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Hiperbilirrubilimenia
2012
www.sap.org.ar / e.mail: pronap@sap.org.ar
Tel/Fax (54-11) 4821-8612 /19 int. 130 - 131 - 132 - 145
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MÓDULO 1
Hiperbilirrubinemia en el recién nacido
Dra. Patricia Álvarez Gatti
2012
Comisión Secretaría Consejo
Directiva SAP de Educación Continua Asesor del PRONAP
Presidente Secretaria de Medios y Secretaria Directores de Región
Dr. Gustavo Cardigni Relaciones Comunitarias Dr. Juan Carlos Vassallo Región Metropolitana
Vicepresidente 1º Dra. Roxana Martinitto Miembros Dr. Saúl Gleich
Dra. Angela Gentile Secretario de Relaciones Dra. María del Carmen Toca Región Litoral
Vicepresidente 2º Institucionales Dra. María Luisa Ageitos Dr. Otmar Bertero
Dr. Jorge L. Cabana Dra. Nélida C. Valdata Dra. Roxana Martinitto Región Pampeana Norte
Secretaria General Secretaria de Dra. Lucrecia Arpi Dra. Stella Maris Torchia
Dra. Stella Maris Gil Subcomisiones, Comités Dra. Silvia Castrillón Región Pampeana Sur
Tesorera y Grupos de Trabajo Dra. Isabel Maza Dr. César Garat
Dr. Omar L. Tabacco Dra. Mirta G. Garategaray Dra. Claudia Palladino Región Centro Cuyo
Pro-Tesorero Secretaria de Regiones, Dra. Nélida Valdata Dra. Liliana Villafañe
Dr. Walter O. Joaquin Filiales y Delegaciones Región Noreste
Dr. Luis Urrutia
Secretaria de Dra. Claudia M. Palladino Argentino (NEA)
Dra. Ángela Nakab
Educación Continua Vocal 1° Dra. Alicia Nora Luis
Dr. Hernán Rowenstein
Dr. Juan C. Vassallo Dr. Daniel R. Miranda Región Noroeste
Asesoras Pedagógicas
Secretario de Vocal 2° Argentino (NOA)
Lic. Amanda Galli
Actas y Reglamentos Dra. María E. Cobas Dr. Humberto Guerrero
Lic. Claudia Castro
Dr. Guillermo T. Newkirk Vocal 3º Región
Dra. Mariana Rodríguez Patagónica Atlántica
Ponte Dr. Ernesto Rappallini
Coordinadora Técnica Región
Dra. Adriana Afazani Patagónica Andina
Dra. Gabriela Giannini
13
Hiperbilirrubinemia en el recién nacido
Dra. Patricia Álvarez Gatti
39
Artritis idiopática juvenil
Dra. Graciela Espada
69
Cefaleas en niños y adolescentes
Dr. Mario Daniel Polacov
Índice
Estimados colegas alumnos del PRONAP
Este año 2012 es el segundo año del ciclo de 3 que dio comienzo en 2011 y, al
mismo tiempo, es el curso número 20 del programa. Sí, cumplimos 20 años de curso
ininterrumpido… un sueño utópico del comienzo de los ‘90, década difícil, que
logramos iniciar en 1993 y que este año trascurre por su año 20.
Y si bien la poética tanguera dice que ... 20 años no es nada… para todos
nosotros es mucho y estamos muy orgullosos de haber llegado hasta acá, con equipo,
con Uds. , con toda la SAP.
El desafío inicial de 1993, hoy superado, es, sin embargo, reemplazado por nuevos
desafíos.
Nos enfrentamos como cada año, con ese enemigo invisible que es un correo inefi-
ciente, difícil… hemos probado público, privado, de nuevo público… siempre es difícil.
Hasta los buzones tan chicos conspiran, pero igual seguimos¡!
Cada uno colabore… conoce al cartero?... interéselo… el portero ¿sabe que espera
un curso?… o cree que recibe una revista de publicidad más… por favor si se muda:
AVISE!!! si su dirección es complicada busque una alternativa… una tía, un amigo, un
comercio conocido… Guarde los módulos en lugar seguro, evite extravíos. Luchamos
con un correo lento e ineficiente, no podemos mejorarlo, tratemos cada uno de cautelar
la llegada a su domicilio.
4
Trabajamos para Uds. haciendo lo mejor posible en el lugar en que estamos, con un
único objetivo que compartimos con todos Uds.: contribuir a elevar día a día la calidad
de la atención de salud que brindamos a los niños, niñas y adolescentes que están a
nuestro cargo.
“He recibido todo el material, está bárbaro resulta muy útil para nuestra práctica dia-
ria, además nos ponemos en contacto con material muy valioso, el que se hace difícil
adquirir estando a tantos kms de distancia”.
… “sólo quería expresar que ha sido una muy buena experiencia!! Yo no asisto a los
encuentros (siempre por desencuentros en los tiempos) y esta modalidad que es nueva
para mí, me posibilitó dialogar con colegas y sus distintas especificidades”. María del Valle
“Hago el Pronap desde aproximadamente el 2000 y siempre fui a los encuentros pre-
senciales. Este es mi primer encuentro virtual y comparado con los presenciales veo que:
- Los presenciales tenían más espontaneidad en cuanto al intercambio.
- Los virtuales tienen la ventaja de tener tiempo para buscar bibliografía y leer
el tema bien antes de contestar con lo que las respuestas son más completas. El
intercambio de citas bibliográficas me pareció muy enriquecedor”. Ana
“Soy alumno del PRONAP desde que comenzó, en 1993. En cada ciclo realicé, al
menos, uno o dos Encuentros Presenciales. Este fue mi primer Encuentro Virtual, y
quedé muy satisfecho”. José
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¡bienvenidos al Pronap 2012!
¿Qué es el PRONAP?
PROGRAMA NACIONAL DE ACTUALIZACIÓN PEDIÁTRICA
Es un curso a distancia, pionero en América Latina, realizado ininterrumpidamente
desde 1993 y año a año ha mantenido interés entre los pediatras interesados en actua-
lizar sus conocimientos y en mejorar su práctica profesional. Para el año 2012 ya se han
registrado aproximadamente 7.500 inscriptos.
Para 2012 se han pensado los siguientes temas: Hiperbilirrubinemia en el RN; ene-
enfermedad reumática; cefaleas; preguntas frecuentes en el consultorio; burn out;
detección temprana del cáncer; diabetes; enfermedades desmielinizantes; errores en
hospitalización; tos aguda y crónica; trastorno de conducta de niños menores de 3
años; vacuna VPH.
para obtener el Certificado Final. Este año se ofrecen dos formas para responder y
enviar el Trabajo en Terreno. Ud. debe elegir una de ellas :
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Examen final: Examen, con 100 preguntas de selección múltiple. Lo recibe en su
domicilio, junto con el último módulo del año. El examen es un estímulo para revisar
los textos y para consultar con colegas. Cuanto más estudie mejor será su aprovecha-
miento del curso. El nivel de exigencia establecido para su aprobación es el 60% de
respuestas correctas como mínimo. Este año se ofrecen dos formas de responder y
enviar su examen :
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Los EV se basan en la discusión de tres o cuatro casos clínicos que se desarrollan
aproximadamente en un mes. La discusión es coordinada por pediatras especialmente
entrenados. Para participar Ud. necesita:
Lista de interés: El PRONAP cuenta con una lista de discusión e información por
correo electrónico en la que pueden participar los profesionales que desean interac-
tuar con sus colegas utilizando este recurso informático. Está coordinada por el Dr.
Salomón Danon, de La Rioja. Para participar en este grupo debe enviar un e-mail a:
pronap@sap.org.ar
Asunto: subscribe pronap 2011
Nombre y apellido:
DNI:
Dirección e-mail:
Una vez confirmada su inscripción al PRONAP, comenzará a formar parte de la nueva
lista y podrá comunicarse con sus compañeros del curso.
INFORMACIÓN ADMINISTRATIVA
FECHA DE INSCRIPCIÓN EN LOS Enecuentros Virtuales: del 15 de agosto
al 15 de septiembre.
Nombre: Apellido:
DNI: Mail:
Ciudad: Provincia:
País:
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rante los últimos años, y para no aumentar el costo del PRONAP para la totalidad de
los inscriptos se ha decidido que ante un reclamo de material no recibido se reenviará
el módulo, en papel y por correo postal, una sola vez.
Trabajo en Terreno.
Encuesta de Opinión.
Examen Final.
Haber completado el pago de aranceles.
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Diploma por Requisitos
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La literatura y los niños…
PRESENCIA
Cómo duermes, pequeña, en tu cunita,
cerca del fuego que te abriga y dora.
Te contemplo un minuto, media hora,
y tú sigues dormida, dormidita.
Un carro pasa, un leño azul crepita,
sube una voz del aire triunfadora,
y tú como si tal, mínima aurora,
la pestaña ¡ay de mí! casi infinita.
Eres la primordial indiferencia
ante la expectativa, ante el anhelo
hechos resignación, vueltos paciencia.
Soy tu primer poeta y soy tu abuelo...
Tal vez clames un día mi presencia:
búscame por la tierra y por el cielo.
11
Capítulo 1
Hiperbilirrubinemia
en el recién nacido
13
objetivos
Vigilar sistemáticamente la presencia de ictericia en el RN sano antes del alta.
Interpretar los valores de bilirrubina según edad gestacional y las horas de vida
para indicar tratamiento o control.
esquema de contenidos
p ro n a p 2012 • m Ó d u l o 1 • c a p Í t u l o 1
14
Introducción
La ictericia neonatal ocurre frecuentemente en los recién nacidos (RN). Aproximada-
mente el 60 o 70% de los RN de término y el 100% de los prematuros la presentan.
