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TEORÍAS DEL

ENVEJECIMIENTO

Integrantes: Paula Avalos Torres


Marta Flores
Camila Rojas Alcayaga
Camila Rojas Fernández
Katherine Vega
Keren-Hapuc Veliz
Carrera: Fonoaudiología
Sección: 301
Docente: Alex Anacona
[Cite el origen aquí.]
Tabla de contenido
Introducción ............................................................................................................. 3
El envejecimiento .................................................................................................... 4
Teorías del envejecimiento ..................................................................................... 5
Teorías estocásticas ............................................................................................ 6
Teorías no estocásticas ....................................................................................... 6
I. Teoría de disfuncionamiento del sistema inmunológico: .................................. 7
Involución del Timo .............................................................................................. 8
Cambios en los niveles de linfocitos B ................................................................. 9
Descontrol oxidación en mayores ...................................................................... 10
Daños en el DNA de linfocitos ........................................................................... 10
Cambios en el sistema inmunitario con la edad ................................................. 11
¿Cómo prevenir el deterioro del sistema inmune en los mayores?.................... 12
II. Teoría del envejecimiento celular ................................................................... 13
Teorías que explican el envejecimiento celular .................................................. 13
III. Teoría de las modificaciones del sistema endocrino ................................... 16
Repercusión del envejecimiento sobre el sistema endocrino ............................. 16
Sistema nervioso central e hipotálamo .............................................................. 17
Secreción del GH en el anciano: Envejecimiento y somatopausia .................... 18
Función gonadal en el hombre: Andropausia y envejecimiento ......................... 18
Función adrenal cortical y envejecimiento ......................................................... 19
Metabolismo del calcio y del fosforo en el anciano ............................................ 19
IV. Teoría genética............................................................................................ 20
Factores determinantes ..................................................................................... 23
Conclusión............................................................................................................. 24
Bibliografía ............................................................................................................ 25
Introducción

La vida de una persona, en lo que llamamos el ciclo vital, podemos dividirlas en


etapas, en las que contamos con 8 en general, de la que va desde lo prenatal,
lactancia o infancia, niñez temprana, niñez media, adolescencia, adultez temprana,
adultez media y la adultez tardía.

Teniendo presente que ya desde el momento en que pasamos a la adultez, nuestro


propio cuerpo va teniendo cambios significados, que se van haciendo notorios con
el tiempo. Cuando hablamos de la adultez tardía, tenemos que tomar en cuenta que
esto se considera de los 65 años en adelante.

Esta etapa, es la última etapa de la vida, en el que se caracteriza por un declive


gradual del funcionamiento de los sistemas corporales. Algunos de ellos pueden ser
claramente los cambios físicos que se presentan, como por ejemplo su piel, va
perdiendo su elasticidad, suelen tener una piel más pálida, entre otros. Pero no solo
se encuentran lo que son cambios físicos, sino más bien encontramos un declive en
el aspecto sensorial, como la vista, oído, gusto y olfato. Además, de lo que serían
cambios psicomotores y cognitivos de la persona.

El envejecimiento es un proceso que no ocurre de forma repentina si no progresiva


y gradual, es una expresión de la totalidad del organismo y es diferente en cada
individuo, puede comenzar en cualquier órgano o sistema y afectar desde allí su
totalidad.

Bertrand Strehler propuso considerar al envejecimiento como un proceso deletéreo,


progresivo, intrínseco y universal que acontece con el tiempo en todo ser vivo como
expresivo de la interacción entre el programa genético del individuo y su medio
ambiente.
El envejecimiento

El envejecimiento es un proceso de manera progresiva y gradual; es una expresión


de la totalidad del organismo y es diferente en cada individuo; puede comenzar en
cualquier órgano o sistema y afectar desde allí a la totalidad. Bertrand Strehler
propuso considerar al envejecimiento como un proceso deletéreo, progresivo,
intrínseco y universal que acontece con el tiempo en todo ser vivo, como expresión
de la interacción entre el programa genético del individuo y su medio ambiente. Es
un proceso deletéreo, porque ocurren pérdidas en la función fisiológica; es
progresivo, porque las pérdidas son graduales; es intrínseco, porque las pérdidas
son propias y es universal, porque las pérdidas se producen en todos los miembros
de una especie, cuando llega la ocasión (Pulido, M.E.; 2003).

Cada individuo envejece de una forma distinta y en este proceso intervienen


diversos factores de carácter: hereditarios, de sexo, estilo de vida, y relaciones
afectivas, por tanto el envejecimiento es una especie de reacción en cadena en la
que un cambio adverso provoca otro. El envejecimiento es una expresión del estilo
de vida, de la actitud frente al mundo y frente a los demás, es decir es la expresión
final de los patrones de respuesta afectiva. La vejez es el resultado del
envejecimiento y está contemplado como una realidad que afecta a una parte de la
población, como una categoría independiente del resto de la sociedad, con un
conjunto de características propias y comunes entre los ancianos.

