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ESTUDIANTES Y POLTTICA

EN AMERICA LATINA
E 1 proceso de
la reforma universitaria
(1918-1938)
por
JUAN CARLOS PORTANTIERO

siglo veintiuno editores, sa de cv


CERRO DEL AGUA 2"8. OELEGACION COYOAcJ.N, 04.110 MElOCO, D.F

siglo veintiuno de españa editores, sa


CfPL.AlA 5. MADRID 33, ESPAÑA

siglo veintiuno argentina editores, sa

siglo veintiuno de colombia, ltda


AV. 3.1. 17-13 PAlMEA PISO, BOGOTÁ, O.E COLOMBIA

1� SIGLO VEINTIUNO )l((J �s���

1
l. LA REFORMA UNIVERSITARIA: UNA MIRADA DESDE
EL PRESENTE

Hace sesenta años, los estudiantes de América Latina extendían por


todo el continente la insurgencia de la reforma universitaria. Esa
llama se encendió a comienzos de 1918 en la Argentina, pero no en
Buenos Aires sino en Córdoba, una ciudad atrapada entonces por
el espíritu colonial, casi sin industrias, carente de una poderosa clase
media moderna, adormecida desde hacía siglos por un pesado sopor
hispánico y clerical.
Desde allí franqueó sus límites, se extendió primero a todo el
país, asumió luego bríos americanos y se instaló, durante más de
una década, en todo el continente.
� La refonna universitaria representaba, aun sin que lo supieran
siempre con claridad sus ideólogos y sus dirigentes, bastante más
que un mero episodio estudiantil. La guerra europea y )a revolu­
ción rusa, la revolución mexicana en América, aparecen como el
telón de fondo que dará marco a los sucesos. Estos fenómenos estarán
presentes"en el auge de la reforma así como un lustro después de
sus días inaugurales, en el reflujo del movimiento, adquirirán un peso
particular el nuevo equilibrio capitalista y el ascenso del fascismo.
Pero no sólo estos factores genéricos deberán dar cuenta de los
acontecimientos. En la medida en que la reforma supone en su ori..
gen una intención de cambio social que va más allá de modificar
la ordenación de las casas de estudio, todo análisis que intente
acercarse a sus raíces deberá detenerse en el aislamiento de variables
más específicas para cada país, más particulares en cuanto indica­
doras del grado de desarrollo económico, social y político de las
distintas sociedades latinoamericanas.
Descontada la presencia de elementos comunes ---<¡ue son los que
penniten darle a la reforma su resonancia continental- no fueron
iguales las vicisitudes del movimiento en la Argentina, donde alcanzó
su plenitud como realización típicamente universitaria, que en el
Perú, donde devino partido político a través del APRA; que en Méxi­
co, donde sólo fue un capítulo dentro de una revolución nacional
o,finalmente, que en Cuba, donde permaneció a través del tiempo
como una fuer7.a revolucionaria latente que se expresará incluso

fl 3 J
14 JUAN CARLOS PORTANTIERO ESTUDIANTES Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA
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como un elemento importante en la organización del movimiento alzas y bajas ocasionales, especialmente dram'áticas en· el conu sur
. . . '
26 de julio. en un ennquec1m1ento cuantitativo y cualitativo de sus reivindica-
Varias décadas de política latinoamericana transcurrieron como ciones Y sus luchas- no es producto de una moda generacional
tributarias, en alguna forma, de ese movimiento: la reforma uni­ (aunque a menudo adopte formas de rebeldía caotizante)
sino un
versitaria fue, en efecto, la mayor escuela ideológica para los sectores resultado de· la contradicción entre oferta y demanda universitaria,
avanzados de la pequeña burguesía, el más frecuente espacio de re­ entre las oportunidades de educación superior y los requerimientos
clutamiento de las contraélites que enfrentaron a las oligarquías y de un sistema económicO que ofrece escasas perspectivas a] trabajo
de ella surgieron la mayoría de los líderes civiles latinoamericanos calificado.
y muchos de los partidos políticos. Esta crisis toca los fundamentos del sistema porque no tiene so­
Sin embargo, frente a las nuevas realidades que cruzan el con­ lución dentro de sus límites: sólo un modelo de desarrollo total­
tinente, retomar el tema de la reforma universitaria puede resultar mente diferente podría dar salida alos reclamos de un estrato social
un ejercicio arqueológico. El estudiante, como categoría social, ha cuya avanzada está constituida por los estudiantes pero que abarca
modificado rotundamente su perfil desde entonces, y la totalidad de al conjunto de los intelectuales y los técnicos.
las relaciones económicas, sociales, políticas y culturales de la Amé­ Esquemáticamente, la caracterización social del estudiantado ha
rica Latina también han sufrido modificaciones sustanciales. sido trazada de hecho en función de tres dimensiones:
En efecto, y aun parcelando a los múltiples temas de la reforma 1] destacando suorigén de clase;
en una sola de sus dimensiones, esto es, como orientación renovadora 2] tomando en cuenta las características particulares de
su trán­
para la organización de la enseñanza universitaria ¿cuál podría ser sito por la universidad, ir;tstitución en cuyo ámbito suelen producirse
su vigencia actual para encarar los gravísimos problemas de la valores ideológicos más avanzados que los que posee genéricamente
educación superior en el continente? la clase de origen;
La notoria crisis actual de la institución universitaria, expresión 3] vinculando la problemática del movimiento estudiantil con
de la crisis más global del capitalismo tardío-dependiente, de un la d� los intelectuales y técnicos en la sociedad capitalista, esto es,
sistema de dominación caracterizado por una combinación de mo­ considerando a los estudiantes como fuerza de trabajo intelectu
al
dernidad y de atraso que genera sucesivame:�te contradicciones cada en proceso de formación que habrá de insertarse de.- una manera
vez más agudas y más extendidas sobre el cuerpo social, no evoca particular en el mercado de traba jo.

