Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
PRESENTACIÓN
El principal obstáculo para la buena contratación de las obras públicas es el desconocimiento del papel
que juegan los distintos actores que intervienen en la concepción y realización de los proyectos, a saber:
el dueño de la obra, el diseñador, el constructor y el interventor.
Para definir las responsabilidades civiles se debe tener en cuenta quien estaba obligado según la ley y el
contrato, cuál era el objeto de su obligación y quien ha tomado de hecho la decisión que se ha traducido
en el daño.
Nuestro objetivo es identificar los problemas jurídicos que hemos detectado en la contratación de obras
públicas y tratar de contribuir a su solución
Los ingenieros pueden desempeñarse como diseñadores e interventores (consultores), están sujetos a las
reglas del mandato; y como constructores a las normas que disciplinan el contrato de obra material.
EL DUEÑO DE LA OBRA
El dueño o gestor del proyecto es la persona que encarga la construcción de un edificio o de una
estructura cualquiera a otra llamada constructor.
El dueño concibe la idea del proyecto de obra y tiene interés especial en tres aspectos: funcionalidad
desde el punto de vista de la necesidad que se quiere satisfacer o del servicio que se quiere prestar,
realización oportuna de la construcción y presupuesto para financiarla.
En las obras mayores la construcción es el resultado de una serie de contratos, cuya oportuna celebración
y correcta estructuración es responsabilidad exclusiva del dueño o gestor del proyecto.
El dueño es el gestor y director del proyecto desde su inicio hasta su terminación. En consecuencia, sus
funciones comprenden la estructuración del proyecto, la selección de los consultores y contratistas y la
vigilancia en la ejecución.
Los contratos deben ser preparados por asesores especializados o con su ayuda, y estar completamente
redactados con anterioridad a la apertura de las licitaciones, especialmente de la licitación para
construcción
Una vez el proyecto ha sido estructurado, el dueño debe seleccionar profesionales competentes para
ejecutarlo y celebrar los contratos mencionados. La competencia se juzga teniendo en cuenta los criterios
de experiencia en proyectos similares, credenciales académicos del equipo de especialistas, buen
desempeño pasado y capacidad económica suficiente.
NECESIDAD DE CONTAR CON ESTUDIOS Y DISEÑOS COMPLETOS
Diseños requeridos son todos aquellos estudios, cálculos y planos que resuelven de manera integral las
necesidades del proyecto, a saber: planos completos y lo suficientemente detallados para adelantar la
obra.
En pocas palabras, los diseños requeridos son los diseños listos para construcción. La regla anterior está
situada bajo el principio de economía que orienta la contratación estatal.
Los estudios y diseños requeridos para concebir una vía, son básicamente los siguientes:
1. Estudios
2. Diseños
REVISIÓN DE DISEÑOS
Si el interventor de estudios y diseños advierte algún tipo de problema en los diseños, debe comunicarlo
así al dueño del proyecto y determinará lo que sugiere completar, cambiar o ajustar en ellos.
Si el interventor de estudios y diseños advierte algún tipo de problema en los diseños, debe comunicarlo
así al dueño del proyecto y determinará lo que sugiere completar, cambiar o ajustar en ellos.
(i) Ajuste: es una modificación menor al diseño y que respeta los criterios del diseñador. Por
ejemplo, la rectificación de una medida.
(ii) Cambio: Es toda alteración de las especificaciones, métodos de construcción, materiales o del
uso para el cual fue proyectada la obra con respecto a lo que ha sido contemplado en el diseño.
(iii) Diseños adicionales: Son aquellos diseños no realizados por el diseñador original y que son
requeridos para com- pletar el proyecto
EL DISEÑADOR
El diseñador es el ingeniero que recibe de un cliente –el dueño o contratante– el encargo de elaborar el
proyecto de una obra. Su obligación consiste en entregar los diseños y los planos acompañados de las
especificaciones y la memoria técnica
El encargo del diseñador es el resultado de un proceso de revisión y consultas, que puede llegar a ser muy
complejo dependiendo dela importancia de la obra.