El proceso de envejecimiento incluye la percepción por parte del mismo individuo y


la sociedad que le rodea de los cambios físicos que tienen lugar en él y la reacción
subsiguiente a ésta tales como los cambios psicológicos que influyen en los
pensamientos, creencias, valores y comportamiento, que a su vez determinan el
desenvolvimiento de las personas en nuestra sociedad y las relaciones con otros
individuos de distintos grupos etarios.
Teorías del envejecimiento

Desde la antigüedad se ha tratado de explicar el por qué envejecemos y por qué


morimos, para lo cual se han buscado las causas que se producen en el organismo
a nivel biológico. Con el tiempo se han buscado diversas causas según el contexto
histórico-social en que se encontraba la humanidad y según lo que se creía que era
la muerte en medicina.

En el siglo XVI Paracelso, señala que el hombre es un “compuesto químico” y la


vejez resulta de una autointoxicación.

En el siglo XVIII otro de los discípulos de Galeno, G. Van Swieten, considera a la


vejez como una enfermedad incurable, y describe algunos de los cambios
anatómicos que tienen lugar en esta etapa. Posteriormente el racionalismo y el
mecanicismo conducen a la creación de una nueva escuela la iatrofísica. Borelli y
Baglivi introducen en la medicina las ideas de La Mettrie: el cuerpo es una máquina,
un conjunto de cilindros, de husos y de ruedas; y se retoman las ideas mecanicistas
sobre la vejez que dicen que el organismo se degrada como se gasta una máquina
cuando ha funcionado por mucho tiempo; y hasta el siglo XIX esta teoría fue muy
defendida. Para esta época la medicina tenía graves dificultades, las autopsias se
habían multiplicado y la anatomía había hecho grandes progresos, y gracias a ello
el estudio de la vejez resultaba favorecido (Di Giglio, G., 2002).

En Rusia Fischer, luego de separarse de Galeno, describió la involución senil de los


órganos de forma sistemática, y a comienzos del siglo XIX la medicina comenzaba
a avanzar gracias a los progresos de la fisiología y de todas las ciencias
experimentales; fue entonces cuando los estudios sobre la vejez se hicieron
precisos, y gracias a esto la geriatría comenzó a existir, aunque no como se conoce
hoy día, esto fue favorecido por la creación de hospicios en Francia donde se
reunían los ancianos, y por tal motivo se reunían hechos clínicos de las
características comunes de su comportamiento, y su actividad física. A medida que
la medicina puramente preventiva fue convirtiéndose en terapéutica logró aumentar
la calidad de vida y la longevidad; es de allí en adelante cuando la preocupación por
el anciano se hace mayor, ya que demográficamente su importancia aumentaba.

A principios del siglo XX Cazalis afirmó: “El hombre tiene la edad de sus arterias”,
señalando a la ateroesclerosis como factor determinante del envejecimiento. En ese
momento se trató de explicar que el envejecimiento proviene de una disminución
del metabolismo. Luego Nascher al que se le considera como el padre de la geriatría
que conjuntamente con la gerontología se permitió el estudio de la vejez, no en lo
referente a las patologías que con ella vienen, sino al proceso mismo del
envejecimiento (Di Giglio, G.,2002).

La gerontología se ha desarrollado en tres planos, el biológico, el psicológico y el


social, y en todos estos planos es como se debe explicar el envejecimiento ya que
como se dijo es un proceso que resulta de la interacción de todos estos aspectos,
en este sentido se discutirán las teorías físicas o biológicas del envejecimiento,
teorías psicológicas y las sociológicas.

Además de las teorías descritas anteriormente existe una tendencia en clasificarlas:

Teorías estocásticas que afirman que el proceso de envejecimiento es el


resultado de la suma de alteraciones que ocurren en forma aleatoria y se acumulan
a lo largo del tiempo e incluye la teoría de los radicales libres, teoría de desgaste,
teoría de entrecruzamiento.

Teorías no estocásticas que suponen que el envejecimiento estaría


predeterminado, incluye: teorías del marcapasos y teoría genética.
I. Teoría de disfuncionamiento del sistema inmunológico:

Durante el proceso natural de envejecimiento el sistema inmune se deteriora de


manera progresiva, al igual que los, oídos, músculos, huesos, etc. que conforman
el cuerpo humano.

Este proceso natural y fisiológico de envejecimiento, cuando se refiere al sistema


inmune, se conoce como Inmunosenescencia y se caracteriza por poner en riesgo
nuestra capacidad defensiva de generar anticuerpos, sobre todo frente a microbios
o incluso del reconocimiento de lo propio donde asienta el sistema inmune. Esto
explica que los adultos mayores tengan una mayor susceptibilidad a infecciones,
mayor incidencia de cánceres y de enfermedades de tipo autoinmune, como artritis,
diabetes, etc. e incluso de enfermedades degenerativas asociadas a componentes
inflamatorios severos como es el alzhéimer.