hoy, pese a que las condiciones de represión sobre el movimiento La primera dimensión es la utilizada clásicamente como funda­
estudiantil sean en muchos lugares más duras que hace medio mento de las políticas que nacen con la reforma
universitaria y es
siglo, a los temas del 18. el sostén de la visión que los partidos comunistas han
. tenido y tienen
,
aun
La contradicción de fondo operante en la universidad latinoame­ del estudiantado. De acuerdo con ella los estudiantes expresan
ricana, que contribuye a modificar la figura social del estudiante a la pequeña burguesía y en tal medida, dentro del modelo de
y su comportamiento político potencial, al menos en los países de "revolución democrático-burguesa", se configuran como "aliados del
mayor desarrollo relativo del continente, es la que deriva de los proletariado" para una etapa de lucha democrática, antimperia]ista
desajustes entre la creciente masificación de la enseñanza superior Y antilatifundista. Por su edad, que los hace más sensibles
a las
(un fenómeno que coexiste con el genocidio cultural que se prac­ convocatorias del activismo político, los estudiantes aparecen como
tica en la escuela primaria) y las dificultades que enfrenta el sistema la vanguardia de la pequeña burguesía, como
su ala más radicalizada.
para dar a los estudiantes, una vez egresados, una vía de ascenso Su potencial alianza con el proletariado debe
procesarse a partir
social. de la reivindicación de intereses propios, sean ellos
de clase ("de­
Esta contradicción es estructural; cuestiona desde sus raíces la mocrático-burgueses") o de categoría: libre acceso a la enseñanza,
imagen pequeñoburguesa de la universidad como canal de promo­ aut?nomía académica, mayor presupuesto, modificac
iones en el con­
ción y con ello socava las bases de la percepción del estudiante como temdo de los planes de estudio, etcéte a.
r
sujeto privilegiado en relación con el resto de la juventud. La segunda dimensión coloca el) un segundo plano el origen
El descontento estudiantil --que se ha traducido, más allá de de clase Y el papel específico que los estudiantes
pueden desempeñar

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16 JUAN CARLOS PORTANTIER.O
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en el interior de una • institución particular como es la universidad. tiClpar de ella y recibir los óleos sagrados del conOCimiento que los
La importancia se desplaza al "papel de edad" del estudiante, que catapultaran rápidamente a lo largo de la estructura de clases. Hoy
Jo hace potencialmente apto para procesos de "descl�s�iento" a en día lo ·que está en crisis es precisamente esa función de asigna­

partir_ del microclima ideológico que se crea en 1� umvem a�, ba­ .
dora de recursos humanos calificados que tenía que cumplir la
sicamente concebida como un espacio de reclutamiento de m1htantes universidad: ya no forma sino una fuerza de trabajo cuya profe­
para tareas políticas externas. Es la visión ¡;>ropia de algu?os rupos sionalidad se desvaloriza en el marco de los actuales patrones de
.�
a la izquierda de la izquierda, que renunCian a la consutuc10n del ocupación del capitalismo dependiente.
estratO estudiantil como movimiento de masas. Este proceso ha sido ya exhaustivamente estudiado como soporte
La tercera dimensión, que es la que proponemos como eje para estructural (más allá de los condicionamientos éticos o ideológicos
una caracterización actual del estudiante latinoamericano, implica que el fenómeno sin duda posee) de la rebelión estudiantil en los
otro enfoque: el tema de los universitarios se u:-slada del cam�o países centrales que estalla a finales de los sesentas. Se trata de la

de lo "juvenil" (sea en su versión de "vanguardia de a ,pequ� na crisis de la imagen promociona] de la enseñanza ·que veía a cada uno
burguesía" o de "activismo socialista") a uno más : speCÍÍico refe� o � de los niveles de la instrucción como escalones de sucesivo ascenso.
a la conformación de los intelectuales como categona y a su relac10n social; del proceso de desvalorización del diploma como pasaporte
con el mercado de trabajo. de movilidad ascendente.
Esto no significa que deban ser dejados de lado otros condicio­ La masificación de la universidad implicó un triunfo en la demo­
nantes como el origen de clase, la edad o la sensibilidad de los cratización social impulsada por los movimientos reformistas . Pero
estudiantes a estímulos ideológicos, sino en todo caso la recuperación al crear una oferta de fuerza de trabajo calificada muy superior a la
de esas dimensiones en el interior de un plano más acotado: el que demanda del sistema productivo (y crecientemente ineficaz para
hace referencia al papel que cumplen los intelectuales a parti� de cumplir de manera adecuada con esas funciones dado el deterioro
cierto nivel del desarrollo capitalista (dependiente o no), al caracter de la enseñanza) planteó una contradicción que 'el capitalismo no
.
__J
que asume la ciencia y la técnica en ese p�oceso, a la v i� c� ación puede resolv.er.
de las funciones "intelectuales" y "manuales" con la diVISIOn so­ Los países más ricos intentan controlarla transformando a las
cial del tra�ajo y a la posibilidad de politizar el papel de los universidades en enormes "playas dy estacionamient?" donde se
especialistas desde el interior de las instituciones que los parcelan confina por años a millares de jóvenes subvencionándolos para evitar
_
_

