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El Judaísmo, el Cristianismo y el

Islamismo: Tensiones Históricas

22 JUL

Desde la antigüedad, el judaísmo, el cristianismo y el islamismo han presentado rozamientos


entre ellas debido a la diferencia entre sus dogmas y su intolerancia religiosa. El judaísmo, el
cristianismo y el islamismo son tres religiones monoteístas denominadas “abrahámicas” por su
indentidad espiritual con Abraham; es decir, las tres son ramas del mismo árbol que nacieron en
distintos contextos. Por un lado, el judaísmo fue la primera de las tres en ser fundada: Nace con
el llamado de Dios a Abraham para que éste último sea padre de una gran nación. El cristianismo,
por su parte, se origina como el resultado de la venida del “Mesías” esperado por los judíos como
Salvador del Mundo; sin embargo, no todos los judíos lo aceptaron como el Mesías. El islamismo
tiene su origen en Mahoma, profeta y fundador árabe de dicha religión, quien decía que los
árabes eran el pueblo elegido por Dios y no el pueblo hebreo. La diferencia entre las raíces de las
tres religiones marca las primeras tensiones entre ellas. Explicaré más adelante y con más detalle
otras diferencias históricas y dogmáticas, así como ofreceré ejemplos de como se manifiestan los
conflictos y posibles soluciones. Tocaré primero las diferencias entre el judaísmo y el
cristianismo.

A mi paracer, el conflicto entre el judaísmo y el cristianismo tiene un carácter especial. Hay varias
razones para este carácter especial. La primera razón es histórica: inicialmente, el cristianismo
ingresó como una secta mesiánica judía que proponía la llegada de El Salvador del Mundo, a
través de Jesús. Dicho movimiento causó inestabilidad en la antigua Israel, lo que terminó en la
destrucción del Segundo Templo en Jerusalén, el centro del mundo judío; de modo que hubo
una buena razón para que los judíos desconfiasen del cristianismo.

La segunda razón que propongo es teológica. Ambas religiones creen en un mismo Dios; sin
embargo, el cristianismo propone una doctrina de la Santísima Trinidad: “tres en uno”. Esto
último causó confusión y los judíos lo encontraban como algo falso y equivocado.

La tercera y última razón no menos importante que las demás es algo moral. El judaísmo se
centra en la justicia social, el cristianismo se inclina un poco hacia la moral individual. El
norteamericano Reinhold Niebuhr en su ensayo “The Relations of Jews and Christians in
Western Civilization” estableció que la tendencia contraria de ambas religiones hace imposible
que coexistan los dos caminos, pero por esta tendencia contraria se complementan. No es así en
la relación islam-cristianismo o islam-judaísmo, que expondré a continuación.

La primera diferencia entre el Islamismo y el Cristianismo es la razón por la cual se originó el


Islam: las diferentes interpretaciones de las Sagradas Escrituras. De acuerdo a la tradición judía
en la cual se basan ambas religiones, Abraham tuvo dos hijos: Ismael e Isaac (Gen, 16-21). Las
Sagradas escrituras establecen que de ambos saldrán dos grandes pueblos con algunas
discrepancias. Tanto los judíos como los cristianos manifiestan que de Isaac saldrá el pueblo
elegido, mientras que el islam expresa que Ismael fue el hombre escogido para ser padre del
pueblo de Dios.

Otra interpretación diferente de las Sagradas escrituras radica en el rol de Jesús el la Historia de
la Salvación. Para los cristianos, Jesús es Dios encarnado que ha venido a salvarlos. Para los
musulmanes, Jesús sólo fue un profeta más en el cual se manifestó la divinidad de Dios a través
de sus milagros.

