Por lo menos tu madre intentó comprenderte mientras

29 
 
vivía. Mi madre me estropeó toda la vida porque casi nunca hacía caso de mí. Por la comprensión que ella me
demostraba, tanto habría dado que fuera huérfano. La muerte de tu madre no te deja tan solo como el hecho
de no haber tenido nunca realmente una madre.
CANGREJO N.° 2: (profundamente compadecido) Debe ser una sensación de vacío.
CANGREJO N.° 1: ¿Sabes que nunca me daba un beso por la noche después de haber arrebujado a mi
hermanita? Y una vez incluso robó el dólar que el ratoncito de los dientes había dejado debajo de mi
almohada para pagar el lavado de sus pañales sucios. Quizá no lo creas, pero es cierto. (Bua-bua.)
CANGREJO N.° 2: ¡Qué espanto! No llores. Toma, ¿quieres que te devuelva tu pañuelo?
CANGREJO N.° 1: No, gracias. Guárdalo. Lamento haber perdido el control. De todos modos
hablábamos de ti, no de mí. Si no te molesta que te lo diga, ciertamente ya eres suficientemente grande como
para empezar a aprender que la mejor manera de .recibir amor es dar amor.
CANGREJO N.° 2: Está bien, está bien, está bien. Pero aunque aprenda a conseguir que la gente me ame,
¿de qué servirá eso si todo el mundo marcha hacia el derrumbe económico? Probablemente mi banco será el
primero en cerrar, y perderé todo mi dinero y mis acciones y terminaré en la indigencia.

ki
Nota al lector: Si el Cangrejo N.° 2 fuera hembra, bastaría cambiar lo precedente por: «Harry y yo
perderemos nuestra casa y todos nuestros ahorros, probablemente él perderá su empleo, y tendremos que
deambular descalzos y sin techo o vivir de la caridad pública y canjear bonos de alimentación, lo cual me
HUMILLARÁ. Preferiría morir».

CANGREJO N.° 1: No terminarás en la indigencia (ni deambularás sin techo) porque tienes dos cuentas
de ahorro independientes, doce bolsas de pepitas de oro que sepultasteis bajo el garaje, más la cuenta bancaria

u
en Suiza, para no mencionar tus tres casas de apartamentos. La mayoría de las personas te considerarían rico y
en situación segura.
CANGREJO N.° 2: La mayoría de las personas no entienden que hoy puedes tener dinero y mañana no.
¿Y si alguien descubriera dónde enterré esas pepitas de oro?
CANGREJO N.° 1: ¡Preocúpate tú de eso! Yo voy a perder mi empresa porque no puedo refinanciar mi
crédito. Mi banquero me odia. Yo sé que me odia. Todos mis hijos necesitan aparatos de ortodoncia y tuve
que cancelar mis vacaciones de verano en Niza. El que está a punto de morir de hambre soy yo, y no tú.
an
CANGREJO N.° 2: Egoísta, egoísta, egoísta, ¡eso es lo que eres, egoísta! No te interesan mis problemas.
Sólo los tuyos. Aquí nosotros procuramos economizar usando margarina, pero tú sigues consumiendo
mantequilla. ¿Entonces quién está en peores condiciones: tú o yo? Eso es lo que te pregunto.
CANGREJO N.° 1: No me grites, si no quieres que te grite a ti. Y nosotros NO usamos mantequilla en
casa. ¡Usamos margarina igual que vosotros, así que aprende! CANGREJO N.° 2: ¡Mantequilla!
CANGREJO N.° 1: ¡Margarina!
CANGREJO N.° 2: ¡Mantequilla, mantequilla, mantequilla, mantequilla!
CANGREJO N.° 1: ¡BASTA! para empezar, a ti no te interesa con qué untamos el pan. Eso es asunto mío.
CANGREJO N.° 2: ¡Ya ves! Eres neuróticamente reservado. Siempre temes que te espíen. Deberías
aprender a ser más franco y extrovertido, como yo.
CANGREJO N.° 1: ¿Extrovertido? ¿Tú? ¡JA! Eso sí que es gracioso. Eres tan circunspecto que ni
siquiera contestas una pregunta cortés. Todos saben que eres paranoide. La gente se pone nerviosa en tu
compañía.
M

CANGREJO N.° 2: ¡Oh! (bua-bua). Te dije que todos me odian. Por fin lo confiesas tú mismo. Y fingías
ser mi amigo. (Bua-bua.)
CANGREJO N.° 1: Soy tu amigo. ¿Quieres hacer el favor de sonarte la nariz y de no seguir gimoteando?
No eres paranoide. Sólo lo dije para agredirte poque tú me habías agredido antes. La gente te ama. Incluso yo
te estimo, casi siempre. ¿Sabes por qué la gente te aprecia tanto?
CANGREJO N.° 2: ¿Por qué? (desde el interior del armario de la ropa, sollozando) ¿Por qué?
CANGREJO N.° 1: Porque eres muy simpático. No sólo eso. Eres talentoso, y todos te respetan por ello.
La gente te estima porque cuentas chistes divertidos, porque tu casa siempre es confortable y cálida, porque
preparas una excelente sopa de pollo y porque prestas las monedas de tu alcancía, cuando alguien está en
bancarrota. ¿Ves qué atractivo eres? Eres rico y apuesto y listo y popular...
CANGREJO N.° 2: ¿De veras? ¿Realmente dirías que soy popular?
CANGREJO N.° 1: Sí, lo diría. Mi esposa te estima, mis chicos te adoran, y...
CANGREJO N.° 2: (asomándose ansiosamente fuera de su caparazón) ¿De veras? ¿De veras de veras?
CANGREJO N.° 1: Sí, de veras de veras, palabra de honor. Lo juro.

30 
 
CANGREJO N.° 2: (empinándose, abriendo el caparazón, y arrastrándose cautelosamente por las cálidas
arenas del afecto y la aprobación) ¡Oye! ¿Quieres un plato de sopa de pollo caliente? ¿Y tal vez una tostada...
con mantequilla?

El Cáncer típico no se sentiría totalmente seguro, en el plano económico, aunque fuera


dueño de las reservas de oro del país. Nelson Rockefeller, el John D. Rockefeller original, y otros varios
Rockefellers surtidos, son Cáncer. Pasan casi todo su tiempo preocupándose por encontrar la forma de invertir
sus miles de millones para evitar que se reduzcan a unos simples millones, al mismo tiempo que se preocupan
por encontrar la forma de alimentar a todo el mundo con un plato de sopa de pollo caliente. He aquí cómo se
esfuerzan (según creen ellos) por resolver de la mejor manera posible los problemas de la hambruna y la
pobreza y la confusión política, con los pocos dólares que pueden apartar... y todos interpretan mal sus
intenciones y los acusan de ser unos capitalistas codiciosos y monopolistas. Es VERDADERAMENTE
HORRIBLE. Nadie entiende, a nadie le interesa realmente.
Es posible que otra criatura lunar sea la persona más indicada para mitigar las incertidumbres

ki
emocionales en razón de las cuales muchos Cangrejos son agresivos y malhumorados, se repliegan
hoscamente en sus caparazones y se enfurruñan, acumulan el dinero bajo el colchón, y son temerosos y
tímidos a la hora de aceptar el afecto. Sin embargo veces estos caprichosos pájaros locos tan sensibles, tan
perspicaces, y dotados de modales tan afables y corteses, necesitan la dimensión adicional de amigos, socios y
consortes de otros signos solares, para equilibrar sus complejas personalidades. Dos Cangrejos unidos
desarrollarán fuertes lazos de comprensión, ¿pero podrán madurar? Sólo cuando cada uno de ellos sea
suficientemente sagaz como para ver en el otro sus propios errores, para así corregirlos, en lugar de
multiplicarlos, porque los errores multiplicados, lo mismo que los créditos bancarios de interés compuesto,

u
pueden ser costosos en términos de felicidad humana.
No obstante su timidez natural, los Cangrejos tienen una tenacidad increíble, y muchas veces se
desprenden de todo su miedo y reticencia cuando estalla una crisis, y cuando algo o alguien que quieren
necesita de su coraje. Entonces pueden ser asombrosamente fuertes, enérgicos y resistentes... hasta que
vuelven a lastimarles los sentimientos y se encierran de nuevo en el caparazón protector. En cualquier tipo de
relación recíproca nunca les faltarán motivos para refunfuñar, llorar, reír y compartir.
Todos los pájaros locos se sienten fascinados por las antigüedades, los museos y la política.
an
Normalmente, son muy patriotas, y si se trata de Cangrejos típicos, serán los ciudadanos más leales de su país
y los más propensos a saludar y enarbolar la bandera... después de los Tauro. Muchos de ellos son maestros,
científicos, artistas y fotógrafos (y banqueros, por supuesto, eso se sobreentiende). Generalmente las mujeres
son amas de casa ideales, y madres excelentes, aunque un poco posesivas. Los de ambos sexos tienden a
coleccionar objetos valiosos, así como trastos absolutamente inútiles. Los Cangrejos son insoportablemente
caprichosos, conmovedoramente bondadosos y descacharrante-mente divertidos. Al principio son
conversadores, y después taciturnos, huraños y deprimidos. Unas veces son prepotentes y agresivos, y otras
son cautelosos y conservadores, ruborosos, tímidos y apocados. Pueden ser galantes, tiernos, anticuados,
maternales o paternales, protectores, eruditos, reconfortantes y afables. Son muy reservados (pero raramente
engañadores, que no es lo mnismo), garbosos, poéticos, fantasiosos musicales, cuyas lágrimas semejantes a
goterones presagian estallidos de risa. El dinero y la comida pueden inducirlos a hacer prácticamente
cualquier cosa, y sin embargo en el fondo son aún más sentimentales que Leo, Libra y Tauro, y siempre
económicos y ahorrativos. Vosotros también seríais todo esto, si vuestras emociones estuvieran sincronizadas
M

a todos los cambios de la Luna.

No sé cuáles habrán sido vuestras experiencias, pero todos los Cangrejos que me han pellizcado el dedo
gordo del pie —o el oído, o el corazón— en la playa, en las montañas, o en la ciudad, cumplían con su deber
astrológico, absolutamente típico. Entre los pájaros locos que conozco personalmente, uno es propietario de
un supermercado, otro es músico, otro interpreta sueños, y otro es un rico y poderoso político-magnate por el
que siento muchísimo respeto, el cual ocasionalmente, me ha solicitado asesoramiento astrológico y siempre
me lo ha agradecido con la mayor galantería y delicadeza, por escrito.
Por supuesto, este tenaz y sólido Cangrejo no es el primer poderoso dirigente norteamericano que
deposita su confianza en la sabiduría de los planetas. Entre otros muchos, lo hicieron los presidentes Abraham
Lincoln, George Washington, Thomas Jefferson y Franklin Delano Roosevelt. En verdad, la mayoría de los
padres fundadores de la nación, y los firmantes de la Declaración de la Independencia, así como de nuestra
Constitución, eran astrólogos o serios estudiosos de la astrología. todos, incluido el mismísimo Ben Franklin.
Y si me permitís revelar este secreto canceriano, porque la nueva era de Acuario reclama la verdad en esta

31 
 
undécima hora de la supervivencia de nuestro planeta, la masonería se funda sobre la astrología, como lo
saben todos los masones de alta graduación. (La mayoría de nuestros padres fundadores eran masones, o
rosacruces, y pusieron mucho cuidado en que la carta natal de nuestro país fuera elegida prestando escru-
pulosa atención a la posición de los planetas.)
¿No creéis que es hora de que los detractores de la astrología suspendan sus ataques contra este arte y esta
ciencia tan antigua? Ciertamente es hora de que algunos hombres, que además son inteligentes, pongan fin a
sus inútiles pero reiteradas tentativas de asesinar a esta guía para el autoconocimiento, que nuestros Co-
Creadores, en su infinita sabiduría, nos concedieron para nuestro esclarecimiento temporal y espiritual... y que
prueba con tanta nitidez la sincronicidad del Universo.

La razón por la cual tantos Cangrejos regidos por la Luna se sienten tan cómodos en este país consiste en
que los Estados Unidos de América son quizás el signo solar Cánéer más típico de todos, nacidos el cuatro de
julio... confundidos y descarriados reiteradamente por los anhelos escindidos, esquizofrénicos, de su
ascendente Géminis (predicaban la libertad, mientras negaban la auténtica igualdad a los negros, las mujeres y

ki
los indios norteamericanos, y así sucesivamente). De todos modos, el tío Sam es básicamente un Cangrejo, a
pesar de su signo ascendente Géminis, y las cualidades lunares están inconscientemente implantadas en todos
quienes habitan bajo las Barras y las Estrellas, cualquiera que sea su signo solar personal, porque todos viven
tres karmas durante cualquier encarnación dada.
Los karmas individual, racial y nacional influyen por igual sobre los sentimientos y acciones. Y cuando
dos Cangrejos se duplican en una asociación dentro de un país también canceriano, aumenta la intensidad de
la vibración 1-1.
¿Existe un solo ciudadano de los Estados Unidos de América (cada Cangrejo especialmente) que no

u
experimente en su corazón un inexplicable acceso de sentimiento nostálgico y de admiración secreta, aunque
renuente, cuando escucha el acento raído, cortante, de la «querida vieja madre Inglaterra», o que no sintiera
un orgullo de-familia por el coraje de todo británico, desde el tabernero hasta Churchill, durante el bombardeo
relámpago de Londres en la Segunda Guerra Mundial? ¿Acaso la CIA, el FBI, la NASA, y evidentemente (a
juzgar por el caso Watergate) también, de cuando en cuando, nuestro gobierno, no son innecesariamente
reservados? ¿Acaso no fuimos los primeros en enviar un hombre a la misma Luna, nuestro propio signo solar
regente?
an
¿Acaso no experimentamos, como nación, constantes ramalazos de remordimiento por nuestra
incapacidad para alimentar a los hambrientos del mundo... y no iniciamos la costumbre de enviar paquetes de
la organización filantrópica CARE a los necesitados? (Cáncer se preocupa, lo cual en inglés se traduce,
precisamente, por «care»-)- ¿No nos endurecemos inesperadamente en una crisis como un caparazón de
cangrejo, lo mismo que cualesquiera otros dos Cáncer duplicados? Y... ¡escuchad! ¿Por qué esos países a los
que procuramos ayudar entremetiéndonos en sus asuntos privados, no nos quieren más? ¿Por qué no son
más agradecidos? ¿Es que nadie nos quiere de veras de veras? (buabua). ¿Quién discutirá que los Estados
Unidos utilizan su riqueza para comprar el afecto y el respeto de los demás, así como para comprar seguridad
y protección respecto de aquellos que podrían dañarlos a ellos y a sus «hijos»? ¿Acaso el mayor presupuesto
de defensa y el mayor arsenal nuclear del mundo no son un aspecto de la exagerada cautela de Cáncer? Y
Dios sabe que siempre hemos combatido por nuestras libertades y nos hemos aferrado tenazmente a ellas.
Ahora, si por lo menos pudiéramos superar nuestro trauma económico propio de Cáncer, si nos
distendiéramos y aprendiéramos a compartir realmente, si comprendiéramos que para recibir amor debemos
M

darlo, tal vez todos podríamos dejar de ser tan malhumorados y de agredirnos recíprocamente (como dos
Cangrejos cualesquiera, en cualquier tipo de asociación). ¡Ay, ay, ay! Todo era mucho mejor en los buenos
tiempos de antes... cuando podíamos untar nuestra tostada con jalea de arándanos... (bua-bua)... cuando nos
columpiábamos al pie del manzano en el jardín tapizado de césped... cuando nadábamos en ríos y arroyos no
contaminados... cómodos y seguros y protegidos al amparo de nuestra Constitución... cuando nuestros líderes
debían ser ungidos por el voto popular... y un chico sencillo y honesto como Abe Lincoln podía aspirar a
convertirse en Presidente, sin el respaldo de los intereses multimillonarios de la época actual, de los poderosos
conglomerados... (bua-bua)... en los tiempos lejanos en que el viejo y querido Patrick Henry decía: «Dadme la
libertad, o dadme...»

Eh, ¿sabéis una cosa? Cuando os detengáis a pensarlo en serio, un poco de cautela canceriana de cuando
en cuando tal vez no estaría tan mal, al fin y al cabo. Quizá valdría la pena aferrarse a aquellos «buenos
tiempos de antes»... tenazmente. A veces, los temores y pesadillas lunares del Cangrejo no son imaginarios,
sino muy concretos.

32 
 
Mujer CÁNCER Hombre CÁNCER
—Necesita tanto una madre...
—Sí, lo sé —admitió Wendy, un poco abatida—. Nadie lo sabe mejor
que yo.

Cuando una chica Cangrejo y un chico Cangrejo se sienten tentados a espiar fuera de sus caparazones
protectores durante el tiempo necesario para enamorarse, generalmente querrán casarse, porque la seguridad
emocional es muy importante para ellos. Es posible que algunos intenten tolerar durante un tiempo un acuerdo
de convivencia informal, pero será por un lapso muy breve.
Estos dos prefieren —y necesitan— realmente el calor y la protección de una relación aprobada por la
sociedad y consolidada por la ley. Es muy dudoso que un Cáncer se sienta cómodo durante mucho tiempo

ki
bajo el peso psicológico de una unión ilícita. (¿Qué pensaría mamá'?) Sólo esos raros y solitarios hijos de la
Luna que han sido irremisiblemente apartados del vínculo parental, por una razón u otra, conseguirán
adaptarse con éxito al amor sin matrimonio, e incluso ellos agacharán la cabeza al cruzarse con los vecinos.
Sí, hay prostitutas Cáncer, pero en verdad son las mujeres más desdichadas emocionalmente insatisfechas del
mundo, excepto cuando cuentan sus ganancias. Sin embargo, hasta la última de ellas se duerme llorando por
la noche.
La promiscuidad despreocupada de la revolución sexual de la era de Acuario ha pasado de largo junto al
hombre y la mujer Cáncer medios y típicos. La tradición y la naturaleza sacrosanta de la vida hogareña están

u
tan profundamente implantadas en el inconsciente lunar, que no se las puede desechar sin una gran turbación
espiritual, y no hagáis caso de lo que diga al respecto algún petulante pájaro loco Cáncer, conocido vuestro,
que intenta parecer «actualizado». Escuchad a las estrellas. Son más viejas y sabias. Estad atentos... esperad...
y ved.
Una vez que la configuración de signos solares 1-1 de Cáncer-Cáncer está plantada y florece en el chico y
la chica Cangrejos que se han convertido en «una carne», éstos seguramente descubrirán muchas cosas para
hacer juntos, fundadas sobre los intereses que tienen en común. Por ejemplo, hojear los álbumes de fotos
an
familiares, riendo de sus respectivas imágenes infantiles; coleccionar sellos y monedas antiguos; llorar el uno
sobre el hombro reconfortante del otro; viajar; intercambiar sueños y pesadillas; leer o escribir poesías; cantar
o escuchar música; corretear por la playa recogiendo los maderos que ha traído la marea; practicar buceo;
elevar deseos a la Luna nueva y compartir la locura lunar bajo la Luna llena. Ella puede cocinar para él y él
puede ganar dinero para ella. 0... puesto que Cáncer es un signo femenino, y puesto que el carisma lunar de
los Cangrejos tanto varones como hembras es como es, él puede cocinar para ella, y ella puede ganar dinero
para él. Lo uno o lo otro. A todos los hombres Cáncer les gusta la buena mesa, y la mayoría de ellos son
excelentes cocineros. A todas las mujeres Cáncer les gustan los ingresos suplementarios, y la mayoría de ellas
son expertas en ganarlos. Y viceversa, cuando se trata de un chico y una chica Cangrejos.
Las crisis emocionales de llanto (y los períodos de enfurruñamiento) ocuparán el primer lugar en la lista
de las posibles áreas de conflicto, y convertirán los kleenex en un componente importante del presupuesto.
Ambos moquean, sollozan y lloran mucho: durante las películas tristes, por las desconsideraciones reales o
imaginarias del cónyuge, por su infancia perdida, y a veces sin ninguna razón, como no sea porque sus
M

emociones sufren altibajos sincronizados con las fases de la Luna.


Como he dicho, los alimentos seguirán en orden de importancia, y habrá acuerdos dichosos o altercados
lacrimosos respecto del restaurante al que irán a cenar (durante el noviazgo) o de la forma de cocinar y servir
las alcachofas en casa (después de la luna de miel). Aquellos raros Cangrejos que se despreocupan
informalmente de los alimentos —del dónde, el cuándo y el cómo comer— tienen la Luna o el ascendente en
Géminis, Acuario, Sagitario o Aries, o fueron seguramente adoptados, y les mintieron acerca de la fecha
precisa de su nacimiento. Los manjares fabulosos —y abundantes— son un derecho natural de Cáncer. Al
Cangrejo típico lo conmueve pensar que alguien pasa hambre, y lo aterroriza literalmente pensar que él
mismo puede pasar hambre. Ambas posibilidades hacen asomar lágrimas a sus ojos. Algunos de los hombres
y mujeres más sinceros y sensibles entre aquellos que experimentan profundos anhelos de ayudar a las masas
hambrientas (sobre todo a los niños) de los países pobres, son Cáncer (también lo son algunos de los
compradores más frecuentes de balanzas para el cuarto de baño, aunque comparten este último privilegio con
muchos Tauro y Libra).
Después de las pataletas emocionales y los ajetreos por la comida, vienen los hijos: la formación de una

33 
 
familia. Si uno de ellos tiene posiciones planetarias natales que indican aversión a la prole, el otro se resentirá
y se enfurruñará. Si los dos anhelan tener querubines, encontrarán justificativos para sus avenencias y
desavenencias cuando los polluelos estén en condiciones de abandonar el nido. Algunas madres Cáncer
opinan que el «nene» no tiene edad suficiente para salir con una chica o para vivir solo en su propio
apartamento hasta que cumple treinta o treinta y cinco años. Algunos padres (y madres) piensan que su hija no
debe casarse hasta que aparezca un pretendiente en ciernes sano, rico y sabio, que la venere como si fuese una
perla rara de perfecta feminidad, que tenga una reputación intachable... y que gane más de cien mil dólares
por año. (Un progenitor con el Sol y la Luna en Cáncer, podría llegar a pensar que el Presidente de los
Estados Unidos es el único hombre digno de semejante honor.)
El lugar siguiente en la lista de factores que encierran un potencial de armonía y tensión entre dos
Cangrejos enamorados, lo ocupa el dinero. En realidad, el dinero ocupa el primer lugar en el orden de
prioridades de Cáncer, pero a veces la ofuscación del romance determina que al principio esta pareja se oculte
recíprocamente sus traumas económicos, por considerar que implican upa intromisión impropia y discordante
en la sinfonía del amor. Tienen razón. Es así. Sin embargo, será mejor que afronten desde el principio este

ki
conflicto. Cuentas bancarias independientes. Esto es lo que yo aconsejaría, categóricamente. Cuentas
bancarias independientes, y también independientes las cuentas de ahorros, las carteras de acciones, las
colecciones de sellos y las cuentas de gastos. Así cada uno podrá acumular tantos billetes verdes como se le
antoje, y podrá practicar en secreto, sin que el otro lo sepa, la poca o mucha tacañería o generosidad que le
inculcaron sus experiencias infantiles. Cáncer es hipersensible, y respecto del dinero más que respecto de
cualquier otra cosa. Quizá sea inútil pretender que oculten sus finanzas individuales, porque estos dos son
igualmente expertos en guardar secretos y en sonsacárselos el uno al otro.

u Por último, pero ciertamente no porque sea menos importante, tenemos el área del sexo. Ojalá intenten
comprender las peculiaridades de su símbolo astrológico común, el Cangrejo. Como he señalado antes, todos
los cangrejos de la Naturaleza, machos y hembras, tienen el hábito de alcanzar el objetivo deseado
desplazándose primeramente hacia atrás o de costado, con aparente indiferencia, para después arremeter
súbitamente hacia adelante. Si ambos se fijan en la memoria esta tendencia intrínseca, ella será menos
proclive a deshacerse en lágrimas de rechazo y abandono cuando él le anuncie despreocupadamente una
noche que se irá a dormir en el sofá para presenciar el eclipse de Luna desde el ventanal de la sala. En cambio
an
sonreirá para sus adentros, segura de que el verdadero propósito de él consiste en seguirla muy pronto a la
cama, excitado por sus anhelos lunares después de que ella le haya dado un beso de despedida en el sofá,
dejando una estela de perfume y luciendo el camisón favorito de él. Y él será menos propenso a sufrir un
impasse impotente de temores masculinos cuando en su aniversario ella le vuelva fríamente la espalda y
murmure: «Buenas noches, cariño, no te olvides de poner el despertador en hora», después de haberlo
invitado durante toda la tarde, con la mirada, a practicar una emocionante repetición de su noche de bodas. En
cambio, él podrá sonreír y esperar que ella le transmita sus verdaderos deseos, para lo cual deslizará
lentamente sus pies fríos hasta tocar los pies calientes de él, o utilizará alguna sutileza análoga. Ambos son
propensos a jugar a las adivinanzas sexuales, ocultando su pasión porque tienen miedo de ser rechazados o de
descubrir que la necesidad de unión no es recíproca, y por eso a menudo, cada uno se vale de artimañas para
que sea el otro quien tome la iniciativa. Si se exceptúa este hábito de jugar al escondite por la noche,
encontrarán una rara satisfacción en las manifestaciones físicas de su amor.
Ninguno de ellos busca, ni desea afrontar, una pasión sexual exigente. Aunque ambos son inmensamente
M

receptivos a la sensualidad, y capaces de responder profundamente a ella, en el acto amoroso necesitan más
afecto que erotismo. El Cangrejo varón o hembra puede sentirse abrumado si su pareja no crea el clima
apropiado para el sexo, con zalamerias preliminares y tiernas caricias, o si, peor aún, omite ratificar
afectuosamente su cariño, después de la consumación. El romance es una parte integral de la excitación y la
sofisticación sexuales de Cáncer. El chico o la chica Cangrejo que no se sienta amado durante el día,
reaccionará violentamente contra los escarceos nocturnos de su pareja, y después se replegará dentro de un
caparazón solitario de frigidez, con la esperanza de que lo induzcan a salir y a reencontrarse con el deseo
mediante frecuentes disculpas y palabras tranquilizadoras.
Es posible que cuando estos dos se encuentren por primera vez, sus reacciones sexuales iniciales estén
teñidas por la timidez y la cautela. Entonces, súbitamente, bajo la Luna llena, que puede obrar sobre Cáncer
como un extraño afrodisíaco místico, avanzarán (como el cangrejo simbólico de la Naturaleza) para hacer lo
que se les ocurre espontáneamente, y la suerte decidirá quién seduce a quién. La poeta y la música nunca
dejan de acelerar las pulsaciones sexuales de los amantes Cáncer, pero a éstos les resultará difícil, si no
imposible, expresar su amor cuando estén preocupados por asuntos económicos. Una racha de pobreza puede

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interrumpir temporalmente sus vidas sexuales, y el hecho de no sentirse estimados también puede enfriar
considerablemente su pasión. Cuando su relación física decae, no necesitan concurrir a una clínica de terapia
sexual ni consumir una bolsita de galletas de ginseng. Lo que necesitan es mucho dinero, mucho afecto,
mucha comprensión... y un Almanaque del Granjero. Generalmente, este hombre y esta mujer serán fieles. La
infidelidad es rara entre los Cáncer. Si se produjera, es más probable que el espíritu posesivo lunar genere una
tenaz determinación de esperar la salida del rival y no un despliegue de celos.

La reserva es una característica que deberán reprimir en el comienzo de su relación. Aunque a los
Cangrejos de uno y otro sexo les gusta guardar secretos, a ninguno de los dos le agrada que le oculten secretos
a él, o a ella. Si se esfuerzan por ser más francos y expansivos, menos sutiles y esquivos, se evitarán muchos
disgustos. Es posible que él piense que ella le oculta un amante, cuando en realidad está tan callada y
preocupada porque su madre no le contestó la última carta, o porque él no elogió sus alcachofas con crema, y
ni siquiera se fijó en su nuevo camisón. Y es posible que ella sospeche que él se va con otra mujer, cuando su
verdadero secreto consiste en que está preocupado porque no sabe si podrá pagar la próxima cuota del auto, o

ki
porque ella olvidó decirle «gracias por amarme» durante tres semanas íntegras a la hora de despertar. En
cualquiera de estos casos, una confesión sincera volverá a ponerlo todo en su lugar, y trocará las lágrimas en
risas... porque ambos poseen la virtud salvadora del humor, que también es el antídoto más seguro y eficaz
cuando se toman a sí mismos demasiado en serio.
Más que en el caso de cualesquiera otros amantes de la configuración de signos solares 1-1, el grado de
compatibilidad entre la doncella lunar y su manso Cangrejo dependerá de sus signos lunares individuales, y
del aspecto formado entre sus Lunas natales. Si éste es armonioso, su compenetración superará con creces su
acritud. Si no lo es, este hombre y esta mujer tendrán muchas probabilidades de enriquecerse juntos... y

u
también es probable que se traten recíprocamente con mucha más ternura y cariño que los que cualquiera de
ellos podría encontrar o recibir en compañía de otra persona. Es posible que se agredan bajo la Luna
menguante, pero cuando ésta crezca, los dos navegarán por un mar de imaginación hasta un mundo
encantador de azulado delirio y plateado hechizo, ligeramente perfumado con talco Johnson para bebés. La
luz de la Luna les sienta... a ambos.
an
M

35 
 
CÁNCER LEO
Agua - Cardinal Negativo
- Fuego Fijo Positivo
- -

Regido por la Luna Regido por el Sol


Símbolo: el Cangrejo Símbolos: el León y el Gatito Tímido
Fuerzas nocturnas Femenino
– Fuerzas diurnas Masculino
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La relación CÁNCER-LEO

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—Y sé que lo hiciste con buena intención...

La doncella lunar y el León. El Cangrejo y la Leona. Cáncer y Leo. ¿Es así como os llamáis? Cometéis
un grave error. Puede ser algo minúsculo, pero también lo es una semilla, antes de crecer y transformarse en
una secoya. Corrijámoslo y empecemos bien. No os imagináis cuánto ayudará. El León y la doncella lunar. La
Leona y el Cangrejo. Leo y Cáncer. Un poco de respeto protocolario rendirá grandes beneficios en esta

u
asociación, y no os preocupéis por la natural secuencia astrológica de los signos solares en la rueda kármica.
Ya he mencionado, más de una vez, los peligros latentes que acechan a dos individuos cualesquiera
nacidos en los elementos Fuego y Agua, cuando combinan sus personalidades en la oficina, la escuela o el
hogar, pero cuando se habla de Leo y Cáncer, es importante volver a recordarlos, por si pasasteis por alto las
advertencias de otros capítulos, o de la Sección de elementos que figura al final de este libro.
Si estos dos lo desean, pueden intercambiar tanta tolerancia y enseñanzas en su asociación como
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cualesquiera otras dos personas de la configuración de signos solares 2-12. Pero si no lo desean, cada uno de
ellos posee, en el Fuego de Leo y en el Agua de Cáncer. el poder necesario para destruir al otro, y pueden
utilizarlo sin siquiera darse cuenta de ello hasta que sea tarde y el daño ya haya sido causado a uno o al otro (o
a ambos).

Por razones que sólo conocen los planetas, la relación 2-12, cuando abarca a Cáncer y Leo, produce un
efecto distinto del que tiene sobre otros signos solares de esta configuración vibratoria, y como consecuencia
de ello Leo no es tan tolerante con la personalidad del Cangrejo como se podría suponer dado que Cáncer
representa ante Leo la duodécima casa del pasado kármico. El Cangrejo tampoco está normalmente tan
ansioso como otros signos solares que forman la mitad de las diversas configuraciones 2-12 por aprender las
lecciones que le dictará el signo solar siguiente, Leo (aunque hay que admitir que probablemente Leo estará
más ansioso por dictarlas). Sin embargo, dispuesto o no a aprender, Cáncer sabe secretamente (aunque tal vez
el Cangrejo no lo confiese nunca) que la sabiduría solar de Leo encierra lecciones que es posible aprender, y
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cuanto más difiera Cáncer lo inevitable, tanto más difíciles de asimilar serán dichas lecciones.
Imagino que a esta altura todos los Leones y Leonas sonríen y hacen ademanes de asentimiento con la
cabeza, mientras todos los Cangrejos fruncen malhumoradamente el ceño o gimotean. Es cierto, criatura
lunar. Tienes mucho que aprender de los grandes gatos, y si inconscientemente has estado tratando de enseñar
y subyugar, en lugar de proceder a la inversa, has interferido tu propio destino kármico, y también el de Leo,
lo cual no es muy sensato ni seguro, y ya sabes cómo te jactas de ser sensato y estar asegurado. No haces más
que forjar una tétrica cadena de obligaciones kármicas para futuras reencarnaciones.
Ahora los Leo pueden dejar de sonreír y de acariciar su vanidad porque la astrología también tiene una
advertencia para ellos. ¿Habéis sido menos tolerantes y comprensivos con los rasgos lunares (por mucho que
éstos os puedan fastidiar) de vuestros amigos, parientes o consortes Cáncer, de lo que os encontráis
capacitados para ser, puesto que vuestra alma eterna experimentó a su vez la esencia canceriana? ¿Os habéis
enfurruñado, en lugar de ser protectores y comprensivos? ¿U os habéis convertido en Gatitos Tímidos y
habéis permitido que el Cangrejo os enseñara a vosotros, cuando debería haber sido a la inversa? Dejad que
los Cangrejos le enseñen cautela al signo situado detrás de ellos, Géminis: ¡los Gemelos la necesitan! Ya
conocéis inconscientemente la necesidad de lluvia que experimenta el alma (los cambios de humor de Cáncer)

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y ahora estáis aquí para enseñar a los Cangrejos el valor que encierra el brillo del Sol para el corazón humano.
¿Habéis permitido que un Cáncer extinguiera los rayos de fuego del Sol que os rige, que aplastara el espíritu
orgulloso de vuestro derecho de nacimiento con un pesimismo acuoso o con una afable desaprobación... que
es, a pesar de todo, desaprobación? ¿Es esto lo que habéis hecho? ¡Qué vergüenza! ¿Dónde está vuestro
rugido? Sacude tu melena (si eres un León) o entrecierra tus sesgados ojos felinos (si eres una Leona) y
compórtate como tu destino Solar quiso que te comportaras cuando respiraste por primera vez en esta Tierra.
No es necesario que exageres y deshidrates por completo con tus llamas los elementos de Agua de tu amigo,
pariente o amante Cáncer. Es útil tener cerca a los Cangrejos cuando necesitas que te sosieguen y te acunen y
te alimenten con sopa de pollo... y ningún otro te relatará jamás sueños tan fascinantes ni te contará historias
más graciosas, pero nunca permitas que estos seres ahoguen tu entusiasmo ni te extraigan tu adrenalina. Sé tú
mismo. Tú también, Cáncer. Sé tú mismo y serás mucho más feliz. «Sé fiel a la esencia de tu signo solar» es
la regla astrológica más sabia.
Hay, lamentablemente, algunas asociaciones Cáncer-Leo en que los Cangrejos y los Leones (o Leonas)
invierten sus papeles. Los Cáncer son almas afectuosas, sensibles, pero a veces ocurre que el goteo

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sistemático del elemento Agua a lo largo de los años extingue literalmente el fuego de Leo... y su confianza.
Esto puede empezar con un Leo del tipo Gatito Tímido, que quizá no es suficientemente tolerante con la
idiosincrasia y los objetivos de Cáncer, marcadamente distintos, y que permite que su fastidio por el hecho de
no ser suficientemente respetado y adorado se trueque en letargo, hasta el punto en que el carisma de Leo
queda totalmente sumergido.

O la culpa puede recaer sobre el Cangrejo. Nunca se podrá repetir con suficiente insistencia que Cánceres
un SIGNO CARDINAL DE LIDERAZGO, no obstante su mansedumbre superficial y su aparente reticencia

u
lunar. Un Cangrejo cuyos Sol y Marte tienen un aspecto poderoso en su horóscopo, puede utilizar toda la
paciencia, tenacidad, persistencia y perseverancia de Cáncer para degradar eventualmente a un signo de
Fuego como Leo hasta una especie de fatiga espiritual, lo cual es muy triste y grave. Un largo asedio mediante
la estrategia sutil pero tenaz de un Cangrejo inusitadamente obstinado, puede mitigar considerablemente
incluso la naturaleza altiva de Leo. Es difícil saber en cuál de los dos signos solares se inicia esta inversión de
papeles, pero generalmente ninguno de los dos individuos se da cuenta, en el plano consciente, de lo que está
sucediendo. Casi nunca está motivada por la malicia o la crueldad deliberada de una u otra parte, sino por la
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falta de esa vigilancia permanente que es necesaria cuando uno mezcla el Fuego y el Agua durante un largo
período. Nada es más penoso que un León o una Leona despojado de su orgullo y dignidad, como no sea un
Cáncer al que lo obligan gradualmente a asumir una especie de autosuficiencia agresiva completamente ajena
a la ternura y sensibilidad del Cangrejo.
Esto también puede funcionar en sentido inverso. Leo puede abrasar toda la belleza de las emociones
profundas y normalmente serenas de Cáncer. Un Cáncer sometido a las exigencias arrogantes de un Leo
autoritario sufre mucho en silencio, y unas veces se repliega en la introversión (en los casos graves, en un
estado casi psicótico), y otras veces se vuelve agresivo e irritable, pero casi siempre se evade en el último
rollo. (Los Cáncer son expertos en el arte de la fuga.) Si el Sol y la Luna de sus cartas se encuentran «mal
aspectados», Cáncer y Leo pueden herirse profundamente el uno al otro, aunque sin quererlo. Pero si estas
luminarias de sus respectivos horóscopos se encuentran «bien aspectadas», los dos pueden convertirse en una
pareja creativa, imaginativa, capaz de ampararse mutuamente. El León o la Leona protegerá las emociones
sensibles de la persona lunar de los golpes que le asesta un mundo cruel, y como recompensa Cáncer mimará
M

afectuosamente a Leo. Al fin y al cabo, el Sol y la Luna son sus regentes, y ellos se las apañan para coexistir
pacífica y armónicamente en los cielos. En razón de sus influencias solar (paternal) y lunar (maternal)
combinadas, Leo y Cáncer son a menudo padres excelentes, independientemente de sus conflictos o tensiones
personales.
Ambos deben recordar que el Cáncer cardinal nació para mandar, aunque silenciosa y discretamente, y
Leo debe permitirlo (siempre que el nombre de Leo figure primero en la puerta). Como Leo es el organizador
fijo, el Cangrejo debe permitir que Leo organice su vida, cosa que hace en la forma más admirable. Esto
permitirá que Leo sea la persona resplandeciente que está destinada a ser, y hará aflorar, a la vez, toda la
encantadora ternura lunar de Cáncer. Esto también estimulará el humor delicioso, insuperado, del Cangrejo,
todo lo cual, sumado, genera una confortable cuna de compatibilidad, mientras Cáncer arrulla a Leo con
cariño y risas, y el corazón generoso de Leo hace asomar el Sol después de la lluvia, al comprender y
disculpar los humores cambiantes de Cáncer.
Los dos están condenados a chocar, periódicamente, por cuestiones de dinero. Cáncer pensará
interiormente que Leo es un poco alocado y derrochador. Es posible que Leo piense públicamente que el

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Cangrejo es innecesariamente frugal. «Quien no despilfarra no pasa necesidades», espeta el cauteloso y
económico Cangrejo. «¡Si no colocas alfombras nuevas en esta casa, me iré!», ruge Leo. La realeza pretende
la mejor calidad como corresponde a su derecho natural, y los grandes gatos se sienten muy deprimidos o muy
coléricos cuando deben adaptarse a la sordidez o a la supresión de lo que Leo considera una necesidad (que es
a menudo lo que los otros consideran un lujo). Hay, no dejemos de aclararlo, unos pocos (muy pocos) Leo
que gastan con prudencia, incluso con verdadera tacañería, y estos escasos gatitos se entenderán «como
reyes» con los Cangrejos, si me disculpáis el juego de palabras. Pero la gran mayoría de los Leo, ya sean
varones o hembras, niños o adultos, no pueden resistir la tentación de agasajarse a sí mismos (y a los demás,
porque Leo es generoso) con aquellas cosas que compra el dinero. Tienen todo el derecho del mundo a gastar
lo que ganaron con su talento impresionante y su mente organizada. El conflicto empieza cuando Leo empieza
a gastar, en los negocios o en la relación conyugal, lo que ha ganado Cáncer.
Normalmente el Cangrejo típico se aferra tenazmente a todo: fotos viejas, viejos amores, antiguas pelotas
y pantaloncitos de tenis, antiguos recuerdos, antiguas pesadillas, antiguas enemistades, antiguos temores,
antiguos llaveros, antiguos televisores, antiguas facturas canceladas... pero no es selectivo cuando se trata del

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dinero. Ya sea viejo o nuevo, Cáncer considera que vale la pena guardarlo. Estas personas pueden ser conmo-
vedoramente generosas con sus familias e hijos, y un Cáncer casi nunca le negará ayuda a un amigo
necesitado. Pero les disgusta dilapidar o jugar con frivolidad sus reservas monetarias. Cosa curiosa, no son
frugales en el comer. A veces un Cangrejo se transforma en el derrochador prototípico cuando está en un
restaurante, y asombra a todos con su inesperada prodigalidad. A todos menos al camarero. La propina será
suficiente, pero no justificará un festejo. No es probable que el camarero le escriba a su madre para
comentarle el episodio. Si el otro comensal ha sido un Leo, es posible que el León (o la Leona) le pase
sigilosamente al camarero un billete adicional de cinco dólares. Y ojalá sea sigilosamente, porque no es una

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buena idea humillar al Cangrejo en público.
Una característica muy extraña de Leo y Cáncer consiste en que estos dos signos solares suelen gustar de
la fotografía. Por supuesto, no todos los Cangrejos, Leones y Leonas del mundo tienen una cámara, pero
aproximadamente el noventa por ciento de ellos sí la tienen. Probablemente la de Leo será costosa, y es mejor
que admitamos que la afición del gran gato por la fotografía posiblemente estará asentada, en algunos casos,
sobre el hecho de que a los Leo les encanta sencillamente que los retraten. Si tienen una Nikon a mano,
siempre podrán pedirles a sus amigos que los fotografíen, mientras posan teatralmente. Quizás el Cangrejo
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sólo tenga una Brownie económica, aunque también puede tratarse de un modelo alemán con una lente de alta
calidad, porque a Cáncer no le molesta invertir dinero en algo sensato y práctico. Desde el punto de vista de la
personalidad lunar, la cámara es sin duda una compra sensata y práctica, porque capta el hoy, para poder
atesorarlo mañana, cuando se haya convertido en el ayer. Para los Cáncer —cuyas mentes son como una
película sensible que registra toda impresión con vívida nitidez— la cámara plasma el recuerdo en un molde
perdurable.
Cuando se produce una fricción entre estos dos signos solares, es posible que el León o la Leona se sienta
estimulado a realizar hazañas cada vez más descomunales, sólo para probar su superioridad sobre el cauteloso
Cangrejo. Cuando existe entre ambos una compatibilidad creativa, los instintos inequívocos y la tenacidad del
Cangrejo guiarán al León para ayudarlo a emprender con éxito sus planes grandiosos, y a la Leona para
ayudarla a materializar sus gloriosos sueños. En uno u otro caso, Leo podrá escribir luego a Cáncer una nota
de agradecimiento:
«Querido Cangrejo: Tú me has convertido en lo que soy actualmente, pero igual te estimo.»
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Mujer CÁNCER Hombre LEO
No fue para recibir su agradecimiento, empero, que ella flotó allí en el cielo; ni siquiera fue
para verlo entrar en el nido; fue para ver qué hacía con sus huevos, los de ella.
A la doncella lunar y al León que se han enamorado les aguardan tres posibilidades, siempre que
pretendan convertir su amor en una relación permanente: 1) Al cabo de pocos años, la dominará
arrogantemente y ella estará sometida, trémula y lacrimosa, a sus caprichos soberanos, en razón de lo cual
será aún más melancólica que cuando se conocieron. 2) Al cabo de pocos años, ella pulverizará la confianza
de él con su afable pero perseverante hostigamiento, obligándolo a replegarse en silencios tristes y huraños. 3)
Al cabo de pocos años, harán ajustes, transigirán en sus diferencias, y vivirán eternamente felices... amándose
y riendo y llorando y aprendiendo.
Convertir la tercera posibilidad en realidad no será una cosa de coser y cantar, ni tampoco será una tarea

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para los pusilánimes o los egoístas. La operación exige una conciencia sensible de las precauciones que es
indispensable tomar cuando se combinan el Fuego y el Agua. Él tendrá que soportar la desconcertante
melancolía de ella, y deberá tratar de descubrir la causa original de sus reflejos posesivos. Ella tendrá que
pasar por alto las actitudes egocéntricas de él, sin perpetuarse en la autocompasión cuando él se desentienda
desconsideradamente, alguna que otra vez, de sus sentimientos. Él deberá comprender que la mitad del
espíritu posesivo de ella desaparecerá cuando tenga hijos a los cuales acunar y arropar, y que la otra mitad
desaparecerá cuando él se tome el tiempo necesario para apaciguar sus temores y reforzar su seguridad
emocional. Ella deberá comprender que gran parte de la arrogancia de él es producto de una duda interior en
sus aptitudes (que, paradójicamente, aumenta en proporción directa a su éxito) y que ella no conseguirá nada

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de él si maltrata su orgullo, y que en cambio casi logrará hacerlo revolcar como un cachorro si valora verbal
(y sinceramente) sus virtudes y le concede por lo menos la opción de tomar la iniciativa en casi todo. Pero ella
debe tener la precaución de conservar al mismo tiempo su propia dignidad e individualidad.
Si todo esto os suena como una guía para la santidad, estáis en lo cierto: se trata más o menos de eso. Se
necesita mucha serenidad, amor y paciencia de santos para que un Cangrejo y un León aprendan a confiarse
gradualmente el contenido de sus corazones, porque sus sueños son muy distintos. No os deprimáis. Existen
an
esquemas astrológicos fiables para convertir esta relación en un diseño eterno, edificado sobre una sólida base
de felicidad, brillantemente iluminado por las lámparas lunares de ella y provisto de calefacción solar
suministrada por él. He aquí un ejemplo de uno de estos esquemas.
Cuando conocí a mi buena amiga llene Goldman, ésta titilaba con su humor de Pájaro Loco. Ilene está
casada con Bill Goldman, autor de varios best-sellers y teleteatros, y ganador asimismo de dos Oscars por sus
guiones de Butch Cassidy and the Sundance Kid y All the President's Men. Bill es un Leo, pero no un Gatito
Tímido ni un rugiente Gato de la Jungla. Es sencillamente un León. Un monarca. Un rey. Resulta ser un Leo
excepcionalmente bondadoso y generoso, pero es un León. Él es llamativamente apuesto. Ella es
fascinantemente bella. Ella prepara pasteles deliciosos. Él ronronea. (También gruñe, por supuesto, pero más
a menudo ronronea.)