del resto de los trabajadore�. su ingreso al mercado de trabajo. Pero se trata sólo de un paliativo
En este sentido las contradicciones entre el estudiantado Y el que no corrige las bases de la crisis. El problema de fondo es que
sistema se separan de las del modelo clásico. La combativida de � cuando la enseñá.nza superior es una opción abierta a centenares de
Jos estudiantes en las situaciones tipicas durante la reforma umver· miles de personas la estructura centralizada de la universidad se
sitaria expresaba una respuesta democrática frente al régim�n de torna ya insuficiente para proveer a su adiestramiento. ·La idea
clausura política impuesto por el orden oligárquico. Los estud1";fltes de una "universidad de masas" implica una cüntradicción en sus tér­
pujaban entonces por la apertura de esas co�puertas e�. la umver­ minos. La universidad es una institución concebida como coto cerrado,
sidad y, por extensión, en el conjunto de un s1stema poht1co cerrado destinada a seleccionar élites; una máquina de segregación y no de in­
a la participación. . . . tegración. Cuando las presiones sociales democratizantes le hacen
Las nuevas contradicciones que están detrás de las mov1hzac10nes perder ese carácter, forzosamente degrada su condición: salvo casos
estudiantiles contemporáneas suponen un cambio, no siempre e�plí­ excepcionales no existen recursos financieros suficient('s como para ase·
cito en el eje de contestación. Mientras que en la reforma umver­ gurar la infraestructura que requiere en.trenar en todas las técnicas a
;
sita ia el problema estaba planteado en t?rno a las oportunid es "? un ah:.mnado que se cuenta en algunos casos por centenas de miles.
. _
de participación, ahora el problema se ongma e� la cns1� de func1Ón Es obvio que este problema ·se� agrava hasta la catástrofe en lo�
por la que atraviesa la universidad. Los reformistas no impugnaban países capitalistas dependientes de desarrollo económico relath·omente
la que cumplía la universidad acomodando los recursos
función bajo. En el estadio social actual la ensetianza superior destinoda a
humanos en el sistema ocupacional; simplemente pugnaban por par- la producción masiva de técnicos sólo podría encararse racionalmente
JUAN CARLOS PORTANTlliRO
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ingenieros
como un momento combinado con la producción: los en la. escuela . primaria aumentan progresivamente, la cant"d I ad de
los agróno mos en las granja s, los . .
deberían estudiar en las fábricas, estud. !antes umvers1tanos, a mediados de la década del sesenta, supe·
proces o supon e una transfo rma­ .. .
médicos en los hospitales. Pero este raba los md1ces de Inglaterra, Francia y Aleman1"a. En 1 a Argentma ·
patible con el capita lismo.
ción de la división social del trabajo incom ..
habm entonces 95 universitarios por cada 10 000 habitantes, en tanto
que
La umversidad masificada no puede sino generar tensiones la proporción en los tres países citados era, respectivamente, de
cada vez
al capitalismo le resulta muy costoso superar y que son 65, 79 y 82.
más agudas.. Tensiones con los estudiantes: hijos de la clase media Esta polarización entre un sector que no recibe virtualmente nin�
que buscan ascenso social por vía del conocimiento especializado guna instrucción v otro que lleaa o:::. a la enseñanza med'ta y supenor ·

..
y se encuentran con que dicho conocimiento no les puede ser brin tiene una relac10n directa con la naturaleza de loS mercados de
• . ,· •

dado por las deficientes condiciones materia les en que se desarro lla . ,
trabaJO en los paises capitalistas tardío-dependientes.
el aprendizaje, y con que el ascenso social y económ
ico se ve
trabado por la feroz competencia en el mercad o que desvalo riza La escolarización de masas no es en ellos una demanda de ststema
. 1 ·
economico por cuanto éste no requiere abundancia de mano de

el diploma y va desdibujandó, en sus años de estudian te, la percep­ . .


ción positiva de su futuro papel profesional, Tensiones
también obra cal1f!Cada. Esto, que es una verdad cas1· abso uta para as
. . 1 1
ores del tí­ funciones ocupaciOnales en e] sector prin1ar10' , se relat¡"v1za en Cierta ·

con los técnicos e intelectuales ya egresados que, poseed .



·

da por el med:da para las tareas f� riles, aun cuando tampoco en ellas los re­
tulo, además de enfrentarse con la competencia genera . .
quenmientos de mstruccmn suelen ir más allá de los elementa ¡ es
los cono­
exceso de oferta, chocan con la divergencia existente entre . e po�een 1os semta
tareas concre tas que deberá n realiza r si �u .
· uabetos y. para las tareas concretas� las grande!'
cimientos adquiridos y las mdustnas prefieren adiestrar a su mano de obra en 1as mismas •

s no son
encuentran trabajo en su profesi ón. Estas caract erística
1
·

es. Una situa­ p antas.


patrimonio exclusivo de los países capital istas central
ien­ Par� otras f�nciones, en catnbio, como las del comercio 0 la admi­
ción similar tiene lugar en sociedades capitalistas tardío-depend .
mstraciOn , pubhca,
.. es impresc;indible un adiestramiento superior al
merica nas, en las que se han
tes, como la mayoría de las latinoa que ofrece la enseñanza pritnaria La razón de esto, que ocas10na
nado
·