En pocos casos los valores de bilirrubina llegan a niveles altos de riesgo de encefalopatía
bilirrubínica. El desafío para el pediatra es detectar y monitorizar la ictericia para prevenir
concentraciones altas de bilirrubina peligrosas para el RN.
15
El problema de la ictericia del recién nacido sano pasó de la internación al consultorio.
Pero lo que es claro es que el kernicterus es evitable y puede y debe ser eliminado. No debe
ser una enfermedad en el siglo XXI.
Neurotoxicidad
La bilirrubina libre es lipofílica y puede atravesar la barrera hematoencefálica (BHE)
intacta. La glicoproteína P encontrada en la BHE tiene un rol de protección frente los
efectos potencialmente tóxicos de esta molécula. Dada su naturaleza liposoluble, la
bilirrubina debe ser transportada en el plasma unida a la albúmina, y esta forma ligada
es incapaz de atravesar la BHE. Es la molécula no unida la que puede ingresar al cere-
bro y consecuentemente producir daño neuronal. El aumento de la bilirrubina libre es el
factor determinante del mayor pasaje de la misma al cerebro. Una baja concentración
Los siguientes son factores de riesgo para neurotoxicidad según las Recomendaciones
del Subcomité de Hiperbilirrubinemia de la Academia Americana de Pediatría (2004):
Enfermedad hemolítica.
Deficiencia de G6P deshidrogenasa (G6PDH).
Acidosis.
Asfixia.
Albúmina <3 g/dl.
Drogas que interfieren con la unión a la albúmina.
17
del daño ya que la sola presencia de hiperbilirrubinemia no alcanza a explicarlo. Los
RN sanos tienen mejor tolerancia a valores altos de bilirrubina. El sistema auditivo nos
aporta una ventana sensible y objetiva del funcionamiento del sistema nervioso central
(SNC). La bilirrubina induce neuropatía auditiva generalmente reversible. Las pruebas no
invasivas de la neurofisiología auditiva (BAER: Respuesta auditiva evocada en el tronco
encefálico) pueden transformarse en un instrumento útil para la detección precoz de la
disfunción neurológica y la prevención de sus secuelas, haciendo de los datos aportados
por la neurofisiología herramientas que acompañen la toma de decisiones terapéuticas
con datos de la neurofisiología.
Vigilancia
18
a. Control sistemático de la ictericia
19
(asumiendo una incidencia de 1 cada 100.000 RN y una reducción relativa del riesgo
de 70%). En nuestro país, aunque no conocemos la incidencia, incorporar esta práctica
podría ayudar al cumplimiento de la pesquisa neonatal obligatoria por ley nacional.
revisión sistemática realizada por expertos todos pueden ser útiles para detectar ictericia
significativa y reducir la necesidad de determinaciones séricas.
20
d. Interpretación de los valores de bilirrubina
Como la bilirrubina puede aumentar rápidamente durante los primeros días de vida
todos los valores de bilirrubina sérica deben ser interpretados de acuerdo con la edad
en horas al momento en que se realiza la medición y no en días de vida. Existen curvas
de percentilos según las horas de vida del RN para la predicción del riesgo de hiperbili-
rrubinemia subsiguiente llamadas nomogramas. Siguiendo estas curvas, aquellos niños
que tengan valores de bilirrubina por arriba del percentilo 75 y seguramente los mayores
al percentilo 95 tendrán más riesgo de tener hiperbilirrubinemia significativa o requerir
tratamiento. El uso de estas curvas permite planificar la continuidad de la vigilancia y el
seguimiento apropiado después del egreso. Con altas alrededor de las 48 horas de vida
el pico máximo de bilirrubina ocurrirá cuando el niño esté en su casa. Es por lo tanto un
instrumento de apoyo para tomar decisiones.
Existen varias curvas pero las más utilizadas son las de Bhutani recomendadas por la
AAP.
Percentilo 75
Percentilo 40
Fuente: Nomogram for designation of risk in 2840 well newborns at ≥36 weeks’ gestational age with birth weight of ≥2000 g
or ≥35 weeks’ gestational age and birth weight of ≥2500 g based on the hour-specific serum bilirubin values.
Fuente: Reproducido con permiso de Bhutani VK, Johnson L, Sivieri EM. Pediatrics 1999;103[1]:6-14.
Estas curvas de tres percentilos 40, 75 y 95 definen cuatro zonas de riesgo para
posible hiperbilirrubinemia: baja (por debajo del Pc 40), intermedia baja (entre el Pc 40
y el 75), intermedia alta (entre el Pc 75 y 95) y alta (por encima del Pc 95). Si el valor de
la determinación de la bilirrubuna sérica (BiT) se ubica por debajo del percentilo 40 en
la zona de bajo riesgo ese niño tiene muy bajo riesgo de desarrollar hiperbilirrubinemia
severa.
21
Tabla 2. Zona de Riesgo como factor predictor de hiperbilirrubinemia
Fuente: Buthani VK , Johnson L, Sivieri EM. Predictive abilitly of predischarge hour-specific serum bilirrubina for
subsequent significant hyperbilirubinemia in healthy term and near term newborns. Pediatrics, 1999.
• EG ≤ 38 semanas.
• Pecho exclusivo especialmente si ha descendido mucho de peso.
• Raza asiática.
• Sexo masculino.
22
Tabla 4. Signos clínicos y de laboratorio para hemólisis
Por último los valores de bilirrubina prealta que se ubiquen por encima del percentilo 75
de las curvas específicas en horas corresponden a la zona de riesgo intermedia alta para
desarrollar hiperbilirrubinemia significativa. Esos niños requieren nuevas determinaciones.
23
La interpretación de la medición de bilirrubina sérica o transcutánea en base a la edad en
horas antes del alta permite determinar la zona de riesgo para hiperbilirrubinemia que junto
con los otros factores de riesgo permitirán elaborar el plan de seguimiento.
Seguimiento posalta
La hiperbilirrubinemia puede darse aún en ausencia de factores de riesgo identificables
y sin ictericia clínica suficiente al momento del alta. Un estudio en Jerusalén mostró que
42% de los niños reinternados por hiperbilirrubinemia para tratamiento no habían sido
evaluados suficientemente ictéricos como para haberles hecho una determinación de
bilirrubina al momento del alta.
La EG y las horas de vida al alta son importantes considerando que la bilirrubina puede
seguir subiendo hasta el 5º día en los RN de término y hasta el 7º día en los de 35 a 38
semanas.
Aquellos RN que estén en la zona de riesgo intermedio alto del nomograma pueden
requerir un control a las 24 horas, mientras que otros en las zonas de menor riesgo y sin
factores de riesgo pueden verse más alejado. La siguiente figura muestra una sugeren-
cia de planificación del control posalta según la bilirrubina prealta y su ubicación en las
curvas de percentilos.
24
Figura 2. Planificación del seguimiento posalta
Fuente: Hyperbilirubinemia in the Newborn Infant ≥35 Weeks`Gestation: An Update With Clarifications.
Maissels MJ et al. Pediatrics, 2009.
25
El uso de BiTc demostró ser útil en el consultorio, por ser más seguro que la simple
estimación visual y disminuir el número determinaciones bioquímicas (22,9% según un
estudio en Canadá). También permitió que las reinternaciones para luminoterapia fueran
más precoces (15,4 horas antes en promedio) y que la duración de la internación fuera
menor en 90 minutos. Es necesario recordar que en los niños alimentados a pecho la
ictericia puede prolongarse aún más.
Tratamiento
Luminoterapia
Desde hace 40 años la luminoterapia (LMT) ha sido el tratamiento estándar para la
hiperbilirrubinemia neonatal con el objetivo de prevenir daño neurológico permanente.
No se han reportado efectos adversos serios en RN >35 semanas de gestación y ha
reducido significativamente la necesidad de exanguinotransfusiones. A pesar de ser muy
difundida no es una práctica homogénea en los diferentes servicios de neonatología. Su
uso debería reunir estándares mínimos de eficacia y seguridad especialmente cuando se
usan tecnologías improvisadas.
Los fotoproductos de la bilirrubina se eliminan con la orina y con las heces. Hay reac-
ciones reversibles por las cuales algunos isómeros pueden convertirse en bilirrubina no
conjugada nuevamente si no son eliminados. La alimentación enteral es importante para
promover la eliminación intestinal y una adecuada hidratación para mantener la diuresis.
Al menos que la ictericia sea severa se puede interrumpir la fototerapia para amamantar y
para hacer contacto piel a piel.
26
La fuente de luz más efectiva es aquella que emite luz en un rango angosto de longitud de
a) Calidad onda de entre 400 a 520 nanómetros (nm). A esta longitud de onda por las propiedades
y espectro físicas de la piel la luz penetra bien y es máximamente absorbida por la bilirrubina. La luz
de la luz azul especial es la más efectiva. Hay blanca, verde, azul y turquesa. Deben usarse con una
protección plástica para evitar la radiación ultravioleta.
Los más recientes utilizan lámparas a base de LED (Light emitting diodes) que pro-
veen una alta radiación en el espectro de luz azul y azul-verde sin generar calor excesivo.
Son muy eficientes por su vida media de más de 20.000 horas. Tienen menos emisión
de rayos infrarrojos y ninguna ultravioleta.
Los spots de luz halógena que tienen una sola lámpara logran suficiente irradian-
cia pero concentran la mayor intensidad en un círculo pequeño lo que hace que sean
poco efectivos en niños de término. Son prácticas por su menor tamaño pero tienen la
desventaja de generar una cantidad significativa de calor. Debe respetarse la distancia
recomendada por el fabricante para evitar quemaduras.
