Discurso del presidente Yoweri Museveni

Durante los festejos del 50º Aniversario de la Independencia de Uganda

Nosotros confesamos los pecados de idolatría y brujería que están proliferando en nuestra
tierra. Nosotros confesamos los pecados por derramamiento de sangre inocente, los
pecados de hipocresía política, la deshonestidad, la intriga y la traición.
Perdona los pecados de orgullo, el tribalismo y el sectarismo; pecados de pereza,
indiferencia e irresponsabilidad, los pecados de corrupción y el soborno que han
erosionado los recursos nacionales; pecados de inmoralidad sexual, la embriaguez y el
libertinaje; pecados de falta de perdón, la amargura, el odio y la venganza; pecados de
injusticia, opresión y explotación; pecados de rebelión, insubordinación, la lucha y el
conflicto.
Estos pecados y muchos otros han caracterizado a nuestro liderazgo pasado,
especialmente en los últimos 50 años de nuestra historia. Señor perdónanos y danos un
nuevo comienzo. Danos un corazón que te ame, que te tema y te busque. Aleja de nosotros
todos los pecados anteriores.
Oramos por la unidad nacional. Únenos como ugandeses y que eliminemos todas las
formas de conflicto, el sectarismo y el tribalismo. Ayúdanos a ver que todos somos tus
hijos, hijos de un mismo Padre. Ayúdanos a amar y respetar a los otros y apreciar la
unidad en la diversidad.
Oramos por la prosperidad y la transformación. Líbranos de la ignorancia, la pobreza y
la enfermedad. Como líderes, nos dé sabiduría para ayudar a conducir a nuestro pueblo
hacia la transformación política, social y económica.
Queremos dedicar esta nación para usted de modo que usted sea nuestro Dios y guía.
Queremos que Uganda, sea conocida como una nación que teme a Dios y como una nación
cuyos cimientos están firmemente arraigados en la rectitud y la justicia para que se
cumpla lo que dice la Biblia en el Salmo 33:12: “Bienaventurada la nación cuyo Dios
es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí”.