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para la literatura nacional. La llamada Generación del ‘37 sienta las bases para el
desarrollo de una escuela propia que cobrará enorme protagonismo a través de los años
construcción del ideal literario en esta generación irá en consonancia con sus ideales
universidades europeas sino que también “miraban hacia la europa” como faro cultural
El viaje iniciático que todo joven civilizado “debía hacer” marca un símbolo de
rebelarse del dominio español y juzgando su tradición cultural pobre, ponen en la mira a
Francia. Todos los jóvenes de la Generación del ‘37 apuntarán a la Francia como centro
patriótico” (Sarlo, 19), con la mira en lo que América deberá llegar a ser. Es un viaje al
futuro.
Hemos resaltado que se trata de hombres blancos citadinos, pues esto constituirá
espacios alternos. Dentro del marco espacial encontramos las líneas que delimitan
El Espacio
que Sarmiento (que nunca ha visto la pampa) describe? Es una llanura infinita donde la
sondear representaciones que tienen las personas de Buenos Aires sobre las provincias o
el campo es el sitio donde habitan las personas condenadas a trabajos manuales, sin
educación o refinamiento.
sumamente eficaz en el ámbito culto de las ciudades, lo cual incluye los campos de la
hombre libre y el caudillo, y por supuesto, las tensiones entre la idealización romántica
Con respecto a las comparaciones, en una lectura sobre Facundo, Piglia afirma:
juzgado y definido por el pensamiento europeo” (Piglia, 17). Las teorías europeas del
progreso civilizatorio hacían mella en los pensadores del sur, Sarmiento clasifica la
Facundo este mecanismo es evidente. Existe un espacio que reside en las ciudades y es
europeo, civilizado, moderno. El otro es el espacio rural, hogar del atraso cultural, la
desocupación y la barbarie.
que se siente en las ciudades, no se hace sentir allí en el aislamiento y la soledad. Las
occidentales: la teoría del medio. Se basa en una determinación geográfica del carácter
de los hombres que habitan cada medio. Según el sanjuanino, en la pampa (esa eterna
llanura) no están dadas las condiciones para generar y sostener el lazo social, así los
trabajo duro, desde jóvenes merodean solos por enormes extensiones y se dedican a las
demostraciones de valor viril. Solo pueden encontrarse cada tanto en alguna pulpería y
los temas que allí se ponen en juego no responden a la preocupación por el bien común,
en las entrañas; la soledad, el despoblado sin una habitación humana, son, por lo
general, los límites incuestionables entre unas y otras provincias” (Facundo, 39). Poco
queda que aportar ante una aseveración tan prescriptiva como esta. El mal de la
ambos males.
Sus Habitantes
En los textos de la Generación del ‘37 es habitual la descripción del indio como
sociedades distintas, dos pueblos extraños uno de otro”. Llega a esta conclusión después
de plantear que el hombre de ciudad viste traje europeo y vive la vida civilizada “tal
sólo es ajeno a esto sino que abiertamente rechaza a la ciudad y sus modales corteses.
las facciones internas que perviven desde las luchas independentistas. Hay un cruce de
entre la ciudad y la campaña, el espacio moderno y culto por excelencia contra la vida
poblacional. Otra línea separa esa campaña del desierto real, el otro total como
señalábamos más arriba. Una frontera con el indio, la turba, las tolderías. Una frontera
étnica y religiosa tanto como política. Otra línea que complejiza la delimitación espacial
dentro del juego político de la urbe. Una última línea que puede leerse es la presencia de
la mujer dentro de los marcos diferenciados de cada uno de estos sujetos. De este modo
individualidad para el sujeto que enuncia. Como ha sido estudiado por Norbert Elías, la
muy interesante el hecho de que la literatura de la Generación del ‘37, producida desde
la norma del centro, describe al indio como un animal que pertenece al ámbito de la
grupalidad. En los pasajes que involucran al indio, son comunes las expresiones como
expresión “montonera” ya que apunta en un mismo sentido pero se adjudica a otro tipo
natural de sus montoneras, que no dejan de ser grupos salvajes que arrasan con todo a su
malo”, pero con poder reconcentrado que amenaza el orden de las ciudades. Esta es la
la reciente nación. Pertenecían a una clase alta, su formación típicamente europea era el
la par de buscar un lugar para la escena local en los movimientos de ideas internacional.