En cuanto a los tubos fluorescentes, no todos son iguales, pueden ser de luz-día
blanca fría, luz azul, turquesa, verde y “special blue”. Hay mucha diferencia de radiación
entre ellas. La azul especial (cuyo nombre comercial es F20T12/BB de General Electric
o TL52/20W de Philips) es la más efectiva. Los equipos más usados en nuestro país
cuentan con 6-8 tubos de luz diurna de 20W cada una. La radiación es proporcional al
número de tubos. Existen equipos con una combinación de ellas.
27
Todos los equipos han demostrado tener una eficacia similar usándolos correctamente.
Son importantes algunas medidas de protección y seguridad para lograr mayor eficacia:
Para exponer la mayor cantidad de superficie corporal el tronco del RN
debe estar en el centro donde la radiación es mayor.
Parece no ser necesario quitar los pañales salvo cuando las cifras de bili-
rrubina están cerca de los valores para exanguinotransfusión. Se recomien-
da el uso de pañales para la higiene pero no es esencial para proteger los
genitales.
La LMT debe estar lo más cerca posible del bebé excepto cuando se usan
lámparas halógenas.
Es recomendable medir periódicamente la radiación con radionanómetros. Es
conveniente hacer dicha medición en distintas áreas expuestas y considerar
el promedio porque la intensidad de la luz disminuye hacia la periferia.
Indicar doble o triple LMT no es igual que indicar la intensidad deseada.
Controlar la temperatura corporal.
Aunque solo existe evidencia el daño retinal en estudios realizados en
animales, se recomienda de todos modos cubrir los ojos con máscaras de
material opaco durante el tratamiento.
Es de buena práctica apagar las luces antes de retirar la protección ocular para
la limpieza de los ojos, la estimulación visual y la interacción con los padres.
Los equipos deben reunir los estándares de seguridad eléctrica sobretodo en ambientes
húmedos y con oxígeno.
Edad
Fuente: Hyperbilirubinemia in the Newborn Infant ≥35 Weeks`Gestation: An Update With Clarifications.
Maissels MJ et al. Pediatrics, 2009.
Usar LMT intensiva cuando el nivel de BiT excede la línea indicada para
cada categoría.
28
No restar el valor de bilirrubina conjugada.
Los factores de riesgo son los mencionados en la tabla 2 para neurotoxicidad.
Las líneas de trazos de las primeras 24 hs indican incertidumbre debido a un amplio rango de circunstancias clínicas y el
rango de respuesta a fototerapia.
• Se recomienda exanguinotransfusión inmediata si el RN muestra signos de encefalopatía
bilirrubínica aguda o si BiT es ≥5mg% por arriba de estas líneas.
La curva apropiada para determinada edad en horas para la indicación de LMT debe
elegirse de acuerdo con la edad gestacional y la presencia o ausencia de factores de riesgo
para neurotoxicidad.
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radiación de 30µW/cm2/nm o más en la mayor área de superficie corporal del
RN. Se sugiere para lograrlo utilizar el equipo más eficiente disponible o más de uno, ex-
poner la mayor superficie corporal posible quitando los pañales y cubriendo la cuna con
material que refleje la luz como sábanas blancas o de aluminio.
Se sugiere suspender LMT cuando las cifras de BiT hayan descendido por debajo del
percentilo 75 según la EG y horas de vida y luego de obtenerse dos valores que mues-
tren la tendencia de descenso o cuando es <12-13 mg% a las 72 hs de vida.
No debe recomendarse la exposición al sol como tratamiento por las dificultades prácticas
que presenta, por su baja seguridad y porque no existe evidencia de su efectividad.
La LMT está contraindicada en niños con porfiria congénita y cuando se usan drogas
que pueden producir fotosensibilización. No hay datos de las consecuencias de la
exposición a LMT en niños que también tienen aumentada la bilirrubina conjugada.
Exsanguinotransfusión
La exanguinotransfusión está indicada en presencia de signos de encefalopatía bilirrubíni-
ca aguda (hipertonía, arqueado, opistótonos, fiebre, llanto agudo, rechazo del alimento, letar-
go significativo) o cuando los niveles de bilirrubina son ≥25 mg% en cualquier momento.
Se debe considerar una urgencia. Ozmert demostró que la duración de los niveles altos de
bilirrubina indirecta en suero <20 mg% es un factor de riesgo importante para neurotoxici-
dad. Dado que la exanguinotrasfusión es un procedimiento de riesgo por las alteraciones he-
modinámicas y metabólicas que puede presentar se recomienda su realización sólo cuando
se alcanzan los niveles propuestos luego de utilizar LMT intensiva por 6 horas. Es importante
que cada médico conozca y vigile las variables que influyen en la eficacia de la LMT para
p ro n a p 2012 • m Ó d u l o 1 • c a p Í t u l o 1
que el tratamiento sea adecuado. Si durante este período de espera en LMT intensiva los
niveles bajan por debajo de los sugeridos para exanguinotransfusión se debe continuar con
LMT intensiva y vigilar. Hoy en día es un procedimiento rara vez realizado.
El más reciente estudio sobre morbilidad en exanguinotransfusión realizado en USA
evaluó niños nacidos entre 1980 y 1995. De 106 RN, 81 eran sanos, no hubo fallecidos
y 1 tuvo enteritis necrotizante. De 25 RN enfermos, 5 murieron y 3 tuvieron secuelas
permanentes (12 y 32% respectivamente). La mortalidad de la exanguinotransfusión en
RN de término se estima entre 3-4 ‰ niños exanguinados.
No existe todavía suficiente evidencia para el uso de gammaglobulina endovenosa
recomendada en la incompatibilidad ABO o Rh. Es un derivado biológico y tiene compli-
caciones potenciales. Algunos autores consideran su uso cuando la hiperbilirrubinemia
sigue progresando después de 4 horas de LMT intensiva o cuando la BiT es ≥16mg%
antes de las 24 h de vida o si está 2-3 mg por debajo del valor para exanguinotransfusión
después de 24 horas de vida. La dosis recomendada es 0,5-1g por 100ml en infusión
endovenosa lenta en 3-4 horas.
30
Ejercicio de Integración y cierre
VF
VF
3. Es necesario monitorizar al menos cada 8-12 horas a los RN sanos para la identificación y evaluación de la
ictericia durante la hospitalización.
VF
4. La apreciación visual de la ictericia (apreciación clínica) suele coincidir con la determinación de bilirrubina
sérica.
5. Los bilirrubinómetros transcutáneos han demostrado ser muy útiles como instrumento de monitoreo para
decidir la necesidad de realizar una determinación de bilirrubina sérica.
VF
VF
VF
8. Los valores de bilirrubina sérica deben ser interpretados de acuerdo con la edad en horas al momento en que
se realiza la medición y no en días de vida.
VF
9. Se recomienda que cada niño que egrese antes de las 72 hs de vida tenga su primer control 5 días después
del alta para evaluar su estado nutricional y la presencia de ictericia.
VF
10. Cuanto mayor es la superficie corporal expuesta a la luminoterapia, mayor será la velocidad de declinación
de la bilirrubina sérica.
VF
31
Ejercicio de Integración y cierre
a libre demanda. A las 36 horas de vida usted detecta ictericia al examen físico.
A. ¿Cuál sería su conducta? Justifique.
................................................................................................................................................................
................................................................................................................................................................
32
Ejercicio de Integración y cierre
x En el consultorio el niño está somnoliento, la madre refiere que duerme mucho y está visiblemente más
ictérico. Pesa 2400 g. Como dispone de un transcutáneo de bilirrubina, le realiza una medición que da como
resultado 15mg%.
G. ¿Cuál sería su conducta ahora?
................................................................................................................................................................
................................................................................................................................................................
33
CONCLUSIoNes
El egreso temprano de las maternidades, sumado al aumento de los índices de ali-
mentación a pecho, el incremento de nacidos cercanos al término y un inadecuado con-
trol posalta ha llevado a la aparición de nuevos casos de kernicterus. Se puede concluir
que es difícil inferir la verdadera incidencia del kernicterus a partir de la evidencia dispo-
nible constituida por estudios caso-control. Sería deseable que la hiperbilirrubinemia se-
vera ≥25 mg% y el kernicterus fueran enfermedades denunciables a los fines de obtener
un registro de la situación actual. A pesar de ser una enfermedad infrecuente tiene una
mortalidad significativa del 10% y una morbilidad a largo plazo de al menos 70%. Es
evidente que los casos de kernicterus ocurren en RN con cifras altas de bilirrubina pero
la hiperbilirrubinemia sola no es condición suficiente para explicar este fenómeno. Hacen
falta estudios que investiguen otros factores que inciden en la aparición de kernicterus
independientemente de la hiperbilirrubinemia. Más información en relación al tiempo de
exposición a altos valores de bilirrubina y su unión a la albúmina podrían aportar datos
para estimar mejor este riesgo.
34
En nuestro país, donde aun no se logró que la pesquisa neonatal de enfermedades
inaparentes obligatoria por ley se realice a todos los RN y el uso de la medición de bili-
rrubina transcutánea es muy infrecuente, parece poco probable implementar la estrategia
de la pesquisa de bilirrubina prealta.