Entonces como definición de inmunosenescencia estableceremos que el declive del


sistema inmunitario es progresivo a partir de los 25 años a medida que avanzamos
en la edad. Esto produce un deterioro fisiológico de la función inmune y que
contribuye al aumento de la morbilidad y mortalidad en la tercera edad debido al
aumento en la incidencia de enfermedades infecciosas, canceres, enfermedades de
tipo autoinmune y degenerativo.

Esta teoría también descansa sobre la premisa de que con la edad, disminuye la
capacidad de este sistema a sintetizar anticuerpos en cantidades adecuadas,
además el sistema de defensa del cuerpo parece volverse contra sí mismo y atacar
algunas de sus partes, como si fueran invasores extranjeros.

El sistema produce anticuerpos contra proteínas normales del cuerpo, pudiendo


destruirlas, y ahí se producen las enfermedades autoinmune, como lo es la rigidez
articular, trastornos reumáticos entre otras formas de artritis.
Son muchas las causas de este deterioro pero entre ellas destacan la involución del
timo que es el órgano linfoide primario en donde maduran los linfocitos T, cambios
en los niveles de linfocitos B, falta de control de la oxidación, acortamiento de los
cromosomas, cambios en los niveles hormonales, entre otros.

Involución del Timo

El timo involuciona infiltrándose de grasa y con menos células útiles. Esto hace que
la participación en formación de linfocitos T este deteriorada. En concreto, las
células inmaduras ingresan en el timo proveniente de la médula ósea y en el mismo
maduran y se diferencian hasta convertirse e linfocitos T maduros y aptos para
intervenir en la defensa del individuo. Todo ello hace que durante el proceso de
maduración, los linfocitos inmaduros T adquieren los receptores antigénicos
específicos que ayudarán al reconocimiento del antígeno y activación de los
linfocitos T y aprenden a no atacar a los antígenos propios del individuo
(autoantígenos).

Los estudios anatómicos, señalan que el timo alcanza su máximo peso en la


madurez sexual, después de ésta se produce una reducción del tamaño del mismo,
presentando a los 50-60 años un 5-10% de su masa original. Esta progresiva
reducción del tamaño y peso del timo (involución) se debe principalmente a la
pérdida tanto de linfocitos T como de otros componentes celulares del mismo y se
debe al descenso de ciertas hormonas como el cortisol, la hormona de crecimiento
y melatonina.

Un trabajo realizado recientemente en Suecia (OCTO) describió en más de 100


individuos con edades entre 84 y 90 años, estudiados durante 4 años, una reducción
significativa en el número de linfocitos T. Se observó que existía una pobre
proliferación de las células T. Esto puede explicar cómo la mayor parte de las
enfermedades autoinmunes se presentan en la edad adulta, debido a que el timo
esta edades ya no es capaz de hacer que los linfocitos T maduren normalmente y
empiecen a reconocer como extraño al propio organismo.
Hay otros factores que pueden estar también implicados en el envejecimiento. Un
aspecto importante son los cambios en la respuesta inmune con la edad creciente.
Esta respuesta disminuida se ha demostrado más claramente con las células T, en
particular en la capacidad de estas células para proliferar en respuestas a estímulos
extraños, incluido antígenos específicos y anticuerpos celulares anti-T.

El deterioro del sistema inmune probablemente no explica todas las observaciones


del envejecimiento, aunque retardar el envejecimiento conduce a retardar los
cambios inmunes, incluidos la pérdida de celular T, funcionales.

Durante el proceso de maduración, los linfocitos inmaduros T adquieren los


receptores antigénicos específicos que ayudaran al reconocimiento del antígeno y
activación de los linfocitos T y aprenden a no atacar a los antígenos propios del
Individuo.

Hay estudios que indican que aquellos ancianos que retienen algo de función timica
poseen una mayor esperanza de vida, por lo cual aunque la involución timica parece
ser necesaria, es preferible que se mantengan ciertos niveles funcionales del
mismo.

Cambios en los niveles de linfocitos B

Otro de los cambios que afectan al sistema inmune con la edad es la disminución
del número de linfocitos B. Estas células son muy importantes en la defensa del
organismo ya que son las encargadas de producir anticuerpos. Como
consecuencia, la respuesta inmune de las personas ancianas se ve disminuida
frente a algunos microorganismos, como por ejemplo el virus de la gripe. Este
fenómeno explicaría que en los ancianos exista una mayor incidencia de esta
infección y un mayor riesgo de muerte. Por tanto, los principales cambios producidos
durante la Inmunosenescencia afectan a la inmunidad adquirida mediada por
linfocitos T y de linfocitos B y por tanto en de la producción de anticuerpos
producidos por éstos. Sin embargo la capacidad de destruir patógenos y células
cancerosas, no solo reside en las células T y B (inmunidad adquirida o específica),
sino que también en ello participan otras células inmunes como las células NK. O
células asesinas naturales, así como fagocitos (inmunidad innata, natural o
inespecífica). Estos elementos de defensa básicas del sistema inmune son
ancestrales y se han conservado a través de la evolución, incluso como dato de
interés en la mayoría de las personas mayores.