El diseñador se ejercita como profesional, porque aplica su ciencia: hace cálculos, traza planos, especifica
los materiales y sus cantidades, y estima el costo de llevarlo a efecto. Todo lo cual entrega al cliente bajo
el nombre de diseño o proyecto.
(i) Entregar los estudios y diseños finales para el proyecto que le ha sido contratado.
(ii) Hacer los estimativos de costos y presupuesto de la obra
(iii) Incorporar la información téc- nica pertinente del proyecto que ha ela- borado (estudios y
diseños) en las formas contractuales preparadas por la entidad contratante y que son
requisito para abrir la licitación
(iv) Resolver cualquier duda del dueño de la obra, del constructor o del interventor en relación
con el diseño entregado
El diseñador debe realizar los diseños conforme a las reglas del arte, pero él no garantiza que el diseño
será exitoso, salvo que acepte expresamente este nivel de compromiso en su contrato.
Se trata de una presunción que el diseñador puede desvirtuar acreditando que realizó su trabajo de manera
razonablemente cuidadosa y diligente obligación de medios (?)
El diseñador responde de la calidad del diseño, pero no del fracaso de la obra imputable a cambios
introducidos en los diseños que no le fueron consultados.
EL CONSTRUCTOR
Su obligación es ejecutar los planos y de él se espera que los entienda perfectamente; que aplique las
técnicas de construcción24 apropiadas y que deba conocer por razón de su oficio
Los eventos más frecuentes de entorpecimiento y ruptura del contrato de obra, particularmente de vías
públicas, son los siguientes:
– Aumento del precio de los materiales por causas imprevistas, ENTRE OTROS.
Para administrar los riesgos inherentes a los proyectos de construcción las partes deben conocer los
siguientes aspectos, y acordar en quien recae y en qué medida la obligación respectiva:
– Coordinación de contratistas.
Y porque siendo el contrato un acto de previsión, está vedado al contratante que se siente agraviado
plantear su reclamo bajo el régimen de la culpa aquiliana o extracontractual.
El constructor propiamente dicho se limita a construir según los diseños recibidos del cliente, el dueño del
proyecto. Construir es convertir los planos en una realidad material: la obra proyectada.
Al constructor le corresponde suministrar la mano de obra, proveer los materiales, los equipos y
herramientas, arreglar su transporte y emplear todos los medios necesarios para levantar la estructura en
la forma y tiempo estipulados.
Es el dueño de la obra quien garantiza al constructor la idoneidad de los diseños entregados. El diseño y
la construcción son actividades distintas y especializadas.
(i) Ejecutar el trabajo según los diseños, los pliegos de condiciones, las especificaciones de
construcción y los términos del contrato de obra.
(ii) Entregar la obra al dueño una vez terminada y en la oportunidad prevista en el contrato.
Junto con la obra terminada, el contratista debe entregar al dueño del proyecto los planos llamados
record y que reflejan lo verdaderamente construido con respecto a los planos originales.
RESPONSABILIDAD DEL CONSTRUCTOR
En el derecho colombiano la culpa del deudor es uno de los presupuestos de la responsabilidad civil.
Pero él puede desvirtuar la presunción y quedar libre demostrando un caso fortuito o que empleó el
debido cuidado en el cumplimiento de sus obligaciones35. ¿Cuál es el estándar del debido cuidado
que debe observar el deudor-constructor?
El constructor ve disminuida su autonomía por tener que observar estrictamente los planos en la
ejecución de los trabajos.
Los perjuicios comprenden: (i) el daño emergente (pérdida que proviene de no haberse cumplido, de
haberse cumplido imperfectamente, o de haberse retardado su cumplimiento); (ii) y el lucro cesante
(ganancia o provecho que deja de reportar al acreedor por las mismas causas).