«¿Cuál es tu signo solar?», le pregunté a llene, pocos segundos después de haber intercambiado nuestros
primeros saludos. (¿Fue hace casi una década? Sí, así fue. El tiempo vuela.) Entonces me miró con una
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expresión de fingida pena en sus grandes ojos de pestañas rutilantes, exhaló un suave suspiro de resignación.
y respondió: «Soy Cáncer. Tengo dos hijos de signo de Fuego, un perro Leo, un gato Leo, varios familiares
Leo, un ama de llaves Leo y un marido Leo... y lloro mucho».
«Apuesto a que es así», contesté con un repentino arranque de compasión. Por supuesto, sabía que
bromeaba (al decir que lloraba: los signos de Fuego eran auténticos). y que no hacía más que desplegar su
humor lunar. Igualmente su comentario indicaba sutilmente que tenía conciencia de los sacrificios qué recaen
sobre una doncella lunar cuando ésta vive con Leones y Leonas que son el orgullo de la jungla. La mujer
Cáncer desempeña apaciblemente su papel con el signo solar de Leo, y asimila todas las lecciones
beneficiosas que está astrológicamente destinada a aprender durante su actual vida de servidumbre... quiero
decir, durante este ciclo vital presente. En serio (sólo me estaba chanceando), esta chica Cangrejo adora
innegablemente a su León. Lo respeta, y nunca trata de eclipsarlo. A cambio de ello, él le ha permitido lucir la
corona deslumbrante que la identifica como su reina... y que además le sienta muy bien. Pero no se humilla,
ha conservado su independencia como mujer, y no es una esclava (quizás una lacaya, de vez en cuando).
Como toda esposa y madre Cáncer, cuando sus hijos eran muy pequeños, ella se desvelaba quizás

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exageradamente por su cría: la ahogaba en ungüento Vicks y eh sopa de pollo, y la sofocaba con su
preocupación y cariño maternales en una casa atestada de chanclos. termómetros, acuarelas y pasteles de
cumpleaños sentimentalmente perpetuados. Pero después de un tiempo se ciñó firmemente la corona, se
adelantó con paso majestuoso y se asoció con su amiga Lola Redford para fundar CAN (Consumer Action
Now, o sea, Acción Inmediata de Consumidores), inspirada en un concepto enérgico y práctico que ha
beneficiado inmensamente al movimiento ecológico. En el contexto de CAN, llene ha concedido casi tantas
entrevistas como su Leo a la radio, la televisión y los periódicos. No he dicho más, sino casi tantas. La
diferencia es vital.
En 1974. con su nombre de soltera; Eileen Jones, esta doncella lunar realizó otro sueño selenita al
convertirse en una sensible y muy exitosa fotógrafa free-lance en el campo del teatro y de otras artes.
Sagazmente, nunca permite que su propia carrera afecte la pródiga atención que su gran gato pretende recibir
y recibe. Es una anfitriona de ensueño, aún más bella y juvenil que cuando se conocieron, y tiene cien temas
de conversación para abordar con su Leo, todos ellos mucho más estimulantes que los que se refieren a los
detergentes, las bayetas y la depresión.

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Los dos admiran sinceramente sus respectivos intelectos, talentos y logros, y aunque la dama lunar tiene
una agenda muy activa, encuentra tiempo para halagar como corresponde a su León. Si se concedieran los
Premios de la Academia a la Felicidad, seguramente llene recibiría un Oscar por su papel auxiliar. No hace
mucho tiempo, cuando una amiga suya pasó por una etapa pasajera pero angustiosa de indigencia y tragedia
personal, llene la visitaba frecuentemente, como un ángel de misericordia, con los cestos de Cáncer
rebosantes de frutas, mercancías, dinero... y lealtad. (Pero siempre volvía a casa a tiempo para preparar la
cena y para alimentar a su León y sus cachorros hambrientos.)
Ya tenéis un plan de instrucciones para la compatibilidad entre Cangrejos y Leones, damas lunares y

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gatitos, Cáncer y Leo. También para Leones y Cangrejos, gatitos y damas lunares, Leo y Cáncer. Es eficaz
con cualquier combinación, pero probablemente dará resultados más rápidos con las tres últimas. A Leo le
gusta ganar todas las batallas. Cáncer prefiere ganar la guerra.
La chica Cáncer recibe la poderosa influencia de la combinación entre su signo solar femenino y su
regente también femenina, la versátil Luna. Por tanto, personifica el misterio de la mujer, todos los anhelos
complejos y el comportamiento inexplicable de la misma Eva. El hombre Leo recibe asimismo la poderosa
influencia de la combinación entre su signo solar masculino y su regente igualmente masculino, el Sol. Por
an
tanto, personifica el carisma conquistador del hombre, toda la sabiduría y la fuerza, la testarudez y el espíritu
orgulloso del mismo Adán. Ya veis por qué ella consigue tentarlo al principio, y por qué él se deja seducir tan
fácilmente por los pasteles caseros de ella. Sin embargo, Cáncer es cardinal, y esto la convierte en una Eva un
poco autoritaria. Leo es fijo, y esto lo convierte en un Adán terco. Desde el punto de vista emocional,
convivirán mejor si ella no trata de competir- con la personalidad más enérgica de él, y si en cambio deja que
ésta saque a relucir todas las cualidades tiernas y serenas de ella. Es natural que la Luna (Cáncer) absorba los
brillantes rayos solares del Sol (Leo) y que los devuelva reflejados en forma de la iluminación más suave y
plácida de los rayos lunares.
La imitación de la Madre Naturaleza nunca descarría la naturaleza humana, en tanto estos dos no
exageren sus papeles solares-lunares y no caigan en la trampa de poner excesivo énfasis en ellos. Demasiadas
parejas Cáncer-Leo se dejan arrastrar inconscientemente hacia este peligro. Una asociación con connotaciones
sadomasoquistas no tiene nada de «natural». Pero éstos son los casos extremos. La mujer Cáncer y el hombre
Leo deben esforzarse por atemperar sus respectivas personalidades divergentes mediante un intercambio sutil
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pero constante, y deben evitar que él sea excesivamente dominante y ella excesivamente sumisa. Para lograr
este equilibrio, será muy útil que la Luna o el ascendente de uno de ellos, o de los dos, agregue una influencia
de Géminis o Libra.
La atracción química que experimentan la chica Cangrejo y el León cuando se enamoran por primera vez,
puede sufrir posteriormente flujos y reflujos. Su magnetismo físico es poderoso, pero exige una fusión
delicada de sus naturalezas. Si él es impulsivo, exigente y descuidado cuando hace el amor, y ella es
demasiado sensible, pasiva y esquiva en esa misma circunstancia, es posible que la mente de él divague y que
las emociones de ella se refugien en extrañas sombras. Cuando su compenetración física es buena, es muy
buena, porque ella es maravillosamente receptiva, y él es prodigiosamente tierno y afectuoso. Como la actitud
sexual de ella irradia una dulzura y una suavidad que complementa la vehemencia de él, la pasión
intercambiada entre ambos puede ser muy profunda. Pero ella puede herirlo con su humor cambiante cuando
está inquieta y él interpreta equivocadamente su actitud como una falta de respuesta... y él puede herirla con
su distanciamiento cuando está preocupado y ella interpreta equivocadamente su actitud como una prueba de
indiferencia.

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Las lágrimas forman parte, a menudo, de su convivencia, pero éstas pueden ser curativas, y en el caso de
Cáncer y Leo pueden transformarse en lágrimas de regocijo cuando él apacigua y disipa las pesadillas de ella
con su contigüidad familiar y reconfortante. Los ensueños de ella siempre son más hermosos cuando se
duerme rodeada por los brazos de Leo, porque esto significa que su corazón está nuevamente a salvo, por un
tiempo, del temor infantil a la soledad que recuerda inconscientemente. Es entonces cuando él comprende
cuánto lo necesitan, y llora... pero ella no está despierta, y no lo sabe, y él no se lo dirá nunca. Ella tiene
muchos secretos, pero él tiene sólo uno. Su vulnerabilidad.
El León hechizado por una chica Cangrejo en una noche de verano, siempre se sorprende
cuando la conoce mejor. Ella parecía una criatura tan indefensa, que buscaba la fuerza
de él... suave como un gazapo, o igualmente tímida, con los ojos muy abiertos, con necesidad de que alguien
la guiara. Experimentó un ramalazo de ternura. Más tarde aprendió que ella es más que femenina: es mujer.
La feminidad es una cualidad cautivante. La condición de mujer es más profunda. Ella es reconfortante y
maternal, lo arrebuja bajo mantas de seguridad perfumadas con espliego... y es tan intuitiva que adivina sus
pensamientos y sentimientos sin necesidad de que él pronuncie una palabra. Más adelante él descubrirá algo

ki
más, ambiguo, difícil de definir. Esto lo turba, porque precisamente cuando se ha convencido de que controla
la relación, ella lo elude, le hace sentir que al fin y al cabo no es realmente el amo y señor de esta dama. No
totalmente, como antes creyó serlo. Ella nunca lo desafía, pero él sospecha que tal vez tiene un recoveco
secreto en la mente donde se refugia cuando la ha agraviado, cuando han reñido.
Le gustaría seguirla hasta allí para decirle que está arrepentido, pero no conoce el camino. -Y por tanto
debe esperar que ella vuelva, cuando le plazca, de su recoveco secreto. Es imposible sacarla de allí con
halagos, o azuzarla. Él siempre se' regocija cuando ella regresa y se convierte nuevamente en una mujer de
carne y hueso, que ha recuperado su personalidad normal, divertida, espabilada y alerta... que tararea mientras

u
hornea su pastel de manzana, que lo excita con el aroma de su cabello mientras le besa la mejilla. Es hora de
sugerir impulsivamente un viaje. A ella se le despierta la fiebre trashumante y exclama: «¡Vamos!» Y él se
hace cargo, confiadamente, de los planes de viaje. ¿Partirán mañana mismo por la mañana? ¿Por qué no?
Cuando viajan juntos a algún lugar se sienten como si un viento fresco soplara por el amor que flota entre
ellos. Entonces ella lo tiene totalmente a solas, para sí misma, como le gusta, y él puede inculcarle toda clase
de nuevas lecciones. Fueran adonde fueren, él es un experto en las personas, el idioma, las tiendas y la
geografía circundante, Ella, su dulce doncella lunar, escucha... fascinada. Y mientras escucha, recuerda por
an
qué se enamoró de él. Él sabía mucho acerca de muchas cosas, y le confería a todo un aire excitante. Tenía
tanta confianza, estaba tan seguro de sí mismo, como ella siempre había anhelado estarlo de sí misma, sin
conseguirlo. Pero... en su certidumbre había algo que la inquietaba, y durante mucho tiempo no había podido
determinar de qué se trataba. Hasta que un día lo comprendió. «Si se siente tan confiado —se dijo—. y sabe
tanto, y está tan seguro de que siempre tiene razón... ¿por qué necesita mi aprobación constante?»
De pronto, lo comprendió. «Sólo finge ser valeroso y fuerte y sabio. Excepto cuando sabe que yo le creo.
Entonces lo cree él también.» Esta revelación le produjo una aguda pena de amor. Y derramó las mismas
lágrimas que derramó Eva cuando ella aprendió por primera vez el secreto más recóndito de la mujer, gracias
al Árbol de la Sabiduría del Edén.
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Hombre CÁNCER Mujer LEO
—No te vayas, Peter —suplicó ella—. Sé muchas historias.
Éstas fueron sus palabras exactas, así que es imposible negar que ella fue la primera que lo
tentó.

La Leona cavila. Este hombre Cáncer es... raro. Es un Cangrejo manso, un hombre
sensible, más considerado con ella, como mujer, que cualquier otro que haya conocido.

No es autoritario, y casi siempre que discrepan deja que ella se salga con la suya. Claro que tiene sus
malos humores, pero... se preocupa por ella, y se interesa realmente por sus sentimientos. La protege cariñosa

ki
y afectuosamente de los seres insensibles, rudos, groseros y vulgares que la ofenden. En verdad, nunca se
sintió tan segura y venerada en toda su vida, excepto cuando era muy pequeña. Por fin ha encontrado un
hombre que la aprecia sinceramente. Sin embargo, la inquieta algo que intuye en su relación. Algo
indefinible. Quién sabe por qué le hace sentir un ligero desasosiego, como una advertencia susurrada. ¿Pero
una advertencia de qué?
Este algo que intuye es la influencia de la esencia cardinal de él. Cáncer es un signo cardinal de liderazgo.
Los astrólogos se lo recuerdan una y otra vez a los signos de Fuego, hasta el cansancio. Esto significa que,
detrás de su tierna galantería y de sus modales corteses, detrás de sus risitas y de su humor jovial, se las apaña
sutilmente para... bueno, para manejar las cosas, incluida la vida de ella. Nunca le grita ni tiene accesos de

u
cólera violenta durante los cuales le formula exigencias machistas. Esto es algo que ella podría afrontar. Un
desafío franco y directo estimula a la chica Leo, en lugar de asustarla o azorarla. Pero sabe, de una manera
tácita, subliminal, que lo que se espera de ella es que acepte el apacible liderazgo de él. El reino que
gobiernan, grande o pequeño, será administrado en forma conjunta. Ella podrá asistir a todas las fiestas que
quiera, podrá iniciar todos los alegres festejos que desee, podrá vestirse regiamente, podrá agregar una o dos
gemas a su tiara cuando esté deprimida y necesite un rubí adicional para animarse, incluso podrá ser la
an
encargada de dar todas las órdenes al lechero y al cartero y al personal de limpieza del castillo, y de elegir los
monogramas más adecuados para su ropa blanca y su platería. En los días de desfile, podrá sentarse adelante,
sonriendo y saludando, en un trono con su nombre escrito con rosas. Pero él asumirá las verdaderas
responsabilidades entre bambalinas, y quedará claramente convenido que, si bien en el noventa y ocho por
ciento de los casos será afectuosamente indulgente con los caprichos y fantasías de ella, él ejercerá el poder de
veto en aquellas cuestiones que componen el dos por ciento de las circunstancias en que el carácter impulsivo
de ella choca de frente con la cautela de él.
¿Él es realmente así? Sí. Es realmente así. Ella esperaba que este hombre personificara las cualidades
que, a su juicio, eran propias del elemento Agua: bondad, comprensión, mansedumbre, sensibilidad, y...
esperad un momento. Él posee todas estas virtudes. Sin excepción. Bueno, sí; pero este problema del
liderazgo es inquietante. ¿Qué pasa con él? Su majestad la Leona, querida amiga, si quieres un hombre con
todas las cualidades del elemento Agua, pero desprovisto de la vibración de liderazgo, deberás buscar a un
Piscis o un Escorpión. El Pez mutable no intentará gobernarte, ni siquiera con sutileza, pero tampoco es tan
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fiable como tu dulce Cangrejo, y aunque también es muy inteligente y sensible, es esquivo en el plano
emocional. El Escorpión tampoco pasará su vida intentando dirigirte. Escorpión es un signo fijo de Agua.
Sólo tratará de organizar las cosas para ti, pero por supuesto no deberás olvidar el aguijón del Escorpión, en el
caso de que pisotees casualmente su orgullo o lo encolerices. Tu afable Cangrejo no te picará. Es posible que
se enfurruñe un poco, y que se encierre bajo su caparazón por unas horas o unos días, pero no te picará
cuando menos lo esperas.
Piénsalo. Con tu hombre Cáncer tienes todas las cualidades positivas y bellas del elemento Agua, más la
seguridad de la promesa astrológica de que nunca te picará para vengarse, y la convicción de que, en lo
emocional, es considerablemente más fiable que sus hermanos regidos por Neptuno. Sus actos y su conducta
son regidos por la Luna, así que reflejará suavemente sobre ti tu propia luz solar, y seguramente comprendes
el valor de que reflejen tu luz solar. (¿Qué Leo no lo comprendería?) Tú misma has nacido bajo el signo fijo
del organizador. ¿así que por qué no habrías de dejar que él mande, si tanto le interesa, mientras tú otganizas
su liderazgo? Él no ocultará tu luz. La refleja, ¿recuerdas? Tú eres el Sol. Él es la Luna. Tú gobiernas el día.
Él gobierna la noche. No quería entrar tan pronto en el aspecto sexual de tu romance, pero aquí está,
insinuándose y espiándonos, así que discutámoslo ahora.

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Es interesante esto de que el Sol (Leo) gobierna el día, y la Luna (Cáncer) gobierna la noche. Podría
implicar que a la mujer Leo le complacerá permitir que el hombre Cáncer los conduzca a los dos a la
expresión física del amor durante la noche. Y probablemente esto es lo que implica. Pero también podría
implicar que tal vez el Sol que la rige a ella lo halagará para hacerle entender la cálida sorpresa, el tipo
especial de intimidad que suministra el contacto físico compartido durante el día, a la luz del Sol. Las
influencias solares-lunares combinadas, generadas por su relación, podrían hacerles disfrutar a ambos la
experiencia regocijante de infringir la ortodoxia, y de cambiar las normas viejas, agotadas y absurdas, en
todas las áreas de la vida. ¿Por qué la noche ha de ser la única circunstancia aceptable —o prevista— para
hacer el amor?
Una idea como ésta puede engendrar otras cien relacionadas con los códigos y costumbres restrictivos
que impone la sociedad, y ella lo incitará a internarse en mundos originales y temerarios con los que él sólo se
atrevió a soñar antes de que el Sol de ella se fusionara con su Luna. Él sólo soñó con viajar, antes de
conocerla. Después de conocerla, y en compañía de ella, se ceñirá alas a los talones y al corazón, y volarán
rumbo a nuevos horizontes, a lugares que él siempre anheló alcanzar surcando el cielo como una centella. Y

ki
esto es bueno. Bueno para él y para ella.
Al mencionar la trasgresión de la ortodoxia no me refería a los nuevos estilos de promiscuidad sexual:
amantes múltiples, experiencias de masaje colectivo, o cualesquiera de esas vibraciones de Sodoma-y-
Gomorra, Decadencia-y-Caída-del-ImperioRomano, Orgías-Alcohólicas-de-la-Acrópolis-Griega. Ésa es la
ruta que lleva al remordimiento y la auténtica vacuidad... del corazón y el cuerpo. Me refería al
descubrimiento recíproco de que la sexualidad entre el hombre y la mujer puede contener novedad y frescura,
y no debe estar dictada necesariamente por insensatos esquemas de hábitos implantados en el inconsciente. Lo
erótico y lo sensual pueden mezclarse con sentimientos especiales y evocaciones de graneros poblados de

u
heno aromático, de copos de nieve en la mañana de Navidad, del brillo de las estrellas, de bosques espesos y
frescos, de un arroyo plácido en las montañas, de puentes cubiertos en aletargados caminos rurales, de un
amanecer de Pascua, de lirios en el valle, de caballos y gallinas, de la fogata de un campamento de niños
exploradores... incluso de la fragancia que exhala el periódico cuando se lo recoge en el porche después de un
chubasco estival, como si hubieran derramado ozono sobre el olor especial de la tinta de imprenta, que
anuncia un nuevo día. O quizá del humo de la leña... y de las crías de ardilla.
Así es la sexualidad cuando es apropiada y feliz y especial. La unión física entre un hombre Cáncer y su
an
mujer Leo pueden implicar una experiencia conmovedora, porque los sentimientos sexuales de él son poéticos
y sensibles, sosegados y profundos... y los de ella están inflamados por un deseo vehemente, pero a veces son
tan serenos y apacibles como un día de verano. La hondura emocional de él y la calidez emocional de ella
pueden convertir su unión en un trance feliz y reparador para ambos. Pero deberán estar atentos a los peligros
del Fuego y el Agua. Ella puede helarse hasta el punto de frigidez cuando lastiman su orgullo, y él puede
enfurruñarse y llorar —o volverse duro e impasible—cuando lo hacen sentir rechazado por cualquier razón
imaginaria. Los Cangrejos son especialistas en imaginar ofensas involuntarias. Ella lo es aún más en alimentar
su falso orgullo. Ambos tienen otros talentos que sería más sensato cultivar, en lugar de estos dos. La ternura
es siempre la piedra angular de la intimidad entre Cáncer y Leo. Cuando está ausente, también faltan el
sosiego y la satisfacción de su fusión sexual.
Los cambios de humor de él, a medida que la Luna discurre en lo alto por sus fases, y se desplaza al
mismo tiempo por su mente y sus emociones, la preocuparán unas veces, y otras la fastidiarán y
encolerizarán. Pero su corazón de Leo es grande y generoso, perdona rápidamente cuando ama, y ella no es
M

una mujer rencorosa. A menos que ella tenga a su vez la Luna o el ascendente en Cáncer, en cuyo caso serán
muy compatibles como amantes, y ambos alimentarán rencores, pero generalmente no recíprocos, sino contra
las personas situadas fuera de su círculo de amor, lo cual podría ser duro para sus amigos y parientes.
Igualmente, la madre de él nunca será el blanco del rencor, ni aun del mínimo menoscabo. Su madre era, es y
será siempre una santa, esté o no formalmente canonizada. Será prudente que la Leona lo recuerde siempre.
En tanto que normalmente Leo no se aferra a antiguos agravios, infortunadamente Cáncer sí tiende a aferrarse
a ellos con tenacidad, tanto si se han registrado hace pocas horas como si se remontan a varios años atrás. Si
el Cangrejo emulara el espíritu magnánimo de su mujer Leo, sería un hombre más dichoso, y ésta es una de
las cosas a las que se refiere la astrología cuando decreta que Cáncer debe asimilar lecciones de Leo.
Cuando estos dos se casan —y es probable que se casen, porque los Cáncer trazan proyectos con carácter
definitivo, y la Leona sólo se presta al papel de reina-esposa, y nunca de amante o de amiguita desechada— el
Cangrejo debe saber lo siguiente acerca de su radiante y encantadora consorte: ésta debe gobernar algo. O
intentará gobernar a alguien. Concretamente, a él. (Y a los hijos, por supuesto, ¿pero qué ocurrirá después de
que éstos se vayan del hogar? Es posible que engendren una legión de jóvenes Sagitario, y que algunos de

43 
 
ellos dejen precozmente el hogar, entre los diez y los doce años.) El hombre Cáncer que ame sinceramente a
su Leona —y todos saben que los Cáncer nunca aman de otra manera, sino sólo sinceramente, porque todos
son muy sinceros— la alentará a seguir una carrera digna de sus talentos (no ha nacido la mujer Leo que no
posea uno o más talentos descollantes) o la autorizará a ser la monarca absoluta, aunque benévola, de su
hogar. Lo uno o lo otro. De lo contrario será tremendamente desdichada, y él será un Hombre-en-la-Luna muy
desgraciado, frecuentemente chamuscado por el Sol regente de ella. Es posible que entonces deba recurrir a la
bebida, o a otras evasiones líquidas, como la de nadar a medianoche durante un eclipse, en torno de los
arrecifes de la playa... quizá flotando más allá de las rocas hasta la ciudad siguiente, donde tal vez
permanecerá hasta que ella acceda a disculparse. Si se computa que Leo tiene mucha alergia a las disculpas, el
asedio podría ser muy prolongado.
¿Qué clase de vida será ésta, en la cual él se instalará en una sórdida habitación alquilada, circundado de
pilas de toallas baratas, con una caja de jabón que compró en una liquidación, y con una botella de vino para
ahogar sus penas... mientras ella trata de ocultar valerosamente su angustia paseándose sola por el vasto,
confortable, lujoso y elegante castillo que decoró para él? A ello se suma el problema del reparto de bienes.

ki
¿Quién recibirá en custodia los artículos de él: el mullido edredón que le regaló mamá, su colección de
autógrafos de Lincoln, su colección de antiguos distintivos electorales, su caña de pescar... y los artículos de
ella: su secador de cabello, su tiara de rubíes, sus alfombras orientales, sus plumas de pavo real y su trono,
con su nombre escrito con rosas marchitas... y los artículos de ambos: los perros y los gatos y el acuario, el
lavavajillas y la cortadora de césped eléctrica... y el equipo estereofónico, el auto familiar y la casa en la costa
que ella le regaló a él, y el pequeño amuleto de oro semejante a una Luna nueva que él le regaló a ella? (Estos
dos hacen regalos distintos. Los de ella son más voluminosos, y han salido pródigamente de su corazón
generoso. Los de él son un poco más pequeños, pero han salido cariñosamente de su corazón afectuoso.) En

u
último lugar, pero no porque sea menos importante, ¿qué pasará con sus cuentas corrientes y de ahorros, sus
pólizas de seguros, sus rentas y sus propiedades inmuebles? ¡Que Dios nos ampare en ese día de reparto!
A ella le resultaría mucho más fácil tragarse ese enorme bloque de falso orgullo, y a él salir arrastrándose
de su caparazón autoprotector. El Cangrejo y la Leona no están cómodos en el océano, donde ella se siente
fuera de lugar, ni en la jungla, donde a él le ocurre lo mismo. Sólo están cómodos juntos, en el cielo, en el
plano astral, donde sus espíritus pueden comunicarse... o el uno en brazos del otro, donde el Fuego y el Agua
desafían la ley de los elementos y se fusionan... en ese tipo de comunión que nunca ha reconocido otra ley que
an
no sea la suya propia.
M

44 
 
CÁNCER VIRGO
Agua - Cardinal Negativo
- Tierra - Mutable - Negativo
Regido por Mercurio (también por el
Regido por la Luna
planeta Vulcano)
Símbolo: el Cangrejo Símbolo: la Virgen
Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas nocturnas – Femenino

ki
La relación CÁNCER-VIRGO
Encontraron la chalupa, y volvieron en ella... Cuando sus voces se extinguieron, cayó un
frío silencio sobre la laguna, sucedido por un débil grito. «¡Socorro, socorro!» Dos
pequeñas figuras golpeaban contra la roca.

u Tal vez os preguntéis qué puede hacerle el Cangrejo a la (o el) Virgen... excepto chasquear una que otra
vez las pinzas, o quizá contemplar la posibilidad de cogerle con fuerza el tentador dedo gordo desnudo del
pie. Así como podéis preguntaros qué puede hacerle la (o el) Virgen al Cangrejo, como no sea huir
velozmente de él, o tal vez decidirse a llevarlo a casa como animal doméstico.
Al principio, es difícil imaginar que un Cangrejo y una o un Virgen tengan algo en común, pero al fin y al
cabo se dice que todas las personas técnicamente vírgenes son un poco duras de caparazón (frustradas, o lo
an
que sea) y que los auténticos cangrejos tienen una cierta timidez que uno asocia normalmente con las vírgenes
de carne y hueso, lo que nos aproxima un poco a la posibilidad de asociarlos entre sí. Uno de ellos es una
criatura nocturna del mar. El otro también tiende hacia las fuerzas nocturnas de la noche, aunque no
especialmente hacia el elemento agua... a menos que contemos los estanques mansos y silenciosos donde las
Vírgenes astrológicas contemplan el reflejo de sus imágenes de Narciso, a veces un poco onduladas pero, en
general, nítidamente definidas. Sin embargo, la Tierra contiene Agua o, cuando ésta le falta, se seca y
resquebraja. Es indiscutible que la asociación con el signo de Agua de Cáncer enriquece mucho el carácter y
la personalidad del hombre, la mujer o el niño Virgo, de Tierra.
La mayoría de los Virgo se sienten mucho más felices cuando están a solas consigo mismos que cuando
deben adaptar sus formas de vida más o menos medidas y estructuradas con bastante precisión a las de otros
seres humano chapuceros, extraños, tontos e impulsivos, lo cual los pone nerviosos y los hace sentir
incómodos. De alguna manera, por lo menos al principio, los Vírgenes no experimentan este tipo de
incomodidad cuando tratan con los Cangrejos. El elemento Agua de Cáncer apacigua a Virgo. La afabilidad y
M

los modales sosegados de Cáncer hacen a menudo que Virgo se sienta como si estuviera flotando en un lago
sereno, estirando la mano de vez en cuando, como en sueños, para arrancar uno de los lirios más bellos, o para
provocar jovialmente a un cardumen pasajero de sirenas y criaturas acuáticas. Frecuentemente los o las
Vírgenes se sienten más libres y relajados en compañía de un Cangrejo, tienen menos miedo de que los
restrinjan, los manejen autoritariamente, los posean... o los eclipsen hasta el punto de hacerlos desaparecer.
(Pobres Vírgenes incautos.) Además, es fácil que Virgo se sienta hechizado por el maravilloso humor del
Pájaro Loco de Cáncer, que no es demasiado estridente ni histriónico, ni excesivamente sofisticado, ni
tampoco excesivamente vulgar, sino que tiene la dosis justa de captación del ridículo como para permitir que
los Virgo, dotados de un exquisito sentido de la crítica y la sátira, aporten algunas observaciones divertidas de
su propia cosecha.
¿No es maravilloso? Estos dos se han embarcado en su chalupa verde y se han lanzado a navegar juntos
por el río de la felicidad, como el Búho y el Gatito del cuento, con la única diferencia de que son un Cangrejo
y una Virgen. Pero no importa, porque el único fin de la navegación a la luz de la Luna en una chalupa verde
es la armonía, cualquiera que sea la identidad astrológica o de otro tipo de los ocupantes. Podéis estar seguros

45 
 
de que llevarán un poco de miel (y pasteles de miel) para que mordisquee Cáncer, una pequeña guitarra para
que Virgo la rasguee mientras el Cangrejo entona estribillos jocosos acompañados por tristes melodías de
antaño, y seguramente MUCHO DINERO, porque los Cáncer consideran que una considerable reserva de
«pasta» —ya sea «envuelta en un billete de cinco libras», o bien atada dentro de un bolso de papel, o
guardada dentro de una caja de caudales con combinación, o sepultada en un banco o en un montículo de
arena en los fondos de la casa— es un elemento indispensable en la vida, con una ligera prioridad sobre el aire
para respirar pero no necesariamente sobre las provisiones para comer y beber. Estas últimas corren parejas
con el dinero, disputándose el interés de los Cangrejos típicos durante toda la vida. En tercer lugar, a corta
distancia, los siguen los bebés y niños de diversas edades y tallas.
Al Virgo de la embarcación verde no le molestará la música empalagosa. Pero es probable que refunfuñe
y se queje de que los frascos y los pasteles de miel que Cáncer llevará consigo en cualquier viaje que estos
dos se arriesguen a emprender juntos, ocupan demasiado espacio y no lo dejan para el equipaje de Virgo,
compuesto por ungüento Vicks, digestivos, jarabes y antiácidos, para no mencionar sus vitaminas y gérmenes
de trigo.

ki
Es posible que también riñan con una pizca de mal humor cuando Virgo rezongue que los pasteles de
miel no son una panacea tan vital como el polen puro de abeja, pues este último sirve para todo, ya se trate de
prevenir las caries o la calvicie, de ganar o perder peso (ambas cosas), o de conservarse en buen estado, en
general y en todo sentido. Por tanto, es posible que el Cangrejo deba dejar atrás unas cuantas docenas de
pasteles de miel, para que en la chalupa quede suficiente espacio donde almacenar el polen puro de Virgo,
«importado» de las zumbantes colmenas Wyeth de New England, o de Wilton, en Connecticut, donde las
colonias de abejas regocijadas y prósperas de Edward Weiss bordonean alegremente por Whipstick Road. La
mayoría de los fanáticos Virgo del polen puro conocen a Wyeth y Weiss porque, cuando se trata de asuntos

u
tan serios, los Virgo son más que un poco remilgados, e incluso francamente obsesivos respecto del lugar
donde obtienen el P. P. para su P. S. (Perfecta Salud). Exigen lo mejor. Tal vez sean tacaños en otros
contextos, pero no cuando está en juego su propio bienestar. Si por casualidad se enfermaran, no podrían ir a
trabajar, y se castigarían a sí mismos por este comportamiento inexcusable con una fuerte multa y seis meses
de reclusión solitaria. La mayoría de los Virgo alimentan un sentimiento de responsabilidad respecto de sus
trabajos que casi raya en la manía (aunque los Cangrejos suelen catalogar este fetichismo como una virtud
resplandeciente).
an
Sin embargo, como ya hemos notado, a Virgo no le molestará rasguear la guitarra al compás dé los
serenos solos de Cáncer bajo la Luna llena. Virgo tampoco se opondrá, no obstante la posibilidad de que
estallen altercados esporádicos por la competencia entre los pasteles de miel y el polen, a que el Cangrejo
lleve una «suma considerable de dinero» a cualquier lugar hacia donde se dirijan conjuntamente. En verdad,
es muy posible que el o la Vigen lleve a su vez unas cuantas alforjas con el mismo contenido, porque Cáncer
y Virgo experimentan un temor casi idéntico a la ruina económica, al espectro de la pobreza. Es difícil
determinar cuál de los dos valora más el dinero. Mejor dicho, cuál de los dos valora más la seguridad de que
nunca le faltará.
Juntos, Virgo y Cáncer generan una poderosa vibración terapéutica. Cuando estos dos unen sus auras, sus
manos y sus corazones en cualquier tipo de empresa conjunta, tienen el remedio mágico para muchas de las
dolencias mentales, emocionales y físicas que aquejan a todos los terráqueos. Excepto para las suyas propias.
Solos, ellos dos tienden a cavilar hasta sumirse en una grave depresión o en una enfermedad crónica. Juntos,
pueden ser muy útiles en la medida en que previenen y curan, el uno en el otro, estos abatimientos
M

emocionales y mentales, así como sus respectivos y variados malestares y dolores y otras afecciones.
Ésta es una configuración de signos solares 3-11 marcadamente propicia, que permite que el o la Virgen
y el o la Cangrejo, aunque parezcan graciosos y extravagantes a los demás, se sientan perfectamente bien y
espontáneos entre ellos, mientras caminan a lo largo de la playa o por el bosque rumbo a la casa de la abuela
(la abuela de Virgo, y después se detendrán a conversar con la mamá de Cáncer). La imagen simbólica es un
poco risueña. Imaginad al Cangrejo, un poco bamboleante (todos los Cangrejos marchan con un débil
bamboleo), que se desplaza primero hacia el costado, luego hacia atrás, y después, jubilosamente, hacia
adelante, sembrando chistes a su paso como si fueran bayas. Imaginad entonces a la esbelta (generalmente) y
recatada Virgen, vestida con una indumentaria ligera y poco ostentosa, de ojos claros, garbosa y ágil,
tarareando una bella melodía... mientras abajo, el Cangrejo se apresura para no quedarse atrás, hace muecas,
traza dibujos estrafalarios en la arena... y sujeta caprichosamente el tobillo o la pierna de la Virgen cuando
ésta marcha demasiado deprisa y el Cangrejo está exhausto, y desea descansar un rato.
Cuando la Luna menguante mueve al hombre o la mujer Cáncer a llorar sobre los recuerdos
obsesionantes del pasado, o sobre los tétricos temores del futuro, la tierna Virgen (ya sea varón o mujer) se

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mostrará dulcemente comprensiva y reconfortante. Probablemente Virgo tendrá a mano un pañuelo bello y
pulcro que tenderá al lacrimoso amigo, pariente, socio, amante o consorte lunar... que lo aceptará, entre
sollozos, con conmovedora gratitud.
Estos dos signos solares son trabajadores notablemente fiables y leales. A menos que sus Soles natales
estén en muy mala posición, o que existan otras configuraciones: planetarias negativas en sus horóscopos,
Cáncer y Virgo se toman muy en serio sus deberes y obligaciones. Ambos son más propensos a disfrutar del
trabajo que a interpretarlo como una carga. A Virgo le gusta trabajar porque una tarea correctamente realizada
es, para la Virgen, su propia recompensa. A Cáncer le gusta trabajar porque así consigue los medios para
acumular una cuantiosa cuenta de ahorros que lo protegerá de catástrofes potenciales tan tremendas como
inundaciones, incendios, terremotos, erupciones volcánicas, tornados, huracanes, guerras, asedios, la peste
bubónica, el colapso de la Bolsa, los atracadores, los violadores (la idea de la violación pone nerviosos
incluso a los Cangrejos varones), el vandalismo, el socialismo, el comunismo y la hambruna. Virgo tampoco
se descuida en materia de ahorros. Si hay algo que Virgo aborrece implacablemente en el mundo, esto es la
idea de que posiblemente dependerá de los demás en alguna etapa posterior de su existencia. He aquí la razón

ki
por la cual la maternal (o paternal) Cáncer proyecta silenciosamente una imagen que al Virgo típico le resulta
reconfortante. El Virgen se siente de alguna manera seguro ante la presencia protectora de los Cangrejos, que
se muestran tan solícitos respecto del bienestar de Virgo, tan sinceramente considerados y afectuosos.
Asimismo, los Cangrejos se sienten muy cómodos cuando flotan en el plácido sosiego de Virgo, verdadero
refugio respecto de las bulliciosas calles exteriores, pobladas de gente y de exigencias. Virgo es muy
espabilado, sagaz e ingenioso, agradablemente convencional, sabe preparar una cesta perfecta para el picnic,
nunca olvida la sal ni las servilletas, y siempre se acuerda de agregar una pequeña sorpresa, como las uvas
heladas y el queso Brie.

u El principal obstáculo de tensión creciente que el Cangrejo y el o la Virgen deben sortear en el trayecto
hacia la fresca laguna del bosque fragante, aparece sugerido en la penúltima oración del tercer párrafo de este
capítulo. Yo esperaba que se quedara allí, sepultado en la arena, pero quiere hacerse recordar, y ahora nos
susurra que al primer manotazo del espíritu posesivo y la restricción, Virgo se marchita como la lechuga de
ayer olvidada fuera de la nevera. Los Cangrejos no pueden separar el espíritu posesivo de la consideración
tierna y afectuosa y de la preocupación cordial. Los Cáncer se encierran en sí mismos y ni siquiera te dirán
cuándo contemplaron por última vez la Luna llena y se transformaron en rana... y sin embargo les extraen los
an
secretos a los demás como si fueran sacacorchos humanos. Virgo no es una lata y no le gusta que lo abran por
la fuerza, y cuando se siente restringido o sonsacado mediante apremios se convierte en una arruga de
preocupación ambulante. Es posible que al cabo de un tiempo el hombre o la mujer Virgo interprete los
modales solícitos y la actitud protectora del Cangrejo como una cárcel posesiva... y que pida cortésmente (al
principio) la libertad condicional. Ésta es una señal de que el Cáncer deberá desplazarse por un tiempo hacia
un costado, e incluso hacia atrás, y deberá dejar que Virgo se adelante bailando, con la sensación de que es
libre y de que se ciñe a la imagen del individuo solitario durante una imaginaria eternidad que durará unas
pocas semanas o meses. Finalmente, Virgo volverá a rezongar afablemente a la persona lunar, edulcorando
sus críticas con amabilidades, en razón de lo cual el Cangrejo reaccionará coléricamente. Virgo derramará una
lágrima diminuta y perfecta, Cáncer llorará copiosamente, y dirá «Lo siento». Entonces Virgo se disculpará
por la debilidad de haber sido tan sensible.
Cáncer estimula la imaginación de Virgo, hace bullir la mente de Virgo hasta convertirla en una masa
cremosa de promesas que tal vez se cumplirán... y Virgo le hace sentir a Cáncer que el Cangrejo no quedará
M

abandonado en la playa, preterido, muriendo de hambre y languideciendo víctima de la soledad. El terrenal


Virgo sabe y entiende, y cuidará que la amistad se conserve pulida, sin herrumbrarse por negligencia. A estos
dos lbs unen líricamente las vibraciones de la configuración de signos solares 3-11, y tienen la garantía
kármica de que les bastará un mínimo esfuerzo para recuperar cordialmente su armonía. La mayoría de las
relaciones 3-11 vuelven a aflorar curiosamente aun después de haber desaparecido, para reanudarse cuando
uno menos lo espera.

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Mujer CÁNCER Hombre VIRGO
—¿Por qué chillas? —respondió Peter—. ¿Por qué no dejas que el nido flote a la
deriva como de costumbre?
—Te... quiero... a... ti... —respondió el pájaro, y lo repitió todo de nuevo.
Una fuerte compenetración emocional entre Virgo y Cáncer consta de muchos estratos, y es una
experiencia con múltiples dimensiones. Exploraremos una, a modo de prueba No es ficticia, sino muy real.
Para proteger a los inocentes (porque ambos protagonistas del drama son en verdad inocentes y ajenos a la
intención consciente de lastimarse el uno al otro), cambiaremos los nombres, la geografía y todo lo que se le
parezca, y sólo conservaremos el hilo de verdad que podría unir a esta doncella lunar y a su hombre Virgo,
por un lado, con usted y su propia chica Cangrejo, o con usted y su propio amante Virgo, por otro. La verdad
es mucho más extraña que la ficción, porque la vida casi siempre gana la carrera contra las imaginaciones
limitadas del hombre y la mujer.

ki
El nombre supuesto del hombre Virgo es Gerald. El nombre de la chica lunar es alegóricamente Hope, o
sea, Esperanza, en inglés. Se conocieron y vivieron su primer milagro en algún lugar de Illinois, donde se
enamoraron hace más de doce años. Son padres de cinco encantadores varones y niñas, que ambos adoran.
Aún no se han casado. Quién sabe por qué, no pueden vivir juntos, ni separados. Durante meses poblados de
empatía y compenetración, avanzan cogidos del brazo por el hechizado sendero kármico del Kismet 3-11.
Entonces empiezan los anhelos de Gerald, los suspiros de Hope... llegan a esta triste y conocida bifurcación
del camino y toman direcciones distintas. Se despiden con un ademán triste antes de llegar al último recodo
brusco, y continúan marchando solos. El tiempo sigue transcurriendo, pero el destino perdura. Tarde o

u
temprano, surge el recuerdo de la risa lírica de ella, de su sopa de setas y de sus colchas confeccionadas con
retazos de cálido afecto. La soledad de él llega a su punto crítico en el preciso instante en que ella eleva el
habitual deseo a la Luna nueva, y entonces él aparece en el umbral. Arrebujan a los niños bajo las mantas del
júbilo de su reencuentro, se aíslan del mundo de los padres de ella, hostiles, ceñudos (pero siempre doloridos),
y forman nuevamente una familia. Hasta que llega la hora de que él vuelva a partir, dejando atrás, como
siempre, una parte de su ser... que se materializará nueve meses más tarde en otra prueba viviente de la
necesidad recíproca que los une. Cinco veces. Cinco ángeles que los guiarán por ese sendero recordado,
an
onírico, a través del bosque de los malentendidos. La próxima vez serán seis, el número de Venus. Podría ser
distinto. Quizá Venus planea derrotar a la Luna inconstante de Cáncer y el Mercurio inquieto de Virgo.
Así es como viven a veces estos dos amantes. Sobre todo si el hombre Virgo es uno de aquellos que
temen que un compromiso profundo le haga perder su propia identidad (ésta es una preocupación común y
persistente entre los Vírgenes tanto técnicos como astrológicos). Sobre todo si la mujer Cáncer es una de
aquellas que eligen el camino de la menor resistencia: la maternidad y la espera... confiando en que la magia
de la Luna nueva urdirá un hechizo de recuerdo magnético para atraer de nuevo al hombre Virgo inquieto que
no tiene la fuerza suficiente para quedarse, pero que tampoco es capaz de zafarse de la atracción del encanto
luminoso de ella... una y otra vez. Normalmente, algunas doncellas lunares piensan que los hijos o el dinero
pueden mitigar cualquier golpe del destino, anestesiar cualquier dolor.