operado procesos de modernización típicos del desarr ollo combi


1 . ·

de rasgos un ago pam1ento de postulantes en la escuela secundaria no es


caracterizados por la coexistencia, en una única estructura, tant? la_ a�undancia de posiciones ocupacionales para la� clases
de atraso coñ pautas propias del "progreso" capitalista. medms smo su escasez, que hace cada vez más dura la competencia.
ta
De tal modo países en los que no sólo no decrece sino que aumen Aquellos que desean mantener o acrecentar su estatus deben embo­
en cifras absolutas el número de analfabetos o semianalfabetos viven t�llarse en los _colegios : cundarios. Poco a poco, los diplomas obte­
r
el mismo proceso de masificación de la matrícula media y superio c;
mdos en e mvel tamb1en se desvalorizan en el mercado de trabajo
desarro lladas. Mientr as en ��
por el que atraviesan las naciones más Y 1 presmn de las clases medias irrumpe entonces sobre la uni­
e
Europa y los Estados Unidos se llegó a la congestión en la cúspid �
versidad, que se masifica testimoniando en ese nivel lo paradójico
extens ión ·p rogres iva
del sistema educativo tras un proceso secular de del desarrollo combinado. Genocidio cultural v universidad de masas·
dientes
de la educación en sus diversos grados, en los países depen exc�so y escasez simultáneos de mano de ob� calificada: estructur�
de los umbra les
latinoamericanos conviven la exclusión sistemática des1�ual de la deman�a ocupacional que hace que para muchas
instruc ción
educativos mínimos con la inflación de demanda de .
funcmnes sea ·tnnecesana la instruccjón primaria y para gran can­
tiva
en la enseñanza media y superior. Mientras la estructura educa _tidad de otras sea insuficiente.
r en la escuela a la totalid ad de la
latinoamericana no logró integra
la enseña nza media y superio r . Para l�s clasc:s medias, principales clientes del sistema educa­
población más joven, ha desarrollado
hasta el punto de dar instrucción en esos niveles a porcent ajes de la : Ivo, esa mseg�;tdad en Jas p_:rspectiva? �e promoción que se suma
la degradacmn de la ensenanza rectbtda, cuestiona por primera
población eh edad de cursarlas que son comparables con los de los vez a fondo y P Or causas objetivas los cimientos de la estructura
países europeos. Esa falta de homogeneización educativa resulta .
edu�acmnal, poméndolas .
en disponibilidad para una crítica total
transparente en algunas sociedades latinoamericanas como la Argen­ :1 Sistema. La universidad masificada hace explotar en los estudian­
tina: mientras el número de analfabetos y el monto de deserciones es un descontento cada vez menos corporativo. El perfil social del

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obrera, el puente corrla en un solo sentido. Preocupados por los


estudiante universitario se modifica para transformarse, junto co� problemas sociales, los estudiantes reformistas terminaban por pos­
Jos intelectuales y Jos técnicos, en una fuerza objetivament� antl­ tularie, de hecho, como dirigentes de los trabajadores.
. capitalista a partir de la crisis específic� a que e�tá sometida su Más allá del papel que la universidad y sus actores cumplen en
función' considerado como una mercane1a desvalorizada. el mercado político, significativo en un continente como América
Esto no significa que se hayan transformado en proletarios ni que Latina periódicamente arrasado por los despotismos, se hace necesa�io
_
estén en vías de llega� a serlo. Su función continúa siendo a�b.t��a analizar otra dimensión, siempre descuidada: la que vincula a la
en tanto no dejan de ser un producto privilegia�� de la d!VlS��n universidad con el sistema económico.
social del trabajo. En las nuevas condiciones, la cnsts de su funcmn Es un hecho que en la ideología y la práctica de la reforma ese
es sobre todo crisis del nivel de aspiraciones del que habían arran­ aspecto fue secundario. Sólo el "desarrollismo" de los años cincuen­
cado y, en lo objetivo, contradicción e�tre su fonnación profesi?nal tas intentó ajustar la educación superior a las pautas (a veces más
_
y la capacidad del sistema para uuhzarla. E_stos datos exphcan ideales que reales) del crecimiento capitalista, mediante la inserción
estructuralmente la disponibilidad de los estud1antes para la con­ de carreras "modernas" y los intentos por tornar a los estudios en
testación, pero no g-arantizan su transformación en fue:r:a re�olu� más técnicos y menos humanistas en el sentido clásico.
cionaria. Lo nuevo que los mismos indican, es que su ahne.a�1ento Si la reforma universitaria expresaba los anhelos de las capas
revolucionario ya no tiene por qué estar ligado a su condiCt?n de medias por acceder a los mecanismos. de ascenso social contenidos
"hijos rebeldes de la pequeña burguesía" capaces de orgamza� Y en el pasaje por los estudios superiores, el "cientificismo" intentó,
,
dinamizar un movimiento de masas Hdemocrático" o a su conve.rston además, hacer coherente ese proceso con los requerimientos del sis­
individual en cuadros 0 militantes de los partidos revolucionarios. Es tema productivo. La universidad buscaba así integrarse al nuevo
a partir de su propia función de fuerza de trabajo i�telectual �n modelo de acumulación proporcionando recursos humanos aptos
proceso de formaci�n que pueden encontrar ahora la v¡a del socm- para las exigencias del desarrollo capitalista. Si la universidad de
lismo. . la reforma había sido la universidad de la pequeña burguesía, la
El estudiante actual, producto de una crisis social muy d1·ferente del cientificismo debía ser la de las "nuevas capas medias".
de la que catapultó al movimiento del 18, vive por ello en el cen­ Pero ese desarrollo económico se caracterizaba por el predominio
tro de nuevas contradicciones estructurales que colo�an �as .bases de la gran empresa monopólica y por una acentuación de la depen­
para una superación de los temas del reformismo untversttano no denCia, no tanto ya cOmercial sino tecnológica. El supuesto era que
sólo a partir del agotamiento del liberalismo cultural como res�uesta ese desarrollo iba a requerir rápidamente un tipo de fuerza de tra­
ideológica global, sino de su incapacidad para resolver los dJlemas bajo calificada que la universidad academicista no podía abastecer.
reales que se plantean actualmente. Esto se cumplió sólo parcialmente, marcando un aspecto de la
. La ideología de la reforma no pudo llevar, en lo� hechos, la crisis del cientificismo como proyecto. El capitalismo dependiente
crítica de la universidad mucho más allá del reclamo de una ma�or generó nuevas funciones sobre todo en el área de servicios comple­
democratización interna y de autonomía frente al estado. Concebtda mentarios al crecimiento industrial, pero mucho menos en el sector
como platafonna "estudiantil' ' o ·aun "juvenil", por más que desde ! productivo. La imagen del científico neutral frente a la realidad
allí planteara "ir hacia el pueblo"
. la universidad que. la reforma

