"La miseria feroz ha tomado las calles, la avaricia se folla a la libertad�" A

menudo nos queda la impresi�n de que detr�s de las letras de La Polla hay un
escritor oculto. Se nota, porque quien las escribe refleja en ellas sus inquietudes
y sus odios de una manera ir�nica, con gran precisi�n. Pero los discos son
limitados. Evaristo no puede escribir y cantar todas las canciones que quiere. En
el caj�n quedan cientos de temas. Los preferidos por el letrista se convierten en
relatos, algunos muy parecidos a las canciones, otros m�s narrativos, distintos�
Los manuscritos se amontonan por cualquier lugar, y como por los hijos se hace lo
que sea, hasta se publican. El lector encontrar� en estas p�ginas al Evaristo que
canta, al que se mueve por los escenarios, al �dolo de m�s de una generaci�n que
vitorea su nombre al final de los conciertos. El Evaristo de siempre, sin m�s. Esta
vez ha cambiado el micro por el bol�grafo, pero es el mismo. Sigue escupiendo sus
ideas sin ning�n pudor. Pues eso, que a menudo llueve.

Cuando yo era peque�o Agurain estaba prohibido, as� que viv�a en Salvatierra. La
Ramona pon�a el puesto de chucher�as en la calle del General�simo Franco, hoy calle
Mayor, y los domingos, con mi paga, pod�a elegir entre ir a ver la tele al bar
Gordo y dejar la pela en la barra o ir al bar y escaquearme agachadico con un
chupa-chus (s�, ya, es que la p se ha ido) p�a poder ver la tele, ya que entonces
no hab�a televisi�n en las casas. Los chavales jug�bamos a adivinar los anuncios en
los intermedios, a ver qui�n acertaba antes (la influencia de la publicidad). El
caso es que cuando sal�amos del bar �bamos a jugar �en la calle! A veces aparec�a
un chaval mayor que nosotros y con el cinto en la mano dec�a �zurr�scame los
calzones! y si no corr�as te daban de cintazos en la piernas no veas (el detalle es
que entonces los chavales llev�bamos pantal�n corto hasta los 14); eso era un
juego, y nada virtual por cierto. Por cierto, ya te has le�do mi biograf�a.