Por supuesto, hay otros tipos de Cangrejos y Vírgenes. Hay un tipo de hombre Virgo que se adapta
fácilmente a la necesidad de acomodar a la convivencia sus fobias de soltero, de acomodar el ritmo de su
M

carrera al de alguna otra persona. Coteja su pérdida de intimidad con las ventajas de la compañía, y se queda,
conformándose con reivindicar períodos ocasionales de aislamiento para meditar, para deambular solo, para
refrescar sus objetivos específicos. Así como los curas y los monjes deben practicar «retiros», así también
todos los hombres Virgo sienten que su propia naturaleza les exige retirarse y meditar a solas de cuando en
cuando, para luego volver de su reclusión revitalizados y renovadamente tiernos. De nuevo en condiciones de
creer una vez más, inocentemente, en el mañana.
La chica Cáncer que comprende esta necesidad del hombre Virgo amado, tendrá la precaución de pisar
suavemente mientras él sueña, y de encontrar su propio refugio bajo un pino que tal vez esperó alrededor de
un siglo la llegada de un amigo que se sentara a su lado, compartiendo una comunión silenciosa pero
elocuente. Los árboles saben mucho. Escuchan comprensivamente y son bondadosos. Si los árboles pudieran
andar, nunca cogerían un cuchillo cruel para tallar dolorosamente sus nombres, dentro de un corazón, sobre
los brazos o las espaldas de los enamorados. Los árboles son portentosos maestros de la misericordia.
Si la doncella lunar encuentra su propio sueño de una noche de verano por el cual deambular en aquellas
oportunidades en que su hombre Virgo se pierde dentro de sí mismo para cavilar o planear o curar su mente

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atormentada... él se quedará. Así podrán entablar una perfecta armonía, y su relación nunca será sacudida por
la percusión violenta del «Adiós», «Vuelve», «¿Qué fue lo que dije o hice?», «No te vayas», «¿Puedo ir a
casa?», «Perdóname», «Por favor no vuelvas a hacerme daño.» Se trata de que floten apaciblemente a merced
del flujo y reflujo de las mareas que se desarrollan entre ellos, sin tratar de hacer surf sobre olas demasiado
altas y peligrosas.
También existen aquellas chicas Cangrejo que tienen clara conciencia del carisma cardinal de Cáncer,
aquellas mujeres regidas por la Luna que refuerzan pacientemente los ángulos débiles o desgastados de la
trama de su relación, consagrándose a una carrera. Entonces las ambiciones de ella se convierten en los
colores vívidos, y un amorío o matrimonio que no fue forjado precisamente en el cielo, pero que fue
concebido suficientemente cerca de las estrellas como para titilar de vez en cuando, se transforma en el
trasfondo de su vida, urdido como un cañamazo de color pastel. Esto da resultado. Robustece su amor. Todas
las mañanas se separan y ella sigue su rumbo tenaz, mientras él silba alegremente, manipulando motores,
practicando yoga, reescribiendo el diccionario, dibujando mapas o quizá haciendo malabarismos con esos
elementos de forma exótica que se llaman números y que producen resultados misteriosos, ya sea que uno los

ki
separe con guiones y puntos en talonarios de cheques, o en mediciones, planos o gráficos. Se convierten en
una especie de desconocidos afectuosos que se enamoran todos los fines de semana. Esto satisface el deseo de
cambio que experimenta ella y la necesidad de estar a solas para conservar la amistad consigo mismo (la
persona en quien más confía) que experimenta él. Y les permite amarse.
Cuando están enamorados en un sentido físico, el hombre Virgo y su mujer Cáncer se fusionan
sosegadamente en una unión profunda y absorbente, con la misma naturalidad con que lo hacen la tierra y el
agua en la Naturaleza. Cuando la influencia cambiante de la Luna sobre las emociones de ella es beneficiosa,
y cuando él exhibe su personalidad normal y serena, el acto amoroso es para ambos una consumación pacífica

u
del deseo. Pero cuando a ella la ataca su locura lunar, cuando sus fluctuaciones lunares declinan,
convirtiéndola en un ser malhumorado y caprichoso, puede ahogar las intenciones afectuosas de él con una
conducta y unas exigencias emocionales exageradas. Así como él puede lastimar la delicadeza de la pasión de
la dama lunar cuando las preocupaciones del día lo han irritado y no puede relajar su mente ni su cuerpo. La
ofuscación es un sentimiento contagioso, y se lo pueden transmitir el uno al otro, sin darse cuenta. Es posible
que entonces ella se recluya hoscamente en su corazón y se niegue a reconocer que su actitud implica un
rechazo del deseo inseguro de él, y que él la culpe de reaccionar fríamente ante sus propios escarceos fríos. Es
an
entonces cuando resultaría muy útil el talento analítico de Virgo, y cuando prestaría una gran ayuda el don de
la percepción lunar. Sin embargo, desgraciadamente, es posible que estos trances de frustración sexual
coincidan con los períodos en que ambos omiten recurrir a sus mejores cualidades para elucidar la ruptura de
la comunicación entre ellos.
El hombre Virgo y su doncella lunar pueden pasearse bajo el Sol y la lluvia, y recuperarse casi siempre
de los cambios estacionales que experimenta su amor. Pueden confeccionar juntos tarjetas de San Valentín,
pueden moldear bizcochos con la forma de lunas en cuarto creciente, pueden proponerse recíprocamente
anagramas y charadas... porque a él le encanta meditar sobre las palabras... y a ella le encanta fingir que es
más de una mujer, que se desliza por sus cambios de humor como una sirena rutilante, que oculta su auténtica
personalidad de madreperla en los silencios de medianoche y en el fulgor de la risa de mediodía. Si su
búsqueda conjunta es suficientemente fervorosa, estos dos pueden encontrar, juntos, praderas íntegras
pobladas de mansa camaradería... quizás incluso podrán soñar una visión en el campo del profeta de Ardat...
porque la suya es una vibración 3-11 en sextil. En astrología, el sextil es una oportunidad, y sobre estos
M

amantes siempre lloverán todas las que necesiten para reparar sólidamente las averías y grietas ocasionales de
su relación, como si cayera constantemente alrededor de ellos una ligera nevada de estrellitas. El sextil mismo
está representado por un símbolo en forma de estrellita...
Cuando la chica Cangrejo se pone de mal humor, su Virgo se pone crítico y cáustico, y entonces deberán
escapar al bosque, acostarse juntos y darse un baño de Luna, que es diferente de un baño de Sol. Cuando
tomáis un baño de Sol, podéis quemaros, poneros rojos y sentir ardores. Cuando tomáis un baño de Luna, y
sobre todo cuando la Luna está creciendo, casi llena, asumís un pálido tono dorado, azulado e iridiscente,
como un ala de mariposa. Entonces, naturalmente, podéis volar.
Hay algo más que Virgo aprende lenta pero seguramente de su doncella lunar y pájaro loco. Mirar
directamente al Sol puede cegarte. Pero mirar directamente la Luna delante de Cáncer es descansado, y a
veces produce el milagro de permitir que el Tercer Ojo vea cosas que el misterio de la medianoche oculta a la
luz del Sol. Después de tomar un baño de Luna juntos, pueden embarcarse en una chalupa y navegar rumbo a
las ruinas de Babilonia. ¿Quién sabe qué descubrirán? Como escribió el profeta Esdras en los Apócrifos: El
ángel Uriel vino a mí y dijo: «Entra en un campo de flores, donde no haya casa edificada, y come sólo las

49 
 
flores del campo, y no pruebes carne, ni bebas vino, pero come sólo flores... y entonces yo vendré y te
hablaré...», así que entré en el campo llamado
ARDAT.

Hombre CÁNCER Mujer VIRGO


Entonces le pareció extraño que estuviera indudablemente en la laguna con alguna intención
definida, porque luchaba con la marea, y a veces triunfaba, y cuando triunfó, Peter, que siempre
compadecía al más débil, no pudo dejar de aplaudir.
Era una hoja de papel muy gallarda.
No era realmente una hoja de papel. Era el ave Nunca, que hacía desesperados esfuerzos

ki
por llegar hasta Peter.
Casi los odia. Realmente los odia. Son crueles e insensibles. Los astronautas y la NASA. Todo el
programa espacial estremeció al Cangrejo. Pero nunca habló de esto con nadie. Alimentó en secreto esta
sensación de vacío, sobre todo porque no sabía muy bien cómo podría explicar a personas que nunca lo
entenderían por qué se sentía tan misteriosamente perdido y solitario después del primer descenso en la Luna,
con su confianza en sí mismo sofocada en los abismos de un desencanto indefinible. La segunda vez fue aún
peor.
Lloraba. Cuando estaba a solas, cuando nadie podía verlo. Llevó su carga silenciosa durante meses y
años, sin poder compartirla, porque no había nadie con quien pudiera contar, nadie capaz de suministrarle la

u
inmensa compasión que necesitaba. Hasta que apareció ella —la Virgen— y se enamoraron.
Gradualmente, él se fue convenciendo de que ella no se burlaría de su secreto si lo compartían. Tal vez
incluso podría ayudarlo a librarse de sus temores, tal vez podría revelarle que sus pesadillas sobre la NASA
tendrán un final feliz previamente insospechado. Al fin y al cabo, pensó, es tan plácida y serena, como si ella
misma fuese un secreto. Es tan asombrosamente inteligente... por tratarse de una mujer. (Los Cangrejos
varones tienen algo más que una pizca de machismo, y será inútil esperar que la pierdan por completo hasta
an
que la imagen de «madre» haya experimentado una metamorfosis total, para lo que es posible que se necesite
más de unas veintenas de años.) Además de ser tan inteligente, reflexionó él, es tierna y dulce,
reconfortantemente comprensiva, excepto en esas pocas oportunidades en que él notó que se comportaba
como... bueno... un poco como una arpía. Ligeramente malhumorada y crítica. Distante y altanera. Pero
resolvió pasar por alto esos escasos trances. ¿Acaso él mismo no tiene un humor cambiante? ¿Quién puede
entender mejor que él que una persona no siempre quiere decir lo que dice, cuando está abatida? Así que junta
su coraje y lo vierte todo en sus exquisitos oídos. Su triste y aterrador secretó. Le confiesa su pánico, tiembla
y tirita, espera consuelo. ¡ALBRICIAS! ¡Ella sí lo compadece! ¡Ella sí lo comprende! No se ríe de él. Más
aún, ¡tiene una respuesta! Y una respuesta muy lógica, sensata y práctica, además, sorprendentemente
entrelazada con un asomo de la verdad esotérica... y mística. Se siente abrumado por el placer y el deleite
puros. Ha procedido correctamente al confesárselo.
Lo que sucedía, veréis, es que durante un tiempo él había estado alterado y preocupado
por los descensos en la Luna, por un motivo muy racional. Él es un Cáncer, regido por la Luna. A lo largo de
M

los siglos, la mitología y los antiguos, los escribas y los profetas y los poetas, para no hablar de los astrólogos
y los metafísicos, siempre han descrito a la Luna como la Señora de los Misterios (el mayor de los cuales
consistía en elucidar qué hacía allí el presunto Hombre de la Luna), que urdía hechizos, poseía toda la magia
de Merlín, y era la personificación misma de lo magnético y lo hipnótico. Cada vez que la veía henchirse
hasta la plenitud, y menguar luego, hasta convertirse en la Luna nueva y en una rodaja de limón, que lo
convocaba con una promesa tentadora, se sentía lleno de temor reverencial y de anhelos íntimos. Cuando era
niño acostumbraba a impetrar deseos a la Luna nueva. Entonces aparecieron la pérfida NASA y esos malditos
astronautas entrometidos, resueltos a sacudir sus sueños, a exhibir groseramente el rostro y el cuerpo
desnudos de su hermosa regente lunar. Las revistas se llenaron de profanaciones fotográficas de su Señora de
la Belleza. Ahí estaba, patéticamente vulnerable, acribillarla de cráteres, cubierta de arena lúgubre y rocas
monótonas, sin un resplandor ni un centelleo visible en ninguna parte. Nada de magia. Nada de misterio. Sólo
frías masas de polvo, kilómetros de una nada uniforme. Esto desquiciaba su fe en sí mismo, en una forma que
él no atinaba a analizar.
Su mujer Virgo lo escuchó en silencio, hasta que terminó, sin interrumpirlo como podrían haberlo hecho
otras. Entonces la miró de soslayo para comprobar si eso le hacía gracia. No. Lo entendía perfectamente. Sus

50 
 
ojos claros reflejaban una clara comprensión de sus sentimientos, un interés inconfundiblemente genuino. Le
dijo que era muy lógico que un Cáncer se indignara al ver que mancillaban tan grosera e inesperadamente la
imagen de su propia regente, con descripciones tan mundanas y prosaicas. Era natural, agregó, que la gente se
identificara vehementemente con sus planetas y luminarias regentes y personales. Señaló que tal vez un
hombre Aries experimentaría la misma pérdida de confianza en sí mismo si lo obligaban a escuchar la noticia
de que unos astronautas habían descendido en Marte (regente de Aries) y habían informado, al regresar, que la
ígnea estrella roja estaba poblada de hileras de tiendas de golosinas, medusas trémulas y árboles de caramelos
de gelatina. ¿MARTE? ¡El gran guerrero, valeroso y arrojado! ¡El intrépido! ¿MEDUSAS Y CARAMELOS
DE GELATINA? (El Soltó una risita, y se sintió mucho mejor.)
Entonces ella le confió que Mercurio no era más que su regente adoptivo y mencionó sus propios
sentimientos secretos acerca de su verdadero regente, Vulcano, que no tardaría en ser descubierto. Le explicó
cómo escudriñaba el cielo, a veces, y se preguntaba...
Ella le dijo categóricamente que a su juicio las historias que se cuentan acerca de la magia y el misterio
de la Luna son veraces. El terreno que pisaron los astronautas no era la realidad. ¿Acaso las rocas y los

ki
cráteres modifican el poder místico de la Luna —que aún desconcierta a los científicos— en virtud del cual
ésta hace fluir y refluir las mareas e influye magnéticamente sobre toda clase de elementos de la Tierra? No,
no lo modifican. ¿Y qué decir de la Tierra? Quien mirara este planeta desde el espacio, argumentó ella,
imaginaría que se trata de una estrella razonablemente centelleante y excitante. Pero cuando uno se posaba
realmente sobre la superficie de la Tierra y veía todos los quioscos de salchichas, el smog, la contaminación,
los televisores, la codicia, la crueldad, la guerra, los traficantes, los pobres y los hambrientos, los crímenes y
la droga y los borrachos y las rosquillas y los insecticidas y las carteleras —toda esa bazofia chocante—, ¿no
era lógico que también quedara desilusionado? (Él asintió vehementemente, esperando que ella le contara el

u
final feliz.)
La Luna refleja el Sol, añadió ella. Es reflectora. No se parece a ninguna otra «estrella» o planeta del
cielo, y es única en el sistema solar. Sigue siendo extraña y mística, y posee exactamente los mismos poderes
que antes. La NASA no ha explicado el indiscutible control de la Luna sobre el movimiento de toda el agua
de la Tierra y de toda la vida marina. ni su sincronización con dicho movimiento. Incluso la apertura y el
cierre de las ostras se ajusta con precisión a las fases de la Luna. La auténtica verdad de la Luna, manifestó
ella, no reside en su superficie, donde se la podría descubrir a simple vista. La auténtica verdad sólo puede ser
an
vista con el Tercer Ojo y el corazón, combinados... observando que la Luna es la causa absoluta de
determinados efectos. Y quizá la verdad íntegra será descubierta más tarde. Después ella le preguntó si alguna
vez había pensado que quizá la Tierra, que parece ser una feria demencia' poblada de ruido y absurdos. tiene
un extraño poder en sí misma, que nunca hemos adivinado... para cambiar el destino de galaxias enteras.
Finalmente, terminó citando el axioma favorito de su tía abuela Hester. «Cree sólo la mitad de lo que ves —
sentenciaba la tía Hester—. Y nada de lo que oyes.» Al día siguiente, prometió la Virgen, le daría un ejemplar
de El principito, de St. Exupéry, que le aclararía todo. (La mayoría de los Virgo han leído El principito. y son
aficionados a su texto. Todo lo que encierra un diminutivo los atrae irresistiblemente.)
Casi siempre, la mujer Virgo se las apaña de alguna manera para conseguir que el chico Cangrejo se
sienta protegido, abrigado y seguro. Como si todo estuviera crujiente y en orden y se comportara como debe
comportarse en el mundo, y girara dentro de la órbita de él. Esta era la sensación que experimentaba en su
infancia. Cuando su madre le decía que se tranquilizara, que todo marchaba bien. Sus pesadillas eran necias e
irreales. Habría un nuevo amanecer y el mundo seguiría girando. Se desayunaría con cereales y traerían el
M

periódico, como siempre. La mujer Virgo consigue que se sienta cómodo y reconfortado, como si fuera su
viejo batín, de bolsillos flexibles y fláccidos, que colgaba junto a la cama cual un fiel amigo. Intuye que ella
es una mujer fiable, íntegra y con sentido del deber. En esto se parece a él. A menos que la conozca en una
época en que Vulcano la tironea para que se ponga cabeza abajo y corra durante un tiempo en círculos
vertiginosos, para hacer variar la escena, arrojando la cautela a un rincón, que es donde debe arrumbarse la
cautela excesiva. Es posible que entonces él tenga motivos para estar nervioso, de vez en cuando. Pero la
Virgen típica colocada en la situación normal, cuando ama realmente a su manso Cangrejo, raramente hará
algo que pueda herirlo o alarmarlo de veras. Es reconfortantemente previsible (excepto durante esos raros
experimentos de Vulcano).
Ella deseará que él sea igualmente previsible. Con sus rocas, sus cráteres y todo lo demás, la Luna
continúa gobernando los humores cambiantes de este hombre, su risa, sus lágrimas, sus depresiones, sus
euforias, sus enfurruñamientos, sus chistes, su compasión, su dulzura, su extravagancia y su simple
testarudez. Igualmente, con su espíritu práctico y su sentido común, la chica Virgo está en condiciones de
lidiar bastante bien con la fiebre trashumante del hombre Cáncer, con sus períodos de misantropía que él no

51 
 
puede explicar, con los temores que lo vuelven circunstancialmente tacaño, con la tierna consideración por los
demás que lo vuelve repentinamente generoso. A ella no la molesta su naturaleza cautelosa, porque la suya
también lo es. Compartirá asimismo la aversión de él por la prodigalidad y el despilfarro, su sentido de la
responsabilidad, y su delicioso disfrute de la vida doméstica. Es muy probable que ella cocine, después de
descubrir que él asocia la buena comida con la seguridad emocional, pero quizás esto no la haga muy feliz. (A
menos que ella misma tenga su signo lugar o ascendente en Cáncer.) Algunas de sus reyertas pueden ser
producto del espíritu posesivo de él, típico del Cangrejo. Es posible que frunza el ceño si ella quiere trabajar o
tener una carrera, a menos que su escritorio esté junto al de él, o que se asocien en una actividad comercial. Él
es cardinal y ella es mutable, de modo que ella aceptará de buen grado la tendencia de él a querer dictar la
mayoría de las reglas y a marchar un poco más adelante... siempre que no exagere. Él es un líder (aunque
secretamente) y ella es una comunicadora. Por tanto, ella no experimenta la abrumadora necesidad de
reclamar una independencia ostentosa, pero tampoco permitirá que sofoquen su libertad personal. Él podrá
darle órdenes, galantemente, y con anticuado encanto (tal como se las da a otros, hombres o mujeres), y ella
no se sentirá agraviada ni armará un escándalo. Sin embargo, sólo obedecerá las sugerencias que le plazcan.

ki
Si no le placen, se lo dirá francamente, y hará a continuación lo que se le antoja. Cortésmente (como él), pero
con la mayor determinación.
Desde el punto de vista sexual, estos dos forman una buena pareja. Con la pacífica afinidad de los signos
de Tierra y Agua, se fusionan en sus respectivos brazos, corazones y cuerpos, con mucha naturalidad. Es
posible que a otros les parezca que la mujer Virgo proyecta un aire de pasividad. Pero el gran sentimentalismo
y la sensibilidad del hombre Cáncer le permiten descubrir en ella reservas latentes de pasión. A menudo él
consigue hacerla florecer con su propia forma especial de sentimiento, que es puro y delicado, como el cristal,
y que carece de la pesadez de la emotividad exagerada. Es posible que ella se sorprenda entonces, al descubrir

u
en sí misma una sensibilidad profunda que nunca imaginó tener. Es posible que la naturaleza básica de esta
mujer sea fría y reservada (especialmente con los desconocidos), pero cuando Vulcano la estimula
interiormente, es capaz de satisfacer con creces la gran necesidad de sensualidad y afecto en el acto amoroso
que experimenta él hombre lunar. Ella responderá instintivamente a la ternura y la dulzura que son
componentes inseparables de todo hombre Cáncer. Ambos abordan la pasión con respeto por sus
implicaciones y su potencial más profundos. La unión sexual es algo que ninguno de ellos interpreta
normalmente como un acto informal o frívolo (a menos que tengan planetas muy mal situados en sus
an
horóscopos individuales).
No obstante su vulnerabilidad y su sentimentalismo emocional (que él oculta como un experto bajo su
duro caparazón exterior), el Cangrejo posee una inteligencia equilibrada, vigilante. Es un negociante sagaz, y
un excelente estratega en lo que concierne a todas las formas de relación humana. Ella demostrará claramente
que admira todas estas cualidades. La Virgen no puede amar a un hombre que no ha conquistado su respeto, y
el Cangrejo probablemente lo conquistará desde el principio. Sin embargo, si él fuera uno de esos Cáncer
inseguros que «cultivan» sus temores infundados entregándose a las drogas, el alcohol, las fantasías o la
pereza, ella se fastidiará mucho, y no tardará en hacer sentir su disgusto mediante pequeños detalles
inconfundibles. Como los rezongos. Rezongos amables, pero rezongos, al fin y al cabo.. Minúsculos
recordatorios. Ligeros fruncimientos de ceño. Enfurruñamientos. La resignación propia de una mártir. O
sencillamente se largará cuando él menos lo espere para iniciar una nueva vida a solas, casi sin un atisbo de
emoción, una vez que haya resuelto partir. (Las Virgo no creen que el exceso de emoción sea sensato o
práctico.) Dada la extrema sensibilidad de él a los agravios, y dada la propensión natural de ella a criticar, esta
M

relación conlleva peligros intrínsecos. Pero ninguno insuperable: basta reconocerlos a tiempo, y eludirlos. Él
tiene la sensibilidad suficientemente aguzada como para percibirlos. Ella es suficientemente analítica como
para detectarlos. De modo que si dejan que la situación se les escape de las manos, realmente no tienen
excusa.
Los ojos de ella (como los de todos los Virgo y Géminis, gracias al don plateado de Mercurio) son
notablemente claros, e irradian inteligencia. Sus rasgos son delicados y virginales, por alguna razón imposible
de definir. Excepto cuando su frente está velada por los problemas o surcada por arrugas de preocupación, su
expresión es dulcemente plácida. Y por tanto... cuándo yace en brazos de él, bañada por la Luna, el Cangrejo
puede imaginar, por un momento, que es su perdida Dama de los Misterios, la nebulosa diosa lunar de sus
sueños obsesivos.
Una vez que se siente a salvo con un hombre, la chica Virgo se transforma en una sinfonía de frágil
feminidad. Al fin y al cabo, nació bajo un signo solar femenino, regido en secreto por Vulcano, potentemente
femenino. La crepitante autonomía de ella y su vago aire de altanería enmascaran su dulzura, pero ésta
existe... y espera que la devoción paciente y perseverante del hombre Cáncer la reviva y la haga cantar.

52 
 
Aunque la Virgen y el Cangrejo se separen, la fuerte atracción kármica de su vibración 3-11 casi siempre los
guiará hasta que sus senderos vuelvan a cruzarse inesperadamente, en una instancia definitiva de amistad y
clemencia.

CÁNCER LIBRA
Agua - Cardinal Negativo
- Aire - Cardinal - Positivo
Regido por la Luna Regido por Venus
Símbolo: el Cangrejo Símbolo: la Balanza
Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas diurnas - Masculino

ki
La relación CÁNCER-LIBRA
No sé si alguno de los niños lloraba; si lloraba, el canto ahogaba el sonido...

u Cáncer y Libra forman la configuración de signos solares 4-10 en cuadratura, mediante los elementos de
Agua y Aire, y como todas las vibraciones 4-10, la suya es la asociación más interesante y estimulante.
También es la más difícil de armonizar, pero esto es precisamente lo que la hace tan interesante y estimulante,
en razón de las grandes recompensas que esperan el momento de agraciar a estos dos cuando logran una
victoria conmovedora sobre sus innegables diferencias que son, sinceramente, enormes.
La relación entre Libra y el Cangrejo es prototípica de la vida, porque los obliga a aprender, en las
condiciones más difíciles, cómo se transige. Quien asimile esta lección tiene garantizado un nivel de felicidad
an
mucho más sublime que el que jamás podría alcanzar mediante la elección de un camino más fácil. El hecho
de que estos dos signos solares triunfen en la batalla del conocimiento mutuo ya es de por sí un objetivo
meritorio. De cuando en cuando, su relación será un poco escabrosa y complicada, por cierto, pero el tiempo
suaviza las aristas cuando ambas partes ponen empeño en ello, y al final uno tiene la dulce satisfacción de
saber que ha logrado controlar su propia naturaleza muy humana, y la del prójimo, y que en el ínterin se ha
aproximado un poco más a los ángeles. No garantizo las alas ni nada parecido, pero sí quizás un par de halos
(que no son más que dos auras, las cuales refulgen con los bellos colores de la compatibilidad).

El halo (o aura) no es algo que estos dos verán inmediatamente en sus respectivas cabezas. Es más
probable que vean cuernos imaginarios y un par de tridentes. Esto les sucede porque no se esfuerzan. Ceden a
la naturaleza humana, y la clave de esta particular experiencia kármica consiste en tratar de imitar a los
ángeles, ¿recordáis? La primera lección que deben aprender Cáncer y Libra es la que enseñó tan
diligentemente Francesco Giovanni de Bernardone, de Asís (al que si se lo conoce por el nombre de San
M

Francisco no es porque él, muy humilde, así lo haya querido). Bastará con que ambos dejen de desesperarse
por hacerse entender, y empiecen a poner un poco más de empeño en entender a los demás. Los dos. Ésta es
la única llave que abrirá la misteriosa reja que los separa, detrás de la cual los aguardan Pax et Bonum (Paz y
Bien).
Como expliqué detalladamente en «Los doce misterios del amor», en el comienzo de este libró, los
Cáncer experimentan la pubertad del alma. Intuyen mucho que no parecen poder expresar: sus sueños los
obsesionan con una turbadora precognición del proceso de maduración que abarca tanto la dicha próxima y
las tribulaciones próximas, como vívidos recuerdos del ayer. Intuyen todo esto, pero no pueden hablar del
tema, así que naturalmente están melancólicos, y tampoco pueden dejar de llorar presas de un temor y una
depresión indefinibles cuando la Luna gravita periódicamente sobre sus emociones y ellos se sienten tan
impotentes como las mareas del océano lo son para controlar la atracción magnética lunar. Unas veces los
Cangrejos están silenciosos y meditabundos, y otras encubren sus preocupaciones con un delirante humor
lunar maravillosamente contagioso, que a menudo los aparta con engaños de sus temores, y que ciertamente
regocija a todos quienes tienen la suerte de estar cerca de ellos cuando se sienten de buen talante.

53 
 
Cuando se encuentran una criatura lunar y un o una Libra, la escena puede ser durante un tiempo
melodiosa. A los Libra les encanta reír, y el humor lunar de Cáncer se convierte en una canción rítmica al son
de la dulce música de la esencia venusina de Libra, suave y reposada a ratos, pero complementada también
con unos pocos acordes estridentes y notas chirriantes, y entrecortada por una especie de rock and roll. Es un
entretenimiento puro, y los espectadores inocentes que rondan por el hogar o la oficina animados por los dúos
musicales que interpreta este conjunto cuando está bien avenido, pueden considerarse en verdad dichosos y
afortunados. (Los espectadores inocentes deberán disfrutarlo mientras dure.) Hablo del hogar o la oficina
porque el destino sitúa con frecuencia a las combinaciones 4-10 en una situación vital estrechamente
relacionada con el hogar y la carrera profesional. Parecen armonizar mejor en el círculo familiar como
parientes, como socios, o en el aula, que como amigos, amantes o consortes. (Pero en este último contexto, no
olvidéis aquel estímulo, y sus valiosas recompensas.)
En realidad, la empatía básica de la que disfrutan el Cangrejo y el Libra y que los ayudará a superar sus
dificultades es mayor que la de las otras configuraciones 4-10, porque, si bien sus personalidades chocan a
menudo, sus planetas regentes —la Luna y Venus, respectivamente— se entienden. Puesto que el Sol rige la

ki
personalidad y la Luna rige las emociones, estos dos pueden comunicarse más fácilmente el uno con el otro
mediante las emociones que mediante los recursos más obvios y externos. El problema consiste en que nunca
es sencillo atravesar el caparazón del Cangrejo para llegar a la auténtica naturaleza emocional de la criatura
lunar. Ésta se halla bien protegida de los malos tratos, y hay que halagarla muy cuidadosamente.
Libra es tolerante y tiene muchas probabilidades de conmover las emociones de la criatura lunar con una
actitud afable... y con paciencia. Pero lamentablemente es posible que no baste la naturaleza esencialmente
dulce y tolerante de Libra. Porque el hombre o la mujer (o el niño) regido por la Luna puede ser
increíblemente sensible. No obstante su innata bondad, Libra, por el hecho de ser un signo de Aire, hace a

u
menudo excesivo hincapié en la lógica, y descuida la sensibilidad del Cangrejo o de quien sea. Los Libra son
excelentes abogados y jueces muy sabios, pero con pocas excepciones, a pesar de su gran probidad, son malos
psicólogos. A Libra no le interesa el significado-que-se-ocultatras-el-significado, sino sólo el juego fascinante
de la acción y la reacción humanas, en el nivel superficial. Este tipo de actitud nunca traspasará el duro
caparazón del Cangrejo. En su relación con Cáncer, Libra deberá practicar una compasión más penetrante, si
desea entender por qué el Cangrejo se arrastra simbólicamente en dirección oblicua, en lugar de avanzar
rectamente y de ir al grano.
an
Una de las diferencias capitales entre sus respectivas naturalezas consiste en que Libra se orienta «hacia
los demás» y Cáncer se orienta «hacia sí mismo». Si esto suena como si la astrología dijera que Cáncer es más
egoísta que Libra, así es como debe sonar, porque esto es precisamente lo que quiere decir. Es demostrable
que el Libra medio se preocupa más por los problemas de sus amigos, de una determinada empresa o del
mundo en general que por los suyos propios. Estos últimos parecen resbalar sobre la espalda del Libra con un
encogimiento de hombros y con la lógica deducción de que lo que ha tocado fondo no tiene más remedio que
volver a subir. Estos hombres y mujeres son extrovertidos expansivos, en tanto que las criaturas lunares son
más introvertidas... y ponen más empeño en proteger al Número Uno. Es verdad que muchos Cáncer son
individuos afables, imaginativos y sensibles, a menudo muy cariñosos y afectuosos. Sin embargo, el mayor
énfasis lo ponen en sí mismos.
Puesto que el énfasis en la propia persona es una actitud emocional malsana que nunca deja de producir
finalmente un cierto deterioro de la salud, los cangrejos se enferman con más frecuencia que la habitual.
Generalmente las enfermedades de Libra son producto de la vida permisiva, de los excesos, de las tendencias
M

gregarias, de la afición a las fiestas, del comer y el beber y el trabajar exageradamente. Este comportamiento
fastidia y preocupa al Cangrejo, y lo induce a advertir a Libra que está quemando la vela por las dos puntas.
(De qué otra manera podría quemar Libra una vela, sin dejar de ser equitativo con ésta?)
Generalmente, estos dos también sustentan criterios opuestos en el área económica. Los Libra no son
desmedidamente pródigos ni derrochadores, pero para ellos el dinero no es tan importante como para Cáncer.
Para los Cangrejos, la seguridad económica y la seguridad emocional tienen idéntica trascendencia vital.
Cuando disfrutan de una de ellas y no de la otra, pueden sentirse muy alterados y desdichados. Cuando
carecen de las dos se vuelven tan agresivos e insoportables que ni siquiera sus madres podrían quererlos, y
para Cáncer ésta es una experiencia rara y dolorosa. Pero cuando Cáncer disfruta de ambos tipos de seguridad,
la criatura lunar se trasfigura mágicamente en uno de los seres humanos más dóciles, queridos y tiernos que
cualquiera podría pedir, incluido Libra, que a veces exige demasiado de los demás, pues pretende que los pros
y los contras del carácter y la personalidad de todo el mundo estén perfectamente equilibrados, sin que el fiel
de la balanza se desvíe un micrómetro del centro.
Aunque Cáncer parezca enfermizo y débil, estos individuos son, en última instancia, mucho más

54 
 
resistentes que Libra en el arte de sobrevivir mental, física y emocionalmente. Una vez barajado el mazo,
Libra es el más propenso a ceder a la presión mental y a sufrir un colapso nervioso, a dejarse abatir por los
desengaños emocionales, o a sucumbir a una enfermedad grave cuando la Balanza está desequilibrada.
Cuando Cáncer está enfermo, su dolencia puede durar mucho, es cierto, pero sólo porque el Cangrejo se
aferra tenazmente a todo, y lamentablemente casi nunca distingue lo positivo de lo negativo. El Cangrejo
estira la pinza casi a ciegas, sujeta lo que encuentra, y lo retiene como si en ello le fuera la vida. A veces Libra
debe intervenir afablemente para devolver la cordura a la criatura lunar, y para hacerle entender que lo que
más le conviene es soltar aquello que sujeta ferozmente. A Cáncer no le resulta fácil soltar nada, y Libra
tendrá algunas experiencias desalentadoras cuando intente abrir por la fuerza las pinzas con que el Cangrejo
se aferra a malos hábitos, ideas equivocadas y temores infundados.
A la larga, este tironeo desgasta invisiblemente el delicado equilibrio del sistema nervioso de Libra, y
puede crear una especie de agotamiento espiritual que, a la vez, desemboca en el letargo y en profundos
remansos de desdicha, para no hablar del considerable embotamiento que produce en la naturaleza
normalmente alegre, afectuosa y optimista de Libra. En la Naturaleza, como en las personas, el exceso de

ki
agua puede generar una atmósfera saturada, caliginosa y pegajosa, así como la cantidad justa de agua puede
generar una atmósfera húmeda, fresca y regocijante.
Libra derrocha su tiempo cuando intenta ocultarle un secreto a Cáncer. Los Cangrejos se valdrán de todas
las astucias imaginables para sonsacarle á una persona Io que desean saber. Cáncer pregunta: «¿Qué opina de
mí fulano de tal, sinceramente?» Libra responde: «No creo que yo deba tomar partido». Cáncer dice: «Eso no
es justo. ¿Acaso yo no te he suministrado información que tú necesitabas con urgencia, muchísimas veces?»,
Libra vacila, suspira, capitula, y le informa al Cangrejo lo que éste desea saber, cuidando de-enumerar todas
las cosas buenas que ha oído, junto con las malas. Es posible que después de oír la respuesta deseada, el

u
Cangrejo exclame: «Es lo que pensaba. Nunca volveré a hablarle a esa persona», y que salga apresuradamente
de la habitación. Además, Libra quedará al borde de las lágrimas porque lo han obligado a desempeñar el
papel de agitador, cuando todas las fibras de su ser están condicionadas para una función pacificadora. Los
Cangrejos son superultrahipersensibles a la más ligera crítica, y son muy taimados para sonsacar la verdad
íntegra, después de lo cual llorarán ofendidos o harán chasquear sus pinzas coléricamente por la mitad de
dicha verdad... y ya sabéis que el énfasis en la mitad de las cosas pone frenético a Libra.
El mejor sistema para que Libra y Cáncer interpreten juntos una dulce melodía consiste en que cada uno
an
de ellos se concentre casi constantemente en las virtudes muy concretas del otro, aunque estos rasgos puedan
ser netamente distintos en el uno y en el otro. Libra debe recordar que los sueños imaginativos de Cáncer,
combinados con la tenacidad increíble del Cangrejo, fueron los que permitieron que la doncella lunar Helen
Keller triunfara tan gloriosamente sobre la desgracia de haber quedado sorda y ciega a los diecinueve meses.
Se graduó cum laude en el Radcliffe College, aprendió a tejer, a hacer ganchillo, a usar una máquina de
escribir, a nadar, a remar y a montar en bicicleta. Viajó alrededor del mundo, pronunciando conferencias
alentadoras (cuando ella sólo había oído durante tan poco tiempo el sonido de la voz humana) y escribió
muchos libros y artículos para estimular la fe de los demás. Asimismo, la sensibilidad, la clarividencia y la
perseverancia de Cáncer permitieron que el Cangrejo Nikola Tesla utilizara su excepcional memoria y su
genio inventivo para concebir milagros electrónicos con los que se adelantó a su tiempo, para ser el primero
que puso en ejecución el uso práctico de la corriente alterna, para patentar ciento cuarenta inventos que
resultaron muy útiles a los terráqueos, inventos entre los que hubo uno que hizo posible la emisión radial y los
circuitos receptores que se emplean actualmente... y para aferrarse a sus ensueños y visiones lunares, a pesar
M

de las burlas, de la indiferencia, y de la forma en que le birlaron las recompensas que le correspondían por el
trabajo de su vida, hasta después de muerto. Toda criatura lunar está hecha del mismo material que estaban
hechos Helen Keler y Nikola Tesla.
A su vez, Cáncer puede reflexionar acerca de lo que sería la vida hoy si no fuera por el
ansia de justicia y la necesidad de expresión creativa de Libra... si el mundo no hubiera sido agraciado por la
adaptabilidad y los talentos pacificadores de algunos Libra como Dwight Eisenhower, George Westinghouse
y Giuseppe Verdi. Sin sus aptitudes venusianas para componer música para el alma, para ser conciliadores
justos que sin embargo nunca comprometían los valores morales, tal vez todavía estaríamos implicados en la
Segunda Guerra Mundial, nuestros ferrocarriles no serían seguros, y el Cangrejo no podría escuchar los
acordes solemnes de Aida para serenar su espíritu. Fue el Mahatma Gandhi, el pacificador Libra, quien
combinó las enseñanzas del hinduismo con el «Sermón de la Montaña» del Nazareno... en perfecta armonía.

Cuando Cáncer y Libra han aprendido a valorarse auténticamente el uno al otro, el resultado puede ser
mágico. Un excelente ejemplo de ello lo encontramos en el siguiente aserto del Cangrejo Cáncer Tesla,

55 
 
respecto del Libra George Westinghouse: «Si otras firmas industriales hubieran sido tan equitativas y
generosas, y tan justas como la de George, yo podría haberle ofrecido al mundo muchísimo más».
Cáncer y Libra deberían meditar durante mucho, mucho tiempo acerca de estas palabras. Contienen un
mensaje portentoso. Para ambos. Por igual.

Mujer CÁNCER Hombre LIBRA


Ella había venido a salvarlo, a ofrecerle su nido, aunque había huevos en éste. El ave me dejó
un poco atónito, porque aunque él la había tratado correctamente, en algunas oportunidades

ki
también la había atormentado.

De algún modo, el amor trasforma a la mujer Cangrejo melancólica, reservada y a veces malhumorada,
en una encantadora, solícita, tierna y afable doncella lunar. Si por casualidad estuviera enamorada de un
hombre Libra, empezará a preocuparse por él inmediatamente. Trabaja demasiado, juega demasiado, come
todo lo que no debería comer, bebe excesivamente, no descansa bastante, deja que los demás se aprovechen
de su bondad, es demasiado flemático, se resfriará si no desiste de correr bajo la lluvia sin sus chanclos de

u
goma, y deberá dejar de perder sus paraguas porque éstos cuestan dinero y con el dinero invertido sólo en los
que extravió el año pasado se podría comprar una nueva licuadora eléctrica con la que ella le prepararía
zumos vegetales para diluir el efecto de las sustancias nocivas que él insiste en comer y beber. Cáncer se
preocupa. La doncella lunar le regalará para su cumpleaños una manta eléctrica, porque se preocupa por su
comodidad. En realidad, es una forma de insinuar que la mejor manera de conservar los pies calientes en
invierno consistiría en tenerla a ella acurrucada a su lado.
an
Como Libra es un signo solar masculino, pondrá inmediatamente en claro su decisión de no dejarse
dominar ni regañar. Pero también lo rige el planeta femenino Venus, que armonizará muy bien con los
fluctuantes humores lunares de ella, generados por su Luna regente, y la hará sentir emocionalmente segura.
Esto, a su vez, hará aflorar todas las valiosas cualidades de la doncella lunar: lealtad, paciencia y devoción.
Durante un tiempo, todo será paz y sosiego.
No obstante las diferencias bastante marcadas de sus idiosincrasias y personalidades. si él es un varón
Libra típico no dejará que transcurra mucho tiempo desde que se enamore hasta que lo tiente la idea de
casarse. Cuando un hombre regido por Venus siente la fuerte tentación de hacer algo con una mujer —valga
la redundancia— tan tentadora como ésta, lo rumiará y encontrará mil motivos racionales para hacerlo, y
finalmente resolverá que la única forma de librarse de la tentación consiste en ceder a ella. (Éste es un
ejemplo de la lógica de Libra cuando la distorsionan el deseo romántico y los apetitos carnales.)
Si se trata de un Libra evolucionado, y si el aspecto entre sus luminarias es favorable (el Sol de él en
conjunción sextil o trígono con la Luna de ella. o viceversa, o bienaventuradamente. lo uno y lo otro), él ha
M

tomado una sabia decisión al proponerle matrimonio a esta criatura suave. de ojos húmedos y duro caparazón,
a esta frágil (ja!), sensible y sagaz (es cierto) doncella lunar que demuestra una preocupación tan halagüeña
por su bienestar. y que aviva en él emociones tan profundas. (Pensándolo bien. no podéis culparlo por haber
cedido a la tentación.) Si el susodicho aspecto Sol-Luna entre sus horóscopos está en cuadratura o en
oposición, tal vez igualmente habrá tomado una sabia decisión por el bien de su alma eterna, pero podrá ser
un poco escabrosa para su mente, su cuerpo y sus emociones. Sin embargo, debemos recordar lo que
señalamos en la primera parte de este capítulo: si pueden concordar lo discordante, conocerán el amor del que
disfrutan los ángeles. y esto vale algo más que un pequeño esfuerzo.
A la doncella lunar y el Libra: Escuchad, tengo para vosotros, astrológicamente, algunas malas noticias y
algunas buenas noticias. ¿Cuáles preferís escuchar antes, las buenas o las malas?
LIBRA: Empieza por las buenas noticias. CÁNCER: Empieza por las malas noticias.
Supongo que deberé empezar por las malas noticias, porque sus respuestas son un fiel reflejo de ellas, o
sea, del enfoque radicalmente distinto que estos dos adoptan respecto de cualquier situación que se plantee
fuera de ellos o entre ellos.
Ningún otro signo solar es por naturaleza más involuntaria pero tenazmente pesimista que Cáncer (a

56 
 
menos que se trate de Tauro. Virgo o Capricornio, pero cuando se suman los puntos el Cangrejo les gana a
todos). Y ningún otro signo solar es por naturaleza más jubilosa, interminablemente (y a veces
enloquecedoramente) optimista que Libra (a menos que sea Aries o Sagitario, pero Libra puede ganarles a los
dos cuando se trata de correr en pos del arco iris).
Si miramos el lado positivo de las cosas, podemos imitar a Pollyanna y decir que cuando el optimismo de
él y el pesimismo de ella brotan día tras día (y noche tras noche) de la misma tetera, ella influirá para que el
optimismo de él sea gradualmente menos crédulo y más sensato, y él influirá para que el pesimismo de ella
sea menos deprimente y un poco más esperanzado.
Si miramos el lado negativo de las cosas, debemos confesar que, por la misma naturaleza de la definición
que da el diccionario, el optimismo no puede tornarse menos crédulo ni más sensato, porque entonces ya no
sería optimismo. Igualmente, por la misma naturaleza de la definición que da el diccionario, el pesimismo no
puede tornarse menos deprimente, porque lo deprimente es lo deprimente, y los matices no cuentan... y cierta-
mente no puede tornarse esperanzado, porque entonces dejaría de ser pesimismo. Es obvio que nuestros
esfuerzos por ayudarlos se están enredando en la semántica.

ki
No querríamos que resuelvan el problema intercambiando estos rasgos intrínsecos, porque un Libra
pesimista sería un hombre tremendamente desdichado, y una mujer Cáncer totalmente optimista, desprovista
de toda cautela, no sería leal consigo misma.

