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DIÓXIDO DE CARBONO

El dióxido de carbono cuya fórmula química es CO2 es un compuesto químico que se


encuentra mayormente en la atmósfera formando parte del ciclo del carbono que es vital
para la vida en la Tierra.
El dióxido de carbono fue identificado por primera vez por el químico y médico escocés
Joseph Black en el año 1750 y es un subproducto del metabolismo celular de todos los seres
vivos.
El dióxido de carbono es una molécula lineal compuesta de un átomo de carbono enlazado
con dos átomos de oxígeno: CO2.
El dióxido de carbono en la atmósfera tiene la función de mantener el calor de la atmósfera
evitando que la Tierra se congele. Este fenómeno se llama efecto invernadero.
El estado físico gaseoso es la forma más común del dióxido de carbono a pesar de existir
también en estados sólidos y líquidos:

 En estado gaseoso, el dióxido de carbono se encuentra en mayor cantidad en la


atmósfera a unos 20 a 25 grados Celsius.
 En estado sólido, el gas sólo puede cambiar de estado con temperaturas menores a
-78 grados Celsius llamándose hielo seco.
 En estado líquido, se aplica la ley de Henry que estipula que un gas puede ser disuelto
en el agua solo cuando la cantidad y la presión son directamente proporcional a aquel
que ejerce el gas sobre el líquido.
El dióxido de carbono en el ciclo del carbono
El dióxido de carbono (CO2) cumple un rol importante en el ciclo vital de las plantas y de los
animales que forma parte del ciclo del carbono.
Tanto los animales como las plantas convierten su alimento combinándolo con oxígeno para
generar energía para su crecimiento y actividades biológicas vitales como la respiración. En
el proceso de la respiración, el CO2 es liberado en la atmósfera.
El CO2 librado en la atmósfera es usado en la fotosíntesis de las plantas convirtiendo el CO2,
junto con el agua que absorben, en glucosa y oxígeno que son luego transformados en
alimento.
De esta manera, la respiración y la fotosíntesis son procesos contrarios pero
complementarios de la circulación del carbono en la Tierra.
MONÓXIDO DE CARBONO
El monóxido de carbono, también denominado óxido de carbono (II), gas carbonoso y
anhídrido carbonoso (los dos últimos cada vez más en desuso), cuya fórmula química es CO,
es un gas incoloro y altamente tóxico. Puede causar la muerte cuando se respira en niveles
elevados. Se produce por la combustión deficiente de sustancias como gas, gasolina,
queroseno, carbón, petróleo, tabaco o madera. Las chimeneas, las calderas, los calentadores
de agua o calefactores y los aparatos domésticos que queman combustible, como las estufas
u hornillas de la cocina o los calentadores a queroseno, también pueden producirlo si no
están funcionando bien. Los vehículos con el motor encendido también lo despiden.
También se puede encontrar en las atmósferas de las estrellas de carbono.
El monóxido de carbono fue descubierto por el químico francés De Lassone en 1776 mientras
calentaba óxido de zinc con coque. Erróneamente creyó que se trataba de hidrógeno porque
generaba una llama de color azul. Más tarde, en 1800, el químico inglés William Cruikshank
comprobó que dicho compuesto contenía carbono y oxígeno.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el monóxido de carbono fue usado en los motores de
los vehículos ya que escaseaba la gasolina. Se introducía carbón mineral o vegetal y el
monóxido de carbono generado por gasificación alimentaba al carburador. El CO también
fue usado como un método de exterminio (cámaras de gas) durante el Holocausto en los
campos de concentración.
La formación de CO antropogénico es generalmente el resultado de algunos de los siguientes
procesos:

