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CAPÍTULO 3
incaico.
mantenimiento
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La explotación de la minería exigía concentrar y movilizar indígenas y llevo a la
Se pensaba que el núcleo del Imperio se basaba en Perú, cuando en realidad se prolongaba
desde Ecuador hasta el noroeste argentino, quedando como áreas marginales hacia el norte,
Sudamérica.
Las fundaciones portuarias de Cartagena de Indias y Santa Marta en la primera mitad del
siglo xvi sirvieron de base de apoyo a las entradas de los lugartenientes de Francisco
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La primera ciudad hispana del área central andina fue Tunja, fundada hacia 1538, que
nave estrecha, condicionadas por las dimensiones de las piezas madereras, la pintura mural
diseño sin duda era español, pero el espacio - realizado por españoles- ya iba modificando
sus patrones culturales. Los trazados de los templos conventuales reiteraban las tipologías
conocidas, una nave, una nave con capillas profundas o la de tipo basilieal con tres naves.
Estos últimos retoman las tradiciones mudejares con arcos sobre columnas y artesas que ya
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un proceso de construcción, ampliación y modificación prolongado. Las naves fueron
gótico-mudéjar.
Tunja presenta además un notable conjunto de viviendas del siglo xvi probablemente el más
los alfices, palios de columnatas octogonales y notables artesonados que en las casas del
Fundador y del escribano Juan de Vargas se cubren de increíbles pinturas murales, algunas
de ellas tomadas de los grabados de Duren). Las portadas de ladrillo limpio mudejares, que
se reiterarán en la región hasta avanzado el siglo xviii, tienen su paralelo en Tunja en los
ejemplos renacentistas platerescos, tales como las casas de Holguin o de Mujica Guevara,
de culturas indígenas con una cohesión cultural y desarrollo tecnológico elevado facilitará en
esta región marginal del imperio incaico la transferencia Directa ele ideas, experiencias y
iglesias rurales de una nave cubierta con el sistema de par y nudillo y con atrio virtual
formado por el avance de los faldones de la techumbre. Balcones corno prolongación hacia
el exterior Sachica, cruces catequísticas y capillas posas en las plazas adyacentes señalan la
México.
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Las tendencias de alargamiento de las naves de estas capillas doctrineras deben verse no sólo
Lo mismo sucede en los templos urbanos donde es frecuente la independencia del artesón
Los conventos, aún los ubicados en áreas rurales de Nueva Granada, muestran la impronta
hispana sin incidencia de conceptos indígenas. Téllez ha señalado que esta producción si
propio medio. Sin embargo las necesidades de construir en áreas sísmicas fueron
perfeccionando sistemas que desde un comienzo no eran pretenciosos y que además venían
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Subtítulo 2 ECUADOR
Sobre los límites del imperio incaico, en medio del macizo andino, Sebastián de Belaleázar
habría de fundar el asentamiento de San Francisco de Quito al pie del volcán Pichincha, en
diciembre de 1534. El trasplante español se realizó sobre sitios cuyo carácter no les impuso
formas de producción que fueron determinantes. Como en Nueva Granada, los españoles no
xvi.
circunstancia.
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Es sobre el mundo devastado del indígena donde actuarían casi dialécticamente los objetivos
de una conquista político económica y de otra espiritual que con encuentros y desencuentros
trataron de incorporar a los indígenas vencidos a su nuevo sistema. Las antiguas huacas en
asentamientos.
Ilustración 10 Quito
Quito presenta un emplazamiento topográficamente complejo que debía aprovechar los
intersticios entre antiguas quebradas de vertientes que bajaban del Pichincha. La tarea de
vinculada no sólo a la extensión de los edificios singulares, como los atrios de los templos,
Atrios como los de la catedral y San Francisco explicitan esta valoración del espacio
indígenas.
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La obra duró una década y fue realizada con la participación del maestro de obra español
Sebastián Dávila. Consta de tres naves cubiertas con artesón1 mudejar de cedro, arcos
apuntados y un interesante presbiterio ochavado con giróla2, que sufrió junto con la sacristía,
El convento tuvo sus orígenes en las cesiones de tierras efectuadas por el Cabildo de Quito
en 1537 y bajo la entusiasta acción de fray Jodoco Ricke que comenzó la construcción del
acueducto que los indígenas no habían podido realizar, la instalación de pilas de agua en la
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Moldura cóncava en forma cuadrada u otra figura regular, que generalmente lleva algún adorno en el interior y que,
dispuesta junto a otras, forma un artesonado.