Quizás unos anagramas no nos vendrían mal. La palabra inglesa «optimism», o sea optimismo, contiene
la palabra inglesa «mist», o sea bruma. La palabra inglesa «pessimism», o sea pesimismo, contiene la palabra
inglesa «miss», o sea perder. Convendría que ella le advierta a él (beneficiosamente, además) que un
EXCESO (ésta es la palabra clave) de optimismo podría tender un manto de bruma sobre la realidad, el cual a

u
su vez podría difuminar sus sueños, que ella desea desesperadamente que se materialicen, porque lo ama. Y
convendría que él le advierta, por su parte, que un EXCESO (nuevamente la palabra clave) de pesimismo le
hará perder innecesariamente por el camino una gran felicidad que podrían haber compartido, tragedia ésta
que él desea ahorrarle porque la ama mucho. La solución consiste en el equilibrio de Libra.
Ahora que hemos resuelto el problema planteado entre ellos, pasemos a la mala noticia siguiente, y
reservemos las buenas noticias para el final, donde tendrán más poderes para cancelar las complicaciones.
Ella es emocionalmente posesiva y él está emocionalmente enamorado de la libertad. Éste parece un
an
conflicto insoluble, pero la situación no es ni remotamente tan complicada como cada uno de ellos puede
autoconvencerse de que lo es. No, si se aman de veras. Para él: Ella no es posesiva porque desee asfixiarlo.
Sólo se trata de que vuelven a obsesionarla sus antiguos temores de las pesadillas infantiles. Tiene miedo de
que el amor que usted le demuestra no sea más que un espejismo y se disipe un día, dejándola sola,
desprovista de cariño y desamparada. Seguramente usted puede ser lo bastante justo como para comprender
que estos temores muy concretos aumentan, naturalmente, cuando lo pierde de vista, porque cuando era
pequeña la asustaron con la falacia: «ojos que no ven corazón que no siente». Para ella: Él no busca períodos
de libertad porque desee urdir planes para abandonarla, o porque se haya enamorado de otra. Él nació en el
elemento Aire, y cuando el Aire está encerrado se pone rancio. Olvide la falsa advertencia acerca de lo que
ocurre cuando el hombre amado se pierde de vista, y comprenda que se ha demostrado un millón de veces que
«la distancia refuerza el amor». Ésta es una ley universal que no se puede modificar. Sólo si él no la ama corre
el riesgo de perderlo cuando está lejos... y si no la ama, lo perderá de todos modos, y en buena hora, porque
así podrá entrar en su vida su verdadero amor. Si la ama, cuando estén separados la extrañará más de lo que
M

usted supone, y muchísimo más de lo que le confesará en toda su vida si usted continúa haciéndole pensar que
no se fía de él.
El hombre Libra que ama y comprende realmente a la doncella lunar que le cautiva el corazón la invitará
a acompañarlo, aunque se trate de un viaje de negocios que a juicio de él terminará antes y mejor si lo
emprende solo, y será sincero cuando la invite, recordando que las personas se enamoran para estar juntas, y
que las cosas que las mantienen separadas, y que las privan de la excitación constante de descubrir el mundo
juntas, son enemigas de su felicidad, independientemente de las reglas sociales.
¿Cómo podrán compartir los descubrimientos excitantes si sólo se ven en casa, y lo único excitante que
descubren es el nuevo diente del bebé o la gotera del techo? Si él la invita a viajar con él, sincera e
impulsivamente, siempre que ello sea posible, recibirá una sorpresa conmovedora. Al saber que él realmente
quiere tenerla cerca, ella perderá hasta el último vestigio de su espíritu posesivo, y le dirá que no se preocupe,
que tiene mucho que hacer durante su ausencia, y que bastará con que regrese pronto. Y lo dirá en serio,
porque el hecho de que él desee llevarla consigo habrá eliminado todos sus temores lunares. Es posible que
entonces él empiece a preocuparse y a preguntarse por qué no acepta su invitación. Estos dos deberán

57 
 
aprender a desistir mientras están a tiempo. Los enamorados son unos terráqueos muy raros. Muy
contradictorios.
Son muy pocas las relaciones Cáncer-Libra rotas que no se pueden reparar y volver a soldar como nuevas
si estos dos ven juntos y cogidos de la mano la película de Neil Simon, de 1978, The Goodbye Girl, porque la
última escena fue inspirada y encarrilada por los ángeles, sólo para ellos. Si leyeran estas líneas una década o
más tiempo después de la época en que las escribo, les aconsejaría que alquilen la película en una cinemateca,
que arrienden luego un proyector o una sala de proyección (o que lo miren cuando lo pasen por televisión) y
que asistan varias veces a la última escena. Ésta contiene la solución completa que buscan la mujer Cáncer y
el hombre Libra, y la única respuesta que necesitarán en su vida. Si no se aman, deberán optar por una
separación rápida e indolora. Si se aman; deberán ver esta película y mientras vivan juntos deberán enviarle a
Neil Simon, en cada aniversario, una docena de margaritas y narcisos.
Con un poco de ayuda del Cáncer Neil, que entiende la naturaleza de las mujeres Cangrejo, hemos
resuelto este problema. El siguiente concierne al dinero, y en este caso me niego a servir de árbitro, como no
sea para decirle sucintamente a él: Permita que ella tenga una cuenta de ahorros y un par de títulos de

ki
capitalización anual, pagos para dejarla contenta... y a ella: No siga haciéndole sentir que está al borde de la
bancarrota y no siga pensando en la pobreza o terminará por convertirla en realidad, y cuando tenga dinero,
DESPRÉNDASE DE ÉSTE, obsequie grandes sumas a los desconocidos en la calle, sí, he dicho a los
desconocidos en la calle y no se desmaye... y verá que lo recupera, triplicado, mucho antes de lo que creyó
posible. Con toda su cautela típica de Cáncer, no conseguirá cambiar la ley universal de la generosidad.
¿Cómo podrá probar que no me equivoco si no lo intenta?
El aspecto sexual de esta relación también puede comenzar como un don de los ángeles, pero puede
terminar con sus corazones tan vacíos como antes se sentían colmados. Esta tragedia hay que prevenirla antes

u
de que se levante el telón, en el primer acto. Es posible que las sospechas aparentemente interminables de ella
despierten en él un sentimiento de frustración que puede ser el preludio de la impotencia, así como la falta de
clarividencia en virtud de la cual él no capta la profunda necesidad de afecto constante y seguridad romántica
que experimenta ella, puede inducirla a encerrarse en su caparazón de protección emocional que, cuando se
endurece, se troca en frigidez. Cuando evitan la causa de este efecto de soledad recíproca, respetando la ley de
causa y efecto de Newton, y pensando realmente en ella, su amor físico puede convertirse en una bella
experiencia de mansa pasión, en ese tipo de intimidad que los hace estremecer_ con sólo preverla al mirarse a
an
los ojos, y que les otorga una nueva dosis de paz y satisfacción cada vez que se redescubren a sí mismos
mediante su antigua alquimia.
La unión sexual entre un hombre y una mujer que se aman es como una melodía recordada de inefable
añoranza y silenciosa realización que puede ser maravillosamente terapéutica. A diferencia de muchas otras
parejas, estos dos pueden emplear la poesía como lenguaje de su amor. La típica mujer regida por la Luna y el
típico hombre regido por Venus no se avergüenzan de expresar sus sentimientos en esta forma, y a veces la
música también intensificará la magnitud emocional de su acto amoroso. Hay muchas maneras de decir lo
siento... no quise lastimarte.
La próxima vez que él deba dejarla por unos pocos días, podría regalarle un frasco de
perfume le Reviens y un diccionario francés-castellano para que aprenda que je reviens significa volveré... o
quizás una muñeca de paño, para demostrarle que sabe lo que ella siente por dentro, cómo atesora el ayer
porque le parece más auténtico y seguro que el hoy o el mañana. Ella ha necesitado a alguien que comprenda
este rasgo de su personalidad desde que era una niña que entonaba una dulce canción de cuna a su muñeca.
M

Entonces ella le obsequiará algo que tiene un valor incalculable: su confianza total.
Y ahora, las buenas noticias. Los dos son sentimentales. Los dos son maravillosamente imaginativos y
creen en los sueños. Ella tiene un magnífico sentido del humor, él tiene una sonrisa encantadora. Ambos están
sujetos a cambios de talante, pero también los conmueve la ternura. En último lugar, pero no porque sea
menos importante, los ángeles son sus aliados, porque en razón de haber estado donde ahora están ellos,
conocen muy bien la abnegación que se necesita para escalar la empinada cuesta a la felicidad que impone la
vibración 4-10, y sin embargo están siempre dispuestos a prometer que el espectáculo que se divisa desde la
cima es portentoso... y no se aparta un milímetro del centro de la belleza.

58 
 
Hombre CÁNCER Mujer LIBRA
...en cada puerta de las cavernas de coral donde moran repica una campanita cuando se
abre, o se cierra... y él oyó las campanitas.

Las mujeres Libra desbordan tanto amor y belleza, que cuando uno está en su presencia, tiene realmente
la impresión de que repican campanitas. Las campanitas tintinean también alrededor de la mayoría de las
chicas Géminis y Virgo, pero con un sonido más delicado. Las de Libra tienen un timbre más profundo, y se
parecen más a lo tañidos que oímos en la madrugada del Domingo de Pascua. Todo forma parte de la música
de Venus, y podéis imaginar el efecto que surte sobre el corazón sentimental y la conciencia sensible, muy
bien sintonizada, del hombre Cáncer regido por la Luna. Suena como un coro.

ki
Para reforzar la naturaleza dramática de la experiencia, la chica Libra que lo ha fascinado se parece
muchísimo a un ángel. Venus nunca omite conceder a sus criaturas una belleza facial cautivante... o por lo
menos, una sonrisa capaz de alegrar el alma más abatida. A veces la mujer Libra tiene la fortuna de haber
recibido en la cuna estos dos dones de Venus, y en tal caso, al Cangrejo no le queda escapatoria. Encandilado
por tanta belleza, ablandado por esa sonrisa rutilante, y puesto a escuchar tantos repiques al mismo tiempo...
este hombre de humores cambiantes puede experimentar algo más que un acceso de locura lunar.
Los Cangrejos tienen un estupendo sentido del humor, de modo que lo primero que hará él, poco después
de haberla conocido, será contarle una historia divertida. Entonces ella reirá... no con una risa común, sino

u
con una muy parecida a la que, según le contó Peter Pan a Wendy, se quiebra en mil fragmentos y engendra
las hadas... y él volverá a oír las campanadas. No sólo su risa es musical, sino que su sonrisa es una sinfonía, y
tiene el buen gusto de valorar su humor.
Poco tiempo después, él se enterará de que, además de ser bella e ingeniosa, suavemente fragante y
femenina, y además de desbordar el misterio aterciopelado de la mujer, también es desmedidamente
inteligente y puede competir con la sagacidad de él en todo lo que va del ajedrez a las charadas. Puede ser su
socia comanditaria, sorprendentemente centrada y creativa, en todo tipo de negocios, y quizás incluso su socia
an
en igualdad de condiciones. Ciertamente es más lista que todas esas majaderas con las que estaba acos-
tumbrado a tratar, que no se reían de sus chistes y que necesitaban que les explicaran una docena de veces la
manera de ejecutar las faenas más sencillas.
Ella se siente tan fascinada como él. Puesto que es aficionada a las fiestas y a la sociabilidad, ha conocido
a muchos hombres a lo largo de los años, pero todos la han aburrido hasta hacerla llorar. Eran insensibles,
desconsiderados y exigentes. Nunca le pedían consejo acerca de sus negocios, empleos o carreras, porque
pensaban que «no era más que una mujer», y por tanto. ¿qué podía saber sobre esas cosas? Esto siempre
enfurece a la chica Libra, para la cual la igualdad entre los sexos es casi una religión. No es necesario que
participe en los desfiles en favor de la ley de igualdad de derechos (aunque es muy posible que lo haga), pero
para Libra la equidad es la equidad, y la justicia es la justicia.
Ahora, he aquí a un hombre encantador, cuyos ojos irradian inteligencia y humor, cuyos modales son
muy cálidos y afectuosos, que es muy reflexivo y sensible. La hace sentir femenina, y sin embargo admira, e
incluso estimula. su intelecto. Le hace sentir que la necesita realmente, y quién sabe por qué... ella se siente
M

muy protegida y segura con él, como si supiera que nunca va a permitir que algo desagradable o chocante o
inquietante turbe el nuevo sosiego que han hallado. Él tiene un aire un poco anticuado y galante, que le
levanta el espíritu de una manera extraña, y la hace sentirse agradablemente amparada. Él entiende la
oscilación de su Balanza de la soledad a la belleza, de la alegría al aborrecimiento, porque él también es
versátil, y esto le hace comprender los cambios de talante de ella. Sobre todo, es muy sereno y paciente, y
estas cualidades siempre atraen a Libra, que busca paz y consuelo.
¿Por qué no casarse? (Es posible que esta idea se le ocurra primeramente a ella.) Quizás él vacile. A lo
mejor la madre de él no la aprueba, o tal vez él no está seguro de que ella pueda sustituir a su madre en el
papel de La-Mujer-Que-Lo-Adora-Por-Encima-DeTodo-En-El- Mundo-Aunque- A-Veces-No-Lo-Demuestre-
Si -Bien-Habitualmente-LoDemuestra. Quizás él piense que debería dedicarse exclusivamente a su carrera o
su negocio hasta afianzarse económicamente para poder mantener una esposa e hijos. El hombre Cáncer
siempre mira antes de saltar, y rara vez se precipita. (Para la mujer Cangrejo que busca protección emocional
y económica, el matrimonio es la solución ideal, pero el hombre Cangrejo tiende a buscar el afecto y la
seguridad emocional que necesita con no menos desesperación estirando una relación amorosa hasta el límite

59 
 
antes de acceder a pensar en el himeneo.) Las responsabilidades del matrimonio lo preocupan. El problema no
consiste en saber si la ama o no. Claro que la ama, pero...
Es posible que la primera reacción de ella frente a las vacilaciones propias del Cangrejo, y a su marcha
atrás, consista en rechazar fríamente sus requerimientos físicos, o en torturarlo fingiendo interés por otros
hombres, con la esperanza de que los celos, el temor a perderla, o la falta de pasión física, lo induzcan a
arrojar la prudencia por la borda. Espera convencerlo de la veracidad del aserto de Samuel Johnson, según el
cual: «es posible que el matrimonio implique muchos sinsabores, pero el celibato no implica ningún placer».
Si el Sol y la Luna de sus natividades tienen un aspecto armonioso, es posible que esta estrategia dé buenos
resultados. De lo contrario, sólo servirá para ponerlo agresivo y de mal talante, o para hacerlo refugiarse en su
caparazón de enfurruñamiento. Ella ha asistido a una miríada de estados de ánimo del Cangrejo, pero posible-
mente ésta es una faceta que nunca ha visto. La ofuscará, aunque procurará disimularlo.

Entonces sacará a relucir nuevamente el encanto de Venus, y empezará a manipularlo amablemente con
su voz suave y sus sonrisas aureoladas de hoyuelos, e intentará reconquistado con una rara combinación de

ki
lógica y técnicas fortuitas. Pero él intuirá lo que está haciendo, con su aguda percepción, y quizá se resistirá,
aferrándose con más tenacidad aún a su cautela. Una vez su madre le dijo que es mejor prevenir que curar, y
que en este mundo cruel y frío la astucia vale más que la ternura. Así que siempre ha procurado prevenirse y
ser prudente y astuto. Ahora he aquí a esta mujer bella e inteligente que intenta convertirlo en un hombre
imprudente e impulsivo... y libre. Esto lo desconcierta y lo hace aún más desconfiado.
Él se sentirá interiormente alarmado por la personalidad extravagante de ella, y a ella la fastidiará que él
desconfíe injustamente de sus amistades inocentes con otros hombres (pero quizá no será lo bastante
equitativa como para comprender que ella estimuló deliberadamente sus sospechas,\ Ella le dirá que le está

u
sofocando el alma y se negará a contestar sus llamadas. Pero lo echa de menos, lo necesita, así que intentará
situarse en el lugar de él una vez, y otra, y otra. Él se asustará un poco cuando hayan reñido, porque, apenas se
separan, el aire de alegre optimismo de ella, y el encanto que tenía la vida cuando reían y se amaban juntos...
lo obsesionan. Eso se parecía tanto a lo que experimentaba en la infancia cuando la vida era dulce... y sencilla.
¿Volverá a encontrar tanta belleza con alguna otra? Teme que no. En verdad, secretamente está seguro de
ello, y éste es el tenebroso enemigo de su amor: su afición al secreto, su renuencia a expresarle franca y
descarnadamente a ella sus sentimientos y pensamientos. Si los expresara, si pudiera expresarlos, tal vez ella
an
podría ayudarlo a entender esta extraña magia lunar que han descubierto, tal vez podría ayudarlo a encontrar
la forma de creer en sus virtudes. Pero él se complace, perversamente, en obligarla a adivinar lo que piensa
realmente. A Cáncer nunca le resulta fácil ser tan sincero y franco como Libra.
Mientras se estén haciendo el amor, se dirán silenciosamente el uno al otro: «No pensemos, limitémonos
a sentir». Y por eso su intimidad física disipa, por un tiempo, sus problemas. Cuando un hombre Cáncer se
somete a la emoción y el sentimiento en estado puro, despliega su verdadera personalidad, libre de los frenos
que le imponen sus temores y preocupaciones. Como amante, le suministra a ella esa forma especial de paz y
satisfacción que emana de las aguas profundas de su naturaleza emocional. A veces, cuando experimentan
físicamente el amor, la chica Libra evoca la imagen de un fresco arroyo, en el que ella flota como una hoja.
La ternura y la imaginación que ella aporta a su unión ejerce sobre él el mismo efecto sedante, y el Cangrejo
se relaja, dejando que el amor invada todo su ser, hasta que sólo queda espacio para el júbilo. Lo que él
experimenta en estos momentos es algo que nunca querrá perder. Pero la pasión viene y se va, y después
siempre hay problemas.
M

Puesto que ésta es la difícil configuración de signos solares 4-10, sus conflictos y tensiones, su impasse
respecto de la naturaleza permanente de la relación, y sus criterios divergentes, no son fáciles de superar. Pero
si él despliega la tenacidad de Cáncer y pone más empeño en conciliar sus diferencias, en lugar de ponerlo en
despedazar su amor... y si ella despliega la equidad de Libra para comprender la cautela del Cangrejo con más
compasión por los sentimientos de él y menos preocupación por los de ella, quizá podrán volver a intentarlo,
y a lo mejor esta vez harán rimar su poema y aprenderán de alguna manera a entonar su canción al unísono. A
Cáncer y Libra, les resulta difícil llegar a un acuerdo, pero es posible que la necesidad que él experimenta de
volver a oír esos tañidos del amanecer del Domingo de Pascua lo induzca a ensayar de nuevo... y es posible
que la necesidad que ella experimenta de ser amada por un hombre que la venera y la respeta vuelva a
arrojarla en sus brazos para oír nuevamente cuán bella es. Mientras ella está ausente, es curiosa la forma en
que él siente de cuando en cuando la cabeza de la chica Libra apoyada contra su hombro, en sueños... y
anoche tuvo la certeza de que la oyó hablar, pero con voz triste. Le pareció oír que le decía, suavemente, con
su corazón más sabio (porque Libra está delante de Cáncer en la rueda kármica de la vida): «Tienes tanto que
aprender, cariño... y espero que nunca lo aprendas. porque eso te hará sufrir, como siempre hace sufrir el

60 
 
conocimiento, y no puedo soportar que sufras más. Por eso debí partir». Cuando él se despertó, tenía lágrimas
en los ojos, porque su presencia había sido muy concreta, y casi había oído la música que nunca terminará de
olvidar.
La Luna ha arrojado sobre Cáncer la maldición y la bendición de una buena memoria. cuya nitidez es, a
veces, casi fotográfica. Estos dos pueden hallar el camino del reencuentro si su necesidad y su paciencia son
suficientemente poderosas. Pero si no, incluso después de que la canción que compartían haya concluido, la
memoria lunar de él le devolverá... fragmentos obsesionantes de la letra. Entonces lamentará no haber dicho
determinadas cosas cuando ella estaba cerca... así que se limitará a pensarlas a veces cuando esté solo... con la
esperanza de que ella las oiga, donde se encuentre...

...tal como me dijiste una vez si nunca volvíamos a vernos nada cambiaría
no dijiste que no importaría dijiste... que nada cambiaría
¿y sabías que yo entendería el matiz?
Fue hace mucho tiempo... ¿pero lo sabías?*

u ki
an
M

61 
 
CÁNCER ESCORPIÓN
Agua - Cardinal Negativo
- Agua - Fijo - Negativo
Regido por la Luna Regido por Plutón
Símbolo: el Cangrejo Símbolos: el Escorpión y el Águila
Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas nocturnas - Femenino

La relación CÁNCER-ESCORPIÓN

ki
Curiosamente, no fue en el agua donde se encontraron...

Es posible que el Cangrejo y el Escorpión se encuentren mientras están tomando sol sobre una roca, en alguna
parte, en un letárgico día azulado. Por supuesto, es posible que se encuentren en el fondo del mar, pero como
a menudo están destinados a gravitar tarde o temprano el uno hacia el otro, aumenta notablemente el número
de lugares de encuentro posibles. Cerca del encabezamiento de la lista figura un banco. O quizás un edificio
del Tesoro de los Estados Unidos. Tal vez un restaurante, una guardería, o una clase de historia. Todas estas
áreas son sagradas para Cáncer. Dadle a elegir a Escorpión, y podrá ser cualquier lugar comprendido entre
una excavación arqueológica y una iglesia... con muchas posibilidades de que sea en el Tibet, entre los

u
lamas... o en una biblioteca, cerca de los anaqueles rotulados «El sexo y la psiquis humana». Todos temas
sagrados para el Águila.
Esta es la agraciada configuración de signos solares 5-9, lo cual significa que éstos dos serán atraídos
magnéticamente el uno hacia el otro en cualquier oportunidad en que se encuentren a pocos kilómetros de
distancia. No siempre, pero sí en la mayoría de los casos. No está garantizado, ¿pero qué lo está, cuando se
trata del comportamiento humano? Sin embargo, es astrológicamente probable que a Cáncer y Escorpión les
an
resulte más fácil que a la mayoría de las personas fusionar con éxito sus auras. Sea como fuere. las garantías
son aburridas, ¿no os parece? No. El Cangrejo y el Águila no opinan así. Es posible que otras configuraciones
de signos solares 5-9, como Aries-Leo, Géminis-Acuario, y así sucesivamente, consideren aburridas las
garantías, pero no ocurre lo mismo con esta vibración específica. Los Escorpiones (Águilas) son
innegablemente aficionados a las cosas seguras, y los Cangrejos ven mentalmente la palabra garantía escrita
con diamantes, refulgiendo como el agua de un arroyo no contaminado (he aquí una buena alegoría, porque en
estos tiempos es tan difícil hallar un arroyo no contaminado como siempre lo ha sido, y siempre lo será,
encontrar un cien por ciento de garantía).

Está bien, empecemos. Al Cangrejo y el Escorpión: Vosotros dos, encantadoras criaturas, estáis muy, muy,
muy próximos a tener la certeza de que lograréis la armonía juntos. Mucho más próximos que cualesquiera
M

otras personas que conozcáis. Ésta es una promesa de los planetas y las estrellas, una promesa que tenéis el
poder de transmutar en auténtica garantía con mucho menos esfuerzo que muchas otras personas. ¿Esto os
hace sentir un poco más cómodos y seguros de todo? (¡Shh! ¿Veis? Observad. Ahora el Cangrejo espía desde
abajo de su caparazón, curioso... y el Escorpión ha levantado lentamente una ceja cautelosa, con interés.
Palabras como garantía y seguridad siempre surten este efecto sobre ambos signos solares.)
Es posible que una que otra combinación Cáncer-Escorpión se arroje recíprocamente a la playa en un
triste desenlace, pero la gran mayoría de las asociaciones entre el regido por la Luna (Cáncer) y el regido por
Plutón (Escorpión) no tienen por qué temer semejante naufragio. Es muy probable que su relación continúe
siendo sólida y sana mucho después de que otras hayan abandonado la brega. Las áreas de la actividad
editorial, la religión, los viajes espaciales, el derecho, el turismo, los países extranjeros, la Bolsa, los jóvenes,
las escuelas, y diversas formas de creatividad, incluido el cine (todas las cuestiones de la novena y la quinta
Casa)... son estanques donde probablemente encontraréis a esta combinación chapoteando y zambulléndose y
nadando y flotando o, si se trata de personalidades poco desarrolladas, arrastrándose dubitativamente,
escondiéndose bajo caparazones protectores.

62 
 
El Cangrejo y el Escorpión (o Águila) se entienden de una manera casi misteriosamente instintiva.
Comparten no todos pero sí casi todos los vicios y virtudes. Cada uno de ellos posee o entiende
comprensivamente los defectos y las debilidades del otro. Cada uno de ellos posee o admira vehementemente
los rasgos y talentos estimables del otro. Esto se llama empatía, y Cáncer y Escorpión siempre pueden contar
con esta influencia que refuerza su relación, ya se trate de adultos o de niños, de socios, amantes, cónyuges,
amigos, hermanos o familiares con otros grados de parentesco.
Un niño, o niños, desempeñarán típicamente, de alguna manera, un papel importante en sus vidas, a
medida que la relación prospere y perdure (como probablemente ocurrirá), papel éste que será desagradable y
triste, o dichoso y mágico, casi desde el momento en que se conozcan. A veces, lamentablemente, este papel
asumirá la forma de los niños que uno de ellos, o ambos, desean fervientemente, pero no pueden tener, por
una razón u otra. Sin embargo, lo más frecuente es que los niños y los jóvenes sean una bendición para estos
dos. Si no literalmente los niños, si la infancia del Cangrejo o el Escorpión (o de ambos), será, de una manera
extraña, la base de la atracción y la simpatía iniciales. Disfrutarán consolándose recíprocamente por un pasado
desolador, o riendo y soñando juntos respecto de un pasado feliz. El ayer está siempre muy cerca para las

ki
almas lunares, y Escorpión también evoca el pasado, secretamente, con nostalgia.
Tanto los Cangrejos como las Águilas tienden a no olvidar nunca un acto bondadoso. Asimismo, comparten
lejanos recuerdos de ofensas o agravios. Lastimad a un Cáncer o un Escorpión y el recuerdo quedará latente,
sin mitigarse nunca, a veces durante toda una vida. Pero aquí termina la similitud, porque el Cangrejo casi
nunca intentará tomarse el desquite, y preferirá llorar y cultivar a solas los sentimientos heridos, cauterizando
sus lesiones con abundantes dosis de autocompasión, en tanto que el Escorpión no dejará de cobrarse, de una
manera u otra, «ojo por ojo y diente por diente»: contusión por contusión, guardafangos abollado por

u
guardafangos abollado, insulto por insulto, y así sucesivamente. Ésta es una reacción (aunque no muy
positiva) al acto de compensación de la balanza que Escorpión ya ha aprendido del signo precedente: Libra.
Equilibrar las cosas. Pero en tanto que Libra lo equilibra todo mediante procesos mentales lógicos, Escorpión
lo equilibra, digamos, con métodos más tangibles y expeditivos.

El agravio que le infieren al Cangrejo pocas veces, o nunca, lo impulsa a atacar. El acto reflejo del Cáncer
an
herido consiste en replegarse, y a menudo desconfiará eternamente de la persona o la situación implicada...
mientras que el Águila casi desconoce la palabra «repliegue». Es posible que los Escorpión parezcan darse
por vencidos, retirarse o desaparecer. Pero volverán. Por dentro, estos seres preferirían morir, casi
literalmente, antes que perder una batalla o quedar en inferioridad de condiciones. Esto vale para las
relaciones amorosas, los tratos comerciales... el fútbol o las canicas (depende de la edad y el sexo). Sin
embargo, el Escorpión no siempre satisface conscientemente su sed de venganza. O sea que no es
indispensable que él o ella actúe francamente contra el agresor (aunque algunos lo hacen deliberadamente).
Bastará la intensidad del pensamiento activado por Plutón.
De todos modos, en el aura de Escorpión existe una dulzura ultraterrena, superpuesta a la decisión de no
dejarse pisotear sin dar una lección al pisoteador, y esta dulzura y esta sensibilidad son las que permiten que
el Cangrejo confíe en el Águila.
Como ambos pertenecen al elemento Agua, cuando se juntan dos Cáncer y Escorpión que tienen muy
desavenidos sus respectivos Soles natales, es posible que se ahoguen en la bebida, en las drogas o en otras
M

formas de evasión, incluida la promiscuidad sexual, arrastrándose el uno al otro a abismos cada vez más
profundos, hasta llegar al fondo del océano. No es fácil volver a nado. Para estos individuos, el extraordinario
magnetismo de la atracción 5-9 es una trampa. Incluso algunos miembros de asociaciones de este tipo se han
convertido en víctimas recíprocas de artes oscuras como el control hipnótico, la agresión parapsicológica, el
vudú y la magia negra. Lo mejor será que el uno y el otro eviten concurrir —sobre todo juntos— a sesiones de
espiritismo con un médium en trance, y a otras reuniones parecidas.
Ah, pero los Cangrejos y las Águilas evolucionados, emocionalmente maduros mentalmente perspicaces y
espiritualmente alertas, descubrirán todas las alegrías y los puros placeres de la configuración 5-9. Juntos,
experimentarán sensaciones muy parecidas a las de los niños, y se comportarán más o menos como éstos, ¿y
qué puede ser más maravilloso que someterse a la inocencia, a la emoción y a la fe en las hadas? Ésta puede
ser realmente una relación irisada, en la cual todos los malentendidos, pequeños o grandes. se aclararán con
certeza y se perdonarán más tarde. Los Cangrejos y los Escorpiones no perdonan a mucha gente, pero sí se
perdonarán el uno al otro. Y lo más hermoso de todo es que, si el aspecto Sol-Luna entre sus cartas natales
también es armonioso, y concuerda con la música de sus soles natales en trígono, no sólo perdonarán... si no

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que olvidarán. Y éste es un verdadero milagro, tratándose del Cangrejo y el Escorpión. Les bastará un mínimo
esfuerzo para sacar a relucir recíprocamente lo mejor, y no lo peor. de sus respectivas personalidades. Cáncer
depositará fácilmente en Escorpión la confianza que nunca ha conseguido depositar plenamente en nadie, y
Escorpión no tendrá ninguna dificultad en concederle al Cangrejo compatible el gran don de la indulgencia
que nunca le tributó a ninguna otra persona. Cáncer y Escorpión, ambos inmensamente sensibles, están
dispuestos a revelarse el uno al otro sus puntos vulnerables. y esto no es una nimiedad, porque ambos han
mantenido oculta su tremenda vulnerabilidad bajo sus caparazones durante mucho tiempo, temiendo que el
mundo la descubriera, la interpretara como una debilidad y la usara contra ellos.

Se cuentan el uno al otro secretos que normalmente no revelarían a nadie. Nadie puede sonsacarle un
secreto al Cangrejo, si éste no quiere que se sepa, pero el Águila tal vez sí podría... y los afables Cáncer
regidos por la Luna pueden ejecutar el truco mágico de interpretar correctamente la expresión facial de fría
indiferencia que ostenta Escorpión como lo que en realidad es: una máscara. Los dos son más que un poco

ki
telépatas, sobre todo en su relación mutua.
Cuando sus intenciones chocan, casi siempre es por cuestiones de dinero, porque a Escorpión le preocupa
«el dinero ajeno», y a Cáncer le preocupa... bueno, el dinero puro y simple, sin que importe a quién le
pertenece, con la condición de que se trate de billetes verdes. Escorpión suele preocuparse por la forma de
obtenerlo, y Cáncer por la aterradora posibilidad de perderlo.
Puesto que todos los Cangrejos, de cualquier edad o sexo, son, como expliqué en mi primer libro, Sun
Signs (Los. signos del Zodiaco y su carácter), «madres judías», y puesto que todas las Águilas, de cualquier
edad o sexo, son feroz y vehementemente protectoras, estos dos se envolverán recíprocamente en un capullo

u
muy reconfortante, que podría tornarse un poco asfixiante si no se conceden el derecho a salir de cuando en
cuando a respirar. ¡Pero, ah, esa sensación de seguridad! Divina. A veces Escorpión puede manifestar un
autocontrol que resulta excesivo para la naturaleza afectuosa de Cáncer, y a veces el Cangrejo hará chasquear
sus pinzas delante de Escorpión al que se le erizarán esas suaves plumas de Águila, pero éstas son tensiones
menores, cuando se las compara con las suculentas recompensas. Es una bendición... encontrarte con alguien
que entiende tan tiernamente los anhelos más profundos de tu corazón... después de haber nadado durante lo
que parecía una eternidad en los interminables remolinos del infinito.
an
Mujer CÁNCER Hombre ESCORPIÓN
No se trataba, sabía ella, de que hubiera llegado la noche, sino de que había llegado algo tan
oscuro como la noche. No, peor aún. No había llegado, sino que había enviado ese
estremecimiento a través del mar para anunciar que llegaría. ¿Qué era?

Aunque un poco enigmática, la chica Cáncer es francamente interesante. Bajo su reserva y su impasibilidad
superficiales, tiene un sentido delicioso de la alegría y el humor. Es muy poco egocéntrica o vanidosa, pero
M

siempre la interpretan mal y la acusan de ser fría y, precisamente, egocéntrica. La atrae el misterio, pero se
resiste a internarse a demasiada profundidad en las aguas desconocidas, inexploradas... a menos que estas
aguas desconocidas, inexploradas, circunden a un hombre Escorpión. Este misterio específico no lo puede
resistir, y para conocerlo mejor desechará incluso sus temores innatos. No es poca hazaña que una chica
Cangrejo controle sus temores. Por este solo esfuerzo ponedle un «10» en su cartilla de desarrollo espiritual,
sin hablar siquiera de su éxito en semejante empresa. Los temores de Cáncer siempre flotan alrededor de la
aureola de los regidos por la Luna, tan complejos, y tan profundamente sumergidos, que hay que valorar. y
aplaudir cualquier esfuerzo encáminado a superarlos.
El mayor anhelo de ella, su deseo más ferviente, consiste en ser apreciada, aunque rara vez lo
confesará. Muy pocas personas tratan siquiera de entenderla, y ni hablar de apreciarla. El hombre Escorpión
hará lo uno y lo otro. Quizás ésta es la razón por la cual ella junta coraje para devolver su penetrante mirada.
Ella intuye que éste es el único ser humano del planeta que realmente la conoce. Tiene razón. La conoce.

Si cualquier otro hombre intentara sondear su personalidad secreta con una mirada tan ardiente, con un

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mensaje tan íntimo en las pupilas, ella le daría un baño de agua helada y de altanería. O le rebanaría la cabeza
con sus pinzas. Una chica Cangrejo puede ponerse de pésimo humor cuando alguien en quien no confía trata
de abrir su caparazón. Siempre es más afable con otros Cáncer, Escorpión y Piscis, un poco menos irritable
con Virgo y Tauro, a veces se siente fascinada por el macho cabrío... pero el hombre Aries o Libra puede
prepararse para una reacción francamente violenta.
A las Águilas les gustan los desafíos, y uno de los más fáciles consistirá en ganarse la confianza de la
tímida pero divertida chica Cáncer. No es menos sorprendente que el Águila de Escorpión normalmente muy
recelosa, también confíe probablemente en ella desde el primer momento en que se crucen sus miradas. Son
muy raros los casos en los que la poderosa empatía entre estos signos solares no se manifiesta
inmediatamente. Puede ocurrir, pero con muy poca frecuencia.
En el pasado, otras personas han acusado a estos dos de ser emocionalmente fríos. Hay una buena razón
para ello. Lo son. Al fin y al cabo, ambos pertenecen al elemento Agua, y por tanto les resulta difícil exhibir
sus sentimientos en público. Pero la temperatura romántica está librada a la interpretación. Es posible que la
doncella lunar y el Águila computen como tibio o caliente lo que a otros les parece frío. Para compensar la

ki
química más fría que han heredado innegablemente del elemento Agua, estos dos son secretamente muy
sentimentales: aún más que Tauro y Leo. El esfuerzo de los Cáncer-Escorpión por ocultar este
sentimentalismo no siempre tiene éxito. A ambos les brotan con facilidad las lágrimas cuando algo conmueve
sus emociones (y esto sucede a menudo). A ella, las lágrimas le corren con frecuencia por las mejillas, y ahí
termina el secreto. A él, después del primer enturbiamiento espontáneo o del primer tenue humedecimiento, le
bastará tragar saliva virilmente y activar un poderoso ramalazo de autocontrol para que sus lágrimas se sequen
tan rápidamente que la mayoría de los testigos no notarán nada. Excepto ella. La doncella lunar las ha visto. Y
le produjeron un dolor agudo y afectuoso en el corazón. En este mundo nadie puede dominar sus emociones
tan prodigiosamente como el hombre Escorpión. Éste las vigila continuamente, y se esfuerza por conseguir

u
que sus rasgos faciales asuman un talante neutral en medio de cualquier emoción, ya sea ésta de sorpresa, de
euforia, de dolor o de pena. El Águila casi siempre lo logra. Cuando fracasa, podéis estar seguros de que la
magnitud de la emoción que experimenta es realmente abrumadora, virtualmente incontrolable. Quizás otros
no capten este detalle, pero la mujer Cáncer sí lo capta, y se siente hondamente conmovida.
Así que ya veis: después de todo no son emocionalmente fríos. Sólo se trata de que a ambos les resulta difícil
demostrar por fuera lo que sienten por dentro. No es fácil que los sentimientos, aun los más vehementes, se
an
abran paso a través de sus caparazones. Porque tanto el Cangrejo como el Escorpión poseen un duro
caparazón protector, una póliza de seguros adicional que les suministra la naturaleza para defenderse del
intenso dolor que experimentan siempre estas criaturas tan sensibles. Ésta es la auténtica base de su empatía.
Igualmente, habrá momentos en que ella deberá recordar que los rasgos de él, que parecen implicar una
frialdad y un silencio rayanos en la crueldad, pueden ser una mezcla de timidez y de renuencia a confesar lo
que verdaderamente piensa, hasta estar seguro. El deberá tomar conciencia de que el repliegue aparentemente
indiferente de ella no es más que su técnica para protegerse del posible desengaño, hasta asegurarse de que la
aman. Nadie busca y necesita el amor más que la doncella lunar y el Águila. No un amor corriente, sino un
amor omnímodo, urdido con las fuertes hebras de la devoción, la ternura y la lealtad. Esta última palabra es
ultrasuperimportante para ambos.
M

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En franca contradicción con su aparente desapego y su talante impasible, este hombre es un extremista.
Nunca lo adivinaríais al juzgarlo por su voz suave, y por las estrategias sutiles que emplea en su vida
profesional y personal. (¡Nunca lo adivinaríais, pero será mejor que lo creáis!) Puede hundirse en depresiones
abismales y remontarse hasta las alturas embriagantes del éxtasis. En el ínterin, quien lo mirara pensaría que
pasa sus días en una atmósfera monótona con pocos altibajos, o ninguno, sin que acontecimientos inesperados
turben el manso estanque de su personalidad. No os dejéis engañar. (Este consejo es para los otros signos
solares: la mujer Cáncer no lo necesita. Recordad que ella lo conoce.) Por supuesto, necesitó adiestrarse
durante años para conseguir ese frío aplomo. Durante su adolescencia, antes de aprender a controlarse, tuvo
algunos feroces arrebatos de furia. Preguntádselo a su madre.

La dama lunar de sus sueños no tarda en descubrir que los principales defectos de su amante Águila son su
naturaleza desconfiada, sus celos y el deseo de dominar a su consorte (y a casi todos los demás), por muy bien
disfrazados que estén... así como él comprende casi en los comienzos de su relación que los puntos débiles de

ki
ella son la reserva, un asfixiante espíritu posesivo y una estremecida vulnerabilidad a las lesiones, tanto reales
como imaginarias. Las lesiones imaginarias, ya sean emocionales o físicas, pueden ser tan dolorosas como las
reales. Cualquier médico os dirá que el «dolor imaginario» que experimenta la víctima de una amputación,
por ejemplo, es muy vivo.
Todos los dolores empiezan en la mente, incluido el así llamado dolor físico, y no en el cuerpo. Por eso,
cuando el Águila está lidiando con los sentimientos heridos de la doncella lunar, debe empezar por
comprender que para ella el dolor es muy real, y que su corazón sufre atrozmente, a pesar de que sólo imagina
que el acto que la lesionó ha sido intencional. Entonces él puede explicarle cómo la hipnosis médica, y

u
muchos otros experimentos, han demostrado que todas las sensaciones de dolor empiezan en la mente, antes
de manifestarse en el cuerpo, y que por tanto sólo se pueden eliminar a través de la fuente: la mente o la
imaginación. El inconsciente, depositario de todas sus pesadillas e inseguridades desde la infancia, ejerce un
control absoluto sobre el cuerpo y sobre todas las reacciones emocionales humanas. Decidle a un sujeto
hipnotizado que el sello que descansa sobre su mano o sobre su brazo es una llama, y se levantará una
ampolla. Apoyad una verdadera llama contra la piel, decidle al hipnotizado que es un cubito de hielo, y no
an
aparecerá ninguna ampolla. Esto es así de simple y cierto, y es la clave de la forma en que hay que abordar las
fluctuaciones del miedo de Cáncer, cuando el problema concreto es el dolor emocional y no el físico.

Desde el punto de vista sexual, la naturaleza amorosa del Escorpión es más apasionada y anhelante que la de
la mayoría de los hombres. La de ella es más romántica y sensible que la de la mayoría de las mujeres. Por
tanto, lo que cada uno necesita del otro debería ser obvio: seguridad y reaseguro emocional. Ella necesita
testimonios visibles de afecto... una rosa o un ramillete de violetas, inesperados, sobre su escritorio o su
almohada... tal vez un animalito doméstico, como el que tuvo en su infancia, allí sentado con una cinta en
torno del cuello a manera de sorpresa en una luminosa mañana... cosas por el estilo. Estos pequeños detalles
afectan profundamente su química sexual.
Él necesita saber que la entrega amorosa de ella emana de un deseo genuino de fusionarse con él, un deseo
que ella no finge ocasionalmente para disimular un aburrimiento secreto. De todas maneras a él no se le puede
M

ocultar nada, ¿así que por qué intentarlo? Si están atentos a sus respectivas necesidades tácitas, su
acoplamiento físico puede convertirse en una experiencia auténticamente trascendental. Pero tal vez ambos
tengan la oportunidad de aprender que la pasión controlada no es en absoluto tal pasión. Sólo cuando dos
personas confían plenamente la una en la otra, en todas las formas, pueden expresar cabalmente el amor
mediante la intimidad sexual. La condición especial que estos dos comparten es la necesidad común de recibir
demostraciones constantes de afecto fuera de la alcoba, demostraciones éstas que raramente pedirán,
necesidad ésta que pocas veces expresarán verbalmente, porque se halla sepultada a mucha profundidad.
Cuando se satisfaga dicha necesidad mutua, la felicidad que encontrarán en su amor físico será prácticamente
la máxima a la que pueden aspirar los terráqueos en este nivel tridimensional de la actual conciencia del
hombre y la mujer, como les sucede a todas las parejas de la configuración de signos solares 5-9, a menos que
exista entre sus componentes un aspecto Sol-Luna negativo.

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Esto lo he dicho antes, pero vale la pena repetirlo. Los dos dragones que ambos deben vencer juntos son sus
rasgos más negativo., los temores infundados de ella y su espíritu posesivo a veces sofocante... los celos
ardientes de él y su necesidad compulsiva de vengarse... y sus respectivas cautelas económicas. (Algunas
personas las llaman tacañería.) Cuando están enfadados, ambos tienden a refugiarse en sus cavernas
individuales de silencio, y ésta es la peor de las soluciones posibles para ambos signos solares (aunque otras
configuraciones de signos solares 5-9 podrían sacarle un poco más de provecho a esta estrategia). Sin
embargo, lo que Cáncer y Escorpión necesitan, es debatir el problema, traducir sus quejas en palabras. Para
borrar un resentimiento no basta enterrarlo en silencio. Así sólo se logrará que lo que al principio no era más
que una pequeña irritación crezca hasta transformarse en un desagradable gigante verde capaz de aniquilar su
relación. La destrucción de una vibración 5-9 es siempre infortunada, porque sus componentes se echan
muchísimo de menos el uno al otro, invariablemente.

Ésta es una mujer que necesita una tarjeta de San Valentín en febrero, un jacinto en Pascua, el alegre tintineo

ki
de las antiguas campanillas de trineo en Navidad para acompañar su risa jovial... un pequeño diamante, o algo
refulgente y plateado en Año Nuevo... una nostálgica caja de luces de bengala el Día de la Independencia...
mucho y mucho tiempo para evocar el pasado en el Día de Acción de Gracias... y que necesita también que no
la asuste ningún duende inesperado en la víspera de Todos los Santos.
Éste es un hombre que puede fingir que se desentiende de las festividades, pero observad cómo sus
facciones normalmente impasibles, controladas, se iluminan con puro deleite si por casualidad la mujer que
ama deja un absurdo animalito relleno de estopa montado sobre el tablero de instrumentos de su auto, en el
Día de la Marmota. Durante un momento fugaz, mágico, ella tendrá una vislumbre de la forma en que sonreía
cuando era niño, antes de que aprendiera a dominar su talante impasible y esa otra sonrisa enigmática,

u
misteriosa.

Hombre CÁNCER Mujer ESCORPIÓN


an
A veces... soñaba, y sus sueños eran más penosos que los de otros niños. Durante horas no podía desligarse de estos sueños,
aunque en ellos gemía lastimosamente. Estaban relacionados, creo, con el enigma de su existencia. En esas
circunstancias Wendy acostumbraba a sacarlo de la cama y a sentarlo sobre su regazo, donde lo apaciguaba
mediante recursos cariñosos de su propia invención, y cuando estaba más sosegado volvía a meterlo en la cama antes de
que terminara de despertarse, para que no descubriera la humillación a que ella lo había sometido.