1
social, dedicado en laboratorios universitarios modernamente equi­
podía auspiciar se limitaba a �er una i:i:la der_n?cr�tica" en la q':e pados a efectuar investigaciones de base que los técnicos, también
las clases medias, alejadas del poder pohuco, re1vmd1caban su prop1a · egresados de la nueva universidad. aplicarían luego en el plano de
esfera de poder. la producción, no pasó de ser ull sueño tecnocrático. El capitalismo
Desde ese círculo de soberanía parcial, los ��órico: de . la . "�ueva¡ dependiente no repite en su desarrollo las pautas de funcionamiento
.
generación" abrían la posibilidad de la "extenston un1versttana , d � l del modelo original, sobre todo cuando la forma principal de la
acercamiento al pueblo. Pero en ese "acercamiento", además del f :
Jantropismo propio de la ideología de la époc;a, operaba ot�o facto �J explptación imperialista es la dependencia tecnológica. Así, si la uni­
versidad abría nuevas carreras e intentaba proponer al mercado
en la medida en que la ligazón entre estudmnte': Y . tra?apdores . .i• nuevas profesiones, éste no las absorbía.
realiza1::Sa en medio de la ausencia de una autentica tntervenclO
J VAN CARLOS PORTANTIERO
ESTUDIANTES Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA 23

Se mantenía una constante en la relación entre universidad y


calificación cultural necesaria para el desempeño de tareas en el
mercado de trabajo. Desde la reforma, la universidad fue un re­
sector terciario; gueto político para los hijos de las clases medias,
ducto político de las clases medias, desalojadas del poder � ajenas
cuya supervivencia institucional aparece como casi superflua para
a la conducción de la economía. Jamás estuvo realmente ligada al
el capitalismo, sólo comienza a conmoverse en sus cimientos cuando
aparato productivo, a las necesidades del desarrollo ca�ital�sta.
--eomo resultado de la presión democratizante a favor de la "igual­
Este carácter predominantemente político de la umvers1dad re­
dad de oportunidades"- se llega a un punto tal de masificación
formista (en el sentido de canal para la vocación hegemónica de las
que hace que la enseñanza se deteriore, el diploma se desvalorice, el
clases medias) y poco instrumental para los objetivos del desarrollo
mito del profesional independiente se quiebre y, por lo tanto, la
capitalista, alentó paradójicamente las posibilidades de autonomía de imagen de la universidad como canal de ascenso social se revele
_
la univerSidad, en tanto su suerte era indiferente al Sistema eco­
como un engaño. Cuando la presión del conjunto de egresados de la
nómico ya que se mostraba incapaz de abastecerlo de los recursos
. escuela media hace altamente costoso mantener una política limita­
humanos que necesitaba. Considerada por las clases dommantes como
tiva en los ingresos, nacen las bases materiales para una nueva etapa
un mero espacio político extraño al desarrollo de las fuerzas pro­ de crisis, que es la que estamos atravesando. Nuevas contradicciones
ductivas, la universidad, salvo en los momentos de crisis social grave, se generan y los viejos n1oldes han de aparecer como insuficientes
no veía cuestionada su autonomía.
para controlarlas.
Resulta importante marcar estas características, para no perder
Quien logra superar las vallas de la escuela primaria y secundaria
de vista la doble determinación que actúa sobre el desajuste entre
para llegar finalmente a la universidad acepta tácitamente que ha
la oferta unive�sitaria y las demandas del sistema productivo. Si por
logrado insertarse como privilegiado en la división social del tra­
u� lado es cierto que este último no es capaz de ofrecer a la masa
bajo: que ha penetrado en una maquinaria de segregación que le
de egresados el suficiente número de oportunidades de ocupación, lo
abre esper�nzas de movilidad. La expectativa del universitario es
es también el hecho de que los diplomados no están calificados profe­ ingresar al mundo del consumo en condiciones sustancialmente más
sionalmente para asumir las oportunidades propuestas por las dis­
ventajosas que las de los trabajadores. Más allá de los individuos
tancias entre los conocimientos. que la universidad brinda y las
y de sus orientaciones, la oiganización sc:ial capitalista al escindir
necesidades reales del desarrollo capitalista. . de la
la actividad de los hombres, al separar 'taJantemente la leona
La plétora de egresados y la consecuente subutilización de ?r�­ práctica, al distanciar el mundo de la cultur:> del mundo de la pro­
fesionales que caracteriza la crisis prescrlte obedece tanto a las hr�u­ ducción, impone de hecho a los estudiantes los privilegios del man­
taciones, lentitud y dependencia tecnológica con que crece la In­ darinato. Éste es .el nivel de aspiraciones del que parten, como ca­
dustria (lsto es, a insuficiencias de la demanda generada por el tegoría, los estudiantes, imposible de ser satis�ech?, cuando �na es­
sistema económico) cuanto a la presencia de una presi?n excesiva .
tructura concebida como reducto de �'los meJores se mastftca. La
de demandas sociales y políticas de las clases medias que ingresan masificación opera sobre dos niveles. Dentro de la universidad, la
a la universidad sin preocuparse demasiado por el ajuste entre la educación impartida se deteriora: carencia de aulas, de edificios ade­
oferta educativa que se brinda y los requerimientos del mercado. Se
cÚados, de laboratorios, de docentes, de bibliotecas en relación con
trata de una contradicción, ciertamente, pero de una contradicción
el número de estudiantes. Esta disparidad a menudo dramática entre
muy difícil de superar, porque paree� estar inscrit� en la l?gica
. los requerimientos del estudio y las condicione: materiales e� qu� el
del comportamiento de las clases medtas latmoamertcanas qmenes, .
mismo se efectúa, provoca un incremento senstble de las reivtndJca­
relegadas del poder, tendieron a construir en la universidad refor­
ciones mínimas, gestado a través de contradicciones específicas a que
mista un espacio de autoafinnación social y política. Antes de la
masificación universitaria esta contradicción era controlable; ahora se ve sometido el papel de estudiante y no de grandes propuestas
ya es explosiva y se suma a las otras tensiones que acumula sobre ideológicas. Pero hay otro nivel.sobre el que opera la masificación y
la sociedad el desarrollo combinado. es el del egresado. Éste es, quizá el más importante porque perm1. te
a las propuestas revolucioparias sacar el problema estudiantil del gueto
Esta universidad anacrónica, separada de la producción, genera­
corporativo y combatir los peligros de un sindicalismo universitario
dora de' profesiones liberales o simplemente proveedora de ci<'rla
que se agote en reclamar la pérdida de privilegios estamentales.
24 JU�N CARLOS PORTANTIERO BSTUDIA�TES Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA 25

