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ÍNDICE DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 3

MARCO TEÓRICO ....................................................................................................... 4

Lc. 10:25-37 .............................................................................................................. 4

A) Lecciones del buen samaritano: ........................................................................... 4

B) Puntos claves para recordar: ................................................................................ 5

CONCLUSIONES ......................................................................................................... 6
INTRODUCCIÓN
Las parábolas son aquellas breves narraciones dichas por Jesús de Nazaret que encierran una
educación moral y religiosa, revelando una verdad espiritual de forma comparativa. No son
fábulas, pues en estas no intervienen personajes animales con características humanas, ni
alegorías, pues se basan en hechos u observaciones creíbles, teniendo la mayoría de estos
elementos de la vida cotidiana. Las parábolas se encuentran contenidas en los evangelios
canónicos, aunque también se pueden encontrar en los evangelios, como el de Tomás y de
Santiago.

La finalidad de las parábolas de Jesús es enseñar cómo debe actuar una persona para entrar al
Reino de los Cielos y, en su mayoría, revelan también sus misterios. En ocasiones Jesús usó las
parábolas como armas dialécticas contra líderes religiosos y sociales, como por ejemplo la
Parábola del fariseo y el publicano; los usaba dependiendo de la ocasión.

Jesús dice que enseña usando parábolas para que comprendan su mensaje sólo aquellos que
han aceptado a Dios en su corazón y para que los que tienen "endurecidos sus corazones" y han
"cerrado sus ojos" no puedan entender. Por lo tanto comprender el mensaje de Jesús significaría
ser un verdadero discípulo suyo y no entenderlo supone que no se está realmente
comprometido con Él y por ende no podemos recibir su ayuda ni la de su mensaje. En el presente
tema, trataremos de la "Parábola del Buen Samaritano redactada en las Sagradas Escrituras, Lc.
10:25-37

La "parábola del buen samaritano" es una de las parábolas de Jesús más conocidas, relatada en
el Evangelio de Lucas. Se la considera una de las parábolas más realistas y reveladoras del
método didáctico empleado por Jesús de Nazaret, un ejemplo expresivo e incisivo de su mensaje
exigente.
MARCO TEÓRICO
Lc. 10:25-37
Parábola del buen samaritano

25 En esto se presentó un experto en la ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta:

―Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?

26 Jesús replicó:

―¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo la interpretas tú?

27 Como respuesta el hombre citó:

―“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda
tu mente”,[a] y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.[b]

28 ―Bien contestado —le dijo Jesús—. Haz eso y vivirás.

29 Pero él quería justificarse, así que le preguntó a Jesús:

―¿Y quién es mi prójimo?

30 Jesús respondió:

―Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la


ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Resulta que viajaba por el mismo
camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo. 32 Así también llegó a aquel
lugar un levita y, al verlo, se desvió y siguió de largo. 33 Pero un samaritano que iba de viaje
llegó adonde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. 34 Se acercó, le curó las heridas
con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un
alojamiento y lo cuidó. 35 Al día siguiente, sacó dos monedas de plata[c] y se las dio al dueño
del alojamiento. “Cuídemelo —le dijo—, y lo que gaste usted de más, se lo pagaré cuando yo
vuelva”. 36 ¿Cuál de estos tres piensas que demostró ser el prójimo del que cayó en manos de
los ladrones?

37 ―El que se compadeció de él —contestó el experto en la ley.

―Anda entonces y haz tú lo mismo —concluyó Jesús.

A) Lecciones del buen samaritano:


El sacerdote y el levita: La primera persona que pasó por el lado del judío fue un sacerdote.

Los sacerdotes tenían una posición de gran prestigio en la comunidad judía. Se supone que como
una persona religiosa y representante de Dios, se hubiese parado para hacer el bien. Pero, había
una regla que un sacerdote no podía tocar un cadáver porque era considerado un acto impuro
para él. Recuerden que los bandidos dejaron al judío casi muerto. Quizás el sacerdote prefirió
seguir las leyes terrenales y preservar su supuesta pureza.
Los levitas eran asistentes en el templo. Eran personas consideradas apartadas para el servicio
a Dios. Aparentemente el servir para este levita no incluía ayudar a los demás. Seguramente el
asistente del templo también tenía varias reglas que seguir y similar al sacerdote las puso por
encima de las necesidades de este hombre que era judío como él.

El samaritano: El conflicto entre los judíos y los samaritanos está bien documentado en los
evangelios. Los judíos se consideraban puros delante de Dios y su odio hacia los samaritanos se
basa en que este grupo, también judíos, se casaban y mezclaban con gentiles. Los judíos
consideraban abominable el estilo de vida de los samaritanos. Podemos aprender mucho con la
intención de Jesús en hacer héroe a un samaritano. Pero no solo creyeron también se
arrepintieron. La palabra arrepentimiento es una palabra muy importante de entender. Procede
del griego “metanoia” que a su vez se forma de dos vocablos griegos “meta”, cambio y “nous” o
“noia” que se traduce como mente.

El arrepentimiento es un cambio de mentalidad. No es pesar y dolor por el pecado, sino un


cambio de actitud frente a la maldad en nuestras vidas y por eso es tan vital en la vida de los
creyentes.

Cuando el samaritano vio al judío, solo supo ver su humanidad. El vio a un hombre que estaba
en un estado crítico y en necesidad de ayuda. No había tiempo para contemplar las diferencias
entre ellos, las heridas que sus culturas se habían causados, y si sufriría consecuencias por
asociarse con alguien estaba supuesto a ser su enemigo. La compasión del samaritano sobre
pasó todas sus reservaciones. Su compasión tampoco fue artificial. Además de acercarse al judío,
que en si era algo significativo, usó sus propios recursos para asegurarse de su recuperación. La
responsabilidad que les correspondía al sacerdote y al levita como judíos, la asumió el
samaritano. La compasión, cuando tiene raíz en el amor de Dios, no hace cálculos y rompe con
los prejuicios.

B) Puntos claves para recordar:


El amor hacia el prójimo es un mandamiento, no una sugerencia.

Es fácil amar a las personas que se parecen a ti.

Nuestros prejuicios impiden que amemos a personas diferentes a nosotros.

Las apariencias engañan: El que aparenta ser justo a veces no lo es, y el que aparenta ser injusto
a veces si lo es. Solo Dios conoce el corazón de una persona.

El amor se muestra a través de las acciones y las actitudes.

Cada persona con quien haces contacto merece tu respeto, compasión y amor.

El amor es la gran evidencia de que amas y sirves a Dios.


CONCLUSIONES
 Jesús utilizó parábolas frecuentemente para enseñar las verdades más elevadas en una
forma que estuviese al alcance de todos. Su enseñanza contrastaba por su sencillez y
sus imágenes con el estilo complejo de los antiguos filósofos.
 Jesús, después de enseñar al pueblo en parábolas, continuaba enseñando a los
discípulos en privado más directamente y con más profundidad de lo que era posible
para el pueblo. Así los formaba para después encargarlos de divulgar esas verdades.
 No cabe duda, que la presente parábola está relacionada con la caridad y la misericordia
de parte del samaritano; donde Jesús comparte estas virtudes a través de las parábolas
que enseñaba.
 La conversión es necesaria para que si hasta ahora nuestra vida ha sido un No por los
hechos comencemos a hacer su voluntad.

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