Esta relación funciona mejor cuando la mujer es el Cangrejo y el hombre el Escorpión. Sin embargo, puesto
que sobre estos enamorados influyen las vibraciones de la configuración de signos solares 5-9, su sexo no
menoscabará seriamente sus posibilidades de lograr la armonía. El planeta regente de ella, Plutón, es más
fuerte, y más activo, que la regente de él, la Luna, pero, por otra parte, la esencia del signo cardinal de él es
M

más poderosa, en la interacción, que la esencia del signo fijo de ella. Cardinal tiene la connotación de
conducir, mientras que fijo tiene la connotación de no seguir, y éste es uno de los problemas más importantes
que se plantearán entre estas dos personas por lo demás bien sintonizadas. Leed las dos últimas oraciones
varias veces, y entenderéis cómo se resuelve, en última instancia, el susodicho problema. Hace falta meditar.

Compartirán varias cualidades: la afabilidad, la lealtad, la vehemencia emocional y la gran imaginación.


Juntos, pueden crear toda clase de elementos maravillosos: un amor poderoso, uno o más niños agraciados
por las estrellas, o una gran carrera. La palabra clave es crear. Cáncer y Escorpión pueden convertirse en una
tremenda fuerza regeneradora cuando combinan sus auras. Seguramente Sara y Abraham eran consortes
Cáncer-Escorpión, y poco importan quién era el Cáncer y quién el Escorpión.. Porque Sara concibió un hijo,
engendrado por Abraham, surgido del fondo de su deseo mutuamente apasionado, mucho después de haber
pasado lo que quienes se guían por el ilusorio calendario cronológico llamarían la «edad fértil» de ella y la
«edad viril» de él. Para demostrar cuán ilusorios son estos términos, cuando nació su hijo cada uno de ellos
tenía (literalmente) varios centenares de años, y esto sólo es un milagro para quienes actualmente tienen el

67 
 
cerebro o el alma lavado por las falacias de las compañías de seguros y otras entidades afines sobre el «lapso
normal de vida».
«¿,Hay algo imposible para el Señor?», le preguntaron a Abraham. No. Tampoco hay nada imposible
para los hijos del Señor —(o de nuestros Co-Creadores) — los que fuimos hechos a su imagen y semejanza.
Cáncer y Escorpión comparten con Capricornio y Tauro la tendencia a la longevidad. En realidad, todos los
signos solares tienen un potencial de vida de quinientos a mil años, más o menos, en el mismo cuerpo carnal,
sin un proceso de envejecimiento, pero estos signos solares específicos encabezan la marcha hacia el
esclarecimiento. Los capricornianos demuestran la inversión de la edad, a medida que «envejecen» en el
tiempo terrenal. Tauro nos demuestra cómo la serenidad y la paciencia reducen el desgaste del cuerpo, en
razón de lo cual los Toros conservan su fuerza cuando ya hace mucho que la mayoría de los otros han
capitulado. Cáncer exhibe la tenacidad necesaria, y Escorpión conoce, en un nivel aún inconsciente (que no
tardará en ser consciente), los secretos alquímicos de la regeneración celular que hacen posible la longevidad.
Naturalmente, si todos aprendieran —o cuando todos aprendan— el secreto de Abraham y Sara, este milagro

ki
parecería crear un problema demográfico, en razón de esas nuevas almas que nacerían, simultáneamente,
como bebés. Existe una solución para este aparente problema matemático, pero es demasiado complicada para
explorarla en este libro, así que deberé dejarla para otro posterior, en el que procuraremos abordar todas estas
cuestiones más a fondo.

Como el Cangrejo y la chica Escorpión tienen más probabilidades que la mayoría de los habitantes del planeta
de pasar una cantidad considerable de años en la Tierra, es una suerte que sean más compatibles y armoniosos

u
que muchas otras parejas. Seguramente nunca se aburrirán el uno del otro durante los primeros siglos.
Además de los vicios y virtudes que comparten, existen unos pocos rasgos que no comparten, y éstos
serán, de cuando en cuando, factores de discordia. Él no posee la vehemencia emocional de ella, estimulada
por Plutón, ni la casi compulsión de ella a reaccionar violentamente cuando la encolerizan, y esto puede
convertirse en un problema peligroso para su dicha si un exceso de picaduras de la cola del Escorpión hace
que el Cangrejo macho se recluya permanentemente en su duro caparazón. Hay otra diferencia, esparcida
entre las fluidas analogías de carácter, que podría descalabrar su relación, a saber, la incapacidad de ella para
an
comprender la exagerada cautela de él, su timidez ocasional... y su renuencia a dejar que la suerte guíe su
destino. A la mujer Escorpión le resulta difícil entender su falta lunar de coraje cuando se presenta un desafío
que exige una confrontación directa, tanto con los extraños como dentro de su relación personal. Ella deberá
recordar que todos los Cangrejos dan uno o dos pasos hacia el costado o hacia atrás antes de arremeter de
frente, lo cual les concede tiempo para sopesar cuidadosamente todas las posibilidades. Por esto, él es un
estratega más sagaz de lo que ella supone, tanto en lo material como en lo emocional. No obstante su
feminidad y circunspección exteriores, esta chica no le teme a nada, ni en el Cielo ni en el Infierno (ni en la
Tierra), a menos que su Sol haya sido seriamente menoscabado por planetas maléficos a la hora del
nacimiento, y por consiguiente las vacilaciones de él la intrigarán y la inquietarán. Asimismo, la
predisposición de ella a zambullirse en turbulencias emocionales y situaciones desconocidas que podrían ser
peligrosas, lo asustará y preocupará a él.
Muchas veces, una oleada de humor del Pájaro Loco disolverá rápidamente sus conflictos. No hay nada
más sorprendente, ni refrescante, que el tránsito súbito del hombre Cáncer a la risa, después de una de sus
etapas lúgubres, cautelosas, quisquillosas y coléricas. Ella, necesita de esta risa, porque con demasiada
M

frecuencia la mujer Escorpión está tan profundamente abstraída con los misterios de la vida que no puede
reírse despreocupadamente. El humor cura. Es un puente que salva el abismo de cualquier tipo de malen-
tendido. El doloroso conflicto entre los negros y los blancos de los Estados Unidos sólo empezó a disiparse
realmente cuando los comediantes de ambas razas tuvieron el coraje de burlarse de los prejuicios ante
auditorios mixtos, cuyas reacciones, que al principio fueron de incertidumbre, y después de intenso alivio,
permitieron que ambas razas se comprendieran, y se compadecieran mutuamente.
Pero el humor tiene dos caras. La forma más rápida de destruir a un enemigo no consiste en recurrir a la
agresión o la crueldad verbal, sino en emplear la burla sutil. El Cangrejo debe tener la precaución de no
exagerar su sentido de la divina comedia de la vida hasta el punto de provocarla y hacerla sentir ridícula. La
vanidad y la naturaleza básicamente seria de ella la hacen renuente a reírse de los chistes dirigidos contra su
propia persona. Las burlas exageradas o una broma inoportuna pueden ofenderla. Y ya sabéis qué hacen los
Escorpiones ofendidos: se toman el desquite. Cuando esta mujer esté realmente furiosa (cosa que no sucederá
a menudo, gracias al control emocional que ha perfeccionado con grandes esfuerzos a lo largo de los años) su
compañero Cáncer podrá considerarse afortunado de tener su caparazón de cangrejo bajo el que podrá

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refugiarse hasta que pase la tormenta, o hasta que el volcán deje de arrojar lava, según cuál sea la alegoría
más apropiada.
El carácter de él tampoco es algo que se pueda tomar a la ligera. Cuando ofenden sus sentimientos tiernos,
delicados, puede enfurruñarse, agredir o rezongar durante días, semanas, o meses, y en casos extremos
durante años. Ni siquiera la poderosa fuerza del regente de ella. Plutón puede expulsar al Cangrejo de su
caparazón protector cuando quiere permanecer allí, cultivando sus heridas y magulladuras emocionales.

Muy bien, aquí viene. He estado esperando el momento de abordar el tema, lenta y cuidadosamente. Aunque
la suya es la configuración de compatibilidad 5-9, generalmente armoniosa, entre ellos se levanta un
COLOSAL peñasco que deberán circundar mansamente... o dinamitar desde el principio. Una palabra de
siete letras. Interesante. Siete es el número de Neptuno, y Neptuno gobierna, entre otras cosas más positivas,
el engaño. Pero me estoy dejando arrastrar a matices metafísicos (quizá no desprovistos de pertinencia). La
palabra es «secreto». Tanto él como ella experimentan un placer perverso en guardar secretos... y ninguno de

ki
los dos soporta que le oculten un secreto. ¿Tenéis clara la imagen? Reflexionad. Evidentemente, algo o
alguien deberá ceder... más que un palmo. Quizá varios metros. Elevadlos a kilómetros, según cuáles sean
sus signos lunares.
Es cierto que compartirán más secretos entre ellos que con quienes estén fuera de su periferia personal.
Sin embargo, habrá momentos en que el Cangrejo callará un secreto que ella arde en deseos de sonsacarle, y
otros momentos en que su mujer se reservará un misterio que él tiene unas ganas locas de conocer. El Cáncer
no puede conciliar el sueño, literalmente, si cree que alguien, sobre todo su pareja, le oculta un secreto, por
insignificante que éste sea y, sinceramente, por poco que le incumba. En idénticas circunstancias. a la mujer
Escorpión la consume la curiosidad. La diferencia consiste en que él revelará su ansiedad mordiéndose las

u
uñas, enfurruñándose o haciendo chasquear las pinzas. Ella ocultará su deseo de saber detrás del frío aplomo
y de la indiferencia superficial que cubren su torbellino interior, y le arrancará a él más secretos que los que
él le arrancará a ella, porque la mujer Escorpión sabe emplear la técnica del interrogatorio sutil, taimado.
hasta que su víctima desembucha el secreto involuntariamente. (Víctima es la palabra apropiada.) Esto dejará
frustrado al Cangrejo, que se jacta de su sagacidad para guardar las cosas en el buche, aunque no lo tenga.
¿Qué consejo puedo darles, en mi condición de astróloga? Lamento tener que contestar que no se me
an
ocurre ninguno. Podría decirles a estos dos que sean lo más veraces que puedan, el uno con el otro, pero no
lo serán. De modo que sencillamente deberán reñir, y después se reconciliarán en la cama.
No pretendí ser chistosa, porque este hombre y esta mujer han sido agraciados, sexualmente, con el don
de lograr juntos una magnífica satisfacción física. Sus auras tienen colores complementarios: son
armoniosas, y la luz aural que los rodea durante su acoplamiento casi siempre está matizada por los tonos
irisados del amor... a menos que en sus cartas haya alguna estática Sol-Luna que genere algunos tintes
lodosos. A los niños concebidos mediante las vibraciones de los signos solares 5-9, cuando el intercambio
Sol-Luna también es favorable, se los llama apropiadamente «hijos del amor». Aunque este fenómeno puede
ocurrir entre parejas de todos los signos solares, sucede más a menudo con las vibraciones 5-9. Cuando un
hombre y una mujer se unen sexualmente, irradian una luz aural, y ésta atrae a las almas del plano astral que
buscan una vía para nacer. La luz aural del amor capta en su corriente magnética a las almas más benévolas y
evolucionadas, en tanto que el acoplamiento exclusivamente lascivo capta en el cauce natal a las almas
menos evolucionadas o aún no sensibles. Como ambos tipos de alma deben entrar en la rueda natal del
M

Karma para su esclarecimiento gradual y últimamente seguro, cada una a su tiempo, incluso el acoplamiento
lascivo cumple un fin en el Plan Universal, aunque estas parejas tienen por supuesto la obligación eterna de
esforzarse constantemente por sumar a la lascivia la ternura del auténtico amor.
Generalmente el Cangrejo y el Escorpión no necesitan que les recuerden estas responsabilidades cósmicas. Su
armonía básica genera casi siempre una química sexual que es al mismo tiempo consciente y estimulante.
Cáncer y Escorpión combinan instintivamente lo mental y lo emocional con lo físico, y ésta es la clave secreta
de un éxtasis que nunca experimentan quienes separan el deseo sexual de los otros componentes de su
personalidad, buscando sólo lo sensual. Las dimensiones adicionales de afecto y afinidad mental que Cáncer y
Escorpión aportan al sexo, desembocan en un tipo de acto amoroso al que sólo acceden un porcentaje
relativamente pequeño de parejas, en cualquier encarnación específica. Esto explica la poderosa atracción
inicial entre dos enamorados de esta configuración de signos solares, el dolor corrosivo que sienten cuando se
separan... y las muchas ocasiones que tienen de «volver a intentarlo» después de una reyerta.

69 
 
La mujer Escorpión toma muy en serio, casi con fervor religioso, su compromiso de amar. Pero si descubre
que no le retribuyen el amor, terminará por seguir a su corazón a otra parte, sin remordimientos. Que esto le
sirva de advertencia al hombre que la valora. El hombre Cáncer tiene humores cambiantes; a menudo es
remilgado y exigente. Necesita que aplaquen tiernamente sus frecuentes pesadillas inconscientes y
conscientes para desplegar su personalidad afable y divertida. De lo contrario se volverá más gruñón y
solitario, hasta que el lado agradable de su naturaleza y su imaginación bella y romántica, desaparezcan por
completo, y él se aleje arrastrándose melancólicamente —de soslayo, por supuesto, como es propio del
Cangrejo— rumbo a la casa de su madre, que siempre lo comprende. Tanto si ésta aún vive, como si ha
muerto, sigue siendo la única mujer que alguna vez lo ha comprendido cabalmente. Bastará que se lo
preguntéis a él, cualquier día. Os contará todo lo que sabe de ella. Y si se trata de uno de esos Cangrejos muy
infortunados que fueron adoptados, o que perdieron a la madre cuando eran muy pequeños, soñará con ella, e
intuirá que ella lo habría comprendido. Cáncer alimenta una gran añoranza por su madre.
Los sueños de Cáncer, como las percepciones de Escorpión, son muy vulnerables, y necesitan que los
protejan amablemente de la cruda realidad. Estos dos deben cuidarse mutuamente... pues dado que el

ki
auténtico amor es muy raro en estos tiempos, ningún otro tratará a la chica Águila con tanta veneración como
su hombre Cáncer, y nadie más tratará los sueños de él tan tiernamente como su dama Escorpión... excepto su
propia madre. Ésta aprueba su unión. Creedme: la aprueba... y desde donde esté en la Tierra, ya sea en el otro
extremo del continente o en la acera de enfrente, o desde el Cielo... le envía a la compañera Escorpión de su
hijo su simpatía secreta.

El manso Cangrejo perdonará a su mujer Escorpión engañosamente apacible, más que cualquier otro hombre,
sus circunstanciales accesos de cólera borrascosa y sus palabras hirientes o sus actos vengativos, porque en su

u
infancia aprendió una lección que no ha olvidado nunca. Él sabe que la antítesis del amor no es el odio... la
antítesis del amor es la indiferencia. Lo que recibirá de su mujer regida por Plutón podrá ser cualquier cosa
menos indiferencia. Claro que ella es capaz de desentenderse por completo de aquellos por los que siente
desprecio, como si no existieran. Y para ella, no existen. Sin embargo. cuando se trata del hombre al que
alguna vez se entregó, al que alguna vez amó —cualquiera que sea el lapso transcurrido desde entonces: años,
o un día— ella pierde este poder que le ha conferido Plutón. Y éste es un secreto que guarda muy bien.
an
Poco importa la máscara de hielo que ella usa para disfrazar el dolor o el tormento de su decisión. Sus
pasiones pueden saltar del amor al odio, y viceversa... pero la indiferencia respecto del hombre que la ha
poseído totalmente es una emoción que esta dama nunca conseguirá manipular. Y éste es el punto de partida
para el hombre lunar.
M

70 
 
CÁNCER SAGITARIO
Agua - Cardinal Negativo
- Regido por Júpiter
Regido por la Luna Fuego Mutable – Positivo
-

Símbolo: el Cangrejo Símbolos: el Arquero y el Centauro


Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas diurnas – Masculino

La relación CÁNCER-SAGITARIO

ki
«Ay de mí», dijo una voz, y otra añadió: «Oh, qué día
luctuoso».

Así que aquí tenemos al Cangrejo, duro como una roca por fuera, blando como la mantequilla por dentro.
Extremadamente sensible. ¡Oh!, muy, muy sensible. Con una aguda conciencia de la connotación más sutil,
de todos los matices de cada comentario y excepcionalmente vulnerable al agravio.

u Y aquí tenemos al Arquero, alegre y entusiasta, esencialmente bondadoso, pero a veces brutalmente
franco y dueño apenas de una pizca de tacto. Digamos media pizca.
¿Qué sucede cuando un Cáncer hipersensible y cauteloso anda a los tumbos con un Sagitario
despreocupado e informal, cuya especialidad consiste en disparar flechas cargadas de verdades que duelen,
aunque sea involuntariamente? En realidad, todo depende de las fases de la Luna. Como a Cáncer lo rigen las
vibraciones cambiantes de la Luna, el Cangrejo puede reaccionar de diversas maneras ante los «hondazos y
an
flechas de inicua fortuna» (y ante los inicuos comentarios del Arquero). Contraatacando con un chasquido de
pinzas, o pellizcando fuertemente (los Cangrejos tienen pinzas filosas). Quizás arrastrándose dentro del duro
caparazón de cangrejo para ocultarse y enfurruñarse, temblando como un cuenco de gelatina frente a
semejante indignidad. O quedándose sencilla- mente donde está sentado, hondamente herido, derramando
lágrimas titilantes.
El Cangrejo desconsolado, desanimado, sumido en una tenebrosa melancolía por el trato cruel que
dispensó a sus sentimientos una persona desconsiderada, es uno de los espectáculos más tristes de la tierra o el
mar. Realmente abruma el alma ver a una de estas criaturas divertidas y versátiles reducida a sollozos. Incluso
cuando intentan ocultar valerosamente su dolor, sus papadas se estremecen patéticamente y sus .ojos mansos
os miran con tanto reproche que vosotros mismos sentís deseos de llorar.
Ésta es a menudo la reacción del Arquero que acaba de descubrir que ha dicho o hecho involuntariamente
algo que le produjo a un amigo, socio, pariente, amante o consorte Cáncer la atroz angustia lunar del rechazo.
Instantáneamente contrito por haber infligido semejante daño con un discurso descuidado, el Arquero
M

intentará mitigar con palabras «reconfortantes» la herida que abrió. Por ejemplo: «Caray, lamento haberte
ofendido diciendo que eres tonto. No llores. Así que no eres un coloso intelectual. Hay muchas cosas más
importantes que ser inteligente. ¿Esto te consuela?»
Aunque parezca extraño, a menudo los sagaces Cangrejos comprenderán finalmente que es inútil tratar de
hacer entender a los Arqueros su falta de tacto, y el episodio les parecerá divertido y se echarán a reír
histéricamente. En realidad, muchas veces la asociación estrecha con el Arquero es, a la larga, beneficiosa
para Cáncer. Quizá sea dolorosa durante un tiempo, pero es posible que al fin los Cangrejos aprendan la
valiosa lección de que no deben ser tan sensibles. Como todo es relativo, otra ventaja consiste en que, después
de tratar con un Sagitario, al Cangrejo le parecerá que los circunstanciales comentarios desconsiderados de
todos sus otros conocidos son, por comparación, fragantes rosas de halago, y así la vida se le hará más
llevadera.
Es más o menos lo que te ocurre cuando has estado llorando por un dolor de muelas, y de pronto te
fracturas una pierna. Olvidas por completo la muela palpitante. O cuando has estado rezongando y quejándote
por una pequeña picadura de abeja en la nariz, y aparece un Sagitario que te asesta un golpe en el coco con

71 
 
una estaca verbal. Lo único cortés es agradecerle al Sagitario que te haya curado para siempre de gimotear por
una picadura de abeja, ¿correcto? Correcto. Unas pocas puntadas, y tu cabeza (o tu confianza en ti mismo)
quedará como nueva. Ahora los Arqueros estarán haciendo ademanes de asentimiento, convencidos de que
todas estas observaciones son muy lógicas y filosóficas. Incluso es posible que algunos estén diciendo: «¡Es
verdad! No hay mal que por bien no venga». (Los Sagitario son tan aficionados como los Libra a este
aforismo panglosiano.) Realmente no siempre es fácil imaginar a un Sagitario como un portador de bienes
cuando te apunta la flecha de Júpiter directamente al talón de Aquiles, pero la verdad es que los Arqueros son
optimistas. Casi tanto como los Libra, aunque con una pizca adicional de escepticismo.
Hay momentos en que la sensibilidad y la comprensión de Cáncer, combinadas con la llana franqueza de
Sagitario, pueden producir una amalgama favorable de cualidades, que desemboca en un pensamiento muy
lúcido, tanto si se fusionan mediante la asociación entre un Cangrejo y un Arquero individuales, como si se
combinan dentro de una misma persona. Pongo por ejemplo a una amiga mía, que es un signo solar Cáncer,
con la Luna y el ascendente en Sagitario. Un día vino a visitarme en mi casa y se puso a hojear un popular
semanario de actualidad, buscando un anuncio que deseaba mostrarme. Al cabo de un rato lo encontró. «Mira

ki
esto», exclamó, con los ojos anegados de lágrimas lunares, pero con la voz cargada de cólera jupiteriana.
Se trataba de una promoción de relaciones públicas, a dos páginas, de la Martín Marietta Company, una
firma que produce algunos materiales útiles y necesarios, como el cemento y el aluminio, pero que también se
cuenta entre las industrias a las que debemos agradecerles muchos de los productos químicos que amenazan
nuestra salud y nuestra seguridad, y posiblemente nuestra supervivencia. El anuncio hacía la apología de una
exposición de ganado de los clubes 4-H que se celebraba en el Medio Oeste de Illinois, porque la Martin
Marietta Company cree que «tradiciones como ésta son un puntal básico y perdurable de nuestro país, dignas
de conservarse por el bien de todos nosotros... para convertir a los Estados Unidos en un país mejor para

u
todos».
La mayor parte del espacio del anuncio a dos páginas estaba ocupado por una foto en colores de un niño
llamado Troy, de ocho años, que posaba con los ojos refulgentes y una sonrisa feliz junto a un cerdo premiado
de raza Hampshire, de cien kilos, que Troy había bautizado con el nombre de Betsy. El cerdo premiado era
aterciopelado y rechoncho, y tenía un hermoso color azul muy oscuro, una cola enroscada, ojos confiados y
unas lindas orejas gachas. En la foto, el chiquillo acariciaba cariñosamente a su manso amigo, Betsy, con una
expresión desbordante de amor y afecto puros e infantiles.
an
«Me pregunto —comentó mi amiga Cáncer-Sagitario—, si se atreverían a publicar una foto en la que el
pequeño Troy apareciera mirando cómo sacrifican a su querido amigo que él aprendió a querer como si fuera
un animalito doméstico, para que la gente pueda disfrutar de su lonja matinal de tocino (y, por supuesto, éste
es el destino que le aguarda irremediablemente a Betsy). ¿Se atreverían a mostrar el terror y el espanto y el
dolor reflejados en los ojos de un niño inocente al ver cómo degüellan brutalmente al Betsy que quería tanto?
Supongo que a los niños como Troy les dicen sencillamente, después de que pasan meses mimando y
aprendiendo a amar a un "animal de mercado", que "Betsy", o como se llame, se ha ido de visita a alguna
parte y probablemente no volverá... para explicar así la desaparición del animalito adorado que llevaron al
matadero donde lo inmolarán mientras el crío no mira. Son unos hipócritas morbosos y malintencionados. Si
piensan que sacrificar a nuestros hermanos y hermanas animales es tan bello y tradicional, ¿por qué no tienen
el coraje de publicar el desenlace de la historia, y de mostrarnos la expresión del pequeño al descubrir la cruel
verdad acerca de lo que los adultos planean hacer realmente con el animal que adora, su reacción ante la
sangre que brota a borbotones y los patéticos chillidos y alaridos de miedo y dolor que ensordecen a la gente
M

en los mataderos, para no hablar del hedor a muerte que flota en los lugares atestados de carne
descuartizada?»
Cuando se cortó la avalancha de palabras, mi amiga temblaba con una mezcla de compasión y furia. Su
signo solar Cáncer maternal le destrozaba el corazón ante las facciones del niño, mientras que su Luna y
ascendente en Sagitario (Sagitario ama a los animales) determinaban que sus comentarios fueran contundentes
y francos, claros y concretos.
«Lo sé —intenté consolarla—, y comparto tus sentimientos. Tienes razón. Sin embargo, la conciencia
espiritual empieza a progresar gradualmente, a medida que la gente capta las vibraciones de la era de Acuario.
Una de las pruebas de que progresa consiste en que los propietarios de los mataderos han intuido el cambio,
sobresaltados, y ya no permiten que el público visite esos recintos y vea lo que ocurre dentro. El personal que
trabaja allí también sufre en condiciones distintas de los animales, pero quizá no menos terribles, porque una
investigación que realizaron recientemente las compañías de seguros sobre todas las profesiones, reveló que
los matarifes y los empleados de los mataderos se cuentan entre !os grupos con una mayor tasa de suicidios, y
si bien ésta es una triste estadística del remordimiento inconsciente, también es un testimonio de que los terrá-

72 
 
queos se están aproximando en forma lenta pero segura al esclarecimiento.»
Después de un rato mi amiga dejó de llorar... más o menos al mismo tiempo en que dejaba de llorar yo.
Menciono este episodio auténtico para ilustrar la esencia de Cáncer y Sagitario, pero también por otra razón,
que sintetizo en la mejor forma posible al reproducir las palabras finales del anuncio de la Martin Marietta
Company (aunque el sentido que les doy yo es muy distinto del que les daban ellos). El anuncio terminaba
con el comentario: «Esto es para Troy, y para el futuro».
Durante esta asociación de la configuración de signos solares 6-8, el Cangrejo y el Arquero reñirán por el
tema del dinero, pues éste siempre quema los bolsillos de Sagitario. Y casi nunca quema los de Cáncer. Es
más posible que a los de este último les reviente las costuras, por su peso, porque a los Cangrejos les gusta
acumular grandes cantidades de metálico, y prefieren conservarlo constantemente lo más cerca posible de sus
personas. Sus reyertas serán frecuentes en el área de las finanzas, pero es probable que puedan llegar a algún
tipo de compromiso, mediante un acuerdo amistoso. A juicio de la astrología, lo mejor será que Cáncer insista
en zurcir y coser maternal (o paternalmente) los agujeros que las quemaduras producidas por el dinero abren
en los bolsillos de Sagitario (al mismo tiempo que le enseñan al Arquero, afablemente, a ser más ahorrativo),

ki
y que Sagitario se ofrezca gentilmente para hacerse cargo de una parte del dinero del Cangrejo con el fin de
invertirlo, evitando así que revienten las costuras de sus bolsillos. Los Arqueros tienen una suerte prodigiosa
en áreas tales como la de los juegos de azar y la Bolsa (el mayor de los juegos de azar). Esto producirá
beneficios por partida doble: Cáncer aprenderá a ser más generoso y dadivoso, y los Cangrejos también se
sentirán halagados cuando descubran gradualmente que Sagitario tiene un método para duplicar rápidamente
su capital conjunto... a veces, claro está. Cualquiera puede tener una mala racha, y en esas raras ocasiones
(dado que el Sagitario típico está tan agraciado por la suerte de Júpiter que no sufrirá grandes pérdidas
reiteradamente) el Cangrejo debe abstenerse de encolerizarse, enfurruñarse y regañar. De lo contrario, el

u
Arquero se irá en un santiamén, después de disparar los dardos de algunos comentarios pertinentes sobre la
tacañería, y de comprometerse a no hacer más favores a desagradecidos (o desagradecidas), lo cual provocará
el llanto del Cáncer.
El hombre o la mujer Cáncer será inevitablemente (aunque desde un segundo plano) el sutil conductor de
esta asociación 6-8 entre dos personas tan distintas entre sí. Porque el Cangrejo es cardinal y el Sagitario es
mutable. La persona cardinal está secretamente resuelta a mandar, y aborrece francamente el tener que recibir
órdenes de los demás. Esto puede generar algunas dificultades, porque aunque el Sagitario mutable no tiene
an
especial interés en convertirse en líder (los Arqueros prefieren galopar de un lado a otro comunicando ideas),
lo cierto es que al Sagitario también le disgusta activa (y abiertamente) recibir órdenes. Es posible que el
extremo humano del Centauro dualista de Sagitario se resigne alegre y filosóficamnte, pero el extremo equino
lanzará abundantes coces, y se encabritará de cuando en cuando. Ya sabéis que Sagitario es mitad equino y
mitad humano, tanto simbólica como literalmente. Este es uno de los signos solares dobles y duales. Aunque
el extremo humano es muy espabilado, y a menudo es extraordinariamente estudioso e intelectual y sustenta
una filosofía optimista, el extremo equino (que es el posterior) es igualmente terco, contradictor,
imprevisible... y asombrosamente veloz para eludir los problemas. También es propenso a cocear
peligrosamente cuando amenazan su libertad.
Como los Cangrejos no pueden controlar realmente su espíritu posesivo innato (que, correctamente
usado, puede convertirse en la cálida y reconfortante virtud del comportamiento protector solícito), deberán
proceder con cautela para no reprimir involuntariamente la libertad de los Arqueros, que la necesitan en
grandes dosis para expresar su personalidad. Por supuesto, los Cangrejos son cautelosos por instinto, de modo
M

que bastará que desplieguen parte de la cautela natural de su signo solar y la traduzcan en la precaución de no
sofocar la libertad de expresión y de acción de Sagitario. Si Cáncer consigue poner en práctica esta estrategia,
y si los Arqueros se acostumbran a contar aunque sólo sea periódicamente hasta diez o veinte antes de meter
la pata (y de machacar los delicados sentimientos del Cangrejo con comentarios contundentes) estos dos
podrán pasarlo bastante bien en su mutua compañía.
De alguna manera, Sagitario terminará ayudando a Cáncer, con una actitud servicial, porque los Arqueros
intuyen en los Cangrejos regidos por la Luna un misterio que están ansiosos por resolver. Como la curiosidad
de Sagitario es acuciante, siempre habrá algo que lo tendrá fascinado, y despertará su interés en rondar por la
playa de Cáncer, bajo la Luna llena, observando el flujo y reflujo de la marea... entre una y otra carrera por la
pista cuando el Centauro se impaciente y necesite pasar un rato solo corriendo contra el viento, al que casi
siempre le ganará por el hocico. Y esto fascina al Cangrejo.
A Sagitario —que está dotado del buen humor benigno y benévolo de Júpiter— le encanta hacer
picardías a los demás, pero es posible que a veces Cáncer no capte su intención. Entonces el Arquero le dará
al Cangrejo un ligero codazo... y al fin la criatura lunar se reirá hasta llorar. No sólo por la naturaleza de la

73 
 
broma. Sino porque a Cáncer lo conmueven hondamente la ingenuidad y el idealismo del valeroso y optimista
Sagitario, que a cada rato cae torpemente. y después se levanta con una sonrisa radiante... para repetir la
tentativa de llegar al círculo del ganador. Aquellas veces que Júpiter autorice al Centauro a conquistar la
victoria, el Arquero feliz y generoso probablemente vuelva trotando a la costa, y ofrecerá compartir la mitad
de su buena fortuna con el amigo o pariente Cáncer, llenando nuevamente los bolsillos del Cangrejo con
júbilo infantil. Júpiter rige lo desmesurado, lo expansivo, y a veces sólo el Cangrejo sabe realmente cuán
grande puede ser el corazón de Júpiter. Algún día, de alguna manera, Sagitario le enseñará a Cáncer las
maravillosas recompensas de la generosidad, y guiará a los Cangrejos interiormente tímidos, temerosos, hacia
la religión Sagitaria de la verdad. Entonces no habrá más penas ni suspiros... «porque Dios enjugará todas las
lágrimas de sus ojos». ¿Cómo podríais llorar cuando estáis riendo de la última torpeza enternecedora del vale-
roso Arquero?

ki
Mujer CÁNCER Hombre SAGITARIO
—No tengo madre —dijo él. No solamente no tenía madre, sino que tampoco
experimentaba el menor deseo de tenerla. Las juzgaba personas exageradamente valoradas.
—Oh, Peter, no me extraña que estuvieras llorando —exclamó ella, y abandonó el lecho y
corrió hacia él.

u —No lloraba por las madres —respondió él bastante indignado—. Lloraba porque no
consigo que me siga mi sombra. Además, no lloraba.

La diferencia más esencial, más profundamente arraigada, entre la doncella lunar y el Arquero (si se
exceptúan sus criterios opuestos sobre el dinero y la seguridad material), consiste en sus ideas y actitudes
divergentes respecto de la «familia». Ella es muy propensa a sentir devoción y casi veneración por los
an
vínculos familiares, generalmente con más énfasis en los maternales y paternales que en los fraternales y de
otro tipo... pero de todas maneras esta dama quema incienso en el altar familiar con el mismo fervor religioso
con que sus hermanas capricornianas prenden las velas de cera de abejas en su círculo familiar (y a menudo
con menos resentimiento que el que experimentan de cuando en cuando las capricornianas).
Por el contrario, el hombre Sagitario, si bien puede alimentar en su enorme corazón jupiteriano mucho
afecto auténtico por su familia, y si bien puede visitarla más o menos cada pocos años para saludarla
alegremente, con los brazos probablemente cargados de obsequios (porque el Arquero es maravillosamente
generoso), lo cierto es que no experimenta por sus parientes el fuerte sentimiento de abnegada devoción que
la chica Cáncer experimenta por los suyos. Es posible que sea el primero en ayudar a sus padres, hermanos y
otros familiares consanguíneos cuando éstos necesitan un amistoso apoyo moral, o un préstamo de todo el
dinero del que él pueda disponer, pero no cree que un lazo de sangre deba constreñir su libertad para
deambular por el mundo en busca de la verdad y la emoción, cultivando sus múltiples intereses y
persiguiendo sus metas y ambiciones idealistas (y a menudo gigantescas). Los lazos restringen. Los lazos
M

atan. Sean de sangre o de cualquier otra naturaleza. Sagitario lo ve como si fueran cadenas chirriantes, o una
cuerda ceñida al cuello que amenaza con estrangular su individualidad. El hombre Sagitario está ansioso por
cortar el nudo gordiano que lo une a su familia y por ir solo a las carreras, acatando la voz de Júpiter que le
ordena acometer hacia adelante y hacia las alturas en pos de algún logro o de alguna hazaña colosal, inefable.
El Arquero también es experto en desatar rápida e inteligentemente los nudos gordianos de los problemas, _Ni
aunque a veces comete errores, en general es suficientemente sagaz como para no cometer dos veces el
mismo.
La doncella lunar mira con respeto, si no con auténtico afecto, «los lazos que atan». Los vínculos son
agradables. Los vínculos son familiares y reconfortantes. A ella le parecen hebras de protección y seguridad
suavemente entretejidas. Lo conocido, lo seguro y lo cómodo. Cortar un vínculo con amigos o parientes, con
un amante o un marido, o con los padres, es algo que le inspira temor, y que por tanto aplaza lo más posible.
Ésta es a menudo la razón por la cual se piensa que las mujeres Cáncer son posesivas. En realidad no se trata
tanto de que sean posesivas como de que se resisten a cortar un cabo, lo que luego las obligará a flotar a la
deriva, sin ancla. Flotar sin ancla es una imagen tan aterradora para la chica Cangrejo como la de flotar en

74 
 
medio del océano lo sería para el cangrejo de la Naturaleza, que se siente mucho más seguro a una distancia
saludable de las aguas profundas.
La astrología no puede resolverles este problema. La doncella lunar y su Centauro tendrán que afrontarlo,
sencillamente, con la esperanza de aproximarse cada vez más a un compromiso a medida que pasan los años,
pero agitándose y riñendo en el ínterin... discutiendo (él) y enfurruñándose (ella) alternadamente porque uno
descuida a mamá y papá (la culpa recae sobre él) o porque el otro debilita la relación entre ambos al pasar
demasiado tiempo con la familia (la culpa recae sobre ella). Más adelante, llegarán a un acuerdo respecto de
las diferencias que los separan... o uno de ellos abandonará al otro. Pero tal vez no sea una separación
definitiva. Por varias razones.
Para empezar, lo más probable es que sea el Arquero quien deje coléricamente (aunque con pena) a la
chica Cangrejo, y no que las cosas sucedan a la inversa. No siempre, desde luego, pero sí en la mayoría de los
casos. Recordad que a él le resulta más fácil que a ella cortar un vínculo, aunque para el hombre Sagitario es
más difícil desatar el nudo del amor que el lazo que lo une a su propia familia, porque el amor puede
determinar que incluso el Centauro habitualmente despreocupado e indiferente se resista a consumar la

ki
ruptura... y que después de irse probablemente no tarde en volver. La locura lunar de ella es hipnótica, y
mientras estén separados embrujará los sueños de él. por la noche. Como ésta es la configuración de signos
solares 6-8, la doncella lunar representa para él la octava Casa astrológica de misterio (sexual y de otro tipo):
lo desconocido. Nadie es más curioso que Sagitario (excepto Géminis), y descubrirá que después de un
tiempo su mente da vueltas en círculos, preguntándose qué estará haciendo ella sin él. Además, lo frustra la
idea de que perdió el control de su genio fogoso, y de que partió antes de poder resolver por completo el
misterio que le plantea ella con sus estados de ánimo cambiantes, con el dominio inexplicable que ejerce
sobre sus emociones (las de él). Todavía hay un millar de preguntas apremiantes que ella no ha contestado.

u Y entonces, el Arquero, que cortó tan rápida e impulsivamente el nudo gordiano que lo unía a su dama
Cáncer, regresa después con frecuencia para volver a atarlo. Porque comprueba que la añora más de lo
previsto, y porque siguen pendientes todos esos enigmas intrigantes...
Aunque es posible que a la doncella lunar la reconforte y la halague extrañamente el hecho de que el
hombre Sagitario que ella ama la considere misteriosa y magnética, experimenta un resentimiento bastante
malévolo contra sus indagaciones indiscretas. (Ella no puede disfrutar de lo mejor de ambos mundos. pero le
gustaría, en casi todo.) Esta mujer siempre lleva y llevará dentro de sí muchos secretos, de algunos de los
an
cuales ni siquiera tiene conciencia, en tanto que de otros sí la tiene. En la esencia lunar hay un elemento que la
hace cerrarse como una ostra cuando intuye que alguien intenta explorar demasiado a fondo su personalidad
secreta, aunque dicho «alguien» sea el hombre que adora. Esta chica Cangrejo se refugia instintivamente en
su caparazón de silencio apenas él inicia uno de sus interrogatorios de rutina... aunque sólo le haga una
pregunta inocente y vulgar. Por ejemplo, qué opina acerca de los nuevos vecinos, o cómo era su primer novio.
(Admitamos que la segunda pregunta puede no ser tan inocente. El hombre Sagitario tiene mal genio. y
aunque no es posesivo, sí es muy celoso. No me canso de recordaros que existe una marcada diferencia entre
el espíritu posesivo y los celos.)
Aunque esta dama pueda ser muy renuente a revelar sus propios secretos rápidamente (a menos que se los
sonsaquen lenta y afablemente, cuando está de humor para hablar de ellos, y no mediante un interrogatorio
grosero o una curiosidad brusca y ociosa), es una experta en desentrañar los de su Centauro... y los de todo el
mundo. Por alguna razón, la gente experimenta la necesidad inconsciente de contarle a la doncella' lunar
ciertas cosas que normalmente no le confesaría a otra persona. Estas confidencias no se parecen a las que
M

todos vuelcan en el oído comprensivo de Piscis. La gente se confiesa con Piscis porque desea hacerlo, sin
mucha, o sin ninguna, insistencia por parte del Pez, que simplemente proyecta un aire de predisposición a
escuchar a quien sienta deseos de hablarle, y el interlocutor de Piscis intuye que la reacción de éste será
comprensiva, como siempre lo es. En el caso de la chica Cangrejo, la situación es distinta. Ella no es apática
ni neutral respecto de vuestros secretos. Le encanta averiguar cosas acerca de los demás, y generalmente
emplea una estrategia premeditada para enterarse, plenamente consciente de que está excavando para ver qué
descubre. En razón de su magnetismo lunar (el mismo tipo de fuerza invisible que ni siquiera pueden resistir
las mareas del océano), consigue que su interlocutor la haga toda clase de confidencias íntimas aunque éste no
haya sido su propósito inicial.
La estrategia lunar de la mujer Cáncer es aún más eficaz con el Arquero. A Sagitario le encanta hablar,
sobre todo de sí mismo, de sus sueños y sus sentimientos más íntimos, así como de sus ideas y opiniones
sobre todos los temas que existen bajo el Sol. Arrastrado por el entusiasmo de su libre asociación verbal de
pensamientos, es posible que divague demasiado en su conversación con la chica Cangrejo, antes de descubrir
que al decir más de lo previsto se ha dejado atrapar en una ola emocional que podría ahogarlo. Ésta es una

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advertencia astrológica que le resultará muy útil al Arquero, si le presta atención, porque siempre existe la
posibilidad de que diga algo que esta dama extraordinariamente sensible e imaginativa podría exagerar o
interpretar equivocadamente, lo cual despertaría el recelo y la trémula vulnerabilidad de Cáncer al agravio. Al
hombre Sagitario le conviene contar hasta diez antes de hablar, en todos los casos, pero en compañía de su
encantadora chica Cangrejo sería muy aconsejable que cuente quizá hasta mil. No le resultará fácil abstenerse
de expresar libremente lo que piensa, a veces con innecesaria franqueza, no sólo porque ésta es su tendencia
natural, sino también porque la doncella lunar puede ser muy tenaz una vez que se le mete en la dura cabeza
la idea de que él le oculta algo. En este caso no cejará hasta averiguarlo. No se trata de que haya algo de lo
que él deba sentirse culpable, sino sólo de que hay cosas que ella puede tomar a mal adornar
imaginativamente, revistiendo con sus temores y aprensiones personales ciertas frases que él pronunció
inocentemente, hasta convertirlas en algo que amenaza su paz espiritual y que carece de toda semejanza con
su intención original o su auténtico significado.
Durante la intimidad sexual es cuando el Arquero debe cuidar especialmente que sus actos sean más
elocuentes que sus palabras. La forma en que la mujer Cáncer expresa en el sentido físico su estratificado

ki
amor por él, es sensual y silenciosa. Para ella, los que importan son los sentimientos, no las palabras. Desea
que su acto amoroso sea una fuga a un océano de pasión, que esté impregnado por los frágiles sentimientos de
la luz de la Luna, y que su profundidad sea una consecuencia directa de su delicadeza y de su mansa
comunión espiritual. Ella se aparta sexualmente del deseo imperioso, y sólo puede entregarse por completo
cuando su necesidad mutua se expresa con ternura, con dulzura, incluso poéticamente, y no con vehemencia.
Y si algo ha hecho que se sienta rechazada durante el día (la desaprobación, expresa o tácita, la hace
marchitar, literalmente) no podrá responder por la noche en brazos de él, aunque el agravio previo a su
sensibilidad sólo haya sido imaginario. Hacerle el amor a una chica Cangrejo es un eterno juego de

u
adivinanzas, con más probabilidades de éxito cuando su amante o marido consulta un almanaque antes de
abordarla, porque todas las emociones de esta mujer son regidas no sólo simbólicamente, sino también seria y
concretamente, por las fases de la Luna. Es posible que este aspecto de su naturaleza sexual irrite
ocasionalmente al Arquero tanto como lo intriga, porque, tratándose de un signo de Fuego, su propio deseo es
más impulsivo y su necesidad es más intensa. Él debe ejercitarse conscientemente para adquirir una mayor
delicadeza en su acto amoroso, sobre todo si está enamorado de una doncella lunar, nacida en el elemento
Agua.
an
Paradójicamente, ésta es una mujer que a veces comunica su anhelo de fusión con un brillo brumoso en
los ojos, semejante al resplandor argentado y promisorio del antiguo secreto de la Luna nueva. Cuando él ve
el reflejo de la Luna en los ojos de ella, sabe que ha llegado el momento de quedarse muy quieto y callado...
de abrazarla estrechamente hasta que se sienta segura y protegida... y de internarse luego en el mar misterioso
que le canta a medianoche melodías recordadas, flotando a la par de ella. Es posible que él nunca resuelva el
enigma femenino de la doncella lunar, pero siempre sentirá la tentación de elucidarlo.
Ahora dejémoslos solos, ¿qué os parece? Si la doncella lunar o pájaro loco no accede a contarle sus
secretos al hombre que ama, ¡ciertamente no quiere que nosotros andemos rondando cerca cuando se le velan
los ojos! Antes de irnos, le recordaremos que, en tanto que sus lágrimas lunares caen como gotas de lluvia al
menor asomo de nubes en su cielo, las lágrimas jupiterianas están ocultas y retenidas... pero no son menos
copiosas que las de ella. Como un niño que silba en la oscuridad para ocultar su temor, él es demasiado
valeroso para confesar que alguna vez llora. Pero, no obstante su fachada impasible, llora.
M