La medida del daño es el costo para completar el trabajo de una manera razonable con la intervención
de otro contratista, más el valor de uso de las instalaciones debidas y no entregadas durante la demora
en ejecutarse o terminarse los trabajos.
La medida normal de los daños será el valor de uso de la construcción durante el tiempo de retardo y
generalmente estimado por su precio de arrendamiento. También, pérdida de negocios (lucro cesante)
que son efectos previsibles del incumplimiento del constructor.
c. Construcción defectuosa
El constructor hizo obras que no estaban previstas en los planos, o construyó de manera distinta a
como fue establecido en los diseños y especificaciones. El constructor responde cuando no ha
mediado autorización del dueño para realizar estos cambios.
La medida normal de los daños será el costo de remediar el daño, restableciendo la obra al estado y
condición exigidos por el contrato, y a un costo que debe ser estimado al tiempo de descubrirse el
defecto.
En los contratos de obra tiene importancia la reparación en especie, mediante reemplazo de las obras
defectuosas y corrección de los errores de construcción, para que los trabajos se conformen
satisfactoriamente a los diseños. Esto es lo que se conoce como costo de rectificación.
El constructor no responde del retardo en la ejecución debido a fuerza mayor ni por la falta de solidez
de la construcción por vicios de diseño que él no pudo advertir con mediana prudencia y diligencia
en razón de su experiencia. En principio, tampoco responde de la demora imputable a culpa del
dueño que le ha pedido u ordenado introducir alguna variación al plan durante la ejecución de los
trabajos.
El constructor tampoco responde de daños derivados del mal uso de las vías, como sucede cuando el
dueño las ha entregado al servicio antes de tiempo o las somete a una intensidad de tráfico no
prevista en los diseños.
El interventor es el agente o representante del dueño del proyecto durante la fase de construcción y
en el lugar de la obra, y su consultor o asesor técnico permanente en todos los aspectos que
conciernen a la ejecución de los planos por parte del constructor. Vela por la calidad de la obra y por
ello le corresponde verificar que la construcción se delante de conformidad con lo estipulado en el
contrato de obra, los reglamentos aplicables y los diseños y especificaciones del proyecto. También
sirve de mediador entre el dueño y el constructor.
Principio de la documentación escrita: Ninguna orden del interventor de una obra podrá darse
verbalmente.
Las decisiones del interventor comprometen al contratante de la obra, por aplicación de la regla del
derecho privado que define la representación en los negocios jurídicos: lo que una persona ejecuta en
nombre de otra, estando facultada por ella para representarla, produce respecto del representado
iguales efectos que si hubiera actuado él mismo.
C. Clases de interventoría
(iii) Ejercer el control de calidad de los materiales: corresponde al interventor verificar las fuentes de
suministro, inspeccionarlos y realizar ensayos de calidad mediante pruebas de laboratorio y por
muestreo, para establecer su conformidad con las especificaciones previstas en los diseños y en los
pliegos, y debe rechazarlos en caso contrario.
(iv) Medir cantidades de obra: el interventor se encarga de medir cantidades de obra. En los contratos
de obra a precios unitarios fijos la remuneración del constructor se determina por obra realmente
ejecutada. El interventor debe medir las cantidades de obra para ejercer el control del presupuesto,
determinar los pagos periódicos al constructor y efectuar la liquidación final del contrato.
(v) Hacer entrega final del proyecto: es función del interventor redactar los documentos formales de
entrega de la obra terminada al dueño, para lo cual debe redactar el informe de las actividades
realizadas por el constructor y por él mismo, presentar las cuentas de ejecución del presupuesto y la
comprobación del cumplimiento de los objetivos del proyecto, a plena satisfacción del dueño,
incluida la liquidación de los contratos de obra y consultoría.
Las obras útiles y duraderas conjugan tres factores: diseños idóneos y completos, construcción
ejecutada según los planos y especificaciones del proyecto y control de calidad de los procedimientos
constructivos y de los materiales empleados.