 Combustión incompleta del carbono, de compuestos que los contengan: Este


proceso tiene lugar cuando el oxígeno disponible es inferior a la cantidad necesaria
para una combustión completa, de la que se desprende CO2
 Reacción a elevada temperatura entre el CO2 y materiales que contienen carbono:
Esta reacción tiene lugar con rapidez a las elevadas temperaturas comunes en
muchos mecanismos industriales. El CO desprendido de esta forma es beneficioso y
necesario en ciertas aplicaciones, como en los altos hornos, donde actúa como
agente reductor en la producción de hierro a partir de minerales de óxido de hierro.
No obstante, puede escapar cierta cantidad de CO a la atmósfera y actuar como
contaminante.
 Disociación del CO2 a temperaturas altas: En condiciones apropiadas, una reacción
en que se disponga del suficiente oxígeno como para completar la combustión,
todavía puede comportarse como fuente de CO. Ello se debe a la elevada
temperatura de disociación del CO2 en CO y O. Temperaturas superiores favorecen
la producción de CO y O. Por ejemplo, a una temperatura de 1745 ºC se produce una
disociación del CO2 del 1%, porcentaje que asciende al 5% a 1940 ºC.
METANO
Compuesto de Carbono e Hidrógeno, de fórmula CH4, cada uno de los átomos de hidrógeno
está unido al de carbono por medio de un enlace covalente. Es un hidrocarburo, el primer
miembro de la serie de los alcanos.
Cada uno de los átomos de hidrógeno está unido al carbono por medio de un enlace
covalente. Es una sustancia no polar que se presenta en forma de gas a temperaturas y
presiones ordinarias. Es incoloro, inodoro e insoluble en agua.
En la naturaleza se produce como producto final de la putrefacción anaeróbica de las
plantas. Este proceso natural se puede aprovechar para producir biogás. Muchos
microorganismos anaeróbicos lo generan utilizando el CO2 como aceptor final de
electrones.
El gas natural lo contiene en diversas proporciones según el yacimiento de donde es
extraído, desde el 83% al 97%. El gas natural comercializado es mayoritariamente metano
con algunos otro hidrocarburos añadidos en pequeña proporción, como propano, metano,
butano y algo de nitrógeno.3 En las minas de carbón se le llama grisú y es muy peligroso ya
que es fácilmente inflamable y explosivo. No obstante en las últimas décadas ha cobrado
importancia la explotación comercial del gas metano de carbón, como fuente de energía.
El metano es un gas de efecto invernadero relativamente potente que contribuye al
calentamiento global del planeta Tierra ya que tiene un potencial de calentamiento global
de 23.4 Esto significa que en una medida de tiempo de 100 años cada kg de CH4 calienta la
Tierra 23 veces más que la misma masa de CO2, sin embargo hay aproximadamente 220
veces más dióxido de carbono en la atmósfera de la Tierra que metano por lo que el metano
contribuye de manera menos importante al efecto invernadero.
El metano es utilizado en procesos químicos industriales y puede ser transportado como
líquido refrigerado (gas natural licuado, o GNL). Mientras que las fugas de un contenedor
refrigerado son inicialmente más pesadas que el aire debido a la alta densidad del gas frío,
a temperatura ambiente el gas es más ligero que el aire. Los gasoductos transportan grandes
cantidades de gas natural, del que el metano es el principal componente.
En la industria química, el metano es la materia prima elegida para la producción de
hidrógeno, metanol, ácido acético, anhidro acético. Cuando se emplea para producir
cualquiera de estos productos químicos, el metano se transforma primero en gas de síntesis,
una mezcla de monóxido de carbono e hidrógeno, mediante reformación por vapor. En este
proceso, el metano y el vapor de agua reaccionan con la ayuda de un catalizador de níquel
a altas temperaturas (700 -1.100 °C).
DIÓXIDO DE AZUFRE
El dióxido de azufre, u óxido de azufre (IV), es un óxido cuya fórmula molecular es SO2. Es
un gas incoloro con un característico olor asfixiante. Se trata de una sustancia reductora que,
con el tiempo, el contacto con el aire y la humedad, se convierte en trióxido de azufre. La
velocidad de esta reacción en condiciones normales es baja.
En agua se disuelve formando una disolución ácida. Puede ser concebido como el anhidruro
de un hipotético ácido sulfuroso (H2SO3). Esto —en analogía a lo que pasa con el ácido
carbónico— es inestable en disoluciones ácidas pero forma sales, los sulfitos y
hidrogenosulfitos.
El dióxido de azufre tiene propiedades desinfectantes, por ello fue utilizado durante siglos
en la desinfección por ejemplo de las cubas de vino quemando azufre en su interior. También
se utiliza en la industria alimentaria como conservante y antioxidante (E220) generalmente
de zumos, frutos secos, mermeladas, vino etc.
Es un intermedio en la fabricación del ácido sulfúrico. Por reacción con cloro produce cloruro
de sulfuril (SO2Cl2), un importante intermedio en la industria química. Si se hace reaccionar
con el cloro y compuestos orgánicos se pueden obtener en una reacción de clorosulfonación
directa, los clorosulfonatos como precursores de detergentes y otras sustancias. En estado
líquido es un buen disolvente. Es un reductor usado en la potabilización del agua, que
permite ayudar a eliminar metales pesados como el cromo hexavalente, mercurio y plomo.
El dióxido de azufre es el principal causante de la lluvia ácida ya que en la atmósfera es
transformado en ácido sulfúrico.
Es liberado en muchos procesos de combustión ya que los combustibles como el carbón, el
petróleo, el diésel o el gas natural contienen ciertas cantidades de compuestos azufrados.
Por estas razones se intenta eliminar estos compuestos antes de su combustión por ejemplo
mediante la hidrodesulfuración en los derivados del petróleo o con lavados del gas natural
haciéndolo más "dulce".
Si a pesar de estos esfuerzos aún se generan cantidades importantes del gas se pueden
aplicar lavados básicos p. ej. con leche de cal para retenerlo del aire de salida o
transformándolo conjuntamente con sulfhídrico en azufre elemental (proceso de Claus).
También los procesos metalúrgicos liberan ciertas cantidades de este gas debido a que se
emplean frecuentemente los metales en forma de sulfuros. En la naturaleza el dióxido de
azufre se encuentra sobre todo en las proximidades de los volcanes y las erupciones pueden
liberar cantidades importantes. Otros elementos que pueden ocasionar contaminación del
aire en las ciudades lo constituyen el monóxido de carbono, el dióxido de nitrógeno, el
ozono, el plomo y el sulfuro de hidrógeno.
CLOROFLUOROCARBONOS
Los clorofluorocarbonos (CFC) son derivados de los hidrocarburos saturados obtenidos
mediante la sustitución de átomos de hidrógeno por átomos de flúor y/o cloro
principalmente.
Los CFC son una familia de gases que se emplean en diversas aplicaciones, principalmente
en la industria de la refrigeración y de propelentes de aerosoles. Están también presentes
en aislantes térmicos. Los CFC tienen una gran persistencia en la atmósfera, de 50 a más o
menos 200 años. Con el paso del tiempo alcanzan la estratosfera, donde se disocian por
acción de la radiación ultravioleta, liberando el cloro y dando comienzo al proceso de
destrucción de la capa ozono. CFC es el nombre genérico de un grupo de compuestos que
contienen cloro, flúor y carbono, utilizados como agentes que producen frío y como gases
propulsores en los aerosoles. Sus múltiples aplicaciones, su volatilidad y su estabilidad
química provocan su acumulación en la alta atmósfera, donde su presencia, según algunos
científicos, es causante de la destrucción de la capa protectora de ozono.
Moléculas de CFC obtenidas por la sustitución de átomos de hidrógeno por átomos de flúor
o cloro
Actualmente se sabe que la aparición del agujero de ozono sobre la Antártida sureste, a
comienzos de la primavera austral, está relacionada con la fotoquímica de los CFC presentes
en diversos productos comerciales (freón, aerosoles, pinturas, etc.). De hecho, la prohibición
de la fabricación y distribución de este tipo de gases ha permitido a la Capa de Ozono
mostrar los primeros indicios de recuperación.
S e ha propuesto que el mecanismo a través del cual los CFC atacan la capa de ozono es una
reacción fotoquímica: al incidir la luz sobre la molécula de CFC, se libera un átomo de cloro
con un electrón libre, denominado radical cloro, muy reactivo y con gran afinidad por el
ozono, que rompe la molécula de este último. La reacción sería catalítica; la teoría propuesta
estima que un solo átomo de cloro destruiría hasta 100.000 moléculas de ozono. Algunos
alegan que CFC permanece durante más de cien años en las capas altas de la atmósfera,
donde se encuentra el ozono, pero esto es imposible dado que las moléculas de CFC tienen
un peso molecular que varía entre 121,1 y 137,51 mientras que la densidad de la atmósfera
es 29.01, por lo que las escasas moléculas de Freones que llegan hasta la estratósfera caen
en poco tiempo de regreso hacia tierra.
PARTÍCULAS EN SUSPENSIÓN
Las partículas en suspensión (total de partículas suspendidas: TPS) (o material particulado)
son una serie de diminutos cuerpos sólidos o de gotitas de líquidos dispersos en la
atmósfera. Son generadas a partir de alguna actividad antropogénica (causada por «el
hombre», como la quema de carbón para producir electricidad) o natural (como por ejemplo
la actividad volcánica).
Las partículas contaminantes no son idénticas física y químicamente, sino que más bien
están constituidas por una amplia variedad de tamaños, formas y composiciones químicas.
Algunas son nocivos para la salud, alteran las propiedades de la atmósfera ante la luz solar
o reducen la visibilidad.
El interés por las partículas atmosféricas se debe a dos causas importantes:

 Afección sobre el equilibrio de la radiación terrestre


 Efectos nocivos sobre la salud. Las partículas penetran en los pulmones, los bloquean
y evitan el paso del aire, lo que provoca efectos dañinos.
Las partículas gruesas empiezan su existencia como materia aún más gruesa, ya que se
originan básicamente por desintegración de fragmentos grandes de materia. Los
contaminantes materiales constituyen fuentes de partículas gruesas en el aire. Muchas de
las partículas grandes del polvo atmosférico, particularmente en áreas rurales, se originan
en el suelo o en rocas.
Aunque pocas de las partículas suspendidas en el aire son de forma exactamente esférica,
es conveniente y convencional considerar que todas ellas lo fueran. El diámetro mayor de
las partículas es su propiedad más importante. A partir de esta equivalencia a licencia
poética se denomina «PM-10» a las partículas de diámetros inferiores a 10 µm, y «PM-2,5»
a las de diámetros inferiores a 2,5 µm.
Cualitativamente las partículas individuales se clasifican como:

 Gruesas, las de diámetros superiores a 2,5 µm


 Finas, las de diámetros inferiores a 2,5 µm
Como ya se mencionó en la parte introductoria, el interés por las partículas atmosféricas se
debe a dos causas:

 Afectación del balance de la radiación terrestre


 Efectos nocivos sobre la salud. Las partículas penetran en los pulmones, los bloquean
y evitan el paso del aire, lo cual conlleva:
1. Deterioro de los sistemas respiratorio y cardiovascular
2. Daños al tejido pulmonar
3. Carcinogénesis

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