Descontrol oxidación en mayores

Es conocido como el envejecimiento implica un serio problema de desarreglo de la


oxidación metabólica de tal manera que los productos en forma de radicales libres
producen daños muy significativos en el sistema inmune. Lo que ocurre en los
mayores es que los mecanismos antioxidantes que en definitiva son los encargados
de neutralizar los radicales libres producidos, van deteriorándose con la edad. Esto
da lugar a una situación de estrés oxidativo muy perjudicial para la salud y el sistema
inmune.

Las células con mayor capacidad oxidante son los neutrófilos y macrófagos del
propio sistema inmune que en su lucha contra las bacterias precisamente producen
enormes cantidades de radicales libres. Son auténticas “bombas biológicas” que
actúan destruyendo los microbios malignos que nos atacan, pero lo que también
ocurre es que esos radicales libres actúan contra las mismas células inmunes como
si “explotase contra nuestro propio sistema inmune”.

Daños en el DNA de linfocitos

Otro aspecto que contribuye al deterioro del sistema inmune es el daño genético
que se produce en nuestro DNA con la edad. Puede ser por mutaciones
espontáneas en las células de nuestro organismo cuando somos mayores o bien
por acortamiento de los extremos de los cromosomas que conocemos
como “telómeros”.
Las células al dividirse para dar lugar a células hijas, fenómeno muy común en el
sistema inmune, van incorporando mutaciones genéticas cada vez más difíciles de
reparar o bien van transmitiendo un DNA dañado e incompleto debido a la pérdida
progresiva de sus telómeros, antes mencionados.
Cuando los telómeros se acortan por debajo de una longitud mínima, los linfocitos
no pueden seguir dividiéndose y dejan de formar nuevas células, produciéndose así
el envejecimiento del sistema inmune. Esto explica el hecho de que, por ejemplo,
las personas mayores tienen más dificultad que los jóvenes para cicatrizar las
heridas y para una defensa inmunológica adecuada.

Según estas teorías, nuestro sistema inmunológico destruye ciertas partes sanas
de nuestro cuerpo: “el sistema de defensa del cuerpo parece volverse contra sí
mismo y atacar algunas de sus partes, como si fueran invasores extranjeros. Puesto
que es probable que con el tiempo aparezca un cierto material imperfecto y que sea
tratado como una amenaza, aumenta en consecuencia el peligro para los tejidos
normales. Con el tiempo el sistema inmunológico se vuelve además menos eficaz
en su lucha contra la enfermedad; las personas de edad, en las que disminuyen los
mecanismos corporales de defensa, pueden, pues, sucumbir más fácilmente a las
enfermedades. Por añadidura, cabe que el sistema de defensa ya no sepa distinguir
entre las partes sanas del organismo y los invasores, y que se enfrente a las partes
sanas como si fueran aquellos. Aunque este debilitamiento del sistema
inmunológico puede explicar ciertas enfermedades fatales y algunas formas de
degeneración, no cabe admitir que lo justifique todo. Estas teorías aportan solo una
respuesta parcial al proceso del envejecimiento.

Cambios en el sistema inmunitario con la edad

El sistema inmunitario ayuda a proteger su cuerpo de sustancias extrañas o


dañinas. Algunos ejemplos son bacterias, virus, toxinas, células cancerígenas y la
sangre o tejidos de otra persona. El sistema inmunitario produce células y
anticuerpos que destruyen estas sustancias nocivas.
A medida que envejecemos el sistema inmunitario ya no trabaja tan bien. Pueden
presentarse los siguientes cambios al sistema inmunitario:
El sistema inmunitario se vuelve más lento para responder. Esto aumenta su
riesgo de enfermarse. Es posible que las vacunas antigripales u otras vacunas
no funcionen tan bien ni lo protejan durante el tiempo que se esperaba.
Se puede presentar una enfermedad auto inmunitaria se trata de una enfermedad
en el cual el sistema inmunitario ataca por error y destruye los tejidos del cuerpo-
Su cuerpo puede sanar más lentamente. Hay cantidad menor de células
inmunitarias en el cuerpo para lograr la sanación.

¿Cómo prevenir el deterioro del sistema inmune en los mayores?

A la luz de todos estos resultados, se hace evidente que el estudio y comprensión


de los factores implicados en el deterioro de la respuesta inmune, se plantean
nuevas estrategias a seguir que nos permitan modificar este proceso. Por el
momento no podemos modificar los factores genéticos, pero sí podemos intervenir
en los, factores ambientales, así como en el estilo de vida saludable.