76 
 
Hombre CÁNCER Mujer SAGITARIO
Hablaban de la Cenicienta, y Tootles confiaba en que su madre se hubiera parecido mucho a
ella.
...Campanilla de Cobre gritó: «¡Majadero!» y corrió a esconderse.
Aunque Sagitario rige astrológicamente la religión (junto con Piscis y Escorpión, porque la religión
abarca muchos niveles de conciencia, no sólo uno). y aunque todo Sagitario, en algún momento de su vida, se
muestra muy preocupado por los pros y los contras de las creencias religiosas, es posible que la chica Arquero
olvide, cuando está enamorada de un chico Cangrejo, el consejo espiritual más importante, a saber: Cuenta tus
bienaventuranzas.
Muy probablemente, antes de que lo conociera a él, su fe y su idealismo jupiteriano fueron quebrantados
por esos hombres que tratan el amor con indiferencia... y que la trataron a ella con indiferencia, quizás incluso

ki
con crueldad. Excepto tal vez ese chico muy especial de los ojos tiernos, que le prestaba los lápices y peleaba
con los gamberros que la provocaban en los recreos del sexto curso, por cierto ninguno de los hombres que
ella amó impulsivamente estuvo ni remotamente a la altura de su imagen secreta del Príncipe o el Caballero
que la trataría cortésmente como su «bella dama», que despertaría su alma con el beso de una mirada que
prometía adorarla hasta la eternidad y aún más allá de ésta... que prometía arrebatarla y transportarla hasta su
castillo encantado y sentarse después junto a ella a la vera del lago, para alimentar los cisnes, para hacerla
reír... y que le aseguraba que ella era sólo suya, que su amor era leal y sincero, fiel y eterno. Ella casi había
renunciado a aquel sueño específico y se disponía a conformarse con quedarse soltera... o con encontrar un
árabe millonario, que tal vez no llenaría todos los requisitos de su modelo pero que la arrebataría en su reactor

u
privado y la transportaría a un territorio de pozos de petróleo borbotantes, con su turbante y su túnica, para
alimentar los camellos en el crepúsculo. Olvidemos al Príncipe Azul. ¿Quién lo necesita? Y entonces se
produjo ese milagro alucinante.
Un día que andaba a tumbos, tropezó de narices con el corazón atónito de un Cangrejo, que marchaba por
los atajos completando su paseo matinal. No lucía casco ni armadura, ni estaba altivamente montado en un
blanco corcel. Tampoco estaba tocado con un turbante, y en cuanto a la larga túnica blanca, dado que se
an
trataba de un Cáncer conservador, jamás habría soñado con presentarse en público ataviado de una manera tan
impropia y llamativa. No tenía ni un cisne, ni podía presentarle ningún camello. Pero a veces se sentaba en el
parque a la orilla del estanque, a la hora del crepúsculo, según le contó, y les echaba palomitas de maíz a los
pájaros. Respecto del reactor privado, después de conocerlo mejor, ella comprendió que realmente reunía las
condiciones necesarias para convertirse en el propietario de toda una flotilla de reactores, por la forma en que
se aferraba a su dinero. Quiero decir que, al fin y al cabo, el dinero tiene que acumularse si nunca gastas un
centavo... jamás. En nada. Excepto en una que otra copa de vino o champán importado.
Poco importa que no fuera la imagen viva y palpitante del Príncipe Azul. Tenía un aire peculiar. No le
faltaba por cierto el beso de la mirada que prometía amor eterno. Ese beso la acariciaba, y le hacía temblar las
rodillas cada vez que él la contemplaba. Y aunque tal vez era un poco tacaño con sus lápices, y no los repartía
como patatas fritas, porque después de todo los lápices cuestan dinero, especialmente cuando cuentan con
buenas gomas de borrar, igualmente tenía esos ojos tiernos de aquel chico especial del sexto curso, y le
producía la nítida sensación de que la protegería de los gamberros, en el patio de la escuela o en cualquier otro
M

lugar... la sensación de que era auténticamente amada en su condición de mujer, y de que estaría
confortablemente segura a su lado hasta la eternidad y aún más allá, porque este hombre sin duda la
resguardaría de todo peligro.
Bueno, nadie puede salirse con la suya y reproducir cada matiz, pestaña y pincelada de su imagen soñada.
El cielo sabe que, de esas cualidades que ella casi había perdido las esperanzas de encontrar jamás, él tenía
una cuota mucho mayor que cualquiera de los gorilas, Casanovas y sonrientes sofisticados que la habían
aburrido y abandonado groseramente en el pasado. Tal vez no era precisamente Don Quijote, pero sí ocultaba
su propia variedad de ensueños imposibles detrás de su sonrisa tímida y sus modales apacibles. Y entonces
ella olvidó toda su cautela, y se enamoró alocadamente de él. Así es como Sagitario se enamora siempre. O
como, en verdad, lo hace todo. Alocadamente. Por tratarse de un Centauro, y en consecuencia de un ser mitad
equino y mitad humano, esta chica tropieza mucho, y es un poco torpe, no obstante su paso normalmente
garboso que le recuerda a su fascinado Cangrejo el de un caballo de pura sangre.
Lo primero que ella aprendió después de enamorarse de él, con el consiguiente sobresalto, fue que no
cometió un error al olvidar toda su cautela, cuando lo conoció. Porque este hombre posee suficiente cautela
como para abastecerla no sólo a ella, en sus épocas de carencia, sino también a toda la Comunidad Británica

77 
 
de Naciones. Una reserva inagotable. Ella sería más feliz, según descubre al cabo de un tiempo, si él olvidara
parte de su cautela, aunque no toda. Hasta cierto punto le gusta la forma en que su cautela la encauza en la
dirección corriente cuando ella siente a veces la tentación de ser excesivamente temeraria (es hermoso que
alguien que te ama sinceramente te salve de ti mismo) pero a la chica Arquero le basta con una dosis pequeña
de esa precaución. Una dosis excesiva puede hacerla sentir enclaustrada, sofocada, y por tanto... inquieta.
Nunca es una buena idea inquietar a la mitad equina de un Centauro.
Como la configuración de signos solares 6-8 guía su relación e influye sobre ella, es posible que el
hombre Cáncer ejerza una fascinación inexplicable sobre esta mujer, con atisbos de misterio y secreto...
además de un atractivo sexual magnético. Ella es curiosa por naturaleza, así que la forma en que él la obliga a
adivinar constantemente sus sentimientos y sus estados de ánimo cambiantes es más emocionante que
exasperante, como podría serlo para otra mujer. Durante la mayor parte del tiempo, ella se comportará con
una docilidad inusitada bajo el hechizo del hombre lunar. Pero de cuando en cuando. como por ejemplo
cuando él la compare (desfavorablemente) con su madre (la de él). o cuando la regañe por ser despilfarradora,
o cuando la acuse de hablar demasiado, y de no escuchar... ella perderá los estribos. Como Júpiter tiene la

ki
peculiaridad de agrandarlo todo, a esta chica no le falta genio. Puede ser tremenda cuando monta en cólera.
Entonces dirá algo filoso y cortante (a Sagitario pocas veces o nunca le faltan las palabras) que herirá
profundamente los sentimientos ultrasusceptibles de este hombre. El reaccionará violentamente. Ella
contestará al desafío de su reacción disparando otra flecha de veracidad lacerante, y él entrará en uno de sus
largos trances de silencio enfurruñado, y se replegará dentro de sí mismo en un lugar hasta el que ella no
podrá seguirlo, y al que ni siquiera llegarán sus palabras.
Es entonces cuando ella deberá salir a caminar sola por los bosques (el contacto con la Naturaleza
siempre despeja infaliblemente las telarañas de Sagitario) y deberá proyectar su ser astral hasta el estado en

u
que se hallaban las cosas antes de que él apareciera para protegerla confortablemente y hacerla reír con su
humor extravagante. Entonces ella alimentaba un anhelo vago y solitario que pareció disiparse sencillamente
la primera vez que él le sonrió con los ojos tiernos y centelleantes de su héroe del sexto curso, avivando
recuerdos de otra época en que la vida era dulce y sencilla, y estaba impregnada de cálida familiaridad. Sí, él
tiene sus defectos. Pero es comprensivo, considerado y afectuoso. Es divertido y tiene una conversación
fascinante que es más frecuente que sus arranques de mal humor. Es ciertamente leal y diligente. Nunca
intentará ofenderla deliberadamente, ni infringirá una promesa cuando pueda evitarlo. Y se ha vuelto
an
gradualmente más generoso, porque desea complacerla. No chistó la semana pasada cuando ella pagó
novecientos dólares por un perro ovejero inglés de pura raza, inscrito en el registro de pedigree, lo cual
implicó que él no podría comprarse la cámara fotográfica que ambicionaba desde hacía un año. Sobre todo, no
es hipócrita. Es sincero y veraz. Ella no soporta a los hipócritas.
Después de contar sus bienaventuranzas, ella volverá y le dirá que lamenta haberle gritado y que fue
desconsiderada. Entonces, si ella ofrece hacer por él algo tiernamente solícito, el Cangrejo asomará de atrás
de su caparazón y volverá a confiar en ella con su mejor sonrisa. ¿Acaso lo que podrá cicatrizar la herida, para
que vuelvan a estar juntos como antes, será una fuente de setas rellenas, tal como las preparaba la madre de
él?
No. Él preferirá tenerla a ella en lugar de las setas. La extraña mirada de la Luna llena ha vuelto a
aparecer en sus ojos, porque ella lo ha conmovido con su bondad. Así que se reconcilian haciendo el amor. Su
química sexual es una de las bienaventuranzas que ella olvidó contar. Los deseos de la dama Arquero son más
fogosos y apasionados que los de él, pero esto sólo sirve para estimularlo y desafiarlo a enseñarle que él es
M

cardinal y ella es mutable. (Cardinal significa guiar.) A esto se suma el misterio obsesionante de su elemento
Agua, que la atrae a sus abismos, a medida que ella aprende a conocer mejor el sosiego de sus territorios
inexplorados merced a la lentitud y la delicadeza con que él aborda su necesidad recíproca. Él la guía a un
lugar donde la sensualidad es una promesa susurrante, expectante; donde el trémulo hechizo perdura mucho
más, no obstante su naturaleza onírica, que una acometida fogosa de fusión instantánea que se extingue rápi-
damente, sin dejar el recuerdo de su serenidad. El fuego estimula y emociona -.con el atisbo de explosión. El
agua apacigua y refresca... perdurando. La dosis justa de los dos elementos convierte la expresión sexual entre
Cáncer y Sagitario en una experiencia intensa y satisfactoria.
Pero el amor físico es sólo un nivel de la relación humana, así que el Cangrejo y su chica Arquero deben
aprender a fusionar sus elementos Fuego y Agua en otras formas con el mismo tipo de sintonía cuidadosa.
Con el tiempo, él aprenderá a respetar vehementemente el coraje de ella y... sí, su franqueza. Él puede confiar
en el hecho de que ella piensa lo que dice, y es lo que es. Con el tiempo, ella agradecerá que la mano
cautelosa de él descanse sobre la suya, apartándola de esos hoyos profundos en los que acostumbraba a caer
cuando estaba distraída. Aprenderán a confiar el uno en el otro. Y he aquí un elemento que estos dos seres

78 
 
muy distintos tenían en común, mucho antes de conocerse. La búsqueda de alguien que te ofrezca la garantía
de que siempre te amará tal como eres. Nada más importa.

CÁNCER CAPRICORNIO
Agua - Cardinal Negativo
- Tierra - Cardinal - Negativo
Regido por la Luna Regido por Saturno
Símbolo: el Cangrejo Símbolo: la Cabra

ki
Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas nocturnas - Femenino

La relación CÁNCER-CAPRICORNIO

u Fran las preguntas más corrientes: « ¿Qué color tenían los ojos de mamá? ¿Quién era más alto,
papá o mamá? ... (A) Escriba una composición de no menos de cuarenta palabras sobre "Cómo
pasé mis últimas vacaciones", o "Comparación entre los caracteres de papá y mamá" ... 1)
Describa la risa de mamá; 2) ... la risa de papá; 3) ... el vestido de fiesta de mamá...».

Entre paréntesis, todas las preguntas estaban escritas en tiempo pretérito.


an
Como les sucede a todos los terráqueos de la configuración de signos solares 7-7, entre el Cangrejo y la
Cabra existe una distancia de ciento ochenta grados en la rueda kármica de la vida. En astrología —y en
verdad, también en astronomía y matemáticas— ciento ochenta grados son un semicírculo o una oposición.
Ahora bien, en el contacto humano, una oposición de signos solares no ha de ser necesariamente negativa. A
menudo lo es, pero no necesariamente. ¿Todos los Cangrejos y Cabras quieren hacer el favor de leer varias
veces esta última oración?
Una oposición indica que dos fuerzas opuestas están «en guerra». En este caso, dichas fuerzas son las de
la Luna y Saturno, regentes, respectivamente, de Cáncer y Capricornio. Es difícil imaginar dos elementos más
distantes que la Luna y Saturno. Entre otras cosas, la Luna (Cáncer) representa los sueños, el cambio, el
movimiento o el viaje, los recuerdos, las reflexiones, la suavidad y la dependencia. Entre otras cosas Saturno
(Capricornio) representa las realidades, la estabilidad, la cautela, la espera, el tesón, la dureza y la autarquía.
M

Como en todas las otras combinaciones de la vibración 7-7, Cáncer y Capricornio deberán elegir más tarde o
más temprano (esperemos que sea más temprano) cuál de estas fuerzas opuestas, que consisten en lo lunar y
lo saturnino, predominará en su asociación... o de lo contrario la asociación misma se convertirá en un campo
de batalla sobre el cual se cruzarán indefinidamente cañonazos simbólicos.
Por tanto, el Cangrejo y la Cabra deben resolver si su relación será regida por la Luna o Saturno, aunque
aún podrán preferir que sea regida individualmente por la Luna y Saturno: ambos... y por partes iguales.
Comprendo que todo esto parece tremendamente complicado. Nadie afirmó jamás que una vibración 7-7
es fácil de componer armoniosamente. Pero mi bisabuela acostumbraba a decir que «nada que se gane con
facilidad es realmente valioso». ¿Todos los Cangrejos y Cabras quieren tener la gentileza de leer esta oración
varias veces, también?
En todo tipo de oposición existe una posibilidad deseable, a saber, que los opuestos se complementen.
Cada uno tiene lo que el otro anhela, necesita, quiere, desea, y en consecuencia está secretamente ansioso por
conseguir. Formaos una imagen mental de esto, si os parece. Dos personas, cada una de las cuales tiene lo que
la otra desea. Si ninguna de las dos es egoísta, si ambas son generosas, si se dan la una a la otra y comparten
equitativamente... ¿cómo podrían ser más felices? Es bastante agradable ser el «geniecillo mágico» del

79 
 
prójimo, y que este prójimo sea también nuestro geniecillo, al mismo tiempo, y que satisfaga todas nuestras
necesidades, mientras nosotros satisfacemos las suyas. Lo mismo sucede con todas las polaridades de la
Tierra. Tomad el termómetro. Tenéis lo caliente y tenéis lo frío. Cuando se encuentran en el medio tenéis lo
tibio, la temperatura de la primavera eterna. ¡Qué bella idea! Y esto es precisamente lo que puede ocurrir
cuando el invierno (Saturno) y el verano (la Luna) se encuentran a mitad de camino.
Sí, Cáncer simboliza la etapa intermedia del verano, así como Géminis simboliza el fin de la primavera y
el comienzo del verano, Leo simboliza el verano en flor... y Virgo simboliza el veranillo de San Martín. Este
concepto estacional de los signos solares está cabalmente explicado en «Los doce misterios del amor», en el
comienzo de este libro. Pero quizá sea importante recordarles nuevamente aquí al Cangrejo y la Cabra... que
Capricornio significa el invierno y el Cangrejo significa la etapa intermedia del verano.
No obstante la oposición entre sus signos solares y sus regentes lunar-saturninos, y sumado al hecho de
que los matices complementarios de los opuestos son un refuerzo para su asociación, tenemos que Cáncer y
Capricornio tienen ciertos puntos en común, y que en estos contextos sus semejanzas son tan grandes como lo
son sus diferencias en muchos otros. Tanto las diferencias como las similitudes son notablemente

ki
pronunciadas en esta vibración 7-7 específica.
Ambos nacieron bajo las fuerzas nocturnas negativo-femeninas, lo cual significa que cada uno tiene un
núcleo interior blando y se las apaña bastante bien para ocultar esta blandura, y significa, también, que los
sentimientos y emociones de los dos están implantados a mucha profundidad. También son los dos cardinales,
y por ende tanto a Cáncer como a Capricornio les gusta mandar. La Cabra prefiere mandar discretamente.
Asimismo, el Cangrejo tiende a mandar sutilmente, de modo que la motivación compartida de liderazgo
puede estar oculta cuando se encuentran por primera vez. No permanecerá mucho tiempo oculta.
Es difícil que una asociación contenga dos líderes de idéntica estatura. Por tanto, alguien tendrá que ceder

u
un poco. Lo más probable es que sea el Cangrejo. Sin embargo, a las personas dotadas de conocimientos de
astrología les resulta divertido contemplarlos durante un tiempo desde lejos. Imaginaos, si podéis, a dos
«líderes» que intentan conducirse recíprocamente y con gran discreción, sin dejar que el otro se dé cuenta de
que lo están conduciendo. Gradualmente, cada uno descubre la intención de mando del otro, aunque esté
sagazmente disimulada, y entonces empieza la batalla silenciosa, pero vehemente y tenaz, por la supremacía.
En verdad, el espectáculo es tan fascinante como una película... más fascinante que la mayoría de las películas
que se han filmado recientemente en Hollywood. (Tema para meditar: Gerald Ford es un Cangrejo; Richard
an
Nixon, una Cabra.)
A lo largo de todos estos movimientos estratégicos cuidadosamente programados, al Cangrejo le
convendrá recordar que la Cabra tiene reputación de pisar firmemente... y a la Cabra le convendrá recordar
que el Cangrejo siempre da uno o dos pasos de soslayo o hacia atrás antes de avanzar rectamente. Será una
emocionante lucha de voluntades. No habrá tanta fanfarria como en las oposiciones entre los elementos Fuego
y Aire de otras configuraciones de signos solares 7-7 (Cáncer es Agua, Capricornio es Tierra), pero las
competiciones silenciosas y tenaces pueden tener más suspenso.
Algunos rasgos del Cangrejo y la Cabra no son parecidos ni diferentes, sino que sencillamente se
apuntalan los unos a los otros. Por ejemplo, a Cáncer le gustan la comodidad y la seguridad en grandes dosis.
Capricornio es vehementemente ambicioso, y como la ambición es uno de los caminos más rápidos para
llegar a todas las formas de comodidad y seguridad, este factor puede mantenerlos unidos, y también puede
atraerlos recíprocamente al comienzo.
Ambos están apegados al ayer: los regidos por la Luna porque les gusta la historia en general y porque
M

además experimentan una especie de nostalgia personal, y la Cabra porque las experiencias del pasado nos
enseñan mucho, a lo cual se suma una pizca de culto a los héroes. (En realidad, Capricornio admira por igual
a los triunfadores del pasado y el presente, pero los héroes y heroínas de antaño tienen más encanto.) También
comparten un fuerte apego a la lumbre familiar y a los parientes. Cáncer se inclina por la afinidad a lo
maternal, y Capricornio se inclina por la afinidad a lo maternal y lo paternal, y a todo el árbol genealógico,
sobre todo si de una de sus ramas cuelga un escudo de nobleza. Algunas Cabras son francamente snobs en lo
que concierne a la fama y el prestigio. y están obsesionadas por el status. Esto es difícil de adivinar detrás de
la sonrisa tímida y los modales afables típicos de Capricornio, pero no por ello es menos real
No es raro encontrar a la asociación del Cangrejo y la Cabra implicada en la renovación de lugares
históricos, en la colocación de piedras fundamentales, en la promoción de un movimiento encaminado a
fundar un museo, en la confección de libros de historia, en la edificación de imperios comerciales, en la
recolección de antigüedades, o activamente consagrada a la política local o nacional. Ésta es una pareja que
encontramos a menudo en las librerías (como propietarios, desde luego) y sobre todo en los bancos (en la
junta de directores). Individualmente, el Cangrejo puede sentirse atraído hacia las actividades marítimas,

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próximas al agua, en tanto que la Cabra tiende a escalar la más alta montaña de éxitos que se levanta en el
entorno. Los capricornianos abundan en el negocio de joyería y de chatarra. Las Cabras, veréis, tienen un raro
sistema para encontrar algo práctico, algo de valor, ya sea entre los diamantes o entre las piezas herrumbrosas
de un auto viejo. Curiosamente, también están bien sintonizados con el arte, una de las pocas experiencias
estéticas que los atraen. Pero el Capricornio típico no consagra su tiempo al arte pop, como el representado
por las latas de tomates y los tubos de dentífrico de Andy Warhol. Para el capricorniano, el arte debe ser
concreto y sustancial. Miguel Angel, Leonardo, Rembrandt... éstos son artistas. Picasso y Dalí bromean, ¿no
es verdad? El arte, como todo lo demás en la vida, es un asunto serio para los regidos por Saturno. Los Cáncer
imaginativos, aunque estimulados por otras motivaciones, también valoran la belleza de los buenos cuadros y
obras de arte, incluida la música, y por consiguiente muchas de las personas que veis desfilando por las
galerías metropolitanas y asistiendo a conciertos son Cangrejos y Cabras.
Las mismas reglas se aplican a Cáncer y Capricornio en la infancia. Ambos sobresalen en la clase de
historia, y tanto Capricornio como el Cangrejo empezarán a cortar el césped o a distribuir periódicos desde
muy jóvenes para acumular dinero que almacenarán en los cajones de los calcetines.

ki
Muchos capricornianos son un poco fríos y recelosos por naturaleza, gracias a la influencia adusta de
Saturno, y el Cáncer compasivo y sensible puede suministrarle a la Cabra un bálsamo curativo de amor y
comprensión. La devoción de Cáncer al hogar y la familia complacerá a Capricornio, que es igualmente leal a
los vínculos familiares.
A menos que uno de ellos, o ambos, hayan nacido con la Luna o el ascendente en el elemento Aire o
Fuego, estos dos nunca quemarán billetes de un dólar por diversión. Muy pocos Cáncer y Capricornio, o
ninguno, recurren a la caridad pública o utilizan bonos canjeables por alimentos. No sólo son sagaces en
cuestiones económicas, sino que también comparten una ética puritana del trabajo bastante severa. Sustentan

u
los mismos sentimientos en cuestiones de dinero. A ambos les gusta acumular pilas y pilas de billetes, y
prefieren ahorrarlo en lugar de gastarlo. Si hay dos personas que deben meditar sobre lo que dijo el poeta
Khalil Gibran respecto del trabajo con fines de lucro, éstas son Cáncer y Capricornio. Se beneficiarían
muchísimo si intentaran comprender que el hombre debe «trabajar con amor» o que es mejor que se siente en
el atrio del templo y «reciba limosnas de quienes así trabajan... porque el pan horneado sin amor es un pan
amargo, que sólo satisface la mitad del apetito del hombre».
A primera vista, estas palabras sobresaltarán al Cangrejo y la Cabra. ¿Trabajar por amor? La gente trabaja
an
por dinero, no por amor. Si por casualidad a una persona también le gusta su trabajo, tanto mejor, pero el
factor primordial es la compensación económica. ¿no es verdad? No, no lo es. El factor primordial es trabajar
con amor, y el rendimiento económico es secundario. En esto reside el problema. No se trata de que los
regidos por la Luna y los regidos por Saturno no entiendan la artesanía y el trabajo realizado con el corazón,
además de las manos. Es una cuestión de prioridades. Y sobre estos dos recae el deber de hacer un gran
esfuerzo por modificarlas.
Uno de los detalles más deliciosos de la unión entre estos dos seres innegablemente divergentes, que son
el Cangrejo y la Cabra, consiste en que el capricorniano exteriormente controlado y adusto, pero interiormente
afable y solitario, puede evadirse de su seriedad mediante el humor jovial y refrescante de las criaturas
lunares. La risa de Cáncer es contagiosa, irresistible. El sentido del ridículo del Cangrejo tiene algo que hace
aflorar un alegre centelleo en los ojos de la Cabra. Cáncer hace payasadas, Capricornio sonríe. Y el impasible
corazón de Capricornio, tristemente aprisionado durante gran parte del tiempo por las emociones
disciplinadas, empieza a entibiarse, y después a latir más rápidamente.
M

Pocas personas adivinan la verdadera magnitud de los anhelos de la Cabra por evadirse de las
restricciones invisibles de Saturno, porque estos anhelos también —incluso diría especialmente— están
sujetos a un rígido control. La sonrisa comprensiva de una criatura lunar, que sabe muy bien lo que significa
estar solo, puede abrirle a Capricornio la puerta de un mundo nuevo y más radiante.
En cuanto a Cáncer (a menos que sus luminarias estén en un aspecto negativo), el Cangrejo experimenta
desde el primer momento esta poderosa atracción magnética de sus Soles opuestos. En el aula o en la oficina,
en el círculo familiar, en el círculo de amigos, o dentro del círculo eterno del amor, la anhelante criatura lunar
buscará un hogar seguro, protegido por la fuerte cabra montés.

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Mujer CÁNCER Hombre CAPRICORNIO
—Ah, viejecita —le dijo Peter a Wendy en un aparte, entibiándose junto al fuego y
mirando cómo ella zurcía un talón—, lo mejor de la tarde es el momento en que concluye
la faena y tú y yo descansamos junto al fuego en compañía de los pequeños.
—¿Es encantador, verdad, Peter? —respondió Wendy, muy complacida—. Peter,
creo que Curly tiene tu nariz.
—Michael se parece a ti.

Cuando una chica Cáncer se siente atraída por un hombre capricorniano (o por cualquier otro hombre),
piensa en las tres M. Alimenta tres sueños, mientras arroja monedas en todos los pozos de los deseos que
encuentra en su trayecto. Tiene tres objetivos en su cabecita dura como un caparazón de cangrejo. El orden de

ki
importancia puede variar para cada chica Cangrejo, pero a todas las mujeres Cáncer las consume una de las
seis variaciones de las tres M, que son las siguientes:

matrimonio - maternidad - moneda maternidad -


moneda - matrimonio moneda - matrimonio -
maternidad matrimonio - moneda - maternidad
maternidad - matrimonio - moneda moneda -
maternidad - matrimonio

uÉstos, con sus seis variaciones de prioridades, son los objetivos de la mujer Cangrejo.

Las necesidades de esta mujer son ligeramente distintas de sus objetivos. Sus necesidades son las tres S,
cuyo orden de importancia no varía para la doncella lunar. Todas contribuyen en igual medida a su paz
espiritual:
an
solidaridad - serenidad - seguridad

Una de las características más enternecedoras de la doncella lunar consiste en que, aunque necesita y
busca afanosamente las tres S en toda relación, y aunque sus objetivos son siempre las tres M, está dispuesta a
brindarle a cambio a su hombre una mullida cuna de bienestar emocional. Puede ser la más comprensiva,
afectuosa, leal y protectora de las mujeres. En sus momentos de mejor comportamiento, la mujer Cáncer es
muy apegada... y mejor aún, también es dúctil y paciente, y ciertamente es una excelente compañera para el
hombre capricorniano. La mujer Tauro es paciente, pero no muy dúctil. La mujer Géminis es dúctil, pero no
muy paciente. La mujer Cáncer posee estos dos rasgos admirables. En cuanto al apego, muchas mujeres están
apegadas a los hombres que aman, pero ninguna tanto como ésta. La Cabra, que valora tanto la lumbre del
hogar, se sentirá especialmente regocijado por la profunda afición que esta mujer siente por la «familia».
Como Capricornio rige al pueblo judío, y todas las mujeres Cáncer son «madres judías» (sean madres o no),
ya veis que existen poderosas fuerzas magnéticas que hacen confluir a estos dos desde el principio.
M

La mujer Cáncer siempre tiene un aire ligeramente desvalido y cautivante, y el hombre capricorniano lo
intuye antes que la mayoría de los otros. Lo que esta mujer necesita es un hombre fuerte en quien apoyarse,
alguien capaz de despejar todas sus preocupaciones y de apaciguar todos sus temores... alguien sobre cuyo
hombro pueda llorar de vez en cuando. Pero no es tan desvalida como parece. Cáncer, como no ceso de
repetíroslo, es un signo cardinal de liderazgo. La doncella lunar prefiere mandar encauzando el destino de su
hombre con dulzura, discretamente, desde un segundo plano... si está enamorada. Cuando no lo está, la chica
Cáncer puede ser muy ambiciosa en su carrera, y hará prácticamente cualquier cosa con tal de llegar a la cima.
Toda mujer Cáncer busca secretamente un buen sostén de familia, y el capricorniano ciertamente lo es.
Es siempre ambicioso (tanto como ella) y generalmente triunfa. En verdad, él es a menudo el paradigma de
todo lo que a ella le gustaría ser, sin poder lograrlo, por su excesiva vulnerabilidad. A la inversa, ella es, para
la Cabra, el modelo de todas las cualidades lunares que, en lo más recóndito de su alma, él anhela poseer,
inútilmente, porque no es suficientemente vulnerable. Por tanto, casi desde el momento en que estos dos se
encuentran, experimentan una inconfundible estima recíproca que es una de las bases más sólidas del amor.
El capricorniano puede ser al mismo tiempo conservador y dominante en alto grado. A la chica Cáncer no
la fastidia la primera cualidad, porque ella misma también es, hasta cierto punto, exageradamente

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conservadora. En cuanto a que la dominen, no lo tolerará en ninguna asociación... a menos que esté
enamorada. Cuando esta mujer se enamora, al principio se someterá a la dominación de la Cabra por el deseo
de salvaguardar la paz, pero es probable que olvide gradualmente que está fingiendo, y que se acomode
definitivamente a una posición sumisa... ¡lo cual no está tan mal! Después de Piscis, no .hay otra mujer que
experimente tanto placer secreto cuando el hombre que adora la controla y la conquista. Y si hay un hombre
capaz de ser dominante, tierno y afectuoso al mismo tiempo, dicho hombre es éste. Así que todo se desarrolla
en condiciones favorables para ambos, habitualmente. A menos, claro está, que en el horóscopo de la chica
Cangrejo haya un signo lunar o ascendente más fogoso o agresivo.
Es curioso lo que sucede con los capricornianos. Aunque tengan mucho éxito en su esfuerzo por librarse
de la rígida disciplina que Saturno impone a su personalidad, en las cuestiones importantes volverán a las
andadas. En otras palabras, cualesquiera sean sus hechos o dichos pasajeros, la Cabra es una Cabra. O... el que
fue una vez capricorniano, seguirá siéndolo hasta el fin. Ni más ni menos. Normalmente, este hombre estará
en franco desacuerdo con la teoría del «matrimonio abierto». En lo que concierne al matrimonio es
conservador, aunque a veces se empeñe en parecer «actualizado» de labios para afuera. Esencialmente opina

ki
que el puesto de la mujer está en el hogar. Aunque permita que su esposa trabaje o se consagre a su propia
carrera, cuando nazcan los hijos mirará con malos ojos a la mujer que pretende que otra persona se ocupe de
la función maternal mientras ella se dedica a sus actividades particulares. Si es un capricorniano típico, pen-
sará que el puesto de la madre está junto a sus hijos, por lo menos mientras éstos son muy pequeños.
Tampoco lo hará feliz el gasto frívolo o excesivo, ya se trate del dinero de él, del de ella, o del de ambos.
Aunque la doncella lunar cobre su propio sueldo, es probable que él asuma la responsabilidad de precaverla y
asesorarla en materia de despilfarros.
Claro que él no tendrá muchas oportunidades de reñirla por sus derroches. Ella cuida el dinero tanto

u
como él (a menos que su signo lunar o ascendente esté en Aries, en Leo o en Géminis, y entonces tendrá crisis
nerviosas de culpa, periódicas y menores, cada vez que incurra en despilfarros). Tratándose de esta chica, la
mayoría de los sermones financieros de él girarán en torno de la proporción de los ingresos individuales o
conjuntos que deberán ahorrar, y de la forma de invertir inteligentemente el superávit acumulado. Puesto que
él es un signo de Tierra, lo más probable es que piense que la mejor forma de asegurarse para el futuro
consiste en comprar propiedades inmuebles o tierras. Y si ella discrepa, tal vez le repetirá lo que dijo Will
Rogers acerca de la mayor o menor sensatez de las inversiones en tierras: «Es un producto que ya no se
an
fabrica». Este tipo de aserto concreto, práctico, ayuda a ganar las discusiones al ponerles punto final
bruscamente, v es un ejemplo de las afirmaciones irrebatibles que los capricornianos se especializan en
formular cuando los apremian.
Él aprobará el hábito que ella tiene de guardar objetos. Capricornio está convencido de que es posible
encontrar una aplicación práctica absolutamente a todo, y de que no hay que deshacerse de nada hasta que se
le haya exprimido hasta la última gota de utilidad. Si ella es una Cáncer típica, compartirá vehementemente
esta filosofía. En ver dad, a menos que uno de ellos tenga una influencia planetaria «perdedora» en la carta
natal, es posible que incluso guarden los tubos viejos de dentífrico por si alguna vez tienen un hijo que se
convierte en jugador de baloncesto en la escuela secundaria. (Podrá usarlos para practicar tiros libres en la
papelera.) Yo conozco (de veras) a una mujer Cáncer, con un signo lunar y ascendente en Capricornio, que
lava y enjuaga realmente las bolsitas de plásticos que venden enrolladas (para guardar verduras, etcétera) y
vuelve a utilizarlas una y otra vez, hasta que se rompen. Un rollo de bolsitas le dura, aproximadamente, un par
de años. (Como soy Aries, yo gasto más o menos un rollo por semana.) Una persona conocida sugirió
M

recientemente que Richard Nixon guardó aquellas cintas magnetofónicas incriminatorias de Watergate
porque, en su condición de capricorniano, sencillamente no podía deshacerse de ellas, y alimentaba la
esperanza de que le resultaran útiles de alguna manera o le sirvieran para algún fin práctico. A nadie se le ha
ocurrido una explicación mejor. Ni siquiera al señor Nixon en persona. Sólo el conocimiento de la esencia de
Capricornio suministra una apariencia de racionalidad al misterioso interrogante: «¿,Por qué no quemó esas
(obscenidad expurgada) cintas?» La respuesta es sencillísima (para Capricornio): Quemarlas habría sido un
despilfarro.
La mujer Cáncer se adaptará con mucha más facilidad que cualquier otra a la introversión del
capricorniano, a su propensión a «cuidar de sus negocios» y a proceder sensatamente. Pero quizá no se
adaptará tan bien a su falta de entusiasmo por el cambio. Regida por la Luna inconstante, ella necesita
cambios ocasionales en su vida, y viajes periódicos. Tal vez le resulte un poco difícil convencerlo de que su
vida sería más fecunda si no se quedaran demasiado tiempo en un mismo lugar y si no sustentaran siempre las
mismas ideas. Es que, por mucho que se esfuerce, este hombre nunca conseguirá zafarse totalmente de las
restricciones que Saturno le impone a su naturaleza íntima. Incluso detrás de la fachada de un hombre Cabra

83 
 
aparentemente extrovertido, se oculta el adusto y viejo Saturno. Siempre e inevitablemente. En algunos
capricornianos el tinte de conservadurismo puede estar diluido con un color pastel más claro, pero nunca es
posible cubrirlo por completo con una capa de pintura. Sí, puede ser digno de ser amado. Afectuoso. Tierno.
Afable. Extravagante y gracioso. Todo esto. Pero igualmente lo rige Saturno, y esto es inevitable. Debajo de
las lentejuelas y las chafalonerías de una estrella capricorniana del rock and roll, por ejemplo, se oculta un
retrato del abuelo, con su reloj de bolsillo y su cadena... con su chaleco... y con una mueca de desaprobación
contra los botarates.
La vida sexual del hombre capricorniano puede abarcar desde lo francamente erótico y sensual hasta lo
tierno y afectuoso. Si tanto su Sol como su Venus están muy «mal aspectados» con la quinta u octava casa del
horóscopo, se lanzará a la experimentación múltiple. Pero el hombre Cabra típico tiene pocas aventuras, y casi
siempre se propone entablar una relación permanente. Más o menos lo mismo se puede decir acerca de la
vida amorosa de la mujer Cáncer. Todo depende. Sin embargo, lo que desea interiormente es entablar una
relación perdurable, aunque recurra más de lo que le gustaría al método de prueba y error... para hallarla. Hay
algo absolutamente seguro. El hombre capricorniano sentirá que su disfrute físico del amor aumenta

ki
muchísimo en compañía de esta mujer. Aunque él es capaz de desarrollar una expresión sexual y una
intimidad física profundas y estables (su instinto sexual es poderoso y nunca decae), es posible que carezca de
ese tipo de imaginación sensible que convierte el acoplamiento entre dos personas en una forma trémula y
extática de compartir la propia personalidad. Ésta es una dimensión sexual que la doncella lunar aportará a su
relación, y el hombre Cabra quedará conmovedoramente agradecido por el esclarecimiento. La fuerza y la
lealtad de él, la estabilidad de su amor, típica de Saturno, permitirán que ella se relaje en sus brazos, sin ese
temor al menoscabo que podría experimentar en compañía de un amante o un marido menos fiable. Él puede
suministrarle el reaseguro emocional que necesita, en tanto que ella le suministra la delicadeza y el romance

u
que tanta falta le hacen, y de los que está desprovisto... y después de un tiempo, con suficientes intercambios
compartidos de esta naturaleza, su amor físico se convertirá en un vínculo de unión fuerte y perdurable.
Conozco a una mujer Cáncer que actualmente está separada de su marido Capricornio. Tienen muchos
problemas, pero éstos son esencialmente menores, y no hay ninguno que no pueda ser atenuado y solucionado
con un poco más de comprensión, con un poco menos de egoísmo por ambas partes. Los hombres
capricornianos pueden ser cruelmente egoístas. Siempre alimentan la tendencia, hasta cierto punto, de utilizar
a las personas, sin preocuparse mucho por los sentimientos de éstas. Una de las aflicciones de esa pareja
an
consistía en la ineptitud de él para expresarle su amor físicamente, después del más ligero altercado. Parecía
de piedra, me explicó ella, y era totalmente indiferente a sus tímidas insinuaciones de ternura. Y entonces ella
le volvía la espalda, llorando en silencio, secretamente. Hace poco esta doncella lunar me confesó,
ansiosamente: «En todas esas ocasiones sentía mucha compasión por mí misma... me dormía llorando,
replegándome cada vez más dentro de mi caparazón de dolor. Pero desde que nos separamos he tenido mucho
tiempo para reflexionar. Ahora sé muchas cosas, y lo compadezco más a él>>.
Por fin ella ha encontrado la llave mágica para abrir el corazón de él. Ahora sólo falta que la utilice. Si lo
aborda con su nueva comprensión, estarán más unidos que nunca. Cuando una doncella lunar aprende a dejar
de apiadarse de sí misma y a encauzar en cambio su compasión hacia el capricorniano amado, descubre hasta
qué punto éste es incapaz de liberar el poder y el deleite emocional que experimenta por dentro. Vale la pena
ayudarlo a darles rienda suelta. Porque ningún amor es más portentoso, más perdurable, que el de
Capricornio, amor éste que aguarda en la cumbre de la montaña la hora de agraciar a quienes tienen la
paciencia y el coraje de escalarla hasta la altura indispensable para disfrutarlo. Es un trayecto escabroso, lleno
M

de cornisas rocosas... y con el peligro permanente de despeñarse... pero el paisaje que se contempla desde la
cima es inefable, indescriptible. Como una vislumbre de la eternidad. Saturno nos somete a pruebas difíciles,
pero sus recompensas son colosales.

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Hombre CÁNCER Mujer CAPRICORNIO
—¿No quieres arrullarme tocando algo en el piano del cuarto de juegos? —preguntó él, y mientras
ella se encaminaba hacia el cuarto, agregó con desconsideración—: Y cierra esa ventana. Siento
una corriente de aire.