La situación del egresado en el mercado de trabajo se proyecta universitario, los estudiantes se convierten -en masa disponible para
sobre el estudiante como una prefiguración de su destino inmedia­ la protesta anticapitalista y en el destacamento de avanzada de la
to, cada vez menos ligado a la posibilidad de áscender como "pro­ capa de profesionales que vive el mismo problema. Pero la necesidad
fesional independiente" y cada vez más impelido a transformarse insatisfecha de ascenso social que los lleva a la revuelta -como ha
en un intelectual que debe vender su fuerza de trabajo por un señalado Rossana Rossanda- es una necesidad burguesa. Mante­
salario. El estudiante es altamente sensible a estas experiencias que niéndose en la mera protesta, amurallándose en su condición de estu­
le anticipan cuál es la situación de su función en el mercado y por lo diantes, no harán mils que reproducir las condiciones de un sindi­
tanto le indican qué valor real posee el diploma que está pugnando calismo universitario interno al sistema y capaz de apropiarse, para
por obtener. un consumo retórico, de las cOnsignas más '�radicalizadas". El paso
Es este tipo de estudiante el que se agolpa en el interior 'de de la protesta a la participación en un bloque revolucionario sólo
una estructura universitaria que no puede capacitarlo eficazmente puede darse cuando la crítica de la organización de la enseñanza
y quien se enfrentará, en el momento de su egreso, a un mercado se transforma en crítica al sistema de desigualdades sociales que la
que ofrece cada vez menos perspectivas al trabajo calificado, sea universidad corona. A partir de ahí, la autonomía, como reivin­
porque las oportunidades son escasas para la oferta profesional,· dicación de un privilegio, pasa a ser palabra muerta. Si la univer­
sea porque éste, a raíz del deterioro de la enseñanza, no se ajusta sidad puede seguir levantando como bandera la de ,su independencia
a las tareas concretas que deberían desempeñar. Es este tipo de frente a un estado que reprime a las clases populares, frente a la
estudiante, fuerza de traba j0 calificada en formación, integrante sociedad y espeéialmente frente a la clase obrera y sus organizaciones
de un grupo social subalterno sometido a la angustia de la progresiva no sólo no debe proclamar su autonomía sino que debe aceptar ser
inconsistencia de su función, el principal protagonista de la actual "invadida". Romper el exclusivismo universitario significa abrirse
crisis universitaria. hacia una clase trabajadora que no tiene por qué considerar into­
Su perfil social es nuevo: ya no es más el universitario de la cable a una institución que jamás fue suya.
reforma. Su problemática lo acerca más a la de la capa que lo espe­ La universidad, como institución, responde a una estructura econó­
ra en el momento de su egreso -los técnicos y los intelectuales- que mico-:-social; en el caso latinoamericano la del capitalismo tardío­
a su condición de retoños de la pequeña burguesía que aspiran a dependiente. Segmento de un sistema de enseñanza, la universidad,
cambios democráticos en la sociedad. Si pueden llegar a ser van­ como remate del mismo, cristaliza en el plano cultural una estructura
guardia política de algún sector ya no lo serán más de; las clases de poder social que, en el espacio que ocupa, ejercita también la
medias en su conjunto, aliadas del proletariado según la retórica violencia para garantizar la reproducción de las relaciones de do­
de la "revolución democrático-burguesa", sino de los técnicos, de minación vigentes.
los científicos, de los investigadores, de los intelectuales generados La educación no constituye un aparato neutral que transmite
por el desarrollo capitalista y ahogados luego por ese mismo sistema conocimientos objetivos, como lo soñó el liberalismo pedagógico. Esta
·
que es incapaz de darles futuro. falacia sobre el carácter no valorativo del conocimiento está detrás
Si decimos que la ideología de la reforma universitaria ha peri­ de todas las ideologías y prácticas reformistas que se agotan en re­
mido es porque la figura social del estudiante que intentaba repre­ clamar la igualdad de oportunidades para que todos puedan entrar
sentar ya no existe. El desajuste entre oferta y demanda que está en la maquÍnaria educativa�
en la base material de la crisis universitaria es, precisamente, un Con la invocación a la igualdad, el reformismo opaCa la verdadera
resultado de la reforma y marca así el final de su ciclo. La actual función de la enseñanza bajo el ·capitalismo: consolidar la discri­
crisis, lo que pone en cuestión es a la universidad misma como minación, contribuir a perpetuar el sistema vigente, mantener la
institución :r;-eproductora de las funciones que requiere la organiza­ división social del trabajo a través de la reproducción de funciones
ción capitalista del trabajo, como cristalizadora de las diferencias y jerarquías sociales.
entre trabaJ·O manual e intelectual, como discriminante social. Este compromiso de la educación con el sistema se revela
. .
Al no poder resolver el capitalismo (y menos el tardío-depen- no sólo en los contenidos ide�lógiCos que busca transmitir sino en
diente) el problema de la promoción social a través del título la forma en que esos contenidos son transmitidos y en la configuración,