La herencia genética y el estilo de vida pueden condicionar la forma y velocidad en


que envejecemos mediante alteraciones de nuestro sistema de defensa. Estas
alteraciones se traducen en mayor riesgo de padecer enfermedades en el anciano.
Los factores nutricionales son de gran importancia. Se ha descrito la importancia de
algunos micronutrientes como las vitaminas o el zinc en la alteración de la función
inmune. Se ha visto que la suplementación de la dieta con estos nutrientes
incrementa el número de células T así como la producción de anticuerpos por parte
de los linfocitos B. Otro inmuno-modulador nutricional importante lo constituye la
Lcarnitina y sus análogos que están principalmente contenidos en productos de
origen animal. Este micronutriente mejora la respuesta y la proliferación (división y
expansión) de los linfocitos, según se ha confirmado en diversos estudios.

Además es posible intervenir en la función inmune a través del uso de algunos


inmuno-moduladores farmacológicos o biológicos e incluso se sabe desde hace
mucho tiempo que la ingesta calórica juega un papel importante en el
envejecimiento. Una restricción prolonga la vida y evita enfermedades asociadas
con la edad como la deficiencia inmune. Estos resultados apuntan a que una dieta
equilibrada sin excesos mejorará la inmunidad y por tanto la esperanza de vida se
verá aumentada.
II. Teoría del envejecimiento celular

Propuesta por child y admite que el proceso del envejecimiento ocurre en


consecuencia de estar la carga eléctrica de los componentes celulares ligados de
modo particular a los iones negativo. Estas se enfocan en la importancia del ADN
celular y pretenden que el envejecimiento es el resultado de la muerte de un número
creciente de células en el cuerpo.

Como el ADN es una molécula responsable de diversos mecanismos moleculares


y bioquímicos a nivel metabólico y de división celular, toda perdida de información
o codificación deficiente de las células por defecto del ADN puede provocar la
muerte celular.

Esta teoría se basa en que las células tienen un número limitado de división e
inclusive aquellas de recambio rápido tienen un límite el cual encuentra programado
en el contenido genético de dicha célula.

Sin embargo, existen otras causas que explican la muerte celular no como
disminución de su ocurrencia si no como un aumento de su destrucción, como por
ejemplo aquellas que se basan en la acumulación de desechos en la célula y la
reducción de la tasa de oxidación celular (teoría de los radicales libres) que
provocan perdida de función y estos en cuanto más se acumulen más se acentúa
el proceso de degradación.

Teorías que explican el envejecimiento celular

Teoría del desgaste natural:


Establece que los animales envejecen porque sus sistemas vitales acumulan daños
por el desgaste o estrés de la vida y erosionan las actividades bioquímicas normales
que acontecen en células tejidos y órganos. Ya que, el desgaste natural molecular,
afecta directamente a las mitocondrias que son organelos que aportan energía para
todas las actividades celulares, si su nivel de producción de energía decae, el
funcionamiento también.
Teoría de la acumulación de productos de desecho :
Durante su vida en la célula sintetizan sustancias útiles para ella los que son
consumidos convirtiéndose en desechos, además con el intercambio con el
ambiente las células adquieren innumerable cantidad de toxinas y si se acumulan
en la célula más toxinas de las que puede eliminar, estas perjudican la actividad
normal.

Según esta teoría el funcionamiento normal quedaría debilitado por la acumulación


de subproductos inútiles emanados por nuestras funciones corporales

Teoría de la autointoxicación:
Propuesta por Metchhnikov que dice que la causa del envejecimiento del organismo
humano depende de los productos del metabolismo y de la putrefacción intestinal.

Teoría del envejecimiento natural:


Propuesta por Catele y Du Nouy la cual dice que todos los órganos tienen una ley
de crecimiento y otra de disminución de actividad, en la medida que el tiempo pasa.

Teoría del entrecruzamiento:


La teoría sugiere que el entrecruzamiento químico que ocurre entre proteínas,
lípidos y ADN, como resultado a la exposición a factores exógenos como ambiente
y dieta, producen cambios en las características físicas de sustancias como el
colágeno y la elastina, y con el tiempo los enlaces cruzados aumentan, los tejidos
se vuelven menos plegables y se retraen.

Teoría de errores en la síntesis de la proteína:


Fue propuesta por Schock y dice que el cúmulo de proteínas deficientes es
considerado la fuente más importante de deterioro de la capacidad fisiológica de las
células.
Bioquímica o de los radicales libres:

Esta fue propuesta por Harnan quien dice que la vejez es atribuida a los radicales
libres y a los peróxidos endógenos, por lo que la causa es más celular que tisular.
Se refiere a una reacción química compleja que se produce cuando ciertas
moléculas reaccionan con el oxígeno y se separan para formar elementos
sumamente reactivos, o radicales libres de oxígeno, los cuales son inestables y
altamente reactivos por lo que reaccionan con distintas moléculas, alterando la
composición de esta última y por consiguiente su función quedara defectuosa.

Esta teoría destaca que los radicales libres están involucrados tanto en la formación
de los pigmentos de la edad, como en la formación de entrecruzamiento en ciertas
moléculas y dañan el ADN y esto último puede llevar a la muerte por apoptosis
cuando los sistemas celulares reconocen el daño a este nivel molecular.