2 La girola es un elemento característico de la arquitectura románica que luego se hizo extensivo a la gótica. Su utilidad
surgió con el peregrinaje masivo a los lugares de devoción popular, cuando una multitud de fieles concurría en una iglesia y
se aprestaba a venerar las reliquias que en ella se atesoraban.
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La distancia con el artesano español peninsular está demostrando la vigencia de esa síntesis,
de esa proyección cultural integral que configura América, capaz no sólo de adaptar el
portería reitera un diseño de Vignola para el palacio de Caprarola, en el atrio sobre elevado
escalinatas, transcrito del tratado de Serlio notable aquí cómo una obra que no se concretó
diseños mudejares los valores compartimentados de los espacios del coro, nave (modificada
en el xvii), crucero y presbiterio. Las estrechas capillas conectadas entre sí forman las naves
laterales con cubiertas también autónomas. La sensación espacial está unificada por una
policromada, florones, lienzos y marquerías, llena todos los espacios quitando fuerza
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portante a los muros cuya conexión con los laterales los hace aparecer como paramentos
calados.
La capilla mayor, profunda, presenta esa misma idea de espacio autónomo que encon-
tramos en San Francisco de Bogotá y donde el retablo y el artesonado son elementos vi-
imagen conventual de Quito. La iglesia de San Agustín fue trazada por el español Francisco
Becerra, cuya obra en las catedrales de México, Puebla, Lima y Cusco, lo convertía en uno
de los más destacados artífices de esta etapa americana del gótico tardío, que acentuará su
sucesor en las obras Juan del Corral. Las portadas del templo y el convento ter- minadas
hacia fines del xvii, presentan las alternativas de un lenguaje manierista la primera, y una
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“El arquitecto extremeño Francisco Becerra, que se hallaba por aquel entonces en Quito, trazó los
planos de la iglesia y convento de San Agustín, hacia 1580 ó 1583.
En 1606 se firmó contrato con el arquitecto español Juan del Corral, casado con quiteña, para la
edificación. Terminada la obra arquitectónica, se mandó traer de Roma retablo para el altar mayor
y se hizo la talla de los altares laterales. Todo aquello estuvo terminado para 1650. La fachada se
trabajó según consta la inscripción puesta sobre la puerta de entrada entre 1659 y 1669. Por
aquellos mismos años se hacía la obra de los claustros y Miguel de Santiago pintaba para ellos los
bellísimos lienzos de la vida de San Agustín -de 3 metros por más de 2.
En ellos reinterpretó cromáticamente y dio vida y ambiente a los grabados del flamenco Bolswert
que le sirvieron de modelo. Además de esta serie, hay en San Agustín otra importantísima obra de la
Escuela Quiteña, del mismo Miguel de Santiago: el cuadro llamado de la Regla, colosal tela de 8
metros por más de 6, que está sobre el presbiterio del templo.
Pero hay mucho más que admirar en San Agustín: numerosos rasgos originales del columnario de
los retablos de la iglesia, la belleza del claustro con sus galerías superpuestas, y la Sala Capitular.
A la mitad del tramo oriental del claustro se abre la puerta de la Sala Capitular, célebre porque en
ella se firmó el Acta del 10 de Agosto de 1809.
Tiene en su testero un hermoso calvario de Olmos, imaginero quiteño de comienzos del XVIII, y, al
extremo opuesto, la tribuna para el orador o lector, de riquísima talla, coronada por preciosa
concha ribeteada por calado de fino encaje. El artesonado de la bóveda está adornado con
numerosas telas y en los faldones hay lienzos de motivos hagiográficos, dieciséis de un lado y
dieciséis del otro. El de la muerte de San Agustín y el de San Jerónimo son de Miguel de Santiago;
una Pietá, probablemente, de Ribalta.
San Agustín, iglesia y claustro, con todas las obras nombradas y otras más, es una verdadera
pinacoteca del arte colonial quiteño.” (Iglesia de San Agustin)
En Santo Domingo alcanzaron impulso las obras de los últimos años del siglo xvi y se
concluyeron con certeza hacia 1650. El templo es de una sola nave con capillas profundas a
los costados y cubierta de un rico artesonado de cedro dorado y policromado. La capilla del
Rosario y la sala del refectorio con su cielorraso mudejar y pinturas constituyen dos de las
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Subtítulo 3 EL PERÚ Y BOLIVIA
comienzo del dominio español sobre las tierras peruanas. La increíble conquista del
intrepidez notable del español. La ocupación del espacio plantea desde un comienzo un
horizonte nuevo, cual era la vinculación con la metrópoli, privilegiando así el asentamiento
costero.