(i) El dueño de la obra contrata todos los diseños requeridos por el proyecto y sólo abre la licitación y
ordena la construcción cuando dispone de planos suficientemente detallados y completos para
construcción.
(ii) El diseñador elabora los estudios y los planos y los entrega completos y terminados al dueño del
proyecto, con especificación de los materiales que consumirá la obra y sus cantidades estimadas.
(iii) El constructor adelanta los trabajos con estricta sujeción a los planos y especificaciones recibidos
del dueño del proyecto y a lo dispuesto en el contrato de obra y en el pliego de condiciones. Resuelve
cualquier duda sobre los diseños acudiendo a la memoria técnica y en consultas con el interventor y
el diseñador original –a través del dueño–, de ser necesario.
(iv) El interventor hace respetar los parámetros de los diseños durante la construcción.
La realización del proyecto exige estrecha colaboración entre los actores y canales expeditos de
comunicación entre ellos.
Para poder determinar la responsabilidad civil hay que preguntarse a quién estaban asignadas las
obligaciones específicas cuya infracción dio lugar a los daños que presenta la edificación o la
estructura comprometida. A continuación, deberá indagarse quien tomó las decisiones.
Determinar la responsabilidad civil será tarea más o menos difícil, dependiendo de la claridad de los
contratos y la forma en que fueron definidas las tareas a cargo de los actores involucrados en el
proyecto: el contratante, el diseñador, el constructor y el interventor.
Como lo hemos dicho y repetido, no existe en Colombia una clara separación de tareas entre los
profesionales encargados del diseño, la construcción y su interventoría.
Al no estar delimitadas las tareas y obligaciones de los distintos actores, se presentan demoras en la
ejecución de los trabajos y surgen dificultades como resultado de decisiones que son tomadas y
labores que son adelantadas por personas a quienes no les fueron asignadas –o nunca debieron serles
asignadas– y que tampoco están calificadas para realizarlas. De ahí la gran dificultad de precisar al
responsable de errores y omisiones cuando fracasan las obras por problemas de diseño, construcción,
deficiente labor del interventor, o por unión de todos estos factores.
La contratación desordenada de las obras públicas vulnera el principio de confianza que rige entre los
miembros de un equipo de trabajo: cada profesional sólo responde por el trabajo que le ha sido
confiado dentro del campo de su formación académica, su educación práctica o su experiencia.
Sucede que el dueño entrega al constructor diseños incompletos preparados por un diseñador original
y dentro del objeto del contrato de obra éste queda obligado a revisar, verificar y complementar los
diseños recibidos. Esto significa que el contratista se convierte en co-diseñador en su doble calidad
de diseñador y de constructor. El diseñador original tiene así la excusa perfecta para enervar los
reclamos: él no realizó ni le fueron consultados los cambios introducidos a los planos, ni los diseños
complementarios.
Los contratos de consultoría en veces ordenan al interventor de obra revisar, complementar y aún lo
autorizan para modificar los diseños originales del proyecto. Esto obedece a que se abre la licitación
con diseños preliminares o incompletos y no lo suficientemente detallados para construcción.
La revisión de los diseños inexplicablemente se exige al interventor de obra inclusive cuando otro
interventor ha sido contratado al efecto: el interventor de estudios y diseños. Los inconvenientes son
evidentes: duplicidad de funciones y confusión de responsabilidades.
Es contrario a las buenas prácticas de contratación de obras que el dueño solicite al interventor de
obra elaborar los diseños complementarios requeridos. Siempre que el interventor tiene obligaciones
fundadas en consideraciones de orden público, incumple sus deberes legales cuando introduce
cambios al diseño o a las especificaciones –aún con la autorización del dueño– sin mediar la
aprobación del diseñador original del proyecto. El interventor debe oponerse a que el constructor sea
autorizado a complementar los diseños u ordenado a realizar obras no previstas por el diseñador
original.