Como muestra de su efecto patológico sobre el ser humano se han implicado a los
radicales libres en la formación de las placas neuriticas características de la
demencia ALZHAIMER, en el paso de la síntesis pre- amiloide al cuerpo amiloideo,
así mismo hay evidencias experimentales que confirman que los radicales libres
dañan la función celular y que están relacionadas con las enfermedades más
comunes en el adulto mayor como la aterosclerosis, artritis, cataratas, disfunción
pulmonar, alteraciones neurológicas, depresión inmunológica, el cáncer, entre otras
enfermedades.

En la actualidad esta teoría ha sido ampliamente estudiada y aceptada y sigue


tratando de explicar en qué forma nuestros hábitos de vida influyen en nuestra salud
y la velocidad del envejecimiento, así como también se ha estudiado en qué medida
la administración de antioxidantes puede retrasar el proceso del envejecimiento.
III. Teoría de las modificaciones del sistema endocrino

El sistema endocrino es el encargado de la secreción de sustancias llamadas


hormonas, que funcionan como mensajeros y actúan sobre más células que tienen
receptores específicos para dicha sustancia en el cuerpo, con la finalidad de regular
muchas funciones orgánicas relacionadas con el metabolismo, reproducción y
síntesis de proteínas, función inmunitaria, desarrollo y conducta.
Esta teoría fue propuesta por Lorand y él señala que el agotamiento de las glándulas
sexuales es la principal causa del envejecimiento, en el caso de la mujer ocurre con
la llegada de la menopausia el cual ocurre con el debilitamiento de la función ovárica
a través de la caída de los niveles de estrógeno
La secreción hormonal se modifica a medida que envejecemos por ejemplo es el
debilitamiento de la función ovárica con la caída de los niveles de estrógeno en la
sangre y como consecuencia produce la menopausia.
No existen pruebas suficientes de que el sistema endocrino sea el origen de todos
los cambios relacionados con la edad, como también no está claro si sus efectos
sean por el proceso del envejecimiento

Repercusión del envejecimiento sobre el sistema endocrino

El envejecimiento produce cambios en la cantidad, composición celular y función


del tejido endocrino secretor que, globalmente, se caracterizan por una disminución
de la respuesta al estrés y por la activación de sistemas de regulación orientados a
compensar la pérdida de función como, por ejemplo, el mantenimiento de la función
gonadal mediante un aumento en la secreción de la hormona luteinizante (LH) y una
disminución en el metabolismo de la testosterona.

Anatómicamente se producen cambios comparables en todas las glándulas


endocrinas. Cada glándula disminuye de tamaño y desarrolla áreas de atrofia que
se acompañan de cambios vasculares y de fibrosis. Adicionalmente, muchas
glándulas muestran una tendencia a formar adenomas. Por el contrario, las
concentraciones circulantes de la mayor parte de hormonas no se alteran durante
el envejecimiento, aunque sí se ha descrito una disminución en su respuesta al
estrés. No obstante, se ha comunicado una disminución, con la edad, de las
concentraciones circulantes basales de la hormona estimulante del crecimiento
(GH), renina, aldosterona, triyodotironina y DHEA.

Sistema nervioso central e hipotálamo

El envejecimiento fisiológico de los ejes neuroendocrinos se caracteriza por una


alteración de los patrones de secreción hormonal, lo que se ha podido cuantificar
recientemente mediante el estudio de los perfiles secretorios hormonales de 24 h.
Por ejemplo, se ha observado una disminución de la amplitud de los pulsos
nocturnos de la LH y GH y una desaparición de los pulsos diurnos de GH en el perfil
secretorio del adulto mayor. Además, tienen lugar cambios, aún más sutiles, en los
sistemas de retroalimentación periférica dentro de ejes acoplados. Estas
alteraciones preceden a cualquier cambio en las concentraciones hormonales en
sangre, lo que realza el impacto de la edad sobre los mecanismos de control que
coordinan la secreción hormonal5. Se ha descrito, además, un fallo progresivo de la
glándula pineal que se manifiesta en un descenso gradual de los valores de
melatonina con la edad. Este descenso se ha considerado un marcador del
envejecimiento en el humano.

El envejecimiento se asocia también a alteraciones en las funciones hipotalámicas


de termorregulación, control de la presión arterial y de la sensación de sed. El
anciano presenta un mayor riesgo de desarrollar hipotermia, trastornos
hidroelectrolíticos e hipertensión arterial sistólica.
Secreción del GH en el anciano: Envejecimiento y somatopausia

Durante el envejecimiento normal se produce una disminución fisiológica de la


secreción de GH que comienza en la tercera década y alcanza una meseta
alrededor de los 60-70 años. Se ha estimado una reducción de su secreción y de
su vida media de un 14% y un 6% por década, respectivamente, entre los 21 y 71
años. La reducción de la secreción se produce a expensas, fundamentalmente, de
la amplitud de los pulsos de la GH, aunque algunos autores encuentran también
una disminución en su frecuencia. Por el contrario, no se han objetivado cambios
en el patrón circadiano de secreción de la GH con la senectud, que continúa siendo,
al igual que sucede en individuos jóvenes, 3 o 4 veces superior durante la noche
que durante el día.