LECTURAS RECOMENDADAS
35
Ejercicio de Integración y cierre
Clave de respuestas
Identifique Verdadero o Falso en los Siguientes Enunciados
1. Verdadero.
2. Falso. No es la alimentación al pecho exclusivo lo que aumenta el riesgo sino la alimentación inadecuada con
pecho. Si un RN inicia la alimentación al pecho antes de la hora de vida y se alimenta efectivamente entre 9
y 12 veces al día el riesgo es cero, comparado con aquellos que comen menos de 2 veces en el primer día
de vida quienes tienen un riesgo 15 veces mayor.
3. Verdadero.
4. Falso. La apreciación visual de la ictericia sólo deberá considerarse como una primera aproximación al pro-
blema y no se le dará el valor de una estimación definitiva. Se han encontrado discrepancias en más como
en menos entre la apreciación clínica y la determinación de bilirrubina sérica.
5. Verdadero.
6. Falso. La medición transcutánea no es un sustituto de la bilirrubina sérica y siempre que se vaya a decidir una
intervención terapéutica deberá medirse bilirrubina sérica.
7. Verdadero.
8. Verdadero.
9. Falso. Se recomienda que cada niño que egrese antes de las 72 hs de vida tenga su primer control 2 o 3 días
después del alta.
10. Verdadero.
pronap 2012 • moÓu lo 1 • capÍtu lo 1
3. Los factores de riesgo para neurotoxicidad son: Enfermedad hemolítica. Deficiencia de G6P deshidrogenasa.
Acidosis. Asfixia. Albúmina <3 g%. Drogas que interfieren con la unión a la albúmina.
36
Ejercicio de Integración y cierre
B. La edad gestacional <38 semanas, el sexo masculino, la alimentación con pecho exclusivo a libre demanda, el
grupo sanguíneo materno desconocido.
C. De acuerdo a ese nivel de bilirrubina, Juan estaría en la zona de riesgo intermedia alta por encima del percen-
tilo 75 del nomograma específico de hora: además habría descendido mucho de peso, por lo tanto hay que
solicitar un nuevo control de bilirrubina para ver la evolución en el tiempo y el ritmo de ascenso y ofrecerle a la
madre asesoramiento en lactancia. Verificar la técnica de amamantamiento y sugerir un número de mamadas
entre 10-12 por día.
E. A las 24 horas.
G. Solicitar bilirrubina sérica ya que el transcutáneo puede subestimar los niveles de bilirrubina y tiene menor
correlación con valores altos. Evaluar la posibilidad de suplementar la alimentación al pecho con métodos
alternativos al biberón porque los RN cercanos al término y más aun cuando han descendido de peso pueden
tener una succión inefectiva.
I. Verificar la intensidad de las lámparas, la distancia al cuerpo, la superficie expuesta. Evaluar la necesidad de
LMT doble según los equipos disponibles y tipo de luz para lograr la intensidad deseada (30 µw/cm2/nm).
37
Capítulo 2
Artritis
idiopática juvenil
39
objetivos
Recordar que la artritis idiopática juvenil es la enfermedad reumática crónica más
frecuente en la infancia.
esquema de contenidos
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40
INTRODUCCIÓN
La artritis idiopática juvenil (AIJ) es la enfermedad reumática crónica más común en
niños, siendo una causa importante de discapacidad y de ceguera en este grupo etario.
Una nueva clasificación de las artritis inflamatorias en la infancia, fue propuesta por la
International League of Associations for Rheumatology en 1994 y ha sido revisada en
1997 y en 2001.
Artritis sistémica.
Artritis psoriática.
Artritis indiferenciadas.
Esta clasificación intenta describir “grupos más homogéneos” de niños con Artritis cróni-
ca bajo la denominación de “Artritis idiopática juvenil” y facilitar la investigación en áreas de
inmunogenética, epidemiología, estudios de pronóstico y ensayos clínicos. La denomina-
ción de “Artritis idiopática juvenil” (AIJ) ha reemplazado al viejo término de Artritis reuma-
toidea juvenil que fuera usado alrededor del mundo durante más de 40 años.
41
Frecuencia de Edad de inicio
Categoría de AIJ Sexo
presentación en % (años)
2–4
Poliartritis factor reumatoideo negativo 11 - 28 >F
6 -12
Infancia tardía
Artritis relacionada c/ entesitis 3 - 11 >M
Adolescencia
2–4
Artritis psoriática 2 - 11 >F
9 -11
Otras indiferenciadas 11 - 21
La edad de comienzo de la AIJ es habitualmente entre el año y los 3 años de vida, siendo
raro su inicio antes de los 6 meses de edad.
La distribución etaria varía según el tipo de inicio de la enfermedad: la AIJ es dos veces
más frecuente en niñas que en varones pero en la forma sistémica se observa igual
proporción de varones y mujeres.
La AIJ ha sido descripta en todas las razas y áreas geográficas, aunque los estudios
sobre incidencia y prevalencia en aborígenes son aún escasos y con pequeño número de
pacientes.
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PATOGENIA
La causa de la AIJ permanece aún desconocida y los mecanismos patogénicos aún no están
claramente esclarecidos.
42
Ciertos agentes infecciosos, como el Streptococo, Micoplasma, Epstein Barr, rubéola,
Parvovirus B19, entre otros, han sido implicados en las exacerbaciones de la enfermedad,
aunque ninguno de ellos fue hallado responsable del inicio de la misma.
La AIJ tiene una base genética compleja (o su equivalente en inglés: complex gene-
tic trait) que compromete los efectos de múltiples genes relacionados a la inmunidad
y la inflamación. Ciertos alelos de antígenos de histocompatibilidad (HLA) de clase I y
clase II se asocian con un riesgo incrementado de desarrollar los diferentes subtipos de
la enfermedad. Así, los antígenos clase II, HLA-DR1 y HLA-DR4 han sido asociados con
las formas poliarticulares y, específicamente, el HLA-DR4 (DRB1*0401) con las formas
poliarticulares Factor Reumatoideo (FR) positivas, sosteniendo la teoría que representa
similar enfermedad que en adultos. Por otro lado, se han documentado que los antíge-
nos HLA-A2, DR8, DR5 y DPB1*0201, confirieron una susceptibilidad aumentada para
las formas oligoarticulares.
Otros genes que confieren riesgo para el desarrollo de la enfermedad incluyen genes
reguladores de la producción de citoquinas. La evidencia para la susceptibilidad genética
en AIJ es sostenida por los hallazgos de 71 pares de hermanos estudiados en el Registro
de Pares de Hermanos afectados por ARJ. El 63% de los hermanos fueron concordantes
para sexo, el 76% para el subtipo de inicio de la enfermedad y el 79% para el curso de
la misma. El estudio también incluyó varios pares de mellizos, todos concordantes para
inicio y curso de la enfermedad.
Tanto las células B cómo las células T participan en la inflamación, estas últimas pre-
sentan un papel preponderante. Los pacientes con AIJ presentan niveles séricos eleva-
dos de citoquinas inflamatorias interleukinas IL-1, IL-2, IL-6 y IL-2R, como también niveles
elevados en líquido sinovial de IL-1B, IL-6 y IL-2R. Los niveles elevados de IL-6, IL-2R y
TNF-α-R correlacionan con parámetros inflamatorios, como la proteína C reactiva (PCR)
en pacientes con enfermedad activa.
43
Otros factores ambientales han sido descriptos como relacionados con alteración de la
respuesta inmune en los niños, evidenciada a través de la positividad del factor reumatoi-
deo, tales como la duración de la lactancia materna y la exposición al tabaco durante el
embarazo, aunque es necesaria mayor evidencia en el desarrollo de la AIJ.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Si bien la presencia de artritis constituye uno de los síntomas cardinales de la
enfermedad, no necesariamente representa su manifestación inicial. Síntomas constitu-
cionales, como fatiga, son comunes en los niños con formas poliarticular o sistémica,
especialmente al inicio o durante brotes de la enfermedad. Pueden expresar esa fatiga
como somnolencia, falta de energía o irritabilidad. La hiporexia, pérdida de peso y retraso
de crecimiento se observan sobre todo en niños con enfermedad sistémica. En niños
mayores con artritis activa persistente también hay retardo en la aparición de los caracte-
res sexuales secundarios.
Manifestaciones articulares
El compromiso articular puede ser mínimo o incluso estar ausente, como ocurre ocasio-
nalmente en los períodos iniciales de la forma de comienzo sistémico. En la mayoría de
los casos la artritis comienza en forma insidiosa pero puede presentarse con signos cla-
ros de inflamación aguda: calor, eritema local, aumento de temperatura, dolor y pérdida
de movimiento.
Dolor con el movimiento y tumefacción articular son las dos manifestaciones más frecuentes.
Los niños mayores refieren con claridad sus síntomas articulares, pero en los más pe-
queños, la presencia de artritis debe ser inferida a través de una cojera o cambios en los
patrones de movimientos habituales del niño.
Las formas indoloras ocurren en hasta un 25% de los casos y, por lo general, estos
niños son traídos a la consulta por presentar limitación al movimiento articular o debido
al desarrollo de posiciones anómalas.
Todas las articulaciones pueden afectarse; con mayor frecuencia están comprome-
tidas las grandes articulaciones: rodilla, carpos, tobillos. Las pequeñas articulaciones de
manos y pies se afectan particularmente en la forma poliarticular de la enfermedad
(metacarpofalángicas, interfalángicas proximales y distales).
44
Fotografía 1. Poliartritis
Fiebre, el rash cutáneo y las lesiones oculares son las manifestaciones sistémicas más
características.