una idea que pensaban superadora. Cuestionaban de los federales la barbarie y si bien
entendían a la ciudad como centro del acontecer político, creían que los unitarios habían
fallado en “tener ambos ojos mirando hacia la europa” cuando debían tener “un ojo en
las entrañas de la nación”. Creían que su proyecto de país debía encontrar cauce
necesariamente.
realidad con sus conflictos y brindar una respuesta. He aquí el problema central que
fundar?”(Sarlo, 26) La paradoja consiste en que era necesario fundar el vacío para
habitarlo. Esta Generación requería un “arte nuevo que refleje las costumbres y
costumbres y tradición estética, pues se juzgaba que no existía tal cosa en el escenario
nacional.
Sarmiento y Echeverría conocían la necesidad de un dominio simbólico del campo
cultural y entendían, como ha señalado Sarlo, que la tarea del escritor era indispensable
político, utilizaron una fórmula estética que podía generar un lienzo en blanco donde
Matadero.
Para Echeverría “la llanura es una necesidad estética” dirá Sarlo. Y es que el poeta
modo, la Generación del’37 se explaya sobre enormes espacios abiertos de los que se
habitar.
inconmensurable, abierto,
y misterioso a sus pies
solitario y taciturno
al crepúsculo nocturno,
No sólo en esta estrofa el desierto se presenta como tema central desde el título,
sino que el yo elige la personificación como recurso expresivo para darle mayor entidad.
poéticamente.
desierto tiene fronteras claras. Estarán delimitadas por un lado, como presenta el poema,
por los Andes (barrera insalvable, objetiva y geográfica); y al otro lado, como se verá
objetivo y claro que las montañas. De este modo, La Cautiva presenta (dirá Sarlo) los
escenario en el que sucederán los hechos, y a partir de allí asistimos a una historia de
desplazamientos. No sólo los espacios están claramente jerarquizados, sino que los
elementos presentes (agua, barro, sangre) dificultan el traslado de los personajes por el
territorio.
Los desplazamientos territoriales (episodio del toro, del inglés, del unitario)
dirá Kohan: “La sangre queda como cada elemento y cada episodio del relato, puesta
Kohan también plantea que la función del croquis en el relato es conocer los
corresponden con cierto tipo de personaje marginal (las “negras rebusconas de achuras”,
pero también desde el punto de vista de Echeverría, los propios federales). El despliegue
Se evidencia en estas obras literarias que la tensión entre la clase ilustrada que
representa la Generación del ‘37 y los actores de otros sectores políticos es insalvable.
El Matadero nos presenta, como dirán Sarlo y Altamirano, “dos mundos sin fisuras que
Conclusión
imponía una definición estética de la nueva escuela letrada. El desierto vino a cumplir
este rol doble. Primero generar desde las clases altas de las ciudades una estética propia
que permitiera difundir su mensaje y sentar las bases de cultura escrita; y segundo,
proponer una forma de habitar ese desierto que habían manufacturado en las imprentas.
Sin el “desierto” no solo serían impensables movimientos estéticos posteriores
sino que al día de hoy esta noción está arraigada en nuestra idiosincrasia. Una enorme
Generación del ‘37, tanto para afirmar como para denostar sus principios. Traemos a la
mesa dos hechos, por lo simbólico del ejemplo: hasta hace muy poco tiempo la moneda
de mayor valor en circulación tenía la imagen del General Roca y celebraba la llamada
“conquista del desierto”. Por otro lado, el ex ministro de educación Esteban Bullrich
cultura de las ciudades se imponía sobre los territorios más alejados del centro1. Es
decir, de un modo que iba en consonancia con las ideas de 1830. El desierto es una
frontera ya no física, pero sí cultural y simbólica. Tal fue su impacto, tal su pervivencia.
1
Ocurrió en Río Negro, durante la inauguración de un Hospital Escuela de Veterinaria.
https://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-309499-2016-09-16.html
Bibliografía
Kohan, M.(2006): Las fronteras de la muerte en Laera, A. y Kohan, M., (comp.) (2006),
Las brújulas del extraviado: para una lectura integral de Esteban Echeverría, Rosario,
Piglia, R.. (1980): “Notas sobre Facundo” en Punto de Vista, año 3, nro 8. (s/d).
Obras citadas
pp. 35-138
Librería de Mayo.