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del medio que los transmite. Un conocimiento puede ser neutral teoría. El mundo del conocimiento aparece como autónomo y jerar­
frente a la lucha de clases, pero su constitución en objeto de sa­ quizado frente' al mundo del trabajo y al estudiante se le propone
ber supone determinada fon;na de adquisición, de transmisión, de insertarse como privilegiado dentro de ese esquema de desigualdad.
control, de utilización de esa información y ese modo de apropia­ Su participación en el sistema social será la de un "calificado", un
ción social ya sí tiene que ver con la dominación, más allá del ca­ producto de la segregación entre trabajo manual y trabajo intelec­
rácter no valorativo que puede tener el conocimiento científico tual, un funcionario ideológico que sobre sí mismo está reproduciendo
aislado. Es inútil discutir si la ciencia es "burguesa" o "prolet�ria", )a existencia de cuerpos separados en la sociedad, jerárquicamente
"imperialista" o "popular", pero está claro que el saber que se cons� diferenciados. La práctica estudiantil tradicional, al centrarse en
truye a partir de los· principios más neutrales, como podrían ser la lucha por la democratización de la universidad ni siquiera roza la
los de las ciencias exactas o naturales, siempre tiene que ver con superficie del problema, al encararlo a través del modelo de la so­
el poder. Es que el saber no es lo mismo que el conocimiento: es lidaridad obrero-estudiantil.
un sistema institucional complejo que a partir de las. formas en que Razones objetivas han puesto ahora en cuestión ese esquema por­
transmite el conocimiento socializa a los sujetos en las relaciones que ha entrado en crisis la capacidad del sistema para premiar,
sociales dominantes. dentro de la pirámide de desigualdades, al letrado, transformado
Esta caracterización de las funciones del aparato escolar -trivial él también de manera creciente en mercancía desvalorizada.
ya a partir de la profusa literatura crítica generada por la explo­ Es a partir de allí que el estudiante, el técnico t el intelectual
sión estudiantil europea posterior a 1968 y por la revolución cultural se topan con los límites que opone el capitalismo dependiente.
china- se expresa en las dos dimensiories entrecruzadas que pautan Intuitivamente sus objetivos de lucha comienzan a virar y con ese
el carácter valorativo, no neutral, de la enseñanza. Por un lado, la viraje se abre la posibilidad para la conformación de un bloque de
que aparece más desnuda y queda revelada por los contenidos trabajadores e intelectuales, gestado no por solidaridad romántica
directos que son transmitidos. sino por la comprensión a que pueden llegar estos últimos -ahora
Sin embargo, esta dimensión es la más permeable a ser modifi� sometidos a un proceso de descalificación- sobre el papel que la
cada (parcialmente) por un movimiento crítico intelectual: son universidad cumple corno reproductora de las funciones que requiere
otros los aspectos, menos visibles, que marcan con más fuerza la la organización capitalista del trabajo. La lucha, a partir de ahí, ya
funcionalidad del sistema educativo con relación al poder. Si el mis­ no puede tener su eje en las aulas, sino que debe ser a la vez externa
mo es un correlato de la donÍinación social lo es sobre todo por la e interna a la universidad, quebrando definitivamente la vieja con­
fonna institucional en que los conocimientos son transmitidos. Reproe cepción de la autonomía entendida como aislamiento, a fin de trans­
ductora de funciones y jerarquías sociales, la universidad, como formar a la movilización estudiantil (e intelectual en general) en
escalón superior del aparato educativo legitima el modelo de estra­ interpenetración con las luchas sociales que los trabajadores producen
tificación de la sociedad. En su interior lo hace mediante la apli­ por medio de sus organizaciones.
cación de criterios de autoridad y verticalidad en la comunicación La crisis del reformismo universitario es, en rigor, crisis de toda
del conocimiento y en el control del aprendizaje que transforman la política universitaria tradk:ional concebida como asunción aislada
a la enseñanza en una réplica de lo que sucede en su exterior: una de una función específica. El problema de la universidad no está
carrera para ocupar el lugar del de arriba y repetir con H que viene desvinculado del de la salud, la vivienda, el salario, las condiciones
detrás las mismas pautas autoritarias de castigo y recompensa. En de trabajo; de los modelos salvajes de crecimiento económico, de la
relación con el resto de la sociedad y en especial con el mundo del distorsión de los consumos, de la vida cotidiana de los trabajadores
trabajo, la universidad justifica su existencia postulándosc como bajo el capitalismo tardío-dependiente.
depositaria de la "actividad intelectual" legitimando así la división Antiguos beoeficiarios de la división social del trabajo, partícipes
social del trabajo. durante mucho tiempo de las expectativas de las clases medias
Éste es el punto central que marca el compromiso del sistema acerca del ascenso social que la universidad proporciona, los estu­
educativo con el sistema social. Toda la actividad pedagógica gira diantes latinoamericanos de hoy,� cuando el valor de su posición en
alrededor de la cisura entre dos esferas: la de la práctica y la de la el mercado entra en cuestiOn, se colocan en condición de oponerse