Fiebre: un 75% de los niños con artritis presentan fiebre en algún momento de su
evolución. La fiebre que define la forma sistémica de la enfermedad es persistente con
amplias variaciones, desde la normal hasta uno o dos picos diarios de 39°C o mayor, con
rápido retorno a lo normal o subnormal. Si bien este patrón de fiebre es muy sugestivo
de AIJ, al inicio es indistinguible del que se presenta, por ejemplo, en un cuadro séptico.
Esta fiebre puede anteceder en semanas o meses al comienzo de las manifestaciones
articulares. Es importante tener en cuenta este patrón de fiebre, pues su presencia
puede sugerir el diagnóstico de AIJ de comienzo sistémico cuando otras causas de
síndrome febril prolongado han sido debidamente excluidas. La fiebre de la forma
sistémica de enfermedad responde poco al uso anti-inflamatorios no esteroideos
(AINEs), aún en altas dosis y en muchos niños solo responde al uso de prednisona.
45
Rash cutáneo: consiste en una erupción macular o maculopapular rojo asalmonado o
rosado, de 2 a 5 mm de diámetro. Las lesiones son confluentes y ocurren, frecuentemen-
te, en tronco y parte proximal de extremidades y, más raramente, en cara, palmas y plantas.
Rash maculopapular.
Este rash tiende a ser evanescente, las lesiones pueden durar de minutos a pocas
horas y desaparecen sin dejar lesiones residuales, siendo por ello de difícil observación.
Generalmente ocurre asociado a episodios febriles u otras manifestaciones sistémicas y
puede anteceder a la artritis en su aparición. Este rash puede tener características urti-
carianas y ser pruriginoso hasta en un 10% de los niños. A pesar de que generalmente
acompaña a la fiebre, puede persistir aún cuando aquella se ha resuelto o ser el primer
signo de un brote de la enfermedad.
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Diferentes reportes sugieren que el 38% de los pacientes con AIJ desarrollan severa pérdida
de la agudeza visual.
46
Fotografía 3. Uveítis. Complicaciones
Todos los pacientes con AIJ, aún aquellos sin síntomas oculares, deben ser examinados por
el oftalmólogo, periódicamente.
47
El examen indispensable es el biomicroscópico con lámpara de hendidura.
La pesquisa de iridociclitis crónica debe ser realizada desde el diagnóstico inicial de AIJ
y repetida a intervalos frecuentes durante los primeros años de enfermedad. La Acade-
mia Americana de Pediatría, aconseja realizar examen ocular con lámpara de hendidura
con una periodicidad que depende del tipo de artritis, presencia de Anticuerpos antinu-
cleares (AAN), edad de inicio y duración de la enfermedad.
Anticuerpos Frecuencia
Artritis Edad inicio Duración AIJ Riesgo uveítis
antinucleares (meses)
+ ≤6 ≤4 Alto 3
+ ≤6 >4 Moderado 6
+ ≤6 >7 Bajo 12
- ≤6 ≤4 Moderado 6
- ≤6 >4 Bajo 12
- >6 NA Bajo 12
Sistémicos No aplica No aplica No aplica Bajo 12
48
CATEGORÍAS O SUBGRUPOS DE ARTRITIS
Como hemos mencionado la nueva clasificación de AIJ identifica siete categorías de
enfermedad, con diferentes formas de presentación y evolución clínica.
Este subtipo de enfermedad es bien diferente de los otros. Se observa tanto en niñas como
niños y no muestra una edad típica de presentación. Su diagnóstico requiere:
Artritis
• Uno o más de los siguientes hallazgos clínicos: rash característico que coincide con picos febri-
sistémica les, hepatomegalia, esplenomegalia, linfadenopatía generalizada o serositis.
Para la clasificación de la International League of Associations for Rheumatology los niños con
Poli- Afecta 5 o más articulaciones durante los primeros 6 meses de enfermedad asociado a la
artritis
factor
presencia de factor reumatoideo de tipo IgM (testado en, al menos, 2 ocasiones). Esta forma de
reuma- enfermedad es similar a la forma adulta de Artritis reumatoidea (AR) seropositiva y se observa
toideo en niñas adolescentes. Los pacientes presentan una poliartritis simétrica que afecta pequeñas
positivo
(seropo-
articulaciones de las manos y pies, pueden observarse además nódulos reumatoideos en la
sitiva) superficie de extensión de antebrazos y codos.
• “Artritis seca” con mínima tumefacción articular pero mucha rigidez y contracturas en flexión,
con velocidad de sedimentación globular normal y poca respuesta al tratamiento.
49
Afecta a varones mayores de 6 años de edad y se caracteriza por la asociación de artritis y
entesitis. Las zonas de entesis son aquellas que corresponden al sitio anatómico de inserción
del tendón al hueso. Los sitios de entesis más afectados son a nivel de la inserción del Aquiles
Artritis en el calcáneo, fascia plantar y área del tarso. Una característica de este subtipo o categoría, es
relacionada
con
el compromiso de cadera en la presentación de la enfermedad. La artritis es a menudo leve y
entesitis remitente, la mitad de los niños desarrollan oligoartritis mientras que otros progresan y afectan
articulaciones sacroilíacas y la columna ocasionando un cuadro característico de espondilitis
anquilosante. Un porcentaje elevado de estos pacientes son portadores de antígeno de histo-
compatibilidad B 27.
Incluye pacientes que, padeciendo artritis inflamatoria desde el punto de vista clínico, no
Artritis
satisfacen criterios de inclusión para ninguna de las categorías arriba mencionadas o que reúne
indife-
renciada criterios para más de una de ellas. Este subgrupo de pacientes alcanza, según diferentes series,
ente el 8 y el 13% de todas las AIJ.
LABORATORIO
En general, los estudios de laboratorio pueden ser usados para evidenciar inflamación,
sostener el diagnóstico clínico de AIJ, monitorear la actividad de la enfermedad y la
toxicidad de los diferentes tratamientos.
del hierro sérico, descenso en la unión del hierro por la transferrina y depósitos de
hemosiderina normales o aumentados (en médula ósea, hígado, etc.). Desde el punto
de vista de su morfología, se la describe como normocítica, normocrómica. La ferritina
sérica puede estar elevada y refleja actividad sistémica; en ocasiones es utilizada como
una herramienta diagnóstica frente a un niño con síndrome febril prolongado o ante una
reactivación sistémica de la enfermedad. La anemia crónica suele resolverse rápidamente
cuando la enfermedad remite.
50
Su nivel no siempre correlaciona con la extensión y actividad clínica de la enfermedad.
51
Tabla 4: Diagnósticos diferenciales en la forma sistémica de la enfermedad
Enfermedades
Infecciones bacterianas Infecciones virales Otras
neoplásicas
Hepatitis Enfermedades
Sepsis
Mononucleosis infecciosa Leucemia linfoblástica del tejido conectivo
Infección urinaria
Rubéola Neuroblastoma Enfermedades
Tuberculosis auto-inflamatorias
Sarampión
Endocarditis bacteriana Inmunodeficiencias
Otra eruptiva
Habitualmente, estos pacientes presentan dolor óseo y/o articular severo en despro-
porción con el grado de tumefacción articular y localizan la molestia en la región
metafisaria.
Enfermedad
Enfermedades del Espondiloartropa- Enfermedades Inmuno-
sérica. Hipersen-
tejido conectivo tías seronegativas lisosomales deficiencias
sibilidad a drogas
Fiebre reumática Espondilitis anqui-
Lupus eritematoso losante juvenil
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52
Tabla 6: Diagnósticos diferenciales de la forma mono y oligoarticular de la enfermedad
Artritis infecciosa
Artritis traumática
Sinovitis por cuerpo extraño
Espóndilo artropatías seronegativas
Artritis asociada a alteraciones de la coagulación (hemofilia)
Tumores sinoviales
Osteocondritis
COMPLICACIONES
Retraso del crecimiento: se debe a persistencia de enfermedad sistémica activa,
uso de corticosteroides, hiporexia y malnutrición asociada a la misma. Además del retraso
de crecimiento lineal ocurren, en esta afección, típicas alteraciones “localizadas” de
crecimiento óseo, en los centros epifisarios atribuidos al aumento de vascularización que
ocurre como resultado de sinovitis o inflamación persistente a este nivel. Generalmente
se desarrollan en las formas oligoarticulares y son responsables de los trastornos obser-
vados en la longitud de la extremidad comprometida.
53
progresiva, proteinuria persistente, diarrea inexplicable o epistaxis recurrente. Es de rara
ocurrencia en América (0,14%) pero en países europeos ha sido reportado entre un 5 al
7,5% de niños portadores de AIJ.
EVOLUCIÓN Y PRONÓSTICO
En los pasados 10 años, algunos reportes sobre pronóstico de la AIJ mostraban que
sólo entre 40-60% de los pacientes alcanzaban la remisión o lograban algún grado de
inactividad clínica. A pesar de la persistencia de enfermedad activa a largo plazo, se ha
observado, en un número importante de pacientes, una marcada mejoría en el pro-
nóstico funcional, con una menor proporción de pacientes que persisten severamente
discapacitados en el seguimiento (entre 2,5 y 10%).
La tasa de mortalidad en AIJ ha sido documentada entre el 0,5 al 4%, siendo aún
mayor en la forma sistémica de la enfermedad. En Europa la mortalidad se asoció al
desarrollo de amiloidosis y en Estados Unidos a la actividad sistémica e infecciones. Una
causa que ocasiona severa morbimortalidad en este grupo de pacientes es la ocurrencia
de síndrome de Activación macrofágica.
54
TRATAMIENTO
A pesar de que la AIJ no tiene curación específica, es importante tener en cuenta que
pueden ocurrir remisiones espontáneas de la enfermedad y que el abordaje terapéutico
está dirigido a controlar la actividad de la misma e inducir su remisión.