Función gonadal en el hombre: Andropausia y envejecimiento

A diferencia de la mujer, la espermatogénesis y la fertilidad persisten en el hombre


hasta edades muy avanzadas de la vida, y el envejecimiento no se acompaña de
un descenso brusco de la secreción hormonal testicular. Por tanto, el equivalente
masculino de la menopausia, la denominada viro o andropausia, término introducido
para aglutinar aquellos síntomas característicos del envejecimiento que recuerdan
a los síntomas del hipogonadismo, no existe en el varón, al menos de la misma
forma que en la mujer. No obstante, tanto la función testicular endocrina (secreción
androgénica) como la exocrina (espermatogénesis) disminuyen lenta pero
progresivamente con la edad, aunque con una amplia variabilidad interindividual.

La testosterona desciende un 30% y la testosterona libre un 50% entre los 25 y 75


años, aunque la mayoría de los ancianos mantienen concentraciones de
testosterona dentro del amplio intervalo de la normalidad establecido en adultos
jóvenes.
Función adrenal cortical y envejecimiento

Con la edad, se produce una disminución tanto en la secreción de cortisol como en


su tasa de aclaramiento metabólico, de tal forma que las concentraciones basales,
el ritmo circadiano y su secreción urinaria permanecen inalterados en el anciano
Tampoco se han descrito cambios en las concentraciones séricas de la proteína
transportadora de cortisol.

Metabolismo del calcio y del fosforo en el anciano

El envejecimiento comporta un mayor riesgo de fracturas osteoporóticas,


determinado, principalmente, por una reducción gradual de la masa ósea con la
edad. La reducción de la masa ósea se debe a un desbalance entre la reabsorción
y la formación ósea. Con la edad, tiene lugar una disminución de la ingestión de
calcio y una reducción en su absorción. Este defecto abortivo es consecuencia de
un déficit de vitamina D. La etiología del déficit de vitamina D en el anciano es
multifactorial, participando déficit nutricional, una menor exposición solar, junto con
una disminución de la capacidad cutánea de sintetizar. Adicionalmente, se ha
demostrado una resistencia de la mucosa intestinal a la vitamina D y una
disminución del número de sus receptores.
IV. Teoría genética

Primero para empezar a describir que lo que es, debemos hacer la referencia de
que ésta es una división dentro de la categoría de las "Teorías no estocásticas" en
la cual plantean que el envejecimiento estaría predeterminado, a causa de un
proceso de desarrollo y diferenciación de los eventos codificados en el genoma. Es
ahí donde se dividen en dos teorías, la primera en la del marcapasos, y la segunda
en la genética. Las teorías genéticas son de especial interés, pues relacionan al
envejecimiento con la evolución. El enfoque genético afirma que el envejecimiento
está determinado por la expresión de los genes en su interacción con el entorno.

En el nivel celular se conoce el fenómeno apoptosis o muerte celular programada,


es llevado a cabo cuando las células realizan su función determinada y se dividen
en cantidades limitadas, cuando la degeneración de las células es mayor y ya se
encuentra envejecida, esta presentará la capacidad de programar su propia muerte.

La muerte celular tiene una gran implicancia hoy en día, es por eso que no podemos
dejar de mencionar a Zhang & Col. Ellos propusieron esta teoría en donde sus
estudios se basan en el envejecimiento In Vitro. Ellos plantearon que hay
desequilibrio durante el envejecimiento, ya que la mitosis disminuye y la apoptosis
aumenta. Por el contrario, cuando una persona se encuentra en la juventud, la
apoptosis regula la producción celular haciendo que no haya un aumento celular.

Según la reciente revisión de Zhang et, la apoptosis o muerte celular programada


(a menudo inducida por glucocorticoides, estrés oxidativo y déficit de energía
celular) ha sido implicada en la senescencia in vitro de fibroblastos, linfocitos T,
células epiteliales y endoteliales, y neuronas.
En relación con el envejecimiento en vivo, ya que aparecen nuevas neuronas en el
hipocampo de roedores, monos y sujetos humanos adultos 58-60 mientras que el
número de neuronas del hipocampo permanece aproximadamente constante a lo
largo de la vida, es probable que cierto número de neuronas mueran por apoptosis
en el hipocampo, así como en otras áreas del sistema nervioso.

No obstante, aún no se ha valorado la repercusión funcional de esta pérdida de


neuronas, y se acepta generalmente que el efecto más importante de la
senescencia neuronal es la pérdida de conexiones sinápticas. En contraste con la
escasa frecuencia de muerte apoptótica en las células que nunca se dividen en la
edad adulta o lo hacen muy raramente, la apoptosis es un mecanismo esencial para
evitar la acumulación de un exceso de células en las poblaciones celulares que
proliferan a menudo.