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y luchar contra la totalidad del sistema de estratificación que tiende la quiebra del cosmopolitismo y el renacimiento de la preocupación
a reproducir permanentemente las desigualdades sociales; también la nacional.
que separa a los "letrados" de los "ignorantes". -La ambigüedad que Esto se hacía particularmente claro para un sector importante de
el capitalismo propone para su función abre las puertas para la las élites intelectuales. Para ellos y para los jóvenes que constituían
crítica profunda a una concepcióri clasista de la cultura, de sus fun­ su nervadura, la guerra fue, en las palabras de Aníbal Ponce, "Ja
cionarios y de sus instituciones, como esfera separada y autosuficiente gran liberatriz". "Gracias a ella tuvimos desde muy temprano la des­
frente al mundo del trabajo. La lucha se plantea no contra la ciencia confianza del pasado." 1
sino contra su modo de apropiación, equivalente a la explotación Y si la guerra hacía trizas la imagen de Europa y de una civi­
que padecen los "incultos". Sólo entonces, los combates de los' estu­ lización pacífica y estable obligando a volver el rostro hacia Amé­
diantes, de los técnicos, de los intelectuales, podrán virar del roman­ rica, la revolución mexicana acentuarla la necesidad de una con­
ticismo juvenil o humanitario a la radicalización anticapitalista. ciencia nacionalista, forjada en las fraguas de un romanticismo anti­
cosmopolita, cargado de espiritualismo defensivo y a menudo pro­
Hemos hablado de la reforma universitaria, cuyas memorias vamos vincial.
a tratar de reconstruir, como de un suceso superado por el tiempo. Si la guerra significaba la crisis de una cultura; si de ese fracaso
Episodio de masas a través del cual las clases medias y sus inte­ se elevaba el intento de rescate de una visión americana que en­
lectuales penetraron en la historia política latinoamericana, su va­ contraba en los sucesos de �/léxico un testimonio casi ejemplar, con­
loración debe quedar ligada a ese dato complejo que lo determina. A figurando así en el proceso de cristalización de una ideología por
raíz de él hablamos de su caducidad, en tanto ha caducado la rea­ parte de los sectores medios que su�gían la idea de un rehacimiento
lidad que lo producía y que trataba de expresar. Pero a la vez y cultural del continente, otros acontecimientos le darían· a ese mo­
en perspectiva histórica, ese límite actual descubre su grandeza mento constitutivo de una ser_:1sibilidad y una conciencia políticas
pasada como episodi� de la historia social del continente. En un fuertes rasgos de democratismo que completaban la respuesta.
cuadro dominado por la presencia de oligarqu(¡ts cerriles y la ausen­ El más importante de ellos fue la revolución rusa. "La civilización
cia de grandes organizaciones populares, varias décadas de la política occidental con todos sus postulados' se presé�-taba en -bancarrota, pro­
y la cultura latinoamericanas no podrían ser explicadas sin esa ducía con ello el caos y daba así libre juego a todas las fuerzas que
enonne "refonna intelectual y moral" que el movimiento uniVersi­ un sistema de civilización había encauzado por largos siglos. En
tario del lB descargó sobre el continente. Es desde su plataforma medio de la desorientación, de la incertidumbre y del escepticismo
ideal, por ejemplo, que se gesta la fundacional {y recurrente) dis- que dominaba a los espíritus, aparece en el escenario la revolución
cusión que tuvo como protagonistas principales a Mariátegui y Haya rusa trayendo una luz nueva, ofreciendo ideales de humana reden­
)
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de la Torre y que marcó las dificultades �sólo zanjadas inicialmente ción, levantando una voz acusadora y profética al mismo tiempo."
por la revolución cubana- para el encuentro entre las izquierdas Así lo narra Julio V. González, uno de los teóricos del movimiento
marxistas y el pensamiento nacionalista democrático en América reformista, diputado socialista en la Argentina después de 1930.'
Latina. - -Humanismo utópico, social��o liberal, nacio��Ji�!l}O: éstas son
Porque la refom1a fue, ciertamente, un surg1m1ento de la movi­ las Claveslcreruogi"cas�COñ--q� expres6 sU cOnd��cia hiStórica el ala
lización· de las clases medias pero con un componente juvenil e in­ más avanzada de la pequeña burguesía intelectual latinoamericana a
telectual que desbordaba esos horizontes. Como producto ideológico comienzos de los años veintes. Era el lenguaje ideal de su irrupción
cultural no puede ser vista· en relación lineal con los intereses de una social y no podía tener mejor vocero que la juventud: por más de
clase: recogía otros contenidos y abarcaba otras pasiones. dos décadas esos sonidos construyeron historia, la más vasta empresa
U no de ellos, el más decisivo quizá fue el impacto de la primera de reforma ideológica que ha conocido el continente en este siglo.
_guerrª mundial. Toda América Latina, que había construido su
1 Aníbal Ponce, "Hacia la democracia proletaria", véase testimonio en la
apertura al mundo externo con la influencia sobre sus élites de las p. 367.
manufacturas y las ideologías europeas, sintió la conmoción de la gue­ 2 Julio V. Conzálcz, La universidad� teoría y acción de la reforma, Buenos
-
rra como el fracaso de un ciclo d� historia que arrastraba consigo Aires, 1945, p. 11 Q_

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