El hombre Cáncer, diga lo que dijere, y por mucho que lo niegue, pretende que lo mimen como un niño y
que se ajetreen por él. Disfruta de ello, y de cuando en cuando puede aprovecharse del fuerte sentimiento de
responsabilidad de la chica capricorniana. La Capricornio se esmerará por complacer al hombre que ama, sin
quejarse ni autocompadecerse, pero si él le exige que se doblegue demasiado para acomodarse a sus estados
de ánimo cambiantes, se rebelará, por mucho que lo ame.
En honor a la verdad, ambos pueden ser algo más que un poco egoístas. A primera vista, no hay dos

ki
personas que parezcan exteriormente menos egoístas que el Cangrejo y la Cabra. Él es normalmente afable,
considerado y cortés, con una actitud casi anticuada respecto de las mujeres, y sobre todo respecto de su
propia mujer. Ella es, hasta cierto punto, parte de su patrimonio, y los Cangrejos valoran mucho su
patrimonio. Sin embargo, es posible que a veces él reclame mucho más que lo que da, con la pretensión de
que lo arrullen y lo acunen hasta apaciguarlo cada vez que moquea y que tiene un berrinche, y si ella no lo
hace, es sencillamente porque no lo ama, y punto... por lo menos, no tanto como lo amaba su madre.
Si ella es una capricorniana típica, probablemente es bastante circunspecta y recatada, incluso humilde, y
siempre está dispuesta a prestar ayuda en las situaciones críticas. (Las Cabras son realmente sobresalientes en

u
las crisis. Las emergencias son su especialidad y hacen aflorar sus mejores características personales.)
Igualmente, no permitirá que la utilicen más allá de un límite razonable, ni siquiera en aras del amor. Es muy
consciente de sus derechos humanos, y se niega a servir de felpudo. No obstante sus modales femeninos,
atractivos y delicados, tiene ideas personales muy firmes. No se trata de una dama propensa a agitar las
pestañas y a hacer insinuaciones. Lo que desea de veras, lo pedirá abiertamente... o luchará por obtenerlo, con
dientes y uñas. Lo que le gusta, sencillamente lo cogerá, y lo que le disgusta lo hará desaparecer de su vida,
perentoriamente. No es en absoluto moldeable ni sumisa. No se bate estrepitosamente contra lo que la ofusca.
an
Se limita a desconectarse, y después tiene la precaución de eludir a esa persona o situación, a veces
definitivamente. Este comportamiento se parece mucho al de la mujer Escorpión, y aunque el precio
emocional que paga la mujer Cabra es mucho menor que el que paga la mujer Escorpión, la cual siempre
queda muy afectada, aunque no lo demuestre.
La capricorniana no es exageradamente sensible, así que quizá deberá tener mucho tacto con el Cangrejo,
pues éste sí es exageradamente susceptible y se traumatiza con mucha facilidad. El no tiene ni remotamente la
piel tan dura como ella. Si ella lo critica o lo contradice seriamente, él generalmente no descansará hasta que
la capricorniana se «retracte», le diga que lo ama, y le confiese que él no tiene verdaderos defectos por lo que
a ella concierne. Al principio él intentará engatusarla o tomar las cosas a la chacota, bromeando con pocas
ganas; después formulará insinuaciones más claras; y como último recurso, se enfurruñará. Él encontrará
múltiples argumentos para defender su posición, porque este hombre no descansará en paz ni se calmará
mientras no llegue a algún tipo de acuerdo después de una reyerta. Si ella permite que el conflicto se
prolongue demasiado. él se encerrará en su caparazón, y no habrá acuerdo posible. Los Cangrejos se aferran
M

tenazmente a los argumentos y a sus propias opiniones, como a casi todo lo demás.
Pero se trata de un hombre afable, y bastará el menor elogio y estímulo para reanimarlo. La mujer
Capricornio que lo ama deberá seguir reconfortándolo, hasta que él ya no necesite obligarla a admitir que se
trata de una gran persona. y que lo adora. Así procedía mamá, ¿entendéis? Ella le repetía sin cesar que era un
chico estupendo, y que sus enemigos no lo comprendían realmente. En los casos extremos, él interpretará esto
en el sentido de que todos quienes no coinciden con él son sus enemigos, incluida la mujer que ama. Pretende
que en la edad adulta lo traten con la misma comprensión con que lo trataban en su infancia. Y su actitud no
es tan absurda como parece. ¿Acaso no nos gustaría a todos que nos comprendieran? La diferencia consiste en
que la mayoría de nosotros desistimos de esta pretensión cuando aún somos muy jóvenes. El Cangrejo cree
que éste es un derecho que le corresponde, y nunca cesa de reivindicarlo. Pide respeto. Comprensión. Amor.
Afecto. Estima.
La capricorniana típica no es tan experta en esto. Es práctica y sensata. Piensa que él debería saber que lo
ama, y que si discrepan de cuando en cuando, ello no significa que lo odia. Los excesos de susceptibilidad y
las emociones exageradas ofuscan a la capricorniana y la ponen nerviosa. No se trata de que no tenga corazón,

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sino de que no sabe muy bien cómo reaccionar, qué es lo que debe hacer o decir, exactamente... y teme
equivocarse, así que prefiere no hacer nada con tal de no herirlo involuntariamente.
Es demasiado modesta. Tiene una inteligencia lúcida que la ayuda a hallar soluciones donde los demás
fracasan, junto con una aptitud fiable para concentrarse y meditar sobre un problema hasta resolverlo, y
generalmente procede con buen criterio. De modo que debería poner un poco más de empeño cuando se trata
de aplicar estos talentos a sus conflictos emocionales. Así la vida en general sería mucho más fácil para
ambos.
La necesidad que él experimenta de contar con la aprobación y la estima de ella no levanta un obstáculo
insalvable entre ambos. Bastará que él no incurra en tantos enfurruñamientos quisquillosos y que ella sea un
poco más tierna y compasiva. Desde luego, en honor a la verdad, ella también necesita que la estimen, pero no
lo confesará ni en un billón de años, y ciertamente no lo pedirá jamás. El Cangrejo no es más experto que la
Cabra en eso de repartir palmaditas en la cabeza, porque nunca debió estimar a mamá ni palmearla a ella en la
cabeza: se limitaba a aceptar sus halagos, y supongo que es por eso por lo que los hijos siempre se aprovechan
de los padres demasiado cariñosos. Los mejores dones que estos dos pueden intercambiar son un abrazo o un

ki
beso extra, unas pocas lisonjas adicionales, sonrisas más frecuentes. Ambos necesitan iguales dosis de
atención, y la única diferencia consiste en que él no es tímido para pedir lo que le hace falta, en tanto que ella
es renuente a confesar o a exhibir francamente cualquier necesidad emocional que le parezca indebida.
La capricorniana suele ser bastante poco agraciada en su juventud, y se torna visiblemente más bella a
medida que pasan los años, lo cual es uno de los raros pero muy concretos dones de su regente Saturno. Sin
embargo, a su belleza la acompaña una cabeza muy dura (que también es un don de Saturno). No es un simple
copo insustancial de frivolidad femenina. Esta chica está afianzada por la fortaleza... mucha fortaleza.
El Cangrejo tiende a ser tímido cuando joven, y a medida que pasan los años adquiere más confianza y

u
seguridad en sí mismo, y desarrolla un maravilloso sentido del humor. Destila simpatía, habla suavemente, y
tiene modales delicados y reconfortantes... pero su mente es ágil y sagaz, y él también posee una cabeza muy
dura. Se ha dicho que Cáncer tiene el corazón tierno y la cabeza dura (lo cual ciertamente es mejor que tener
el corazón duro y la cabeza tierna!) pero que la cabeza y el corazón de la capricorniana son ambos de roca.
Esto no es justo. Quien lo dijo probablemente había tratado de engatusar a esta dama, y ella no se había
dejado embaucar por sus halagos. Su corazón es un corazón de mujer, pero ella no lo lleva desguarnecido, a
merced de todos los golpes. ¿Tal vez porque es muy vulnerable? Nada de tal vez. Efectivamente es muy
an
vulnerable.
No se puede negar que las cualidades que la capricorniana ha heredado de su planeta regente, Saturno,
son la prudencia, la cautela, y la autoprotección, pero, a pesar de todo ello, es una mujer... con todos los
ensueños y anhelos de una mujer. La feminidad no ha de ser necesariamente sinónimo de culpabilidad. Ella
posee una especie de sentimiento tímido (y por tanto superatractivo), de esos que resultan tanto más
conmovedores cuanto que no son cultivados con frivolidad. No es fingido, sino muy auténtico, y proviene de
su corazón... también muy auténtico.
Cáncer y Capricornio se toman tan en serio su contigüidad física como todo lo demás, pero les resulta
difícil confesarse recíprocamente lo que significa para ellos su intimidad. No saben expresar muy bien que su
fusión amorosa les hace prestar más atención a toda clase de maravillas. Ella dirá sencillamente: «Mira cómo
ese rayo de sol se posa sobre la copa del pino. Casi huelo las piñas desde aquí. ¿Vamos a caminar un poco?»...
cuando lo que realmente piensa es: después de haber estado juntos me siento como nunca, y el mundo me
parece mucho más bello.
M

Él se limitará a contestar: «Sí, caminemos. Tienes razón. Qué hermosa mañana», cuando lo que en
realidad piensa es: tú eres hermosa... te amo. Sobre todo si sus aspectos Sol-Luna son armoniosos, su relación
física puede ser fecunda y trascendente, una de esas profundas experiencias que resultan del poderoso
magnetismo de los imanes de su polaridad astrológica: la oposición de sus signos solares. En verdad, puede
ser tan sagrada para ellos, que a veces incluso dudarán si semejante pasión existió realmente, o si sólo la
soñaron.
Es posible que él se formule esta pregunta en voz alta una mañana, mientras yace junto a ella, y que ella
comente con su espíritu práctico y su sentido común típicos de Capricornio: «Bueno, cuando no puedes creer
algo, supongo que significa que se trata de una cosa especial y buena, porque cuando se trata de algo malo, no
te quedan dudas: estás más que seguro de que sucedió realmente». Entonces se acurrucará contra él y
murmurará: «No estoy segura de lo de anoche. ¿Te parece que ocurrió de veras?». Con una de sus plácidas
sonrisitas. Es como una clave secreta. Entonces él le dará una respuesta que eliminará todas las dudas.
Hasta cierto punto, los dos añorarán el ayer, aunque quizá la nostalgia actúe con más frecuencia sobre el
corazón de él que sobre el de ella... e incluso le hará desear a veces, al Cangrejo, que fuera posible volver a

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vivir en el pasado. Si por lo menos existiera, en alguna parte, suspira él, una agencia de propiedades que
vendiese casas en una calle de antaño, con todos sus recuerdos de entonces redivivos. La chica Cabra es
suficientemente sensata como para comprender que el pasado siempre parece más bello en sueños de lo que lo
fue en la realidad... de modo que tiene más interés en forjar un presente auténtico, que sea tal como el ayer
sólo parece haber sido, mejorando mucho el pasado. Al fin y al cabo, el pasado no incluía su descubrimiento
mutuo. Pero el presente sí, y ahora también lo incluirá el futuro. Cuando ella encarrile la vívida imaginación
lunar de él del ayer al mañana, se desplazarán en la dirección espiral del Círculo, que abarca el alfa y el
omega de la solución al enigma del amor.

CÁNCER ACUARIO

ki
Agua - Cardinal Negativo
- Aire - Fijo - Positivo
Regido por la Luna Regido por Urano
Símbolo: el Cangrejo Símbolo: el Aguador
Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas diurnas - Masculino

La relación CÁNCER-ACUARIO

u Es una pregunta difícil, porque es totalmente imposible determinar cómo pasa el tiempo en el
País de Nunca Jamás, donde se lo calcula en lunas v soles, y hay muchísimos más de los unos
y los otros que en tierra firme.
an
Como sobre el Cangrejo y el Aguador influye la vibración de signos solares 6-8. Acuario siente que
Cáncer lo ayuda, de alguna manera, y Cáncer siente que Acuario lo desconcierta, de alguna manera. Por
supuesto, Cáncer no es el único que piensa así. Acuario desconcierta a todo el mundo. Sólo se trata de que
Acuario desconcierta a Cáncer más que al resto de la gente, porque representa, para él, la octava casa
astrológica. Esto significa que los Cangrejos ven a los Aguadores más o menos como los Aries ven a los
Escorpión, como los Tauro ven a los Sagitario, y como los Géminis ven a los Capricornio, y así
sucesivamente. Todo es relativo.
A primera vista, puede parecer que estos dos no comparten absolutamente nada, de modo que les resulta
difícil relacionarse entre sí. Pero pensadlo un poco mejor. Tomad, por ejemplo, a la Madre Gansa de los
cuentos infantiles (Cáncer) y al Sombrerero Loco de Lewis Carroll (Acuario). ¿Os parece que pueden tener
algo en común? Indudablemente comparten la cualidad de... su naturaleza extraña. Lo abstracto.
M

Sin embargo, Acuario es extraño en una forma súbita, chocante y nada convencional, y Cáncer es extraño
en una forma caprichosa y soñadora. Aunque es innegable que los Cangrejos son exteriormente muy
prácticos, tienen esta esencia esquiva de versatilidad e imprevisibilidad. Esto también lo comparten con
Acuario, pero lo que cuenta es la forma diferente en que se manifiesta la cualidad. La versatilidad de los
Cangrejos está sincronizada con las fases de la Luna. Es así de simple. De modo que resulta un poco más fácil
llevar la contabilidad diaria de sus cambios de humor. Basta asentarlos pulcramente en un libro mayor, como
sabéis, bajo los encabezamientos Luna llena (extravagante y lloroso), Luna nueva (inquieto e imaginativo),
cuarto de Luna (nostálgico y añorante), tres cuartos de Luna (gracioso y simpático), períodos menguantes
(malhumorado y colérico), períodos crecientes (agresivo y hambriento), o eclipses (enfurruñado y retraído).
El problema consiste en que a veces los Cáncer mezclan sus estados de ánimo, y entonces uno debe observar
que es en la Luna llena cuando se muestran graciosos y simpáticos, en tanto que la Luna nueva genera
nostalgia, o que saltan fuera del sótano durante los tres cuartos y se vuelven agresivos durante un eclipse.
Hace falta un libro mayor con varias columnas, quizá también un bolígrafo azul y otro rojo para los cambios,
e incluso así, se necesita mucha concentración para mantener las columnas en orden, si se les antoja aferrarse
a la cólera y el mal humor durante los períodos menguantes, pero virar a la extravagancia y los lloriqueos

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durante el cuarto de Luna. A pesar de todo esto, los humores y los cambios del Cangrejo son bastante más
fáciles de pronosticar que los del Aguador típico.
Veréis, la versatilidad y el comportamiento imprevisible de los Acuario están sincronizados con los rayos
de Urano, y realmente no sé de nadie, incluidos Tom Edison, Ben Franklin y Nikola Tesla, que haya
encontrado la forma de predecir los rayos con suficiente precisión como para asentarlos en un libro de
contabilidad. En determinado momento el cielo parece un vaso de leche de color azul claro, y una fracción de
segundo después un fuego amarillo, zigzagueante y ramificado, corta las nubes, seguido por una tremenda
resonancia que culmina en el súbito estampido de un trueno. Por consiguiente, aunque la contabilidad lunar
sea muy intrincada, la de los rayos de Urano es sencillamente imposible de organizar correctamente. En
realidad, pienso que lo menos traumático será que el Cangrejo y el Aguador toquen de oído. Quiero decir, una
vez que se ha computado todo, ¿entendéis? A esta altura, probablemente habréis comprendido que si bien esta
asociación puede ser, por cierto, desconcertante para ambos protagonistas, es muy difícil que le resulte
aburrida a cualquiera de los dos.
Quizá como los Cangrejos reaccionan vehementemente, y están dotados de necesidades emocionales

ki
capaces de remontarse a grandes alturas y de hundirse a grandes profundidades, los Acuario piensan que es
divertido hacerles pequeñas jugarretas, sorprenderlos cuando menos lo esperan. Es posible que los Aguadores
les den estos chascos a los Cáncer a cualquier edad, y que empiecen muy jóvenes, a veces incluso antes de
haber nacido, aunque, con un comportamiento típico de Urano, casi siempre deslizan una sutil insinuación de
la treta en cierne, insinuación que el Cangrejo casi nunca capta pero que tranquiliza la conciencia de los
Acuario, porque, al fin y al cabo, intentaron alertar a su víctima, y ésta no les hizo caso. (Los Acuario
aborrecen comportarse en forma deshonesta o hipócrita.)
Por ejemplo, Jennifer H. Smith se disponía a dar a luz por primera vez en marzo de 1978, en San Diego.

u
Jennifer es una doncella lunar Cáncer, así que podréis imaginar muy bien que esperaba con entusiasmo el
acontecimiento, porque Cáncer es el signo de la maternidad, y si engendrar hijos es por naturaleza algo tan
maravilloso para las mujeres, lo es aún más para las chicas Cangrejo. El obstetra les informó a Jennifer y a su
marido. Bill, que la criatura nacería el 28 de marzo. Las madres siempre les creen a sus obstetras (las madres
Cáncer aún más porque tienden a ser tímidas y renuentes a discutir), aunque me pregunto por qué son tan
crédulas, puesto que los médicos sólo calculan correctamente la fecha del nacimiento más o menos por debajo
del dos por ciento de las veces. y su promedio de aciertos es incluso menor con los primogénitos.
an
Así que ahí estaban, los pobres Jennifer y Bill, esperando a un bebé ariano, lo cual implicaba, por
supuesto, prepararse para más reclamos aullantes de bragas limpias y biberones tibios a horas inusitadas de la
noche, porque si bien todos los críos son exigentes, hasta cierto punto, los pequeños arianos son
increíblemente egoístas y no les importa que sus padres duerman o no con tal de que satisfagan sus estridentes
pretensiones. Estos regalos del Cielo que llegan por la vía de Marte son muy exuberantes, pero no por ello
menos irresistibles.
El problema consistió en que el médico y los padres se equivocaron de signo solar. Sólo la criatura sabía
que era Acuario. Intentó prevenirlos antes de darles la sorpresa, pero no, no le hicieron caso, e insistieron en
encaminar sus consultas hacia el médico y los calendarios y cosas parecidas, en lugar de orientarlas hacia la
Biblioteca Pública de San Diego, donde los aguardaba la verdad. Ahora bien, tal vez os parezca que la
biblioteca pública es un lugar muy extraño para ir a averiguar la fecha de nacimiento de un niño, pero para un
Acuario es muy lógico.
M

El Aguador Bobby Smith no llegó el 28 de marzo sino, ciñéndose puntualmente a su propio programa de
Urano, el 3 de febrero de 1978, casi con dos meses de anticipación, y con un peso de dos kilos y medio... y
no, el pequeño Bobby no era un niño prematuro. Era un crío perfectamente sano y bien formado (aunque
diminuto), nacido en cuentas, que no tenía el propósito de acomodar su entrada en este mundo a los cálculos
equivocados de los demás, privándose así de su signo solar Acuario.
Pero como he dicho, el Acuario Bobby intentó prevenir a su madre Cáncer. Al salir apresuradamente de
la casa, rumbo al hospital —cuando se hizo evidente que con calendario o sin él, con médico o sin él, Bobby
llegaba inevitablemente— Jennifer pasó junto a la mesa del recibidor, sobre la cual descansaba un libro de la
biblioteca, con la tapa abierta. ¿Pero acaso lo vio? No. Sólo cuando volvió a casa con su bebé en _brazos echó
una mirada a la advertencia. Sobre la tarjeta del libro se hallaba estampado en grandes letras purpúreas el
telegrama de Urano, que no podía ser más nítido y terminante. FECHA DE VENCIMIENTO: 3 de febrero de
1978.
Cualquiera que sea la relación entre Cáncer y Acuario, ya se trate de parientes, amigos, socios, amantes o
consortes, y tanto si el Aguador es macho, hembra o de cualquier otro sexo, el Acuario le hará de cuando en

88 
 
cuando estas pequeñas jugarretas a la criatura lunar, sólo para contemplar su reacción. Las facciones de
Cáncer son tan elásticas, que observar las expresiones que cruzan por ellas es como contemplar una película
de la vida: alegría, aflicción, risa, recelo, reserva, miedo, cólera, ternura, esperanza, desesperación,
expectativa... toda la gama de las emociones humanas. Lágrimas; y después risitas. Risas, y después sollozos.
Mal humor, y después dulce ternura. Afabilidad, y después agresiones de cangrejo. Los Aguadores disfrutan
inmensamente de todo esto. Pero hay un estado de ánimo de Cáncer que no los regocijará. El sentimiento a
veces exagerado de intimidad personal, propio del Cangrejo. Los Acuario no tienen nada que ocultar, y no
pueden comprender por qué los Cangrejos son tan innecesariamente desconfiados y autoprotectores. Es
posible que estos dos necesiten tomarse unas breves vacaciones, el uno del otro, cada vez que sus respectivas
excentricidades empiecen a erizarles los nervios.
Un hombre Cáncer y un hombre Aguador que conozco, y que habían sido amigos muy íntimos en Nueva
York, resolvieron compartir una casa durante unos meses en California, mientras el Acuario investigaba una
universidad para verificar si ésta era digna de que él la honrara con su inscripción. Su camarada Cáncer tenía
la costumbre de echarle llave a su habitación cuando salía de la casa. Al proceder así no ponía en tela de

ki
juicio la honestidad de su amigo regido por Urano: sólo se trataba de que a veces los Cangrejos tienen esta
obsesión ligeramente neurótica de la reserva. El Acuario se limitaba a encogerse de hombros. La idiosincrasia
de sus amigos nunca preocupa ni sorprende a los Aguadores. Su lema es «vive y deja vivir». Sin embargo,
una noche el Cangrejo cometió el error de dejar encerradas en su habitación la guitarra y la raqueta de tenis de
Acuario, antes de irse al cine. Cuando Acuario volvió a casa y quiso practicar algunas canciones, para jugar
después un partido de tenis, descubrió que su equipo había quedado guardado bajo llave. La cólera de Urano
se descargó como un rayo, y forzó una ventana y entró a recuperar sus pertenencias.
El Cangrejo se indignó al descubrir que habían entrado por la fuerza en su habitación, y llamó a la

u
policía. Este episodio casi destruyó la amistad que los unía, pero afortunadamente discutieron lo que había
sucedido y se separaron con un apretón de manos... aunque el Acuario se mudó prudentemente al día
siguiente, antes de que el período de enfurruñamiento de Cáncer por el incidente le hicieran decir cosas que le
habrían producido a la criatura lunar heridas demasiado profundas e inolvidables. Algún día retomarán su
amistad en el punto donde la dejaron. Pero la moraleja de la historia consiste en que estos dos signos solares
no deben jeringarse demasiado el uno al otro. Será útil que periódicamente se separen durante un tiempo, para
darse un descanso.
an
A Cáncer le disgustan muchísimo la curiosidad y contundencia de Acuario. A Acuario le disgustan
muchísimo la reticencia de Cáncer y su proclividad a enfurruñarse. Sin embargo, el mismo Aguador se
enfadará cuando el Cangrejo se muestre cambiante, excéntrico e imprevisible. Entonces el Cangrejo podría
muy bien responder, justificadamente: «¡Mira quién protesta contra los cambios de humor, la excentricidad y
la conducta imprevisible!». Lamentablemente, los Acuario nunca se ven a sí mismos, en ningún sentido, como
seres extraños. Todo el mundo está loco, y todos sus habitantes lo están, pero ellos son lo más normal que se
puede ser. Acuario es un signo fijo, no lo olvidéis. Cáncer es cardinal. En consecuencia, Cáncer hará todo lo
posible por «mandar» a Acuario, en tanto que Acuario hará todo lo posible por no dejarse mandar. Esto es lo
que se entiende por cardinal y lo que se entiende por fijo. El resultado final es... bueno, no me gusta ser
redundante, pero es imprevisible.
El error que se comete con más frecuencia en la asociación entre el regido por la Luna y el regido por
Urano proviene de la tendencia del Cangrejo a ensayar todas las maniobras estratégicas (la mayoría de ellas
taimadas y secretas) para acercar al Aguador al punto de vista de Cáncer. Se necesita tiempo para aprender
M

que el diablo y cuarenta jinetes no podrían persuadir a una criatura de Urano de que debe hacer lo que no
desea. Si os place, que sean el diablo y noventa jinetes. Agregad todo el cuerpo de Infantería de Marina. Si el
Aguador sustenta otras ideas, el Cangrejo casi siempre derrochará su tiempo, y los Cáncer deberían tomar
nota de esto, porque son tan poco aficionados a derrochar el tiempo como a derrochar el dinero. Igualmente,
siempre puede haber casos inesperados, «imprevisibles», en que el Acuario se deja halagar o engatusar o
reducir mansamente a la sumisión, y los raros ejemplos de este fenómeno se deberán invariablemente a la
tenacidad realmente asombrosa del Cangrejo. Cuando un Cangrejo aferra algo o a alguien con esa pinza de
perseverancia, no es fácil zafarse.
Los hábitos gastronómicos de estos dos son, a menudo, muy distintos. A muchos Acuario les gustan
cosas tales como los plátanos congelados mezclados con hígado picado, los tomates rellenos con frijoles... y
los dientes de león asados. Los Cáncer prefieren platos más sustanciosos como los que mamá acostumbraba a
guisar y meter en sus buches extáticos. La fórmula que Acuario debe recordar si desea mantener satisfecho al
Cangrejo es: mucho amor, mucha comida, mucho dinero. y sencillamente la mar de atención comprensiva.
Si los Cangrejos quieren saber cuál es el secreto del éxito cuando se trata de lograr la armonía con los

89 
 
Aguadores, hélo aquí (pero no se lo cuenten a nadie... ¡shhh!). No se metan en lo que no les importa, no
chismorreen, no los regañen, no les formulen preguntas, y estén preparados para recordarles de tiempo en
tiempo cómo se llaman y dónde viven, cuando olviden distraídamente dichas menudencias. Si ambos ponen
en práctica estas fórmulas, se llevarán bien.
Cuando el Cangrejo se sienta solo y alunado (con un sentimiento muy parecido a la nostalgia por el
terruño, pero más intenso), el Aguador deberá exclamar jovialmente: «¡Eh! ¿Quieres jugar a las canicas, pero
usando caramelos de goma?». Esto bastará para hacer sonreír al más triste de los pájaros locos: la mención de
algo para mascar. Y el recuerdo de la diversión que experimentaban durante el recreo, en los «buenos tiempos
de antes», muy, muy lejanos, cuando la vida era hermosa y segura e invulnerable y cómoda... cuando mamá
los arropaba por la noche, y siempre tenía a mano un pañuelo para secar las lágrimas que derramaban por sus
temores lunares.

ki
Mujer CÁNCER Hombre ACUARIO
Pero Wendy notó, con afable preocupación, que Peter no parecía saber que ésta era una
forma bastante rara de ganarse el pan y la mantequilla, y tampoco que había otras formas...

u Wendy habría preferido un arreglo más perdurable.

El hombre Acuario siente tanto anhelo de afecto como el que más, pero se resistirá violentamente a que lo
bañen en un océano de afecto, como si fuera una rosquilla. Ya sé lo que pensáis. Pensáis que la gente no baña
rosquillas en el océano. Acuario, sí. Pero no las come después de bañarlas. Sólo efectúa un experimento para
an
saber cuánto tarda el agua salada en empaparlas, comparada con la miel que le echa a su té. Pero lo
importante es que él, personalmente, se siente incómodo cuando está empapado. Un exceso de posesión
saturante lo sofoca, cuando él necesita el aire fresco de la libertad de expresión.
Al Aguador típico le disgustará que le pregunten si usa sus chanclos de goma, cuántas féculas come y qué
hizo con los treinta y cinco dólares que tenía ayer en el bolsillo. Ciertamente valorará la dedicación
halagadora que le dispensa la doncella lunar, pero cuando esta dedicación amenace con coartar su exploración
independiente del mundo y de casi todos los que lo habitan, se empecinará... o se encerrará en sí mismo y se
alejará a la deriva.
Es bastante inútil decirle a este hombre a qué hora debe estar de regreso en casa. Necesita volar
libremente, y está de más que el pesimismo de Saturno empañe su vuelo. Es posible que su extraña conducta
desconcierte a la chica Cáncer hasta hacerla llorar. Él se comportará a menudo como si ni siquiera supiese que
ella está allí, y menos aún que está llorando... y entonces, si no la encuentra en el preciso instante en que
desea un postre helado, o en que ha extraviado un cordón de zapato y la necesita para que se lo busque, se
M

sentirá más que un poco ofuscado. Ella tiene la culpa. Ella es la que lo acostumbró a los postres helados y las
verduras hervidas, y también lo malcrió en el contexto de los cordones de zapato. Ella también se altera
cuando él trata de husmear sus secretos. Aunque no los tenga. A veces ella está callada sin ningún motivo,
mientras sus pensamientos hacen carreras con la Luna, y él trata de correr a su lado. Pero realmente ella
preferiría estar sola durante estos vuelos de su imaginación, o por lo menos necesita que su compañero le coja
la mano con silenciosa comprensión, y que no la sobresalte con preguntas que restallan como palomitas de
maíz... reventando en su oído interno mientras está parcialmente sumida en sus ensueños.
Ya veis que cada uno prefiere que el otro (o la otra) no se entremeta en sus hábitos de vuelo. Sumarse
está bien, pero no entremeterse. Si ella consigue aprender a no empeñarse en coarta, los anhele», de é! por
mezclarse con las masas y merodear por sí solo de cuando en cuando, y si él consigue aprender a espiar más
delicadamente en el escondite secreto donde ella guarda sus sueños, superarán por lo menos la mitad de sus
problemas.
La dama lunar experimenta casi la compulsión de ser «maternal» con el hombre que ama. Este hombre
pensará que es formidable recibir un trato maternal, a cualquier edad cronológica, pero habrá que advertirle a
ella que el hombre Acuario necesita que le dispensen ese trato durante las veinticuatro horas del día... a

90 
 
cualquier edad. Quizás ambos son alumnos del bachillerato o de la universidad. En este caso, he aquí algunos
consejos. Un joven Acuario que conozco, llamado Bill, resolvió ser, durante un par de años razonablemente
próximos: oceanógrafo, después músico, después ingeniero, después submarinista, después astronauta,
después pastor luterano (durante un breve lapso), y más recientemente espera el momento de hablar con un
biólogo Leo, por el que siente respeto, para que éste lo ayude a decidir si deberá optar por la carrera de
biólogo marino. La espera lo pone un poco nervioso, porque el asesor biológico reside temporalmente en
Hawai. Aproximadamente durante el mismo período, este Aguador extravió cuatro pares de gafas, tres pares
de lentes de contacto, se sometió a una apendicetomía de emergencia, desapareció de su hogar durante ocho
semanas para trabajar en una pizzería, se dedicó a tocar la guitarra durante los servicios religiosos de una
iglesia, usó el cabello largo, se lo hizo cortar, pintó de negro el cielo raso de su habitación... y se enamoró de
un pez de sexo femenino llamado Debbie. (Nadie ha conseguido averiguar si Debbie es una chica Piscis o un
pez espada del acuario de Nueva York.)
El mes pasado (en relación con el momento en que escribo estas líneas) resolvió asociarse con un amigo
de Dayton, Ohio, para abrir un taller de reparación y fabricación de guitarras, poco después de lo cual decidió

ki
incorporarse a una orquesta ambulante de rock, mientras esperaba el momento de conversar con el biólogo
temporalmente destacado en Hawai sobre delfines y cosas por el estilo. En algún rincón de su cerebro
alimenta el deseo de aprender a hablar en delfín. No tengo la menor idea de lo que esto significa, ¿y vosotros?
Una llamada telefónica que acabo de completar hace pocos minutos, en la mitad de este párrafo, me pone al
corriente de que ha cambiado de plan: ahora se propone vivir un tiempo en el bosque, como un ermitaño, para
meditar a solas y componer un poco de música. Sin embargo, no sabe muy bien si quiere acampar en los
bosques de Colorado, porque allí «hay sólo dos tipos de árboles, dos tipos de flores, dos tipos de rocas», y
esto «empieza a aburrirlo». Le gustaría tratar de tocar la guitarra en el Gran Cañón, dice, y «grabar los ecos».

u¿Entendéis a qué me refiero?

Esto es lo que deberá enfrentar la doncella lunar, cualquiera que sea la edad cronológica del hombre de
Urano. Oh, es posible que tenga un empleo o carrera más o menos permanente (más menos que más), y es
posible que no haya extraviado las gafas (sólo porque no las usa, en cuyo caso extraviará otras cosas, como su
carnet de conducir o su talonario de cheques, sus llaves, y diversos objetos de este tipo). Ya sea que este
an
hombre tenga cinco años o cincuenta, veinte o doscientos, necesita muchos cuidados maternos. Con tal que la
doncella lunar que lo ama no confunda el concepto de «cuidados maternos» con el de «opresión materna».
La dama de Cáncer que se ha introducido caóticamente en la órbita aural del Aguador debe resignarse a
rozar con él el País de las Maravillas, si no geográficamente, por lo menos mentalmente. Si no mentalmente,
emocionalmente. Si tiene «suerte», en las tres condiciones. En realidad, cuando se practica un análisis
minucioso, poco importa que la actitud de ella respecto de las idas y venidas del Aguador con 'sus muchos
amigos (que parecen crecer encima de él, como lapas benévolas) sea estricta o permisiva, puesto que ni la una
ni la otra surtirá mucho efecto. Su familia probablemente ensayó las dos actitudes, y descubrió, mucho antes
de que la doncella lunar lo conociera, que ninguno de esos métodos servía demasiado para encauzarlo por el
sendero recto, sin curvas ni desvíos. Los Acuario deben zigzaguear, de alguna manera. Esto es producto de su
empatía con el rayo simbólico de Urano. Todos saben que el rayo nunca sigue una línea recta, ¿así que cómo
se puede pretender que un hombre sometido a su influencia la siga?
Curiosamente, cuanto más envejece el hombre Acuario, más fijos se hacen sus hábitos, muy
M

gradualmente, y sin embargo cuanto más envejece la mujer Cáncer, tanta más avidez siente a menudo por
visitar aquellos lugares remotos de sus ensueños juveniles. Esta situación exige un compromiso. No quiero
desorientar a la doncella lunar. Cuando dije el hombre de Urano cambia a medida que envejece, no quise
crear la impresión de que algún día será tan normal como sus vecinos. Seguirá siendo un poco chalado, pero
tendrá una pizca mayor de fijación en su chifladura. Por ejemplo, es posible que no vuelva a cortar el césped
del jardín del fondo vestido con su traje de nacimiento, pero su sentido de lo original y lo singular se
mantendrán relativamente intactos. Aunque sea moderadamente, él seguirá apañándose para sacar a relucir
sorpresas ocasionales con el fin de hacer interesante la vida.
Habrá momentos en que la chica Cangrejo pensará que él linda con lo extravagante, pero generalmente el
Aguador le resultará muy divertido. El sentido del humor es uno de los rasgos más lunáticos y encantadores
de ella, e incluso es posible que sea lo que lo atraiga inicialmente a él. (Puesto que ella es sensible a lo
ridículo, resulta ciertamente lógico que también lo sea a él.) El adora la forma en que la sonrisa de la Dama
Lunar fluctúa como un plácido arroyuelo, para estallar luego en una cascada de risa alegre y demencial. E,
innegablemente, su reserva femenina lo fascina. Es posible que sus cambios de humor lo intriguen, e incluso

91 
 
lo enfurezcan, de cuando en cuando, pero si se esfuerza realmente, él podrá sincronizar su metabolismo con el
de ella. Al fin y al cabo, él pertenece a un signo de Aire mental, y por tanto es más dúctil que muchas otras
personas. Lo que quizá necesitará algunos cambios es la fijeza de su signo.
Puesto que ésta es una configuración de signos solares 6-8, ella representa para él la sexta casa
astrológica de servicio, de modo que siempre existe la posiblidad de que si ella se lo permite, él adquiera el
hábito de pretender que lo sirva de manera sutil, o de que sacrifique sus propios sueños al carisma cambiante
de él. Él representa para ella la vibración de la octava casa. Por consiguiente le parecerá, en cierta forma,
esquivo, y de alguna manera situado apenas fuera de su alcance... y ella también le encontrará un atractivo
físico difícil de explicar.
Entre estos dos existe una innegable atracción sexual. Una química poderosa los atrae desde el comienzo.
Porque él nació bajo un signo masculino, regido por el también masculino Urano, y ella nació bajo un signo
femenino, regido por la también muy femenina Luna. Poco importan los antiguos rumores acerca del
«Hombre de la Luna»: la Luna inconstante es categóricamente una dama. Lo que la astrología les advierte a
los hombres doblemente masculinos y a las mujeres doblemente femeninas es que se guarden de la tendencia

ki
natural de los «fuertes» a dominar a los presuntamente «débiles», que trae consigo el peligro de una pizca de
sadismo y de masoquismo. Pero en este caso existen más probabilidades de que los papeles puedan invertirse,
porque la influencia «doblemente femenina» de la doncella lunar también es cardinal. Es posible que parezca
un ángel de docilidad, pero yo, en su lugar, no apostaría quién manda en el gallinero. Por supuesto, al hombre
Acuario sólo se lo puede gobernar durante un tiempo, antes de que abandone el gallinero. (Volando.)
Sin embargo, si ella consigue fusionar sus cualidades femeninas con las masculinas de él, y viceversa, de
modo que cada uno de ellos contenga una feliz combinación negativo-positiva en su actitud respecto de la
vida y de su pareja... especialmente en su actitud respecto del sexo... disfrutarán inmensamente de su acto

u
amoroso, porque éste les dispensará una plétora de paz y satisfacción. Son raros las doncellas lunares y los
Aguadores que no valoran su unión sexual como una experiencia muy especial. Ella hace aflorar en él una
profunda ternura cuya existencia él podría no haber descubierto. Y él despierta en ella una pasión fogosa que
había mantenido oculta hasta la aparición de él, como un toque de despreocupada locura lunar.
Urano, el alquimista, lo ayuda a traducir inesperadamente los estados de ánimo de ella, y él conoce
misteriosamente los ensalmos capaces de trasmutarlos... transportándolos de la reflexión a la vehemencia... de
la aflicción a la serenidad... de la embotada desesperación a vertiginosas cumbres de renovada esperanza y
an
risa lunar. Él le murmura un mantra mágico con una sola mirada, como si fuera un rayo. Ella lo oye... tal
como la Luna llena oye el ruido atronador de las olas que se hinchan y se acumulan silenciosamente mucho
antes de estrellarse contra la costa del océano... y le contesta con una mirada análoga. No es extraño que su
unión sexual sea singular e imprevisible, potencialmente muy profunda y satisfactoria, sobre todo cuando sus
luminarias están en relación armónica entre sus cartas natales.

Estos dos se estimularán continuamente con recursos extraños y embrujados, inexplicablemente


entrelazados con las vibraciones poderosamente magnéticas de la Luna y Urano... mediante la elocuencia de
los mensajes tácitos reflejados en sus ojos. Ninguno de los dos es renuente a valerse de un hechizo para
retener al otro. Él pensará que puede evadirse, pero la delicada bruma de ella lo sujetará con sus secretos
tentadores, mientras sus ojos parecen entonar el sortilegio de la criatura lunar... Abracadabra, ondulantes
lágrimas de agua... encurtidos de calabaza orejas de mariposas... Vientos del Norte, soplad sobre sus años...
Ella pensará que puede huir de los esporádicos tormentos del amor, pero él la sujetará con la pura
M

compulsión de su misterio indefinible, y le advertirá silenciosamente que. si parte... Yo dejaré mi huella en ti...
como tu propio embrujo... veteando tu cabello... y acechando en tus ojos plateados...*
Entonces él, a su vez, estudiará la posibilidad de abandonarla, pero ella replicará suavemente... ¡Oh. no!
Yo me saldré con la mía, con mi locura lunar... aunque incontables violinistas te convoquen a un baile de
muñecos de madera.* Y como buena mujer, ella dirá la última palabra. Toda la alquimia de Urano no bastará
para ayudarlo a imaginar una respuesta al definitivo hechizo Cáncer-cardinal-lunar-femenino de ella. cuando
lo envuelva tierna pero fuertemente con el juramento...

Cauterizaré tu palma con una cicatriz eterna


para que todas las astutas Casandras susurren
«¡Ah! ¡Allí va uno de los perdidos!
Lo visitó una solitaria deambulante
que cantaba una sonata lunar
lo engatusó un fuego fatuo

92 
 
de los brezales nocturnos
lo besó una luciérnaga titilante
lo rozó el toque de un delirante embrujo gitano
oyó el grito de un lunático
...ha sido amado.».
Nunca es fácil dejar a una dama Cáncer. Sus canciones violetas seguirán al hombre Acuario a donde
vaya, aunque sea muy lejos... e incluso teñirán sus sueños con el color de la lavanda y con el plateado rielante
de la risa de ella. Sus amigos pensarán que está aún más raro que antes... ¡y esto ya es mucho decir! Pero
también es casi maravilloso. Es muy poco usual estar embrujado por un rayo de Luna... ser un curioso
prisionero del mar. Le está bien empleado por ser un signo de Aire... y confundirla con el símbolo del
Aguador. La astrología diría que se trata de un caso de Justicia Poética.

ki
Hombre CÁNCER Mujer ACUARIO
Así que ésta era la verdad acerca de las madres. ¡Los sapos!
...él estaba tan furioso con los adultos, quienes como de costumbre lo. echaban a perder todo,
que apenas se metió dentro de su árbol, respiró intencionadamente con soplos breves y rápidos a
un promedio de cinco por segundo. Procedía así porque en el País de Nunca Jamás se decía que
cada vez que respiras muere un adulto, y Peter los mataba lo más rápidamente posible.

u Wendy se derritió...

El primer error que puede cometer una chica Acuario con un hombre Cáncer consiste en tratar de
cercenar alegremente los recuerdos que lo atan a su hogar y su madre, diciéndole, con la sensatez propia de
Acuario, que el ayer pertenece al pasado, que el hoy es trivial... y que él debe tener la madurez suficiente para
an
comprender que todo lo importante reside en el futuro, y para no aferrarse emocionalmente a lo que ha
desaparecido y nunca podrá volver con la misma configuración o forma de antes. Ella puede llegar incluso al
extremo de exhortarlo a convertirse en un adulto. (Los Acuario no se destacan por su tacto, y se parecen
mucho a los Arqueros por su tendencia a hablar sin pelos en la lengua.)
Al Cangrejo le disgustará mucho que ella intente inculcarle una actitud emocional madura. Incluso es
posible que reaccione violentamente, y que trepe por el interior de su confortable árbol de recuerdos y que
nunca vuelva a salir... hasta estar seguro de que ella ya no está allí para acosarlo y lastimarlo y frustrarlo con
los electrizantes y centelleantes rayos de realismo que dispara Urano. Es... bueno, es alarmante. Él se siente
muy, muy solo cuando descubre que la mujer que ama no se apiada de su necesidad nostálgica de- remontarse
periódicamente a los días seguros de su infancia, cuando está especialmente ofuscado por la agresividad del
mundo y por la indiferencia de sus amigos y compañeros. Nunca sintió auténticos deseos de convertirse en
adulto. Como Géminis, todo hombre. Cáncer, cualquiera que sea su edad o el lugar que ocupa en la escala
social, lamenta secretamente, en el fondo de su ser, no haber podido seguir siendo niño. Cuando lo era, podía
M

maravillarse de tantos portentos... había tantas cosas que lo hacían llorar y reír. Y le encanta entregarse a los
extremos de la gama emocional. De alguna manera esto parece agilizar su imaginación, que lo transporta en
prodigiosos viajes de fantasía, como una alfombra mágica personal urdida con ensueños.
«Insulsa —se dirá—. Eso es lo que ella es. Insulsa.» Resuelve que es una mujer desprovista de
imaginación. Piensa y habla como un hombre. También se comporta como un hombre. Bueno, él no aspira a
enamorarse de un realista masculino. Desea enamorarse de un dechado de perfección encantador, dulce,
femenino. Como mamá.
Se equivoca, por supuesto. De lo que menos se puede acusar a esta chica es de ser insulsa. Pero sucede
que ésta es la palabra favorita del Cangrejo (junto a «cruel») para designar a la mujer que se resiste a llorar
con él y reír con él, que se niega a sincronizarse a sus estados de ánimo fluctuantes. Como he dicho antes, en
otros capítulos de este libro dedicados a Acuario, los regidos por Urano tienen el extraño hábito de llorar
cuando están exultantes y de reír como locos cuando tienen el corazón destrozado. El hombre Cáncer tardará
un poco en comprender este fenómeno, para no hablar de lo difícil que le resultará aprender a lidiar con las
inversiones de personalidad de la Aguadora: de marimacho a princesa, de dulce y lánguida a cortante y
brusca. Él se lo merece, en realidad. El mismo Cangrejo es muy versátil. En compañía de esta mujer, se verá

93 
 
obligado a tomar una ración de su propia medicina. Ella es muy cambiante, y sus caprichos y fantasías son
aún más imprevisibles que los de él. En verdad se trata de una pareja heterogénea.
La chica Acuario no peca por falta de compasión, pero tiende a diseminarla en dirección a grandes
empresas humanitarias, y a veces olvida reservar la indispensable para sus relaciones personales. Pero no es
cruel y tiene buenos sentimientos. Cuando descubre el dolor que le está causando al manso hombre Cáncer
que ama, hace todo lo posible por mitigarlo, y por demostrarle que le tiene verdadero afecto. El problema
reside en los medios que elige para probar la cariñosa devoción y la estima que siente por su amigo. (Todos
son sus amigos, incluido su amante o esposo. ¿Acaso existe una diferencia? Si existe, a ella le resulta difícil
trazar la línea divisoria.)
Por ejemplo, podría engatusarlo para que comparta un picnic, con ella y sus otras docenas de amigos, en
una casa montada sobre un árbol. Una mañana podría colgar un racimo de globos sobre la mesa del comedor
para darle una sorpresa a la hora del desayuno... y podría servirle una fuente de frutos secos con pequeñas
orugas de juguete encima, distribuidas en forma de corazón. (No le dirá que no son verdaderas, las orugas,
hasta que él haya palidecido.) O podría manifestarle su afecto confiándole su deseo íntimo de viajar a la India

ki
y decorar el Taj Mahal con pequeñas calcomanías de nomeolvides y violetas, a medianoche, cuando los
guardias están distraídos. Está convencida de que el emperador sentimental que lo construyó como
monumento a su amor por su esposa se sentiría complacido. «¡Válgame Dios! —exclamará él—. ¡La ley lo
prohíbe!» Generalmente, los Cangrejos, como las Cabras y los Toros, son muy renuentes a infringir la ley o la
tradición, en tanto que a la mayoría de los Acuario les encanta violar todas las leyes y bailar sobre la
tradición. Incluso los pocos Acuario tímidos sueñan por lo menos con burlar las reglas.
Todos estos gestos de ternura de la Aguadora tal vez le hagan brotar forúnculos de pura aprensión
nerviosa al hombre lunar. Pero ella hace lo que puede. ¿Es que él ni siquiera atina a reconocerle el mérito de

u
su buena intención? Sí, atina. Puede hacer un esfuerzo colosal y reconocerle el mérito de la buena intención a
esta dama fascinante dotada de una excitante arquitectura mental. Pero es posible que tenga que lamentarse si
premia este mérito con determinadas pruebas de confianza. Por ejemplo, con una cuenta corriente conjunta.
La mujer Acuario típica equilibra las entradas y salidas de su cuenta corriente más o menos con la misma
técnica que emplea un payaso para hacer malabarismos en el circo con bolas de colores: mediante un
movimiento rotatorio y circular. Él se sentirá abatido. En general, los Cáncer son casi neuróticamente
melindrosos cuando se trata de algo relacionado con los desembolsos e ingresos de dinero. Entradas y salidas.
an
Son lo mismo, para Cáncer. Hay que vigilarlas. Atentamente. Dado lo melindroso que es él en cuestiones de
dinero, ¿qué derecho tiene a llamarla melindrosa a ella? Ninguno.
Ella se enamoró de él en primer lugar porque oyó decir en alguna parte que los Cáncer son encantadores
pájaros locos, y siempre se ha sentido atraída por todo lo que se complementa con la palabra «loco» o
«lunático». (Por todas las cosas y todas las personas.) En razón de ello es posible que los salve el maravilloso
sentido del humor que tiene él. Durante ciertas fases de la Luna y del movimiento retrógrado de Urano, se
combina deliciosamente con el sentido de lo disparatado y lo ridículo que tiene ella. Y en esta categoría entra,
por ejemplo, el sexo.
Cuando ella trepaba por el trono de Acuario que lleva de la adolescencia a la feminidad, el sexo le parecía
bastante gracioso. Después de convertirse en mujer le pareció hilarante. Sigue pensando que es bastante raro
que un hombre y una mujer expresen, así la necesidad que sienten el uno por el otro, cuando, al fin y al cabo,
podrían demostrarse su amor recíproco recaudando dinero para levantar una estatua a quien ella considera su
héroe de la energía solar, Amory Lovins, o buscándole una compañera a Ralph Nader para que se entienda
M

con él y cabalgue sentada en las grupas de su corcel blanco mientras arremete en sus cruzadas, espantando la
corrupción anidada en los gigantes de la industria automovilística y en el deporte profesional... y aterrando a
los monopolios. También podrían correr descalzos por un campo de flores silvestres (cuidando de no aplastar
los pétalos, lo cual obliga desde luego a correr un par de centímetros por encima del suelo), o podrían adoptar
a todos los niños hambrientos de la India y China, o podrían organizar una campaña en Washington para que
el Congreso apruebe una ley en virtud de la cual sería obligatorio conducir por la izquierda, como en
Inglaterra, porque a ella esto le parece mucho más sensato. El aprobará su preocupación por el hambre
mundial- y las normas de seguridad de los automotores, pero no entenderá sus ideas izquierdistas acerca del
carril de conducción u otras cuestiones (aunque es posible que sueñe con levitar una fracción de centímetro
por encima del campo de junquillos). Igualmente, él no permitirá que todo esto asuma prioridad sobre su
intimidad física. Lo único a lo que quizá le concederá prioridad sobre el afecto y el acto amoroso es al
dinero... un día sí y otro no. Ocasionalmente, un día sí y otro también.
Una vez que ella se haya resignado a admitir que el sexo es necesario para la realización total del hombre
y la mujer, lo disfrutará cabalmente, sobre todo con su tierno Cangrejo. A menos que los aqueje una

94 
 
cuadratura o una oposición mutua entre los ascendentes y luminarias de sus natividades, tanto este hombre
como esta mujer complacerá a su pareja cuando ésta le pida silenciosamente que introduzca un elemento
nebuloso y extraño en la expresión física de su amor. Ambos están un poco obsesionados por diversas formas
de alucinación y extravagancia, y éste es un vínculo rielante entre ellos que a menudo centellea con los
colores refulgentes del éxtasis y la pasión que sólo conocen quienes dejan que la imaginación guíe su
intimidad.
El descubrirá gradualmente que se equivocó al pensar que ella era insensible. Sólo parecía no entender
sus anhelos más recónditos. En verdad, es posible que ella sea una de las muy pocas personas que alguna vez
han conseguido escudriñar más allá de su caparazón de Cangrejo, de su pose exterior de respetabilidad y
seriedad, para ver el alma fantasiosa y tierna que se oculta detrás de la fachada escabrosa. Él se asombrará
cuando se entere de esto. Ella está llena de sorpresas... vibra al compás de lo inesperado. Y su misma
naturaleza imprevisible la hará finalmente acreedora al cariño de este hombre, que aborrece tanto como ella la
igualdad y la monotonía. Sus socios nunca lo adivinarán, pero ella no necesitará adivinarlo. Lo sabrá. Su aire
de naftalina y sus modales a menudo pomposos, anticuados, no la engañarán ni por un momento. La

ki
Aguadora sabe que a él le gustaría fugarse con ella... a algún lugar remoto donde hay cascadas frescas y
bosques silenciosos. Esta afición instintiva a la Naturaleza impregna sus actos amorosos, y convierte a
menudo su unión sexual en algo tan reconfortante como una brisa nocturna de verano. (Hasta que aflora en
ella el espíritu travieso de Puck, y una noche se desliza en la cama junto a él luciendo un collar de antiguas
campanillas de trineo, en las que está grabada la fecha en que se conocieron: el regalo de cumpleaños con que
lo sorprende.)
Los explosivos de su relación estarán rotulados casi siempre cardinal y fijo. Él es cardinal, e insistirá en
mandar, aunque sus modales sean suaves, aunque su personalidad exterior sea aparente (y engañosamente)

u
pasiva. Ella es fija, y se negará terminantemente a dejarse dominar o guiar. Cuando le permitan seguir su
sendero sinuoso e intrincado, conservará su ánimo alegre y despreocupado. Pero cada vez que él intente
cambiar su rumbo o encauzar su marcha, ella se mostrará irreductiblemente terca, y se perderá en la
indiferencia o estallará en una tormenta eléctrica de cólera típica de Urano. Sus accesos súbitos de furia no
durarán mucho, siempre que la dejen curar en paz su espíritu lacerado y siempre que el Cangrejo no la
fastidie. Pero si él sigue tratando de coartar su libertad, su comportamiento se tornará cada vez más irracional.
Es inútil empeñarse en encerrar su esencia de Aire en una forma definida, y cuanto antes él lo aprenda, antes
an
se restablecerá la armonía entre ellos.
Ella, a su vez, deberá recordar que mientras se interna excitada en la extraña y nueva promesa del
mañana, él no puede dejar de quedarse rezagado, mirando por encima del hombro hacia la familiar garantía
del ayer. La única forma en que podrá estimular a su hombre obsesionado por la Luna, para inducirlo a
colocarse a la par de ella, consistirá en informarle que allende el horizonte se oculta una estrella mucho más
brillante que todas las otras a las que él se atrevió a impetrar sus deseos. Ella también deberá abstenerse de
espiar sus secretos... y no deberá hacer tintinear sus campanillas de trineo mientras él sueña. O por lo menos
deberá ponerles un poco de sordina.
M

95 
 
CÁNCER PISCIS
Agua - Cardinal Negativo
- Agua - Mutable - Negativo
Regido por la Luna Regido por Neptuno
Símbolo: el Cangrejo Símbolo: el Pez
Fuerzas nocturnas Femenino
- Fuerzas nocturnas - Femenino

La relación CÁNCER-PISCIS

ki
Pálidos rayos de luz avanzaban de puntillas sobre las aguas: y de cuando en cuando se oía un
sonido, al mismo tiempo el más musical y el más melancólico del mundo: la invocación de
las sirenas a la Luna.