Aparentemente, si en los organismos viejos se observa un aumento del número de


células apoptóticas en los tejidos que preservan la mitosis, esto puede ser
beneficioso, pues al envejecer se acumulan células con lesiones genéticas, que
conviene eliminar para prevenir las neoplasias.

Los datos sugieren que, si la producción de nuevas células a través de la mitosis


normal equilibra la pérdida de células por apoptosis, la apoptosis tendrá un efecto
positivo, pues se eliminarán células lesionadas (que pueden dar lugar a tumores) y
el tejido continuará funcionando normalmente.

En cambio, si la apoptosis se desequilibra aumentando con la edad, un exceso de


actividad apoptótica no compensado por las mitosis, con la consiguiente
disminución de la población celular, tendrá un efecto negativo sobre el rendimiento
fisiológico.

Existen varias teorías genéticas, una de ellas es la programación genética


propuesta por Barriere esta dice que la vejez sería consecuencia de accidentes
genéticamente programados en las cadenas del ADN.

Estas teorías tratan de explicar, de qué forma las mutaciones pueden o no ser
benéficos para el envejecimiento reconociéndolas como el motor que impulsa la
evolución y la selección natural.

En la actualidad se propugnan 3 teorías genéticas y estocásticas.

Teoría de la regulación génica: se establece que cada especie posee un conjunto


de genes que aseguran el desarrollo y la reproducción; la duración de la fase de
reproducción depende de la capacidad de defensa del organismo ante
determinados factores adversos. De acuerdo con esta teoría, el envejecimiento es
el desequilibrio entre los diferentes factores que han permitido el mantenimiento de
la fase de reproducción.

Teoría de la diferenciación terminal: en esta teoría, el envejecimiento celular se


debe también a una serie de modificaciones de la expresión genética, pero que
comportan una diferenciación terminal de las células. Se hace especial hincapié en
los efectos adversos del metabolismo sobre la regulación genética.

Teoría de la inestabilidad del genoma: se pone de relieve la inestabilidad del


genoma como causa de envejecimiento, y pueden producirse modificaciones tanto
al nivel del DNA como afectando a la expresión de los genes sobre el RNA y
proteínas.

Estas teorías genéticas confieren al entorno celular el papel de ser el responsable


de todos los daños provocados al azar en el DNA.

Se ha mostrado un gran interés por los telómeros y proteínas asociadas, cuya


función es proteger a los cromosomas. Éstos se acortan en cada división celular y
eventualmente son demasiado cortos para permitir una nueva mitosis, lo que podría
conducir al fin de la capacidad mitótica o límite de Hayflick, pero existen células que
tienen enzimas llamadas telomerasas que previenen el acortamiento de los
telómeros y por ende aseguran una reproducción infinita de veces, aquí nos
referimos a las células cancerosas que son inmortales.
• Capilorospatía senil: esta teoría fue propuesta por Bastal y Dogliotti admite que
los capilares sanguíneos de la piel de los ancianos sufren una gran cantidad de
alteraciones degenerativas de la misma forma que el resto de los capilares del
cuerpo.

Factores determinantes

FACTORES INTRINSECOS (Barreras FACTORES EXTRINSECOS


biológicas) +
Longevidad familiar Ambientales (Tabaco,
contaminantes)
Mayor sobrevida en sexo femenino Estilo de vida (Sedentarismo, Dieta)
Progeria (síndrome de Gilgord – Hutchinson) Enfermedades asociadas
Similar edad causa muerte entre gemelos
monocigotos
Longevidad entre especies
Conclusión

Se dice que una sociedad envejece cuando se incrementa, proporcionalmente, el


número de ancianos el número de ancianos en relación con los otros grupos de
edad. Este se mide en función de dos velocidades, de cómo aumenta el número de
personas mayores y de cómo disminuye el número de jóvenes.

Esta problemática ha llegado hasta los países en desarrollo, ya que el número de


adultos mayores tiende a crecer a mayor velocidad que en estos países. Esto hace
que se presenten problemas médico-sociales de gran importancia. Y no solo en los
países que estén en desarrollo sino en cualquiera, además se genera problemas de
recursos monetarios.

Haciendo un análisis de esta situación en Chile, alrededor de los años 20 y 40 esta


población no superaba el 3,5%, en los 90 superó la cifra anterior con un 10%, en el
año 1992 Chile alcanza una cifra cercana que se da en los países desarrollados, de
1,56% anual.

Según el Instituto Nacional de Estadísticas, en el año 2017 los resultados


entregados reflejan que la población en Chile está envejeciendo aceleradamente,
ya que si bien sigue creciendo, cada vez lo hace de forma más lenta. Al respecto,
la directora del INE, Ximena Clark, destacó que si bien en el Censo de 1992 un 6,6%
de las personas tenía 65 y más años, en el Censo 2017 este grupo etario representó
el 11,4%.

Para el año 2025 se proyecta que el porcentaje de la población adulta mayor


alcance el 16%, con un número de individuos superior a los 3.000.000.
Bibliografía

Marín, H. (2002) Manual de geriatría y gerontología, Gacespañola.

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