Sin duda, es ideal tener la oportunidad de tratar la enfermedad en “sus estadios inicia-
les”, donde la respuesta a tratamientos más agresivos suele ser más favorable.
Algunos autores plantean el abordaje terapéutico de la AIJ, en forma similar a los trata-
mientos oncológicos, con una “fase de inducción” para llevar la enfermedad a la remisión
55
y luego una fase de “mantenimiento” una vez alcanzada la remisión; enfatizando que la
gran oportunidad es tratar la AIJ en estadios tempranos, antes de que aparezcan lesiones
irreversibles (período conocido como “ventana de oportunidad”).
El abordaje inicial de tratamiento debe ser enérgico en todos los niños; determinadas
estrategias se utilizarán según subtipo de enfermedad y el reconocimiento temprano de
los predictores de pronóstico llevará a realizar modificaciones en el programa terapéutico.
Siendo indispensable para ello la derivación temprana al reumatólogo infantil conocedor
de estos aspectos ligados al pronóstico y familiarizado con las drogas a utilizar.
56
La gran mayoría de los AINEs se absorben bien en el tracto gastro-intestinal. Son áci-
dos débiles, lipofílicos que en más de un 90% se encuentran unidos a proteínas plasmá-
ticas, propiedades que favorecen su concentración en el tejido inflamado. Según su vida
media se pueden dividir en dos grupos: los de vida media corta (≤6 horas), ejemplo:
naproxeno, ibuprofeno; y los de vida media larga (≥6 horas), ejemplo: indometacina,
nimesulida y rofecoxib.
57
Elegir con atención a la edad. Los adolescentes se benefician con AINES
que requieren una toma diaria, los más pequeños toman bien los jarabes
aunque a veces rechazan el gusto.
Reforzar la importancia de tomar el AINE con las comidas principales.
Hablar de protección solar.
En general los efectos colaterales se manejan mejor si hay anticipación y educación.
Por ejemplo, los mareos suelen ceder a la semana y, a veces aparecen trastornos de
sueño (adelantar o bajar la dosis nocturna). Algunos padres relatan problemas de aten-
ción y memoria en la escuela (bajar la dosis o cambiar de AINE).
Los síntomas de gastropatía por AINE varían con la edad. Los niños menores de 7
años tienden a dejar de comer, despertarse a la noche, perder peso y sentir molestias
abdominales al levantarse. Es importante medir sangre oculta en materia fecal ya que su
presencia es un indicador útil de gastropatía significativa. Estas drogas deben administrar-
se, generalmente, con alimentos para disminuir la irritación gástrica. Si los niños, a pesar
de ello, presentan síntomas digestivos, podemos suministrarles concomitantemente,
sucralfato, antiácidos o bloqueantes H2.
Estas drogas están indicadas cuando existen algunas de las siguientes manifestaciones:
Es muy importante explicar a los padres los efectos colaterales de los glucocorticoides
(aspecto cushingoide, hiperglucemia, hipertensión arterial, dislipemias, osteoporosis,
necrosis ósea avascular, entre otros) y que estas drogas no deben ser discontinuadas
bruscamente (riesgo de una crisis adrenal).
• •
Tocilizumab – Anakinra
Etanercept Infliximab
Etanercept – Adalimumab
Abatacept – Infliximab
CE: corticosteroides | Oligo Ext: oligoarticular extendida | Poli: poliarticular | MTX: Metotrexate
Fuente: Modificado de ILOWITW, 2005.
59
Estos agentes biológicos están indicados en AIJ ante la refractariedad de la misma al MTX;
esto significa, pacientes que persisten con artritis activa a pesar de la utilización de MTX a 15
mg/m2 de aplicación subcutánea por al menos un tiempo continuo de 6 a 9 meses.
Reacción en sitio
Anakinra 1-2mg/kg/día Subcutánea ACR Ped 30 -
de inyección
Infección respiratoria
1-2 mg/kg
Tocilizumab Intravenosa ACR Ped 30 ↑ Colesterol / +
Cada 2 sem
gamaglobulinas
↑
60
VACUNACIÓN
Estos niños deben ser correctamente evaluados a fin de establecer los riesgos versus benefi-
cios que implica inmunizarlos.
Según el CDC (2009), los niños bajo tratamiento esteroideo, pueden recibir vacunas a
virus vivos o atenuados según las siguientes condiciones:
61
Ejercicio de Integración y cierre
VF
VF
VF
4. La AIJ tiene una base genética compleja que compromete los efectos de múltiples genes relacionados a la
inmunidad y a la inflamación.
VF
VF
6. Las pequeñas articulaciones de manos y pies son las comprometidas con mayor frecuencia.
VF
VF
pronap 2012 • mÓdu lo 1 • capÍtu lo 2
8. La fiebre, el rash cutáneo y las lesiones oculares son las manifestaciones sistémicas más características.
VF
9. Ante toda mono, oligo o poliartritis crónica es indispensable descartar la presencia de iridociclitis/uveítis
(compromiso ocular inflamatorio de la cámara anterior del ojo).
VF
10. La uveitis no tratada o mal controlada se asocia a complicaciones oculares que pueden conducir a la ceguera.
VF
11. Todos los pacientes con AIJ deben ser examinados periódicamente por oftalmólogo.
VF
62
Ejercicio de Integración y cierre
VF
13. Los estudios de laboratorio pueden ser usados para evidenciar inflamación, sostener el diagnóstico clínico
de AIJ, para monitorear la enfermedad y la toxicidad de los diferentes tratamientos.
VF
14. La presencia de anemia es frecuente en todas las formas de artritis crónicas siendo más pronunciada en la
forma sistémica de la enfermedad.
VF
15. El estudio del líquido sinovial y la biopsia de la membrana sinovial permiten realizar un diagnóstico diferen-
cial de las distintas enfermedades monoarticulares.
VF
16. Las enfermedades neoplásicas pueden simular cuadros de AIJ durante varios meses.
VF
a ennc iila M a t e r n a
17. Para evitar la osteoporosis es necesario suprimir la actividad de la enfermedad, mejorar la calidad de los
ejercicios y poner énfasis en la dieta (incorporar calcio y vitamina D).
VF
s t yi cLaa Jcut v
VF
npe á
19. En la mayoría de los pacientes la administración de una droga antiinflamatoria no esteroide (AINE) es el
io
escalón inicial del tratamiento.
VF In
a drae n• cAer •t r Id
i tf iesc c io
20. Al administrar AINEs se deben realizar, cada 4-6 meses, controles de hemograma, examen general de orina,
pruebas de función hepática y renal. Además se debe estar alerta ante manifestaciones de toxicidad en SNC
y piel.
pw
VF
a . E Ls a
i etl M
21. Los AINEs deben administrarse con las comidas para disminuir la irritación gástrica.
aecr
VF
Go
R rb
22. Un componente importante del plan básico de tratamiento es brindar, al paciente y a la familia, información
sobre la enfermedad, su tratamiento y pronóstico.
VF
63
Ejercicio de Integración y cierre
.................................................................................................................................................................
.................................................................................................................................................................
.................................................................................................................................................................
.................................................................................................................................................................
3. ¿Cuáles son las vacunas que deben recibir los pacientes con AIJ?
.................................................................................................................................................................
.................................................................................................................................................................
pronap 2012 • mÓdu lo 1 • capÍtu lo 2
64
CONCLUSIONES
1. La artritis idiopática juvenil es la enfermedad reumática crónica más fre-
cuente en la infancia.
2. Su diagnóstico es básicamente clínico.
3. Es importante conocer otras entidades que presenten “artritis” como ma-
nifestación inicial (tales como: infecciones, tumores) porque los abordajes
terapéuticos son muy diferentes.
4. Es importante realizar el diagnóstico tempranamente, con una derivación
oportuna al especialista para que el paciente reciba un tratamiento ade-
cuado.
5. La información y participación del paciente es fundamental para controlar
las co-morbilidades, sospechar tempranamente las complicaciones y para
el abordaje terapéutico de las emergencias.
Es muy importante que el niño y sus padres reciban suficiente información y educación con
respecto a la enfermedad, su pronóstico y tratamiento.
lecturas Recomendadas
• Weiss JE, Ilowite NT. Juvenile Idiopathic Arthritis. Pediatr Clin N Am 2005;2:413-442
65
Ejercicio de Integración y cierre
Clave de respuestas
Identifique Verdadero – Falso en los Siguientes Enunciados.
1. Falso: en la forma sistémica se observa igual proporción de varones y mujeres.
4. Verdadero.
5. Falso: no en todos los casos la artritis se manifiesta inicialmente. El compromiso articular puede ser mínimo o
incluso estar ausente como ocurre en los períodos iniciales de la forma de comienzo sistémico.
6. Falso: las grandes articulaciones: rodillas, carpos y tobillos son las que están comprometidas con mayor fre-
cuencia. Las pequeñas articulaciones de manos y pies se afectan particularmente en la forma poliarticular de
la enfermedad.
7. Verdadero.
8. Verdadero.
9. Verdadero.
10. Verdadero.
11. Verdadero.
12. Verdadero.
13. Verdadero.
pronap 2012 • mÓdu lo 1 • capÍtu lo 2
14. Verdadero.
15. Verdadero.
16. Verdadero.
17. Verdadero.
18. Falso: la AIJ no tiene curación específica, el abordaje terapéutico está dirigido a controlar la actividad de la
enfermedad e inducir su remisión.