El Pez y el Cangrejo marchan juntos, trabajando, divirtiéndose o conversando al ritmo de la armoniosa


melodía de la configuración de signos solares 5-9. Exceptuando aquellos casos en que sus luminarias,
ascendentes o planetas natales están gravemente enfrentados en sus horóscopos, la mayoría de las
asociaciones Cáncer-Piscis son relativamente apacibles y mansas. La atracción simpática es a menudo

u
instantánea y llamativa. Parecen entenderse el uno al otro mejor de lo que entienden a los restantes mortales...
y ciertamente mucho mejor de lo que los restantes mortales los entienden a ellos. Regidos por la Luna
(Cáncer) y Neptuno (Piscis), los tres —Piscis es un signo dual, simbolizado por dos Peces— son igualmente
reservados, sensibles, versátiles y cambiantes.
Los estados de ánimo del Pez son controlados por las mareas de las emociones de
Piscis, que fluyen y refluyen sujetas a una forma compleja de sincronía con las mareas
oceánicas. Tratar de descubrir el talante exacto de un Piscis en un momento dado es
an
como tratar de especificar el color de una madreperla. ¿Es rosada? ¿Blanca? ¿Amarilla
pálida? ¿Azul clara? ¿Gris perlada? Cuando creéis haberlo identificado, el reflejo de la
luz fluctúa un poco, y el color cambia. Como los caprichos del Pez son gobernados místicamente por las
mareas, se podría decir que reciben la influencia indirecta de la Luna.
La Luna influye directamente sobre los Cangrejos, y por tanto éstos son quizás un poco más previsibles. El
hombre o mujer Piscis puede pronosticar con razonable precisión los estados de ánimo del Cangrejo, con sólo
verificar las fases lunares en el almanaque, pero es posible que al Cáncer le resulte más difícil diagramar los
cambios de talante de un amigo, socio, pariente, amante o consorte Piscis, en un momento dado. Esto genera
un excitante juego de conjeturas entre ambos, que alivia la monotonía de ganarse el pan de todos los días y de
discutir la forma de gastarlo... aunque a veces les resulta difícil perdonarse recíprocamente sus infracciones.
¿La cólera y el agravio resultante fueron algo perdurable, o sólo el subproducto de un estado de ánimo
cambiante?
La configuración 5-9, aunque favorable, no tiene el poder de conferir una garantía absoluta de
M

compatibilidad constante entre los agraciados por sus vibraciones beneficiosas. Siempre habrá conflictos que
exigirán una relativa transacción, y que emanarán no sólo de posibles aspectos Sol-Luna negativos entre sus
cartas natales, sino también de determinadas cualidades de sus personalidades solares individuales.
Es previsible que el tema económico genere algunas olas de grandes dimensiones dentro de la relación
entre estos dos signos de Agua. Normalmente, el Pez ve el dinero como una interrupción fastidiosa, como un
mal inevitable, que se debe abordar con el menor esfuerzo posible, para luego desecharlo y, si la suerte ayuda,
olvidarlo, hasta la próxima vez que reclame su renuente atención. Generalmente las personas regidas por
Neptuno son descuidadas con el dinero, casi nunca ahorrativas y no demuestran mucho interés por acumularlo
sobre el papel en forma de cuentas bancarias, por contarlo y atesorarlo, para luego volver a contarlo y a
atesorarlo, calculando detalles irritantes como intereses, beneficios, pérdidas y otras cosas parecidas. Esto es
muy poco creativo, muy poco imaginativo y francamente tedioso.
A la inversa, los Cangrejos abordan los asuntos financieros con mucha más veneración y mucho más
respeto que los Piscis. Para el Cáncer típico, el tintineo de las monedas es una melodía sedante, y el crujido de
los billetes doblados (o de las acciones) es casi una sinfonía. Los Cangrejos entienden muy bien todas las

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complejidades del interés compuesto, y es posible que intenten machacar estas teorías en la mente soñadora
de Piscis, con muy poco éxito. La cautela y la economía son las contraseñas de Cáncer. Todas las personas
regidas por la Luna alimentan un miedo inconsciente a la pobreza que le crea a uno que otro Cangrejo algunos
hábitos extravagantes y graciosos.

A un Piscis que conozco lo bautizaron Grover Cleveland (más el apellido de la familia). Éste también era
el nombre de su padre Cáncer, que falleció hace muchos años. El Pez recuerda nítidamente las incursiones
que hacía por las tiendas con su padre Cáncer cuando éste iba a renovar anualmente su vestuario (cada mes de
enero, en las liquidaciones de comienzos de año). Su padre Cáncer siempre informaba al atónito vendedor o
vendedora que quería una americana y unos pantalones dos números más holgados que los que correspondían
a sus medidas. La negociación era tradicionalmente breve, porque el Cangrejo nunca dejaba de pedir, año tras
año, el mismo estilo, el mismo color y la misma tela con un cien por ciento de lana. Salía de la tienda ataviado
con sus nuevas galas, acompañado por su hijo, feliz como unas Pascuas, enfundado en un exceso de tela, con
unos tirantes que luchaban denodadamente por evitar que sus pantalones se desplomaran sobre la acera, con la

ki
americana que parecía una manta echada sobre sus hombros y no una prenda de vestir, y con el paquete que
contenía su amado traje del año anterior fuerte y cariñosamente sujeto bajo el brazo.
Un día el pequeño Grover juntó el coraje necesario para preguntarle al gran Grover por qué siempre
compraba sus ropas dos números más holgadas de lo indispensable, puesto que ya no era «un niño en edad de
crecer» sino un hombre. Su padre le dio una explicación muy lógica y sensata (para un Cangrejo). «Verás,
hijo —respondió. Muy seriamente—, la lana es muy cara, y así compro mucha más tela por el mismo precio.»
El joven Pez se quedó callado, rumiando el misterio. (Sigue rumiándolo.)
Si la cautela y la economía son las contraseñas de Cáncer, las de Neptuno son la informalidad y la

u
generosidad, y a veces el despilfarro (excepto en el caso de aquellos Peces cuyos horóscopos contienen
importantes posiciones planetarias en Cáncer. Virgo. Tauro o Capricornio). El único tipo de seguridad que
realmente despierta el interés del Pez es la seguridad de la intimidad personal y de la libertad para vivir sin
que lo molesten... y sin molestar a los demás. El «vive y deja vivir» de Piscis se parece mucho al de Acuario,
y quizás es aún más pronunciado. A la mayoría de los Peces no se les ocurriría ni en sueños decirle a otra
persona cómo debe vivir su vida, pero en verdad algunos Piscis son un poco curiosos en lo que concierne a la
vida personal de sus amigos y parientes. No se entremeten ni espían, pero tienden a manifestar algo más que
an
una pizca de interés por cualquier chisme flotante que pase por casualidad al alcance de sus oídos.
Los hombres y mujeres Cáncer son más posesivos y exigentes, más propensos a tratar de moldear a los
demás a su gusto y paladar. Además, a los Cangrejos les encanta sonsacar los secretos ajenos, mientras
conservan los suyos guardados bajo dos vueltas de llave para preservarlos de los curiosos. De una manera u
otra, sutilmente, se apañan para averiguar lo que pensáis, pero cuando vosotros intentáis desentrañar qué es lo
que ellos piensan realmente, se encierran en sus caparazones de Cangrejo, y se niegan a confesar o admitir lo
que estáis tratando de sonsacarles. Sin embargo, el Pez es más afortunado que otros signos solares (excepto
Escorpión) a la hora de descubrir los secretos de los Cangrejos varones y mujeres. Esto se debe a que Piscis es
un escucha comprensivo 7 reconfortante. En una asociación con Cáncer, el oído compasivo de Neptuno tendrá
un buen ajetreo. Nadie tiene tantas pesadillas, tantos recuerdos obsesivos de cosas bellas y tristes, tantos
ensueños y trémulas esperanzas para desembuchar, como un Cangrejo. Habrá diálogos sobre la mamá de
Cáncer (ya tratara a la criatura lunar cruel o bondadosamente, ya fuera una pecadora o una santa), quejas
porque «nadie me comprende»... cataratas de lágrimas, risitas tremolantes... carcajadas de Pájaro Loco...
M

chistes y sollozos... preguntas y respuestas... toda clase de dilemas cotidianos.


¡Oh, cuánta dicha! El puro éxtasis de que te escuche alguien auténticamente considerado, alguien que
sabe lo que significa sentirse tan abandonado e inseguro... estar tan solo y vacilante... alguien que se regocija
desinteresadamente de tus éxitos y triunfos... que se apiada de tus fracasos y desencantos. La copa de Cáncer
rebosará de alivio. Probablemente también se derramarán la humildad y la bondad de Piscis, hasta que se
agote la energía de Neptuno (frágil en el mejor de los casos). Pero volverá, siempre, y lo importante es que
generalmente Piscis no se resentirá, excepto en circunstancias raras, justificables. El Pez nunca se limita a
simular interés por las confidencias del Cangrejo. Su interés es real, la preocupación que experimenta es
genuina, y no la expresa sólo por cortesía. Por supuesto, los doce signos solares se solazan con el
reconfortante consuelo de las sesiones psicoanalíticas de Neptuno, pero nadie valorará el confesionario de
Piscis, abierto 7 días por semana, durante las 24 horas, más sinceramente que el Cangrejo, patéticamente
agradecido.
Uno de los mayores peligros que encierra esta asociación 5-9, por lo demás apacible y
extraordinariamente comprensiva (sin contar los enfurruñamientos por cuestiones de dinero) es el del alcohol

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y las drogas, o el de la «evasión» menor mediante la ensoñación y la pereza. La afición a la bebida,
estimulada por una exagerada vida social, puede atraer al Cangrejo y el Pez a aguas demasiado profundas para
ambos, y deben estar siempre alertas contra los placeres de la carne que los tientan seductoramente. También
será mejor que ambos se mantengan a una distancia saludable de la magia negra, la hipnosis, las sesiones de
espiritismo y otras áreas marginales del ocultismo, porque las vibraciones combinadas de sus signos de Agua
pueden llevarlos fácilmente a ahogarse en fenómenos que son engañadoramente excitantes... y pueden resultar
trágicos.
Dado que Cáncer ama sinceramente el hogar y la lumbre, el más propenso a escuchar la llamada
obsesionante de la fiebre de viajar, y a cambiar de escena, será el Pez. Pero el Cangrejo también puede dejarse
fascinar (aunque con menos frecuencia) por el fulgor que brilla fuera de la cueva doméstica, y entonces se
arrastra (o se bambolea) para ir a investigar y se extravía entre las dunas de arena, sin poder hallar el camino
de regreso al hogar que abandonó. Cuando sucede esto, incluso la Luna regente de Cáncer parece ponerse de
mal talante, se niega a alumbrar la senda de retorno, y eclipsa su bella faz lunar, hasta que el Cangrejo
solitario y deambulante se muestra suficientemente arrepentido. Por mucho que afirmen lo contrario, los

ki
Cangrejos varones y hembras son muy desgraciados cuando llevan una vida nómada, porque ambos nacieron
para anida- confortablemente en sus propios hogares, rodeados por las fragancias familiares de ayer, por los
viejos amigos y por los barrios que conocen. (También cerca de mamá y papá... de los niños y de la familia.)
A veces, un Cangrejo cambiará la cuna de lo que conoce y le inspira confianza por la emoción de la
ambición. El dinero puede sumir al Cáncer típico en un estado hipnótico, catatónico, durante meses, e incluso
durante años. La posibilidad de ganar y acumular fortunas colosales seduce a muchos Cangrejos y los aleja de
la lumbre del hogar y del manzano que crece en el jardín del fondo. Pero sus corazones se niegan a seguir a
sus cuerpos, se quedan tercamente atrás y los llaman en voz baja, en sueños... incitándolos a regresar.

u Normalmente, el hogar no encierra tantos atractivos sentimentales para el Pez como para la mayoría de
los Cáncer. Piscis disfruta de la cómoda seguridad de una base doméstica, pero Neptuno hace repicar
constantemente los címbalos de una música lejana en el oído interno del Pez, por muy prosaica que sea la vida
de éste. El Pez está listo para nadar aguas arriba hasta otro lago, al menor estímulo, e incluso se arriesga a
flotar por el gran océano, con tal de que su imaginación creativa no se sofoque en medio de la uniformidad y
la monotonía tediosas.
Durante un tiempo, el Cangrejo y el Pez lo pasarán maravillosamente viajando juntos, a donde sea.
an
Entonces el corazón que Cáncer dejó atrás empezará a tironear de la personalidad lunar durante la noche
(sobre todo durante la Luna llena) para que regrese. Probablemente el Pez también volverá (para complacer al
Cangrejo) pero a regañadientes. Para los regidos por Neptuno, el cambio es la sustancia de la vida. Los
hombres y mujeres Piscis urden sus sueños con hilos de imaginación centelleante, y después quedan atrapados
con frecuencia en los problemas ajenos o en las faenas mundanas, y no les queda más remedio que archivar
dichos sueños en un estante, donde acumulan polvo y esperan la llegada de una mañana mágica en la cual se
presentará súbitamente la libertad necesaria para trocarlos en realidad. Curiosamente, en el momento crucial,
Piscis suele vacilar, pues no está seguro de que los sueños sean suficientemente sólidos como para
suministrarle protección durante un viaje hasta el fondo del abismo ignoto. Si la vacilación se prolonga, la
oportunidad de conquistar la libertad pasa de largo, dice ¡adiós!... y desaparece antes de que el Pez se mueva.
Entonces él (o ella) vuelve a embarrancarse en los arrecifes de la existencia común, y debe esperar otra
mañana refulgente. A veces esta llega... y a veces no. Pero Piscis nunca deja de esperar y anhelar.
Mientras el Pez aguarde, la vida no será aburrida. Siempre podrá escuchar las fascinantes historias del
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Cangrejo, por vía postal o mediante llamadas telefónicas desde allí donde está perdido y nostálgico,
extrañando el columpio del porche de su casa. O de labios de un camarada, amigo o consorte Cáncer más
próximo... que tal vez tentará al Pez para que se zambulla al presentarse la próxima oportunidad dorada antes
de que ésta pase de largo, sin preocuparse por la posibilidad de que sea un espejismo. Piscis sonreirá. Porque,
al fin y al cabo, el Pez fue quien primero le enseñó al Cangrejo a dejar de preocuparse por el mañana.

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Mujer C Á N C E R Hombre P I S C I S

Ella soñó, mientras dormía. Soñó que el. País de Nunca Jamás se había aproximado
excesivamente, y que de él había escapado un niño desconocido. Éste no la alarmó,
porque ella creía haberlo visto antes en las facciones de muchas mujeres que no tenían hijos.
Quizá también es posible verlo en las facciones de algunas madres... El sueño en sí mismo
habría sido trivial, pero mientras soñaba, la ventana... se abrió, y un niño cayó al suelo.
Lo acompañaba una luz extraña...

La influencia 5-9 del doble signo de Agua sobre aquellos que aman, como por ejemplo la doncella lunar y
el hombre de Neptuno, es. en muchos sentidos, mucho más magnética y compulsiva que las configuraciones

ki
de signos solares 5-9 de Fuego, Tierra o Aire. La esencia mística acuática de sus naturalezas es sensible y
absorbente... refleja imágenes del uno al otro... de modo que a menudo su romance tiene una cualidad onírica,
aunque pasen muchos años juntos. Si riñeran y se separasen durante un tiempo, generalmente se añorarán
mucho más que otros enamorados que se alejan temporalmente... y la sensación de vacío será mucho mayor.
Experimentarán una fuerte necesidad de volver el uno al otro y de perdonarse recíprocamente. El Cangrejo y
el Pez que se han separado recientemente son en verdad dos seres tristes y abatidos.
Será mejor que se animen, porque las posibilidades de que se reconcilien son excelentes... cuando ella
deje de andar enfurruñada y él deje de tratar de escapar de sí mismo, solución ésta que, desde luego, está

u
condenada al fracaso. Es imposible escapar de uno mismo; tan imposible como eludir permanentemente la
otra mitad de uno mismo. Si hubiera más de un aspecto negativo entre las luminarias, ascendentes, Marte y
Venus de sus cartas natales, podrían seguir distanciados. Pero siempre les quedarían los recuerdos...
El Agua es el más misterioso de los elementos. He aquí esta pequeña «meditación acuática» que
últimamente cruza por mi mente sin que nadie la llame... y que tiene importancia simbólica para todos los
enamorados Cáncer-Piscis suficientemente sagaces como para leer entre líneas y ver su propia relación
reflejada en la alegoría. Es una especie de test de su sensibilidad a la lección oculta del macrocosmos y el
an
microcosmos, el primero de los cuales es mi meditación acuática, en tanto que el segundo es su propia
relación amorosa o matrimonio, con la respuesta al final del capítulo. Generalmente mi meditación aflora
mientras bebo un vaso de agua helada, cuando estoy particularmente sedienta, cuando lavo de mis manos con
agua y jabón las marcas de tinta de la estilográfica y de la cinta de la máquina de escribir y luego las seco con
la toalla, o cuando estoy en la ducha y el agua tibia me cae encima, higienizando, revitalizando y refrescando
mi alma, tanto como mi cuerpo. Cuando esta «meditación acuática» aflora en mi mente es como una brillante
luz blanca, pero también verde... y obsesivamente fragante. Pienso en los plácidos arroyos de Escorpión,
Cáncer y Piscis que corren por el bosque. Luego reflexiono sobre el milagroso efecto renovador del agua, y
sobre la necesidad básica, urgente (pocas veces comprendida) que experimentamos de ella. ¿Qué haría yo sin
el agua? ¿Me resultaría soportable el descubrimiento repentino de que ya no hay agua pura? Que no la hay
para saciar mi sed, para lavarme las manos, para colocarme debajo de ella en la ducha. ¡Agua...! Agua que
canta dulcemente, fresca, agua que lava todo lo negativo, todo lo feo y mugriento... y que lo deja todo otra vez
nuevo y limpio y reluciente. Pienso en las frescas agujas de lluvia aromática y mansa, que se precipitan desde
M

el cielo sobre mi rostro vuelto hacia arriba. Entonces pienso en el horror más reciente de la Tierra: la lluvia y
la nieve ácidas. La amenaza ambiental más grave de este siglo o de cualquier otro. Provocada por la
contaminación de las chimeneas de las industrias y de los escapes de los autos, de los desechos nucleares y
del carbón sulfuroso... y que aumenta sistemáticamente. Ya muchos lagos contienen sólo peces muertos,
aniquilados por la «lluvia ácida»... plantas muertas, otrora verdes y vivas, en muchas hectáreas de tierra. Hace
menos de una década, la «lluvia ácida» sólo era un peligro en ciertos países europeos cuyo suelo montañoso
no podía neutralizar los ácidos, en partes del Canadá y en el noreste de los Estados Unidos. Ahora casi toda la
lluvia que cae al este del río Mississippi, y en zonas de California meridional, está por debajo del pH seguro, y
se aproxima rápidamente al nivel fatal para todos los peces y las plantas. En estas áreas se han acelerado de
manera alarmante el desgaste y la erosión de los edificios y monumentos de metal y piedra.
Los humanos... lanzan veneno y contaminación a las nubes... ahora en cantidades tan descomunales que
las nubes ya no los pueden combatir por nosotros, y descargan impotentemente, «lluvia y nieve ácidas»...
como una lluvia de muerte lenta pero absolutamente ineluctable. Y sin embargo... no se hace nada para
evitarlo, mientras un número cada vez mayor de diputados y senadores tocan simbólicamente «la lira de

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Nerón». Por culpa de su apatía y también de la del público, es posible que perdamos a la Hermana Agua y el
Hermano Aire, y que nos queden solamente la Hermana Tierra y el Hermano Sol, que no pueden mantenernos
por sí solos cuando las «mansas lluvias del cielo» derraman únicamente destrucción y ya no están en
condiciones de purificar. La realidad de la «lluvia ácida» es alarmante.
Esto es lo que se siente cuando se contempla la pérdida de algo precioso... y esto es lo que sienten la
mujer Cáncer y el hombre Piscis respecto de la posibilidad de perderse el uno al otro, después de haberse
amado vehementemente. ¿Qué haría él si algún día la perdiera? ¿Qué sucedería si la lluvia apacible de las
lágrimas dichosas de ella se convierta en la lluvia ácida de la amargura? ¿Cómo podría vivir ella sin él? La
chica Cangrejo y el Pez experimentan sus emociones con una intensidad que da el mentís a sus modales
aparentemente circunspectos, serenos. Como en el caso de mi nuevo y auténtico romance con el agua, cuando
la enormidad de semejante pérdida devasta a la dama lunar y a su hombre Piscis con esa tremenda y
aterradora fuerza de una realidad que de pronto demuestra contundentemente que es una realidad, y no sólo un
vago «quizá», sus mentes y corazones y almas sucumben inesperadamente, los tres abrumados, por un acceso
de emoción difícil de expresar, porque él sólo pensar en la posibilidad ahoga totalmente su intelecto y sus

ki
sentimientos.
Tanta más razón para que la doncella lunar y su hombre Piscis se esfuercen más que nunca por evitar que
las pocas diferencias que existen entre sus personalidades se hipertrofien hasta sofocar su cariño.
Afortunadamente, como les sucede a todas las parejas agraciadas por la vibración 5-9, las diferencias son
relativamente pequeñas, y es posible llegar a una transacción fluida, una vez que ellos las confiesan... y las
suavizan ligeramente. Como a ambos les gustan los finales felices, estudiaremos primeramente sus problemas,
y después, por último, les recordaremos la plétora de bienaventuranzas que comparten y que hacen que su
química romántica sea tan poderosa.

u El primer espantapájaros que descubrimos en su jardín cuando espiamos, está compuesto de los
elementos más raros. ¿Qué puede ser eso? Ciertamente no es paja, la materia prima tradicional de los
espantapájaros. Es algo verde, ligeramente sucio, estrujado y arrugado, con trocitos de metal adheridos de
trecho en trecho. ¿Sabéis qué es? Dinero. Sí señor. ¿Veis los retratos de los Presidentes? En realidad, a la
larga, vale mucho menos que la paja o el heno. El espantapájaros de dinero puede asustar a algunas señoras
Cangrejo y a los Peces que ellas aman por su propiedad de convertirse en un alto muro que los separa.
A ella le gusta acumularlo, ahorrarlo, guardarlo, acarrearlo en grandes cantidades al banco, meterlo en sus
an
alforjas y observar cómo se multiplica perseverantemente mediante inversiones. Normalmente es más que un
poco económica, si se trata de una Cáncer típica, y es posible que lo regañe porque a él no le interesa
atesorarlo, porque lo esparce negligentemente entre los amigos que lo necesitan, porque lo invierte a manos
llenas en sus múltiples sueños y proyectos, y porque distribuye propinas, que a juicio de ella son
innecesariamente generosas, entre camareros, camareras, botones, porteros, mozos de cuerda, maleteros,
etcétera.
Si la Luna o el ascendente natal de él está en Cáncer, o si la Luna o el ascendente natal de ella está en
Piscis, él será menos derrochador, y ella menos cautelosa, y el espantapájaros de dinero será menos aterrador.
De lo contrario, él deberá tratar de comprender que ella no es realmente mezquina, sino que sólo se preocupa
por su seguridad en lo que él debe admitir que es un mundo cada vez más inseguro... y ella deberá tratar de
comprender que una excesiva preocupación por el dinero estrangula la libertad creativa y la imaginación de
él, por partes iguales. Entonces convendrá que abran cuentas bancarias separadas, y que ninguno de los dos se
inmiscuya en la del otro. (Aun así, es probable que él manifieste menos interés por los saldos mensuales de
M

ella que ella por los de él.)


Otro espantapájaros acecha a la luz de la Luna. A la luz de la Luna las cosas son siempre más misteriosas
y macabras o más misteriosas y bellas. Todo depende del ojo que se emplee para contemplarlas: los dos ojos
normales, o el Tercer Ojo del Conocimiento. Este espantapájaros se llama melancolía, y cada uno de los dos
le atribuirá dicho defecto al otro. Él se repliega en sus silencios de Neptuno para meditar, y ella se enfada
porque él no quiere decirle en qué piensa. 0... ella se encierra en su caparazón de cangrejo para cavilar con
inexplicable congoja durante la Luna menguante, y esto lo deprime a él, porque el hombre Piscis, como he
comentado antes, es una «esponja telepática», que absorbe irremediablemente todos los sentimientos que lo
rodean. Influida por las fases lunares, la mujer Cáncer es un «reflector» de sentimientos, que devuelve su
imagen como una placa fotográfica. (No es por coincidencia que la mayoría de los Cangrejos son fotógrafos o
tienen mucho interés en la fotografía.) Así que ella «refleja» los silencios de él, y él «absorbe» la melancolía
de ella. El desea saber qué es lo que ella piensa cuando está callada, aunque su curiosidad está más encubierta
que la de ella. A ambos les gusta guardar sus secretos, y al mismo tiempo les gusta sonsacarlos, y cada uno de
ellos es igualmente experto en arrancar secretos ajenos, mientras encierra los suyos propios bajo llave contra

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toda pregunta. Cuando confiesan este rasgo compartido, pueden aprender a tomarlo en broma, y a no permitir
que genere tensiones entre ellos. El gran sentido del humor, tipo pájaro loco, de la chica Cangrejo, es una
bendición salvadora frente a muchos de sus problemas.

A menos que existan antagonismos inusitadamente graves entre las luminarias y los ascendentes de sus
horóscopos, no habrá «espantapájaros sexuales» que los asusten mientras se hacen el amor. Normalmente,
Cáncer y Piscis forman una pareja ideal desde el punto de vista físico. Mediante su unión sexual,
experimentan una rara alegría: no sólo reciben, y no sólo dan, sino que intercambian la gracia de la
satisfacción cabal. La diferencia es algo que muchos enamorados nunca comprenden. Como están tan íntima,
incluso telepáticamente sintonizados a sus respectivos deseos y necesidades, la pasión les confiere una
profunda paz, apacigua su temblor... y después, cuando han vuelto a convertirse en dos individuos
independientes, su unidad perdura en sus ojos, como el recuerdo de una magia tan profunda que es imposible
comunicarla con palabras, y que es mejor dejar librada solamente al conocimiento silencioso.
El escucha realmente los temores y aprensiones estacionales de ella, con sosegada paciencia. Ella cubre

ki
con cálidas y tiernas mantas de consideración los inviernos en que él duda de sí mismo. El recuerdo de la
«meditación acuática» puede proteger su relación. Y el recuerdo de lo mucho que se necesitan
recíprocamente, la conciencia de la impensable posibilidad de perder la seguridad de su forma especial de
interdependencia. Este hombre y esta mujer son extraordinariamente sensibles a sus respectivos
pensamientos, y son literalmente capaces de leer sus respectivas mentes. Dada la naturaleza reflectante de ella
y la naturaleza absorbente de él, la contaminación mental y emocional es un peligro permanente. Si permiten
que sus frustraciones se eleven por encima o caigan por debajo del nivel de seguridad del pH, en lo que
concierne a la tranquilidad, las nubes de tensión sólo podrán derramar sobre ellos una «lluvia ácida» de

u
resentimiento, frustración y búsqueda egoísta que matará la felicidad... tal como la lluvia ácida de la
Naturaleza mata a todos los peces y las plantas. Vale la pena proteger la novedad refrescante de su amor,
como la dulce bendición perfumada de hierba de un plateado chubasco estival.
an
Hombre CÁNCER Mujer PISCIS
Mientras estaban así sentados, algo rozó a Peter, ligero corno un beso, y permaneció allí,
como si dijera tímidamente: « ¿Puedo prestarte algún servicio?»
A ella le gustaban tanto las lágrimas de él que estiró su hermoso dedo y las dejó
deslizar sobre éste.

La conexión telepática que existe entre todos los amantes y consortes guiados por la vibración de la
configuración de signos solares 5-9 nunca es menos que poderosa, pero el cordón de percepción
extrasensorial que centellea entre un hombre y una mujer influidos por las vibraciones 5-9, que además
M

nacieron ambos bajo signos de Agua, no dista de ser milagrosa. Cuando experimentan su tironeo mutuo en los
buenos momentos, es una bendición maravillosa, hechizada. Sin embargo, en sus malos momentos, cuando se
han separado temporalmente (las parejas 5-9 rara vez se separan permanentemente, a menos que existan
serios antagonismos entre sus cartas natales)... en estos trágicos períodos, digo, el tironeo del cordón puede
tener más parecido con una maldición que con una bienaventuranza.
Los tortura con recuerdos, y peor aún, les permite saber con increíble precisión, casi todo lo que el otro
hace y piensa. Y si bien lo que el otro piensa es casi siempre favorable. lo que el otro hace puede ser
considerablemente desagradable para el que recibe el mensaje telepático, porque cuando estos dos riñen, cada
uno trata de demostrarle a la mitad faltante una indiferencia total. Corno Cáncer y Piscis fingen muy bien,
pues los dos son actores talentosos, las ficciones y los dramas que cada uno de ellos monta pensando en el
otro pueden ser tremendamente perturbadores. Sobre todo si se suma el hecho de que tanto la chica Pez como
su manso Cangrejo tienen una imaginación excepcional. La tendencia imaginativa neptuniana de ella y lunar
de él tiñen a veces con matices engañosos los que originalmente eran auténticos mensajes recíprocos, y
producen sufrimientos innecesarios.

101 
 
A todo hombre Cáncer le gusta que lo mimen como a un niño (y a veces incluso lo exige). Que lo adoren
como mamá lo adoraba (o como mamá debería haberlo adorado, tanto da). Realmente es muy sencillo. Si le
enseñaron a recoger sus calcetines, a encarar con madurez sus emergencias personales, a lavar sus platos y, en
general, a ser independiente en lo emocional y en todo lo demás, al mismo tiempo que lo amaban
afectuosamente, entonces, en su relación con la mujer que lo ama o se convierte en su esposa, él pretenderá
que sea cariñosa y leal, y a cambio de ello asumirá su parte de responsabilidad en las faenas domésticas, y su
parte de culpa por los trastornos y tensiones emocionales que siempre se producen, de tiempo en tiempo, en
toda asociación íntima, ya sea entre padres e hijos o entre amantes o consortes. Y los dos vivirán, en general,
eternamente felices, como prometió Hans Christian Andersen.
Sin embargo, si «mamá» lo malcrió en su infancia, pretenderá inexorablemente que la mujer que lo ama
en su etapa adulta también lo malcríe. Que lo ame cariñosa y lealmente, sí, pero también que le recoja los
calcetines, que no le pida que comparta las faenas domésticas, que cocine para él. que sea su esclava, que lo
adore y lo venere, que le diga que tiene razón aun cuando está equivocado, que lo defienda de sus enemigos,
que le brinde apoyo emocional... y que nunca le pida que asuma el peso de la responsabilidad por cualquier

ki
desavenencia que surja entre ellos.
Afortunadamente, la chica Piscis está muy bien pertrechada para este tipo de cuidados tiernos y
cariñosos, y en la mayoría de los casos tendrá éxito, aunque tal vez para ello deba sumergir más de lo
conveniente su propia personalidad y estilo de vida. Es posible que sus sueños queden relegados detrás de los
de él, y ella deberá tomar la mayoría de las iniciativas de reconciliación después de una disputa, y deberá
hacer la primera tentativa encaminada a allanar todos los malentendidos. Él llorará sobre el hombro de ella
más a menudo de lo que ella podrá llorar sobre el de él cuando se sienta insegura y preocupada. La bella
humildad de la chica Pez, su corazón comprensivo, su auténtica necesidad de hacer felices a los demás, y su

u
generosidad esencial, harán que las cosas salgan bastante bien... si ella le enseña gradualmente, con mucha
delicadeza, a ser un poco más maduro en el plano emocional, y a tratarla como una persona dotada de
sentimientos, que a veces también necesita comprensión. Si ella omitiera educarlo y adiestrarlo gradualmente
hasta hacerle comprender sus propias necesidades personales, individuales (las de ella), se encontrará en el
mismo aprieto en el que se encontró su madre al tomar conciencia de la situación. A una dama de Neptuno le
resulta muy fácil cruzar la tenue línea divisoria que separa la humildad del masoquismo, la sumisión del
martirio.
an
Hay otro tipo de Cangrejo, el hombre Cáncer que sufrió algún auténtico menoscabo mientras era un
cangrejito. Quizá se quedó huérfano o fue adoptado, o si no, sus padres estaban demasiado atareados para
dispensarle la atención que necesita todo joven Cáncer. Quizá su madre era fría, en lo emocional, y él se
durmió muchas veces llorando, ávido de ese afecto tangible que se traduce en la narración de cuentos, en
fuertes abrazos y besos de despedida en la punta de la nariz. Quizá se crió en la pobreza, y sus sueños se
poblaban todas las noches con las voces de adultos preocupados por el dinero, por la forma de equilibrar los
gastos con los ingresos, lo cual lo hacía sentirse inconscientemente culpable de provocar un gasto adicional
por el solo hecho de ser, de existir, de haber nacido.
Si ésta es la historia de la infancia del hombre Cáncer que ama, la chica Piscis tendrá una tarea titánica
entre manos. Deberá ser su psicólogo, su psiquiatra, su mejor amiga, su madre y su padre (los dos), para no
hablar de su amante y de su encantadora imagen de la feminidad montada sobre un pedestal. Un ángel puro
que no lo odiará ni le volverá la espalda cuando él se comporte como un puro demonio. En síntesis, ella
deberá restañar todas las viejas heridas de antaño, con paciencia y compasión perennes, hasta que la magia del
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amor realice por fin su misteriosa alquimia... y un día él descubra, al despertar, que ha conquistado en forma
lenta pero segura la confianza y la fe permanentes en sí mismo. Sólo entonces él podrá amarla tan
desinteresadamente como ella lo ama a él. Una ley inflexible de la naturaleza humana estipula que deberéis
estimaros y respetaros realmente a vosotros mismos antes de poder amar auténticamente a los demás.
Gracias a la misteriosa vibración 5-9, la chica Pez no se alarmará cuando se dé cuenta de que el hombre
que ama pertenece a una de estas dos últimas categorías de varones Cáncer, entre las tres posibles. Nació con
más aptitudes que la mayoría de las personas para resolver las complicaciones de las relaciones humanas.
Otro de sus talentos de Neptuno consiste en aceptar los problemas, ya sean éstos grandes o pequeños, y en
decidir la forma de abordarlos con paciencia y tranquilidad. Le resulta fácil resistirse a que las dificultades la
ofusquen excesivamente, y toma las cosas con naturalidad, gracias a su sosiego y serenidad interiores, y a su
buena disposición para que una inteligencia superior a la suya guíe el resultado final de todas sus esperanzas y
ensueños. Hará todo lo posible por superar los obstáculos que se levantan en su camino. ¿Qué más se puede
hacer? A su juicio, seguir preocupándose por algo después de haberle consagrado sus mejores esfuerzos, es un
derroche inútil de energía. Los Piscis no tienen fama de ser hiperactivos. Tampoco se trata de que la mujer

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Pez sea completamente inmune a los accesos de llanto y desesperación, a sus propios talantes de miedo e
inseguridad. De cuando en cuando se entrega a la depresión. Pero rara vez transcurre mucho tiempo antes de
que recupere su filosofía displicente, esa especie de fatalismo positivo, y entonces vuelve a desplegar su
propia personalidad serena y brillante. La noción de fatalismo positivo parece paradójica, pero en realidad no
lo es. Sencillamente significa que aceptáis lo inevitable, y confiáis en que un destino más sabio lo enmiende
todo al final.
A su instinto neptuniano se suma su perspicacia. Ella es suficientemente sensible como para captar el
resplandor de un diamante antes de que lo tallen y lo pulan. Su imaginación la ayuda considerablemente para
ello. También es capaz de ver todas las sólidas virtudes del Cangrejo amado, sus posibilidades y potenciales
multifacéticas como consorte para toda la vida. Se siente cómoda al lado de él, porque no es agresivo ni
exageradamente crítico (excepto en sus malos lunes y viernes, cuando se enfurruña por un cambio de Luna).
Él exhala una suavidad que la conmueve, y simultáneamente irradia tenacidad, junto con un obvio sentido de
responsabilidad que la hace sentir segura: del futuro, de la devoción de él, y de su propia feminidad. Es un
hombre afable, un hombre sosegado. Y ella también es una mujer afable, sosegada. De alguna manera, la

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proximidad de él le produce una sensación de paz y rectitud. Él es espabilado, tiene un estupendo sentido del
humor. La hace reír, y llorar... le cuenta historias fascinantes... es ingenioso, inteligente y suficientemente
versátil como para intrigarla y mantenerla en suspenso.

Personifica la combinación justa de estabilidad e imprevisibilidad que se necesita para hacer interesante
la vida, para impedir que el amor se ponga rancio por la acción del hábito fijo. Además de contar con todos
estos atractivos, es un amante cortés y encantador. Sabe leer el pensamiento (como ella lee el de él), y siempre
parece saber cuál es el momento en que más necesita que la rodee con sus brazos... en que más anhela

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evadirse con él al mundo privado de su pasión y de los secretos que comparten.
Sin pronunciar una sola palabra, estos dos sabrán cuándo ha llegado la hora de que la expresión sexual de
su amor los envuelva y apacigüe las aguas agitadas, como siempre consigue hacerlo la unión natural del
hombre y la mujer. El único problema que puede aflorar en su compatibilidad física se planteará si él omite
hacerle saber cuánto la necesita, si se concentra demasiado en sus temores y angustias innombrables, pues
entonces ella se replegará dentro de sí misma y se tornará temporalmente frígida. Pero cuando él se tome el
tiempo indispensable para ser tierno, ella reaccionará como una flor ante la lluvia. O es posible que él se
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arrastre en algún momento dentro de un caparazón de fingida indiferencia cuando ella se muestre un poco
sarcástica o enérgica con él después de una discusión. Es tan inusitado que la mujer Piscis sea verbalmente
cruel y «enérgica», que en las raras ocasiones en que sí lo sea el susceptible Cangrejo podrá experimentar una
chocante sensación de rechazo. Pero estos son detalles minúsculos, y después de un tiempo el fuerte
magnetismo que une a Cáncer y Piscis volverá a triunfar, y los arrojará nuevamente a uno en brazos del otro,
sanos y salvos.
Tanto el Cangrejo como el Pez son tenaces, cada uno a su manera. La tenacidad de la mujer Piscis
proviene de su renuencia a creer que el fracaso es permanente, pues la sustenta espiritualmente la conjetura de
que el final de cualquier período lúgubre será más sorprendentemente beneficioso de lo que parecería posible
en medio de las perseverantes confusiones, confusiones éstas que serán, ellas mismas, de una manera extraña,
contradictoria, las raíces de la dicha, cuando llegue la hora de que maduren los frutos del árbol de la
experiencia.
La tenacidad del Cangrejo emana de su resistencia a soltar todo lo que realmente desea. La pinza del
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Cangrejo se prenderá con increíble obstinación a cualquier objeto, ensueño (o persona) vehementemente
anhelado, tanto si está cerca como si se encuentra en el otro extremo del continente. La cogida del Cangrejo
no es fácil de eludir, ni siquiera cuando su tenacidad se manifiesta a larga distancia, y menos aún en
condiciones de contigüidad. Por mucho que la chica Pez se zarandee, es difícil que escape por mucho tiempo.
Pero generalmente, no derrochará energía tratando de zafarse de los tironeos de su hombre Cáncer. Siente
que es maravilloso que la necesiten tanto. Lo es. En verdad, es una de las cosas más bellas que pueden
sucederle a una típica mujer Piscis. Igualmente, habrá casos esporádicos, durante su intimidad, en que ella
deberá explicarle amablemente a su encantador pájaro loco que es estupendo que a una la necesiten, pero que
la posesión puede ser asfixiante. Entonces el hombre lunar se volverá y llorará, silenciosamente... y se sentirá
solo y rechazado, sin sospechar que ha sido su propia tendencia «subyugante» la que la ha hecho reaccionar
en defensa de su intimidad personal. Su dama Piscis dirá: «Lo siento. No quise herirte. Realmente eres mi
favorito en todo el mundo. Ven, ¡iremos juntos a impetrar un deseo a la Luna nueva!». El Cangrejo se
animará visiblemente, soltará una risita, la cogerá nuevamente con su pinza tenaz, sonreirá alegremente, y
exclamará: «¡De acuerdo, vamos! Apuesto a que puedo adivinar cuál será tu deseo».

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Entonces Piscis sonreirá dulcemente y responderá: «Por supuesto. Siempre conoces mis secretos. Yo
también sé qué es lo que desearás tú». El Cangrejo se estremecerá extáticamente y susurrará: «¡Shhh! No se lo
cuentes a nadie». La mujer Piscis se compromete por su honor a no contárselo a nadie... y ahí se van a algún -
prado, a contemplar el cielo y a entonar los mantras de sus deseos a la Luna nueva.
Pero lo que Cáncer no sabrá es que se equivocó al conjeturar cuál sería el deseo de Piscis. Hay muchas
cosas que Neptuno nunca le cuenta a la Luna. Sí, el Pez es un poquito domatai, siempre oculta algo, o lo
transcribe en clave. Lo mismo se puede decir de su hombre Cáncer. El no comparte con ella cada mínimo
tocrese. Sólo simula compartirlo.
Ahora os contaré el resto del secreto mutuo de este hombre y esta mujer que ellos guardan más
celosamente. La razón por la cual se plantean tantas adivinanzas recíprocas —Cáncer y Piscis— es ésta: cada
uno de ellos quiere estar seguro de que nunca perderá el interés del otro.

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