La fundación de Lima en 1535 como puerto y nexo cambió el epicentro del nuevo orden
valles y el altiplano en el área de mayor rendimiento. Las condiciones del medio físico
costero y serrano modelo dos formas de desarrollo, impuso tecnologías y modos de vida
bajo un poder centralizado. En Lima los ejemplos que perfilan el ocaso del gótico tardío son
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Una arquitectura española instalada en América puede encontrarse en Lima, una
de las áreas y unidades residenciales e inclusive la expansión sobre las ande- nenas o zonas
de producción agrícola, están señalando los límites de la teoría al posible modelo urbano
español.
La ciudad crece desmontando andenes; los edificios se construyen utilizando las piedras de
los antiguos monumentos incaicos. Sus valores simbólicos aparecen en los fetos de llama
que se en ti erran aún hoy en los cimientos de las construcciones; en las imágenes de los
monos ubicados en los tramos inferiores de las portadas Tiahuanaco, 1612) o en los
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La rápida proyección de la fachada retablo hacia el exterior Paucarcolla, 1563 nos habla de
esa extroversión necesaria para captar el pensamiento mítico del indígena cuyas deidades se
nudillo (Santa Clara de Ayacucho, San Juan de Dios del Cusco, etc.) continúan en Sucre
(San Francisco y San Miguel), Potosí (Jerusalén), Santiago de Chile (San Francisco) hasta
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En la región del lago Titicaca, en el actual territorio boliviano se erigieron templos como
indios con su atrio- cementerio cerrado, cruz misional, balcón capilla abierta (Carabuco),
Ilustración 21 Tiahunaco
presbiterio, arco triunfal apuntado, pinturas murales y retablos y lienzos de notable lectura
identifican este conjunto de templos donde cada uno muestra, junto a la unidad tipológica,
concluso hacia 1641, con atrio cerrado por muro con almenas, capillas posas y excepcional
templete o capilla de miserere. Las cúpulas de estas estructuras y la tachada del templo
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fueron cubiertas con azulejos vidriados cuya industria alcanzó apogeo en el xvii y xviii en el
altiplano peruano (Lampa, Asillo, Ayaviri, Pupuja, etc.). En Copacabana, los Mesa
localizaron una estructura adicionada al templo, cuya función era más probablemente una
capilla especial para indios —que de todos modos usaban obviamente el templo principal—
que una capilla a hiena. El claustro agustino cuyos tramos están cubiertos con cúpulas
peregrinación
balcón especial — que se mantuvo hasta principios de este siglo - destinado a decir misa a la
feligresía que se congregaba en la plaza los días de mercado. El edificio de esta catedral
muestra una interesante evolución en su proceso constructivo a partir de las obras iniciadas
en 1555 por el maestro Juan Miguel de Veramendi, quien ocho años más tarde pasa al Cusco
para entender su catedral. Hacia fines de siglo se estaba realizando el coro v baptisterio por
el maestro Jiménez y concluyendo la nave a la que luego se agregaron cuatro capillas ton
cubiertas autónomas.
Si tomamos dos obras «renacentistas» como las catedrales de Lama y Cusco, comenzadas a
fines del siglo xvi con una visión historiográfica limitativa descubriremos notorios rasgos
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coordenadas europeas. En ambas obras aparece la mano de Francisco Becerra junto a
artesanos indígenas, quien en 1584 hizo los diseños, que aunque fueron objeto de ajuste, se
laterales y sin cabecera nos aproximan a las propuestas de las «iglesias-salón»; los
parentescos con las catedrales de Jaén v Sevilla en España, y con las de Puebla, y México,
diseño del mismo Becerra, han sido señalados por Angulo Iñiguez y Marco Dona.
Es interesante constatar cómo tanto en Lima como en Cusco el tramo de las naves que tienen
las portadas de acceso laterales, tienen un intercolumnio más ancho que los otros tramos,
privilegiando dicho espacio como un crucero. Las razones de la persistencia de las bóvedas
constructivas (las bóvedas de Lima eran de arista en 1604} sino esencialmente como
respuesta más flexible frente a los terremotos. Esta misma cansa fue la que destruyó en la
catedral de Lima las bóvedas originales en 1746 pues las que hoy se ven fueron realizadas
construida en lo sustancial entre 1645 y 1649 soportó el terremoto de 1650, que destruyó
casi toda la ciudad y fue inaugurada cuatro años más tarde [65 j. La ubicación del coro en
los pies del templo genera una fragmentación de la visión del espacio que es común a otras
obras similares como las de México y Puebla. Sin embargo la catedral del Cusco, por la
mayor (tipo ciprés) genera una notable unidad espacial que se acusa más por la
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