19. Verdadero.
20. Verdadero.
21. Verdadero.
22. Verdadero.
66
Ejercicio de Integración y cierre
2.
b) Realización periódica de laboratorio: hemograma, función renal y hepática cada 4-6 meses.
a ennc iila M a t e r n a
x Las vacunas a virus vivos atenuados se encuentran contraindicadas en pacientes inmunosuprimidos (antipo-
liomielitis oral, triple viral, BCG, varicela, fiebre amarilla). Deben aplicarse vacunas inactivadas de calendario:
hepatitis A y B, IPV (antipoliomielítica inactivada inyectable, Salk), vacunas consideradas especiales, neumo-
coco (conjugada y polisacárido), meningococo serotipo C (conjugada) e influenza (anual).
x Es importante además considerar y completar esquema de vacunación en convivientes: Salk, triple viral,
s t yi cLaa Jcut v
varicela e indicar anualmente la vacuna antigripal.
Go
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a . E Ls a In
a drae n• cAer •t r Id
i tf iesc c io
io npe á
67
Capítulo 3
Cefaleas en
niños y adolescentes
69
objetivos
Valorar la anamnesis y el examen físico como definitorios del diagnóstico en la mayoría
de los casos de cefaleas en niños y adolescentes.
Reconocer la utilidad de poder clasificar las cefaleas según diferentes criterios: etiológico o
evolutivo.
esquema de contenidos
p ro n a p 2012 • m Ó d u l o 1 • c a p Í t u l o 3
70
Introducción
Las cefaleas infantiles constituyen un problema frecuente e importante como motivo de consulta en
Atención Primaria; su prevalencia es muy variable, según las series clínicas, señalándose que en algún
momento han padecido dolor de cabeza el 4 al 20% de los niños pre-escolares, el 28 al 50% de los de
edad escolar, y hasta el 75% de los adolescentes.
Si bien en la mayoría de las situaciones las cefaleas se asocian con procesos benignos, en
algunos casos constituyen la manifestación de un cuadro neurológico potencialmente grave.
Por tanto, el desafío es hacer un diagnóstico acertado y oportuno, para calmar la ansiedad de la familia y
la preocupación del pediatra.
El propósito de este trabajo es aportar un enfoque práctico sobre el tema para su aplicación en el consul-
torio pediátrico, haciendo particular énfasis en la semiología y en los criterios para solicitud de estudios y
derivación a especialistas.
Fisiopatología
La cabeza duele por la activación de receptores nociceptivos ubicados en piel, tejido celular subcutáneo,
músculos, vasos sanguíneos, periostio, duramadre, ojos, oídos, senos paranasales y dientes; las vías sensi-
tivas involucradas son los pares craneales V, IX y X, y los nervios del plexo cervical. El parénquima cerebral,
Todo proceso que cause tracción, desplazamiento, compresión, distensión o inflamación de tales estructu-
ras ocasiona cefaleas con características particulares en cada caso.
El dolor tiene además un componente emocional que lo modula, por lo que la magnitud de la percepción
es individual en cada paciente.
CLASIFICACIÓN DE CEFALEAS
Primarias
I. Según su etiología
Secundarias
Agudas
• Localizadas
• Generalizadas
II. Según su patrón evolutivo Agudas recurrentes
Crónicas
• Progresivas
• No progresivas
Mixtas
71
I. Desde un punto de vista etiológico y de acuerdo a la Sociedad Internacional de Cefa-
leas es importante diferenciar dos tipos de cefaleas.
• Migraña.
72
Crónicas no progresivas: Cefaleas que duran más de 15-30 días con
frecuencia e intensidad de los episodios similares, estables, con ausencia
de signos neurológicos anormales. Se presentan en general por largos
períodos y pueden tener diversas causas: cefalea tensional, post trau-
matismo craneoencefálico, o asociadas a trastornos psiquiátricos como
depresión y ansiedad.
Crónicas progresivas: Cefaleas que duran más de 15-30 días con
frecuencia diaria-semanal, con intensidad creciente y presencia de signos
neurológicos anómalos. Pueden ser causadas por tumores, abscesos
intracerebrales, pseudo- tumor cerebral, hidrocefalia.
Mixtas: Es la combinación en el mismo paciente de varios patrones de
cefaleas.
En la Tabla 2 se señalan las causas de cefaleas siguiendo este criterio de clasificación.
Cefalea aguda
Frecuentes Raras
- Infección sistémica y del SNC. Fiebre - Encefalitis
- Sinusitis aguda - Hemorragia intracraneana
- Meningitis - Glaucoma - Neuritis óptica
- Post traumatismo de cráneo - Vasculitis
- Primera crisis de migraña
- Alteraciones metabólicas (hipoglucemia)
Fuente: Adaptada de Protocolos Diagnóstico-Terapéutico de urgencias pediátricas. Asociación Española de Pediatría, 2010.
73
ENFOQUE DIAGNÓSTICO
Una anamnesis exhaustiva y un examen físico minucioso son los recursos disponibles para
todo pediatra y que en más del 90% de los casos definen el diagnóstico de un niño con
cefalea.
Anamnesis
Este término es más adecuado que el de interrogatorio, ya que significa “traer a la
memoria”. De hecho no se trata de que el paciente o su familia respondan a un cuestio-
nario estructurado, sino que se debe escuchar el relato (no menospreciar la capacidad
expresiva del niño dejando que sea él mismo quien hable de su dolencia) induciendo a
recordar aspectos puntuales de nuestro interés. En este sentido algunos datos importan-
tes para recabar son:
la Tabla 4.
Existencia o no de aura, características de la misma.
Síntomas acompañantes: náuseas, vómitos, fotofobia, mareos, dolor
abdominal y su vínculo temporal con la cefalea (prodrómicos, fase aguda,
posterior a la crisis dolorosa).
Horario: nocturno, matutino, vespertino, relación con la escolaridad.
Frecuencia y duración del episodio.
Factores desencadenantes: ansiedad, depresión, estrés, alimentos
(cafeína, té, bebidas cola, chocolate, queso maduro, hamburguesas,
salchichas, alimentos enlatados, conservantes, aspartamo, frutas secas),
ejercicio físico intenso, ayuno, tóxicos (tabaco, alcohol, drogas), frío, hipo-
glucemia, privación o exceso de sueño, menstruación.
Factores agravantes: ruido, luz, frío, tos, estornudos, caminar, subir
escaleras.
Factores atenuantes: reposo, sueño, oscuridad.
Tratamientos empleados y su eficacia.
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Figura 1. Escalas de medición de dolor
Escala facial de Wong Baker. Sin dolor: 1 | Leve: 2 | Moderado: 3 | Intenso: 4 y 5 | Intolerable: 6
Escala numérica.
Fuente: Adaptado de la V Reunión Anual de la Sociedad Asturiana de Pediatría de Atención Primaria. 2006.
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Examen físico
Si bien como en todo niño debe ser completo, hay puntos específicos en los que debe-
mos centrar nuestra atención:
1. Exploración general
Toma de temperatura y presión arterial.
Aspecto general.
Piel y anexos (coloración, manchas café con leche, neurofibromas, pete-
quias, todos ellos sospechosos de tumores).
Semiología cardiopulmonar y abdominal.
Medición del perímetro cefálico (la circunferencia craneana debe ser me-
dida incluso en niños mayores, dado que el aumento lentamente progre-
sivo de la presión intracraneal causa macrocrania).
Examen del macizo cráneo-facial: incluyendo percusión (signo de “olla
cascada” sugestivo de masa tumoral) y auscultación craneana (soplos
o frémitos sospechosos de malformación arterio-venosa). Articulación
témporo-mandibular.
Valoración otorrinolaringológica: puntos sinusales, otoscopia.
Cuello (columna y musculatura cervicales).
2. Exploración neurológica
Nivel de conciencia, función intelectual y orientación.
Marcha y coordinación.
Pares craneales.
Tono, fuerza y reflejos musculares profundos.
Presencia de reflejos patológicos.
Examen sensitivo.
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Signos cerebelosos.
Presencia de signos de irritación meníngea o signos neurológicos focales.
3. Exploración oftalmológica
Agudeza visual.
Motilidad ocular extrínseca (alineación ocular, presencia de ptosis palpebral).
Motilidad ocular intrínseca (miosis, midriasis, reflejo fotomotor).
Campimetría.
Fondo de ojo.
76
Métodos complementarios
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Interconsultas
Según el caso se solicitará valoración por especialistas por ejemplo oftalmólogo, ORL,
neurólogo, servicio de salud mental.
Duda diagnóstica.
Cefalea crónica diaria.
Hipertensión endocraneana.
Migraña refractaria o complicada.
Cefalea tipo tensional refractaria.
Signos de focalización neurológica.
Cefalea que afecta la vida diaria a nivel escolar o familiar.
78
Figura 2. Algoritmo diagnóstico
79
TRATAMIENTO
Los objetivos que se plantean al iniciar la terapia del dolor de cabeza son:
Medidas generales
Parte del tratamiento es explicar al paciente y a sus padres el diagnóstico. Muchos de
los pacientes y sus familias consultan para conocer el origen del dolor y saber si existe
la posibilidad de tener un tumor cerebral. Cuando se estima un riesgo bajo, esta sola in-
formación tranquiliza al niño y su familia, y permite establecer las bases para una buena
adherencia al tratamiento.
Medidas específicas
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1. No farmacológicas
Exceso o privación del sueño.
Cambios de horario o alteración del ciclo sueño vigilia.
Ayuno o saltarse comidas.
Algunos alimentos con elevado contenido en glutamato (ya citados en anamnesis).
Evitar
Factores ambientales: luminosidad excesiva, olores, altitud, cambios climáticos o de
agentes
presión atmosférica.
precipitantes
Ejercicio intenso.
