Se sabe que el alcohol es una droga legal de fácil acceso.

Se ha encontrado que el

alcoholismo tiene que ver con el consumo repetido de la sustancia, que implica dejar

obligaciones laborales, educativas o en algún otro ámbito social, además de un uso repetido

de alcohol en situaciones que implican riesgo, pues el ser humano en el proceso complejo

de vivir busca y desea experimentar. Siendo esto así, infinidad de investigaciones han

mostrado información relevante que ayuda a la comprensión de este fenómeno universal.

Así pues (Ramírez Peréz , 2002) hace una mirada sociológica al alcoholismo como

problema social y este nos plantea que la persona no se convierte en bebedor de la noche a

la mañana pues este debe establecer un habito, hay unas fases las cuales son: preparación,

Iniciación, afianzamiento y mantenimiento; es aquí en el mantenimiento donde existe

dependencia física y psicológica. Teniendo en cuenta que existen malos usos que no llegan

a la categoría de abuso, esto se explicaría como una fase de preparación que más adelante

ira evolucionando hasta convertirse en el problema como tal.

Así mismo (Llorens Aleixandre, Perelló Del Rio, & Palmer Pol, 2004) encontraron

que los déficits en habilidades sociales y propias influyen en el consumo que las personas

hacen de bebidas destiladas, así como el modelo de afrontamiento al estrés que atribuye el

consumo de sustancias podría ser una respuesta del sujeto a los estresores de su vida, siendo

así el consumo de alcohol el reductor de los efectos negativos del estrés aumentando la

capacidad del consumidor de enfrentarse a estos. Estudios apoyan la idea de que las

estrategias de afrontamiento al estrés y la ansiedad predicen el uso de drogas en

adolescentes y adultos.

Se ha evidenciado dentro de las diferentes vías de hacer frente al estrés una que es

bastante problemática es la del consumo de sustancias, pues este recurso de afrontamiento

es nocivo para los individuos e incluso para la sociedad, de ahí que ante la emisión de

conductas fisiológicas y psicológicas en respuesta a situaciones de cambios inesperados las

personas se vean obligadas a enfrentar la situación desbordando la capacidad de

afrontamiento de la persona ante los estresores psicológicos, psicosociales y fisiológicos.

Este desbordamiento deja vulnerable al individuo dejándole como recurso inmediato el

alcohol.

Muchos han centrado su atención en los problemas de alcoholismo que involucran

estudiantes universitarios y es que aquí en estas poblaciones la prevalencia de consumo

siempre sido bastante significativa, quizá esto tenga que ver con el hecho que la gran

mayoría se encuentra en estadios de la vida donde hay experimentación de sensaciones

acompañado de déficit en las estrategias de afrontamiento, esto seguido del estrés y las

situaciones ansiosas que demandan los contextos educativos.