La segunda razón es de carácter socio-político y cultural. El islam, a diferencia del cristianismo,


es más que una religión. Para los musulmanes, el islam representa una forma de vida. Las leyes
religiosas son las que rigen la vida social, política y económica de la sociedad musulmana. Una
manifestación de ello es que la Mezquita islámica sirve desde un “lugar de oración” hasta una
asamblea política. Ahí se afrontan decisiones políticas, sociales, morales…

Por último, el Islamismo presenta una gran intolerancia religiosa. Ésto debido a que los
musulmanes consideran que aquellos que no profesan el islam son ateos o impíos. A su vez, creen
que el prójimo es el musulmán.

Personalmente, creo que el fanatismo es una causa de la intolerancia religiosa que tienen los
musulmanes. Como el filósofo Rumano Emil Cioran alguna vez dijo: “El fanático es
incorruptible: tanto si mata por una idea o es asesinado por una; en ambos casos, tirano o mártir,
es un monstruo”.

En mi opinión, todas las diferencias que he señalado se han manifestado en la actualidad como
hechos violentos. Un hecho destacado el actual Conflicto Israel-Palestina. Lo explicaré
brevemente: El pueblo judío (Israel) está asentado en Tierra Sagrada común a los cristianos,
judíos y musulmanes. Los judíos tienen fuertes razones históricas y políticas de estar allí. Los
musulmanes expresan que ellos son el pueblo escogido, por tanto, son ellos quienes tienen que
habitar en la Tierra Sagrada y han tachado a los judíos como invasores.

Las consecuencias del conflicto entre judíos, cristianos y musulmanes se expresan a través de
discriminación, asesinatos, exilios y guerras. El periódico on-line “Minuto Digital”
(www.minutodigital.com) en su portada del 23 de mayo del 2010 presenta el siguiente titular:
“Marruecos expulsa a cristianos “para evitar conflictos””. Por otro lado, en los hechos destacados
de Yahoo! Noticias aparece el titular: “El Ejército israelí mata a un palestino cuando trataba de
entrar en una colonia”, hecho que ocurre el 22 de julio de 2010 (véase noticia aquí).
Todo conflicto pasa por cuatro fases hasta llegar a una solución pacífica o violenta: origen,
expansión, gestión y resolución. Si tuviese que ubicar las tensiones entre el judaísmo, el
cristianismo y el islamismo en alguna de las cuatro fases, lo ubicaría en la fase de expansión. El
conflicto se está mundializando. Y los pocos intentos para iniciar acuerdos o recurrir al diálogo
entre las tres religiones son muy pequeños para decir que el conflicto está en la fase de gestión.

Sobre las posibles soluciones, es importante recurrir al diálogo interreligioso, puesto que el
hombre es religioso por naturaleza (los primeros hombres dejaron marcada su fe en pinturas
rupestres). Además, en las escuelas o colegios religiosos debería promoverse la tolerancia
religiosa, en lugar de mentalidades cerradas. Asimismo, el educar a la juventud en la Cultura de
Paz marca la diferencia entre la violencia y la no violencia. Si es necesaria la mediación, se debe
acudir a entidades neutrales, no necesariamente ateas o agnósticas pero esencialmente
neutrales.

Actualmente, las tensiones entre el judaísmo, el cristianismo y el islamismo no parecen ver la luz
de la salida. La incompatibilidad entre las tres religiones se marca hoy más que nunca: El
atentado contra las Torres Gemelas, el conflicto Árabe-Israelí, la discriminación de los judíos en
Estados Unidos. El que crean en un mismo Dios no marca una diferencia en la resolución del
conflicto. Incluso ni el que las tres religiones velen por la justicia social, la moralidad y la no
violencia, éstas no se ven reflejadas en su situación conflictiva. Aun así, existen movimientos de
diálogo interrelegioso, en especial dentro del cristianismo, que velan por el cese de las fricciones
entre las tres religiones. El Concilio Vaticano II, que trató del ecumenismo y del diálogo
interreligioso, es una muestra de ello. Creo firmemente que los rozamientos entre las tres
religiones pueden parar. Lo que se requiere es, más que aceptar las distintas fes religiosas,
comprenderlas; ser tolerantes. Como dijo alguna vez el escritor francés Victor Hugo: “La
tolerancia es la mejor religión”.

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