Estrés y ansiedad.
Fármacos y drogas: anticonceptivos orales, alcohol, drogas (cocaína y anfetaminas
producen hemorragia cerebral, heroína es causa de vasculitis en el SNC).
Técnicas de
Biofeedback, psicoterapia, hipnosis.
relajación
Medios físicos Frío local, oxígeno 100%, oscuridad, silencio, digito puntura.
80
2. Farmacológicas
a) Tratamiento sintomático
Debe ser instaurado rápidamente porque cuanto más tiempo dura la cefalea tanto más
difícil resulta suprimirla.
Para los dolores leves o moderados se usan analgésicos habituales como Ibuprofeno
(10 mg/kg c/6-8 hs) o Paracetamol (15 mg/kg c/4-6 h); pueden asociarse a cafeína para
potenciar su eficacia. Puede emplearse un antiemético según necesidad; en tal caso se
recomienda Metoclopramida o Domperidona a razón de 5-10 mg/kg c/8 horas.
En el caso de cefaleas severas o ante el fracaso de los AINES para atenuar los sínto-
mas se recurrirá a fármacos de segunda línea; las opciones son Ergotamina (1-2 mg/do-
sis única en mayores de 6 años) o Sumatriptan intranasal (20 mg/dosis en adolescentes
con jaqueca).
b) Tratamiento profiláctico
Si los episodios migrañosos resultan frecuentes (3-4 al mes por al menos 3 meses) o si
se trata de crisis severas con repercusión en actividades de la vida diaria (Tabla 3), se
plantea el uso de tratamiento preventivo. La indicación puede ser realizada por el pedia-
82
El dolor de cabeza se caracteriza por episodios de minutos a días de duración de calidad
opresiva, intensidad de leve a moderada, localización bilateral y que no empeora con
la actividad física habitual. No se acompaña de náuseas o vómitos, y puede presentar
fotofobia o fonofobia pero raramente ambas. Según su frecuencia puede dividirse en
episódica (menos de 15 por mes) o crónica (más de 15 mensuales durante 6 meses).
Tumor cerebral: Los tumores del Sistema Nervioso Central representan la segunda
neoplasia más frecuente en la infancia y la primera causa de los tumores sólidos.
Cefalea por sinusitis: asociada a secreción nasal purulenta. Se localiza sobre el seno
paranasal afectado. Retroorbitaria o en vertex cuando afecta al seno frontal; frente o
maxilar superior cuando afecta al seno maxilar; frontal, orbitaria, occipital o en vertex en
el seno esfenoidal; y retroocular o temporal en el seno etmoidal.
83
Ejercicio de Integración y cierre
VF
2. Las cefaleas agudas tienen una duración inferior a 5 días y no tienen antecedentes de cefaleas previas.
VF
3. Las cefaleas crónicas no progresivas pueden ser causadas por tumores, abscesos intracerebrales, pseudo- tu-
mor cerebral, hidrocefalia.
VF
4. Frente a una cefalea aguda es importante saber si existe un cuadro febril concomitante, ya que su presencia
orienta hacia una etiología infecciosa.
VF
5. La punción lumbar es indispensable cuando existen indicios de infección del Sistema Nervioso Central o para
la medición de presión de líquido céfaloraquídeo.
VF
6. La migraña es una cefalea primaria que representa la principal causa de cefalea aguda recurrente.
VF
7. Frente a una cefalea es preciso instaurar medidas generales no farmacológicas durante algunas horas antes de
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VF
x Primarias: .......................................................................................................................................................................................
x Secundarias: ..............................................................................................................................................................................
................................................................................................................................................................
................................................................................................................................................................
84
Ejercicio de Integración y cierre
3. Enumere por lo menos cinco situaciones que ameritan recurrir a diagnóstico por imágenes.
................................................................................................................................................................
................................................................................................................................................................
x El niño se encuentra asintomático. Al examen físico, Glasgow 15, palidez, TA 110/60, signos meníngeos negati-
vos, afebril, sin otros datos relevantes. Durante la exploración inicia súbitamente cefalea intensa retroocular y
frontal izquierda. Dada la intensidad del cuadro se decide su ingreso a la Unidad de Observación. Bruscamen-
te presenta una depresión marcada del nivel de conciencia; se estabiliza mediante intubación endotraqueal.
................................................................................................................................................................
e r n aS
CENTE
................................................................................................................................................................
cia Ma
t aYn ADOLE St
2. Macarena de 9 años, adoptada, sana, buen crecimiento y desarrollo y rendimiento escolar. Comenzó hace
un año con cefaleas frontales bilaterales, pulsátiles, de intensidad variable, de frecuencia variable (a veces
aOcS
mensual), de más de una hora de duración, que calman con analgésicos y con el sueño, acompañadas de
s yNIL Ñ
decaimiento, palidez, fotofobia y vómitos.
S eEN
x En dos oportunidades presentó cefaleas severas acompañadas de parestesias e hipoestesias de hemicuerpo
cion
ALEA
izquierdo, seguidas de paresia de dicho hemicuerpo.
x El primer episodio presentó una duración de 2 horas hasta el retroceso completo de los síntomas, y el segun- f eF c
o v• •I nCE
do episodio 4 horas. El día posterior presentó somnolencia. En ambos episodios presentó un examen físico
normal al momento de la consulta, luego de finalizados los mismos.
ac
oel n ce
................................................................................................................................................................
r tD M
................................................................................................................................................................
Moabrei o
................................................................................................................................................................
R
................................................................................................................................................................
85
CONCLUSIONES
Las cefaleas en niños y adolescentes constituyen un desafío para el clínico que debe
determinar si se trata de un problema banal o si constituye la expresión de una enfer-
medad grave. Y para tomar esta decisión debe apoyarse en la actitud habitual que rige
el quehacer pediátrico: ir de lo simple a lo complejo, de lo más frecuente a lo excepcio-
nal, de lo urgente a aquello que puede esperar.
Teniendo en claro los signos de alerta de patología intracraneana y con una semiolo-
gía minuciosa es posible llegar a un diagnóstico de aproximación en la mayoría de las
situaciones.
LECTURAS RECOMENDADAS
• Cabrera López JC y col. Cefaleas en la infancia: Actualización y Propuestas. Can Ped 2005;29(2):127-137.
• Karin Kleinsteuber S. Evaluación y manejo de la cefalea en el niño. Rev Med Clin Condes 2008;19(5):546-557.
• Melián RM. Protocolo de cefalea en el niño en atención primaria. Can Ped 2008;32(3).
• Quintana Prada M. Cefaleas. Protocolos diagnóstico-terapéuticos de Urgencias Pediátricas, Asociación Española de
Pediatría 2010;30: 271-279.
p ro n a p 2012 • m Ó d u l o 1 • c a p Í t u l o 3
86
Ejercicio de Integración y cierre
Clave de respuestas
Identifique Verdadero o Falso en los siguientes enunciados
1. Verdadero.
2. Verdadero.
3. Falso. Las cefaleas crónicas no progresivas pueden tener diversas causas: cefalea tensional,
post traumatismo craneoencefálico, o asociadas a trastornos psiquiátricos como depresión y ansiedad.
4. Verdadero.
5. Verdadero.
6. Verdadero.
7. Falso: El tratamiento sintomático debe ser instaurado rápidamente porque cuanto más tiempo
dura la cefalea tanto más difícil resulta suprimirla.
e r n aS
Responda las siguientes consignas
CENTE
1. Primarias: Migraña. Cefalea tensional. Cefalea “clúster”. Neuralgias de pares craneales y dolor facial de causa
cia Ma
t aYn ADOLE St
central.
x Secundarias asociadas a: Traumatismo craneal o cervical. Trastornos vasculares craneales o cervicales. Tras-
tornos intracraneales no vasculares (infecciones, tumores). Uso de drogas o su supresión. Infecciones intra-
aOcS
craneales o sistémicas. Trastornos metabólicos (hipoglucemia, acidosis). Dolor facial asociado a trastornos del
s yNIL Ñ
cráneo, cuello, ojos, orejas, nariz, senos paranasales, dientes, boca u otras estructuras faciales o craneales.
Trastornos psiquiátricos.
S eEN
cion
2. Anamnesis: Antecedentes familiares y personales, características de la cefalea (ubicación, intensidad, tipo,
ALEA
tiempo de evolución, periodicidad, existencia o no de aura, síntomas acompañantes, horario, frecuencia y
duración del episodio), factores desencadenantes, agravantes y atenuantes, tratamientos empleados y su f eF c
o v• •I nCE
eficacia.
ce
3. Las situaciones que ameritan recurrir a diagnóstico por imágenes son: Cefalea de presentación aguda o hipe-
ac
oel n
raguda, dolor cuya severidad aumenta progresivamente, cefaleas durante el sueño o al despertar, dolor que
a n. iLeal wP r
aumenta con maniobras de Valsalva, ejercicio, tos o cambios posturales. Macrocefalia o asimetría craneana.
Soplo intracraneal. Examen neurológico anormal. Cefaleas refractarias al tratamiento. Signos de hipertensión
endocraneana. Deterioro en el rendimiento escolar, cambios de personalidad, alteraciones de conducta. Ce-
r tD M
87
Ejercicio de Integración y cierre
x Se asumió como Migraña hemipléjica iniciándose tratamiento preventivo con Topiramato. Presentó buena
evolución con disminución de frecuencia e intensidad de las cefaleas y no reiteró episodios de hemiplejia.
p ro n a p 2012 • m Ó d u l o 1 • c a p Í t u l o 3
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